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Te odio, por eso te... Cap. V

en No Consentido

Ya han pasado varios meses, desde que mi nueva vida tomó forma, con el tiempo la he aceptado y aunque en ocasiones me siento indignado y violentado, (ya los amigos no me llaman para salir, en el trabajo apenas me relaciono), a las pocas horas de estar en mi casa se me han pasado ya sea porque mi señora me ha masturbado y eso me deja adormilado junto a ella y afianza mas nuestro vínculo, o porque me tiene haciendo tareas que no dejan que me concentre en otra cosa.

Daria es muy buena conmigo, de vez en cuando me da algo de mi dinero para que me compre alguna revista (me tiene prohibida cualquiera que sea de coches, futbol o chicas, tan solo prensa amarilla), la leemos juntos, mejor dicho yo se la leo y ella se tumba en el sofá con los pies en mis rodillas.

En otras ocasiones cuando hago la compra, me permite que me compre alguna golosina para mi.

¡me parece tan guapa, tan atractiva!, estoy deseoso de llegar a casa y besarla, bajar a su barriga y acariciarla, no me importa que me ridiculice, ella me habla diciendo que no valgo para nada, en  que haría yo sin ella. En alguna de mis siestas que sigo tomando a diario, ella se recuesta a mi lado y jugando con mi pene, me pregunta ¿ves como no puedes vivir sin mi?, yo inmediatamente tengo una erección e intento buscar su arrugado pecho y lactar de el.

Hace tiempo por fortuna que no hemos vuelto a ver ni a Dunia ni a la miope, todo esta bien, salvo por hoy en que me ha dado una noticia que me ha hecho pensar

-          Ven aquí cosita (no me llama de otra forma). Por fin me han concedido el viaje del Imserso, me voy a Benidorm con mis amigas, si, esas mismas, con Dunia y Lita (por fin sabia el nombre de la miope), nos vamos 10 días, ¿a que es maravilloso?

-          Si, lo es mi señora

-          Pero tu no puedes ir, no te lo mereces, además no quiero estar cuidando de ti, quiero hacer lo que me da la gana, como siempre pero con mis amigas, ¿lo tienes claro?

-          Si, mi señora

Pero he pensado que a lo mejor se te ocurre ser un travieso, o salir por ahí con los amigos y beber, ó algo peor alguna chica y tú, solo perteneces a una mujer que sepa dirigirte y ordenarte, ¿si?

-          Si, mi señora (me empalmé)

Oh, mi cosita pero que guarro eres, jajajaj, me viene bien, quitate el tanga. Me lo quite deslizándolo poco a poco y dejándolo caer por mis muslos, como ella me ha enseñado. Ahora ven – me dijo.

-          ¿Qué es eso?, no, no yo le prometo que me portaré bien

Ella se quitó una zapatilla y me la enseñó, me miraba sin decir nada, yo solo miraba a su otra mano, donde tenia una especie de molde de un pene con un candado me pareció ver.

-          Que vengas aquí maleducado! Y me arreo una sonora torta con la zapatilla en mis partes que rápidamente se encogieron del dolor.

Ella aprovechó y fue colocando mi pene dentro del molde plástico transparente, yo gemía – por favor, no…no..porf..no

-          Shhh. Ya estáaa, ya estáaa….buen chico,…mm….un clic..y…muy bien

Daria me acababa de poner un cinturón de castidad, me quedaba muy justo yo estaba muy cortado, ¿Cómo iría a trabajar? ¿y si se notaba?

Ahora vé y ponte un pantalón vamos a ver como queda. Hice lo que me pidió y por fortuna no se notaba nada, ella subiendo y bajando la cremallera, quiso probar si estaba bien puesto, se desabrocho la blusa, abrió su boca y moviendo su lengua….- mmmm, que pollita tan rica, ¿me das un poquito?. Me quería empalmar pero el dolor me hacia bajar otra vez la hinchazón, quedaba todo tan apretado que era imposible.

-          Perfecto, dijo ella. Hazme la maleta que me voy esta tarde

Ya era tarde noche, había quedado solo en casa, estaba desnudo hacia mucho calor, y solo llevaba puesto el cinturón, intenté de mil maneras aflojarlo para quitármelo, pero no podía, tampoco podía romper el candado, pues de poner otro la llave no coincidiría y eso tendría consecuencias mayores, seguro que daría pie a contárselo a mi madre.

Mañana sería fin de semana ya pensaría que hacer, mientras intenté ver algo de tv, escuchar música, distraerme,…

Llegó el día siguiente y luego el Sábado, pasaba las horas como  podía ir al baño era difícil, debía lavarme a conciencia luego, pero me estaba notando raro, ya habían transcurrido varios días sin tener ni sexo, ni nadie que me mandara ni obligaciones, me sentía desamparado y me sentía en la necesidad de estar sometido, que no cobijado, sino sometido a una mujer madura. Pensaba en Daria en sus verrugas, en su piel arrugada, en su dentadura, pensaba en Dunia, en su culo, en su coño, me excitaba, me volvía a doler y…

Pensaba, …pensaba, pensaba…, en mi madre, … hice memoria de todas las trastadas que le había hecho, de cuando llegaba borracho y tiraba cosas de la casa, de cuando la hacía llorar diciendo que cuanto tiempo habría estado sin un hombre, que parecía virgen, de cuando no le hacia ningún favor ni en la casa ni ayudándola, me sentía muy mal, había aprendido que era todo lo contrario, era satisfactorio cumplir con tus obligaciones y servir a una mujer.

Era muy satisfactorio, y …mi madre, era una mujer.

Después de pasar mucho tiempo mirando el móvil, la llamé, unas breves frases y le dije que iría a visitarla, ella no me creyó, pero le dije que en menos de una hora estaría allí, no te su voz quebrada.

Me duche y me vestí, me puse mi tanga, como me han enseñado, me puse el pantalón mas ancho que tengo una camisa, todo muy estándar  y fui a verla.

Al tocar el timbre, fue un poco distante, lo entiendo tanto tiempo y…

-          Hola mama ¿cómo estás?

-          Bien hijo, pasa, estás en tu casa, hace mucho tiempo que…

Mi madre es digamos normal, no destaca en nada, salvo en unos dedos gordos y curtidos de años de ser cocinera en cafetín del barrio. Por otra parte tiene una estatura digamos baja, un cuerpo normal, con los años un poquito rellena, sigue peinándose con media melena, su color negro ahora se había convertido en mechas rubias, (algo que todas las mujeres que van madurando van haciendo, y en mi barrio donde todas ya peinan canas es lo mas normal). Iba vestida como siempre la recuerdo, con zapatos planos, falda vaquera y camiseta de tiros sin sujetador, lo sé porque muchas veces le grite llamándola guarra, cuando con el frio, se notaban sus pezones.

Caminé por la casa, todo estaba igual, mi cuarto en mi perfecto desorden, la modesta cocina, el modesto baño, el modesto salón, un piso sereno, triste sin vida.

Ella abrió la cortina del salón para que diera luz y se sentó a mi lado, yo la observaba sin decir nada pero con ojitos cariñosos (ella miraba extrañada, encontraba rara esa expresión en mi), mientras le hablaba de mi piso y mi trabajo, me fui angustiando, quería contarle lo que me pasaba y terminar con esa situación.

Pero cuando mas hablaba y ella cogía mi mano que no paraba de acariciarme, quería con mas ganas salir de esa situación, pero si quería seguir con la misma disciplina, me encontraba bien con ella, en mi sitio, a medida que mis palabras brotaban (ella parecía feliz de oírme hablar tanto), mas mimoso me ponía, era mi mami, yo correspondía con sus caricias, pasando mi mano por su hombro, diciéndoles lo guapa que la veía, ella se ruborizaba, no estaba para nada acostumbrada a recibir halagos.

-          Mama, voy a ordenar el cuarto

-          Si ya, venga vale, ¿quieres comer ya? He prep…

-          Lo digo en serio, quedate aquí

Me fui a mi cuarto y no solo lo recogí, sino que lo limpie, pase un paño al polvo, fregué. Ante mi tardanza mi madre desde la puerta no salía de su asombro.

-          Hijo, ¿estas bien, te pasa algo?

Nada mama, me acerqué la bese, y la abrace muy fuerta, eso hizo que notara mi polla en su barriga, ella abrió un poco los ojos, habrá pensado que que dura, sin conocer lo que tenia bajo mi pantalón.

-          Estas muy cambiado, cariño, estoy ilusionada

-          ¿Lo estas mama? Eso me hace muy feliz, espera, seguiré con el resto de la casa te ayudaré

Hice sentar a mi madre en el salón a descansar y yo dí un repaso completo a la casa, mientras mas limpiaba, mas feliz me sentía, complacer a una mujer, servirla, hacer sus tareas, ayudarla, y atender a …mi madre…algo se despertaba que me producía dolor, una incipiente erección cada vez que pasando la fregona por el salón, le decía a mi madre que levantara las piernas, podía ver casi todas sus piernas cuando lo hacia, estaba de mu buen ver

Ya eran casi las tres, cuando di por terminada mis tareas y comimos, yo fui extremadamente amable, coqueteaba diciéndole lo linda que era, que no se merecía estar sola, que cualquier hombre daría guerra y paz por ella, esto le gustaba, pues se tocaba el pelo con cada halago mio, estaba en una nube.

Al café, me pidió que la visitara más a menudo, fue cuando mi ánimo se derrumbó y le conté lo que me pasaba, ella no decía nada, solo me miraba y se tapaba la boca con su mano

Yo solo me atrevía a mirar hacia abajo,

-          Pero, ¿te han drogado, has tomado algo?

-          No, no mama, es que….no se porque lo hago,…me hace sentir….

-          ¿Qué, como?, ¿pero tu eres masoquista o algo así? Ahora cogió mis manos

-          No, no, nunca se me ha ocurrido nada de eso, pero algo se ha descubierto en mi y me ha hecho comprender que me debo, …que debo, …que… las mujeres son las que deben mandar y yo…

-          Pero si tu y yo no hemos hecho mas que enfadarn…

-          Lo sé, lo sé pero ahora lo comprendo y estoy ante ti (levanté sus manos y fui llevándolas a mi boca) y las besaba

-          Quita, ¿Qué haces?,..esto…que

Yo insistía y le decía - ¿es que no comprendes que soy una persona nueva, mama, nueva y para ti, soy tu nuevo hijo,…me levante y mientras sollozaba y la miraba a los ojos, me fui quitando la ropa, la camisa,.. el pantalón, mostrándole mi cinturón de castidad..

Ella hizo un grito ahogado, - ¿Quién te ha hecho eso? ¿Qué…hijas dep…?

Tenia miedo pero ahora sé que estoy donde debo estar, me acurruqué de rodillas poniendo mi cabeza en sus rodillas y abrazando fuerte sus piernas, mama, quiero estar contigo,…solo contigo…¿me comprendes?

Ella no decía, nada tan solo puso su mano en mi cabeza, leves caricias sentí.

Pasados unos minutos, me dijo, con una voz firme, desconocida para mí y como solo un animal traicionado puede hablar

-          ¿Y cuando dices que vuelven esas?

-          En 3 días

-          Bien, esto es lo que vamos a hacer, te quedas en casa hasta el último día luego iremos los dos, (pero mama, quise interrumpir)

-          Cállate, ahora vístete busca al portero y que te preste la cizaña que usa para cuando bloquean el candado del portal, que luego se lo devuelves, venga ya

En media hora, había conseguido liberarme de tal atadura, tenia roces y moretones en mi pene, mi madre me dio una crema y fue a ponérmela, pero enseguida se cortó y me dijo que me la pusiera yo. Asi lo hice pero ella no dejaba de mirarme. Cuando hube acabado, nos retiramos cada uno a nuestro cuarto a dormir.

Pase toda la noche pensando en lo ocurrido y que pasaría en 3 días, pero era feliz, mi m adre me apoyaba después de todo lo que le había hecho, mientras me acariciaba mi pene por el escozor pensaba en ella, me acariciaba el pene y pensaba en ella, me acariciaba el pene y pensaba en ella, me fui poniendo meloso, sumiso, necesitaba agradecerle todo, quería…

A la mañana siguiente apenas hablamos ni del tema ni de nada, yo me limité a lavar, tender la ropa, plancharla, mi madre aunque en un primer momento, quiso que lo dejara, ¡empezó a verle las ventajas! Y me dejó hacer. Me daba las gracias y me decía que muy bien, yo me empalmaba y le daba un beso en la mejilla.

Ella captó el juego y siguió, después de tanto tiempo, había recibido mas besos en dos días que en toda su vida. Se le ocurrió cosas como lavar las cortinas, limpiar los altillos, sacar brillo al ajuar (ese que nunca se usa),… cada gracias, cada beso que le daba a cada cual mayor, ella se dejaba hacer.

Para la ultima noche, ya la besaba por todo, por cruzarme con ella, por beber agua, por sentarme a su lado, cuando fui a darle las buenas noches, la besé muy cerca de sus labios y me mantuve, ella miraba sin expresión (eso me puso aun mas), me tocaba en mi pantalón, seguí con la mitad de mis labios junto a los suyos, ella me quitó la mano de mis partes y me dio las buenas noches. Nos levantamos, por el pasillo, me giré y le di nuevamente las gracias, ahora con una tremenda erección, ella me dijo, - Mañana verás como todo irá a mejor, ahora duerme cariño mío

Volví a besarla y esta vez además de rozar la mitad de mis labios en líos suyos que sospechosamente me fue fácil, en un alarde, saque un poco mi lengua y encontré la punta de la suya

-          Te quiero, te quiero mucho y quiero que seas muy feliz

-          Ya, ya, seguro que si, venga a dormir

Amaneció, me encontraba muy tenso y salimos, primero al banco a volver a domiciliar la nómina (cosa que hice poniendo la cuenta de mi madre por decisión mia), luego a mi casa, cuando llegamos, nos sentamos, esperando que aparecieran. Mi madre no dijo nada, veíamos pasar las horas, pero estaba tensa se cortaba el aire, cuando…

Oímos intentar abrir con la llave, imposible pues lo primero que hicimos fue cambiar el cilindro, …toc, toc, toc, toc,….toc… ¡abre la puerta ya maldito inútil y ¿Por qué no me han ingresado el dinero, idiota?

Mi madre se levantó hacia la puerta y me dijo, ¡desnúdate inmediatamente!, - ¿qué –. Haz lo que te digo, confía en mí. Me desnude por completo, ella  me tomó del brazo y abrió

Daria entró casi sin mirar – Que sea la última vez que…. ¿Quién eres tu? Dunia iba detrás, sus ojos como platos ¿Carmen, tú, …como…?

Mi madre me tomó por la cintura y me agarró la polla, me la meneaba mientras les decía, ¿algún problema con mi hijo? Me tomo de la mejilla y me introdujo la lengua hasta la garganta, luego volvió a cogerme por la polla y quedo mirando hacia ellas

Daria y Dunia no sabían que decir

-          Para la zorra que no se haya enterado, esto ha sido simplemente un juego, yo mandé a mi hijo a vivir aquí y le ordené que probara otras mujeres, para que sepa que lo mejor lo tiene en su casa, su madre. La única que lo hace vivir y la única que lo folla como nadie. ¿Tengo o no tengo razón cariño? y me agarró del culo hacia arriba, para que se dieran cuenta?

-          Si mama, por supuesto

-          Por lo que sé, no sois gran cosa, podía haber intentado algo mejor, que un culo grasiento y unas verrugas asquerosas, pero mira por lo menos espero que os hayáis quedado a gusto. Y una cosa mas zorras, no quiero ni verlas ni saber nada de ustedes, no sea que me lo esté follando y me interrumpan y por mi pueden contar lo que quieran, no sé quien va a creer a unas horteras como vosotras.

-          Y ahora fuera, que quiero hacer correr a mi hijo, para eso lo traje a este mundo y por eso eché a mi marido de mi casa, venga cariño ponte en la cama a cuatro patas, te voy a ordeñar.

Daria y Dunia, no decían nada, no se movían nada, y casi no respiraban. Mi madre había elaborado una historia casi perfecta, increíblemente encajaba para que esas dos “zorras” como habían dicho desaparecieran.

Mi madre camino a la puerta y les cerró la puerta en las narices. Yo frente a ella, ella visiblemente irritada, se fue al baño, se lavaba las manos, yo quieto en la entrada de la habitación sin saber que hacer. Mi madre apareció no me miraba, yo en voz baja, avergonzados y muy colorado le dije…gracias..mamá

-          Es tarde, pasaremos la noche aquí, pero mañana recogemos todo, dejas esta casa y te vienes a vivir conmigo, ¿ok?

-          Si mamá como ordenes

-          ¿Cómo que como or…? ¿Te has vuelto loco? ¿sabes lo que he tenido que hacer por ti?, se calló.

Entendió que mi nuevo carácter se había fijado en mi y recordó los días atrás juntos en la casa, los besos de gracias por las tareas hechas, la compañía, dudaba delante mía y yo seguía desnudo, le tomó unos minutos pensar. Caminó por la casa, revisaba mis cosas, pensaba, miraba por la ventana al cielo, se pasaba las manos por la falda y por la camisa, donde después de verla quieta pensativa, me pareció ver como se acariciaba el pecho, lentamente, … vino hacia mi

-          Bien, … (me miró altiva) exactamente como yo ordeno y tenemos mucho camino que recuperar

-          Si mamá

-          Y lo vamos a hacer juntos, así que te gusta que te ordenen, pues  yo te diré lo que tienes que hacer. Si te pego ¿eso te pone caliente?

-          Si mamá, me tapé, me estaba poniendo caliente y mimoso

-          Tu harás lo que yo te diga, ¿todo lo que yo te diga?

-          Si mamá

-          Antes te toqué pero fue para dar credibilidad a la historia, no quiero que pienses que… (repensó y …)… te lo….has …ganado, para eso debes …portarte bien, ¿si cariño?

-          Si mama (levante mi mano para peinarme, y mi polla saltó como un resorte, totalmente a la vista)

-          Y si no lo haces ¿ves esta zapatilla? Ya sabes donde va a ir a parar, ¿recuerdas cunado eras pequeño?

-          Ahh, mamá,…ahhh..mm… mi polla empezó a moverse y a soltar gotas

Ella incrédula, tiró la zapatilla, se sentó en la cama y me hizo venir, yo, en acto total de sumisión y como me gusta fui de rodillas, me abracé a su falda y la comencé a besarla por la barriga, por la camisa, con mis manos, fui levantándola poco a poco, sentía su piel cálida, su olor materno, descubrí, la mitad de sus pechos y besé sus pezones, me afiancé a uno de ellos, mientras acariciaba el otro.

-          Ssshhh, sshhh, ya esta cariño, sshhh, ya está todo está bien con mami

-          Si, slrup, slrup, si mami, si…

-          A partir de ahora, deberás hacerme caso en todo, en todo

Si mama, perdí el juicio, mi calentura me hizo ver una hembra, una hembra amorosa a la que tumbé en la cama sin dejar de chupar, metí mi mano por su falda, y con rapidez le quité las bragas, ella forcejeo un poco, pero salieron fácilmente me puse encima y la penetré

-          Cariño, no…no…

Yo empujaba una y otra vez, sin prisas, sin pausa, besando sus tetas y jadeando de amor

-          Cariño, por favor,…no…no…pares

Dormimos abrazados toda la noche, el destino me había llevado a una nueva vida, de la que no quería salir.