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Cornudo en mi propia casa: Puta y Esposa (Parte 4)

en Hetero: Infidelidad

Hace varias semanas que Carlo, el amante de mi mujer, lleva trabajando en Estados Unidos, donde posiblemente permanecerá hasta fin de año y, aunque no hemos comentado nada al respecto, Gema, mi mujer, echa de menos su ausencia y cada día la veo más triste. Para aquellos que se incorporan ahora a nuestras historias deciros que Gema lleva varios meses manteniendo relaciones con su Jefe, Carlo, un italiano fuerte y dominante que la ha convertido en su puta, en una esclava sumisa y complaciente a la que folla cuando y como quiere, muchas veces delante mío, cuya presencia en sus juego sexuales parece excitarle especialmente.

En estos meses he hecho todo lo posible para satisfacerla sexualmente y puedo aseguraros que lo he conseguido, pero no he conseguido cubrir ese vacío de dominación que también cubre Carlo. Gema necesita ser sometida, poseída y ello, sin embargo, yo no puedo dar ese salto de marido a amo …………………. Siempre he sido un buen amante, soy un hombre fuerte y bien dotado; he tenido muchas mujeres, pero siempre he sido un amante considerado, que a duras penas ha logrado dar un azote suave cuando las colocaba a cuatro patas. Carlo es, sin embargo, una bestia salvaje, un animal que disfruta enculando con fuerza mi mujer, mientras la azota el culo hasta dejárselo casi en carne viva. Ese es lo que le gusta a mi mujer …………………. y también a mí. Me excita muchísimo ver como mi mujer es la perra de otro hombre y como esté la folla a su antojo, como si fuese su puta en exclusiva. Sé que hay gente que no comprende que pueda ser así, pero mi mujer y yo nos queremos y aceptamos, por lo que nos importan bastante poco las criticas ajenas.

Volviendo a la historia deciros que no podía permitir que la situación continuase y, por eso, mientras la veía subiendo y bajando su boca deliciosa en torno a mi polla, la acaricie la cabeza con cariño y:

  • Esta noche ponte guapa, muy guapa……………….
  • ¿Por?, contesto ella, parando el movimiento de su boca, para, mirarme a la cara, sin dejar de masturbarme suavemente.
  • Vamos a salir a cenar y a un club que me han dicho que está muy bien.
  • ¿Cuál club?
  • Es una sorpresa, pero sé que te va a gustar ………. Tu solo ponte muy guapa, por dentro y por fuera, que nunca se sabe donde que vamos a terminar haciendo.

Gema me sonríe, como solo sabe ella y vuelve a chupar mi polla, mientras me aprieta suavemente los huevos, como a mí me gusta. No me extraña que Carlo esté como loco con ella: No hay mujer que la chupe como ella, con ese deleite y maestría, sabiendo cuando hay que apretar y cuando aflojar la presión, cuando correr y cuando ralentizar y, sobre todo ……… como dejar que la corrida del hombre entre en su boca, aunque sea muy copiosa ……. Nunca se la derramará ni una sola gota. Aun recuerdo como Carlo la enseño a hacerlo y como la fusta sonó noche tras noche sobre su cuerpo hasta que aprendió a hacerlo, con la habilidad de una puta experta.-   

Cuando la veo salir del baño esa noche, veo que he acertado completamente con mi propuesta y necesitaba salir. Esta esplendida, muy pintada, con su pelo rubio suelto, cayendo sobre los hombros. Solo lleva un tanga, medias de encaje  y altos tacones. Parece mentira como se le conservan y aunque menudas son duras y redondas como las de una mujer mucho más joven. El tanga resalta su culo fuerte, simétrico, bien equilibrado….ummmmmmm, se me está poniendo dura solo de verla. Cuantas veces he tenido ese culo frente a mí, cuando la he colocado a cuatro patas y la he follado por detrás, tanto por su húmedo sexo, como por su apretado culo …………………… y cuantas veces he visto a otros hombres follarla como una perra a cuatro patas, tanto de modo individual, como dos machos al unísono, que han ocupado todos sus agujeros al mismo tiempo.

  • Estás preciosa ………
  • Me tienes muy vista …. Dice, mientras se coloca un elegante vestido Cacharel azul de puntos blancos, que resalta su figura, aumentando aun más lo excitante de su escote y lo redondo de su culo. ¿vas a decirme donde vamos?
  • Ahora a cenar a Ten con Ten…………………. luego a otro sitio ….. que espero te guste mucho.
  • Cuéntame donde es …… me pide zalamera.
  • Ni de coña. Es una sorpresa …………………….

La cena en Ten con Ten es tan agradable como siempre, por lo que el vino pronto nos caldea, así como la copa que nos tomamos de postre. Pago y salimos del local, orgullosos de ver como los hombres del local miran a mi mujer, esplendida en su vestido, elegante y sexi a la vez.

¿Hay que coger un taxi? -me pregunta al salir.

No, podemos ir andando, es a cinco minutos de aquí.

Subimos por la calle Ayala hasta Velázquez y allí nos dirigimos hacia un local que hay en el numero 2 ……., un local muy discreto al que se accede pro el portal de un elegante edificio y que permanece desapercibido para todo aquel que desconozca su existencia. Entregó la invitación a un portero negro que hay en la puerta y entramos al local. Bajamos la escalera hasta llegar a una sala de unos 500 metros, con no mucha luz, con una pista de baile, la explico a Gema que es una antigua discoteca de los años 70 que se ha reconvertido ahora en club privado de lujo.

  • Es muy bonito, dice mientras nos sentamos en una mesa, en un reservado muy privilegiado, porque permite contemplar toda la sala y lo que ella sucede.
  • Ha costado un dineral su decoración y solos e puede acceder por rigurosa invitación. He tenido que mover muchos hilos para conseguir una invitación.
  • ¿hay algo más, verdad?-me pregunta sonriendo-me extraña mucho que me traigas a un local así.
  • Así …. ¿Cómo así?
  • Normal …….. Dime que tiene de especial, porque seguro que algo hay.
  • Te he visto muy triste estos días y he pensado que salir de la rutina te iría bien. ¿No echas de menos a Carlo?
  • Ya sabes que sí, pero no me gusta hablar de ello.
  • Mira, ¿ves como este club tiene dos partes bien diferencias?
  • Si, es verdad, la parte de aquí arriba solo hay parejas y en la de bajo, detrás de esa especie de valla, solo hay hombres jóvenes.
  • El tema es como sigue. Ahora mismo los focos impiden que los jóvenes de abajo puedan ver nada de aquí arriba, mientras que desde aquí podemos verlos perfectamente y estudiarlos.
  • ¿Estudiarlos? Pregunta Gema, removiéndose nerviosa en su asiento.
  • Si, ellos son los sementales seleccionadas y vosotras las yeguas.
  • ¿Cómo?
  • El juego es fácil, durante una hora podremos tomar una copa tranquilamente desde aquí, mientras vemos los sementales en su zona. Luego, durante una hora más podréis, si queréis, las yeguas pasar a la zona de ellos y conocerles. Luego, las que quieran, se traerán a uno de ellos aquí para que los conozcamos los maridos. Luego, si te apetece, iremos al Hotel Wellington que está aquí al lado para que os follen delante de nosotros.
  • Estás loco ………………
  • ¿Por? ¿No tienes a un amante que te folla cuando y como quiere, incluso delante mío?
  • Sí, pero es distinto, lo nuestro surgió poco a poco, no ofrecida como una mercancía en un mercado.
  • Tú verás, no te enfades. No es obligatorio que hagas nada. Tomemos unas copas y ya veremos ……. Pero no te engañes, te excita ser una puta más que nada –añado metiendo la mano bajo su falda.
  • Y a ti ser un cornudo, dice mientras se acomoda para ver el paisaje, mientras siente como mis dedos juegan con su vulva húmeda-un cornudo al que le encanta ver como follan a su mujer con fuerza ¿Verdad?
  • Mucho, ya lo sabes ………………..

La masturbo suavemente sin dejar que llegue al orgasmo, mientras veo como a cada segundo está más pendiente de los 20 0 30 jóvenes, de distintas razas, que toman copas en su zona.

  • ¿te gusta alguno?
  • No sé, no se contesta estremecida, mientras mi dedo aprieta su abultado clítoris.  El moreno de la americana no está nada mal y el mulato de rojo también …… ¡haz que me corra, por favor! ¡me estás volviendo loca!
  • Ni de coña ................ te voy a poner tan cachonda que vas a follarte al primero que pilles.
  • Que cabrón eres, que cabrón. Te voy a poner unos cuernos enormes cabrón …….. con ese moreno enorme que veo desde aquí, que debe tener una polla a juego.
  • Como me pones nena, como me pones …….. digo mientras la meto dos dedos bien dentro, al mismo tiempo que ella agarra con fuerza mi paquete a través del pantalón.
  • ¿Te apetece ver como monta a tu nena un semental? ¿Quieres ver como la ponen a cuatro patas un par de machos y la dan hasta hacerla gritar?
  • Eres única nena, única ………. Exclamo, completamente excitada viendo como se está transformando paulatinamente en una puta sedienta de sexo y, sinceramente, me encantaba que lo fuese.

Una voz interrumpió nuestra excitación ……………………. O mejor dicho aumentó; la música se detuvo momentáneamente y la voz del DJ anunció teatralmente “la apertura del corral, para que yeguas y sementales pudiesen conocerse”. Gema me sonrió y pícaramente me preguntó:

  • ¿Quieres que tu yegua baje a conocer un semental con el que cruzarse esta noche?
  • Si……………………..
  • Piénsalo porque estoy muy salida y deseosa de buscar el más fuerte y dominante para que me monté toda la noche.
  • Hazlo ….
  • Está bien, contesta Gema, vamos a ver “si me sale novio”.

Se levanta sonriente, se recoloca la ropa y baja las escaleras de nuestra zona, dirigiéndose hacia la pista, mientras veo como su culo tensa el vestido, marcándose levemente la forma menuda de su tanga. Está esplendida y lo sabe, pienso mientras la veo salir de la oscuridad y entrar en la pista de baile donde todas cabezas se vuelven hacia ella. Ya hay varias mujeres bailando entre los 20 o 22 hombres, pero no hay duda que la que causa sensación es mi mujer. Comienza a bailar suavemente, destacando entre las demás con sus ademanes elegantes, su vestido, sus tacones, su pelo rubio y ………… ese cuerpo estupendo que se agita al ritmo de la música, con un suave balanceo de pechos y glúteos que logran la rápidamente la atención del resto de hombres que bailan alrededor. No tarda en juntarse a ella un tipo rubio de unos 28-30 años, muy fuerte y bronceado, que se coloca tras de ellas y suavemente le coge las caderas, balanceando su pelvis contra el culo de mi mujer, simulando un coito suave.

Desde ese instante son siete u ocho hombres los que tratando e acercarse en diferentes ocasiones a ella, sin que manifieste ninguna oposición al contacto, sino todo lo contrario, dejando que todos ellos se estrellen contra su culo, catando su firmeza, pasen sus manos por el contorno de sus caderas o, los más atrevidos, besen ligeramente sus labios. Todos ellos la hablan más tarde o temprano al oído, haciéndola sonreír: no es difícil aventurar que la están proponiendo ……………………. Poco a poco, uno de ellos parece hacerse con el mano: es un tipo de algo más de treinta años, muy moreno y fuerte, que parece imponer respeto a  los demás, porque su sola presencia hace que los demás de alejen de la pareja, dejándole en exclusividad el ataque a mi mujer, cuyo culo aprieta con fuerza con su cuerpo, como si quisiera transmitirla el tamaño y dureza de su miembro.

La habla al oído durante unos minutos y, por fin, veo como la coge de la mano y saliendo de la zona iluminada se dirigen hacia mí. Parece que mi mujer ha elegido macho para esa noche. Veo como vienen ambos abrazados hacia donde yo estoy:

  • Hola cariño, te presento a Jorge. Jorge este es mi marido.
  • Hola, dice el moreno, con una sonrisa irónica que me crispa los nervios, - es un placer conocerte y más que va a ser conocer a tu esposa…… para mí y sobre todo  para ella,- añade plantándola un morreo un tanto violento, invadiendo con su lengua la boca de ella, mientras agarra con fuerza su culo prieto, cuya forma redonda comba el vestido- me dice ella que buscáis un hombre como yo para que la folle delante tuyo, ¿Es así?
  • Si, - contesto, sin poder evitar que mi voz se quebré- así es….
  • Pues entonces habéis encontrado el hombre adecuado. Vamos, hay un hotel aquí al lado-añade, agarrándola de la cintura e iniciando el camino de la salida.

Salimos del local y les sigo por la calle, sin que nadie se aperciba de la situación. Son una pareja más que pasea por la noche, el más joven que ella, pero ella una madura muy atractiva y elegante. Van abrazados, la mano de él depositada sobre su culo, cuya firmeza cata de vez en cuando mediante reiterados apretones, que, como siempre me pasan, me excitan y encelan al mismo tiempo. Es complicado explicar porque aguante en un primer momento que mi mujer me cornease e, incluso, luego favorecí que lo hiciera. Aunque parezca increíble mi mujer solo ha tenido un amante como tal, aunque se ha tratado de una relación especial, muy especial: no ha sido una relación ocasional como en otros casos de infidelidad, sino de una relación estable, donde el amante de mi mujer, Carlo, se ha convertido en amo y señor de mi esposa, convirtiéndola en una esclava sexual sumisa y complaciente que haría cualquier cosa que en esa materia le pidiese: Por ello la he visto participar en todo tipo de prácticas, desde tríos a orgias, ser golpeada con fustas hasta hacerla gritar, etc, etc. Siempre me excitó la idea de verla con otro hombre, pero reconozco que la situación me ha sobrepasado con Carlo, porque una cosa eran aventuras esporádicas con otros hombres y una cosa muy distinta es saber que se ha convertido en propiedad exclusiva de otro hombre, que la posee cuando y como quiera, con plena conformidad de ella en servirle.

Mis pensamientos se interrumpen cuando llegan al hotel y mientras yo realizo los trámites de la habitación, los veo dirigirse hacia el ascensor comiéndose los labios, mientras el agarra ya con fuerza, y sin ningún pudor, su culo, En un momento no duda en levantar la falda y agarra su culo desnudo, que queda a la vista de los que estamos en recepción, solo cubierto por el minúsculo tango negro. Oigo como uno de los mozos le dice a otro “ A esa la van a poner mirando a Cuenca …” “Esta muy buena-contesta otro chaval. Ya quisiera ser yo el que la pusiese mirando a Cuenca”. En el ascensor el tipo se desboca y no duda en meter la mano baja la falda y, supongo, que además meter un par de dedos en el sexo de ella, pues Gema se convulsiona mientras no deja de besarle, agitándose al compas del movimiento de la mano de él, que, literalmente, la folla allí mismo con sus dedos.

A duras penas llegamos a la habitación, pues el parece no poder aguantar y más de una vez parece que va a  montarla allí mismo, sobre todo cuando la coloca contra la pared, la sube el vestido y coloca su pelvis contra el culo de mi mujer …… Afortunadamente llegamos hasta la habitación, donde una cama enorme se ofrece a nuestros ojos, Junto a ella hay una mesa baja con una botella de JW Etiqueta negra. Hielo y vasos, así como una botella de agua mineral y otra de soda. Mientras ele se tumba en la cama, yo me colocó en un diván que también hay en la habitación.

  • Quítate la ropa nena …….. muy lentamente –dice el hombre, mirando a mi mujer que ha quedado de pie junto a la cama.

Gema, obediente, comienza  a desabrocharse el vestido, moviendo suave y lentamente el cuerpo, como si bailase, al ritmo de una música invisible que solo parece escuchar ella. Pronto le vestido cae al suelo y queda frente a nosotros con las tetas al aire, el tanga, las medias y los tacones ……………….. espectacular.

  • Qué maravilla nena, estás espectacular. Anda, ponnos un par de whiskies con hielo a tu marido y a mí, para que apreciemos algo más de tiempo lo guapa que estás con esa ropa …………………. antes de entrar en faena.

Gema sirve las copas con profesionalidad, sabiendo cómo hay que hacerlo, dejando que nuestros ojos se deleiten con su culo fuerte, sus piernas torneadas, sus tetas redondas. Siendo como la polla s eme pone como una roca. Cuando le sirve a el, puedo ver al agacharse, como su sexo brilla empapado; está muy excitada, pero controla la situación, porque, como todos sabemos, no es la primera vez que es el centro de una fiesta. Cuando me sirve a mí la copa, me mira fijamente a los ojos, muy cerca, dejando que sus tetas se bamboleen a escasos centímetros de mi boca y suavemente me dice al oído:

  • Estás deseando que me monten. ¿Verdad?, me pregunta mientras me da un suave beso en los labios.
  • Siiiii, contesto mientras la veo sonreírme y darse la vuelta, sabiendo que la fiesta va a comenzar.

Jorge está de pie junto a la cama, con la copa en la mano. Se ha quitado la camisa y los zapatos, quedándose solo con el pantalón. No necesita decir nada, porque gema se acerca a el, se quita el tanga y se coloca en cuclillas delante. Le quita los botones, la cremallera y le baja el pantalón. No lleva calzoncillo, así que su pene el que se ofrece a nuestra vista. Es una muy buena tranca, del nivel de la Carlo, gorda y fuerte, llena de venas que la cruzan y con un enorme par de huevos que secundan el creciente cilindro. Gema lo agarra y masajea suavemente sin dejar de mirar al hombre, logrando que su excitación aumenté progresivamente hasta que no puede más:

  • ¿Qué esperas nena? Cómemela de una vez o me a va dar algo. No parece que sea la primera polla que te comes …..

Gema sonríe y se mete la polla del hombre en la boca comenzando a hacerle una maravillosa mamada, introduciéndosela cada vez más, mientras acaricia sus huevos con suavidad. Jorge no tarda en caer sobre la cama, mientras gema se acomoda para seguir chupándosela; esta poniéndole como una moto con su hábil boca, el masaje de los huevos y la delicada presión que con sus dedos realiza en el ano del hombre.

  • Como la chupas nena, eres increíble. Nadie me había hecho un trabajo así …….. por lo que te voy a dar tu premio.

La da la vuelta, la coloca a cuatro patas y sin preámbulos la embiste de un solo golpe, metiendo su tranca hasta la empuñadura, comenzando un bombeo creciente que hace que Gema comience a jadear con fuerza, ante las acometidas del hombre. En un primer momento José pensó que Jorge era muy inexperto y que no aguantaría ni la primera mamada de una mujer gema, pero ahora, viéndole embestir a su mujer, comprende que nada de eso, que es un amante experimentado, dotado y muy potente. Gema grita por primera vez cuando un orgasmo la arrasa de placer, logrando con ello que Jorge intensifique su cabalgada.

  • ¿Te gusta nena? ¿te gusta?
  • Siiiiiii, siiiiiii, dame más, más …………………
  • No te preocupes nena, que Jorge te va a dar todo lo que necesites …… y más.

La folla con fuerza durante un buen rato, con especial dedicación a su culo, cuya puerta abre con fuerza, a base de golpes de pelvis sobre el pequeño agujero, haciéndola a Gema pedirle que lo haga con más suavidad, como si ya se le hubiera olvidado las veces que Carlo la ha taladrado sin piedad, con solo la ayuda ( y no siempre) de un poco de vaselina, para ayudar que el enorme miembro logrará acomodarse al estrecho agujero trasero de Gema. Jorge parece, sin embargo, que ha logrado acomodarse muy bien, porque Jose ha pedido la cuneta de los orgasmos que lleva Gema, entregada al polvo que la está proporcionando el semental.

Sin embargo, desde mi posición veo como Jorge poco a poco va bajando su intensidad y que los primeros síntomas de la corrida empiezan a apoderarse de él. Gema también se da cuenta y por eso le pide que se tumbe en la cama; pienso que es para poder controlar su eyaculación poniéndose encima, alargando aún más el coito …………………… pero me equivoco. Gema se coloca sobre él hombre y se mete la polla por el su coño dilatado, dándose mutuamente la cara, comenzando un suave bamboleo de la pelvis que pone a Jorge en estado cercano al clímax. Entonces me mira y suavemente me dice:

  • Hay un agujero libre y estoy deseando que me lo llenes…………………….

No tardo nada en montarla por el culo con fuerza, aprovechándome de su previa dilatación por obra de la polla de Jorge, logrando, junto con el trabajo paralelo de la polla del otro en su coño, que Gema se corra varias veces, en un autentico carrusel de orgasmos que parece no tener fin. La doy con todas mis fuerzas, como si quisiera partirla, sin importarme sentir como Jorge no puede más y parece estar a punto de estallar ……………. Pero, vaya si lo hace. Como un campeón consigue no correrse y aguantar aun varios minutos en el sándwich, de tal forma que ambos apretamos en nuestras embestidas, como si compitiéramos (que lo hacemos) en follar a Gema, en darla más fuerte, en entrar más profundos……………… mientras ella se corre una y otra vez, ya sea por el efecto de la polla de él en su coño, ya sea por el efecto de mi pene en su culo.

Cuando Gema detecta que no podemos más y que vamos a estallar en su interior, nos quita de su interior y tumbándonos uno junto a  otro, comienza a mamar nuestras pollas erectas, a punto de estallar: pasa su boca de una polla a otra, mientras masturba con la mano la que no ocupa su boca,. De vez en cuando para de mamar y frota con fuerza ambas pollas contras sus tetas que se bambolean sobre nosotros, mientras gime excitada como una perra:

  • Dádmelo todo, dádmelo. ¡Quiero vuestra leche sobre mí! Quiero sentir el calor de vuestro semen en mi piel … Ummmmmmm, como me gusta sentirlas ahora, a punto de estallar -añade, abalanzándose sobre la polla de Jorge que se estremece y convulsiona sin poder evitar ya el orgasmo.
  • Tomalo zorra, tomalo todo .grita el, mientras se convulsiona en medio de un orgasmo enorme, que repercute en la boca de gema, quien no retira la boca en ningún momento, dejando que los chorros se estrellen contra su paladar. Cuando Jorge comienza  a relajarse, veo como, poco a poco,  va retirando su boca de la polla de Jorge, mientras una copiosa corrida va cayendo de su boca.

No hay tiempo para relajarse, pues mi orgasmo está próximo y Gema hace lo mismo, baja su boca sobre mi polla ay tras no más de 10 0 12 chupadas se queda quieta aguantando los chorros de mi corrida, mientras yo grito de placer, apretando su cabeza hacia abajo. Luego, cuando ya he soltado hasta la última gota que había en mis huevos, Gema retira su cabeza, con la misma lentitud que lo hizo con Jorge, pero esta vez no hay rastro de semen sobre mi polla, porque se lo ha tragado todo hasta el final, dejando todo el miembro limpio.

  • Eres increible nena, increíble –la digo extasiado con el placer recibido.
  • Desde luego que si, dice Jorge, eres una mujer increíble. Cuando os apetezca repetir, llamadme por favor. Será un placer volver a cabalgarte preciosa –añade, dándola un último beso, antes de dirigirse hacia la ducha.
  • ¿Te ha gustado? Me pregunta, mientras se limpia el sudor y los rastros de semen que han quedado sobre su cuerpo.
  • Sí, mucho. Cuando quieras repetimos
  • Me gustaría mucho, pero  ……………………… he visto antes un mensaje de Carlo en el móvil. Vuelve mañana a Madrid para unos días y quiere que le esperé en su casa.
  • ¿Volvemos a la normalidad?
  • Si………………….. lo siento mucho amor.