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Hotwife Cap. 2

en Hetero: Infidelidad

Estoy viendo a mi esposa desvestirse, exponiendo sus tetas opulentas y su coño afeitado para otro hombre. Cuando está completamente desnuda, empieza a desvestir a quien pronto será su nuevo amante, desanudando la corbata, desabotonando la camisa. Cuando ambos están desnudos, él se queda mirando con lujuria el cuerpo desnudo de mi mujer.

Los ojos de mi esposa van directamente a la verga del hombre. El tipo está muy bien dotado, su polla parece la de un caballo. El tipo es Andrés, mi jefe. Mi esposa lo ha elegido porque según me confesó, le gusta desde que lo conoció y porque además, le excita muchísimo la idea de estar con un hombre me supere en todo aspecto (profesionalmente y, como amante mejor dotado que yo, de mi propia esposa).

Liliana se pone en cuclillas y besa la verga semirrígida de su amante. Cierra sus ojos y acaricia con su nariz la verga de mi jefe, frotándola por todo su hermoso rostro. Abre sus ojos para adorar la polla de Andrés, besando y lamiendo la tranca de mi jefe. Mientras la polla de Andrés se endurece en respuesta a los besos y a las caricias de la lengua de Liliana, ella abre sus labios y se mete aquella enorme polla en la boca.

Una parte privada del cuerpo de mi jefe está ahora en la boca de mi esposa. La boca que me besa a mí y a nuestros hijos tiene ahora el pene de otro hombre dentro.

La polla de Andrés está brillante por la saliva de Liliana mientras ella se la clava cada vez más y más profundo en su boca. La nariz de mi esposa está ahora tocando el vello púbico de mi jefe, las bolas de él tocan la barbilla de Liliana.

Otro hombre tiene su pene erecto clavado hasta el fondo de la garganta de mi esposa. Sus pelotas están en la barbilla de mi mujer.

Mi esposa están haciéndole a mi jefe una mamada al más puro estilo de garganta profunda, puedo ver la hinchazón en su garganta cuando la polla se clava más dentro de su boca. Sus ojos empiezan a lagrimear. Mi jefe coge su cabeza por ambos lados y empieza a dirigir su movimiento arriba y abajo de su verga rígida como piedra.

Liliana se ahoga con cada embestida. Su saliva está chorreando fuera de su boca, cae por la polla de Andrés en sus pelotas y termina por chorrear en las tetas de Liliana.

Finalmente Liliana ella se tira hacia atrás, jadeando en busca de aire.

Abriendo su boca de par en par, mi esposa comienza a pajear la tranca de i jefe con su lengua extendida.

El amor de mi vida, mi esposa, está de rodillas, desnuda, con saliva en su barbilla, en su cuello y en sus tetas, masturbando la polla dura de otro hombre en su boca bien abierta. Mi esposa pajea la tranca de Andrés con una mano y está masturbándose furiosamente con la otra.

Él la está utilizando como su juguete sexual personal. Tiene una mano sobre la cabeza de Liliana, su respiración se está haciendo más entrecortada. Su escroto se está contrayendo, apretándose más mientras se acerca el momento en el que vaciará el semen acumulado en sus pelotas en la boca de mi esposa.

Mi esposa frunce los labios para besar la punta de su polla. Liliana ronronea, rogando por su semen:

“Por favor, dame tu leche, necesito probar tu leche. Por favor, córrete en mi boca, dame toda tu leche.”

La respiración de mi jefe se hace más pesada y entrecortada. Mi esposa continúa insistiéndole:

“Soy tu puta. Soy tu mujer. ¡Por favor, por favor, dame tu semen, dame toda la leche que salga de tu hermosa verga! ¡Córrete en mi boca!”

Entonces

“¡POR FAVOR LLENA MI BOCA HAMBRIENTA CON TU LECHE!”

Liliana suele hablar así durante el sexy, pero nunca la había visto tan desatada. Nunca.

Las lujuriosas palabras de mi esposa tienen efecto sobre mi jefe. Andrés se corre, disparando una y otra vez, gruesos chorros de semen caliente y espeso que aterrizan en el rostro de Liliana y en su lengua extendida.

Mi esposa está cubierta por el semen de otro hombre. Todavía sosteniendo la verga de mi jefe y jadeando por el esfuerzo, mi esposa me mira sin un rastro de vergüenza en su rostro. El semen chorrea por su cara, se desliza por su barbilla y forma charcos encima de sus tetazas. Nunca la había visto tan emputecida, tan bella.

Todavía mirándome a los ojos, Liliana traga el semen de Andrés y luego, una vez más vuelve a meter la vibrante verga de Andrés en su boca. Mantiene el contacto visual conmigo mientras succiona la tranca de mi jefe, haciendo que permanezca dura. Mi esposa se ha transformado en la reina de las mamadas, en una máquina de chupar pollas. Succiona la polla de su amante magníficamente, sus labios gruesos se deslizan por la toda la extensión de la herramienta de Andrés.

Finalmente, mi esposa se saca el nabo de mi jefe de la boca, jadeando fuerte hasta que consigue recuperar el aliento. Mira a su amante con una mirada de dulce inocencia que enmascara su puterío y le ruega “Por favor… ¿me follas ahora?”

Liliana toma la mano que le extiende Andrés y se levanta. Sosteniendo a su amante por la polla, mi esposa lo lleva a la cama, se acuesta antes que él y abre sus piernas. Inmediatamente, Andrés la monta y lo veo colocar su dura polla en los labios de la húmeda vagina de mi esposa.

Mi esposa se inclina hacia abajo para abrir los labios de su coño para su amante y la polla cubierta de saliva de Andrés no tiene problemas para deslizarse en su coño mojado.

Nunca había visto tan emputecida a Liliana. Nunca imaginé que pudiera estar así.

Mi esposa está sobre su espalda, desnuda, con las piernas completamente abiertas y mi jefe está penetrándola una y otra vez, enterrándole la verga hasta el fondo de la vagina. Liliana le acaricia con las manos el pecho y los brazos musculosos, por los costados y luego por detrás de los muslos. El ritmo de las embestidas de Andrés se incrementa mientras folla a mi esposa, con su enorme verga entrando y saliendo del coño de Liliana como un pistón, más rápido y duro de lo que yo he podido jamás.

El sonido de su cuerpo chocando contra el de ella es tan crudo. Mi esposa es un animal en medio del apareamiento, es una hembra que está siendo preñada por el macho alfa.

Liliana empieza a llegar al clímax. Está teniendo un orgasmo tras otro gracias a la polla de otro hombre follando su coño mojado. Andrés sigue embistiendo, penetrándola implacable, mientras ella se agita debajo de él, sacudiendo su cabeza hacia la izquierda y hacia la derecha. Mi esposa está loca por la polla de mi jefe.

Liliana está gimiendo, jadeando, suspirando y gritando.

“¡Sí!” ruge Andrés, “¡Me voy a correr! ¡Voy a llenarte la concha de leche!”

Mi esposa me mira, sonriendo diabólicamente. Sus tetas se estremecen y se bambolean arriba y abajo con cada penetración de la verga de su amante. La miro con ojos lascivos y vidriosos y luego ella vuelve a mirar al hombre que la está follando y dice “¡Sí! ¡Córrete dentro! ¡Lléname la concha! ¡Lléname la concha de leche! ¡Préñame, Andrés!”

"¡U-H-H-H-!-!-!" ruge Andrés, “¡Me corro!” La penetra con una serie de fuertes y pausadas embestidas, los músculos de su trasero se contraen cada vez que eyacula en lo más profundo de la vagina de Liliana. Mi esposa está recibiendo el esperma de otro hombre dentro de ella.

 

Los amantes se quedan quietos. Yacen juntos en el resplandor,

abrazándose con fuerza. Luego él se baja abruptamente de ella y comienza a

vestirse, como si mi esposa fuera una puta común. Ella permanece allí casi

inmóvil, todavía jadeando con los ojos cerrados.

Antes de irse simplemente dice “Vendré el viernes. Espérame desnuda.”

La concha de Liliana está hinchada y enrojecida y puedo ver el semen de mi jefe empezando a chorrear desde los labios vaginales a su ano. Yo por mi parte, ya me he corrido en los pantalones, sin necesidad de tocarme siquiera. Mi esposa abre los ojos y sonríe divertida. Se pone de pie y sin siquiera mirarme se va al baño a tomar una ducha.