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Mi hijo Ángel, mi demonio.

en Amor filial

Soy una mujer de 33 años viuda con un hijo de 16 años, que es disminuido psíquico con un grado del 50% aprox.

Quiero contarles la relación que estoy teniendo con mi hijo desde hace tres meses, que es distinta a la que había mantenido hasta ahora.

Antes quiero describirles un poco cómo he llegado a esta situación, para que se hagan una idea de mí situación personal.  Soy una mujer de la Republica Dominicana de piel canela, menuda de un metro cincuenta y dos cm. estoy bien proporcionada, soy esbelta con muslos y nalgas rotundos, mi cabello es negro casi azabache y algo rizado, soy pechos pequeños, gasto una 85 B  de copa, eso hace que se mantengan inhiestos, sin llevar sujetador casi nunca.

Me casé siendo casi una muchacha de 16 años con un marinero catalán, mis padres se me quitaron de encima, a cambio de una buena cantidad de dinero.

Al poco tiempo nos vinimos a vivir a Barcelona, donde él tenía un piso cómodo en la Barceloneta, desde donde puedo observar cada día el mar desde mí alcoba.

Mi marido nunca supo satisfacerme, era eyaculador precoz, además de tener una polla pequeña, de no más de 10 ó 12 cm. su afición a la bebida hacía que nunca me hiciera llegar al orgasmo.  Hace 4 años naufragó el buque donde iba, dando por desaparecida a toda la tripulación.  Por suerte él se había hecho un seguro de vida, lo que me ha facilitado que yo sola pueda cuidar de mí hijo, sin apuros económicos.

Nunca he estado prácticamente con nadie, salvo algún amante esporádico, que no ha sabido satisfacerme, así que por mí temperamento caliente, siempre he debido consolarme yo misma, matándome a pajas...esa es la verdad.

La única razón de no volverme a mí tierra ha sido mí hijo Ángel, por él he querido quedarme aquí, creo es mejor debido a su disminución psíquica, además es bipolar, lo que hace sea un chico muy activo y apasionado, en eso ha salido a mí al 100%.

Sabe expresarse bien, aunque le cueste algo hablar cómo lo haría una persona “normal”, su mentalidad viene a ser según su pediatra la de un chico de entre 10 y 12 años, aunque con los problemas obvios de su disminución.

Acude tres veces por semana a una escuela especial, donde le encanta practicar deporte, sobre todo natación, fitnes, abdominales, le atrae mucho el golpear un saco de boxeo y hacer pesas, lo que hace que tenga un cuerpo musculoso y fibrado, con mucha fuerza.

Jorge mide 1,70 lo que hace que me saque casi toda la cabeza, viéndome a su lado cómo una muñeca.

Desde que cumplió los quince años Ángel se ha desarrollado físicamente de forma espectacular, notando en el unos cambios que me han hecho sentir muy incómoda, y fueron el comienzo de todo y os explico por qué.

Yo siempre he duchado a mí pequeño, dado que él aunque hace deporte, no sabe hacerlo correctamente.  Cómo os decía desde este año pasado, descubrí mientras lo duchaba que mí pequeño, tiene una polla que ya quisiera más de un hombre y más de dos.  Yo no me esperaba que un chico de su edad, pueda tener una herramienta de ese tamaño y grosor.  Al descubrir cómo se ha desarrollado me sonroje hasta las orejas, al enjabonarlo, se le pone rápidamente gruesa y dura en un momento.  Ángel pone cara de satisfacción, de sentir placer, gimiendo de gusto con mis caricias, sintiendo como me arde la cara, mí mano le acarició toda la verga cerrando los dedos alrededor de la verga, apretándola intensamente sintiendo cómo late, recorriéndola de arriba abajo, dándole placer a mí pequeño.

La voz de Ángel me hizo sonrojarme más, y excitarme para mí sorpresa cómo hacía mucho tiempo no lo estaba, notando mí coño húmedo de excitación—Mamá guapa....mmm no pares me gusta mucho, sigue OOOH...

Su polla tenía un grosor que no podía cerrar mis dedos alrededor, notando cómo mí mano manoseaba fuerte la tiesa verga, acariciándola cómo hipnotizada, mirando la gruesa y morada cabeza, mí mano cada vez iba más rápido, con la otra cogí los gruesos huevos de mí pequeño, notando cómo estaban llenos de leche, realmente le estaba haciendo una paja a mí hijo.

Para mí sorpresa Ángel se me abrazó al cuello, besándome en los labios y la oreja mientras acarició mis tetas centrando sus caricias en mis pezones duros y oscuros pezones que me dolían de excitación.

 Al sentir cómo me acariciaba los pezones, aceleré mí mano, mi hijo dijo que se iba a correr, besándome y metiéndome la lengua—Mamá...Mamá...yaaa no pares me sale yaaa mamá guapa, más no pares...AAAH me corro mamá...yaaa...yaaa...sííí.

Ángel soltó varios chorros de leche, salpicándome toda, sorprendiéndome la cantidad de leche que tenían sus huevos, mi marido nunca se corrió así ni por asomo, excitándome muchísimo y no parando de acariciar su verga hasta que soltó la última gota de leche.  Después de ducharlo y dejarlo viendo la tele, descubrí que me había corrido mientras lo pajeaba, excitándome este descubrimiento y pajeandome cómo nunca lo había hecho antes, no pudiendo quitar de mí mente, la enorme y dura polla de mí pequeño entre mis dedos...

Desde ese día Ángel andaba todo el día en celo permanente, rozándose conmigo a cada momento y besándome con una pasión inusual para un chico de su edad, lo que me hacía estar más excitada y caliente cómo nunca lo había estado, sorprendiéndome más de una vez, con mi hijo en mente mientras me mataba a pajas, igual que hacia él.

Una tarde descubrí a mí hijo masturbándose en su cuarto, llamándome en susurros mientras lo hacía, corriéndose a los pocos segundos, soltando unos chorros de leche increíbles, mientras no dejaba de llamarme...fui al lavabo a mear y descubrí que tenía el coño todo húmedo cómo si me hubiera meado, comprobando que no era pipi sino jugos, por lo excitada que estaba.

Consulte a su pediatra y me comentó que al ser bipolar, unido a su edad y la práctica de deporte era bastante “natural” tuviera esa híper-actividad sexual tan intensa.  Dispuesta a saber más sobre lo que le podía pasar a mí pequeño, le comenté que lo había descubierto llamándome mientras se masturbaba, omitiendo que lo había pajeado hacía una semana y me había corrido con él.

—Vd. es su mamá, la persona en que se apoya para todo...todo, eso quiere decir que es la única mujer con la que tiene un contacto directo y físico.  Por esa razón es el objeto de sus deseos, por lo demás Ángel es un hombre que necesita dar rienda suelta a su sexualidad, sea con Vd. o con otra persona, pero el sexo es bueno para él igual que para nosotras—.

Al oírla hablar así me sonroje por unos instantes— aunque ella no sabía que era por recordar la polla de mí pequeño entre mis dedos—entiendo Dra.  entonces no debo preocuparme si se masturba—no para nada, lo extraño es que no le haya pedido a Vd. que lo haga por él...—.—er...¿quier...e decir que puede pedirme que yo lo paj...masturbe, su madre?—Sí tranquila, quien mejor que Vd. para hacer feliz a su hijo, que  no una profesional o una extraña, espero no me mal interprete por favor—n...no, no, solo  que no lo esperaba, no se preocupe, gracias por su ayuda de verdad.  Al margen de la visita a la pediatra, debo explicar que vivimos en un inmueble donde solo somos dos vecinos, ella es una mujer madura de 40 y algo de años, y casualmente viuda cómo yo.

 Desde hace unas semanas, ayuda a Ángel en mejorar su trato con los demás, habiendo logrado que mi hijo se explique y mejore cómo nunca me habría imaginado, notando a mí pequeño más despierto y espabilado de semana en semana.

Después de una semana de haber pajeado a mí hijo, y pajearme yo todas las noches, al ducharlo día sí día no, aunque evitaba acariciar lo más mínimo la polla de mí hijo, yo acababa la ducha, con el coño húmedo, y doliéndome los pezones de excitación, viendo cómo la gruesa verga cabeceaba en cuanto rozaba los enormes y peludos huevos.

La tarde después de hablar con la pediatra nada más comenzar a duchar a mí pequeño, me sorprendí enjabonando los huevos sin esponja, acariciando las peludas bolas, sintiendo lo llenas que estaban.  Con la otra mano cogí la polla de Ángel, sintiendo cómo latía entre mis dedos al acariciarla toda, notándome los pezones duros de excitación y el chocho húmedo.  Acaricié toda la verga sin prisa ninguna, notando su grosor y lo dura que estaba, haciendo que mí pequeño disfrutase con mis caricias—AAAH...Mamá...sigue sí—los ojos de mí pequeño vieron cómo estaba vestida, solo con una bata de gasa transparente, clavándose mis pezones en la tela, su mirada se fijó en mí coño peludo, que pudo ver claramente al no llevar braguita ninguna.

Ángel me cogió por el cuello acercando sus labios a los míos, atreviéndose a meterme tímidamente la punta de su lengua, para continuar lamiendo mí oreja haciendo que mí mano se cerrase más fuerte alrededor de su dura polla.

Para mí sorpresa, mí pequeño metió una mano bajo la gasa, tocando las tetas y los pezones haciendo que me sonrojara de excitación y vergüenza, por verme manoseada y tocada así por el mocoso descarado, y excitada, haciéndame gemir —mmm AAAH...mmm.

Mí mano acarició toda la polla de arriba abajo, notando cómo estaba más gruesa y dura a cada instante, Ángel sacó un pezón fuera y se lo metió en la boca, cómo cuando era pequeño.  Al sentir su lengua gemí de placer—AAAH...MMM...OH...—soltando sus huevos , apreté su cabeza contra mí pezón, haciéndame gemir más al notar cómo me lo mordía, mientras manoseaba la otra teta, sacándola de la gasa—AAAG...AAAG...¡¡NENE!!...NO, Ángel gimió por cómo lo estaba pajeando lentamente, haciéndolo disfrutar cómo nunca, pidiéndome que siguiera—OOOH...MAMÁ...NO PARES...MMM SIGUE MÁS.

Me noté caliente y cachonda cómo nunca lo he estado antes, mis mejillas estaban purpura por cómo estaba disfrutando de mí pequeño, pero no quería parar, ni que mi hijo dejara de comerse las tetas tan bien cómo lo hacía, estando a punto de correrme por el placer que mí pequeño estaba sabiendo darme—AAAH...AAAH...SÍ COMETE LAS TETAS DE MAMÁ ASÍ MÍ VIDA...OOOH, MUERDE MIS PEZONES CHICO TRAVIESO...AAAH.

Al sentirme tan excitada, mi hijo me acarició el coño notando cómo estaba de húmedo, soltando jugos por los muslos.  Con un descaro que no esperaba, metió un dedo lentamente, haciendo que mis muslos se separaran, para facilitarle el impúdico manoseo, lo metió y sacó de forma obscena y caprichosa, haciéndame gemir cada vez que lo metía, aunque yo no quería que él viera, cómo me tenía de caliente—AH, AH, AH, MMM...OH...OH...— al escucharme Ángel metió otro dedo, haciendo que mí coño chapoteara jugos—CHAP...CHAP...CHAP...CHAP...—

Mí mano apretó más fuerte la polla, que estaba cómo una barra de carne, acelerando los movimientos, notando cómo palpitaba, mientras sollozaba y gemía quedamente de placer, por cómo Ángel me metía los dedos más hondo y rápido, pero separando yo los muslos para facilitarle el manoseo de mí ofrecido coño, que apretaba con placer los dedos—AAAG...AAAG...me estás metiendo los dedos hasta el fondo...OOOH...OOOH...SÍ.

Apunto de correrme, Ángel soltó mis pechos llevando su enorme verga contra mí boca, presionando su amoratada cabeza contra mis labios que cedieron, apretando la polla saboreándola con una mezcla de placer y sonrojo, por lo que le estaba haciendo a mí hijo.

Ángel presionaba suavemente mí cabeza para que me tragara toda la polla, mientras no dejó de meterme los dedos en el chocho.

Sin entender cómo era posible, supo atraparme el hinchado clítoris, haciendo que mí coño chorrease cómo una fuente, haciendo que me corriese sin parar, mientras me tragué toda la polla atrayendo a mí hijo cogiéndole el culo, hasta que se corrió en el fondo de mí garganta, haciendo que me ahoguara por la cantidad de leche—MMMPPP...MMMPPP... que polla tienes cariño...OOOMMM...sí dale a mamá toda la leche...MMMPPP...AAAH...AAAH sí toca así mí clítoris nene...AAAH me corrooo hijo...MMMPPP cuanta leche tienes travieso...OOOH MÍ COÑOOO...

Pasados dos días después de haber tenido sexo con mi hijo, aunque solo fuera oral, sí, pero sexo al fin, me notaba más excitada por momentos al sentir a mí hijo cómo se rozaba, o me miraba cada vez más cómo un hombre.

A la hora de la siesta, mientras estaba acabando de lavarse la colada, llamarón a la puerta, era Luisa la vecina que venía a buscar a Ángel para su clase de refuerzo.

Me sorprendió un poco que llevara una minifalda, que apenas cubría el inicio de sus muslos, aunque estaba en forma, por lo que se veía le gustaba cuidarse.  Ángel al verla en la puerta salió rápido, sin disimular un brillo en los ojos que me hizo sentirme algo celosa, lo confieso.

Nada más acabar la colada, la subí a la terraza aprovechando la soleada tarde que hacía.  Una vez tendida, no sé por qué, quizá recordando la mirada de mí pequeño, me pudo la curiosidad, miré por el tragaluz hacia la habitación de la vecina, sin poder ver nada, pues estaba en penumbra y con la cortina medio echada.

Pasados unos instantes, el aire movió la cortina pudiendo ver a Luisa de rodillas, con la polla de mí hijo en su boca.  Luisa estaba lamiendo toda la polla de mí pequeño, de adelante atrás, sin dejar los huevos, lamiéndolos cómo una autentica guarra ¡¡LA MUY PUTA!!

Después centró su atención en el amoratado cipote, comiéndoselo con auténtico vicio, de improviso Ángel la cogió por el pelo con firmeza, metiéndosela toda hasta la garganta, e incitándola a que se la tragara toda, llamándola tita cosa que me puso celosa, lo reconozco—AAAH TITA SÍ...TRÁGATELA TODA...MMM SÍ ASÍ AAAH MÁS...— la muy guarra no le importó que mi hijo le follara la boca—MMMPPP...MMMPPP...AAAH NENE sí, folla la boca de la tita...MMMPPP.

Cuándo estuvo contenta cómo tenía la polla de gruesa mí pequeño, se lo llevó a la cama, echándose toda espatarrada, colocando la cabeza de mí hijo entre sus muslos.  Así de ofrecida le ordeno a mí pequeño—comete el chocho cómo te he enseñado cariño, igual que el helado que te da tita, cómo si pintaras el chocho a la tita...para mí sorpresa Ángel encajó su boca en el velludo coño, lamiendo todo el coño de arriba abajo, con un descaro y habilidad que no podía creer, el muy mocoso—SLURPPP, SLURPPP, SLURPPP, SLURPPP, SLURPPP...—

La vecina sorprendida por la habilidad de mí hijo, le atrapó loca de excitación la cabeza frotándole todo el coño en la boca—AH...AH...AH...SÍ QUE BIEN ME COMES EL COÑOOO LADRÓN...AH TOMA EL CHOCHO DE LA TITA...AH...AH...COMÉTELO ASÍ...AH...AH...ME MATAS DE PLACER CARIÑOOO...

Ángel con la boca encajada en el coño, levantó el culo de Luisa cogiéndola con ambas manos para comérselo mejor, atrapándole el clítoris hábilmente, haciéndola perder el control y que se corriese a chorros en la boca de mí pequeño—SLURPPP...SLURPPP...SLURPPP...MMM TITA  TIENES LA PIPA MUY HINCHADA...MMM...SLURPPP...SLURPPP...—AAAH...AAAH...SÍ COMETE MÍ PIPA ASÍ...AAAH...AAAH COMÉTELA TODAAA...ASÍ NENE TRAVIESO...AAAH SÍ TOMA MÍ PIPAAA...ME CORROOO...TOMA MIS JUGOS NENE....AAAH SÍ...SÍ...

Viéndola disfrutar así tuve envidia aunque me sonroje al recordarlo, por no ser yo la que estuviera en su lugar.

He descubierto cómo mí hijo ha evolucionado gracias al esfuerzo de ella, aunque también al enviciarlo y pervertirlo, utilizarlo para el placer de ella, cómo estaba descubriendo.

Nada más correrse, Luisa lo atrajo hacia ella colocándolo entre sus muslos, atrapó la polla de Ángel que no podía estar más gruesa y enorme, dándose con el amoratado cipote en el velludo coño que estaba todo empapado y brillante de jugos, excitándose de notar lo duro que estaba—AAAH...AAAH...MMM ¡¡QUE POLLA!!  folla a tita Luisa mí vida...MMM.

Sin soltar la polla, la muy guarra se puso el cipote en la entrada del coño, poniendo los tobillos en los hombros de Ángel, con las nalgas en alto para que así se la clavara más, metiéndosela toda de golpe mí hijo.  Su encharcado coño producía un sonido lascivo que excito más a ambos, acelerando mí hijo el mete saca haciéndola correrse a los pocos minutos excitándome yo incluso...—PLAF...AH, PLAF...AH, PLAF...AH, PLAF...AH, PLAF...AH, PLAF...AH...—FOLLA A TITA ASÍ...PLAF...AH, PLAF...SÍ cómo me follas cariño, me corrooo...PLAF...SÍ, PLAF...SÍ, PLAF...SÍ...MÁS, PLAF...AH...

No contento con hacerla correrse sin parar mí hijo para mí sorpresa, se dio la vuelta en la cama colocando a la vecina subida encima de él.

Teniéndola así sin sacarle la polla, la atrapó fuerte con un brazo por la cintura atrayéndola hacia él, cogiéndola por el culo con la otra mano.

En esa postura Ángel le clavó la polla más profundo y rápido, volviendo loca de placer a Luisa, haciendo que yo me pajeara por lo bien que la estaba follando,

Luisa cogió a mí pequeño por el cuello, sin dejar de gritar y gemir, metiéndole las tetas en la boca a mí travieso y descarado hijo—AAAH...AAAH...SÍ FÓLLAME ASÍ...AH CÓMO ME LA METES...AAAH...FÓLLAME ASÍ CARIÑO...OOOH QUE FOLLADA...AAAG...MÉTEMELA ASÍ DE RICO...OOOH SÍ FÓLLAME ASÍ MÍ VIDA...FÓLLAME SIN PARAR...COMETE MIS TETAS...AH, me matas con esa polla...AAAH ME CORROOO...llena a la tita el coño de leche cariño...AAAH SÍ ASÍ DALE A LA TITA TODA LA LECHE....AAAH CÓMO ME FOLLAS....LLÉNAME ASÍ TODA...ME CORROO—SÍ TITA...TOMA LA LECHE...SÍ TODAAA...AH ME CORRO CONTIGO TITA LUISA...AAAH.

Si alguien lo está pensando la respuesta es que sí...me corrí a la vez que mi hijo y la guarra de la vecina, la verdad es que lo hice teniendo un orgasmo muy placentero.

Esa noche nada más acostarse Ángel, tuve que pajearme sin parar recordando cómo había sabido follar a la vecina, e imaginándome que era a mí, a la que follaba.

Al día siguiente a la hora de la siesta llamé a mí pequeño para bañarlo, vestida igual que el día que le había comido la polla, con la bata de gasa transparente.

Tuve que aclararme la voz, para que no me notara lo excitada que estaba—Án...Ángel ven a ducharte cariño que así harás mejor la siesta anda hijo—hace mucho calor mamá... ¿ahora?—sí mí vida...er así harás mejor la siesta...la mamá también va hacer la siesta anda...

Al decirle esto vino rápido, mis pezones amenazaban con romper la gasa, detalle que mi hijo supo ver en seguida el mocoso viendo un brillo en su mirada, que me hizo apretar los muslos al sentir cómo mí coño se mojó.

Nada más meterse en la bañera le quite el bóxer, saltando su polla toda dura y golpeándome casi la cara, haciendo que mí respiración se agitara, no pudiendo dejar de mirarla.  Tenía el cipote todo amoratado e hinchado, cómo amenazándome, no paraba de cimbrear, cómo si estuviera viva, noté cómo mí coño soltaba jugos empapando toda mí pelambrera.

Eché mucho gel en mí mano deslizándolo por toda la polla, notando lo dura que estaba, apretando mis dedos alrededor, notando cómo palpitaba y se ponía más dura a cada instante.  Mí pequeño me miraba los pezones y el coño con la boca abierta, disfrutrando por cómo yo le estaba acariciando, notando los dos el olor a chocho caliente que había en el baño—Oooh mamá...oooh...—

Mi hijo con voz zalamera el descarado me cogió suavemente la cabeza, empujándola hacia la gruesa verga, que me miraba amenazante—Mamá...mmm guapa...— ¿nene que quieres...mocoso? mmm eso no es...tá bien—Mí mano apretaba la polla de mí hijo con más deseo, sintiendo su dureza, sin que dejara de acariciar los huevos, que estaban más hinchados a cada instante—.

 Con un desparpajo que hizo se me mojara más el chocho, mí pequeño sacó las tetas fuera de la bata, apresándome los pezones y lamiendo mí oreja, sin hacer caso de mis protestas poco firmes—Ángel no...no...pued...no...—a la vez llevaba su grueso cipote a mis labios, haciendo que se la comiera el descarado.

Cogiéndome del pelo cómo había hecho con la vecina, hizo que le lamiera los huevos, para que se le llenaran más de leche—AAAH SÍ MAMÁ GUAPA CÓMEME TODA LA POLLA ASÍ...MMM Y LOS HUEVOS CHÚPAMELOS MAMÁ...AAAH.

Mi hijo no me soltaba el pelo haciendo que le lamiera cómo el quería, o la polla o los huevos, sin dejar de acariciar mis tetas y los pezones que me dolían de lo duros que estaban, por cómo sabía acariciármelos.       

Soltando los pezones Ángel me manoseo el coño hasta que quiso, metiéndome dos dedos viendo cómo me tenía con el coño todo húmedo, metiéndolos lentamente haciendo que abriera más los muslos del gusto, y que le comiera con más deseo la polla.  

A los pocos momentos me corrí empapando los dedos de mí pequeño, haciéndome sollozar mientras no dejaba de meterme la polla en mí boca hasta el fondo—MMMPPP...AAAH, MMMPPP...AAAH MÍ COÑO OOOH ...MMMPPP, ME CORROOO SÍ...—COMÉTELA TODA MAMÁ SÍ...ASÍ MÁS, O TU CHOCHO CÓMO TE CHORREA, TOMA MÍ POLLA...AAAH.

Lamí la polla de mí hijo de arriba abajo, hasta llegar a sus huevos que estaban ya llenos de leche, haciendo que mí pequeño se pusiera muy excitado, notando cómo su polla latía de placer.

En ese instante Ángel me cogió levantándome en vilo, protestando y diciéndole que me soltara, me metió la lengua en la boca buscando la mía, dándome un beso que hizo casi me corriera de gusto.

 Sin soltarme me cogió en brazos llevándome a mí alcoba, sin hacer caso de mis protestas—Cariño no...suelta a mamá que me vas hacer, Ángel deja a mamá...—sin hacerme caso me quitó la bata de gasa, sin soltarme de sus brazos.

Teniéndome sentada en sus fuertes muslos, me beso mordiendo y chupando a la vez mí cuello y mí oreja, haciendo mí sangre se pusiera a mil, a pesar de que no quería que siguiera, pero más cachonda y excitada a cada instante.  Ángel me acarició todo el coño, abriéndome   los labios, y acariciándolos cómo nunca lo había hecho antes nadie, metiéndome dos dedos, haciendo que mí coño se los apresara de deseo, notando mí coño más húmedo por cómo me acariciaba, con más descaro a cada instante.

Me los metió hasta el fondo, haciendo que lo abrazase , a la vez que le gritaba en voz alta, por el placer que senti—AAAH...¡¡NENE!!— en ese instante inició un mete saca rápido, haciendo que mí coño chapoteara jugos, excitándonos a los dos, abriendo mis muslos para que no parase de tocarme así mí hijo.

Dejando de meterme los dedos, Ángel me dejó en la cama colocándose entre mis muslos pese a mis protestas e intentos de que me soltara, viendo lo que se proponía.

 Le golpee en los hombros, y le sujeté la cabeza sin poder impedir que acercara su boca a mí coño, teniéndome bien cogida por los muslos.

Me lamió la cara interna de los muslos, cómo si fuera un perro, acercándose más a mí coño, que chorreaba jugos, sin que dejara de protestar yo por eso—suelta a mamá cariño, no sigas...—

Mi hijo me empezó a lamer todo el coño cómo si lo pintara con su lengua, abriéndome los labios y metiéndome  la lengua dentro, haciendo que mí coño se moviera solo, en busca de su lengua que lamia cada pliegue de mí coño, haciendo que mojara la boca de mí hijo de jugos del gusto que me sabía dar.

Al igual que hizo con la guarra de la vecina hacia dos días, viendo que yo no le protestaba, me cogió del culo con ambas manos, encajándome toda la boca en el coño, notando cómo me metía toda la lengua en el coño.

 Sin poder resistir el placer que mi hijo estaba dándome le  cogí la cabeza, y le froté mí coño loca de placer viendo cómo me comía el coño, lamiéndome mis hinchados labios abiertos y bebiéndose mis jugos, que mí coño soltaba cómo un grifo—NENE...AAAHHH....AAAHHH....SÍ, TOMA EL COÑO DE MAMÁ MÍ VIDA...AH SÍ, COMETE MÍ CHOCHO ASÍ MÍ AMOR...CARIÑO...OH TU LENGUA HIJO,SI MÉTELA  TODA MÁS—

Ángel viéndome tan caliente y excitada, y cómo yo le frotaba el coño en su boca, más rápido a cada instante, me atrapó el clítoris chupándolo entre sus labios, cómo si fuera un caramelo.

Al sentir cómo mí hijo me comía así de bien el clítoris me corrí frotándole el coño de forma convulsiva, apretando su cabeza con mis muslos, matándome de placer el descarado, bebiéndose  mis jugos sin parar—OOOHHH...OOOHHH...SÍ....SÍ CARIÑO TOMA MÍ COÑO....COMETE MÍ PIPA ASÍ....OOOHHH...CHÚPALO MÁS ME CORROOO....ME CORROOO NENE... TOMA MIS JUGOS...OOOHHH...OH NADIE ME HA COMIDO  ASÍ EL COÑO ME MATAS HIJO...TOMA EL CHOCHO DE MAMÁ...ME CORROOO...

.

Después de recobrar el aliento, bese a mí hijo saboreando mis jugos de sus labios, pasando a lamer su gruesa polla que no había perdido nada su erección.

Mi hijo nada más sentir mí boca lamiendo su polla me beso en la oreja, atrayéndome hacia él y colocándose entre mis muslos.

Atenace a mí pequeño con los muslos por encima de sus caderas, cómo en la postura clásica pero levantando más los muslos, cogiéndome mí hijo firmemente del culo con ambas manos.

Lleve su grueso cipote hasta la entrada de mí coño, agarrando muy fuerte a mí hijo por el cuello susurrándole algo que sabía él estaba esperando...—FOLLA A MAMÁ CARIÑO...¡¡FÓLLAME!!

Antes de acabar la última silaba, mí pequeño me clavó toda la polla, cómo nadie lo ha hecho jamás, notando sus huevos en los labios de mí coño, sin dejar de decirle que me la metiera toda.

—AAAH...AAAH...SÍ FOLLA A MAMÁ ASÍ MÍ VIDA...AH CÓMO ME LA CLAVAS TODAAA...MÁS, AH, AH, FOLLA EL COÑO DE MAMÁ ASÍ...ME CORRO NENE.

Sin soltarme Ángel me subió encima de él, cómo le había enseñado la guarra de la vecina, abrazándome muy fuerte contra él, teniéndome bien cogida por la cintura y mí respingón culo.

Teniéndome así de cogida sin habérmela sacado, inicio un mete saca rápido e intenso, poniéndome más caliente y excitada, por cómo mí pequeño estaba sabiendo follarme, sin dejar de llamarme mientras me la metía toda hasta el fondo—OOOH MAMÁ...QUE BIEN TE FOLLO ASÍ...OOOH SÍ, TÓMALA TODA...OOOH

Caliente cómo nunca lo he estado jamás, cogí la cabeza de mí hijo, metiéndole las tetas en la boca pidiéndole que no dejara de follarme—AAAH SÍ, AAAH SÍ...QUE BIEN ME FOLLAS NENE...AAAH SÍ COMETE MIS TETAS...AH, MÉTEME TODA LA POLLA MÍ VIDA...SÍ TODA—TODA MAMÁ...AAAH—OOOH TU POLLA...TODA SÍ...—TODA...OOOH—TODA HIJO, LLÉNAME DE LECHE CARIÑO...MATARME CON ESA POLLA...AAAH CÓMO ME LA CLAVAS DE RICO ¡¡LADRÓN!!  FOLLA A MAMÁ ASÍ...ME CORROOO NENE, LLÉNAME DE LECHE...SÍ—ME CORROOO MAMÁ SI TÓMALA TODAAA...  AAAH MÍ LECHE...YAAA...YAAA MAMÁ GUAPA...

Al notar que se iba a correr Ángel, acelero su mete saca, poniéndosele la polla más gruesa, metiéndomela más profundo, haciendo que ambos llegáramos al orgasmo a la vez, siendo una experiencia única para los dos.

Sé que habrá madres que crean que he abusado de mí hijo, pero mi opinión es que todas las personas tienen derecho a disfrutar del sexo, incluso aquellas que tienen sus capacidades psíquicas limitadas, por la razón que sea.

Espero que disfruten de esta primera parte del relato de mí relación con mí pequeño Ángel.

Continuara...

              Azalais©copyright 2014

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