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Finalmente se casó... (5)

en Hetero: Infidelidad

Después de la última y algo violenta sesión sexual con mi querida amiguita, convencido de que en realidad le gustaba ser mi putita y que esperaba ser sometida por mí, espere, como comenté en el anterior relato que llegara el día que quisiera. No quería ser presuntuoso pero esperaba fuera pronto para ver el nivel de necesidad de mí que ella tenía. Nunca esperé que al día siguiente se atreviera a ir a buscarme y estuviera tan temprano en mi puerta.

Así sucedió y cuando abrí y la ví me sorprendí. Apenas le había abierto cuando se lanzó sobre mí y me besó. Yo respondí besándola y haciendola pasar, mientras cerraba la puerta con el pie. Tal vez sea el pecado o no sé si sea el morbo del maltrato el que me hizo ponerme muy caliente cuando sucedió esto. Lo que si sé es que la meti al cuarto, la desnudé completamente, la tendí bocabajo sobre mi cama y até sus manos a la cabecera. Ella ya ni siquiera reclamó ni hizo ni dijo nada, simplemente se dejó hacer lo que le iba a hacer.

Una vez atada comencé a besarla y morderla suavemente en el cuerpo y sin más ni más la volví a sodomizar. Aunque en inició le dolió, lo disfrutó enormemente ya que gemía de placer cada vez más. Después de terminar de fornicarla analmente, la desaté y me acosté con ella. Para mi sorpresa, me abrazó y nos quedamos así largo rato. Yo permanecí pero estaba intrigado pues parecía que yo era el esposo.

Fue entonces cuando le pregunté que sucedía y me dijo que era cierto aquello que alguna vez le dije, que sólo mi verga la llenaba como mujer, que la hacía sentir lo que su esposo no podía y que me necesitaba para gozar pues ya no gozaba más con él. Me confesó que las relaciones con su esposo eran muy normales y simples, sin acción y que, si bien era o había pretendido ser muy recatada, después de todo lo que le había hecho por fin lo comenzó a gozar.

Por un lado, puedo decir que la idea me aterró pues tampoco la quería viviendo a mi lado por más golfa mia en que se hubiera convertido, ella no es mi estilo de mujer para vivir y además era muy ingenua. Y es que todo parecía indicar que quería estar a mi lado. Por otra parte, pues para mi representa sólo una aventura, una tipa que sólo había hasta el momento satisfecho ciertas bajezas y nada más.

Después de permanecer recostados largo rato ella se levantó para ir al baño y lavarse. Yo ví cuando iba al baño y volví a tener otra endemoniada erección. Esperé a que saliera del baño y cuando eso sucedió ya la estaba esperando. La hice que se pusiera de rodillas y la obligué a chupar mi verga aún sucia del acto anterior. Ella hizo gestos pero finalmente mamó obedientemenete.

Después de eso le pregunté que deseaba hacer y ella me dijo que le había gustado que se la metiera por atrás. Entonces la tomé y volví a cogermela por el culo. Parece nada, pero se habituo rápido a ser cogida por detrás. Ya la verga le entreba y salía como si siempre lo hubiera hecho así. Continuamos cogiendo hasta que acabé nuevamente y quedando exhaustos los dos.

Cuando por fin se tenía que ir ya era algo tarde. Me dijo que me vería al otro día y pues yo le dije que sí. Ya por la tarde después de realizar mis actividades cotidianas, estuve pensando que le iba a hacer al otro día, busqué por internet alguna perversión y no sé, no podía pensar en nada que no fuera hacerle cosas bruscas, feas, bajas.

Al otro día que llegó, para desinhibirla pensé emborracharla, de todas formas sabía que no sabía tomar. Cuando llegó, me besó inmediatamente y yo también. La pasé y le ofrecí beber algo a lo cual ella accedió a regañadientes pues era algo temprano. Le preparé un ruso negro (calcule que con tres copas tendría suficiente). Como es una bebida que sabe más o menos dulce la tomó con rapidez sin saber el efecto que tendría. No pasó más de 45 minutos cuando estaba ebria y hablando estupideces (como era su costumbre). Le ordené entonces que me mamara la verga y ella obediente accedió. Mientras ella estaba en eso yo la dedeaba. Debido a su estado de intoxicación etílica se ve que se había calentado porque mientras mamaba gemía como si le estuviera atorando con fuerza.

CUando me cansé decidí metérsela pero ella estaba que no sabía ni que pasaba, de repente me llamaba por el nombre de su esposo, de repente se ponía con que ya no quería, de repente decía que donde estaba, en fin, estaba hasta la madre de borracha. Fue entonces cuando me decidí a filmar todo lo que le iba a hacer así que tomé mi videocámara que se encontraba previamente preparada, la prendí y listo, a filmar.

Ella estaba tan peda que no se había dado cuenta pero la tomé y le hice el sexo normal, se lo hice anal y lo más excitante es que, aprovechando su estado de embriaguez la hacia que dijera cosas sucias, como que era mi perra, que le gustaba ser mi puta, que le encajara la verga hasta que reventara y muchas dulzuras más. La hice hacer de todo, como metersela por el culo y que después me la mamara, lamer el semén del piso, etc., etc.

CUando terminamos fue porque ya no podía más y se fue a vomitar al baño mientras yo la filmaba. Le ordené que se bañará y que se lavara bien, mostrando sus partes, ella obediente lo hacía, quedando filmada para la posteridad. Pero como todo lo bueno terminó pronto pues cuando estaba terminando de bañarse se cayó terriblemente ebria. Tuve que cargarla y llevarla a mi cama donde la acosté.

Yo me reporté enfermo así que no salí y me quedé vigilando que no fuera a pasarle nada malo. Se paró en un par de ocasiones a vomitar y después se volvía a acostar para dormir. Mientras tanto yo veía la nueva joya del séptimo arte que acababa de filmar. No pude evitar sentir un poco de tristeza pero era divertido.

Sin querer y cuando me di cuenta eran ya más de las 10:00 de la noche. Vaya cosa, no había hecho acto de presencia y seguro su esposo la estaría buscando como loco. No despertó sino hasta las 2 de la madrugada y cuando lo hizo, se espantó mucho por que no había llegado a casa y era tarde. Empezó a buscar su ropa como loca (yo había escondido la ropa interior) y me gritaba histérica que tenía que ir a su casa, que qué explicación le iba a dar a su esposo y su familia, que debían estar muy preocupados por ella.

Traté de tranquilizarla abrazándola y queriendo besarla pero molesta se separó. De repente tomó su teléfono y le habló a una amiga suya. Yo no escuché mucho, pero de repente salió de la casa no sin antes despedirse de mí con un beso. Se fue sin ropa interior puesto que yo me la quedé. Qué iba a hacer, no lo sabía, de hecho, aún no lo sé...