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La peluquera-06. Mi venganza sobre María

en Hetero: Infidelidad

Tras despedirme de Irene me fui directo a mi casa a pensar qué hacer con respecto a María. Vi varias veces el vídeo que le había grabado follando con su amante intentando que la indignación que sentía me ayudara a tramar cómo vengarme pero me quedé dormido sin sacar una idea concreta. Tras la larga siesta me duché, tomé algo de merienda y, tras hacer una copia del vídeo, me dirigí a casa de sus padres intuyendo que ella iría a devolverles las llaves del apartamento de la playa. Cuando llegué vi su coche aparcado en la calle, así que supuse que estaban todos dentro y llamé al timbre fingiendo una sonrisa que para nada me apetecía mantener. Me abrió la madre con cara de sorpresa.

-Buenas tardes, ¿está María?, he visto su coche en la puerta y vengo a traerle algo que se le había olvidado.

-Hola Alberto, sí, pasa, está hablando con su padre.

Pasamos al salón y al verme palideció de un modo brutal y empezó a tartamudear.

-Ho…hola Al…Alberto ¿Pa…pasa algo?

-No, cielo, no pasa nada, mentí haciendo uso de unas dotes de interpretación que no me suponía a mí mismo. Es que al dejarme en mi casa he visto que te habías olvidado esto, le dije mostrándole la cámara.

-Pe….pero esa es tu cámara, te la regalé yo……

-Hombre, hasta ahí llego, la interrumpí. Es que como me dijiste que querías pasar al ordenador las fotos que nos habíamos hecho este fin de semana……..

-Ah!, vale, salgo contigo y me la das….yo ya me iba, dijo sabiéndose cazada y para evitar un numerito en casa de sus padres.

Nos despedimos rápidamente y salimos a la calle, en dirección a su coche, pidiéndome ella alejarnos de allí para hablar más tranquilos. Nos pusimos en marcha y varias calles más adelante, en cuanto vi un sitio para aparcar le ordené que se parase. Me obedeció sin protestar y antes de que dijera nada hice que viera el vídeo en la misma cámara. A los pocos segundos lo paró y empezó a llorar desconsoladamente.

-Alberto, yo….lo sientoooo!!!!me gritó llorando e intentando abrazarme.

-Te espero mañana en mi casa a las diez en punto, le dije secamente impidiendo su abrazo. Procura ser puntual si no quieres que el vídeo lo vea toda la gente que te conoce. Y, por cierto, ven con una minifalda y sin bragas ni sujetador.

Me salí del coche y desaparecí de allí dando un portazo y dejándola con cara de sorpresa y llorando a moco tendido. Llegué a mi casa y me metí en el cuarto pensando como humillarla al máximo. No sé a qué hora me dormí, pero me desperté temprano, con hambre y con una sonrisa de oreja a oreja. Desayuné copiosamente y me dispuse a esperar a María, algo nervioso y tremendamente excitado, vestido únicamente con un pantalón de pijama. A las diez en punto sonó el timbre.

-Buenos días Alberto…yo quiero explicarte…..

-Cállate puta! le grité y cogiéndola del brazo la llevé directamente al salón.

Me senté en el sofá mientras ella permanecía de pie, frente a mí, llorando y con la cabeza agachada. Me fijé en que iba vestida como le había indicado la noche anterior.

-Alberto, yo….por favor, escúchame…..

-Desnúdate!!!

-¿Qué? Alberto, yo….no…..

-QUE TE DESNUDES, COÑO! le grité mirándola con cara de odio. A ver si sólo tengo que explicártelo una vez…..  vas a ser mi puta cuando y como yo diga, o el vídeo lo va a ver todo el mundo que te conoce, ¿te queda claro?

-Alberto, por favor…. yo……

Me levanté, me acerqué a ella, la cogí por la barbilla y le hablé en tono autoritario.

-Tienes tres segundos para empezar a ser mi puta o para largarte para siempre. Tres, dos, uno……

Sin tener que llegar al cero empezó a desnudarse aceptando ser dominada por mí y llorando desconsoladamente. Primero se quitó una pequeña cazadora de manga corta y luego se sacó un top que yo le había regalado, dejando al aire sus preciosas tetas, sin sujetador, como yo le había ordenado.

-Muy bien, veo que me has hecho caso y como buena puta no llevas sujetador. Sigue.

Con un mar de lágrimas se bajó la minifalda y apareció ante mí su coño perfectamente depilado, como me había dicho Irene.

-Vaya, veo que te has depilado el coño. ¿Lo hiciste para que te lo reventara a gusto tu amante? ¿Para que te lo comiera sin tener que sacarse ningún pelo de la boca como me pasaba a mí? RESPONDE!!!!, le grité.

-Alberto, por favor…..déjame explicarte, yo….

-PLAS! PLAS! Dos bofetadas en sus mejillas hicieron que volviera a llorar a moco tendido. Las putas no se explican, simplemente obedecen. VENGA, RESPONDE!!!!

-Yo….no sé por qué lo hice…..yo te quiero!!!

-JAJAJAJAJA!!!! Una puta humorista. Venga, ponte de rodillas que tienes que demostrarme que vas a ser mi puta obediente. Y a partir de ahora obedece sin rechistar o te saco a la calle en pelotas y mando el vídeo a todo el mundo….y deja ya de llorar, coño.

En ese momento se entregó por completo. Se arrodilló sumisamente y sin decirle nada más me bajó el pantalón del pijama y se metió mi  polla morcillona  en la boca empezando una larga mamada. Se la metía entera, hasta los cojones, ensalivándomela bien y haciendo que poco a poco adquiriera todo su tamaño y su dureza. Intentó ayudarse con la mano derecha, pero se lo impedí.

-Las putas la chupan sin manos. Venga trágatela entera, hasta los huevos.

Al intentar tragársela toda le venían arcadas que soportaba como podía, provocándose de nuevo lágrimas y haciendo que el rímel que llevaba empezara a correrse por su cara. Cuando me la noté bastante dura la cogí por la nuca y empecé a follarle la boca de un modo bestial, haciendo que sus arcadas fueran en aumento y que se pusiera roja como un tomate al no poder respirar.

-AGGGGHHH!!!! TRAGA PUTA!!!!! CHUPA POLLA!!!!!!!!!! TE LA VOY A SACAR POR LA NUCAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!

Al notar que no podía más, se la saqué y la dejé coger aire. Le faltó bastante poco para vomitar, pero pudo evitarlo. Antes de que estuviera repuesta del todo me senté en el sofá con las piernas abiertas y le indiqué con la mirada que me lamiera los huevos. Se los metió sin pensárselo en la boca y empezó a lamerlos y a ensalivarlos bien, resbalándome sus babas por la raja del culo. A los pocos minutos saqué un poco el culo del sofá, le puse las piernas en los hombros y la obligué a que me comiera el culo.

-¿Te gusta putón? ¿Esto también se lo haces a tu amante? ¿Empiezas a estar cachonda?

No dejé que me contestara, simplemente quería humillarla. La agarré de la nuca y la obligué a meter su lengua en mi ojete y a que me lamiera toda la raja del culo durante un buen rato. Cuando me cansé me levanté e hice que ella también lo hiciera. Su cara daba pena. Entre la humillación, imagino que el asco que le daba comerme el culo y lo que había llorado, su rostro parecía revoltijo de rímel, maquillaje, pintalabios…..Hice que se mirara en un espejo para que se viera y empecé a reírme. La cogí del brazo y la acerqué a la mesa, apoyándola en ella  formando un ángulo recto, con el culo en pompa. Apoyé sus tetas sobre el cristal de la misma e hice que sacara sus brazos a ambos lados.

-Ahora vas a cumplir con tu primer trabajo como mi puta sumisa que eres. Procura relajarte y disfrutar porque es lo que más te conviene.

Noté su respiración agitada y la miré a los ojos. Estaba asustada pero obedecía sin rechistar. Es lo que tiene aparentar ante la sociedad, pensé. Me puse detrás de ella e hice que separase las piernas, dejándolas a la altura de las patas de la mesa. En un rápido movimiento las até a ellas dejando su culo y su coño a mi entera disposición.

-Alberto, por favor….esto no está bien y…….

-PLAS! Te he dicho que te calles y obedezcas…..una fuerte palmada en la nalga derecha la interrumpió en su súplica y de nuevo se volvió a dejar hacer sumisamente.

Le pasé la mano por el coño y ¡sorpresa! empezaba a estar húmedo. Empecé a frotarlo sin miramientos y sin previo aviso le metí dos dedos en el chocho provocándole un gemido mezcla de placer y dolor. Se los saqué y se los di a probar, obligándola a que los chupara con una cara de asco que era para verla.

-Al final va a resultar que eres una verdadera puta. Parece que te gusta que te humillen y que te dominen….pues no te preocupes, que hoy te vas a hartar de eso, le susurré al oído mientras le daba otra palmada en las nalgas.

Mo volví a colocar detrás de ella y empecé a pasarle la polla por toda la raja del culo, empujando un poco cada tres o cuatro pasadas. Imagino que se dio cuenta de lo que pretendía y empezó a llorar suplicando clemencia.

-Alberto, eso no, por favor, haré todo lo que me pidas, pero por el culo no…..

Una tanda de fuertes palmadas en sus nalgas provocó que se callara y que su culo se pusiera rojo como un tomate, aumentando más, si cabe, mi propia excitación.

-Vaya, parece que no eres tan tonta como me imaginaba. Lo has acertado rápidamente….sí, te voy a follar el culo y te lo voy a llenar de leche.

Metí mi mano entre sus piernas y empecé a acariciarle el clítoris, aumentando el ritmo cuando noté que empezaba a mojarse abundantemente. Con dos dedos comencé a recoger sus fluidos para lubricarle un poco el ojete (se trataba de que sufriera un poco, no de que tuviera un desgarro) metiendo primero un dedo y luego el otro alternativamente. Abrí las cachas de su culo y escupí en él para meter poco a poco dos dedos, aunque María empezaba a quejarse bastante y a suplicar a voz en grito que la dejara.

-Por favor Alberto, te lo suplico, ya basta. Haré todo lo que quieras, pero no me folles el culo, por favor, me dijo llorando a moco tendido.

Sin escuchar sus súplicas me coloqué detrás de ella, apunté con mi tranca en su ojete y empecé a apretar para meterle la cabeza. Sin esperárselo di un golpe de caderas y le entró de golpe todo el capullo, haciendo que diera un grito desgarrador que se tuvo que escuchar en varias calles a la redonda.

-AAAAHHHHH!!!! ME DUELEEEEEEEE!!!! NOOOO!!!!!! SÁCALA, POR FAVORRRRRRRRRR!!!!!!!! ME DUELE MUCHOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!

-Tranquila putita, que lo peor ya ha pasado, ya te ha entrado la cabeza, ahora vamos a empezar a divertirnos.

Estuve un par de minutos sin moverme para que se acostumbrara al tamaño y cuando dejó de sollozar y de quejarse, con otro golpe de caderas se la clavé hasta los huevos sin previo aviso. Si el grito de antes fue desgarrador el que soltó ahora fue terrorífico.

-AAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!, QUÉ DAÑOOOOOOOOOO!!!!!!!!!! HIJO DE PUTAAAAAAA, ME HAS PARTIDO EL CULOOOOOO!!!!!!!!! TE ODIO CABRÓNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Sin importarme sus gritos y aprovechando que estaba atada y no se podía mover, me agarré a sus caderas y empecé un mete y saca brutal, empotrándola cada vez con más fuerza contra la mesa, haciendo que sus tetas se aplastaran contra el cristal.

-¿TE GUSTA COMO TE FOLLO PUTAAAAA? A QUE TU AMANTE NO ES CAPAZ DE FOLLARTE ASÍ, ¿VERDAD? TE VOY A REVENTAR EL CULO HIJA DE PUTAAAAAAAAAA!!!!!!!!

María se cansó de suplicar y de llorar y empezó a dejarse hacer viendo que era lo mejor para ella ya que yo no iba a parar hasta llenarle el culo con mi leche. Giró la cabeza al lado derecho y la apoyó sobre el cristal de la mesa mientras de su boca caía un hilo de babas que se confundía con sus lágrimas.

Tras varios minutos de intensa follada noté que me iba a correr y aumenté lo que pude el ritmo de las embestidas mientras le gritaba a mi puta obediente que la iba a regar por detrás con el jugo de mis pelotas.

-YAAAAAAAA!!!!!!!! ME CORRO EN TU PUTO CULOOOOOOOOO!!!!!!!!!! TOMA LECHE HIJA DE PUTAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Le solté varias ráfagas de leche que imagino que le inundarían el intestino. Caí sobre su espalda mientras recuperaba la respiración y aún la tenía ensartada por detrás. Cuando me recuperé un poco la cogí del pelo, hice que girase la cabeza y cuando la tenía frente a mí le escupí en la cara.

-A partir de hoy serás mi puta siempre que yo te lo pida, ¿entendido? Puedes follarte al capullo de Luis las veces que quieras, pero siempre que yo te reclame serás mi puta sin protestar. Puedes decir a tus padres y amigos que hemos terminado con la excusa que te parezca y puedes quedarte con todo lo que quieras, yo no quiero nada tuyo….solo tu coño, tu culo y tu boca a mi antojo cuando me apetezca, ¿te queda claro?

Asintió agachando la cabeza y llorando me pidió que la desatara. Me salí de ella y un río de semen y sangre salió de su culo, resbalándole por los muslos. La dejé limpiarse en el baño y la eché de mi casa sin ningún tipo de remordimiento.

-Cuando me apetezca volver a follarte te llamaré. En ese momento tú decidirás si quieres que difunda el vídeo o volver a ser mi puta. Y ahora fuera de mi casa putón.

Caí rendido en el sofá y me quedé dormido con la satisfacción del deber cumplido.

Me volví a follar a María varias veces más, siempre humillándola y haciendo que sufriera y pagara por su infidelidad…….pero eso os lo iré contando en próximas entregas.

Con este relato concluye, de momento, el ciclo dedicado a la peluquera Irene. Espero vuestros comentarios, valoraciones y sugerencias. Y ya sabéis que os espero en el correo para conocernos.