Mis amigos, mis amantes
Parada en la puerta del baño, apoyo mi espalda en el marco y separo un poco las piernas para tener mejor acceso a mi propio cuerpo. Observo con ojos llenos de excitación y percibo a través de mi piel sensible, los gemidos y ruidos proveniente de mi cama que ocupa el centro del cuarto.
Como en un flash pasan por mi mente recuerdos, imágenes, sensaciones y emociones vividas en este breve período de tiempo de compartir mi felicidad, amor y amistad con Louis, Carlota y mi siempre amado Javi. Fue apenas unos pocos días atrás cuando las habilidades de Carlota en el sexo anal motivaron unos celos tontos, quizás por estar consciente de mi propia debilidad en ese aspecto, pero graciosamente ya superada siguiendo las recomendaciones que desinteresadamente Carlota me dio. Creo poder decir que soy tan hábil como ella y que los chicos realmente gozan tan igual con una de nosotras como con la otra.
Sus cuerpos enlazados en un intercambio de caricias, abrazos, besos y lamidas se mueven al compás de una música fantástica producto del roce de esas mismas pieles con las sabanas y la electricidad del aire. Carlota se deleita con la hermosa verga de Javi mientras abre sus piernas para dejar que Louis la chupe lentamente como lo hace muy bien. Los ojos entrecerrados de Javi solo reflejan el placer que siente cuando Carlota se introduce su verga completamente y la succiona mientras su lengua juega con su glande con movimientos rítmicos y circulares. Sus manos agarran sus huevos y acarician el borde de su huequito del culo. Louis busca lubricar el culito de ella con mucha saliva e introduce un dedo para ayudarlo a relajarse y prepararlo para la posición que disfrutamos mucho. Sin soltar la verga de Javi se pone en gatas mientras Luis busca el lubricante anal y se lo unta ampliamente para asegurarse que no haya molestia y solo placer. Su posición deja ver su vagína y sus labios se muestran mojados y enrojecidos, así como su culito no tan estrecho conocedor de algunas otras experiencias pasadas.
Sin ser una voyeurista de hábito, el jugar pasivo en este momento y poder admirarlos en sus movimientos, deleitándome en las formas de sus curvas, en el sonido de sus gemidos, el aroma de sus cuerpos excitados y sobre todo, el ver a mi Javi deleitándose y pasándola muy bien, convierten el momento en una experiencia nueva para mí. Todo esto es solo un pequeño premio para él, por ser tan comprensivo y ayudarme a mantener un balance tan bonito en esta vida de celos y amores mal entendidos y permitirme experimentar situaciones excitantes y hasta auparme para que las recree en frente de él.
Mis dedos han descubierto el espacio entre mis labios vaginales, los cuales dejaban el brillo de excitación que los mojaba y los mostraba hinchados y rojos. Siempre los he mantenido depilados por un algo que tengo contra los pelos o vellos. Era como acariciar la piel de una bebita pero muy crecida y caliente por todo lo que giraba a su alrededor. Mi dedo medio gira alrededor del clítoris inflamado y sensible enviando sensaciones placenteras por mi rajita subiéndome por la espalda erizándome los vellos de la nuca. Lo meto lentamente dentro de mi y siento como el calor de mi vagína fluye convertido en jugos y sensaciones. Mi otra mano se pasea por la cara interna de mi muslo buscando ampliar el abanico de sensaciones que explotan en mi cerebro.
Los fuertes jadeos de Carlota hacen que a duras penas abra mis ojos alejándome de la profundidad de la excitación y placer que recorre mi cuerpo, y observar como se encuentra encima de Louis quién la penetra analmente y como mi Javi se las ingenia para penetrarla totalmente por la vagína. Desde mi posición puedo ver como sus huevos cuelgan entre sus piernas mientras acepta la doble penetración con facilidad. Carlota siempre ha sido muy sonora y sus jadeos solo son un reflejo del placer que recibe de tenerlas dentro de ella al mismo tiempo. Por suerte los vecinos no se han quejado. Louis le dice algunas palabrotas que sirven para estimular más sus sensaciones y aceleran su orgasmo con gemidos y grititos acompañada de los gritos y jadeos de los chicos. Mis dedos parecen tener oídos propios porque se mueven al ritmo de los sonidos de la cama. Suben, bajan, aprietan y penetran con abandono y mi mente se despega del cuerpo y se convierte en un receptor de caricias, olores, sonidos y estímulos mentales. Mi orgasmo es tan intenso que mis jadeos muy callados se me escapan entre mis dientes apretados y mis jugos me bajan por los muslos confundidos con el sudor de mi piel.
El orgasmo de la masturbación siempre es intenso y muy particular pero deja esa sensación de soledad de querer más. En vista de que mi Javi no había acabado me acerque a la cama y dándole un largo y muy húmedo beso de lengua, me arrodille frente a él y le dije que tenía la solución para su erección. El siempre ha tenido una fijación por la posición del perrito y le encanta follarme de esa manera cada vez que puede. Inmediatamente tendía su gruesa verga dentro de mi y tomando mis caderas con sus manotas inicio sus movimientos fuertes de penetración. Rápidamente mi excitación regresó y en un breve momento ya estaba al tono de él. Le decía para estimularlo: dale papito, sigue, sigue con fuerza y mis gemidos llenaron la habitación.
Carlota y Louis nos miraban a un lado de la cama y lucían satisfechos. No me molestaba su presencia y ya había aprendido a ser espontánea con mi pareja de turno. Javi me nalgueo una vez como preámbulo de su eyaculación y aun que no lo conseguimos al unísono, mi segundo orgasmo vino lentamente detrás de su leche caliente que brotaba de mi cuquita roja e hinchada después de las administraciones recibidas.
Wow, la sensación de satisfacción, placer y sobretodo de amor y amistad pura me llenan al sentir los cuerpos de mis amantes apretados todos en la cama, tomando un poco de aire para comenzar de nuevo mientras carlota y yo compartimos un beso muy lindo, tierno y sensual Javi mira y Louis busca mi entrepierna para devorarme ricamente