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La peluquera-01

en Hetero: Infidelidad

Como dije en mis primeros relatos, Mis Infidelidades 01 al 09, publicados anteriormente, me llamo Alberto, tengo 48 años y vivo en el sur de España. Estoy casado y quiero a mi esposa, pero en el terreno sexual llevamos ritmos completamente distintos; así que cuando surge la oportunidad de echar una canita al aire…..

Este relato iba a ser la continuación de lo que ya está publicado, pero un encuentro fortuito con Irene, una de mis aventuras de juventud, me ha hecho cambiar de opinión. No, no ha pasado nada con ella, sólo tomamos un café y hablamos durante un buen rato de todo lo que vivimos juntos. Le hablé de todorelatos, le pedí permiso para contar nuestros encuentros y le pareció genial. Esta es la historia.

Conocí a Irene de pura casualidad. Trabajaba en la peluquería donde María, mi novia en esos momentos, se cortaba el pelo. Una tarde que tenía cita en la peluquería me llamó pidiéndome que fuera a recogerla ya que se había olvidado la tarjeta en casa y no tenía dinero para pagar. Tras una pequeña discusión – llama a tu madre, joder-  me presenté en la peluquería para solucionar el problema y me la presentó. Era, según ella, su estilista; había varias chicas trabajando allí, pero su pelo solo lo tocaba Irene. No sé cómo lo hicieron, pero salí de allí con una cita para el día siguiente para cambiar mi look. María me advirtió que no podría venir conmigo, pero que ya había hablado con Irene de mi corte de pelo, así que me ordenó que le hiciera caso y no pusiera objeciones. Tras otra pequeña bronca – joder, pareces mi madre – la dejé en su casa y me fui a la mía pensando en la cantidad de tías buenas que había en la peluquería.

Irene tenía, según supe luego, 22 años. Era rubia, teñida, y estaba bastante bien físicamente. Alta, ojos claros y una boca con una sonrisa perfecta. Sus tetas no eran muy grandes, pero estaban en su sitio, nada caídas. Además, el uniforme que llevaba las realzaba, dejando a la vista un canalillo bastante sugerente. Sus piernas eran largas y torneadas con un culito que se adivinaba duro y redondo y su barriguita se intuía bastante plana. Imaginé que haría algo de deporte, como así me contó luego.

Llegué puntual a mi cita y tuve que esperar un buen rato a que me atendieran. No sé cómo las mujeres pueden esperar tanto tiempo sin enfadarse, la verdad. Durante la espera me entretuve en estudiar a fondo el cuerpo de todas las chicas que trabajaban allí y llegué a la conclusión de que todas tenían un buen polvo. Cuando Irene me llamó para lavarme el pelo tuve que disimular una incipiente erección.

-Perdona por el retraso, pero es que una compañera se ha puesto enferma y estamos repartiéndonos entre el resto a sus clientes, me dijo con una sonrisa y una dulzura que fulminaron cualquier rastro de mi enfado.

-No pasa nada, son cosas que suceden, dije un tanto cortado.

-Bueno, vamos a ver qué podemos hacer contigo.

Y empezó a lavarme el pelo. No sé si era por el calentón que ya tenía, porque la chica era realmente un encanto o por el masaje capilar que me estaba dando, pero lo cierto es que mi erección estaba adquiriendo dimensiones considerables. Tenía los ojos cerrados, pero notaba como sus pechos se pegaban contra mi nuca y mi espalda, notando sus pezones duros y tiesos. En un momento dado abrí los ojos y vi su escote en todo su esplendor al inclinarse ella un poco, lo que provocó que mi polla se endureciera al máximo.

-Vamos a pasar al sillón para cortarte, ok?

Me costó bastante disimular el bulto que me había provocado. Me senté donde me indicó y se dispuso a cortarme el pelo. Mientras lo hacía me contó parte de su vida. Que había dejado el instituto y que se había inscrito en una academia privada de peluquería. Que al principio lo pasó bastante mal pero que su trabajo le encantaba y estaba decidida a montar su propio negocio en cuanto ahorrara lo suficiente. Que ojalá su vida personal le fuera tan bien como la profesional…………La interrumpió una compañera con el teléfono en la mano.

-Irene, perdona, es Luis. Le he dicho que estás trabajando, pero se ha puesto muy borde insistiendo en que te pongas.

-Joder, qué coñazo de tío. Perdóname un segundo Alberto, ya mismo estoy contigo.

Un poco sorprendido la vi meterse en un cuartito para hablar en privado. Con el ruido de los secadores y todo el mundo hablando no pude oír nada de la conversación, pero la cara de enfado que traía al volver dejaba claro que había discutido con el tal Luis.

-¿Todo bien?, me atreví a preguntar.

-Este tío es un verdadero capullo, un gilipollas integral. Es mi ex novio, pero no termina de irse de mi vida. Vivimos juntos cuatro o cinco meses, en un piso alquilado, que es donde yo vivo ahora. Ahora me dice que se va a vivir con su nueva novia y que quiere que le dé el televisor que él compró y que yo tengo.

-Hombre, si él lo compró……

-Joder, fue lo único que hizo. Todo lo pagaba yo, coño…..hasta los condones. Se ha puesto en plan borde y quiere que se lo devuelva ya, que está haciendo la mudanza y quiere cerrar esa página de su vida…..

Me pareció que iba a derrumbarse y me ofrecí a ayudarla.

-Ya sé que no me conoces de nada, ¿pero puedo hacer algo?

-Leva razón María cuando dices que eres un sol, me sonrió de nuevo. He quedado con él cuando termine el turno de la mañana, sobre las dos de la tarde. ¿Te importaría acompañarme mientras se lleva el jodido televisor? No quiero pedir más favores a mis compañeras y la verdad es que no me fío nada de él.

-Encantado de ayudarte, pero me tienes que dejar muy guapo, ok? jajajajajaja

Terminó de cortarme el pelo, me dio su dirección y nos despedimos hasta la hora convenida. Casi ni me dio tiempo a pensar en la estupidez que había hecho cuando ya estaba en el portal de su piso esperándola. Llegamos casi al unísono y cinco minutos más tarde llegó el tal Luis, el típico musculitos, corto de cerebro y machito de discoteca. Se saludaron secamente, el tipo me miró con cara de pocos amigos, subimos, cogió el televisor y se largó sin siquiera despedirse.

-Joder, qué tensión, jajajaja, qué tío más….

-Capullo, gilipollas, imbécil, machista…..elige, todo lo define, jajajaja. Por cierto, muchas gracias por acompañarme. Temía que me montara un espectáculo.

-No tienes por qué darlas, ha sido un placer.

-Sí, ya me fijé en la peluquería, jajajaja, me dijo señalando mi polla con la mirada.

-Coño, tanto se me notó, dije yo bastante ruborizado. Lo siento.

-No tienes que disculparte. Además, a mí me encanta sentirme deseada….y desde que lo dejé con el imbécil éste no me como una rosca y ya no me vale solo con masturbarme….

No deje que terminara la frase. La rodeé con mis brazos y la atraje hacia mí, besándola con un poco de miedo al rechazo. Pero me correspondió metiéndome la lengua hasta la campanilla, restregándose contra mi cuerpo y sobando mi polla por encima del pantalón.

-Prométeme que María no se va a enterar. No quiero perder mi puesto de trabajo por un polvo…..

-Si no se lo dices tú, yo soy una tumba, ok?

Nos seguimos besando hasta llegar a su cuarto, metiéndonos mano y calentándonos a tope. Me tumbó sobre la cama y me dejó en pelotas en menos de treinta segundos. Se la notaba, como ella misma había dicho, falta de polla. Empezó a chuparme los pezones y a darle pequeños mordisquitos mientras con la lengua iba bajando por mi pecho, la barriga y parándose en el ombligo. Mientras me recorría con su lengua yo le sobaba el culo por encima de las mallas que llevaba y le pasaba la mano por las tetas, sobándoselas por encima del top y del sujetador, notando como sus pezones empezaban a endurecerse como pitones. Antes de que siguiera bajando con su lengua desde el ombligo hasta pubis, me levanté y empecé a desnudarla, empezando por el top y el sujetador. Mientras ella me pajeaba yo bajé la cabeza y me metí en la boca una de sus tetas, saboreándola y jugueteando con la lengua en su pezón, arrancándole sus primeros gemidos de placer.

-UFFFF, QUÉ RICO!!!! CUÁNTO TIEMPO!!!! ME GUSTA QUE ME COMAN LAS TETASSSSSSSSSS!!!!!!!

Poco a poco, como pude mientras iba pasando de una teta a la otra, le fui bajando las mallas y el tanga negro que llevaba. Se separó un momento para sacárselas por completo y pude observar su coño, jugoso y de labios bastante prominentes, completamente depilado y con un hilito de pelos en el pubis perfectamente cuidado. Ahora fui yo quien la tumbó en la cama, boca arriba y con las piernas abiertas. Me arrodillé entre sus muslos y le pasé la mano por todo el coño, impregnándomela de sus jugos. Viendo la humedad que destilaba le introduje el dedo corazón y empecé a follármela con él, imprimiendo cada vez más ritmo a la follada.

-AGGGGGHHHHH, QUÉ GUSTOOOOOOO!!!!! JODERRRRRRR, LO NECESITABAAAAAA!!!!!

Le saqué el dedo del coño y se lo di a probar. Empezó a chuparlo con ansia, como si fuera una polla y eso me puso más cachondo todavía. Mientras me chupaba el dedo le abrí los labios del coño y apareció ante mí un clítoris inmenso, casi una pequeña polla. Lo rodeé con los labios y empecé a chuparlo, primero despacito y después cada vez con más ritmo, haciendo que Irene tuviera su primera corrida de un modo bestial, soltando tal cantidad de flujo que me fue imposible tragármelo todo y empapando las sábanas.

-SSSSSSSIIIIIIIIIIIIII, ME CORROOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!! YA!!!!!!!!!!!!!!!!!! JODERRRRRRRRRR, QUÉ GUSTOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!

Quedó desecha sobre la cama, con el coño abierto y chorreando, en una clara invitación a ser follado sin miramientos. Apunté con la polla en su raja y de un golpe seco se la clavé hasta los huevos. Creo que no se lo esperaba porque puso los ojos en blanco y empezó a tener pequeñas convulsiones de placer mientras la empotraba cada vez con más fuerza, haciendo que el cabecero de su cama golpeara incesantemente la pared.

-DIOSSSSSSSSSS, QUÉ GUSTOOOOOOOOOO!!!!!! SIGUE FOLLÁNDOME CABRÓNNNNNNNN!!!!!!! REVIÉNTAME EL COÑOOOOOOOO!!!!!!!

-JODERRRRRRRRRR, QUE COÑO MÁS RICOOOOOOO!!!!! TOMA POLLAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!

Seguí embistiendo con fuerza un rato más mientras Irene iba encadenando corridas que la dejaban como una marioneta a mi antojo y gritando como una loca cada vez que se corría.

-OTROOOOOOOOO!!!! ME CORRO DE NUEVOOOOOOOOO!!!!!! NO PARESSSSSSSSS, SIGUE FOLLÁNDOMEEEEEEEEEEEE!!!!!!

-¿TE GUSTA COMO TE FOLLOOOOO????? TOMA POLLAAAAA PUTAAAAAAAA!!!!!!

-SÍ, SOY TU PUTAAAAAAAAAA!!!!!!!!! MÁS, DAME MÁSSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!

Tras un buen rato taladrándola noté que me iba a correr y, al recordar lo que me había dicho en la peluquería de los condones, se la saqué del coño, me senté sobre sus tetas y se la clavé hasta la garganta, corriéndome como un loco en su boca.

-ME CORROOOOOOOOOOOOOO!!!!!! TOMA LECHEEEEEEEEEE!!!!!!!! TRÁGATELA TODAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!

Mientras me corría en su boca, Irene se restregaba el clítoris con la mano abierta y tuvo su último orgasmo de la sesión.

-AGGGGGGGGGHHHHH, ME CORROOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! DAME TU LECHEEEEEEEEEEEE!!!!!!

Caímos los dos exhaustos en la cama, abrazados y casi sin poder respirar, dejando que nuestros cuerpos se recuperasen poco a poco.

Había empezado mi historia con Irene. Una historia llena de morbo y placer que os iré contando si me lo pedís en los comentarios o en mi correo. Podéis contactar conmigo para lo que sea.