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Regalo de cumpleaños

en Erotismo y Amor

REGALO DE CUMPLEAÑOS

Me desperté algo agitada, el sueño había sido tan real que los colores, los olores y sobretodo las sensaciones en la piel todavía no desaparecían de ese estado astral. Soñé que era un ángel de enormes alas plateadas que por instrucciones de los Dioses había bajado a la tierra a sembrar en los seres humanos la semilla del amor. En cumplir mi tarea me encontré con un mortal a los cuales tenía que poseer que inesperadamente produjo ese mismo efecto que era mi deber inducir. Fue todo tan rápido, me encontré en sus brazos, sentía ese abrazo apretadito como si el quisiera moldearse a los contornos de mi cuerpo y fundir su piel en la mía. Sentía sus labios entrar en contacto con los míos y su lengua calidad y tierna jugar con la mía y producir sensaciones que jamás había tenido. Sentía como mi interior se humedecía y se derretía como el helado en las manos de un chiquillo en una tarde veraniega. ¿Quién dijo que los ángeles no podían amar?.

Cielos!, hoy es mi cumpleaños y comienzo el día con el recuerdo del sueño con Pablo con sus relatos de ángeles y plumas caídas. Me azoro un poco al ver a mi realidad placidamente durmiendo en su lado de la cama. Ese calor divino que produce el deseo no satisfecho pero que languidece en la medida de que las realidades de la vida invaden tu mente va poco a poco desapareciendo. Una buena ducha, un desayuno para la pequeña pandilla y un preparar todo para mi fiesta de cumpleaños hará que el sueño solo sea un recuerdo más dentro de unos instantes…

Todo está listo como yo quería. Mesas, sillas, torta, pasapalos, confites y demás están listos y preparados. Los niños ya están vestidos y la que falta soy yo. Corro a la habitación para darme una buena ducha y seleccionar el atuendo correspondiente. Mientras tomo la ducha de agua tibia, los recuerdos y sensaciones del sueño comienzan a regresar a mi. Entre el vaho de la neblina del agua caliente y el cansancio por el trajín del día me parece ver alas desplegadas, plateadas y de brillo celestial. Sacudo la cabeza y desaparece la imagen dejando esa incomodidad de la alucinación que no tiene explicación. Salgo me seco rápidamente y mi consorte ya ha salido. Estoy sola en la habitación y esa aura espiritual parece envolverme de nuevo. Selecciono mi atuendo más sensual de prístino color blanco y mí vestido algo formal resalta mis dotes naturales las cuales continúo trabajando diariamente por mantenerlas. Hago énfasis en mi rostro y decido probar un maquillaje que vi en una revista. Es como llaman los americanos "glowing"y mi rostro toma un aura angelical muy acorde a mi sentir…

Empiezan los invitados a acercarse de poquito en poquito extrañándome el retardo de Angela que siempre era una de las primeras y muy colaboradora pero que en esta oportunidad se excuso torpemente de que no podía venir temprano. Bueno, me dije para mí, igual la fiesta se inicia. El grupo no era grande pero ocupaba completamente el patio de la casa bellamente decorado con las mesas y sillas del festejo. De repente oigo un bullicio y la voz de mi hermana que siempre parece atraer la atención se puede oír por encima del ruido. Volteo y la veo acompañada de un elegante caballero, muy alto, lentes, bigotes y……Ave María purísima si es Pablo!!!.

Mis piernas tiemblan y tengo que sujetarme de la silla más cercana, todas las sensaciones de la mañana parecen recrearse instantáneamente, siento mariposas revolotear en mi estomago y algo más. Me controlo y me acerco a saludarlo. Me lo presentan y él muy formalmente estrecha mi mano dejándola en contacto con la mía quizás un poquito más largo del tiempo debido pero justificándose mientras agradece haber sido invitado. Sus ojos pícaros parecen querer taladrar los míos y saca una pequeña caja de su bolsillo y me la entrega como un presente. La guardo para abrirla después. Angela lo toma del brazo y lo lleva a conocer el resto de los invitados entre ellos a mi consorte quién lo mira algo extrañado pero sin darle importancia alguna. Pablo parece en control y se siente cómodo como si para él esto no fuera nada del otro mundo.

La noche avanza y las bebidas se consumen, Pablo toma su whisky con agua como lo tomo yo y muy comedidamente se mantiene muy bien. Por lo contrario el resto de los invitados incluyendo al anfitrión pareciesen estar en una carrera de velocidad en quien consume más rápidamente el vaso de licor. Angela propone que bailemos y sale con él a bailar una salsa muy agradable. Me sorprende la soltura de sus movimientos y a pesar de ser tan alto y recto se mueve con mucha gracia. Siento celos … perdón, quizás algo de envidia con ella al verlos bailar tan animadamente. Busco a Julián para que bailemos y lo encuentro en una discusión interminable de negocios pero aún así me complace. A la segunda pieza se excusa y me dice que baile con el amigo de mi hermana y llama a Pablo y le pide la cortesía de que baile conmigo. No lo podía creer…Lobo cuidando oveja!!!

Pablo muy respetuosamente me toma en sus brazos y su gran mano pareciese arropar mi cintura. Los nervios me matan y equivoco el paso varias veces y me pregunta si me quiero sentar. Caray, tenía que hacerlo mis piernas me temblaban y la cercanía a su calor, al olor de su colonia y el roce de sus manos empezaban a estimular ideas que me hacían sonrojar por lo traviesas. No paraba de reír para ocultar mi incomodidad hasta que me doy cuenta que me están viendo como si yo estuviese loca, bueno casi era cierto……..

Pablo se encuentra sentado apretadamente entre Angela y yo conversando alegremente como muy viejos amigos que tenían tiempo que no se reunían. Él parecía tener una facilidad admirable de hacer que la gente hable y constantemente con preguntas inteligentes lograba su propósito aún manteniendo una conversación fluida y espontánea. De repente siento su mano apoyarse suavemente en mi muslo por debajo del mantel de la mesa y me sorprendo no tanto por el atrevimiento sino por la sensación tan agradable que dispara dentro de mi.

Pierdo el habla en un momento y solo me queda es reír y como constantemente lo he estado haciendo a nadie parece llamarle la atención. Él me mira a los ojos tranquilamente y en sus pupilas puedo ver un brillo travieso como el niño que se roba el dulce en la panadería. Bueno, no era precisamente un dulce lo que buscaba y yo tan traviesa como él dejaba que su mano acariciara sensualmente la cara interna de mi muslo. Hábilmente buscó la hendidura de mi falda hasta que encontró la blanca piel de mi muslo. Al sentir su contacto, fue como si un paso de corriente surgiera desde sus dedos y se transmitiera a lo largo de mi pierna hasta el mismo centro de mi cuerpo. Me derretía en sus manos y me agradaba. Sus dedos continuaban con su juego travieso cada vez subiendo más en mi muslo amparado por la complicidad del largo mantel, la eterna historia que Julián contaba y tenía a todo el mundo entretenido y a mi deseo de vivir una travesura como esta.

Finalmente llegó a su destino, sus dedos buscaban la unión entre la liga de mi panty y mi piel tratando de desplazarla para entrar en mis más íntimos pliegues, sentía mi humedad toda derramada en mis pantys y sus enormes dedos hurgando muy dentro, muy traviesamente y muy encantadoramente. Me acomodaba disimuladamente para facilitar la travesura de sus manos pero ya no aguantaba más, comencé a sentir como mis labios latían y como ese cosquilleo indescriptible aumentaba rápidamente, se me iba el aire y con la servilleta ahogue el gemido de placer que acompañaba mis contracciones vaginales en los dedos de Pablo. Apreté con fuerza mis muslos hasta que el orgasmo cedió y dio paso a esa sensación de placer muy agradable pero que siempre deja ese algo de cómo querer un poco más. Pablo saco su mano y nuevamente viéndome a los ojos chupo cada uno de sus deseos aspirando mi aroma y saboreándose mi ser. Disimuladamente me levante y fui al tocador a recomponerme nuevamente. Ese había sido un hermoso y travieso regalo de cumpleaños.

Al regresar a la mesa me conseguí que Pablo se había retirado sin despedirse y me dio mucha furia por que me sentí utilizada y tome su regalo que todavía no lo había abierto y lo abrí con rabia, tratando de descargarla en el pequeño obsequio, pero mi sorpresa fue mayor cuando abro la cajita y me encuentro una bella pluma plateada que parecía tener brillo propio y solo una pequeña notita que decía: Devuelvo la pluma del ala de un bello ángel que en una oportunidad perdió. Amor Eterno. Lagrimas brotaron a mis ojos de sentimientos encontrados que este lejano amigo había estimulado. No sabía si el ángel era él o si era un diablillo encantador, solo estaba segura que nunca jamás lo olvidaría