Broken Doll
Alice era una chica herida. Herida en su totalidad, física y espiritualmente. La costaba recordar su pasado, aunque este estuviera, impreso con yagas, sobre su piel.
Alice estaba herida... fragmentada... Rota. El nombre de Muñeca Rota se hacía justicia en ella.
Pero mas justo se hacía conforme conocías ala chica tras el nombre. Alice estaba rota, y su vida también. Alice estaba rota, y se rompía también. Los restos de hipodérmicas y porros, que usaba para mitigar dolores físicos y espirituales, llenaban los rincones de su habitación.
Una vez sintió algo por alguien que pensó, ella, que la salvaría, cuando la abandono, eso, no hizo mas que hundirla. Una vez tuvo algo con un chico llamado Vince Barker, y cuando este la abandono, ella, se hundió.
Pero, empecemos desde un principio, si es que su amnesia lo permite... ¿Y, que tal, si en vez de remontarnos dentro de la oscuridad, abrazamos el presente de nuestra frágil muñeca?
Él la había invitado a su casa... Alice llego confusa, que hacía allí... Aquello era correcto...
-¿Deseas comer algo?
Ella se giro, le miro... Apenas le conocía, como había podido venir allí sola...
-Una copa de vino
El abrió el mueble bar...
-Has probado el vino andaluz
-No, nunca
-Es dulce...
Se lo sirve en un vaso estrecho y largo...
-Hay que cuidarse de no abusar, el pedo puede ser gordo
Alice no hace caso de aquello... Lo engulle, nerviosa de un solo trago...
-Lindos colores te ha subido el licor
Era cierto, su cara ardía...
-Hueles estupendamente
El chico había recorrido en milésimas la distancia que les separaba, ahora rodeaba con sus brazos la cintura de ella...
-Rico bocado prometes
-No... No se si debería... Apenas nos conocemos
-¿Acaso ya no sabéis mi nombre y donde vivo? ¿Acaso no habéis venido a cenar?
-Vine a charlar... Para conocernos... Además no se si debería
Él la libera... Acerca su nariz al hueco entre la oreja y el cuello...
-Perdona si digo cosas sin sentido... Tan solo es tu deliciosa aroma que me embarga...
Un escalofrío la recorre al oír estas palabras...
-No hay pecado en estas paredes... Saldrás igual de pura que como entraste... Pese a que se enciendan los fogones...
Los brazos la tumban en el sillón... Ella entreabre sus labios, diría algo... Pero solo exhala un suspiro de rendición...
-Tómame
Los labios de él se cierran en torno a un punto de la piel del dulce y largo cuello...
Los pechos son descubiertos, redondos y sonrosados...
... Él los recorre con su boca...
-¿Puedo reogarlos?
-Soy tuya, amor, haz lo que quieras
Vierte un chorro, del vino dulce, sobre cada uno de los pechos... Y los recorre, obnubilándose de fragancias y sabores, hasta dejarlos limpios...
Baja con sus labios por el vientre de ella...
... Hasta que labios y lengua encuentran el sexo...
Él cuerpo de Alice tiembla de placer, revolviéndose de un confín a otro... sus labios, entreabiertos y rosados, gimen palabras de amor y deseo... Palabras que él transcribe con su lengua, a su vez, sobre la piel del sexo...
-Quiero sentirte dentro de mi
Él asiente, y libera su asta de entre las ropas... Ella lo toma entre sus manos... Lo acaricia con ellas, antes de con la lengua... Por ultimo lo toma entre sus dulces labios...
... Arrancando gemidos de placer al tocar su instrumento...
-Quiero sentirte dentro... Que me penetras una y otra vez...
Él toca aquella redonda cara... Y sonríe con la mirada perdida en el infinito...
-¿Cómo lo prefieres, amor?
Pero es ella, quien sigilosa, se clava en aquel enhiesto pene... Es ella, quien seducida por aquel semidesconocido, toma el mando... Y cabalga durante el acto a aquel corcel ciego...
... Él la amaba, porque no podía ver las llagas y las grietas... Su vida y pecados, escritos con letras sanguinolentas de carne y dolor...
.... Y los ojos de ella, se abrasaban en lagrimas ante aquella verdad... Él la amaba, porque no podía verla... Pero la podía sentir ¿no? ... Acaso no es el ojo aquel sentido al que mas poder conferimos, es el sentido que mas veracidad damos... aquello que vemos existe, lo que no vemos... nunca estará allí...
-Te amo
-Te amo
Ella, se deja tomar...
-Lento... muy lento...
Él se pone sobre ella... La penetra dibujando círculos, sacándola y metiendosela para que roce contra el clítoris...
-Si... así...
Él besa sus labios... su cuello...
Pone sus piernas sobre los hombros... Y la penetras lento... Arrancándola nuevas notas a la guitarra que es Alice...
... Las manos de él pasan de los torneados muslos al redondo trasero... alternativamente...
... Él ritmos e intensifica... la pasión se enciende... Así como fuegos de una cocina a punto de preparar el plato mas dulce que haya hecho nunca...
Por fin estallan, en el momento en que se acercaban peligrosamente al filo de la pasión...
Ella le rodea con sus brazos... él la acoge entre los suyos...
Las violaciones... La sumisión... Todo pierde importancia en aquella habitación... Su vida pasada son solo escenas que se pierden en el agujero negro que es su memoria...
Él rendido y sudoroso, vierte suaves susurros de amor y deseo en los oídos de ella...
-Mmmmm... Que rico...
Susurra, sonriente, Alice...
... Sus cuerpos entrelazados, desnudos y sudorosos, se quedan unidos en un sueño mutuo...
... Es la primera vez en años que Alice no tiene pesadillas...
... Estas esperan al despertar...
Primero siente tibieza sobre su piel... Después huele la sangre...
... Al abrir los ojos ya sabe que encontrara...
Los ojos ciegos están ya totalmente vacíos, sin un alma que se asome en las pupilas...
El carmesí les cubre a ambos...
¿Fue ella?
Él horror de esta posibilidad, la hace huir de aquella casa, con los ojos abrasados en lagrimas...