Prisionera suya
Ella llama a la puerta.
Él la abre... No hay nadie en la casa.
-¿Subimos arriba?
Él asiente, lleva olas gafas de solo puestas. Cuanndo se sientan en la mesa, él, aun no se ha deshecho de ellas. Dada si advertírselo... Pero no quiere que la tache de impertinente.
La clase avanza... Las gafas persisten sobre los ojos de él.
Acaba percatándose de la inquisitiva mirada de ella... No la da importancia.
Acaba la clase... Se levantan...
Decide hacerse la graciosa.
-¿Te molesta la luz? ¿No serás un vampiro?
Como si de una señal para moverse se tratara, Mudo, y con la mirada fija adivinándose bajo los cristales ahumados, se acerca a ella... Besa su cuello.
-Puede
Ella enrojece... Él repite la acción, esta vez con la boca abierta, que se cierra, succionando, sobre la suave piel del largo cuello de ella.
Ella suspira... Apoya su cuerpo contra la pared mientras el beso continua...
-El próximo día seguimos con las clases
Ella abre los ojos... Él la mira, aun con sus gafas de solo puestas... ¿Ocurrió aquello realmente?
Ella salió de la casa aun mareada tras la experiencia...
El día de la siguiente clase llego.
Ella se presento vistiendo una minifalda rosa y una camiseta ajustada... él la vio venir desde su ventana.
Esta vez fue la madre quien la abrió.
Ella subió las escaleras... Él la esperaba al final de estas.
-Hola
-Hola... Me extraño al verte venir
-¿Por?
-Vi a una Otaku muy sexy... Luego me di cuenta que eras tu
Ella se siente ofendida, trata de enmascarar su reacción.
-Oh... Vale
Entran en la habitación... Se sientan en la mesa.
Comienzan la clase...
En un momento de esta... Ella siente el dedo de él acariciar distraídamente la parte interior de su muslo. Se detiene.
-¿Qué ocurre? ¿Qué haces?
Él la mira confundido.
-Nada
Su imaginación la juega malas pasadas.
Siguen la clase
En otro momento siente la mano de él acariciar la suya, la mirada fija, de él, en sus labios moviéndose, mientras da la lección.
Se vuelve a detener.
-¿Qué paso?
Ella sonríe.
-Nada
Comienza de nuevo la lección.
Vuelve a sentir la mirada de él sobre ella...
-No puedo mas
-¿Te ocurre algo, Ana?
-¿Qué deseas de mi? ¿Por qué me torturas de esta forma?
Él calla... Sonríe.
-Deseo comerte
La voz la derrite... Casi en un susurro deja escapar de sus labios un:
-Cómeme
Se desvanece sobre él... El miembro estaba desnudo... Ella lo engulle... Lo desea... La liberara... O quizá acabe de atraparla...
Una sala de fiestas.
Él llega vistiendo un abrigo de piel.
Ella le invito a aquella fiesta.
Él no la presta atención, se dedica a beber.
Ella baila.
-Desnúdate
Ella se gira... No hay nadie a su lado... ¿Quién la susurro?
Él sigue bebiendo.
Ella baila.
-Desnúdate... Esta noche estas apetitosa
Ella se gira... Nadie... Esta vez al susurro lo acompaña una caricia sobre sus pechos.
Él no se ha movido.
Ella baila.
Baila... Baila... Una brisa acaricia su piel... La hace mas grácil...
¿Por qué todos me miran?
Tarda poco en comprenderlo... Esta desnuda.
Él sigue ahí bebiendo. La sonríe.
Ella esta enrojecida... baja la vista, pero una sonrisa se dibuja en sus labios.
Ya era prisionera de él... Prisionera del deseo.
Cada noche se masturbaría, desde entonces, hasta caer agotada.
A las clases iba cada días mas provocativa... Pero él la ignoraba.
Aquel día llego con una blusa blanca... El pelo suelto, y unos pantalones negros que se ajustaban a sus piernas y sus caderas.
Él abrió la puerta... Ella espero a que estuvieran a solas en la habitación. Ella introduce su mano dentro de los vaqueros de él... Busca ansiosa el sexo... Lo atrapa, comienza a masturbarlo...
Él extrae la mano de sus pantalón... Ela cree que la rechazara y reprenderá... Se equivoca... Tras observar la mano, comienza a chupar cada uno de los dedos que esta posee.
Ella no puede reprimir el impulso de besarle... él acepta esos labios entre los suyos, y, los chupa y muerde...
-Desnúdate
-¿Quieres que te la chupe?
-Desnúdate
Ella obedece, se muestra ante su señor tal y como vino al mundo.
-Ahora si... Chupamela
Ella se arrodilla... Adora el miembro, lo llena de besos y lametones... De pronto cobra vida... Se cuela entre sus labios... La llena de leche... Y entonces... Revienta.
... Cuando abre los ojos es de noche... Se encuentra en su propia cama... ¿Acaso ha sido un sueño?
Quiso alejarse de él.
Dejo las clases... Meses después se hecho novio formal.
Todo pareció volver a la normalidad.
Pero se equivoco.
Encontró a su novio ahorcado en su apartamento... Ella emitió un grito lleno de pánico... El pánico aumento cuando leyó lo que habían tatuado sobre el pecho del ahorcado...
Eres mia... Nunca lo olvides
Perdió la conciencia...
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Despertó en una habitación blanca... en un hospital psiquiátrico.
La policía la había encontrado enroscada, cual serpiente constrictor, al cuerpo del presunto suicida... Lo estaba devorando.
La internaron enseguida... sola de por vida.... Pero ella nunca estaría sola... Él era su dueño... Cada día aparecía con marcas de dientes, moratones, y cicatrices, pensaron que se autolesionaba... La drogaron... No podían estar mas lejos de la verdad.
Indefensa por las drogas era aun mas suculenta... Nunca le excitaron las luchas y los gritos...
Magdalena la escucha con atención.
Su interlocutora es prácticamente un esqueleto castaño claro... Lleno de marcas sanguinolentas por todo su desnudo y blanco cuerpo.
-Ël vino a buscarme un día... Me trajo con Ellos... Me hablo de un lugar, de unas... Y Unos seres que me ayudarían... No, no son Ellos... Los seres de los que me hablo ya están muertos... Y exigen algo a los vivos... Ellos me liberaran... Liberaran...
A Magdalena no la da tiempo a detenerla, la muchacha se dispara a la sien... Los restos del suicidio manchan su cuerpo...