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Cornudo en mi propia casa: Preñada (Parte 5).

en Hetero: Infidelidad

El agua caliente cae por mi cabeza desde hace un largo rato, en un intento infructuoso de recuperarme, no solo del cansancio de una jornada laboral dura, sino también, sobre todo, de la nueva situación que se desarrolla desde hace unos meses en casa y que está a punto de volverme loco.

Cualquiera de los lectores que consumen con habitualidad las historias de mi mujer, todas ellas basadas de una u otra forma en la realidad, saben que soy marido de una mujer espléndida de 43 años, rubia natural, de cuerpo menudo muy trabajado, buenas y redondas tetas y un culo fuerte de primera división. También conocen que Gema es una mujer de una sexualidad muy intensa, una mujer que, desde hace casi un año, me es infiel con su jefe, un italiano dominante llamado Carlo, quien disfruta sometiéndola a su antojo, haciéndola participe de todo tipo de vejaciones ...... aunque también es verdad que ha logrado llevarla a unos límites de placer sexual a varios años luz de distancia del que yo la había hecho disfrutar, pese a que em considero un buen amante, experto y fuerte.

Lo peor, o lo mejor ¡quien lo sabe!, es que toda esa infidelidad se hace con mi conocimiento y pleno consentimiento, de tal modo que soy participe de lo que pasa, e, incluso, a veces he colaborado con ellos, acompañándolos a sus orgías, siempre como mero observador, pues disfrutan dejándome al margen de la acción: Solo me permiten ver como la montan Carlo y sus amigos hasta la extenuación, nunca participar en sus orgías.. No quiero engañaros, sobre todo a los que os incorporáis a mis historias, disfruto mucho viendo como otros follan a mi mujer, como la penetran individual o colectivamente, como la rellenan sus tres agujeros sin descanso ……… y cuanto más grandes son las pollas que la penetran, más disfruto con la experiencia. Verla entre dos hombres me excita sobremanera, sobre todo cuando sus dos agujeros principales están bien llenos por grandes y gordas pollas. Se me vuelve a poner dura solo de pensarlo y eso que hace sólo unos minutos que me he masturbado bajo el agua de la ducha, dejando que mi semen se derramé sobre el suelo mojado y se pierda por el desagüe.

Sin embargó desde hace seis meses la situación ha cambiado notablemente y me ha generado muchas dudas sobre lo que estoy haciendo. Donde antes había excitación, ahora hay ira; donde antes había placer, ahora hay malestar con lo sucedido; donde antes había orgullo de cornudo, ahora hay vergüenza de serlo, verguenza de haber entregado a mi mujer, vergüenza de haber consentido que todo se me fuera de las manos.

La puerta del baño se abre y entra Gema, mi mujer, tan guapa como siempre. No me dirige la mirada, porque llevamos varios meses en que nuestra relación se ha enturbiado, pero sabe perfectamente que yo si que la miro; no me pierdo ni un detalle de ella, porque me sigue poniendo como una bestia verla, ver como se agita su culo fuerte y firme, como se bambolean sus tetas redondas, de grandes y oscuros pezones……….  Lleva sólo un pequeño tanga negro por toda vestimenta, ropa con la generalmente suele pasearse últimamente por casa; intuyo qué sigue instrucciones de Carlo, quién debe estar disfrutando mucho con lo sucedido y con lo mal que lo estoy pasando, Veo como se lava los dientes en el lavabo y no puedo evitar que la polla crezca de nuevo, mientras miró su trasero fuerte, aún mejor con ese peso que ha cogido ultimamemente, sus piernas rotundas que no han perdido nada de belleza y sobre todo es maravilloso par de tetas que han duplicado de hecho su tamaño en los últimos meses, coronadas por dos enormes pezones oscuros, que sobresalen como pulgares, listos para ser devorados ……………….

Hay que concluir que mi mujer esta espléndida en su sexto mes de embarazo ....... ¡No me creo lo que digo!!! ¡Si, así es, Gema mi mujer tiene un bombo de seis meses! Al fin Carlo cumplió su amenaza y dejo preñada a mi mujer; hace unos meses que decidió llevar a cabo su obsesión e inició el proceso para embarazarla, preñarla como le gusta decir a el, dándole a esa fase de la vida un sentido animal de macho que monta a la hembra. Nunca he entendido como Gema puede disfrutar tanto con Carlo; entiendo que la guste un poco de fuerza, de sometimiento en el sexo, incluso de dolor ……………………… pero con Carlo no hay ese termino medio, es una autentica bestia que trata a mi mujer mucho peor que trataría a una puta, más cercano al trato de una perra; la monta de un modo salvaje, como si más que darla placer quisiera domarla, e incluso romperla, metiendo su enorme polla sin ningún tipo de miramiento, como si solo disfrutara tratando de rasgarla el culo o la vagina;  luego, cuando ya la tiene bien dentro y la penetra con fuerza salvaje, suele golpearla reiteradamente con su enorme mano ………….. el culo, las piernas, las tetas……….. hasta lograr que se pongan de un rojo intenso y, sin embargo, Gema disfruta cada día más, como prueban sus gritos de placer que retumban en toda la casa cada vez que viene Carlo de visita y la lleva a nuestra habitación para montarla.

Cuando me lo dijeron, no supe ni que decir. Una noche, después de haber pasado la tarde con él en una fiesta privada, volvieron a casa, hacia las 12 de la noche. Yo veía la tele en el salón, cuando oi que se abría la puerta de la casa:

                Que pasa cornudete?, ¿No hay un whisky para un amigo? Anda nena, ponle una copa a tu hombre ……………………… y otra a tu marido.

 Gema se quito el abrigo, bajo el que solo llevaba su uniforme habitual de tanga, ligueros, medias y tacones, dirigiéndose hacia el  mueble bar. Pude fijarme en que, como siempre, la tarde había sido intensa y que su culo presentaba un color sonrosado, producto de los embites de Carlo. Tenía cara de cansancio y de algo más que no supe definir de momento……. Una mirada extraña, entre triste y temerosa.

          Anda nena, dale a tu marido la noticia.

  • Yo ………………………….
  • Venga tonta, si le va a encantar ………….. ¿No se lo dices?
  • ……………………………………
  • Ok, pues se lo diré yo. Desde hace dos meses Gema ya no toma  la pastilla, porque decidí que la iba a preñar ……………………. Y efectivamente, te confirmo que está preñada y bien preñada..
  • ¿Cómo ………………. –grito, levantándome como un resorte-, ¿Os habéis vuelto locos? Pero nena, que dice este tipo ………………..
  • José yo, gime Gema, con la vista baja, sin mirarme a los ojos …………..
  • Si tú, la pregunto yo, contéstame, ¿Qué dice este imbécil?
  • Tranquilo chaval, tranquilo, dice Carlo sin que la sonriese abandone su cara, es un tema sencillo. Me gusta mucho Gema, tu has tolerado que la monte siempre que quiera y me he encaprichado con ella, así que no veía mejor perspectiva que hacerla un bombo, para que tenga un recuerdo mío para siempre ……………… y ella está de acuerdo. ¿No es así Gema?
  • Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
  • ¿Estás de acuerdo en tener un hijo de él? ¿Habéis perdido la cabeza?
  • Si, contesta ella, levantando por fin la cabeza y mirándome a los ojos, estoy embarazada de Carlo y quiero tener el niño.
  • Esto ha ido demasiado lejos y debí cortarlo antes ……………………
  • Es muy sencillo chaval, me corta Carlo, tu mujer ha querido que la preñe y yo lo he hecho; si lo aceptas buenamente, como has consentido hasta ahora, bien …….. pero si te opones, la voy a hacer el mismo bombo, solo que no la  vas a volver a ver. ¿Verdad nena?
  • Contesta Gema, la exijo, notando como el mundo me da vueltas.
  • Si, así es, contesta ella, mientras Carlo, la abraza desde su asiento, besándola a la altura del coño, para luego ir subiendo hacia las tetas..

Caigo sobre el soga, mirando como se besan con pasión y como Carlo la agarra el culo con fuerza, prolegómenos, seguramente, de un nuevo polvo. Así es, pues veo como se dirigen hacia la habitación abrazados, aunque se paran al comienzo de la escalera. Mientras Gema saca la polla de Carlo de su escondite en los pantalones y se la mete en la boca, ya semi erecta, aquel me mira y me dice con cara, que yo interpreto, de triunfador:

 

  • Lo mejor que puedes hacer es disfrutar nene. Te encanta que se follen a tu mujer y ahora, te lo puedo asegurar, te va a encantar que te la haya preñado; solo he tardado un par de meses en hacerlo, porque  cada día la he dejado dentro de ella varias raciones de leche ……………. Ahora vienen nueve meses de aun más disfrute, porque las embarazadas están aun más salidas. Las crece el culo y sobre todo las tetas…………….. Ummmmmmmmmmmmmm, ya me estoy imaginando mi polla entre sus nuevas tetas y como la voy a penetrar por ese culo grande y gordo que se la va a poner. Ummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm. Anda perrita, vamos para arriba que te voy a dar lo tuyo …………………………………… ¿Qué quiere mi perra? Dimelo y que se enteré tu marido.
  • Qué me monte fuerte mi amo. Que me ponga a cuatro patas y me de con fuerza hasta que goce con al enculada de esta perra y me rellene con su leche.
  • Así será nena, así será ……………. añade el volviendo a comerla la boca durante unos instantes- ¿Qué te parece cornudete? ¿Has visto que bien tengo entrenada a esta perra?

Veo como se alejan por al escalera, mientras me derrumbo sobre el sofá, recordando como el mes pasado Carlo vino prácticamente todos los días a casa a ver Gema y como se fueron de fin de semana tres seguidos, un proceder atípico claramente. Normalmente Carlo viene una o dos veces en semana a ver a Gema, está con ella hora u hora y media en la habitación y se marcha; eso lo completa con un fin de semana al mes, o cada dos meses, en que ambos se van por ahí de viaje. Sin embrago el mes anterior y ahora entiendo porqué, todo había sido distinto ………………..  Carlo vino todos los días a casa hacia las seis de la tarde, se encerraba en nuestra habitación con Gema y la follaba sin parar durante horas, haciéndola gritar de placer (creo que a veces también de dolor); los golpes de cabecera de la cama en la pared eran constantes durante todo el rato, sobre todo cuando la ponía a cuatro patas y la obligaba a agarrarse a las barras de la cama, (eso lo se, porque solía asomarme a ver la escena desde la puerta). Pero sobre todo, la prueba principal de lo intensas que eran las sesiones de sexo con Carlo durante ese mes era,  sobre todo, como quedaba ella, casi destrozada, tirada sobre la cama, exhausta y bien rellena de semen. A veces no llegaba ni a levantarse del último embite y yo la encontraba boca abajo, con el culo levantado sobre un par de cojines, las piernas abiertas, el coño bien dilatado y de color rojo oscuro, mezclado con los restos de semen que había dejado en él.

 

Carlo ni se molestaba en ayudarla a recuperarse; se duchaba, se vestía y se acercaba al mueble bar del salón para tomarse un whisky, mientras disfrutaba recordándome mi condición de cornudo:

 

  • Ahí te dejo tu mujer cornudo; la he dejado hecha unos zorros. Te la he dejado bien servida y con cuatro regalillos dentro del coño. Entonces recordé una frase que me dijo más de una vez y que yo tome como una broma humillante más, y que no tome en serio porque sabía que mi mujer era muy disciplinada con la píldora “ Esta no se libra este mes de un par de gemelos”

 

Día tras día la escena se repetía. Durante las tres semanas del ciclo menstrual Carlo no fallo ni un solo día a su cita vespertina y tarde tras tarde forzó la máquina, ahora lo se, para lograr su objetivo. Un sábado, supongo que ayudado con varias viagras, montó a Gema durante varias horas, dejando su carga de semen dentro de la mujer nada menos que en cinco ocasiones. Si alguna vez he visto a Gema destrozada después de una salvaje ración de sexo fue ese día: no podía casi moverse, andaba muy despacio con el coño casi en carne viva (así me lo dijo literalmente).

 

Cuando Carlo se va, aproximadamente una hora más tarde, mi mujer se sienta cerca de mí y espera en silencio mi reacción.

 

  • ¿Qué has hecho? ………………….. ¿Qué hemos hecho?
  • No puedo explicártelo ……………….. contesta, casi sin mirarme. Hace conmigo lo que quiere y una vez más lo ha conseguido.
  • ¿Qué vamos a hacer?
  • Nada ………………………………
  • ¿Cómo que nada? ¿Estás loca? Una cosa es un rollo sexual, más o menos morboso ……….. y otra es que estés embarazada de tu amante y pretendas que yo trague ….. Soy un cornudo y no reniego de ello; sabes que me excita mucho verte follar con otro u otros, ver como te montan de modo salvaje. No me importa que les hagas creer que son tus amos y tu una sumisa complaciente, pero esto es demasiado ……………….. Esto me supera.
  • A mí también me supera, pero está hecho ………………. Y lo voy a tener. Me encantaría que me entendieses, aunque se que es una locura pedírtelo ………….. ¡pero tu consentiste que me follase cada día y me tratase como su puta! ¿O no?
  • Si, así es ……………………
  • Pues ahora debes cargar con las consecuencias ………………………. Ya lo sabes, soy adicta a Carlo …………….. Bueno, mejor dicho, tu me has hecho adicta a Carlo.
  • ……………………………………..
  • Piénsalo, dice mientras se levanta para irse a la cama, quiero una respuesta el lunes. ¿Estás conmigo o no? ¿Cargaras con tu parte de responsabilidad?

Recuerdo esa conversación como si fuera ayer y hace ya seis meses de la misma, pienso mientras el gua de la ducha sigue cayendo sobre mi cabeza. No puedo dejar de mirarla en ele espejo del baño, tan guapa como siempre. El embarazo al sienta fenomenal, sus tetas se han duplicado y los pezones son como platos de taza de café. A lo largo de esos seis meses, Carlo ha seguido viniendo con habitualidad, aunque en las últimas semanas lo hace menos; además, cuando viene, la cama hace menos ruido y Gema sale mas entera de los encuentros, como si él hubiese bajado el ritmo ante el estado de ella. Mis pensamiento se interrumpen, caundo veo que me mira fijamente. Sonríe, se da la vuelta y se dirige hacia la ducha. Para en la puerta, se quita el tanga, dejando ante mi vista su sexo depilado y entra, junto a mi, a la cabina de ducha:

 

  • No podemos seguir así.
  • Lo se ……………….. contesto, mientras siento como se pega a mí y sus tetas se aprietan contra mi pecho.
  • Te necesito junto a mí
  • Y yo a tí
  • ¿Qué esperas para follarme? –me pregunta, con una media sonrisa
  • Que te des la vuelta y me ofrezcas tu trasero ………………..

 Gema se gira, se apoya en la pared de la ducha y abre sus pieranas, dejando su culo a mi disposición.

 Móntame cabrón, móntame de una vez ………………………………………………

  • Tómala puta –digo, mientras le meto la polla con fuerza, entre los rotundos carrillos de su culo, apoderandome de su humeda vagina, en la que entro ya a punto de estallar.
  • Agggggggggggggggggggg, que gusto me das. Dale fuerte a esta puta, dale fuerte …..
  • Toma. Toma, -insito en decirla, mientras la penetro con dureza, comos i quisiera hacerla pagar, a pollazos, el dolor causado.
  • Más fuerte, más …………….. rómpeme cornudo, rómpeme ….

El insulto parece jalearme e intensifico la fuerza de mi follada, taladrándola con fuerza, con ira, casi con violencia, mientras agarro sus ubres preñadas, que estrujo causándola daño. Si por mi fuera, en ese instante acabaría con ella, la mataría, finalizaría con el dolor que me causa ……………. Pero no puedo, es mi mujer y la quiero, pese a ser una puta, que también lo es, pero no puedo olvidar que si es una puta, es porque yo he querido que lo sea.

 

  • Dame más cabrón, dame más
  • Toma puta, toma …………………..
  • Dame como hace Carlo, como me monta él, ……………..
  • Toma zorra, toma ……………………………..
  • Me corro, me corro ………………………………………. Agggggggggggggggggggg
  • Yo tambiénnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn