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Mí esposo me ignora, su sobrino me viola. i

en Amor filial

MÍ ESPOSO ME IGNORA, SU SOBRINO ME VIOLA.

 

Soy una mujer casada, esposa de un militar de bajo rango.

Vivimos en un destacamento, rodeados de naturaleza. Por discreción prefiero no dar muchos datos, sobre la provincia donde vivo.

Soy del sur, de sangre caliente, me casé enamorada de mí esposo. Creí sería capaz de ascender en la carrera militar. Después de unos años de matrimonio descubrí que, no tenía interés ninguno en ascender en la carrera militar.

Se ha quedado de sargento y gracias. Lo único que sabe hacer es beber como un borracho. Lo único que hemos conseguido, es tener una casa en el campo, en el destacamento.

Parece que cuándo se jubile, podremos quedarnos aquí. Muy cerca tenemos un parque nacional, así mirándolo por ése lado, no está del todo mal.

Aún no sé cómo lo admitieron en el ejército, pues apenas mide, un metro sesenta. Yo soy algo más alta que él, con un físico según me dicen las demás mujeres del destacamento, similar a la conocida Norma Duval.

La verdad es que tengo cierto parecido, pero en morena. Mí pelo es casi negro, acaracolado, lo llevo por los hombros, contrasta con mi piel blanca.

Para acabar de describirme, os diré que tengo 42 años, de ojos verdes. Mís tetas no son gran cosa, gasto una talla 85, copa C. Al no ser grandes, se mantienen bastante levantadas, llamando la atención de los hombres, menos de mi esposo.

Mis muslos son macizos, gasto una talla cuarenta y dos de cintura. La parte que más me gusta es mi culo, es duro y redondo, con forma de manzana.

Mí esposo  además de bajo, es algo barrigón. Muchas amigas siempre me han dicho que le vi. Yo a menudo no sé qué responderlas, esa es la verdad.

He intentado atraer a mí esposo, vistiéndome con lencería erótica, bebiendo con él incluso, para así animarnos los dos, pero no ha habido manera. Además Pascual mí esposo, está muy mal dotado el pobre.

 Tiene una polla cómo la de un crío de diez años, sin descapullar, algo penoso.

Además de esto, nunca ha intentado satisfacerme, ni preocuparse de proporcionarme placer. Sólo sabe echarse encima de mí, dejarme más excitada, y cabreada, pues se corre a los cinco minutos, sin darme tiempo a correrme con él, es algo desesperante.

Siguiendo el consejo de una amiga del destacamento, compré por internet un vibrador. Lo he utilizado en algunas ocasiones, llegando a correrme, mejor que pajeándome con los dedos, peró no es lo mismo para mí.

Yo quería sentir la polla de un hombre follándome. Es cierto que una de estas veces, estando sola en casa, me acaricié el clítoris «la pipa» la llamo yo, a la vez que me metí el vibrador hasta el fondo del chocho.

Me sorprendió un «orgasmo asesino», haciéndome levantar el culo del colchón, provocando que sacudiera el chocho de forma compulsiva.

Me oí gemir y sollozar, como nunca lo había hecho jamás, mientras mi mano, como si tuviera vida propia, me metió la polla de látex, más rápido a cada instante, hasta el fondo del chocho, notándome las mejillas arder de rubor, de la tremenda excitación.

─¡¡AAAHHH…!! Cómo se me clava…la polla Mmm…¡¡AAAHHH!!

¡¡AY…MÍ…PIPA!!...SÍ…¡¡¡ME…CORRO…COÑOOO...!!! Mmm…SÍ…

El chocho me chorreó de jugos la mano, mientras con la otra  me acariciaba la pipa. Por suerte a pesar de estar en un destacamento, las casas están bastante separadas unas de otras.

Desde hace seis meses, mi vida ha dado un vuelco de 180 grados. Os explico cómo dio comienzo todo.

Yo por mi abstinencia sexual, estoy siempre de mal carácter, mal humorada, y no soy así. Al contrario soy una mujer alegre, positiva, me encanta sonreír.

Fui al médico del pueblo, pues algo así no quería lo conociera nadie del destacamento.

Me hicieron una analítica para saber si todo estaba bien.

Después de eso, el médico volvió a visitarme.

─Rocío creo que estando todo bien, que es lo más importante, para descartar algo por lo que preocuparse, debemos hablar, para descubrir qué le provoca, ése estado de mal humor, nervios, ansiedad, etc.

La relación con su esposo ¿Qué tal es, discuten o hay alguna pelea…discusiones frecuentes…?

─No doctor para nada, nuestra vida en pareja es muy tranquila. Él habitualmente está varios días fuera, me siento bastante sola, eso sí, es militar.

El médico creyó «ver» quizá cual podía ser la causa de mi irritación, o cierta ansiedad. Su pregunta me sorprendió algo, pillándome por sorpresa, sentí un leve rubor, pero él me tranquilizó rápidamente.

─No quiero me mal interprete Rocío. Quizá hay la posibilidad de que Vd. no se sienta del todo satisfecha, de las relaciones con su esposo, quiero decir en el sexo…

Después de unos instantes me dijo ─ ¿Hacen el amor con cierta…frecuencia?─ mí leve sonrojo le dio la respuesta, añadiendo rápido─ no se incomode por mí pregunta, pero creo esa podría ser la razón, de su carácter…

Me explicó como las ladys en el Londres victoriano, sufrieron la mal llamada «histeria femenina», explicándome los síntomas que padecían, siendo los mismos que padezco yo.

Una vez descubierto el motivo, me recetó unas inyecciones que me harían estar «menos agresiva» según sus propias palabras.

                                                                     LLEGADA DEL SOBRINO DE MÍ ESPOSO.

La misma semana que me recetó el médico las inyecciones, recibí una llamada que me sorprendió.

La voz me era conocida ─Hola…Rocío ¿Cómo estás lozana andaluza…te cuida mi hermano bien o no…Jejeje?

─ ¿Cuñada…qué pasa como es que me llamas el viernes, pasa algo malo…? ─no, te explico rápido─ me dijo para tranquilizarme.

El sobrino de mí esposo, se quería sacar la carrera de veterinaria, y la universidad está a media hora de nuestra casa.

Ellos viven en el norte así qué, quería saber si nos importaba, si se venía a vivir con nosotros, al menos el primer curso. De lo contrario, debería pagarse una pensión, o residencia de estudiantes, y les saldría caro realmente.

La dije que no había problema pero qué, llamara a su hermano para así evitar ningún mal rollo con él.

Mí cuñada con la que me llevo genial me comentó sobre Ángel ─Oye que quiero pasaros una cantidad para comida, y no acepto un no ¿Vale preciosa…? El bicho si ves cómo ha crecido, no lo vas a creer, come por dos.

─Exageraaa…la andaluza soy yo no tú ─la respondí entre risas ─Hahaha, ya será menos.

─Mide un metro ochenta y cinco…hija ─no puede ser, venga ya─ la respondí sorprendida.

─Pues créelo, otra cosa muy importante, ahora sin bromas. Que te respete, y si le tienes que dar un bofetón se lo das…tú misma—.

Se la notaba el fuerte carácter, vaya con la gente del norte…

─No seas así cuñada, que bofetón…ni nada. A ver cuándo venís todos para acá.

Mí esposo volvió el Sábado, para irse otra vez en diez días, sin siquiera intentar follarme lo más mínimo…

El viernes se presentó Ángel en casa. Nada más verlo no podía creer fuera el mocoso que había visto hacía algo más de cuatro años…

Nunca antes me dio por pensar si realmente mí esposo era hermano de mi cuñada. Ella mide un metro setenta, no es baja. Su hijo…al verlo me sorprendí, como se había hecho un hombretón con sólo diecinueve años.

Tiene unos hombros y brazos fuertes, algo fibrosos. Según me contó le gusta hacer pesas, y abdominales. Lleva el pelo largo, desgreñado, tiene perilla y bigote, le da un aspecto entre varonil, y de golfo.

Su mirada es penetrante, pero aun así tiene cara de crio.

Nada más verme se me abrazó cómo un oso. Tengo que reconocer que al sentir sus brazos rodeándome, sentí como una descarga eléctrica, que me recorrió la espalda hasta llegar al coño.

Lo abracé sintiendo con mis manos su musculosa espalda, notándome un leve rubor…

─ ¡Hola tita! ya no recordaba lo guapa que eres, te pareces a la Duval…suerte tiene mí tío… ¡ya le vale!

Al abrazarme noté como me tocó el culo, el descarado, haciéndome reír su comentario ─Hahaha…serás descarado, si te oye el sargento veras, ─lo amenacé de broma─.

Normalmente suelo ir vestida por casa sólo con unas braguitas cómodas, y una camiseta liviana que me llega hasta justo la ingle.

Mientras nos abracemos, noté algo duro que se me clavó en el vientre. Al separarnos descubrí el bulto que tenía Ángel en su pantalón. Nuestras miradas se cruzaron por un instante. Él «me cazó» fijándome en el bulto que hacía su pantalón.

Yo a mi vez, lo descubrí devorándome con ojos saltones, el bulto que hace mí coño.  No me gusta depilarme nada más que lo justo.

Esto hace tenga una pelambrera ensortijada, abundante, marcándoseme un bulto prominente. Además de tener el chocho demasiado carnoso, tengo los labios de un rasado intenso, viéndoseme los labios rosados, sobresalir entre la hirsuta pelambrera.

Al llegar mí esposo se alegró de verlo. Hablamos muy a gusto sobre la familia, si tenía claro qué quería hacer, etc.

Lo normal en estos casos como cualquier familia que, hace tiempo no se ven.

Según nos explicó Ángel, había dudado entre elegir medicina, y veterinaria. Mí esposo Pascual aprovechó que estaba su sobrino con nosotros, para decirle ─mientras esté fuera, cuida de tu tía en todo lo que necesite que, yo la tengo sola y aburrida, así no me echara en cara que no la hago caso…

Su sobrino le respondió con un desparpajo, que no nos esperábamos ─tito con la pedazo mujer que tienes, no entiendo cómo te atreves a dejarla tan sola, a ver si te la van a quitar un día de estos…

Pascual soltó una exagerada risotada, mientras que yo noté un cosquilleo en el coño…; además el descarado me guiñó el ojo a la vez que, aprovechando estábamos sentados a la mesa, me acarició el muslo sin dejar de sonreír con su tío.

Me hizo cerrara las piernas, al notar su mano cerca ya de mís bragas, el mocoso descarado. Lo peor es que, noté cómo el coño se me humedeció, sintiéndome cabreada conmigo misma a la vez que, una guarra por excitarme así, al sentir su manaza cerca de mí ingle.

Antes de echarme la siesta, fui a orinar. Descubrí que no era pis, tenía el coño húmedo de jugos, no recordaba haber tenido el coño así de húmedo jamás.

Esa noche, para vergüenza mía me toqué el coño excitada como no recordaba, imaginándome la mano de él, acariciándome el chocho. Me corrí mordiéndome el labio, para que Pascual no me oyera gemir. Me metí dos dedos en mi estrecho coño, rozándomelo mucho, mientras estire mís pezones, soltando jugos sin parar…susurrando cachonda perdida ─Mmm…mocoso descarado…ah…me estoy corriendo…ah…toca a tu tita…so aprovechado…mmm…me corrooo…Uuufff…

Durante el fin de semana, Ángel no desperdició ocasión de «devorarme» con sus penetrantes ojos. Lo «cacé» varias veces, mirándome mi abultado chocho con descaro, o admirando mi culo al agacharme con cualquier motivo.

Su tío totalmente ausente, nada más que hablando por el móvil, preparando las maniobras…

El domingo después de comer, Ángel se echó a tomar el sol, en la terraza que tenemos detrás de la casa. Es muy discreta pues da a un prado por lo que, nadie puede vernos, ni molestarnos.

Mí esposo se echó la siesta, me acerqué a ver si lo encontraba despierto…lo descubrí roncando a pierna suelta.

Salí a la terraza, mi sobrino llevaba un bañador bastante pequeño, descubriendo el paquete que lucía.

Me acerqué como si lo acechara, sin poder apartar los ojos del enorme bulto, oyéndome decirle.

─ Ángel te vas a quemar si te pones así, sin ninguna protección, déjame te ponga un poco de crema…

─ Vale tita, si tú lo dices, yo no uso nada nunca─ me respondió sin mirarme.

Me eché la crema en las manos, esparciéndola por su fuerte pecho. Al rozarle los pezones levemente, vi cómo aumentó el grosor de su paquete. Me noté la boca reseca, me costaba respirar algo.

Baje mís manos por su tórax, sintiendo lo musculoso y duro que es, hacia su vientre. El aprovechado dejó como por descuido, su mano al lado de mis braguitas, pegada a mí cadera, al estar yo de rodillas a su lado.  Me sentí hipnotizada por la visión de su paquete, que lo vi cabecear levemente.

Sentí tenía las braguitas algo húmedas. Acerqué mís dedos a la cintura del bañador, lentamente, masajeándole la piel sin prisa.

El sobrino de mí esposo estaba disfrutándolo, el aprovechado ─Jo tita…que manos tienes, sigue así…

En ese instante, el descarado se atrevió a  pasarme los dedos por el chocho, descubriendo húmedas las braguitas.

Cerré los muslos en el instante qué, con todo desparpajo, se atrevió a cogerme el chocho con toda la mano.

Aprovechándose de verme excitada, llevó mi mano a su paquete, haciéndome se lo agarrara ─Uuufff tita, que pedazo chocho tienes ─me susurró el aprovechado─ mira cómo me has puesto la polla, agárramela así…¡¡Qué buena estás!!

Mí mano sin obedecerme, se cerró agarrando aquel enorme bulto. Sentí mís dedos como apretaban  aquella barra de carne, notando lo gruesa y dura que era, sintiéndola latir.

Durante estos segundos, Ángel aprovechó que le atrapé su mano entre mis muslos, para manosearme todo el chocho por encima de la tela, repasándome los carnosos labios, haciendo que empapara más de jugos las braguitas.

Hizo casi que me corriera, estando más excitada de lo que quería reconocer…

─Mmm...No me toques así el coño…no está bien soy tu tía…¡¡Ooohhh!! Tu polla…no me hagas esto...Mmm haces me confunda…so descarado…¡¡Ooohhh!! Mí coño…

Me levanté alejándome rápida, cómo una «calienta pollas» mirando de reojo la enorme erección de mí sobrino. Sentía aún latir entre mís dedos aquella barra de carne. Me encerré en el lavabo con la polla de látex, abriendo el grifo para que mí esposo no me oyera.

Me corrí a los pocos minutos de tocarme, sintiendo la mano de mi sobrino, manoseándome con aquel desparpajo el chocho. ─¡¡Aaahhh…sí!! Que rico me ha tocado el chocho…Aaahhh el sinvergüenza…¡¡ME CORROOO…!!Mmm. Toca más mi chocho así…¡¡ME CORROOO…!!Mmm QUE POLLA TIENES…TOCA MÍ CHOCHO ASÍ…MMM.

Me corrí en un orgasmo encadenado, levanté el culo de la taza del váter. Con las piernas espatarradas, a ambos lados de la taza, sacudiendo el chocho de forma convulsiva,  la cabeza echada atrás, toda desmelenada…

—¡¡Aaaggg…!! Tócame así el chocho… ¡¡Me corrooo…!! ¡¡FOLLAME…!!

En ese instante, con la polla de látex follándome el chocho cómo si mi mano no fuera mía, entró mi sobrino.

Tenía el chocho chapoteando jugos, haciendo un sonido acuoso, guarro, muy lujurioso…

 —Plafffsss…plafffsss…plafffsss...¡¡Me...corrooo…!! Plafffsss… plafffsss… plafffsss… Me corro...¡¡COÑO!!

Sin darme tiempo, en un visto y no visto, Ángel me sacó la polla de látex. Devorándome con sus ojos, como si se le fueran a salir exclamó —¡¡QUE…CHOCHO!!— viendo cómo tenia de abierto el coño.

Se sacó la polla, haciendo se la agarrara, sin hacer caso de mis protestas…poniéndomela en la mano que había tenido el vibrador.

—¡¡suéltame Ángel…no!! Deja mí  coño…tu tío va a saber esto…

Me cogió el coño con toda la mano, hurgándome con dos dedos sin prisa ninguna todo el chocho. Sentí sus dedos rozarme todo el chocho por dentro, follándomelo lenta y profundamente, rotando los dedos para hacérmelos sentir más, y darme más placer el muy ladrón...sintiendo sus gruesos dedos cómo dos pollas.

A la misma vez, con una habilidad impropia de un chico de su edad, me acarició la pipa, haciendo me sintiera confundida, poniéndome loca de excitación, cachonda pérdida, como nunca me había sentido igual antes.

Descubrí mi mano tironeándole la polla como si quisiera arrancársela. Mis dedos se cerraban de forma morbosa, acariciando toda la polla de arriba abajo, sintiéndola latir, ganar grosor y dureza.

—¡¡Aaahhh…mmm!! ¡Aaahhh...mmm!! No me toques así el chocho, eres un aprovechado… no podemos…hacer esto…tu tío nos va a...Aaahhh…mmm tus dedos Ooohhh…mmm me follan el chocho…Ooohhh…mmm y la pipa…¡¡AG!! Me haces chorrear jugos…¡¡Ángel…me corrooo…!! ¡¡TU POLLA…!!

—Uuufff tienes el chocho demasiado carnoso y estrecho, la pelambrera está pegajosa de jugos…¡¡SO CACHONDA…!! Que rico te meto los dedos tita, me aprietas mucho los dedos…¡¡QUE CHOCHO TAN JUGOSO!! El tito no te lo folla…me voy a correr tita…sácame la lecheee…¡¡Ooohhh!!

Ángel me besó, haciendo que nuestras lenguas se acariciaran. Una descarga me recorrió la espalda, hasta llegar a mí clítoris.

Nos corrimos a la vez, haciéndome ver el sobrino de mi esposo cómo me chapoteaba el chocho…

—Cómo chapoteas jugos…¡¡GUARRONA!!

—¡¡Aaahhh…!! Me sacas todos los jugos...¡¡CABRÓN!! ¿Qué me haces…en el chocho?…Mmm ¡¡ME CORROOO…!!

A punto de correrse, me quitó la polla de la mano, frotándomela por el coño. Con la gruesa cabeza me pintó mis carnosos labios, dándome en la pipa el muy chulo,  me susurró con desparpajo…

—te voy a follar como mi tío no te ha follado ¡¡SO CACHONDA!!

El golfo se atrevió a echarme la leche en mi peludo chocho, frotándome la gruesa cabeza de la polla, por toda la pelambrera.

Al sentirla en la entrada del coño, me corrí con él, besándolo con deseo mal contenido.

Intenté que mi esposo no se fuera de maniobras. Sabía qué iba a pasar si me dejaba sola con su sobrino. El día antes de que se fuera, le comenté —Pascual, ¿Te perece si le comento a tú sobrino si me puede poner él las inyecciones? No me hace gracia ir al viejo de aquí —claro mujer, no tienes ni que preguntármelo— me respondió sin pensárselo— además es tú sobrino también, será posible.

Al oírlo no pude evitar pensar —sí mi sobrino…que me devora con los ojos…loco por follarme…¡¡el muy golfo!!

En la comida mi esposo aprovechó para decirle lo de las inyecciones. Le explicó que eran para quitarme algo los nervios, y la ansiedad.

Ángel me miró a los ojos con descaro, sin que su «cándido tío»   a su lado se diera cuenta de nada.

Me pareció como si me estuviera diciendo con los ojos «yo te voy a dar las inyecciones que tú necesitas…». Para confirmarme mís peores sospechas, su sobrino sentado a mi lado, me dejó la mano oculta por el mantel, encima del muslo.

Ascendió la mano, lenta pero de forma decidida, con aquella cara de «niño bueno», excitándome muchísimo la situación tan peligrosa y morbosa, a la misma vez.

No pensé se atrevería a tanto, con su tío a su lado.

 Antes de reaccionar, me repasó todo el coño por encima de la tela, diciéndole a mi esposo…

—Tío cada vez que la tita lo necesite, voy a echarla una mano en donde lo necesite, ya sabes tita…

Con cara de inocente, sonriéndole a su tío, me metió un dedo entre las braguitas, el muy guarro. Al cerrarle los muslos, me repasó toda la pelambrera descubriendo el descarado que, tenía el chocho húmedo de excitación.

Se me abrieron solos los muslos, al sentir lo bien que sabía tocarme el muy golfo.

Me repasó los labios, haciendo me subiera un leve rubor, sintiendo como metió el dedo, provocando se lo empapara de jugos.

El descarado con todo desparpajo, sacó el dedo de mi chocho sin su tío «ver nada», relamiéndose el dedo como si fuera el más rico manjar, haciendo que mi esposo exclamará —te ha gustado la salsa de la tía, seguro no has probado nada igual antes— no tío…Mmm espero que la tita me de mucha más...— esto lo dijo, follándome con su mirada, provocando se me mojará el chocho al oírlo hablar así, mientras el golfo se atrevió a preguntarme —¿ tita me vas a dar más de tu salsa?, está muy sabrosa…

Le respondí con el rubor hasta las orejas, mirando de soslayo a Pascual, no fuera a darse cuenta de cómo me  ardían las mejillas.

Balbucee excitada y nerviosa por la morbosa situación… —S-sí...Ángel, te daré más de mí…salsa—

Nada más oírme, sentí cómo se me humedeció más el chocho.

Mí sobrino volvió a  meterme el dedo entre las braguitas, descubriendo cómo soltaba jugos. Bajé la cara mirando al plato, Pascual seguía comiendo y mirando las noticias.

Me repasó todo el chocho, hasta que me metió el dedo. Cachonda pérdida, metí la mano bajo el mantel, cogiendo la mano del aprovechado, sin hacer nada por detenerlo, separé los muslos toda espatarrada, como «UNA GUARRA» así con mayúsculas.

—Trae el postre Pascual… ¡haz algo una vez, hombre!—me oí ordenándole a mi esposo, sin saber de dónde me salió la voz.

Ángel haciéndome sacará el culo de la silla, me metió más el dedo hasta dejarme a punto de correrme.

—…Mmm…Ah…Ah…Ah…no me toques así el chocho…me voy a correr…Ah…Ah…eres un descarado…Ah…Ah…soy tu ti-a…AH

—tienes un chocho muy jugoso tita…y tragón…necesita mucha polla…me muerdes muy fuerte el dedo…¡¡GUARRONA!!

 Ansiosa y cachonda,  mordí la servilleta, para que mi esposo no me oyera.

Nada más acabar de comer, mí esposo se fue hacer la siesta.

Yo aún sentía los jugos de mi chocho, humedecer mí espesa pelambrera, dándole un aspecto muy guarro.

Me miré en el lavabo, sobresaliendo entre mechones de pelos, se me veían los labios muy rosados, brillantes de jugos y abiertos, cómo la boca de un pez fuera del agua. Se veía un chocho GUARRO y TRAGÓN, así con mayúsculas.

Durante minutos estuve pensando, qué sucedería si subía a la buhardilla del sobrino de mi esposo. Mi cabeza me decía qué no era una buena idea.

Las piernas no me obedecieron, como si no fueran mías.

Me vi subiendo a la habitación de mí sobrino, en la buhardilla. Me sentía latir el corazón a mil, con la respiración agitada. Llevaba en la mano la inyección.  

Tenía un bulto de escándalo, que amenazaba con romper el pantalón de deporte.

Antes me cambié las braguitas, que estaban empapadas de jugos. Éstas eran tipo tanga brasileño, rojas, por delante  son cómo un paquete de tabaco.

Por detrás, dejan desnudas las nalgas, quedando la tela encajada entre los labios del chocho. Entre los rotundos muslos se me veía la pelambrera pegajosa de jugos.

Llevaba una camiseta de tirantes que cubría justo la ingle, sin ocultar del todo las braguitas, marcándose mucho los gruesos pezones.

Nada más entrar cerró la puerta con llave, preguntándome con cara de inocente — ¿El tío se ha ido tita?— E-está...echándose su siesta, es un lirón…—le respondí

insinuante, más excitada y nerviosa de lo que quería reconocer, al descubrir en sus ojos la lujuria con la que me miró el coño— espero no me hagas daño sobrino, no me gustan las inyecciones.

Ángel leyó la etiqueta de la inyección. Mi mirada estaba hipnotizada en el enorme bulto de su polla. Me sentí el coño húmedo. La buhardilla olía a chocho caliente, mi sobrino se dio cuenta, nada más me vio entrar.

— Apóyate en la cama tita, con la cabeza y los brazos en el colchón.

Al hacerme poner así, me vi toda ofrecida. Con los muslos separados, con todo el chocho y el culo ofrecidos, pues las braguitas dejaban todo a la vista.

Ángel se me acercó susurrándome… —tita tú no necesitas está mierda que te han dado, es una droga. Así qué, no te la voy a dar. Tú lo que necesitas te lo voy a dar yo ahora mismo…¡¡SO CACHONDA!! Mira que tanga te has puesto…¡¡GUARRONA!!

Mi sobrino me sujetó por los brazos, retorciéndomelos en la espalda, haciéndome daño, el muy chulo y bruto sin dejar que me moviera. Me tironeó las braguitas el descarado, clavándomelas mucho en todo el chocho, rozándome la tela la pipa, poniéndomela más gruesa y excitada, hablándome caliente y soez, haciendo se me mojará más el chocho, de verme tratada así…

—Qué culazo tienes tita, con estas braguitas enseñándome la pelambrera, y el chocho húmedo, que sabroso tiene que estar…Uuufff. Esto es lo que tú necesitas, y no ninguna droga…

Diciéndome esto, me nalgueo fuerte ambas nalgas sin hacer caso de mis quejas y amenazas.

─¡¡Suéltame…!! So descarado, tu tío y tu madre se van a enterar de esto…Ay mis brazos…¡¡SO CHULO!!

Después de nalguearme, hasta dejarme el culo que me ardía, de un rosado intenso, me apartó las braguitas sin miramiento ninguno, pintándome el chocho a lametazos, hurgándome el chocho cómo si fuera suyo.

Al descubrir cómo estaba de excitada soltando jugos, me metió la lengua hasta el fondo, bebiéndose mis jugos cómo un sediento.

Soltó una exclamación excitado como un animal, sobre lo mucho que le gustó el sabor de mi coño, excitándome yo más a mí pesar, de oírlo hablarme así de soez y caliente…

─Slurppp…Mmm, slurppp…Mmm, slurppp…Mmm…

¡¡QUÉ CHOCHO TAN SABROSO...!!

 Al sentir su lengua comerme así de bien el chocho, me arrancó un gemido cómo mí esposo no lo había hecho jamás… —¡¡AAAGGG...!! Mmm

Al oírme mi sobrino, me habló muy caliente excitándome más con él. A pesar que no dejó de sujetarme  los brazos, con sus grandes manazas.

—¡¡QUE CHOCHO TAN JUGOSO!!

Me encajó la boca, dándome lametazos en los abiertos labios, cómo si me los pintara. Mi cabeza me decía que aquello no estaba bien. Pero mi cuerpo iba por libre. Sin poder evitarlo, sentí como el chocho se me movía solo, buscando que aquella lengua me comiera todo el chocho.

─Uuufff…que rico te meto toda la lengua tita, no paras de chorrearme la boca…¡¡PUTA!! Mmmppp…Mmmppp…dame todos los jugos así…Slurppp…Mmmppp, slurppp…Mmm, que rico mueves el chocho…¡¡GUARRONA!!

Al sentir aquella lengua devorarme, me corrí escandalosamente. Suerte que mi esposo Pascual, duerme normalmente como un lirón. En ése preciso instante lo estaba haciendo. Exactamente dos plantas más abajo, en el lado opuesto de la casa.

No quería ser acariciada así, por el sobrino de mí esposo.

Mi mente me decía que no le dejara ver a mi sobrino, el placer tan lascivo y salvaje que estaba dándome.

Pero fue tanto el gusto que medió qué no pude evitarlo, me lo arrancó el mocoso atrevido, a lametazos, como si fuera un perro, temblándome las piernas del placer que sentí…

─¡¡NO!! ¡¡OOOGGG…!! Nadie me ha comido así…el chocho…¡¡Mmm…ME…CORROOO!!…¡¡LADRÓN!! Mmm…me sacas los jugos…

Ángel cuando aún me estaba corriendo, se levantó dejando de comerme el coño. Me habló como si fuera su puta, en vez de la mujer de su tío.

Cómeme la polla…¡¡PUTONA!! Saboréala toda sin prisa, Lamela toda…hasta los huevos.

Diciéndome esto me obligó a que se la comiera toda, teniéndome cogida del pelo.

Haciéndole caso lamí toda la polla, pasándole toda la lengua de arriba abajo. Me excitó su olor y sabor más de lo que yo quería reconocer.

Ángel me hurgó todo el chocho, descubriendo cómo soltaba jugos.

A cada lametón la sentía más gruesa y dura, la de mi esposo era ridícula al lado de aquella hermosura.

Mi sobrino cogiéndome con fuerza de mi rizada melena, me metió la polla hasta la garganta, follándome la boca  sin dejar que me la sacará, produciéndome varias arcadas, al no dejarme respirar…

—Cómetela así tita, toda…Uuufff que boca tienes…toma pollaaa...

Sentí cómo aquella barra de carne ganaba grosor en mís labios. Aunque no quiera reconocerlo, me gustó sentir lo venosa que era, su dureza entre mís labios, que apreté para sentirla mejor cómo una guarra, a la que estaba violando su sobrino. Al apretar mís labios mi sobrino se quejó, del placer que le daba con mí boca.

─¡¡Uuufff…!! Qué rico me comes la polla, para o me correré en tu boca…Mmm.

Sacándome la polla de la boca me ordenó…

─¡¡Ponte a cuatro patas encima de la cama, tita!!

Volvió a sujetarme los brazos, retorciéndomelos en la espalda. Me quejé por cómo me apretaba de fuerte con sus manazas…

─¡¡Ah!! Suéltame de una vez, ¡¡hijo de puta!! Te voy a denunciar.

Sin miramiento ninguno, me metió la gruesa cabeza de la polla. Sentí cómo me abrió mucho mi estrecho coño, acostumbrado a la ridícula polla de su tío.

Al sentir aquella bellota de carne tan gruesa y dura, abrirme así el chocho cuándo aún me estaba corriendo, me puso cachonda pérdida, de excitación sexual.

Noté cómo mojé de jugos aquel grueso invasor, que me estaba violando.

Ángel al sentir lo estrecho que era mi coño, cómo se lo chorree de jugos, a la vez qué, se la mordía fuerte, se excitó como un animal.

Pasados los primeros instantes, sin dejar de lubricarle el cipote con mís jugos, me empaló toda la polla el hijo de puta.

Soltamos al unisonó un alarido cargado de lujuria y lascivia sexuales. Cómo dos piezas perfectamente sincronizadas, para un mismo fin.

─¡¡¡OOOGGG…CABRÓN!!! ─ ¡¡¡OOOHHH…PUTA!!!─.

Mí sobrino me dejó toda la polla clavada, dejándome sentir su grueso cipote en el fondo del chocho.

Sentí cómo mí coño latía, mordiendo con fuerza morbosamente la polla de mí sobrino.

Sacudí la cabeza a un lado y otro, al llegarme un orgasmo asesino. Me negaba a darle a aquel desgraciado que, me estaba violando, el placer de qué me viera correrme así, de aquella manera, tan intensa, desconocida para mí hasta aquel momento.

Sentí como me corría, de sentir aquella polla en el fondo del coño,  sin dejar de chorrearla con mis jugos.

No quería aceptarlo. Pero mí cuerpo se negó a rechazar aquel placer tan intenso…

─¡¡AAAYYY…MMM!!...¡¡NO!!...COÑO…¡¡ME CORROOOO…!!

 Ángel me tironeaba con fuerza de la melena, evitando separara el chocho de sus huevos; cosa que mi cuerpo no deseaba hacer…

Pasados unos intensos segundos, me folló viva. Dándome el cabrón la inyección qué, según él yo necesitaba.

Me sacó toda la polla lentamente, menos la gruesa cabeza. Volvió a empalármela toda, hasta los huevos, sin prisa ninguna, haciéndomela sentir de forma perversa, disfrutando el muy cabrón de violar a la esposa de su tío.

─¡¡OOOHHH…!! Mmm…Como me muerdes la polla…Tómala ¡¡TODAAA…!!

─¡¡AAAHHH...!! Mmm me estás violandooo…me llenas el chocho…Me la metes…¡¡TODAAA…!!

─¡¡OOHHH…!! Mmm que chocho tan estrecho...voy a violarte tita…¡¡TODAAA…!! 

─¡¡AAAHHH…!! Mmm me estás clavando toda la polla…como me follas el chocho…¡¡OG!!

─¡¡UUUFFF…!! Mmm como me chorreas la polla…puta cachonda…¡¡TOMA CIPOTE…!!

─¡¡AAAYYY…!! Mmm me sacas los jugos…lo siento en el fondo del chocho…¡¡QUE CIPOTE…!!

─ ¿AY…así quieres el cipote ¡¡PUTONA...!!? ¡¡QUÉ CHOCHO…!!

─¡¡AAAYYY..!! Mmm…No es verdad ¡¡HIJO DE PUTA!! Eso sólo está en tu mente…Sácame la polla…¡¡OG!!

Aunque traté de negarle lo excitada que me sentía, sé que no lo engañé, pues el chocho se me movía solo, buscando que la polla se metiera más profundo.

Viéndome así de excitada y cachonda, a pesar de que yo lo negué, me soltó los doloridos brazos. Nada más hacerlo, me ordenó el chulo y violador…

─Ábrete las nalgas que te clave bien toda la polla…¡¡TITA PUTONA…!!

Asustada de que fuera a más si no le obedecía, clavé la cara en el colchón.

Me abrí las dos nalgas, cómo una perra, enseñándole   el chocho abierto a mi violador.

La mente me decía que estaba sobrepasando límites que, jamás había sospechado fuera capaz de llevar a cabo. Y menos aún con mí sobrino…

Más siendo la esposa de un militar castrense, y viniendo de una familia religiosa, de educación conservadora.

Aquél descarado y aprovechado, estaba descubriendo a la perra que yo llevaba dentro.

Mi cuerpo quería más de aquello, aunque mi mente me dijera algo muy distinto...

Me sentí muy guarra y puta, aunque me estuviera violando mi sobrino.

Me ardían las mejillas de rubor, por la mezcla de vergüenza y excitación, por verme follada así por él.

Disfrutándolo como lo estaba haciendo...corriéndome sin descanso, un orgasmo tras otro, chorreándole la polla de forma lasciva…

Me envistió como un animal salvaje, teniéndome bien sujeta por las caderas, sin dejar de nalguearme duro.

Sentí la gruesa cabeza de la polla en el fondo del chocho. Me corrí a los pocos segundos. Haciendo mi hambriento chocho un chapoteo acuoso,  guarro y morboso, excitándonos como animales los dos…

─¡¡OOOHHH…!! Mmm…así te clavo más la polla…como te chapotea…¡¡TOMA POLLAAA…!!

─¡¡OOOGGG…!! Mmm...Así me la clavas más…¡¡QUE POLLAAA…!!

─¡¡OOOHHH…!! Mmm ¡¡QUE CHOCHO…!! Mueve el chocho que te lo folle así…¡¡TODAAA…!!

Me entregué a mí violador, disfrutando el placer que me estaba dando. Y qué, su tío nunca supo darme…

─¡¡OOOGGG…!! Mmm como me clavas toda la polla…¡¡FOLLAME EL CHOCHO ASÍ…!!

─¡¡OOOHHH…!! Mmm que chocho tan tragón…que rico te lo follo así…TODA LA POLLAAA…¡¡PUTA!!

Mi sobrino me tironeó del pelo, dándome fuertes nalgadas, hablándome como a su puta.

—empuja el culo tita  cachonda, que te entre toda la polla.

—¡¡Aaahhh!!…es muy gruesa…Mmm siento cómo me rozas todo el chocho…¡¡Aaahhh!!…me azotas fuerte sobrino…

El muy aprovechado notando lo caliente y cachonda que estaba, se echó en mi espalda, cogiéndome las tetas con una mano, y todo el chocho con la otra, atreviéndose a susurrarme — te voy a follar como nunca antes te ha follado nadie, por tres sitios a la vez…¡¡PUTONA!! Empuja que sientas mis huevos en tu chocho…

Empujé hasta sentir sus peludos huevos, rozarme el chocho.  Sentí la gruesa cabeza de su polla, donde nadie me había llegado, en el fondo de mí chocho. Ángel me amasó mis menudas tetas, chupando y besándome la oreja,  mordiéndome el cuello cómo un animal, mientras me manoseó todo el chocho.

Su polla me llenó todo el chocho, sacándomela toda en cada embestida. Metiéndomela sin prisa, haciéndomela sentir en cada embestida, «quejándose» de lo estrecho y carnoso que era mí chocho.

—¡¡OOOHHH…!! Me muerdes muy fuerte la polla. Tienes un chocho muy carnoso…que rico lo mueves…tita…

—¡¡AAAHHH…!! Me llenas todo el chocho…fóllame más el chocho así…

—Que rico follas…¡¡PUTONA!! Tienes el chocho sin follar toma polla…¡¡TODAAA…!!

Mi sobrino me embistió con fuerza, clavándome la polla hasta los huevos, provocando que quedará toda espatarrada en su cama.

Grité fuera de mí, olvidándome que estaba siendo violada, por el sobrino de mi esposo. Sentí su polla llenarme toda, como jamás pensé sentirme llena así por ningún hombre.

Al sentir aquella barra de carne en el coño, la mordí con todo el chocho cómo una puta, para que no me la sacará.

—¡¡¡AAAYYY…!! ¡¡QUE POLLAAA…!! Tu tío no la tiene así…¡¡FOLLAME ASÍ EL CHOCHO…!!

Viéndome tan excitada y cachonda, mi sobrino me separó con sus pies los muslos al máximo. Con todo su peso me sujetó de las muñecas, para así violarme cómo quiso, el muy aprovechado y perverso.

En esta postura me metió la polla hasta los huevos en cada embestida, sin miramiento ninguno.

Su polla me llenó todo el chocho en cada envite, rozándome la pipa, volviéndome loca de placer. Me violó embistiéndome con todo su cuerpo, haciendo que mi cuerpo se moviera al mismo ritmo, brincando en el colchón ambos cuerpos cómo uno solo, en una follada perversa…

Se atrevió hablarme muy caliente y soez, de ver la tía tan puta que era yo…excitándome aún más todavía,

— ¿…AY…así te la clavo sabroso…? ¡¡OOOHHH…PUTONA!! Cómo me muerdes la polla…tómala...¡¡TODA…!!

—¡¡AAAYYY…!! Sí…Follame así el chocho…Me la clavas toda…¡¡OOOGGG…!!

¡¡OOOHHH…TITA!! Que chocho tan tragón...QUE RICO TE METO LA POLLA….¡¡FOLLA PUTONA!!

—¡¡OOOGGG…ÁNGEL!! Que polla tan sabrosa…QUE RICO ME FOLLAS EL CHOCHO…¡¡FOLLAME CABRÓN!!

—¡¡OOOHHH…!! Que chocho tan sabroso…como se traga toda la polla…TÓMALA HASTA EL FONDO…¡¡PUTAAA…!!

—¡¡OOOGGG…!! Tu polla me llena todo el chocho…CLAVAMELA TODA… ¡¡FOLLAME!!

—¡¡TOMALA TODAAA…!! Que chocho tan rico…¡¡GUARRA…!! Te voy a matar a pollazos…¡¡TITA PUTONA!! Como follasss…

—¡¡AAAYYY…!! Me la metes mucho…¡¡OG TU POLLAAA…!!

Follas mejor que tu tío…¡¡FOLLAME EL CHOCHO ASÍ…!!

—¡¡PUTAAA…!! Que chocho tan guarro y sabroso…Te voy a llenar el chocho de polla y leche…mueve el chocho que te lo folle…TOMA POLLAAA…

Al sentir cómo la polla ganaba grosor y dureza, me corrí arrastrando conmigo a mi violador. Mi coño chapoteó jugos, cómo  un grifo mal cerrado.

Le chorree la polla, haciendo un sonido acuoso muy morboso. Mi sobrino me clavó la polla…cómo el animal que es…matándome de placer…quedando casi desvanecida del intenso placer, hasta que dejó de meterme la polla. El muy descarado me la frotó por las nalgas.

—¡¡AAAYYY…!! Me la clavas…¡¡TODAA!!…lléname el chocho de polla y leche…ME CORROOO…¡¡FOLLAME!!

—¡¡TODAAA!! Hasta el fondo puta…te voy a matar a pollazos…así ¡¡TOMA POLLA Y LECHE…!! ME CORROOO…

—¡¡OOOGGG!!…me la clavas mucho…¡¡LLENAME EL CHOCHO DE LECHEEE…!! ME CORROOO…

—TODA LA LECHEEE…¡¡TITA PUTONA!!

Mientras sentía los últimos disparos de leche, en el fondo del coño, Ángel buscó mi lengua. Al lamerse ambas lenguas fuera de las bocas, sentí como me estremecía. Mí sobrino aún siguió embistiéndome las nalgas.

Para terminar me hizo se la limpiará, el chulo de él, teniéndome bien cogida del pelo…

—Lamela toda que no quede nada de leche…y los huevos.

Mientras saboreé mis jugos y su leche, me sentí cabreada conmigo misma.

Aún sentía su leche dentro del chocho, y me sentí otra vez excitada.

Ángel dándose cuenta, me cogió los pezones inclinándose hacia mí. Los acarició sin prisa, poniéndomelos duros y gruesos cómo nunca los había tenido.

Estaba pasándole la lengua de arriba abajo, saboreándola con auténtico deseo. Me quitó la polla de la boca.

Tiró de mí hasta ponerme de pie. Me dio un morreo que hizo se me mojará de nuevo el chocho, el golfo.

Se puso detrás de mi, cogiéndome el chocho con toda la mano.

Me hizo inclinarme hacia adelante, apoyándome en la puerta.

Teniéndome así me la metió toda, follándome como un perro. A la vez me acarició la pipa, haciendo me corriera a los pocos minutos.

En cada embestida, mi cabeza golpeó la puerta de los pollazos que me dio el chulo y violador.

—¡¡OOOGGG…!! Violas a tú tita otra vez…¡¡OG…TU POLLA!!

—¡¡OOOHHH…!! Que rico te meto la polla…¡¡OH…TU CHOCHO!!

—¡¡OOOGGG!! Follame el chocho…¡¡HIJO DE PUTA!! Te encanta violar a tú tita…QUE POLLA ME DAS…Mmm…¡¡OG!!

Envistiéndome cómo un animal, sin olvidarse de nalguearme, me clavó el cipote en el fondo del chocho, abrasándome de nuevo con su leche…

—¡¡PUTONA!! Que chocho tan sabroso y tragón tienes, toma polla y leche…¡¡ME CORROOO TITA!!

—¡¡OOOGGG!! Cómo me follas el chocho…llénamelo de polla y leche…¡¡ME CORROOO ÁNGEL!!

Me corrí sintiendo cómo mí sobrino me manoseó la pipa, mojándole los dedos con mís jugos.

Nada más sacármela, me dio una nalgada que me dejó la mano marcada, el mocoso descarado.

Bajé a ducharme antes de que, mí esposo se despertara. Cuándo vi la hora me quede sorprendida. El animal de mí sobrino me había follado más de dos horas.

Al día siguiente mí esposo Pascual se fue por una semana de maniobras.

Al despedirlo en el cuerpo de guardia, le dijo a su sobrino.

 ─Sobrino cuídame a la tita, ya sabes…

─ ¡¡Claro tío!! A quien se acerque a la tita, ¡le pego un tiro!─ le respondió su sobrino, con un desparpajo qué, me hizo sonreír, a la vez que note un rubor subirme por las mejillas y el coño húmedo, para vergüenza mía.

Su tío al oírlo soltó una exagerada risotada…─HAHAHAHA…Anda Rocío que, ya tienes novio…─

Con todo desparpajo delante de su tío, me cogió por la cintura, dándome un beso en la mejilla, dejando sus labios en mi piel por unos instantes, riéndole su tío el descaro ─HAHAHA…éste es más cariñoso que yo, no te quejaras…eh.

Nada más irse mí esposo a media mañana, me cambié de ropa, al quitarme las braguitas, vi estaban húmedas. Eran jugos, no era pis.

Me puse una tanga brasileña, lila eléctrico, de las que dejan las nalgas desnudas del todo, la delgada tela en la ingle quedó encajada entre las rotundas nalgas, y mordida por los labios del chocho.

Al mirarme en el espejo, por detrás, al separarme los muslos y las nalgas, me vi los labios muy rosados, casi fuera de la estrecha tela, junto con varios mechones de pelos negros y muy rizados, dándole aspecto de ser un chocho, GUARRO y TRAGÓN, así con mayúsculas.

Los pezones los tenía duros, cómo dos pitones, sin que me los hubiera acariciado, sólo con rozarlos se me pusieron aún más duros.

Me puse una camiseta que me cubría justo la ingle, como hacía normalmente.

No sabía qué, me hacía ir así con el sobrino de mí esposo en casa, pero sentí una lasciva y morbosa mezcla de vergüenza y excitación animal, sin que un leve rubor abandonará mís mejillas.

La noche anterior dormí descansada como hacía años no lo había hecho.

Me sentí incomoda al mirarlo a la cara, después de lo que me había hecho.

Al acabar de hacerle la comida, sonó el teléfono. Era la madre de mí sobrino, me sentí el corazón latir a mil.

─ ¿Sí…?

─Hola cuñada, ¿Está aún mí hermano por ahí…? ─eh…no, se ha ido hace ya un rato, ─la respondí con la respiración algo agitada─ han adelantado algo la salida, por lo que he oído.

─ ¿Has corrido hija?, te noto asfixiada…

El corazón me volvió a galopar de nuevo ─eh…no es que le he hecho la comida a…Ángel y hace calor, por eso me notas así─ la respondí algo atropellada, intentando tranquilizarme.

─Oye Rocío que, si te da algún problema me lo dices y hablo con él ahora mismo…

Su hijo al oírnos hablar, bajó de su cuarto sin que yo lo oyera. Se sentó en el suelo detrás de mí, encajando su boca entre mís muslos, el muy cabrón de él.

Jamás pensé que, aquel mocoso de 19 años tendría ese descaro y desparpajo. Al estar hablando con su madre, no pude oponerle resistencia apenas. Se lió a darme lametazos por encima de la tanga, lamiéndome toda la pelambrera, atreviéndose a apartarme la tela, para darme lametones en mís rosados labios, sintiendo como me los pintaba.

Al sorprenderme así, su madre notó algo preguntándome qué me pasaba.

─No  mujer, no me da…ningún pr-proble…ma…

─ ¿Te pasa algo…te noto que te has sobresaltado no…?

─Mmm…n-no es tu hijo…es-esta hacien…Mmm…dome cosquillas, por eso me no-notas…así…

─será posible el crio éste, pásamelo un momento, veras como te deja tranquila…el mocoso…

Ángel me hizo le abriera los muslos, para que su madre no notará nada raro. El aprovechado teniéndome así a su merced, me encajo toda la boca en el chocho, hurgándome todo el chocho con su sucia lengua, abriéndome los labios a lametones, metiéndome el cabrón toda la lengua en el chocho, haciendo que el chocho se me moviera solo, del gusto que me estaba dando.

A la vez me manoseó con un vicio impropio de un chico de su edad, todo el culo cómo quiso, poniéndome más excitada de verme acariciada así, por aquel descarado, tironeándome de las caderas hacía abajo, para hacer que le abriera los muslos al máximo y sentarme en su cara.

─N-no mujer…Mmm…Oh…demonio…de crio…Mmm es qu-que está…está comiendo ahora mismo, por eso no te lo paso─ al decirle esto a su madre, noté como le chorree de jugos la boca a su hijo, notándome las mejillas purpuras de vergüenza y excitación por el incesto tan guarro y morboso que estaba haciendo con mí sobrino.

Al notarlo el golfo, me metió toda la lengua en el chocho, bebiéndose mís jugos cómo un sediento, haciendo que le frotara todo el chocho en la boca, cachonda pérdida de placer.

─Oye Rocío que se lo coma todo…que lo conozco.

─¡¡SÍ!!...s-sí se lo está…Mmm comiendo todo, cuándo algo le gusta…¡¡OH…Á-Ángel!!

─Qué hijo tan pesado, ¿aún no te deja tranquila…?

Ángel al sentir cómo le froté todo el chocho, me atrapó el vicioso la pipa entre los labios y la lengua. Al sentirlo cómo me la comía así de rico, sin dejar de tironearme hacia él, acabé sentada en su cara.

─Rocío…Mmm…no te oigo… ¿Oye…cu-OG...cuñada…? cuelgo eh…no te oigo…

Al sentir cómo me comía la pipa, tuve que colgar rápido. Es mí punto híper-sensible, y no habría podido silenciar el placer que su hijo me estaba dando.

Mí sobrino me dio unos lametazos en la pipa, que me hizo correrme a chorros. Hablándome con desparpajo, de forma soez, sobre lo sabrosa que es mí pipa.

─Slurppp…Mmm slurppp…Mmm slurppp…Mmm qué piporra tan sabrosa tienes tita…Slurppp…Mmm slurppp…Mmm dámela te la coma toda, tita cachonda…slurppp…Mmm.

─AG…Mmm AG…Mmm AG…Mmm sí toma mí pipa…¡¡CABRÓN!! Me corro en tu boca…que rico me la comes…tómalaaa…AG…Mmm AG…Mmm… AG…Mmm.

─¡¡QUÉ PIPA…!! SLURPPP…MMM SLURPPP…MMM tita cómeme la polla…SLURPPP…MMM…no me canso de comerte la piporra…¡¡GUARRA!!

─¡¡ME CORROOO!!…toma la pipa de tu tita…tu tío nunca me la ha comido…toma mís jugos…me matas de gustooo…

Ángel me pidió le comiera la polla, haciendo que girara mi cuerpo sobre él.

En esa postura acabamos haciendo el sesenta y nueve. Me cogió por las nalgas, encajándome toda la boca en el chocho. Me comió la pipa, metiéndome la lengua hasta el fondo del chocho el cabrón, bebiéndose mís jugos hasta dejarme seco el chocho.

─SLURPPP…MMM…QUE CHOCHO TAN GUARRO Y SABROSO…SLURPPP…MMM…SLURPPP…MMM…SLURPPP…MMM…Te voy a sacar todos los jugos ¡¡TITA PUTONA…!!

─MMMPPP…QUE POLLA TAN RICA…MMMPPP…AAAGGG…sí comete así mí chocho…me haces correrme ya…MMMPPP…MMMPPP…QUE CIPOTE…MMMPPP…

Además me nalgueó duro el perverso, metiéndome un dedo en el culo, poniéndome más excitada su atrevimiento.

Jamás había disfrutado tanto, comiéndome una polla, como disfruté con él. Me hizo que le mordiera la polla, notando como ganaba una dureza que me dio miedo.

Yo le saqué la leche, siendo incapaz de tragármela toda, echándomela por toda la cara y las tetas.

Nada más corrernos, quiso ducharse conmigo. Mientras me enjabonaba le dije dándole la espalda ─Ángel voy a comer a casa de mi amiga Lucía, te he dejado hechos macarrones con tomate─.

Es su comida favorita. Al oírme me dio la vuelta cogiéndome suavemente de los hombros. Me levantó entre sus enormes brazos, su atrevimiento me hizo reír excitada y nerviosa cómo una adolescente nerviosa ─suéltame Ángel, me vas a tirar…Hahaha, dejam…─sin escucharme me morreó cómo su tío no lo había hecho jamás.

El potente y abrasador chorro, caía entre los dos, directamente en nuestras caras. Me abrazó muy fuerte pegándome a él, al máximo,

Llevó mí mano hasta su polla, que estaba nuevamente como una barra. Me hizo se la agarrara morbosamente, mientras nuestras bocas estaban selladas la una a la otra.

Movió las caderas hacia mí, haciéndome ver que quería el golfo.

Me enfilé yo misma la gruesa cabeza de la polla, entre los labios del chocho, que estaban abiertos de deseo, soltando jugos.

Me empaló toda la polla, teniéndome sujeta de las nalgas, apoyándome contra la pared, haciéndome que lo atenazara  por los riñones con mis rotundos muslos. Le rodee con ambos brazos el cuello.

Soltamos un sollozo cargado de lujuria y deseo sexual, cómo dos animales en celo…

─¡¡¡AAAHHH…MMM!!!─¡¡¡OOOHHH…MMM!!!

Me dio un mete saca diabólico, arrancándome un gemido cada vez que me clavaba el cipote, en el fondo del chocho, haciendo su polla en mi coño un chapoteo acuoso muy guarro, por los jugos y los chorros de la ducha.

─Que rico te meto así la polla…¡¡QUE CHOCHO TAN GUARRO TIENES…TITA!! TOMA POLLAAA…

─¡¡OG…!!Que rico me follas así…¡¡QUÉ POLLA TAN GRUESA!! DAMELA TODAAA…OLLA

─¡¡OH…!! ASÍ TODAAA…QUE CHOCHO TAN TRAGÓN…

─¡¡OG…!! FOLLAME ASÍ MÍ CHOCHO TRAGÓN…

─¡¡OH…!! QUE CHOCHO TAN SABROSO…¡¡FOLLA PUTA!!

─¡¡OG…!! QUE POLLA TAN GRUESA…¡¡FOLLAME LADRÓN!!

─¡¡OH…!! QUE RICO MUEVES EL CHOCHO…¡¡GUARRA!! TOMA CIPOTE…ME SACAS LA LECHE TITA…

Mí sobrino aceleró el mete saca, follándome cómo un animal.

Al sentirlo follándome  así, le hablé muy guarro y soez. El chocho se me movía solo, al ritmo que él me follaba.

Me corrí como una puta, ordeñándole la polla hasta que dejó de soltar leche…

─¡¡AY…!! QUE RICO ME FOLLAS…FOLLAME EL CHOCHO…METEME TODA LA POLLA…HIJO DE PUTA…

─¡¡OH…!! QUE CHOCHO PARA MÍ POLLA….TOMA LA POLLA Y LA LECHE…MUEVE  EL CHOCHO…¡¡GUARRA!!

─¡¡AY…!! ME QUEMA TU LECHE…QUE CIPOTE ME METES…QUE FOLLADA ME DAS…CUANTA LECHE TIENES…SOBRINO…

                                                                        CONFIDENCIAS CON MÍ AMIGA.

Llegué a casa de Lucía vestida con un vestido veraniego bastante corto.

Ella nada más verme me miró de arriba abajo. Sus ojos me lo dijeron todo.

─Estás guapísima hija, el tiempo que hace no te veía esa expresión en la mirada, ¿Es Pascual el culpable…?

Nada más oírla, me provocó una sonrisa de felicidad, pero también un leve sonrojo a la vez. La leche de mí sobrino, aún la tenía en el interior del chocho…

─Quiero hablarte de un problemilla que tengo, y me siento no sé cómo. Me siento feliz…ya veo que me lo has visto rápido cabrona, pero…─ ¿pero qué…?─me interrumpió ella, escrutándome preocupada mi semblante.

─El...sobrino de Pascual, Ángel ha venido para hacer la carrera de veterinaria.

─Pues así estarás  más acompañada, cuándo se va Pascual cómo ahora ¿no cariño?

─S-sí…eso es verdad…─al verme tan misteriosa me dijo─ ¿No me digas que es violento contigo o se droga…?─.

Mientras comencemos a comer la dije… ─Ángel m-me…ha…violado…─. Lucía me miró en silencio tranquila, analizando si le estaba tomando el pelo.

Tras unos instantes me preguntó ─ ¿Por qué no lo denuncias o llamas a sus padres…?

─Es que, me ha hecho sentir cosas…que nunca debería haber sentido, si se supone que me estaba violando…

─Claro Lucía llamo a su madre y le digo: Oye que tu hijo me ha violado, pero no voy a denunciarlo porque me ha gustado…─ ¿quieres decir que sentiste algún placer, mientras te violó…?─me preguntó ella─.

Sentí cómo dos lágrimas querían escapar de mís ojos. Mi amiga me cogió la mano, acariciándomela, intentando tranquilizarme.

Al final las lágrimas bajaron lentamente, sin que la sonrisa desapareciera del todo de mís labios.

─Me corrí no sé cuántas veces, perdí la cuenta. Siento rabia porque mí esposo no ha tenido cojones de darme ese placer que, un mocoso de diecinueve años, me está dando… ─ ¿Cómo qué te está dando…?─me interrogó incrédula Lucia, sin apartar sus ojos de los míos. En este instante noté mís mejillas arder.

Ella al fijarse en mi con más atención me comentó ─joder Rocío, vas a romper el vestido, estás cómo un miura hija…

Los pezones los tenía tiesos, duros y gruesos a más no poder, y el chocho húmedo.

─Esta mañana ha llamado su madre, para ver cómo se portaba, si me daba algún problema. Al oírnos hablar ha bajado y aprovechando que no podía defenderme, me ha vuelto a violar…─ ¿mientras hablabas con su ma…dre…?─me interrumpió ella─ ¿cómo te ha quitado la ropa, estando de pie?

Con las mejillas de color púrpura le expliqué ─me metió la cabeza entre los muslos, sentado en el suelo detrás de mí, me ha tironeado de las caderas, hasta hacerme sentar en s-su…boca…al final he tenido que colgar el teléfono, para que su madre no oyera nada…

─¡¡Joder con el mocoso…!! Después de colgar te has levantado, y le has dado una patada claro…─n-no…─ dejé ir en un susurró, con las mejillas ardiéndome de vergüenza al máximo ─ ¿cómo qué…no?─ me interfirió ella, con ojos escrutadores.

Me levanté de la mesa, yendo con Lucía al patio. Nos sentemos bajo la sombra de un alto platanero.

La respondí en un susurro, notándome las braguitas húmedas al recordar el sesenta y nueve que había hecho con mí sobrino, hacía poco rato.

─H-he…mos…hecho el sesenta y nueve, nada más colgar el teléfono. Lucia me acercó los labios a la oreja, susurrándome… ─¡¡PU…TO…NA…!!

Me abrazó muy fuerte, levantándome de la silla.

 Así abrazadas me volvió a susurrar─¡¡te quiero!! ─¡¡te quiero!!─la susurré a la misma vez, diciéndome ella a continuación ─Aunque seas una tía tan puta y pervertida…

Rompimos en una estruendosa carcajada.

─HAHAHAHA…─HAHAHAHA…─.

Llamé a la madre de Ángel. Me disculpé por la interrupción, aduciendo que se había interrumpido la línea. Tranquilizándola sobre Ángel, diciéndola que, «es un buen chico, me hace mucha compañía, y cuida de mí» cómo le pidió tu hermano antes de irse.

Al decirle esto, sentí mí coño húmedo y los pezones tiesos.

Nada más colgar el teléfono, cenamos algo ligero. Mí sobrino no me tocó un pelo, ni hizo mención alguna a lo que había pasado entre nosotros.

Lo que sí hizo fue devorarme las tetas, que se me marcaban mucho, viéndoseme los pezones clavados en la tela.

Me puse una tanga brasileña, esta vez roja. La camiseta cubría apenas las nalgas. Entre los macizos muslos, se me escapaba algún mechón de pelos que otro, haciéndome sentir, muy ¡¡GUARRA!! Así con mayúsculas.

Ángel escanció un poco de fino, mientras cenemos viendo la tele.

Nada más acostarme, me metí dos dedos en mi estrecho y carnoso coño. Recordé cómo me había follado en la ducha, metiéndome toda la polla, hasta rozarme el coño sus huevos. Me corrí  acariciándome la pipa, hasta que mís dedos me follaron el chocho con un chapoteo guarro…empapándome los dedos de jugos…

─¡¡AY…!! Que rico me has follado el chocho…méteme más toda la polla…fóllame el chocho así de rico, AY MÍ CHOCHO…¡¡ME CORROOO…!!

Me dormí profundamente nada más correrme, totalmente relajada.

Me noté cómo si volara entre una neblina, a punto de amanecer. Era una sensación muy agradable, notándome excitada. Sentía mi coño húmedo, a la vez que mantenía los brazos y piernas muy abiertos, como si fuera a dejar de volar si los cerraba.

Algo similar a un tentáculo me lamía, sintiéndolo sobre todo en mi culo. La sensación se hizo tan intensa que desperté.

La alcoba estaba en una tenue penumbra, los rayos se colaban por la persiana medio bajada, iluminándola toda, de suave luz, creando unos claro-oscuros sensuales.

Al abrir los ojos me vi boca abajo. Me sentí muy relajada y somnolienta. Hacía años no dormía así de bien. Sentía aún el tentáculo del sueño lamerme,  cómo me recorría en ese instante la canaleta del ano al chocho.

Me hurgó los labios, sintiendo como los abría a lametazos, comiéndome todo el coño.

Al querer darme la vuelta, algo tiró de mís muñecas hacia los lados. Sorprendida y asustada descubrí estaba atada por las muñecas, a las patas de la cama.

En el espejo que, tengo en la cabecera vi a Ángel comiéndome el coño, mientras me manoseaba las nalgas, el hijo de puta.

Respiré agitada, sintiendo como aquella lengua me sacaba los jugos a lametones. Pasada la sorpresa inicial le bramé ─¡¡SUELTAME…CABRONAZO!!

Me encajó más la boca en todo el chocho. Me picoteó la pipa, hasta ponérmela excitada y gruesa como nunca la había tenido así antes, bebiéndose mís jugos como un sediento, el mocoso vicioso…

Luche contra mi cuerpo, sacudiendo mís caderas, intentando detener el orgasmo que mí sobrino me estaba arrancando a lametazos, comiéndose tan bien mí excitado clítoris.

Al sacudir las caderas, logré el efecto contrario. Le froté todo el chocho en su boca, sintiendo como me comía de rico aquella lengua tan sucia…

─MMM…no esto no es bueno…no…MMM tu lengua…me comes toda la pipa…no, no quiero...¡¡AAAYYY…MÍ PIPA!!

─SLURPPP…MMM que pipa…dámela toda tita…SLURPPP…MMM que jugos tan ricos…SLURPPP…MMM

SLURPPP…MMM SLURPPP…MMM córrete en mi boca…¡¡TITA CACHONDA!!

─¡¡OOOGGG…MMM!! Me corro en tu boca….toma mí pipa…me matas de placer…¡¡OOOGGG…SÍ!! ME CORROOO…TOMA MÍ PIPA….COMETELA ASÍ…¡¡OOOGGG…MMM!!

Nada más correrme, el descarado aprovechado, me hizo le comiera toda la polla. A la vez, me dio en las nalgas con un cinturón de su tío, el muy chulo.

Me cogió de mi rizada melena, pasándome la polla por los labios, haciendo se la lamiera toda, sin prisa ninguna. Pasé la lengua, saboreándola cómo una puta, mientras me descargaba golpes con el cinto…

─¡¡OH…TITA!! Como la lames de rico… ¡¡PUTA!! Toma cinturón…so cachonda…PLAFFF…PLAFFF…así hasta los huevos…¡¡GUARRA!!

─SLURPPP…MMM SLURPPP…MMM ¡¡AAAUUU…!! SLURPPP…MMM ¡¡AAAUUU…!!

Me hizo le comiera la cabeza de la polla, que no podía estar más gruesa y amoratada.

Se la comí apretando mucho los labios, poniéndolo cachondo perdido. Dejó de azotarme al ver lo bien que le comí el cipote…

─MMMPPP…MMMPPP…MMMPPP…MMMPPP…

─UUUFFF…sí comételo así que te entre bien ¡¡OH…!!…como te comes el cipote…¡¡TITA PUTONAAA…!!

Ángel así como  me tenía cogida del pelo, me folló la boca. Me nalgueo con la mano, haciendo se me mojara más el chocho.

Cuándo le pareció que estaba bien dura, se colocó detrás de mí. Me echó un chorrito de aceite corporal en el ano.

Me metió el dedo corazón, con una facilidad que no esperaba. Aun así gemí por la sorpresa más que por el dolor, pues nadie me había tocado el culo nunca.

─¡¡AH…!! Nadie me ha tocado nunca el culo…Mmm metes mucho el dedo…¡¡AH…!! No me folles el culo…¡¡ÁNGEL…!!

Él lejos de escucharme me metió todo el dedo, hasta el fondo. Lo rotó dándome más placer del que yo quería reconocer.

─¡¡OG…Mmm!! Haces me confunda…¡¡OG!! Nadie me ha tocado así…¡¡OG…!!TU DEDO…MMM

No entendía cómo sabía tanto de la jodienda, aquel descarado.

Para darme más placer me acarició la pipa, haciéndome correr, mientras me metió un segundo dedo, acariciándome todo el ano por dentro, dándome un placer muy guarro…

─¡¡OG…MMM!! Me haces correrme…AY MI PIPA…¡¡LADRÓN!!

Me haces sentir un placer muy guarro, tus dedos me abren mucho el ano…¡¡CABRON..!! Me violas otra vez…¡¡OOOGGG!!

Mí sobrino me enfiló el grueso cipote en el ano, empapado en aceite. Lo presionó hasta que mí ano cedió, tragándose la gruesa cabeza, se la mordí muy fuerte. Sentí un placer lascivo, sacudiendo la cabeza a un lado y otro, con el chocho soltando jugos, y los pezones doloridos de excitación.

Él se dio cuenta, quejándose por cómo le mordía el cipote con mí ano.

Los dos sollocemos un gemido morboso, cargado de lujuria y deseo incestuosos…

─¡¡AAAYYY…ÁNGEL!! Que cipote tienes…¡¡CABRÓN!!

─¡¡OOOHHH…TITA!! Me muerdes mucho el cipote…que culo tan rico y estrecho tienes…¡¡PUTA!!

Me soltó las cuerdas de las muñecas. Me puso a cuatro patas, sin sacarme el grueso cipote.

Me nalgueó intensamente ambas nalgas a la vez que, me ordenó el perverso y chulo ─empuja el culo tita, que te entre toda la polla…¡¡GUARRA!!

─¡¡AAAYYY…CHULO!!…tienes la polla muy gruesa y dura…me abres mucho el culo…¡¡GOLFO!!

Empujé el culo, cómo una guarra, sintiendo como la gruesa polla me entraba más a cada instante, dándome un placer que, jamás pensé sentir. El sobrino de mí esposo me tenía bien cogida, por las caderas y mi mata de pelo.

─¡¡AAAYYY…ÁNGEL!! Tu polla me llena mucho todo el culo…¡¡OG…MMM!!

─¡¡UUUFFF…TITA!! Que culo tan tragón tienes…Que rico mueves el culo…TOMA TODA LA POLLA…¡¡GUARRA!!

Me tironeó fuerte del pelo, metiéndome toda la polla el hijo de puta, sin miramiento ninguno.

─¡¡AAAYYY…ÁNGEL!! QUE POLLA TIENES…FOLLA MI CULO…¡¡CABRÓN…!!

─¡¡OOOHHH…TITA!! QUE CULO TAN GUARRO…TOMA POLLA…¡¡PUTA!!

Me folló como un chulo follándose a su puta. Se echó en mi espalda, dándome un mete saca lento y profundo, dejándome sentir como me la metía toda, follándome viva. Me amasó las tetas, a la vez que me chupo y lamió el cuello y la oreja, poniéndome cachonda y caliente como una perra…

─¡¡OOOGGG…!! ME METES TODA LA POLLA…FOLLAME EL CULO…ASÍ DE RICO…

─¡¡OOOHHH…!! QUE CULO TAN TRAGÓN…TOMA CIPOTE EN EL FONDO DEL CULO…

Mi sobrino aceleró el mete saca, haciendo que el culo se me moviera solo.

El descarado con un desparpajo que, me puso más caliente me susurró al oído…─te voy a follar como un perro rabioso…ábrete las nalgas  ¡¡PUTA…CACHONDA!!

Antes de acabar la última frase, me dio una nalgada muy fuerte.

Excitada como una perra, de verme tratada así por aquel mocoso, le obedecí.

Me abrí las nalgas con las dos manos, cómo una vulgar puta…

─ ¿Así quieres me abra las nalgas…so chulo?

Me metió el cipote, arrancándome un gemido, sacándomelo a los pocos instantes.

─¡¡OG!! ¡¡QUE POLLA…!!

─¡¡OH!! ¡¡QUE CULO…!!

Me lo volvió a meter…

─¡¡AY!! ¡¡TU CIPOTE!!

─¡¡OH!! ¡¡TU CULO!!

Me metió y sacó el cipote solo, más fuerte en cada embestida, abriéndole yo las nalgas como una guarra, loca de deseo por la polla de mí sobrino…

Me puso el culo muy abierto, y rabiosa porque me lo follará, a él se le puso más grueso el cipote a cada embestida, y la polla más dura…

Se subió en mi grupa, cómo si imitara a un perro de verdad.

Con mi culo todo abierto, de meterme y sacarme el cipote repetidamente hacia unos instantes, me empaló toda la polla, el muy hijo de puta.

Grité como si me matara, rompiéndome el culo en cada embestida, clavándome toda la polla, sin miramiento ninguno, sintiendo como el chocho me mojaba los muslos de jugos…

─¡¡¡AAAYYY!!! ¡¡QUE POLLA…!! ME LA CLAVAS TODA…¡¡CABRON!! ME ROMPES EL CULO…MMM.

─¡¡¡OOOHHH!!! ¡¡QUE CULO!! TE LA CLAVO RICO…¡¡PUTA!! COMO MUEVES EL CULO…MMM.

─¡¡AAAYYY!! ME METES TODO EL CIPOTE…ÁNGEL.

¡¡LADRÓN!! COMO ME FOLLAS EL CULO…

 ¿AY…ASÍ TE METO SABROSO EL CIPOTE…TITA?

¡¡GUARRA!! COMO ME MUERDES LA POLLA…

─¡¡OOOGGG!! SÍ…METEME SABROSO EL CIPOTE…¡¡CHULO!! QUE RICO ME FOLLAS EL CULO…

─UUUFFF…TOMA EL CIPOTE TITA…QUE SABROSO TE LO CLAVO…ASÍ TODOOO…¡¡QUE CULO TIENES…!!

─¡¡AAAYYY…!! ME CLAVAS TODO EL CIPOTE…¡¡OG!! FOLLA MI CULO ASÍ…CARIÑO…METELO TODOOO…

Excitado por mis palabras, viendo cómo le abría las nalgas con  las dos manos, cómo una guarra, me nalgueó duro, clavándome toda la polla como un perro…

─¡¡OOOHHH…!! QUE CULO TAN TRAGÓN…CÓMO SE TRAGA TODA LA POLLA…TOMALO TODOOO…

─¡¡OOOGGG!! SÍ…ME FOLLAS MUY RICO EL CULO…CLAVAMELA MÁS…HIJO DE PUTA…ME MATAS DE PLACER…¡¡AY…QUE POLLA!!

Ángel deshizo la postura, haciendo que me sentara encima de él, dándole la espalda.

Así los dos de cara al espejo, me hizo que yo misma me enfilara la gruesa cabeza de la polla en mi ano, muy abierto, por cómo me lo estaba follando.

Nada más enfilarme el cipote, mi sobrino me la clavó toda, haciendo me recostara en su espalda, toda espatarrada delante del espejo cómo una autentica puta.

Gemimos de forma morbosa y lasciva a la vez…

─¡¡AAAYYY…ÁNGEL!!─¡¡OOOHHH…TITA!!

─¡¡OOOGGG…!! ASÍ ME LA CLAVAS TODA…¡¡CABRÓN!!

─¡¡UUUFFF…!! QUE RICO TE LA CLAVO…¡¡PUTA!!

─¡¡AAAYYY…!! ASÍ VEO COMO ME ROMPES EL CULO…QUE RICO ME FOLLAS…¡¡NENE!!

─¡¡OOOHHH…!! QUE CULO TAN ESTRECHO…QUE RICO TE FOLLO…¡¡TITA!!

─¡¡OOOGGG!! TU POLLA ME LLENA TODO EL CULO…FOLLAMELO…¡¡AY…QUE CIPOTE!!

Ángel me levantó los muslos, haciendo así que se me clavara más toda la polla.

Viendo los dos cómo me clavaba toda la polla en cada embestida, me rompió el culo, golpeando sus peludos huevos en los labios de mi coño, corriéndonos a la vez, con nuestros ojos atrapados en la morbosa imagen del espejo…

─¡¡OOOHHH…!! QUE SABROSO TE CLAVO ASÍ EL CIPOTE…¡¡CÓMO FOLLAS PUTONA!!

─¡¡AAAYYY…!! COMO ME FOLLAS EL CULO…CLAVAME SABROSO TODO EL CIPOTE…¡¡ME CORROOO…HIJO PUTA!!

─¡¡UUUFFF…!! PUTA ME MUERDES LA POLLA…TOMA LA LECHE…¡¡ME CORROOO…TITA!!

Se le puso la polla más gruesa y dura, me cogió las tetas, estirándome los pezones con fuerza, el perverso. Me clavó la polla cómo un animal, golpeando con fuerza sus huevos, en mi chorreante chocho, llenándome el culo con unos potentes chorros de leche, provocándome un orgasmo como jamás había sentido en la vida.

─¡¡AAAYYY…!! ME LA CLAVAS TODA…ÁNGEL…FOLLATE MI CULO…MÁS…¡¡QUE POLLA!!

─¡¡OOOHHH…!! QUE CULO TAN GUARRO…Y RICO…TITA…TOMA POLLA Y LECHEEE…

─¡¡OOOGGG…!! TU POLLA…LA METES TODA…DAME LA LECHE SOBRINO…¡¡AY…!!

─¡¡UUUFFF…!! QUE CULO…PUTONA ME ORDEÑAS LA POLLA…TOMA LECHE ¡¡GUARRA!!

─¡¡AAAYYY…!! ME CLAVAS MUCHO EL CIPOTE…TU LECHE ME QUEMA…ME CORROOO ¡¡ CABRÓN!!

─¡¡OOOHHH…!! QUE CULO TAN TRAGÓN…TOMA POLLA Y LECHE…COMO FOLLAS…¡¡PUTA!!

Desde ese día Ángel me enseñó a disfrutar del sexo, cómo su tío jamás lo había hecho.

Pero esto es parte de otra historia…

Espero que las/os lectoras/es de todo relatos disfrutéis de este relato y lo valoréis, dejando algún comentario, tanto si os gusta cómo si no.

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