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Mi gran amiga

en Fetichismo

            Mónica y yo somos amigos desde que éramos pequeños. Prácticamente familia. Eso no es impedimento para que de vez en cuando nos comportemos como amantes. En aquellas épocas en las que ninguno tiene pareja, quedamos y nos damos algún que otro revolcón. De hecho, ella es la única que conoce y satisface mi secreto. El día en que me decidí a contarle mi pasión por los pies y los tacones, fue como una liberación, tanto para mí como para ella. Casualmente ella tiene el mismo fetichismo, le encantan los pies femeninos. De hecho, alguna vez ha estado con alguna chica sólo por sus pies. Bien, no es del todo correcto, mejor decir también por sus pies, ya que Mónica es bisexual confesa.

            Se acercaban las vacaciones de Semana Santa y ninguno teníamos plan. La tarde del Jueves me llamó para decirme que fuera a su casa si quería y nos enrollábamos. Accedí, como no. Mónica no es muy alta, 1,65 aproximadamente, el cabello castaño en pequeña melena, pechos prominentes, caderas poderosas, esbeltas piernas y lo más precioso, unos pies color canela con unos dedos muy bien formados y sobretodo muy bien cuidados. Le gusta vestirse provocativa cuando quedamos, le encanta ponerme a cien.

            Llegué a su casa sobre las seis, llevaba conmigo una botella del vino que tanto le gusta. Me abrió la puerta y me besó. La seguí hasta el salón. Llevaba puesta una antigua camisa mía que le iba grande, por lo que la usaba a modo de vestido o bata, Y unas simples zapatillas de estar por casa. Nada más a decir por las transparencias de la camisa que me dejaban observar sus nalgas moverse a gusto mientras caminaba. Llegamos al salón y se sentó en un gran sillón que tiene. Yo me senté a su lado.  Me pidió que me pusiera cómodo y me hizo desvestirme. Me quedé en calzoncillos. Ella observaba mi paquete que ya estaba un poco morcillon. Mientras bebíamos aquel vino, ella jugaba con sus pies sobre mis piernas, Pasaba sus zapatillas por encima de mi bulto. Le encantaba controlarme.

-         Bueno, no seas tonto, sácatela… - me animó.

Me quité los boxers apretados y mi polla salió como si tuviera un muelle, estaba durísima. Volví a sentarme y entonces ella jugando con su pie consiguió meter mi verga dentro de la zapatilla quedando aprisionada por su deliciosa planta. Entonces comenzó un vaivén de sube y baja, yo estaba a cien, entre la suavidad de la planta de su pie y la agradable sensación del interior de la zapatilla, no creía que fuera a aguantar mucho.

-         No te corras dentro de la zapatilla que es nueva… - Siguió diciéndome. – Te voy a hacer una pregunta, creo que no es necesaria, pero prefiero comentarlo contigo…

Yo no estaba para preguntas, rodeé con fuerza su pie y la zapatilla y apreté para que la frotación fuera más placentera, a la vez que movía con firmeza su tobillo arriba y abajo.

-         Dime , ¿qué quieres?

-         ¿Te gustaría follarte a unas amigas que vendrán a cenar?

Se me puso la verga como un canto, noté como llegaba mi orgasmo y ella también, ya que intentó retirar el pie, pero no la dejé. Ella sabía como hacer que me corriera enseguida, y comenzó a hacer esos sonidos parecidos a orgasmos que me ponen a mil. Exploté con un chorro de leche que se internó en lo más profundo de la zapatilla. Me tiré hacia atrás y comencé a coger aire.

-         ¡Claro que quiero follarme a tus amigas!¿Pero a que viene eso?

-         Son dos chicas guapísimas, con una de ellas Carla ya me he liado alguna vez, pero con la otra Silvia no he podido, y créeme esta buenísima, y además, tiene unos pies de ensueño… Me pongo loca sólo con pensar en ella… Ven a la habitación que te enseñaré algo que he comprado…

Fuimos a su habitación, yo en pelotas y ella machacando mi leche dentro de su zapatilla. Me tumbé en la cama mientras limpiaba con un trozo de papel mi verga. Ella buscó algo en el armario y sacó una bolsa de sex-shop. Comenzó a sacar bártulos. Un vibrador, un consolador anal, un bote de lubricante, unas bolas chinas y un strapon, una polla con correa.

-         Joder Mónica, te has gastado un pastón…

-         No más que yendo de vacaciones, ya que me quedo aquí me doy un gustazo… El lubricante y el tema anal es para Carla, le encanta que la enculen… Ella aún no lo sabe pero esta noche…. Y el strapon es por si tengo la oportunidad de follarme a Silvia, me pone supercachonda atármelo…

Mientras decía esto se lo estaba poniendo, subió la camisa y aquella polla emergía por encima de su rasurado y sonrosado conejo. Se acercó hasta mi.

-         venga, chúpamela…

-         ¿Qué dices loca? A mi no me van esas cosas…

-         Bien que te gusta que te meta el dedo por el culo…

-         Me encanta, pero una cosa es el dedo y otra una polla… Yo no soy bisexual…

-         Estoy mojadísima, túmbate boca arriba…

Me tumbe, era una de las cosas que más le gustaba. Yo boca arriba y ella después de quitarse el strapon se sentó sobre mi boca, apretando su clítoris contra mis labios. Comencé a mover mi lengua entre los recovecos de su raja. Mi boca se llenaba de flujo. Ella gemía y removía intentando trazar círculos, buscaba con frenesí mi lengua con su clítoris. Yo la sujetaba por las nalgas y con mi dedo buscaba su ano. Le encantaba tenerme por detrás. Mi lengua ya estaba sobre su botoncito del placer, ejerciendo un leve presión, ella se dejaba caer hacia atrás mientras con una mano buscaba mi verga.

-         Ponte duro, ponte duro….

Yo seguía recorriendo su clítoris en círculos, lo sujetaba con mis labios y no lo dejaba escapar. Mónica apretaba contra mi con más fuerza, comenzaba a hacerme daño en los dientes. Mi dedo se introducía levemente en su culo y era ella la que con sus movimientos se penetraba. Su mano magreaba con fervor mi polla que ahora si comenzaba a estar juguetona de nuevo. Mónica al notarla dio un salto hacia atrás y se empaló con mi nabo, yo solté un grito entre placer y dolor, ya que la embestida había sido bastante fuerte. Mónica comenzó a saltar sobre mí. Yo volví a abrirle las nalgas como a ella le gustaba y busqué de nuevo su ano.

-         Coge esto y lubrícame bien…

Me paso el bote de lubricante, mientras ella seguía gimiendo a cada caída que hacía, abrí el bote y remoje dos de mis dedos. Volví con mi mano a su culo y la penetré con los dos dedos. Entraron fácilmente.

-         ¿Has estado jugando con tu culito hoy?

-         Si, estoy cachondisima…

Seguimos así unos segundos más. Mónica se levantó y dándome la espalda se dejó caer sobre mi polla que entró poco a poco en su culo. Ella era la que llevaba la voz cantante. Se movía a su ritmo. Me estaba violando. Mi polla estaba a punto de explotar, cada vez inyectaba más sangre al tronco, lo que hacia que Mónica gimiera ante el grosor que ya estaba alcanzando. Alargó la mano y alcanzó en vibrador, comenzó a darse en el clítoris mientras seguía saltando sobre mi. Sus gemidos se habían convertido en gritos.

-         Intenta abrir las piernas….

Lo hice, y entonces ella con la mano que le quedaba libre metió un dedo dentro de mi culo, buscando el punto g. Lo encontró, era una experta y me conocía bien. Al oírme gemir de placer se puso más cachonda, estaba a punto de llegar al final. Yo de no haber sido por esa primera paja con los pies ya habría acabado, pero es que era tan guarra que ya lo tenía planeado. En una ultima embestida se corrió con un espasmo, eso hizo que se incorporara hacia delante con lo cual casi me rompe la verga, deslizó sus pies hacia atrás hasta mi cara, y comencé a lamerle el pie no manchado de leche. Le sujeté el tobillo y saboree toda su planta y talón, Entonces fui yo quien con varios movimientos de mi pelvis penetré de forma visceral su culo, que por sus gemidos parecía comenzara dolerle. Me corrí con otro chorro de leche en el interior de su agujero, ella jadeaba, y yo tenía mi cuerpo durísimo a causa de orgasmo. Me relajé y pude ver como al salir mi polla de su culo, una cantidad de leche le regalimaba por le ojete. Se levantó y mi leche recorría el interior de sus piernas. Ella con una sonrisa se quitó la camisa.

-         Uf, ya no podía más, ha estado genial, espero que esta noche te comportes igual con mis amigas…

-         Lo intentaré….