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Mis infidelidades-08

en Hetero: Infidelidad

Me desperté con Mercedes abrazada a mí y me quedé un rato observando su cuerpo. La verdad es que me ponía bastante. Empecé a acariciarla con delicadeza, deslizando mis dedos por su espalda hasta llegar a su precioso culo. Al momento empezó a reaccionar, apretándose contra mí, restregando sus pezones por mi pecho y besándome en el cuello. Mi reacción también fue inmediata y mi polla se erigió pidiendo guerra, apuntando al techo mientras Mercedes me pajeaba con dulzura, a la vez que me amasaba los huevos.

-¿Listo para el segundo asalto?  me preguntó antes de besarme, metiéndome la lengua hasta la campanilla.

-Espera, que voy a ver cómo está tu amiga, no sea que tengamos una espectadora, jajajaja.

-Coño, Paula! Se me había olvidado, jajaja.

Nos levantamos los dos de la cama completamente desnudos. Mientras Mercedes comprobaba que Paula dormía la mona plácidamente, yo fui al baño a orinar. Estaba terminando cuando sus manos se posaron en mi culo, sobándomelo a conciencia.

-Me encanta tu culito, me dijo mientras me daba una palmada. Anda, déjame sitio, que yo también me meo.

Me aparté y se sentó en la taza del váter, con mi polla tiesa a escasos centímetros de su cara. Sin decirle nada, alargó su mano, me la cogió, me atrajo hacia ella y se la metió en la boca. Mientras meaba se dedicó a pasar la lengua por el capullo, succionándolo, a la vez que me acariciaba los huevos con la mano, llegando hasta la raja del culo. Cuando terminó de mear se levantó y se metió en la ducha.

-¿Una duchita juntos? me preguntó con una sonrisa maliciosa.

Entré en la ducha con ella y abrí el grifo del agua fría. Era una verdadera pasada sentir el contraste del calor de nuestros cuerpos abrazados, besándonos como locos, metiéndonos mano y el frescor del agua cayendo sobre ellos. Sus pezones reaccionaron rápidamente a mis caricias y al agua fría, poniéndose tiesos y duros como piedras. Al metérmelos en la boca, Mercedes reaccionó con un gemido y volviendo a coger mi polla para pajearla duramente.

-UUUUFFFFFF QUÉ GUSTOOOOO!!!!! Me pones como una perra cuando me comes las tetas. NO PAREEEESSSS!!!!!

-UUUUUUFFFFFFF QUÉ RRRRIICOOOOO!!!!! Como sigas pajeándome así me voy a correr ya mismo.

Le separé la mano de mi polla y la senté en la bañera. Me arrodillé frente a ella y me puse sus piernas en los hombros, metiendo mi cabeza entre sus muslos. Con dos dedos abrí su coño y empecé a pasar la lengua por él notando sus jugos.

-JOOODERRRRRR!!!!!! SSSSIIIIGUEEEEEE!!!!! CÓMEME EL COÑÑÑÑOOOO!!!

Mientras mi lengua subía y bajaba por su raja, con las manos le iba amasando las tetas y jugando con sus pezones, que estaban a punto de reventar, duros y tiesos. Mercedes puso sus manos en mi nuca y me empujaba más hacia su coño, queriendo que me lo follara con la lengua, mientras iba derramando cada vez más flujo que me bebía sin parar. Cuando noté que estaba a punto de correrse, empecé a succionar su clítoris fuertemente mientras le metía dos dedos en el coño y me la follaba con ellos.

-DIOOOSSSSS QUÉ GUSTOOOOOOOO!!!!!!!!! ME CORROOOOOO!!!!! NO PARESSSSSSSSS!!!!!!!!!!!

Seguí un rato con ese tratamiento y se corrió convulsionándose y soltando tal cantidad de líquido que no me lo pude tragar todo. Fue la corrida más brutal que hasta entonces había visto. Estuvo un rato tirada en la bañera, dando pequeños espasmos, con la respiración entrecortada y con las piernas temblando.

-Joder, tío, ha sido increíble, la mejor corrida de mi vida. Nunca había sentido esto cuando me han comido el coño. Me da un poco de vergüenza, dijo un poco ruborizada.

-Si te soy sincero, yo tampoco había visto nunca nada parecido. Y qué quieres que te diga, pues que me encanta ser yo el que te provoca que te corras así, jajajaja.

-No te pongas en plan machito, que te dejo con el bulto entre las piernas, jajaja, me dijo mientras me señalaba con la mirada mi polla que estaba a punto de reventar. Anda, vamos a la cama que tengo ganas de agradecértelo.

Nos fuimos a la cama abrazados y besándonos. Al pasar por mi cuarto creí oír un ruido, pero imaginé que sería Paula roncando.

-Túmbate boca arriba y abre las piernas, me ordenó Mercedes nada más llegar a la habitación. Ahora mando yo, así que déjame hacer a mí, ok?

Obedecí de inmediato y me tumbé con la polla apuntando al techo. Mercedes se arrodilló entre mis piernas y, cogiendo mi polla con la mano derecha, sacó su lengua y empezó a lamer mis huevos. Iba pasando de uno a otro ensalivándolos y metiéndoselos en la boca como si fueran bombones. De vez en cuando subía en sus lametazos hasta la base de la polla, acompañando la paja que me estaba haciendo y que me estaba volviendo loco.

-JODERRRR QUÉ GUSTOOOOOOOO!!!!! ME ESTÁS MATANDOOOO!!!!

-Cállate y disfruta! me ordenó de un modo tajante

Siguió lamiendo y ensalivando mis huevos un rato más, pajeándome muy despacio para evitar que me corriera. Cuando creyó oportuno paró y me ordenó que levantara las piernas. Al principio me sorprendió un poco, pero cuando empezó a pasar la punta de la lengua por la raja de mi culo me dejé llevar por sensaciones que hasta ahora no había vivido. Empezó a lamerme el ojete y a ensalivármelo, presionando con la punta de la lengua sobre él. Ahora iba de los huevos al culo, lamiendo y dejando un reguero de saliva por el camino.

-AGGGGGHHHHH DIIOOOOSSSSSS QUEEEE GUSTTTTOOOOOOOOOO!!!!!

Cuando oyó mis gemidos de placer, siguió lamiendo mi culo e imprimió un ritmo más fuerte a la paja que me estaba haciendo.

-NO PAREESSSSS!!!!!!! ME CORRROOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

Y me corrí de un modo brutal, soltando varios chorros de leche como nunca antes había sentido. Me quedé con las piernas temblando mientras Mercedes terminaba de ordeñarme y me besaba dulcemente en la boca, abrazándose a mí. Cuando recuperé la respiración y el pulso, la atraje todavía más hacia mí y la abracé fuertemente, enredándome en su cuerpo.

-Ha sido algo maravilloso, muchas gracias Mercedes. Nunca me habían hecho esto, ha sido una verdadera pasada.

-A mí también me encanta ser yo quien provoque que te corras así, jajajaja.

Nos volvimos a dormir abrazados y con una sonrisa de oreja a oreja cuando empezaba a amanecer.

Estaba siendo un fin de semana bastante agitado y todavía quedaba la mañana del domingo. Eso os lo contaré en la próxima entrega. Espero comentarios. Tenéis mi e-mail para contactar.