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La peluquera-05

en Hetero: Infidelidad

Me desperté con una erección de caballo cuando el sol, colándose entre las cortinas, llenaba por completo la habitación de Irene. Me giré para abrazarla pero no la encontré en la cama, así que completamente desnudo y con la polla tiesa salí del cuarto y me dirigí al pasillo para buscarla. Un agradable olor a café me hizo ir hasta la cocina y la encontré allí, también desnuda, vertiendo el contenido de la cafetera en dos tazas.

Sin esperárselo la abracé por detrás posando mis manos en sus tetas y pegando mi polla a su culito, lo que provocó que una de las tazas cayera al suelo rompiéndose en varios trozos y manchando el suelo con su contenido. Tras el sobresalto inicial, y sin cambiar de posición, seguí sobando sus tetas y jugando con sus pezones, retorciéndolos y estirándolos, mientras restregaba mi tranca por toda la raja de su culo haciendo que Irene pasara sus brazos alrededor de mi cuello y, doblando un poco la cabeza hacia atrás, buscara con ansia mi boca para fundirnos en un beso lleno de lujuria y deseo.

-Joder, qué buenos días más maravillosos! gimió Irene a la vez que se daba la vuelta para coger mi polla con ansia y empezar a pajearla a ritmo lento.

-Buenos días preciosa, le contesté mientras posaba mi mano en su coño notando como empezaba a humedecerse por momentos.

Estuvimos en esa posición un par de minutos, besándonos con lujuria y pajeándonos mutuamente hasta que noté su raja completamente mojada y su clítoris hinchado. La cogí de la cintura y la senté encima de la mesa que tenía en la cocina, con el culo justo en el borde de la misma, y me arrodillé ante ella para tomarme mi desayuno preferido. Tras colocar sus piernas en mis hombros hundí la lengua en su chocho y me puse a lamer como un perrillo con sed. Irene se dejó caer boca arriba sobre la mesa mientras le comía con ansia toda la cueva, jaleándome para que no parase y posando sus manos en mi nuca para que no me separase de su sexo.

-Dios, qué gustooooooo!!!! No te paressssssss!!!!! Sigue comiéndomelooooooo!!!!!

Era increíble su facilidad para lubricar ya que en pocos minutos aquello parecía un río de fluidos y babas que me impregnaba toda la cara y le resbalaba por el culo chorreando hasta el suelo. Cuando me cansé de lamer su raja le rodeé el clítoris con mis labios y empecé a chuparlo, haciendo círculos en él con la lengua y dándole pequeños mordisquitos que la hacían chichar de placer.

-JODERRRRRR, QUÉ GUSTOOOOOOOO!!!!! SIGUEEEEEEEEE!!!!! CÓMEME EL COÑOOOOOO!!!!!! ME VOY A CORRER EN TU BOCAAAAAAAA!!!!!!!!!

Aumenté el ritmo de la succión en su clítoris y le metí dos dedos en el coño follándomelo a todo trapo con ellos lo que provocó que se corriera como una loca soltando tal cantidad de líquido que parecía que se había meado en mi cara.

-YAAAAAAAA!!!!!!!!! ME CORROOOOOOO!!!!!!!!!! ME CORROOOOOOOOO!!!!!!!!! QUÉ RICOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!! SÍÍÍÍ!!!!!!!!!!!!!!!!

Se quedó tumbada boca arriba en la mesa, con las piernas abiertas y colgando de ella, y el coño chorreando y brillante, abriéndose y cerrándose en pequeños espasmos de placer. Sin darle tiempo a recuperarse de la corrida me puse de pie, le saqué un poco el culo de la mesa y le enterré la polla en el coño de un solo golpe hasta que mis pelotas chocaron contra su culito. Agarré sus piernas con mis antebrazos y empecé a empotrarla cada vez más fuerte, clavándosela hasta los cojones y sacándosela por completo a un ritmo bestial mientras su chocho hacía un ruido de chapoteo que se escuchaba en todo el piso. Puso los ojos en blanco y se dejó hacer mientas se agarraba con las manos a los bordes de la mesa para aguantar las embestidas que le estaba propinando y gritando como una loca que se corría de nuevo.

-OTROOO!!!!! ME CORRO DE NUEVOOOOOO!!!!!!!!! SIGUEEEEEE!!!!!!!!!!! SÍ, QUE RICOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!! DAME MÁÁÁÁÁÁSSSSSSSSSSSS!!!!!!!!

Con la nueva corrida me empapó la polla por completo con sus jugos, resbalándome hasta las pelotas y llegándole hasta su ojete, haciendo que estuviera completamente lubricado.  Mientras seguía agitándose sobre la mesa intentando recuperar la respiración por el placer recibido me separé un poco de ella, le levanté las piernas apoyándolas en mi pecho y apunté en su entrada trasera presionando un poco para que entrara la cabeza.

-Ten cuidado, por favor, Alberto, me dijo en un tono completamente sumiso. Es tu culo y puedes follarlo siempre que quieras, pero con cuidado que aún está muy sensible, ¿ok?

Le di una palmada en la nalga derecha y se la clavé de un solo golpe hasta los huevos haciendo que Irene soltara un grito mezcla de placer y dolor que retumbó en todo el piso, pero entendiendo que le tocaba jugar el papel de puta sumisa.

-AAAAAAHHHHHHHH!!!!! SOY TU PUTAAAAAAA!!!! FÓLLAME COMO QUIERASSSSSS!!!!!!!!!

-Así sí putita mía. Te lo voy a follar como me dé la gana y siempre que quiera, le susurré al oído mientras me agachaba sobre ella y la besaba en el cuello y en las tetas. Te lo voy a llenar de leche para que sepas quien es tu macho, ¿de acuerdo?

-Sí, señor! me respondió sumisamente bajando la mirada y se dejó hacer sin protestar.

La verdad es que su respuesta me sorprendió gratamente y me hizo meterme más en el papel de macho dominante, haciendo que subiera mi excitación y pensando que había descubierto un verdadero juguete sexual que podía utilizar a mi antojo cuando quisiera. Con su culito fuera de la mesa y ensartado hasta los cojones rodeé sus piernas con mis brazos y las atraje sobre mi vientre y pecho, formando un ángulo recto, y empecé a follarle el ojete a un ritmo brutal. Irene se volvió a agarrar con fuerza a los bordes de la mesa para soportar las embestidas y el dolor que estaba recibiendo mientras se mordía el labio inferior y cerraba los ojos cada vez que la empotraba.

-TE GUSTA COMO TE PARTO EL CULO???? TE LO VOY A LLENAR DE LECHE ENTERITOOOOOOOO!!!!!!!!!!

-SÍ SEÑOR, SÍ SEÑOR!! ME GUSTAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!

Tenerla a mi entera disposición sabiendo que haría cualquier cosa que le pidiera me hacía subir la excitación por segundos hasta el punto que estaba seguro que no aguantaría mucho más sin regar su culo con el líquido de mis pelotas. Aumenté el ritmo de la follada y empecé a frotar la raja de Irene, haciendo especial hincapié en su clítoris hinchado y brillante como una pequeña polla. Cuando noté que me quedaba poco para correrme le introduje dos dedos en el coño y empecé una especie de follada doble que hizo que se corriera de un modo brutal al mismo tiempo que yo.

-AHHHHHHH, ME CORROOOOOO, SEÑOR, ME CORROOOOOOOOO!!!!! QUÉ RICOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!! SOY TUYAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!

-ME CORROOOOOOOOO!!!!!!!! TOMA LECHEEEE PUTAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!! TE VA A SALIR POR LA GARGANTAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Caí encima de ella, sobre la mesa, porque las piernas no me respondieron después de la corrida bestial en su culo. Tras un par de minutos, todavía ensartada hasta los cojones, e intentando recuperar la respiración se la saqué y cayó hasta el suelo parte de la lefada que le había echado mezclada con un hilillo de sangre. Le abrí las cachas para observar su ojete y apareció ante mí completamente abierto y rojo.

-Te has portado muy bien putita mía, le dije mientras la besaba con delicadeza.

-Gracias señor, me respondió Irene a la que el papel de sumisa parecía gustarle sobremanera. ¿Puedo ir al baño a limpiarme? me preguntó bajando la mirada.

-Aún no, le respondí enérgicamente porque quería comprobar hasta donde era capaz de llegar en el juego. ¿No ves que aún tengo la polla tiesa? Ahora me la vas a chupar hasta que me corra de nuevo y me la vas a dejar completamente limpia……

Sin dejarme terminar la frase Irene se arrodilló ante mí y se la metió en la boca hasta la garganta, empezando una mamada a buen ritmo mientras me sobaba los cojones. Como estaba cansado me dirigí al salón para sentarme en el sofá, pero haciendo que ella siguiera mamándomela durante el trayecto como un perro fiel sigue a su amo. Me senté con las piernas abiertas y le hice una indicación con la mirada señalando los huevos. No hizo falta más, pues empezó a alternar la mamada con lamidas en los cojones y chupadas de los mismos mientras me pajeaba a ritmo fuerte.

-Muy bien, putita, muy bien. Así me gusta, que me obedezcas en todo. Ahora me vas a comer el culo mientras me pajeas, ¿de acuerdo?

Saqué un poco el culo del sofá, puse las piernas en los hombres de mi sumisa y empezó a comerme el ojete como si no hubiera mañana. Metía la lengua un poco y lamía con ganas todo el perineo mientras me seguía pajeando cada vez más fuerte.

-AGGHHHH, QUÉ GUSTOOOOOOOO!!!! TE ESTÁS PORTANDO MUY BIEN! SIGUEEEEEEEE!!! NO TE PARESSSSSSSSS!!!!!!!!

Siguió comiéndome el culo un buen rato y pajeándome a la vez mientras yo le amasaba las tetas y le retorcía los pezones, durísimos como piedras. Cuando me cansé de la posición me puse de pie y se la clavé hasta la garganta provocándole varias arcadas que logró superar mientras le follaba la boca a base de bien hasta que noté que me iba a correr. En ese momento la agarré de la nuca para que no se separase y me corrí a chorros en su garganta, provocando que parte de la corrida le saliera por la nariz al no poder tragársela por completo.

-ME CORROOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!! TOMA LA LECHE DE TU MACHOOOOOOO!!!!!!!!! TRAGA PUTAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Antes de salirme de su boca hice que me la limpiase bien a base de lametazos, dejándomela completamente brillante y limpia. Hice que recogiera con sus dedos la parte que no se había tragado y, sin protestar, se la metió en la boca y la engulló rápidamente. Quedó arrodillada ante mí hasta que la ayudé a incorporarse y, abrazándola fuertemente, la besé con lujuria.

-Lo has hecho muy bien, putita. Te mereces un premio, le dije mientras la llevaba al baño.

-Gracias señor, me respondió con una sonrisa.

Nos metimos en la ducha y nos enjabonamos mutuamente. Mientras le pasaba la ducha para quitarle el jabón me fijé en su ojete, completamente abierto, rojo como un tomate y claramente escocido. Nos secamos, la llevé a su cuarto y la tendí en la cama boca arriba con las piernas abiertas. Cogí un bote de aloe vera que tenía en el baño y empecé a untar su ojete con él. Mientras lo untaba empecé a acariciar sus tetas, rozando sus pezones con mis dedos y haciendo que empezaran a ponerse duros y tiesos. Con una mano intentaba calmar su culito impregnándolo de aloe y con la otra iba bajando por su barriguita hasta llegar a su sexo que también empezaba a dar muestras de estar preparado para más guerra.

Irene intentó coger mi polla pero se lo impedí.

-Ssssssshhhhhhh, es tu premio, disfrútalo, le susurré al oído mientras la besaba en el cuello y bajaba con mi lengua hasta sus tetas para chupar sus pezones.

-Muchas gracias, mi amo, me dijo, sorprendiéndome por la expresión utilizada.

Tras jugar un rato con sus pezones en mi boca empecé a pasar la lengua por su barriguita hasta llegar a su ombligo, deteniéndome en él mientras ponía más crema calmante en su culito. Bajé un poco más y me metí su clítoris en la boca, ensalivándolo y chupándolo cada vez a más ritmo mientras Irene empezaba a retorcerse de placer.

-QUÉ GUSTO MI SEÑORRRR!!!!!!!!! ME GUSTA MUCHOOOOOOOO!!!!!!!!!

Seguí chupándole el clítoris un buen rato mientras con la mano derecha seguía palpando su ojete que parecía más calmado después de aplicarle gran cantidad de aloe vera. En esos momentos su coño era ya una fuente, completamente encharcado y brillante fruto de sus jugos y de mis babas.

-JODERRRRRRR, QUÉ RICOOOOOOOOO!!!!!!!! ESTOY A PUNTO DE CORRERME MI SEÑORRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!

Pasé mi mano de su ojete al coño y empecé a frotar su clítoris fuertemente mientras metía la lengua en su raja todo lo que podía, follándomela con ella. Irene no aguantó mucho más y agarrándome la nuca hundió todo lo que pudo mi cabeza en su chocho gritando como loca que se corría de nuevo.

-ME CORROOOOOOOOOOO! MI SEÑOR, ME CORROOOOOOOO!!!!!!! YA!!!!!!! SÍÍÍÍ, QUE RICOOOOOOOOOO!!!!!!!!!! GRACIAS MI SEÑORRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!!!

Me inundó la cara con sus jugos y empezó a convulsionar largamente mientras ponía los ojos en blanco y quedaba completamente deshecha sobre la cama. Me tendí junto a ella, la abracé y la besé dulcemente mientras se calmaba. Tras un buen rato así pudimos hablar.

-Gracias, Alberto, me haces sentir cosas increíbles. El placer que me das es una pasada. Y antes de que me preguntes, sí, disfruto mucho siendo sumisa hasta cierto punto. Soporto un poco el dolor, pero no me gusta pasarme y me encanta que me manden, que me dominen, que me hagan sentir un poco puta, juguete sexual…….

-Joder, para mí es nuevo todo esto…..pero me encanta, jajaja. Quiero decir que disfruto mucho siendo el que manda, que me obedezcas sin rechistar, que bajes la mirada sumisamente cuando te ordeno algo…….joder, qué subidón.

-Jajajaja, a muchos tíos les pone eso. Te voy a confesar una cosa. A mi primer novio más o menos formal este tipo de juegos era lo que más le gustaba. Lo dejamos porque una vez se pasó bastante con un juego de dominación y no fue capaz de parar cuando se lo pedí. Me dio miedo que alguna vez pudiera hacerme daño realmente sin poder controlarlo….

-Vaya, lo siento, no sé qué decir….solo espero que por lo del culo…..

-Jajajaja, mira que eres tonto. El culo me lo has dejado un poco abierto, pero me ha encantado. Contigo noto que estoy a salvo, que puedes parar cuando yo te lo pida, y eso me gusta.

Estuvimos un buen rato hablando en la cama, hasta que Irene miró el reloj y me dijo que tenía que salir a terminar la prueba de peinado que empezó ayer con su amiga. Que no le había gustado como había quedado y quería probar otras cosas. Me preguntó si me quería quedar, pero que no sabía el tiempo que iba a tardar.

-No te preocupes, yo también tengo cosas que hacer, le dije señalando la cámara de fotos donde tenía el vídeo de María follando con Luis.

-Yo sé que entre nosotros no hay nada más allá del sexo, y no te puedo pedir nada, pero prométeme que no vas a hacer ninguna tontería.

-No sé lo que voy a hacer, de verdad. Puedes estar tranquila porque tu nombre no va a aparecer por ningún lado, pero no sé qué voy a hacer……

-Alberto, no puedo permitirme el lujo de quedarme sin trabajo, ok? Haz lo que creas que debes hacer, pero no me comprometas.

Nos vestimos y salimos juntos del piso, cada uno en una dirección. Antes de despedirnos quedamos en que si queríamos seguir viéndonos los dos sabíamos cómo encontrarnos, así que la cosa quedaba tal cual, a la espera de que todo encajara, o no………..

A Irene la seguí viendo durante un tiempo, cada vez de un modo más esporádico, pero tuvimos muchos más encuentros llenos de sexo bastante fuerte.

Y con respecto a María…….os lo cuento en la próxima entrega si estáis interesados.

Espero sugerencias, valoraciones y comentarios. Y ya sabéis mi correo para comentar lo que queráis y para conocernos.