Bloddy Mary
-Papa sube, algo ahumado
El chico la mira, esta aterrado, su delicioso cuerpo se adivino tras la ajustada ropa... rubio... guapo... un buen partido para una chica cristiana.
-¡Papa, papa!
Maria mira el televisor, a través de un circuito interno de video se ve al padre achicharrándose en el incendio de dos pisos mas abajo.
-No malgastes aire, cielo, no te oye... parece que él tampoco debió malgastarlo.
Horas antes, le había encontrado en la casa, la hija pequeña lloraba entre sus piernas mientras el empujaba su cabecita para que metiera mas a fondo su pútrido pene en su boquita... a su mente volvieron aquel día...
Estaba muy caliente y pensé que aquella era su casa, en cierto modo lo era. Me asuste al ver a aquellas mujeres en el salón. Cuando iba a salir corriendo me asió por los brazos, y bajo mis vaqueros y mis bragas. Las instrucciones eran claras, querían verle follandome como los perros mientras ellas incrustaban sus coños en mi carita.
La cosa salió como esperaban, no pude tener su lengua quieta mientras él me bombeaba por detrás.
Me gire, él aun no se había corrido y me abalance sobre su pene como un animal, se lo comí como si fuera mi único sustento... estaba muy salida. Una de las mujeres me introdujo el palo de la escoba por el sexo, pegue un respingo pero me gusto y chupe con mas salvajismo. Él se convulsionaba...
-COMETELO TODO, BONITA, COMETELO TODO, PERO QUE ZORRA HAS TRAIDO... MIRALA COMO CHUPA. TEN CUIDADO HABER SI TE LA VA A ARRANCAR, JAJAJAJAJA
Las mujeres se retorcían de risa.
El chorro de semen me ahogo al salir, tosí y, al darme cuenta de todo, enrojecí... Era horrible, quería morirme... salí corriendo, tal y como estaba.
No negara que lloro, mientras daba paz a esa niña y buscaba un fin mejor a aquel cerdo... al fin y al cabo debía cumplir su encargo.
-Quizá no debí inutilizar los aspersores, ni los detectores de humo... ¿Qué opinas?
Los demás hermanos, un chico, unos 14 años, y otra chica, unos 17, aparecieron en la habitación.
-Los demás enanos, llegáis justo a tiempo para probar el asado de papi
María usando su agilidad escapa de la habitación, sabe que ellos la seguirán.
Era de noche, por una carretera (ahora no recuerdo cual), yo hacía autostop pues aquella noche había estado de fiesta hasta tarde y había perdido el ultimo autobus.
-¿Dónde vas? Me dijo, era un único coche que se había atrevido a parar para recogerme. Un chico guapo, me gusto... no tenia ni idea de en donde me metía....
-Voy a Chinchon, ¿Te viene bien? Le dije
Me indico que entrara. El coche era confortable, y estaba muy cansada, así que no tarde en quedarme, sin quererlo, dormida. Me despertó al Parar el coche, se me quedo mirándome, comenzó a besarme el cuello, no quería despertarme. Abrió mi blusa y se detuvo en mis pechos durante minutos (mordiscos, lametones, besos). Decidí hacerle notar que estaba despierta, aquello me gustaba quise algo mas. Pero me dijo que era tarde y puso en marcha de nuevo el coche
Me engaño, no me llevo a Chinchon, lee habían enviado a por una chica y esa era yo... era perfecta.
En la habitación el pequeño y la chica se ufanan en apagar el fuego, María lee en los ojos de la chica que el padre también abusaba de ella.
Agarra al hombre y usando su agilidad inhumana lo lleva hasta el tejado, el hijo mayor le sigue por la escalera.
Maria sujeta al padre por la corbata, el filo de la hoja amenaza con cortarla y dejar al cuerpo caer al vacío.
-Alexander... le estaba contando a tu padre lo horrible que es vivir con él... y lo mucho que le odiáis sus hijos
-¡Calla, estas enferma, suéltalo!
-Buena idea, estoy orgullosa de ti
El acero corta la corbata... el pesado cuerpo explota contra el suelo... 50 pisos mas abajo.
Ellos sabían que el abusaba de las niñas... pero juraron silencio... le querían tanto como para no enfrentarle a la vergüenza de verse descubierta su pedofilia... además, sin él, estarían solos...
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-Tenias que haberlo visto, Alex se quedo quieto, no hizo nada por salvar a su padre... y sentí como se alegro interiormente por librarse de él.
-¿Y los chicos?, ¿que hiciste con ellos?
-La culpa, el sentimiento contradictorio de culpa y alegría, lo enloquecieron... se lanzo contra mi... y acabo siguiendo la misma muerte que su padre... ¿los demás?, ya estaban asados cuando volví... los devore para no dejar huella...
Su amado se retira para mirar por la ventana por donde el día anterior miro ella.
-Era mi padre, y mis hermanastros
María mira a su pelirrojo amante, asiente
-Por primera vez veo al caballero tras la armadura
-¿Te gusta lo que ves, María?
-¿Te sientes verdaderamente desnudo por primera vez?
Los dos amantes se miran, no contestan, al menos no con palabras.