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El pincel... de mis labios.

en Poesía Erótica

EL PINCEL... DE MIS LABIOS.

Tengo toda la noche para hacerlo,

tengo todo el tiempo y el espacio,

vamos, enciende tu cam y desnúdate

sin prisas, para ir mojando mis labios,

con la savia de mi intenso deseo

y el movimiento de mis manos.

Quédate quieta y recuesta tu hermoso

cuerpo con tus muslos bien alzados,

que quiero dibujar la hermosa cuenca

que mi traviesa lengua anda buscando,

ahora no te muevas, así, así despacio,

introduce los dedos, abre bien los costados,

quiero también beber de ese néctar

que sale en abundancia de tu clítoris rosado.

 

Así, despacito ahora y sigue moviendo tu mano,

que mis labios ya comienzan a pintarlo....

Shhhh, así, así de prisa ahora, ahora despacio,

dame tiempo a que te mire como te dan los espasmos,

que también quiero pintarlos en mi pene ya erectado.

Ashhhh, así, así, muévete hacia los lados,

ábrete bien las piernas, sube y baja ritmando,

danza para mi la melodía que salen de tus orgasmos.

Ashhh, cuanta dulzura tu cuerpo tiene, cuan hermoso

tu clítoris amado, como me mata y me erotiza,

como suavemente abre y cierra el hechizo de tu mano.

 

Asshhhh, mírame ahora, tengo mi miembro parado,

Uffff, creo que dejare la pintura porque casi estoy llegando,

mira que alegre lo tengo, piensa que esta en tus manos,

acarícialo tiernamente, menéalo con movimiento endiablado,

lámelo por todos lados, haz con él lo que siempre haz deseado,

mientras pienso que también tu coñito está en mis labios.

Asshhhh, que locura divina, que conducto más sagrado,

ese que va de tu ombligo y que te llega al delicioso ano,

uffff, ahí también va mi lengua, mi cabeza y mis labios

y en un constante sube y baja, a tus muslos abrasado,

voy meneando mi cabeza con un ritmo endiablado,

como el que tiene hambre, como el que saborea un helado.

 

Cuanta dulzura guardas en la cuenca en la que ando,

son sabores diferentes, de los cuales no me canso

y sigo y sigo lamiendo, mientras siento tus orgasmos.

Ashhhh, ahora te lamo los senos, mieles azucarados,

azúcar blanca como la espuma, redondos, esbeltos, erizados,

tus manos bajan y bajan, buscando mi miembro alzado,

mientras te beso y te muerdo, ese cuello al que amo...

Con un movimiento tuyo tan rápido como un rayo,

tomas mi pene en tu mano, te abres bien a los lados

y te lo introduces todo, hasta el fondo de tu lago,

y empiezan tus movimientos, hacia arriba y hacia abajo,

a los costados primero, luego hacia mis lados y así...

Mueve que mueve el cuerpo me vas electrificando.

 

Ahora me abrazas muy fuerte, te aprietas bien hacia abajo

y cual remolino furioso te meneas a los lados, te echas átras,

te inclinas, gritas, gimes, te sigues y sigues meneando,

y yo escuchando tus palabras, no puedo remediarlo.

Démonos pronto los orgasmos que mi mente está soñando,

ahora descansa amor mio, quédate así, llena y satisfecha,

ábreme ese clítoris mojado que voy a dibujar de nuevo,

todos tus bellos encantos... ¡Con el pincel de mis labios!

 

 

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