Año Dos
-¿Te divertiste?
-¿Cómo?
-Con Isabelita, ¿Te gusto?
-No entiendo
-Se lo que ocurrió
La Catalana estaba en pie frente a él... En sus ojos podía leer que de verdad lo sabía...
-¿Cómo lo...?
-Lo siento dentro de ti... Puedo olerla dentro de ti...
Él se calló... Ahora le iba a denunciar por aquello... Pero, no podía ir a la cárcel... Solo era un niño... O quizá si pudiera... El régimen era duro con los desviados...
-Tranquilo, no diré nada
Aquello le hizo sentirse mas tranquilo
-... Pero aun así me debes algo
-¿El que? Con Isabelita pague mi deuda
-Pero ahora Isabelita no volverá a ser mía... No imaginas cuanto me enamoro esa chiquilla... Ahora deberás compensarme con otra
Aquella Mujer era peligrosa, ahora él comenzaba a comprender...
-¿Quién?
-Se que tienes una linda hermanita... Y se que ella no es una criatura tan pura como era Isabelita. Pero renunciare a saborear la inocencia a cambio de la ternura de la edad...
-¿Y si me niego?
La Mujer agarro por el mentón al niño.
-Créeme, no querrías saberlo
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La niña solo tenía 9 años, y, aunque pronto había sido desflorada, aun seguía siendo una niña fácil de engañar.
La llevo a aquella casa, engañada con mil historias del todo improbables... Pero siempre era mejor que decirla que la llevaba ahí para vendérsela a un demonio pervertido vestido de mujer... Antes de que salieran lloró, aquella niña era el único ser humano que no le producía asco (Odiaba a todos los seres humanos desde que su padre, un falangista violento y amante de la botella, le dio su primera paliza, y el cura le dijo, cuando fue a buscar consuelo a la iglesia, que, si la recibió, por algo sería)...
-Aquí es
-es una casa muy bonita
Todo lo que no fuera aquel piso cochanbroso, donde se habían criado, le parecía bonito a esa preciosidad... Ignorante del infierno donde se metía...
Sus ojitos claros se paseaban por los rincones de la vivienda, se hundían en la inmensidad de la escalera decimonónica que el edificio conservaba, y su manita regordeta se aferro a la de él para subir los escalones...
La Catalana les esperaba al final de la escalera, sonriente... Vestida como el día anterior... ¿Su atuendo ceremonial?
-Bienvenidos, mis dulces... Pasad, y sentaros.
La niña paso primero, deseosa de ver las bellezas que aguardaban en esa casa...
Atrás quedaron la mujer y su hermano.
-Aquí la tienes
-Ya veo
-¿Y ahora que?
-Eso lo decido yo
-¿La harás daño
La mujer sonrió y acaricio al niño.
-Ahora es mía... Cubrirá la deuda... Y si es como me dicen mis ojos, incluso podrias ganarte unos duros por este... regalo
Un estremecimiento de... ¿Placer?...
-Ahora vete
Él obedeció.
La Catalana se gira hacía la chica.
-Que casa mas bonita tiene, señora
La niña la mira. Continua:
-¿Para que me quiere aquí, señora?
-Para que pagas una deuda de tu hermano
-¿La debe dinero mi hermano?
-Mucho mas
-¿Cuánto?
-Mas de lo que imaginas. Solo tu puedes ayudarlo
-¿Como?
-Me servirás durante 25 años
Aunque esas no son las verdaderas intenciones de la mujer
-Eso es mucho tiempo
-Se pasara en un suspiro, ya veras
-¿Qué debo hacer primero?
-Ya te diré... sígueme
La mujer tira por un pasillo. La niña la sigue.
-¿Dónde vamos, señora?
-A bañarte, que hueles a casa mohosa, y de paso a pesarte y medirte... Quiero a mi servicio bien sano... Además tienes que estar linda para la fiesta de esta noche.
-Una fiesta, que bien
En el baño la niña se pone roja de repente.
-¿qué ocurre?
-Me da verguenza desnudarme con usted delante
-Ok, saldré
La Catalana deja una rendija y se deleita con la progresiva dwesnuded de aquel cuerpo pre adolescente, redondo y carnoso... Se la hace la boca agua.
La niña distingue los ojos de la mujer, mirando por la rendija, cuando se gira para buscar una toalla para cubrirse... Enrojece.
-No pasa nada, entre mujeres un desnudo no ha de avegonzarnos
-Ya... Jejejeeje... ¿Y la gusta... Mi desnudo?
-Si... Es muy... Hermoso
La Catalana sigue la mirada de la niña... ¿Que será primero? ¿Pesarla y medirla¿ o ¿bañarla?...
-Báñate (Ya he visto suficiente para saber que será un manjar) luego volveré para... el reconocimiento medico.
-Ok
La niña se mete en el agua, nunca ha probado una bañera tan cálida, ni tan perfumada,... Se deja hundir entre las espuma... La Catalana no la quita el ojo desde su escondite.
La niña acaba su baño, la mujer espera a ser llamada.
-Señora, acabe
-Muy bien, desde aquí ya se te huele dulcemente limpia
La chica se sonroja.
-¿Cómo funciona esta bascula? ¿No quería pesarme y medirme?
La niña saca el tema para salir del embarazo de la situación.
-Enseguida
La empuja hacía la bascula.
-Ponte en pie sobre ella.
-Ya
-Mmmmm, muy buen peso
-¿Y de altura como ando?
La niña quería tomarse en serio su labor, no queria que esa mujer se enfadara con su hermano.
-Bajita... Pero lo que importa es tu peso
La niña asiente.
-Ahora habré que desinfectarte... Tengo preparada una gran olla de agua caliente preparada para ello.
-Entonces vayamos a ello
La Catalana sonríe ante la inocencia de la niña....
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La mujer se había dejado la puerta abierta a posta... Sabía que él entraría... que la vigilaría... Y, sobre todo, que aprendería viéndola actuar...
La Catalana le sonrió al verlo.
-Ven, y come a mi mesa... Desde ahora serás mi principal amigo... Mi aprendiz... El continente donde verter aquello que se, antes de que los tiempos se me lleven...