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Carmen y Alejandro

en Hetero: Infidelidad

Carmen era prácticamente una desconocida para mí. Nos habíamos cruzado solo un par de veces y en esas oportunidades no había puesto atención en ella. Yo salía de mi casa a las 8 AM y regresaba tarde en la noche, por esa razón nunca nos encontrábamos.

Carmen era la señora que desde hace dos años vivía en la misma urbanización de casa adosadas donde yo vivo están una al lado de la otra sola la separa los garajes. con un físico que llamaba mucho la atención a simple vista, aunque era rellenita. Debía medir unos 170 centímetros y pesar cerca de 65 kilos. Casada y madre de cuatro hijos, yo conocía de vista al marido, y a otro Sr que vivía con ellos que al parecer es su cuñado Una mujer apetecible para mí que tenía que rondar los 48 años. Soy alto, mido 185 centímetro y peso cerca de 85 kilos bien distribuidos, es decir que no soy ni era gordo, además hago deporte, mi mujer es muy fría, y tenemos dos hijos varones ya con 18 y 20 años, que estaban con su madre en la playa.

El día del relato, con toda mi familia de vacaciones, yo salí de casa en el horario de costumbre pero en camino con el coche  ,me doy cuenta que me había olvidado un documento importante que me resultaba necesario para una reunión al mediodía, razón por la cual tuve que volver con cierto apuro. Llegué y levanté el papel de mi escritorio ubicado en la planta baja y cuando me disponía a marchar, oí música en la casa de Carmen, donde estaban los dormitorios, entonces salí y me dirigí a su casa.

La puerta no sé porque estaba entre abierta muy despacio con mucho cuidado para ver de qué se trataba. Allí vi a Carmen tendida a todo lo largo de su cama con los ojos cerrados escuchando con una mano tocándose un pezón, mientras que con la otra mano se  masturbaba  el chocho por debajo de sus bragas. Me quedé mirando unos segundos muy sorprendido y luego me fui hacia un costado de forma tal que mantenía mi visión sobre todo su cuerpo menos su cara para que no me pudiera ver fisgando. En unas de esas veo que con una mano se ocupa de magrearse las tetas y pellizcarse los pezones, mientras que con la otra seguía dándole  y metiéndose los dedos dentro del  coño y frotándose el clítoris, todo ese espectáculo en medio de gemidos en voz alta y convulsiones. Se alcanzaba a escuchar algunas frases como

Métemela toda mi amor que hace rato que quiero ser tu hembra. No aguanto más, necesito sentirte dentro mío y que me llenes de tu leche mi coño.

No te das cuenta que mi chocho está abierto esperándote impaciente. Ay que delicia sentirte dentro! La quiero toda adentro por favor…

No supe cómo reaccionar viendo a esa mujer tan caliente y a punto de tener un orgasmo, por lo que decidí marchame en silencio como había llegado. Carmen no había reparado en mi presencia.

Demás está decir que durante todo el día tuve la imagen viva de Carmen masturbándose en mi mente, y empecé a sentir que ese recuerdo estaba provocando un súbito aceleramiento de mi espíritu morboso. Decidí entonces, sacar provecho de la situación habida cuenta que con la ausencia de mi mujer mi  polla estaba sin posibilidad de satisfacerse sexualmente. Aunque fuera con mi mujer tan fría. Maquiné un plan de acción para el día siguiente.

Habiendo anunciado en la oficina que ocuparía la mañana visitando clientes, me quedé en casa demorando mis horarios habituales, fue mi sorpresa cuando, oí a Carmen por su ventana decir “Vecino puedo ir a su casa ha hablar un tema con usted, le dije si y me llamo Alejandro y vamos a tutearnos, tenga las llaves de casa sin problemas y le lance las llaves por la ventana para que entrara ella a casa el caso es que cuando Carmen llegó, abrió la puerta con las llaves que ya tenía, yo estaba desayunando en pijama, se asomó a la cocina donde yo estaba y se sorprendió al verme. La saludé y me dijo “vecino te vi ayer en la puerta de mi dormitorio, no se cómo entrantes a casa, yo le dije me encontré la puerta abierta, y viste lo que estaba haciendo ¿no? Y le dije si, y se vino para donde yo estaba, diciéndome y porque te fuiste no te apetecía follarme, Cuando estuvo al lado mío metí mi mano debajo de su falda hasta tocar sus bragas en el vértice de su coño y meter un par de dedos en su chocho. Con cara de espanto e intentado alejarse, me dijo

Que hace Alejandro? …

Nada raro, estoy tratando de ver si tienes bragas veo que tu marido no te da lo que tu quieres, y yo estoy dispuesto a darte lo que te falta… Pero que dices!...

Mira Carmen os vengo vigilando ya mucho tiempo, sé que follas con otro que no es tu marido en tu casa.¿ Pero quien te dijo que yo hice eso ?.

Nadie, yo mismo te vi. No te hagas la tonta por favor, porque muchas veces te he visto y te he oído gritar por la ventana mientras que te estaban follando y no era tu marido.

Mientras manteníamos ese diálogo yo seguía con mi mano en su coño, y con la otra reteniéndola con todas mis fuerzas. Le expliqué como y porque había regresado sin que ella me oyera. Ante la evidencia, se llevó las manos a la cara intentando un sollozo que yo interrumpí diciéndole.

No pasa nada, solo que si realmente tienes tantas ganas siempre de follar vamos hacer realidad mi fantasía de follarte ya que me hecho muchas pajas a tu costa, y que más da que tenga el carbón de tu marido más cuernos, y me contesto vale, pero esto que no se cunda en el vecindario, y le dije claro a mí no me interesa que llegue esto a oídos de mi mujer.

Y uniendo la acción a la palabra la tomé de una mano y juntos subimos la escalera con rumbo a mi dormitorio. Allí me quité el pijama quedando solo con mi bóxer. Carmen me miraba y supongo que no podía creer lo que estaba pasando. Le dije que ahora le tocaba a ella y rápidamente le quité  la falda holgada que llevaba. Menuda fue mi sorpresa cuando quedó con solo su braga y sujetador. Me di con un cuerpazo más que bueno. Era como  la había visto en pelotas por la ventana y en su casa, un poco gordita de barriga a consecuencia de sus partos, pero muy bien distribuidos los kilos que tenía. Unas tetas que sin ser grandes eran importantes y un culo de aquellos que a mí me gustaban aunque con un poco de celulitis, dato que no me importaba en lo más mínimo en ese momento.

Carmen seguía en silencio dejando hacer. A esa altura ya estaba convencida de lo que le iba a suceder y presentí que le agradaba. Le tomé la cara con mis manos y le di un beso de lengua que recibió y compartió. Seguí con mis besos en su cuello y orejas tratando de calentarla. Luego pasé mis manos por su espalda y le desabroché el  sujetador que liberó sus dos toronjas coronadas con sendos pezones de color marroncito que ya se estaban poniendo duros. Le quité las bragas  que llevaba y quedó a mi vista su monte de Venus que lucía con abundante vello púbico tal como a mí me gustaba.

La temé de la cintura y la llevé a mi baño, diciendo

Creo que antes que nada nos tenemos que dar una ducha y ponernos a tono de lo que vendrá. Tengo mi propia fantasía, sabes cuál es? Que me bañes. Yo haré lo mismo contigo, de acuerdo?

Rompió el silencio

Alejandro me parece que esto que estamos haciendo no está bien. Recuerde que soy una mujer casada y usted también, eso lo hemos hablado, el problema lo tengo yo no tú.

No querías esto ayer cuando estabas tendida en la cama?.

La verdad es que estoy muy confundida porque no esperaba esto. Yo ayer venía muy caliente porque había visto a una pareja besándose y franeleando cerca de mi casa y cuando llegué sentí deseos de masturbarme, si llega a estar en casa mi marido o el otro como tu dices que es mi cuñado Ramón me los hubiera follado a los dos juntos.

Y el que mío es este. Hacerte pasar un momento agradable, me dejas?...

No respondió pero su silencio fue cómplice. Comenzó a jabonar todo mi cuerpo, pero con especial dedicación a mi polla y los huevos. En cierto momento la tomé otra vez de la cara y le di otro beso de lengua que terminó de romper cualquier duda que pudiera haber tenido. A partir de allí se concentró en hacer su tarea con esmero.

Cuando terminó de jabonarme tocó mi turno y lo hice rápidamente porque llevaba prisa por ir a la cama, si bien yo también me detuve en su coño y en la raja del culo con agujero incluido. Nos secamos y la tomé de la mano para echarnos en la cama matrimonial.

Ahora puedes empezar la sesión. Que yo te miro y tal vez te acompañe…

Me miró un tanto confundida, pero a mis señas entendió que debía empezar masturbarse, yo también empecé a hacerme una paja, que como se imaginarán solo llevé a cabo por un par de minutos. En cierto momento interrumpí la acción de ambos y deslizándome hacia abajo, le abrí primero sus piernas, jugué con su abundante pelambre con mis manos y cara, para luego abrir sus labios  del coño y meter mis dedos para toquetear su interior con el conocido movimiento de meter y saca que arrancó los primeros gemidos de Carmen. Aggggggggggg, jadea, absolutamente entregada. Sin pérdida de tiempo me zambullí en una mamada a fondo de coño empapado con sus jugos. Mi lengua pasaba una y otra vez por esa rosada raja y cada tanto la introducía en la cueva simulando una polla. Con mis dedos dejé al descubierto su clítoris que era un poco más grande que los que yo había frecuentado, lo chupé y mordí arrancando en Carmen profundos suspiros y algunos gritos suaves que anunciaron la llegada de sus primeros orgasmos. Si, si, sigue, sigue dame más y más. No pares, noooo, Mientras ella se revolvía de placer yo seguía con mi tarea a pesar de sus pedidos para detenerme. Estaba lanzado y no iba a abandonar esa presa muy fácilmente, así que seguí por unos minutos más lamiendo y también chupando los jugos que derramaba en mi boca., que mujer y que coño tan mojado, no como el que estaba acostumbrado,

En determinado momento y agotado por el esfuerzo bucal detuve mi tarea y me prendí a sus tetas con ambas manos apretándolas y pellizcando esos pezones marrones. Eran tetas que a pesar de su edad y maternidad se mantenían en forma. Mi boca, ya descansada, se prendió de cada uno de senos para darles una sesión de chupadas y mordidas suaves a sus pezones. Iba de uno al otro en un afán por darle a cada uno la mayor atención. Carmen tenía en esos pezones su zona erógena porque su cara así me lo demostraba.Ummmmmmmmm, como chupas tío, como chupas  Eres una verdadero profesional nunca me la has chupado así. Aaayyyyyy   Aaahahhhhh, uuummmhhhh, Dios me voy a correr me voy a correr, que manera de chupar las tetas.

 En cierto momento me detuve y le pedí que atendiera con su boca a mi polla. Rápida se hizo a la tarea. Se subió sobre mi cuerpo exponiendo su culazo a mi cara y manos, mientras ella tomaba mi polla en sus manos y  empezando una suave paja para luego darme una serie de lamidas en el capullo. En seguida se lo llevó a la boca y empezó a chupar y succionar. Parece que en esa materia tenía cierta experiencia porque me proporcionó un deleite como pocas lo hicieron antes. También le dio atención a los huevos que la recibieron de buen grado, pero lo más sensacional era la forma como chupaba el miembro. Lo hacía de una forma extraña porque me apretaba  la polla con una mano mientras que su boca lo chupaba de arriba hacia abajo, sus dientes me mordían y su lengua se paseaba por mi  capullo una y otra vez. Debo decir que le pedí que se detuviera porque casi me corro. Como se nota Carmen que te has comido buenas pollas,  A esas alturas ya estábamos listos para pasar a la segunda fase.

La volví a poner de espaldas, empecé a besarla desde su boca y cuello hasta los empeines de los pies. Regresé y volví a darle satisfacción a su coño, mientras que un par de dedos jugueteaban dentro. Levanté sus piernas sobre mis hombros, le puse una almohada bajo su cintura y me dispuse a metérsela. Amagué ponerme un condón pero me dijo que haces follame a pelo, no hay peligro con las veces que me follan no creerás que no me cuido, ya he parido cuatro. Mucho mejor pensé para mis adentros y empecé a frotar mi dura polla en su chocho deslizándola con repetidos movimientos verticales hasta que ella me pidió que la metiera. Se la metí muy despacio a pesar que mi polla  se deslizaba fácilmente porque el canal estaba bien lubricado con sus jugos. Toma nabo vecinita, toma rabo me decía, empujando con todas mi fuerzas. Tienes el coño apretado, Si, si, sigue sigue, dame más y más. No pares, noooo, darme fuerte, darme fuerte Aggggggggggg, jadeaba absolutamente entregada a las embestidas.

Cuando mi polla estuvo bien adentro y mi pelvis chocando contra sus nalgas empecé el mete y saca, lentamente primero para ir acelerando de a poco. En su oído dije

La tienes bien adentro Carmen, ya no se trata de imaginar sino de vivirlo. Te voy a reventar y llenar de leche. … Si, métemela toda y dame toda tu leche que ya no aguanto más.

Ya quería correrme,darme fuerte los dos a la vez que me estoy corriendo como una perra. Si, siiii, aggggggggggg, y yo también dijo Carmen, Entonces empezaron a decir entre ellos Siiiiiii, tomar leche zorras, toma mi leche

Mientras seguía  corriéndome a más no poder, sentía que Carmen contraía los músculos de su coño proporcionándome también a mí una sensación de gozo superlativa. Seguí dando hasta que entre mis gemidos y los de ella acabé  con una corrida de chorros de leche que inundaron su mojado coño y que ella dio con un grito fuerte de placer al tiempo que apretaba y clavaba sus uñas en mi cuerpo.

Después de eyacular me quedé dentro de ella hasta que mi polla, desinflándose fue saliendo solo del coño Le abrí las piernas para ver como mi leche caía sobre su raja deslizándose lentamente hacia el agujero del culo . Recogí parte de la corrida con una mano y se la pasé por su estómago y sobre los negros pelos que adornaban su chocho. Metí un par de dedos en su coño y los saqué con restos de mi leche que se los puse dentro de su boca para que lo saboreara y tragara. Lo hizo de forma obediente.

Tumbados de espaldas y tratando de recuperar el aliento, la tomé de la mano y le pregunté

… Dime si este polvo que nos regalamos no fue mejor que la paja que te hiciste ayer? …

… Ha sido algo sensacional .Debo confesar que nunca me habían follado con la pasión y la delicadeza que pusiste en mí. Yo savia que me estaba metiendo y le dije.

Ahora descansemos un poco que todavía tengo fuerzas para algo más…

Le pregunté sobre su vida, pues en verdad era muy poco lo que sabía de ella. Me dijo que tenía  48 años, que se había casado cuando tenía 21 y que tenía cuatro hijos cosa que yo sabía.. Me dijo que si bien se había casado muy enamorada los años fueron menguando la pasión con la llegada de sus hijos y lo machista que y a veces pensaba que ya no lo amaba a su marido, quien por otra parte andaba con otra mujer según ella había averiguado, tanto era así que hace un par de años la relación sexual se había minimizado hasta ser casi inexistente en esos momentos. De allí que su estado de calentura permanente  se solucionó cuando llego su cuñado Ramón que le ha sacado lo ardiente que es Después le pregunté si quería seguir follando y mirándome a los ojos me dijo con firmeza

Claro que si, por supuesto. Me hiciste sentir muy bien antes por eso quiero seguir follando contigo me gusta más que comer, y te diré más, me han follado el culo y me han metido dos buenas pollas en mi coño ,porque tengo a parte de mi cuñado, a otros, que ya han pasado por entre mis piernas.

Seguramente si somos discretos y nos cuidamos mayor mente por tu mujer, podemos hacer que esta relación que inauguramos hoy perdure en el tiempo…

Hoy soy tu hembra y quiero hagas conmigo lo que se te ocurra, te voy a dejar los huevos secos.

 Y le dije, apenas mi polla recupere su lozanía, seguiremos  follando Me incorporé a su lado y empecé a darle besos por todo el cuerpo. Besos suaves como caricias que según pareciera le gustaron mucho y la pusieron más cachonda. Según me dijo al final, la hacían sentir bien tratada. Con mi lengua hurgué lugares erógenos como su ombligo, orejas, cuello y la base del culo. Los gemidos de Carmen eran mi recompensa. Entretanto mi polla  empezaba a despertarse y de a poco pretendía volver a la acción. La llevé a su cara para refregársela y ella la recibió con besos y se la llevó a la boca para otra sesión de mamada, que definitivamente me puso la puso como un palo..

La puse de costado y levantándole una pierna empecé a desplazar mis dedos por su raja posterior para detenerme en su agujero del culo. Con una crema que tenía preparada unté mi dedo mayor que hizo de avanzada exploratoria en el canal anal tratando de verificar lo que me había dicho que la habían follado ya el culo  Era cierto el camino estaba libre de obstáculos, así que metí el dedo anular al tiempo que dentro del culo los movía en forma circular tratando de que los músculos se distendieran. De a poco fueron cediendo y metí el índice para completar el trabajo previo. Carmen callaba y consentía con un suave ronroneo.

La sugerí que se pusiera boca abajo apoyándose en sus codos y levantando el culo hacia mí. El espectáculo de esos dos agujeros a la vista ofreciéndose a la penetración me puso a mil. Si bien su panocha se mostraba apetecible, yo ya había decidido que iba a acometer la retaguardia. Embadurné mi  polla con la crema y apoyándolo en su culo empecé a meterla delicadamente. No escuché quejidos de dolor, sino más bien suspiros de complacencia  su culo iba recibiendo más y más  mi polla,  se la metía poco a poco evitándome causarme dolor., así que aferrándome con mis dos manos a su cadera  se la metí hasta el fondo. No voy a descubrir a nadie cuales son las sensaciones que proporciona el sexo anal, solo diré que a mí me trastorna sentir mi  polla apretada por las paredes del canal anal y me excita sobremanera incitándome a dar el mete y saca que trato de hacerlo durar el mayor tiempo posible. Carmen también aportaba su cuota de placer y lo demostraba pujando su culo hacia mí para que la penetración fuera más profunda.

Rómpeme el culo ,que me gusta, dale no pares por favor que me estoy volviendo loca de placer. Quiero más, mas, mas….

Qué bueno que te guste a ti también, esta es una gozada que no debería acabar nunca. Quiero llenarte de leche el culo…

Hazme gozar mucho más que necesito sentir esa polla que me llene el culo y me lo inunde con tu leche. Sigue así, no pares….métemela más, así, que rico, aahhh,que bueno como entra. ¿Te gusta, zorra? mucho, a que bien como me gusta, estas súper caliente mira como entra  tu polla,

Yo seguía con mi bombeo pero de pronto sentí que ya no podía contenerme más y la fuerza de la corrida era imparable

Ya me corro Carmen. Toda mi leche que ya llega es para ti, que locura mujer!...

Siento la descarga, ,qué hermoso! Dámela toda que me gusta, no pares, no pares. Ay, ay, ay me muero de placer. Qué hermoso, que bueno…

Y acabé con toda la furia en un polvo que aun hoy no logro olvidar. Parecía que todo mi cuerpo se iba por mi polla que mujer como sabia sacarte la leche,. Cuando terminé de correrme me desplomé sobre Carmen besándole su cuello tomado de sus tetas. En unos segundos me repuse juntando fuerzas de donde no tenía. Quería mirar ese culo como había quedado y mi leche chorreando hacia sus piernas. Qué gran espectáculo estaba a mi vista, no soporté la tentación y metí y saqué repetidamente dedos en su culo y su  coño con gran placer de  Carmen que me regaló otro orgasmo al tiempo que me agradecía por ese momento que estaba viviendo.

Ya había pasado más de un par de horas desde que empezamos, y yo debía ir a mis obligaciones laborales. Nos fuimos al baño nuevamente para una ducha rápida esta vez. Mientras nos bañamos me preguntó si me había gustado y si volveríamos repetir la sesión de sexo. La tranquilicé diciendo que la semana siguiente lo haríamos. Para ello yo la llamaría a su móvil un día antes para avisarle.

Ella me dijo Alejandro a ti te importa que este mi cuñado Ramón y me falléis los dos a la vez, a mí me gustaría, teneros a los dos porque más o menos tenéis la misma polla, y me gustaría que me follarais, los dos a la vez.

Y le dije bueno no lo he hecho nunca, a trio, porque es a la primera que me follo fuera del matrimonio ,pero ahora teniéndote a ti Carmen, me meteré en vuestro club, yo sabre como darle explicaciones a Mónica mi mujer.

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