La hacedora de tormentas y la casa de los abandonados
Robin hace las practicas, del ultimo año de carrera, en la sección de Salud Mental de un hospital de la ciudad... Hoy su directora la ha dejado atender un caso a solas: Un caso de terrores nocturnos, supongo que podrás hacerte con él fácil...
La niña que tiene delante la mira con ojos desorbitados, bajo los cueles se ven negras ojeras...
-A ver... Gabriela... Cuéntame...
La niña tartamudea al hablar... ¿Miedo?
-El viene todas las noches... Di Dice que le hemos olvidado... Pe Pero que va a arreglar eso... Dice ce que le gusto... Que soy lin linda... Que seré la primera a la que se va a comer... Y Y así todos le volverán a recordar...
Robin apunta... No sabe si creer... Algo leyó en los informes de Melissa... Algo que se corresponde con lo que vio en aquel callejón... Lo que se comió a su novia...
-¿Y como es él?
-Rojo
Aquellas palabras recorren a Robín acompañando al escalofrío que electrifica su columna...
... Lo apunta... No hay duda: Es él...
Detalla un informe sobre la sesión, como la medico, que llevaba sus practicas, la pidió... Y vuelve a casa... Sin poder quitarse a la niña de la cabeza...
¡FLASH!
¿Qué ha sido eso? ... Un relámpago azul había estallado contra el suelo, escasos centímetros delante suya...
-Fuiste tu quien vino hace unas noches a mi casa ¿No?
Robin la reconoce por los informes... Es la amada del soñador...
-Tenía preguntas que hacerle a tu novio
-¿Y por eso te colaste a hurtadillas en mi casa?
-Tenía prisas por obtenerlas
-No me gustas
-¿O no confías en tu novio?
No responde, sabía que por ahí la pillaría...
-Otro día trataremos el tema, ahora tengo que marcharme... Hago practicas en este hospital, y tu novio tiene mi dirección... Os vendría bien un terapia de parejas...
La otra va a decir algo, pero se para... se queda con la palabra en la boca...
Robin se marcha...
¡Rinnnnggggggg!
Robin coge su móvil, descuelga...
-¿Diga?
Lo que la dicen al otro lado la hace asentir varias veces... Luego cuelga... Y toma otro camino, muy diferente al que había tomado...
Orfanato privado Dr. Zelda, una hora después:
Robin se sienta en frente de la llamada Dr. Zelda...
-Bienvenida
-Buenos noches... ¿Me buscaba?
-Oí que había leído algunos informes de una amiga mía... Melissa
¿No es así?
-Así es... ¿Tiene... alguna información al
respecto?
La dice, Robin, interesándose...
-No, esperaba que usted me dijera. Tengo curiosidad por ciertas partes.
-No he encontrado algo de mucha importancia...
pero, pregunte, a ver si puedo responder
-Me interesan los informes psicológicos referentes a un muchacho
llamado Hans
-Con respecto a él... no menciona nada en
especial, solo que le ha ayudad un poco en sus investigaciones
-Mmmmmm... Mejor... ¿Ha visto a los niños de mi orfanato?... Y pensar que
cuando me los traje eran como escarbadientes... y ahora son tan lindos y
gorditos
-No he tenido tiempo de pasar a verlos... vine
directamente
La dice, Robin, algo extrañada por la forma de referirse a ellos
-Le presentare a mi favorita
Presiona un botón... Enseguida viene una niña de unos 11 años: rubita, ojos
claros, carita redonda, y cuerpo en vías de desarrollarse
-¿Qué le parece?
-¡Hum!... Muy
bonita... La dice acercándose a la niña, un poco, para verla mejor -
Los cuida bastante bien
-Se llama Monica... Estos niños son mis cachorritos
Una enigmático sonrisa se asoma a la boca de la doctora
-Pues muchas gracias por su vista... Robin
Extiende la mano
-Ha sido de gran ayuda... Espero verla pronto
-Si... así será - La dice, dándola la
mano, viéndola bien... extrañada un poco otra vez, por la forma de estrechar su
mano - Adiós pequeña...
La dice a Mónica, acariciándole un poco el pelo
la doctora se fija en los dedos de Robin
-Bonitas manos... En fin. Una de mis enfermeras la acompañara a la
salida, y pedirá un taxi para usted
Robin abandona el lugar un tanto mosqueada, ¿Donde escucho el nombre de Zelda antes?
1 zorra caliente + 2 cerdos = tres soñadores muertos
No sigas por ese camino, arañita
Robin no estaba preparada para encontrarse aquel espectáculo cuando abrio la puerta de su casa... Dos hombres, desnudos (Con las consiguientes erecciones producto de la asfixia) colgaban, ahorcados, en su salón... No tardo en descubrir donde estaba "la zorra", cuando vio sus zapatos manchados por las cenizas de unos huesos calcinados (que se encontraban a sus pies).
Dar parte a la policía era descartable... Seria difícil de explicar... Todo era difícil de explicar desde que encontró aquellos papeles...
Se sienta en el sillón, mirand0les de frente... analizando los sucesos... Aquella nota...
Robin camina por las calles, un dulce olor llama su atención...
-Uh..... ¿Qué será?
Se pregunta, al oler el aroma delicioso que comenzaba a llenar el lugar... la
pobre esta realmente hambrienta, y lo que fuera que huele le esta llamando...
camina buscando el origen de ese olor, tan rico... dulce...
Llega al edificio del orfanato de la Dr. Zelda... A la puerta se encuentra con
la doctora
-¿Qué deseas?
-Uh... disculpe... me he perdido, y.. tengo mucha
hambre... - La dice, respondiendo a su pregunta -
y de pronto olí un poco de comida que salía de acá...
pero no quise molestarla...
Robin usa un tono amable, tratando, a duras penas, de aguantar sus ganas
de pedir comida-
-Tu no molestas, caramelito... Pasa, pasa
-¿En serio?... muchas gracias
La dice, algo incrédula... ¿Cómo no entrar?, si era invitada... Entró detrás
de la doctora... Disimuladamente buscaba el origen del olor... Era una casa muy
bien acomodada, perfecta para atrapar moscas con miel falsa... O para criar
huérfanos...
La puerta se cierra con cerrojo tras pasar Robin...
-Mmmmm... ¿Y que deseas comer, bocadito de nata?
Dice, relamiéndose, Zelda
Robin voltea para atrás al ver la puerta cerrándose, pero no le da mucha
importancia...
-Lo que usted tenga... por favor, aun si es un pedazo de pan se lo agradecería mucho...
La dice, sonrojada un poco-
Zelda se acerca, y pellizca los mofletes de Robin...
-Me encantan las niñas sonrosadas ¿Te gustan los dulces?
-Si, me encantan - La dice, olvidando,
enseguida, la fugaz sensación de alarma (Instantes antes sentida), la mirada se
le ilumina, los dulces eran lo mas rico... - Si no es
mucha molestia...
-Toma... y avísame cuando te los acabes
Mientras Robin come, Zelda se va a la cocina
Minutos después:
-¿Ya acabaste?
Dice Zelda, impacientándose
-Uh... si, acabé, muchas gracias
-Muy bien, ahora: sígueme... Quiero medirte y pesarte
-¿Uh?... Esta bien
Dice, sin entender porqué... pero, como le ha dado tanto, al menos, debe hacerla caso... La sigue...
... Enseguida llega frente a una bascula con metro...
-Desnúdate, y súbete al aparato... Como soy miope, tu me dirás cuanto marca
-hum.... si... - La dice, y se quita los
ropas... tiene el cuerpo muy lindo, Ha recuperado su consistencia comiendo, y
ha, incluso, engordado un poco...- ¿Así? - Se sube al
aparato, y ve cuanto marca... - Salen... 75 kilos... Vaya, ¿tanto he comido?
-¿Y mides?
-1.52, doctora
-Mmmmmmmm... Estas deliciosa, bien carnosa y tierna - Y pellizca su
trasero - ¿Quieres darte un baño?
Robin se sonroja un poco al sentirlo, pero no se mueve... Prefiere pensar que no
lo ha hecho
-¿Hum?... Si, por favor - La dice, sonriendo
un poco - La verdad, estoy hedionda
-Ya prepare el agua... ¿metete
-Esta bien... Dice, metiéndose desnuda al
agua que le ha puesto - ¡Auh!.... Quema un poco...
pero está bien...
Dice. Esta caliente, pero no demasiado... Prefiere meterse, sonriéndola, y,
entrando, notando como el agua, lentamente, comienza a calentarse...
-Te frotare con un gél... Dame un brazo
Robin estira la mano, obedeciéndola sumisamente, con los ojos cerrados, tratando
de disfrutar un poco el baño
-Mmmmm... Que brazo mas gordito, y que piel mas suave... ¿Y estos deditos? - Se
mete uno a la boca - Que gorditos están, y que dulces
Lo mismo hace con el otro brazo
-¿Que prefieres unte ahora? ¿Torso o cara?
Robin sonríe un poco, la hace cosquillas...
-Me hace cosquillas... hehehe... uh... el torso... por favor
Susurra, aun con los ojos cerrados... sintiéndolo... Al fin y al cabo, no era
un baño tan malo
El vientre, algo anchito se nota esponjoso y suave, Zelda lo besa y lame
-Uh... hehehe...
Robin siente cosquilas, y se retuerce un poco...
Sus pecho: no muy grandes, pero bien desarrolladitos; son masajeados por las
manos de Zelda...
-¿Puedo chupárlos? - La pregunta - Parecen deliciosas
-Mmm... Esta bien...
La dice, Robin, ya toda sonrojada... Excitada un poco, no podía negarse...-
-Mmmmmmm... Que ricos pezones, saben muy dulces
Zelda la besa el cuello, mientras lo masajea
El rostro de Robin: labios un poco carnosos, nariz no muy chica, de rasgos
latinos
-Mmmmm... Estas muy rica ¿sabes?
La dice Zelda, mientras su mano rebusca entre los muslos de Robin...
-Mmmmmm... Muchas gracias... - La responde,
sonriéndose por el cumplido, luego de sentirse hacer todo....-
¿Y usted?... ¿podría mostrarme como es?
Susurra, aun bajo los efectos de la excitación...
-No, querida, aunque, yo ya veo, que tu, eres perfecta... Ven conmigo a la
cocina ¿Quieres?
-Mm... Si
La dice, mientras sale del agua... Con tanto dedo, se había corrido en la
bañera sin hacerlo notar... Se levanta notando sus pezones erectos, y, su sexo
aun caliente, para seguirla a la cocina, sin preguntarse por qué
Una vez allí, Zelda cierra la puerta, y, se acerca a Robin... La rodea por
detrás con su brazo, y, la dice
-Hueles muy bien, niña ¿Sabes que me estoy preguntando?
-¿Qué, doctora?
La responde, cerrando los ojos, y apoyándosele un poco
-Si sabrás mejor... Es la hora de cenar, querida... El horno ya esta
caliente, y, la mesa lista... ¿Sabes que cenare hoy?
-Uh... ¡Que bueno! - La dice, sonriéndose, y,
buscando una silla para sentarse... dándose cuenta que aun estaba desnuda -
¿Qué cenaremos?
Zelda tira de Robin, y la acerca a la boca del horno...
-Te cenaremos a ti
... y de un empujón te mete al horno
Robin se despierta sobresaltada, sintiendo aun sobre su piel desnuda, el fuego del horno... Esta sudando... Ante ella aun los c cuerpos colgantes... De nuevo fue victima... De nuevo fue marioneta...
¡Crash!
Un cuerpo rodeado de relámpagos azules cruza la ventana cerrada... Robin la reconoce: la amada del gran soñador...
... Cuando va a socorrerla: lo ve... Gris... Inmenso... Arrasa la ciudad, cubriéndola de muerte... Matando sus sueños... Su vida...
-Arrodillaros ante Mondo Gris
Clama el hombre que esta posado sobre el armaggedon andante...
... Entonces le escucha, y por primera vez, desde qwue desperto, comprende que no estaba, si exceptuamos a la recién, e inconsciente, llegada, sola en el apartamento...
-Creo que no hace falta que me presente... Tenemos que hablar, Querida Robin...
El habito escarlata se extiende por todo el sillón, colocado en una esquina oscura, que ocupa el intruso...