Año Uno
Hace 38 años
En el barrio la llamaban La Catalana... Era una joven viuda, a la quien las malas lenguas culpaban de respetar poco el luto... Libertina e insaciable, decían que aun no estaba frío el marido y ella ya tenía zángano que polinizara su flor.
Él era aun muy joven, unos 12 años, pero su altura, superior a los demás chicos de su edad, y su rápido desarrollo, habían llamado la atención de La Catalana.
-Niño ven aquí conmigo
Él se acerco tímidamente a sentarse, sobre la cama, junto a la señora.
No levanto la vista... Era tímido...
-No me tengas vergüenza... No te voy a comer... Al menos aun
Aquello ultimo le hizo temblar.
La carnosa sonrisa se volvió cándida tras su anterior picardia.
-Era broma, mi niño... No me tengas miedo
-No la... Tengo miedo
La carnosa y amplia boca de ella atrapo la del niño en un cálido beso de amantes... Las manos expertas buscaron el pequeño pene que ya estaba duro como una piedra...
-¡Uyyyy! Malo, malo... No te me iras a correr tan pronto
-No... No, señora
-Eso espero... sino te quedaras sin los 10 duros que te prometi
El chico se dejo hacer, ni siquiera rechisto cuando aquella aspiradora engullo su penecito...
-Que rica cosita tienes, mi niño
Y de repente... Plash... Hubo de estallar.
-Maldito pendejito, se acabo el chollo por tu poca resistencia
-Lo-Lo siento
-Mas te vale
El chico se levanta
-¿Señora?
-No pienses ni en la mitad de los 10 duros... Vete a tu casa
El niño obedeció, se maldijo por aquella corrida precoz.
Sabía con quien pagar su frustración
Él sexo era tabu en esa época, pero si eras silencioso... Nadie te molestaba...
... si el sexo era tabu, hacértelo con tu hermana pequeña...
La niña era aun muy inocente, era fácil aprovecharse de ella... La madre ausente por defunción, el padre, carnicero, ausente por negocio...
Cuando le vio entrar, ella ya sabía que iban a jugar...
... Le imito, y desnudo su cuerpo de niña... Se dejo atar...
... Primero siempre la azotaba durante unos minutos... Después ella jugaba con la cosa de su hermano... A veces él la pedía que se la metiera en la boca...
Cuando se le había puesto dura, él le metía la cosa en su cosita... A veces, si ella estaba cansada o la costaba imaginar, él la hacía daño...
Pero no era su hermana su mayor deseo... Este lugar lo ocupaba Isabelita, la bella vecina de arriba...
Aprovecho ese día para olvidar a su hermana, subio a llorar en el hombro de Isabelita.
-¿Por qué lloras?
-¿La Catalana abuso de mi?
-¿Cómo?
-Me dijo que me daría dinero a cambio de dejarme tocar un rato... Pero luego no quiso pagarme...
-¡Oh!
-Me siento sucio
-¿Quieres que te deje bañarte en casa?
-Quiero que me acompañes a reclamar mi dinero
-¿Cómo?
-A lo mejor ya se desenfado y me paga
-Pues vamos
Cogidos de la mano fueron hasta la casa de La Catalana.
La mujer les abrió, vestía con corpiño y una falda larga... Sus voluptuosas formas resaltaban con esta ropas... Y el color rojo aumentaba lo cobrizo de su piel.
-Ya te dije que no te pagaría
Isabelita se adelanta.
-Páguele, señora... ¿Se siente orgullosa de lo que ha querido hacer con mi amiguito?
-Traes un amiguita muy linda... Anda pasad.
Los niños obedecen. La Catalana cierra la puerta tras ellos. Los mira y sonríe, a él lo tiene muy visto y deseado... Pero la niñita, a esa era la primera vez que la echaba un ojo... Y la gustaba mucho lo que veía... Castaña clara de melena lacia, ojillos claros, boquita graciosa, quizá demasiado delgada...
-¿Quién eres, niñita? ¿Te comió la lengua el gato?
La niña esta muda, él chico n o se atreve a interrumpir a La Catalana.
-Me llamo Isabel
-Encantada. Eres eres muy linda, Isabel, aunque un poco delgaducha
-No tanto
-Eres deliciosa
La mano de la mujer acaricia la carita de la niña.
-¿Tenéis hambre?
-No, la verdad es que no
-Pues yo si. Tu amigo me dejo muy insatisfecha esta mañana... Y me preguntaba: ¿si te apetecería ganarte un dinero?
La niña se lo piensa, aun sabiendo por donde irán los tiros.
-¿Qué hay que hacer?
-Desnudarte, dejarte bañar, quizá jugar con tu amiguito... Lo que surja.
La niña lo piensa... Que narices, es dinero.
-Ok
-Hemos hecho un trato... Desnudate
La Catalana se excita ante la progresiva, y blanca, desnudez de la niña.
En la entrepierna del chico ya se adivina el bulto, la mujer se fihja, y la dice a la niña:
-Mira como nos estas poniendo
-¿Cómo?
-Tu amigo esta empalmado, y yo... Te comería ahora mismo...
La chica ríe picara, se sonroja ante la excitación que provoca...
-... Ahora iremos a la bañera
-¿Y allí...?
-Te bañare
-¿Y él?
-Ese eyaculador precoz no vale para nada
-Yo con una mujer...
-Yo pago, así que yo doy las ordenes, señorita
-Esta bien
La niña se introduce en la cálida bañera.
-Levántate, que te enjabone
La enjabona con las manos, aprovecha para acariciar y magrear todo el purbescente cuerpecillo.
-Tienes una piel muy suave
-Gracias
-Pero muy delgada
-Esa es mi contextura
-Unos cuantos kilos no te vendrían nada mal en culo, tetas, y muslos.
La chica comienza a reír histérica, la hace cosquillas....
La Catalana no puede evitar hacer suya esa boca tan graciosa y reventona en los labios. Estrujo aquel rostro tan delicado entre sus manos, e hizo suya aquella boca durante minutos...
Cuando separaron sus bocas, la mujer susurro:
-Voy a comerte todita
Poso su boca sobre el delgado y largo cuello, libre del cabellos por un moño recien hecho para el baño, y lo besa, chupa... Muerde...
La niñita conoce en ese momento lo que es un orgasmo... Las manos de la mujer buscan enseguida la fuente que mana entre sus muslos... La Catalana se lleva su liquido trofeo a los labios...
-Que fresco es un coñito de niña... Casi lo había olvidado, hasta hoy
El chico lo veía todo por una rendija... Hacía tiempo que se masturbaba, pese a la demonización, de los curas, hacía esa practica, y no perdió ocasión...
-Con que gusto os comía a los dos ahora
Las extasiadas palabras de La Catalana harían hondo agujero en la mente del chico, y años después sería él quien llevara a cabo esta sentencia con otros...
La Catalana tras lo del baño se dio por satisfecha... Pago a Isabelita 40 duros (4 veces lo que iba a pagarle antes) y la prepara un bocadillo para la vuelta...
-Niña, me has devuelto la confianza en el genero humano
Eso fue la ultima palabra que La Catalana le dedicaría a Isabelita.
Los dos jóvenes volvieron caminando a casa... él todo el camino con las manos a la espalda... ella contando lo que ganó...
No tenían porque coger ese callejón... Pero él aprovecho que ella estaba distraida... Allí, bañado en la oscuridad esculpatoria, descubrió el cuchillo hurtado a La Catalana ante la pobre Isabelita, que ni siquiera tuvo tiempo de gritar... Los muro se tiñeron de sangre... Y luego fue el suelo... el camino hasta su casa... El reguero por las escaleras... El reguero en el pasillo... Un reguero que llegaba hasta la cocina, donde padre guardaba los utensilios, para repuesto, de carnicería...