La Oscuridad
-¿De donde eres?
Él la miraba desde el otro lado. La contesta.
-No recuerdo
-¿Como te llamas?
-Ya no tengo nombre
La chica escucha atentamente.
-¿Qué tal te encuentras?
-Bien
-Yo estoy un poco aburrida
Cualquiera que la oiga hablar con la oscuridad la creería loca, pero es que hoy la oscuridad la contesta.
-¿Por?
-No se... Supongo porque de otra forma no estaría hablando contigo
-Mmmm
-¿Te he ofendido?
La oscuridad calla.
La ve moverse y Ana Isabel siente un escalofrío, entonces, poco a poco, pese a que hasta la luz huye de su imagen pues le teme, los ojos de la chica son testigos del escalofriante y repulsivo paisaje que el cuerpo de él la muestra...
-¿Qué... Que eres?
-Te gustaba masturbar a aquel perro cuando eras niña
-¿Cómo... como sabes eso?
-Se mucho de ti... Ellos me hablan
Él se acerca, su olor... Debería olor a carne en putrefacción, las moscas estan ahí, comiendo de la herida abierta en su estomago... Pero no huele a nada...
Ana Isabel abre su cama y se mete bajo las sabanas... Pero no deja de oir sus pisadas...
Las sabanas tiemblan con ella.
-¿Recuerdas cuando tenías 8 o 9 años?
Esa voz que la pareció curiosa suena fría y cavernosa a centímetros de ella.
-¿Lo recuerdas?
No pueden pensar esta bloqueada.
-¿¡Dime lo recuerdas!?
La voz retumba en las paredes, desgarra su alma... Ya ve su silueta recortada sobre las sabanas...
.... Entonces se arranca la sabana de encima y grita:
-Nooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooo ooooooooooooooooooooooo
Y ya nadie escucha nada, que no sea el silencio, venir de esa habitación.