Entro en el perfil de una mujer de 38 años. En su foto de presentación muestra los pechos, cubiertos por las transparencias de un picardías. No se le ve la cara, pero lo que veo sí me gusta. Entro en su perfil porque me ha mandado un mensaje en el que dice que si pongo una contraseña, podré ver sus “el menú completo”. Lo hago, claro, y veo que el menú está compuesto por dos peras estupendas y conejo en su jugo.

-Muy rico, el menú-, tecleo. No espero respuesta inmediata. Pero tengo suerte.

-Todo para ti. ¿Chat?-.

-Claro-. Envío mi solicitud al enlace que tiene en su perfil.

-Hola, guapo-.

-¿Qué tal, cachonda? ¿Ocupada?-.

-No demasiado-.

-Me gustan tus fotos. ¿te las hiciste tú?-. Sé que sí, por la posición del brazo que se observa.

-Claro. ¿Y tú las tuyas?-.

-Me las bajé de internet, jejeje-.

-Así que eso no es tuyo-.

-¿Quieres verlo?-.

-¡Siiiii!-.

-Va, dentro de un rato, jejeje-.

-¿Porqué? ¿Estás ocupado?-.

-Mas o menos...-

-Yo estoy en mi casa-.

-¿Vives sola?-.

-Sí-.

-¿Hijos, novio?-.

-Nada a la vista-.

-¿Estás desnuda?-.

-¡¡Nooooo!!-.

-¿Y a qué esperas?-.

-Vas muy rápido, ¿no?-.

-Vaaaale, echo el freno. Es que me pones cachondo-.

-Jajajajaja. ¡Qué mono! ¿Novia, mujer, hijos?-.

-Nada a la vista-.

-¿Estás desnudo?-.

-Jajajaja. Porque no puedo...-.

-¿En el trabajo?-.

-Sip-. La mujer manda un archivo, que descargo inmediatamente. Veo el mismo cuerpo en bikini. Está buena.

-Se me cae la baba-.

-Jajajaja. Pues tengo más-.

-¡¡¡Dame, dame!!!-.

-¿A cambio de qué?-.

Elijo una de las fotos que guardo en la escondidísima carpeta de mi ordenador. Esta no, tampoco, ni de coña... ¡esta! Un perfil en el que se me ve de cuello para abajo, con mis calzoncillos monos y el rabo asomando por encima de la cinturilla.

-¿Qué te parece?-.

-WOW!!!-.

-¿Nada más?-.

-Oye, estás muy bien-.

-Un poco flaco. ¿No cuentas las costillas?-.

-Y menuda polla!!-.

-Toda para ti-.

Descargo el nuevo archivo. Es una foto de la misma colección, aunque algo más explícita. Recostada en la cama, tiene una pierna doblada y enseña el coño depilado.

-Mola, golfa...-.

-¿Sí? ¿No es un poco basta?-.

-Sería basta si tuvieras el conejo abierto-, tecleo.

-¿Cómo? ¿Así?-. Descargo la foto.

-Si, así-. Dos dedos en “V” invertida abren la raja, mostrando la rosada cueva.

-Me estoy poniendo muy caliente...- dice ella.

-Yo tengo el cipote a reventar-.

-¿Qué me harías?-.

-¿Te estás tocando?-.

-Si. Un poquito-.

-Sucia. Yo estoy en el curro-.

-Te jodes!-.

-Preferiría joderte a ti-.

-Siiii! Tengo el chochito abierto para tu polla-.

-Cabrona!-.

-Pero antes te la voy a chupar-.

-Uf!!-.

-¿Te gusta que te coman los huevos?-.

-Uf!!!!!!!-.

-A mí sí me gusta lamerlos. Espero que los tengas depilados...-

-No, pero me los pelo, me los pelo!-.

-Jajajajaja!! Es que mi coñito sí está depilado...-.

-Qué rico...-.

-Y también el culo...-.

-Quiero comérmelos, los dos...-.

-Mmmmmm!-.

-¿Prefieres por el culo o por el coño?-.

-Depende. ¿Tú?-

-Por los dos, primero uno y luego el otro-.

-Vale, ¿y donde te corres? Si aciertas, te regalo mi orgasmo-.

-Hijaputa! Me van a echar...

-Jajajaja. Quiero tu polla...

-En tu espalda. Me corro en tu espalda. Tu a cuatro patas mientras te follo el conejo pelado y amaso tus tetas-.

-Siiiiii!!!!! Eso me gusta, ¿qué más?-.

-Te palmeo el culo hasta que te lo pongo rojo-.

-Chico malo! Me pone-.

-Te hago un dedo para que te corras, y sigo jodiéndote duro-.

-Estoy casi!!!-.

-¿Si? ¿Te estás corriendo?-.

-Casi!!! No voy a contestar en un rato!-.

-Pues sueltalo. Me voy a pajear con tus cachas, golfa, y cuando me corra, notarás mi lefa caliente en la espalda-.

Como promete, tarda un rato en contestar. Claro que estoy cachondo, de hecho, también yo me toco, aunque no se pueda considerar una paja. Tampoco estoy en el trabajo....

-Joder!-, responde.

-¿Bien?-.

-Genial!!-. Descargo el nuevo archivo. No es de la colección, puedo fantasear con que es de ahora mismo. Dos dedos brillantes con puentes de plata entre ellos, y de fondo, un coño húmedo.

-Me alegro por ti. Yo me aguantaré hasta dentro de un rato-

-¿Quieres quedar? Prometo satisfacer tus deseos...-

-¿Quedar? ¿Cara a cara?-.

-Sí. Si eres la mitad de bueno en realidad como por aquí, te dejo que te corras en mis tetas-.

-Salgo en dos horas...-.

-Me viene bien-

-¿Dónde?-. Tarda un poco en responder.

-En mi casa-. Envía una dirección. Me relamo de gusto.

-Pues te veo en un rato-.

-Hasta ahora, guapo!!-.