Ya no te pertenezco
Golpes me acechan cada noche
manos oprimen mi cuello
patadas adormecen mi cabeza
insultos impregnan mi alma.
Mis lagrimas son ya vacías
de desánimo inanimado
huecas de esperanza
secas en sus cuencas.
Esperanzas perdidas
luchas sin cuartel
doblegada y sin rencor
entregada a tu mandato.
Hoy no me duele nada
me siento reconfortada
no me martirizarás, ya nunca más...
soy otra... a la que no puedes torturar
He desaparecido
alejada del dolor
olvidando tus torturas
me quito la vida... ya no te pertenezco.
Sylke (20 de noviembre de 2008)