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Historia de mi Infidelidad (1): Los orígenes

en Hetero: Infidelidad

Introducción:

Salgo del coctel con la cabeza a mil por hora; me tiemblan las piernas y mi cerebro bulle a punto de estallar. Hace media hora que mi pacífica vida de ama de casa ala que he dedicado los últimos 15 años se quebró en mil pedazos cuando choque de bruces con el pasado, un pasado que era muy lejano y que de repente llego de improviso a mi vida. Ya casi no pensaba en él, ya casi le había olvidado, ya no tenía recuerdos de aquellos días de 1985 y ……… ¡Vuelvo a encontrarme con Carlos, tantos años después de lo sucedido!

Estaba invitada a una conferencia sobre arquitectura y sostenibilidad, que, en principio, no me interesaba demasiado, pero a la que estaba obligada a ir porque, entre otras cosas, mi Jefe era uno de los ponentes. Para aquellos que no me conozcan, me llamo Gema, soy una mujer madura, muy atractiva, que trabaja en un estudio de arquitectura algunas horas y que dedica el resto del tiempo a su labor como ama de casa, cuidado de mis hijos y mi marido. Físicamente soy rubia, atractiva, de un 1,63 metros de altura, 50 kg bien distribuidos y cuidados …… en resumen una mujer a la que, seguramente, mirarías el culo cuando pasase junto a ti.

Tras casi dos horas de soporífera disertación pasamos a un salón contiguo donde sirven un coctel. Que la conferencia sea un rollo, no quiere decir que no me ponga guapa para la ocasión. Llevo un vestido azul ajustado y unos zapatos de tacón alto; por joyas solo llevo el reloj y un discreto collar de perlas. No hace falta más para lograr que todos los hombres de la sala se fijen en mi, en mis tetas redondas y firmes, en mi culo fuerte y redondo ….. no hay duda que estoy orgulllosa de mi genética y de lo que he logrado con intensas sesiones de gimnasio. En resumen, estoy impresionante, sobre todo rodeada de tanto catedrático y profesor, por lo que me muevo como una diosa por el salón, hablando con unos y otros con seguridad en mi misma, sabiendo que además soy una mujer de conversación amena, con la que da gusto conversar de cualquier tema. Se que cuando les dejo, para pasar a otro corrillo, sus miradas se dirigen a mi culo, disfrutando con su forma y con el contorno de las pequeñas bragas que me he puesto hoy (me ha dado un poco de reparo llevar tanga, pero se que el pequeño bikini negro que hoy llevo puesto causa también estragos entre los hombres).

Mi jefe me llama desde un rincón y hacia el me dirijo rápidamente:

  • Gema ven, quiero presentarte a Carlos, Socio de Andrade Arquitectos y además buen amigo mío.
  • Es un placer conocerte, me han hablado mucho de ti.

Casi no consigo contestar, porque, aunque han pasado más de 25 años, le reconozco a la primera ojeada. No hay duda: Es Carlos Andrade, antiguo amigo de mi familia, compañero de tenís y mus de mi padre …….. quien fue amante de mi madre durante mucho tiempo y ……….. también mio.

Creo que no me ha reconocido, porque tras unas frases de compromiso Carlos presta atención a otros temas y parece olvidarse de mi; me alejo lo más rápidamente posible, deseando irme del coctel y huir de la situación, sin poder evitar que una cascada de recuerdos me avasallen. No ha cambiado mucho en estos años, porque sigue siendo un hombre muy guapo, alto, más de un metro noventa y muy corpulento: al ser rubio no tiene canas apreciables y, además, debo reconocer que sigue siendo muy atractivo, tan moreno, porque creo recordar que era un navegante muy avezado. Además, con el paso de los años, no ha perdido ni un ápice de su magnetismo para las mujeres, porque cuando me alejo dos mujeres atractivas ocupan mi lugar en el corrillo. Tengo que irme ya …………….

Voy rápida hacia el guardarropa a recoger mi abrigo, pero el destino se interpone entre mi escapada y la libertad. Antes de llegar a la salida, Carlos surge, no se de donde, cogiéndome del brazo

  • Espera un momento. No me puedo creer que seas tu. Me he quedado de piedra cuando te he visto. No he querido decir delante de tu jefe que te conozco, pero ……. ¿Cuántos años han pasado? ¿25? ¿30?
  • Casi 30, digo entre balbuceos, como una niña pequeña- ha pasado casi una eternidad.
  • Estas increíble, de verdad. Cuando dejamos de vernos eras casi una …….., buendo, ya sabes, eras muy joven. Y ahora me encuentro con una mujer sumamente atractiva y elegante.
  • Gracias, Siento tener que dejarte, porque tengo mucha prisa. A mi también me ha alegrado verte –contesto educadamente- tratando de salir lo más rápidamente posible del embrollo.
  • Toma mi tarjeta Gema, me dice mirándome fijamente a los ojos, con esa mirada que en otro tiempo, cuando era casi una niña, me derretía y que hoy, cuando soy una mujer fuerte y madura, también logra hacerlo- llámame por favor, me encantará volver a verte y hablar contigo tranquilamente.
  • Si, si lo haré …….
  • Estas guapísima, añade dándome dos besos, mientras me coge de los hombros con sus grandes manos- llámame eh, no dejes de hacerlo.

Sus últimas palabras me estremecen de un modo que hace años que no sentía, concretamente desde la última vez que estuvimos juntos.

  • Eres el vivo retrato de tu madre …………………………

Siento su cuerpo junto al mío, noto su fuerza, su vigor y, como una niña pequeña, siento que me derrito, como mis bragas se empapan al instante y como en ese momento, como pasaba hace casi treinta años, solo deseo que me desnude allí misma y me penetre, como hacía antes, haciéndome suya, solo suya ………

  • Gracias por el cumplido. Lo haré, descuida, lo haré ……… digo, mientras logro escaparme de su abrazo y, tras coger el abrigo apresuradamente, salgo rápidamente a la calle., donde afortunadamente un taxi acaba de dejar un pasajero, lo que aprovecho para ocuparlo rápidamente, sintiendo como mi cuerpo no puede parar de temblar.

Ha sido sentir su contacto y estremecerme como una niña. Tengo las bragas empapadas de excitación y los pezones duros como rocas; es increíble, una mujer como yo, con la experiencia sexual que atesoro y, sin embargo, parezco una colegiala que va a tener su primera experiencia, una colegiala como era yo cuando conocí a Carlos y me convirtió en su amante.

Mientras el taxi sube por Castellana, mi mente se aleja de mi y viaja hasta Enero de 1980 ……………….

Capítulo 1.

Hace frio en Madrid; la nevada que cayo hace unos día mancha todavía gran parte de las calles de la ciudad. La temperatura no ha dejado de bajar desde el día de Reyes, sensación que se ve aumentada por el viento fuerte que azota mis mejillas. Son las 11,15 de la mañana y normalmente estaría en la Facultad, de donde salgo a las 6 pero hoy vuelvo a casa, porque no me encontraba demasiado bien. No he podido avisar a mi madre, pero no pasa nada, porque tengo llaves para entrar.

Cuando llego a la puerta de casa, no soy consciente de lo que va a cambiar mi vida cuando abra la cerradura, pero si es cierto que una extraña sensación se apodera de mi, ¿porque el silencio y la oscuridad del día invitan a ello? No lo se, pero por extrañas razones abro la puerta con suma dulzura, como si no quisiese quebrar la paz de mi casa con ningún ruido ……….. En el sofá de la entrada hay un paraguas y una gabardina que no conozco ¿Esta mi padre en casa? No, porque está de viaje en Canarias y no volverá en un par de semanas. ¿Entonces? De quien es esa ropa. Dejo mis libros sobre el mueble anexo al sofá y me dirijo por el pasillo. Oigo murmullos al fondo, en la habitación de mis padres o en la de mi hermana. No lo se, pero sigo avanzando. Descarto la habitación de mi hermana, porque el ruido se ha vuelto más intenso en la habitación de mis padres.

Aunque tengo pocos años, no soy tonta; he hecho mis pinitos desde los 14 años con varios novios y Jose, mi novio, me desvirgo el pasado verano, en un coche frente a la playa …….. bueno, más bien creyó hacerlo, porque dos años antes fui a la Feria de Sevilla y allí, con una par de copas de más, me acosté con el primo de una amiga mía; José ni lo sabe ni lo sabrá, pero tampoco importa mucho. Con José fue estupendo y, sin embargo, con el primo de mi amiga fue un auténtico desastre; estaba borracho como una cuba y se corrió nada más meterla. ¿No decía que los borrachos tardan en correrse? Pues este fue la excepción …….

No hay duda que el ruido que oigo es el típico de una pareja haciendo el amor: quejidos, jadeos, voces entrecortadas …….. No salgo de mi asombro pensando que son mis padres los que están en la habitación follando, pero tengo que descartarlo rápidamente porque mi padre esta de viaje y la ropa de la entrada no es suya. Otras posibilidades también las descarto, porque mi hermana tiene once años y, Lourdes, la señora que viene a limpiar algunos días, más de 60. Solo queda una opción, por increíble que parezca y aunque me niego a creerlo, solo puede ser esa ……. Me asomo a la rendija de la puerta y vea la escena que se desarrolla en su interior, tratando de no caerme al comprobar que mis sospechas eran ciertas.

Sobre la cama, mi madre, casi enteramente desnuda, está colocada a cuatro patas, como una perrita, con la cabeza apoyada sobre una almohada; solo la cubre un liguero negro y las medias del mismo color, que resaltan su culo fuerte y redondo. Detrás de ella, penetrándola con brío, está un hombre al que me cuesta de momento reconocer, pués solo veo su espalda y su culo, muy fuertes, su pelo rubio, más largo de lo normal. Hasta que le reconozco por fin, al darme cuenta que su rostro se refleja en un espejo lateral ….. ¡Es Carlos Andrade!, el arquitecto amigo de mi padre, con el que hemos ido más de una vez a comer o de excursión, No me lo puedo creer, ¡Carlos!, tan atento que parecía, siempre educado con nosotras y con su mujer, María, un autentico cañón de mujer, guapa, alta, muy rubia, aunque algo sosa y muy del Opus.

Desde mi lugar de observación veo perfectamente como el culo de Carlos se balancea delante y detrás, penetrando con fuerza a mi madre, que jadea enloquecida, recibiendo con sumo placer las embestidas, mientras sus tetas se agitan violentamente según el hombre acelera su follada. Está como en trance, con la cabeza apoyada lateralmente en la almohada, lo que permite ver perfectamente su cara congestionada por el placer, sus ojos cerrados, la boca entreabierta. El sudor cae por la espalda de Carlos y por las tetas de mi madre, prueba de lo intenso de la sesión, que, imagino, debe prolongarse ya desde hace un buen rato.

No puedo remediarlo, estoy muy excitada viendo la escena, aunque sea mi madre la protagonista; veo como goza, como se agita, grita, jadea y estremece …….. y eso me pone muy cachonda. Debo reconocer que mi madre es una mujer sumamente atractiva,  guapa y rubia como yo, dotada de un buen par de tetas, mucho más grandes en esa época que las mías, coronadas por oscuros pezones de buen tamaño y un culo fuerte, muy firme y redondo. Hoy me parezco mucho a ella, pero en aquel tiempo yo era muy menuda, con pocas tetas, aunque el culo empezaba a redondearse, aunque aún muy alejado de la forma extremadamente sensual del cuerpo de mamá. De repente, algo me deja helada y corta de raíz mi ensimismamiento. El hombre golpea con su mano desnuda el culo de ella, una vez, dos, tres ….. mientras acelera aun más su ritmo, penetrándola con más fuerza:

  • Vamos perra, vamos, mueve ese pedazo culo que tienes y dame placer, dámelo, siiiiiiiiii, -rematando la frase con otros azotes que pronto sacan un precioso color rojo a  la superficie.
  • Si amor, siiiii, dame más fuerte, más , más, más ………… mira como mueve el culo tu perra, mira, mira, siiiiiiiiiiiii –grita mi madre, moviendo su culo como si bailase salsa, tratando de dar a su amante lo que pide, lo que exige.

Aunque el momento es sumamente violento para mis ojos inexpertos, los golpes y el tono sumiso de mi madre me excitan sorprendentemente, como nunca lo había estado, Cuando he follado con mi novio toda ha sido muy romántico y pasional, pero este sexo es distinto, muy distinto …….. Carlos esta follando a mi madre con fuerza inusitada, de un modo casi violento, azotándola con la mano, como si fuese una yegua al galope, mientras la llama perra o puta ……….. y mi madre parece gozar como una loca con el tratamiento recibido; creo que, desde que estoy mirando, se ha corrido dos veces y, ahora, situado a horcajadas sobre el, vuelve a hacerlo nuevamente:

  • Hazme gozar puta, haz gozar a tu semental. Mueve el culo como una perrita, que yo no tenga que esforzarme ….. Ummmmmmmmm, que buena eres nena, que buena, ¡baila nena! ¡baila!
  • Si, si, mi amor, siiiiiiii –gime mi madre, moviendo su culo rapidamente, como si bailase salsa,, en torno a la polla de Carlos, que aunque no he acabado aun de ver bien, me ha parecido que era muy muy grande.- ¿Te gusta mi amor? ¿Te gusta? Dice mi madre con tono suplicante, prueba de su deseo de satisfacer a su amante, de hacerle gozar, de darle lo que le pide …..
  • Si nena, siiiiiiiii, eres la mejor, la mejor …….ninguna perra me da tanto gusto como tu. Sigue, sigue, que vas a sacarme hasta la ultima gota de leche ……..
  • Si, si, si, dámela, dámela, la quiero toda para mi ……………… gime mi madre, mientras acelera el baile de sus caderas, hasta que Carlos comienza a combarse bajo ella, mientras agarra su culo con ambas manos y suelta su carga en el interior de la mujer, que al sentir los chorros de su amante vuelve a correrse, agitándose violentamente, balanceando sus tetas que parece que van a salir lanzadas.
  • Me corro, me corro perra, Ummmmmmmm, que gusto me das, que gusto –grita Carlos, empujándola con fuerza hacia arriba, mientras introduce su polla hasta la empuñadura en el coño de mi madre
  • Dámelo amor, dámelo todo …… quiero tu leche dentro mi, siiiiiiiiiii, siiiiiiiii –grita mi madre, mientras no para de correrse

La escena es salvaje, nunca había visto nada igual: mi madre ejemplo de recato hasta ese instante, cubierta solo por ligueros y medias, el pelo suelto, salvaje, como un animal, con un aspecto muy lejos de los moños y recogidos que lleva habitualmente, está colocada sobre Carlos, un buen amigo de la familia, que se corre durante largo en su interior, haciéndola gritar de gusto al sentir los fuertes trallazos de su amante en su útero. Carlos, que  parece que no va  acabar nunca de correrse, suelta el culo de mi madre para atrapar sus senos bamboleantes. Los coge  con fuerza, obligando a   mi madre a bajar la cabeza en señal de sumisión, cayendo sobre el hombre que la retiene así el tiempo necesario hasta soltar los últimos trallazos en su interior.

Cuando por fin la suelta, una vez derramada hasta la última gota dentro de ello, sucede algo que nunca olvidaré: Mi madre se desmonta de su cabalgadura y colocándose a cuatro patas entre las piernas del hombre, agarra su pene y suavemente comienza a chupárselo, limpiando todo resto de semen, mientras el hombre la acaricia la cabeza suavemente:

  • Eres la mejor nena, la mejor …….. me encanta como me la limpias con la lengua.
  • Ummmmm, me encanta el sabor de tu semen, me encanta ……. Gime mi madre, mientras no para de limpiar a lengüetazos el enorme pene de Carlos, que ahora si puedo ver en toda su extensión y calibrar su gran tamaño, mucho más grande que el de mi novio, mucho más grande que cualquier otro que haya visto. Del coño de mi madre sale un creciente hilo de semen que se derrama por sus muslos y cae sobre la cama; ha tenido que ser una corrida enorme –pienso, alucinada- mientras el semen parece no terminar nunca de salir. Espero que mamá tome algo para los embarazos –pienso, siempre práctica- porque esa enorme corrida deja embarazada a cualquiera.

Creí que Jose tenia una polla enorme y ahora veo que, al lado de la de Carlos, es mucho más menuda; pienso en algo obvio, que me excita muchísimo pensar: El pene de Jose es el miembro de un niño, frente a la polla de un hombre hecho y derecho, como es la de Carlos: Una enorme barra de carne, fuerte y musculosa, cruzada por grandes venas que llevan los fluidos desde dos enormes testículos, que, como ya he comprobado, están llenos de leche. Es enorme y me tiene completamente hipnotizada, no puedo dejar de mirarla, de admirarla, con un único pensamiento en la cabeza: Me gustaría probarla, tenerla dentro, chuparla, saborear su semen, tragarlo  ……. mientras veo como la lengua de mi madre la recorre completamente, de arriba a bajo, sin dejar ni un solo milímetro por limpiar. Carlos sigue acariciándola la cabeza con dulzura, muy lejos de la violencia con la que la había follado anteriormente, pero siento que bajo esa dulzura se esconde un sentimiento de posesión, de sometimiento, como hace, precisamente, el jinete con su yegua, a la que acaricia la cabeza después de haberla maltratado en el campo, montándola durante largo rato.

  • Como disfruto contigo nena, es el mejor rato de la semana. Deberíamos vernos algún día más, aunque sea en un hotel. ¿No te parece?
  • Me da alegría oírlo Carlos, ya sabe que solo pretendo hacerte gozar ….. además, la semana próxima no podremos vernos.
  • ¿Y eso?
  • Mi marido y yo nos vamos de viaje y estaremos toda la semana fuera. Solo se quedan las niñas y Lourdes, la chica.
  • El otro día me fije, en lo guapa que se está poniendo Gema. Se parece mucho a ti, pero con un cuerpo más menudo …… ummmmmmm, como la chupas nena, que gusto, eres la mejor …..
  • ¿Sabes que tiene novio? Se llama José, le conocí el otro día –añade, pasándola la lengua por los enormes tésticulos.
  • ¿Ah si?, espero que sea un buen chaval, esa chica va a salir a ti y necesita un hombre de verdad, que la mime y la cuide, pero también que la de lo que necesitáis ambas …..
  • Anda bruto, deja de hablar así de Gema, es una niña todavía ………… No me gusta que hables así de ella, ¿No te conformas solo conmigo?
  • Ya lo se tonta, ya lo se, dice Carlos empujando la cabeza de mi madre hacia abajo, de tal modo que la obliga a introducirse hasta la campanilla el enorme miembro, - ya se que Gema es una niña todavía, dice girando su cabeza hacia la puerta y …… ¡mirándome fijamente!, - añade mientras me guiña un ojo- ya crecerá, ya crecerá …………….  Y estoy segura que le va a gustar esto tanto como a ti. Sigue nena, sigue, me estoy poniendo otra vez bruto y quiero montarte otra vez por si la semana que viene de verdad no estás y  resistes sin tu sesión de sexo.
  • Si, si –gime mi madre- fóllame otra vez Carlos, quiero tu polla una y mil veces dentro de mi.

¡!!!Me ha visto!!!,  ¡No hay duda! pienso escondiéndome rápidamente ……….Pero, ¿Cómo podía saber que yo estaba ahí? Y ¿Por qué no le ha dicho nada a mi madre?  Me marcho rápidamente y sin hacer ruido, salgo de  casa y me voy a casa de una amiga que vive enfrente y que estudia en horario de tarde. Estoy en trance mientras escucho como Silvia, mi amiga, me habla de no se que tonterías de un chico que conocemos; Carlos me ha visto y su mirada me ha taladrado, me ha mirado de un modo que me ha hecho estremecer, que me ha causado miedo, pavor ………. pero también una enorme excitación Voy al baño y allí me masturbo hasta correrme, mordiéndome los labios para no gritar; me llevo yo misma al orgasmo dos veces y, si por mi fuera, estaría así hasta agotarme …….. no puedo dejar de pensar en otra cosa y por eso mientras me acaricio el sexo con los dedos fantaseo con que soy yo quien chupa esa enorme polla y soy yo, y no mi madre, a la que Carlos acaricia la cabeza como una perrita, como una buena y sumisa perrita. Si algo tengo claro es que, pese a haberme asustado mucho cuando me descubrió, me ha sorprendido que no le dijese nada a mi madre ……. ¡Y esa mirada! Era la mirada de un lobo frente a su presa …………..

Cuando llego a casa, Mamá está, como siempre, impecable: su moño perfecto, su vestido discreto de flores, la comida preparada en la mesa ……. Nadie diría que un par de horas antes esa mujer estaba a cuatro patas, suplicando a  su amante que la follase una y otra vez; creo que nunca podré verla del mismo modo. Nunca volverá a ser lo mismo la vida en esa casa, aunque la verdad es que en ese momento no podía suponer lo mucho que cambiaría todo.

Capitulo 2.

Que coñazo de boda, pienso buscando con la mirada alguien a quien juntarme y tratar de pasar el rato. Podía haber venido alguno de mis primos –pienso- así, al menos, podríamos echar un cigarrito en el jardín. Cuando éramos pequeños solia esconderme con mis dos primos para fumar y masturbarnos juntos; no me da vergüenza reconocer que mis dos primos estaban locos por mi y que se la he chupado a los dos más de una vez; éramos niños con poca cabeza, pero pasamos muy buenos momentos juntos y hoy, en la vida, los echaba mucho de menos.

 Estoy en la boda una prima de mi madre: Iglesia de los jerónimos y Hotel Palace…. ¡No se puede ser más rancio! La cena no ha estado mal, pero ahora me toca aguantar el baile y ese acto es para mi una pesadilla: ya he bailado con mi padre, mi abuelo y tres amigos de este, uno de los cuales no recordaba ni su nombre. Al principio he buscado intranquila entre los invitados, esperando encontrar a Carlos, pero afortunadamente no está. Su familia si está, pero él parece ser que tenía un compromiso profesional y no ha podido venir. Miro a la mujer de Carlos, tan guapa, tan señorial, mientras habla con mi madre ¿Sabrá que su marido le es infiel? ¿Sabrá que lo es con su amiga?

Mi madre esta hoy guapísima, con un vestido de encaje nacarado que le sienta de maravilla; para mi es la más guapa de la fiesta. Hace ya un mes que la vi con Carlos en la cama y no he podido olvidar ni un solo detalle de la escena, pero he aprendido a convivir con ello y aunque veo a mi madre de un modo distinto, he acabado aceptando la situación. Es curioso pero no siento compasión alguna de mi padre, entiendo perfectamente lo que hace mi madre. Mi padre es un hombre trabajador y cariñoso, que se queda dormido después de cenar, que no se cuida demasiado, que luce barriga cervecera y que tiene más fijación por el futbol que por las curvas de mi madre …….. ¡No me creo que esté justificando la infidelidad de mi madre!, pero realmente comprendo que se vuelva loca con Carlos, un monumento de hombre y con ese miembro …… vuelvo a ponerme cachonda y no quiero estar así porque humedezco las bragas y hoy voy demasiado elegante para ello.

Desde aquel día, en que vi a mi madre con Carlos, me masturbo cada jornada un par de veces …………………….. se que no puedo seguir así, pero no puedo evitarlo. Tengo a mi novio muy contento porque hemos aumentado mucho la frecuencia sexual y no es raro que le llame entre semana para que venga a echarme un polvo; el otro día casi nos pilló mi padre en el salón de casa; se la estaba chupando a Jose y de repente oímos la puerta. No se como José consiguió llegar al baño con la polla empalmada fuera el pantalón. Estoy tan salida, que mientras mi padre veía la tele en el salón se la chupe a Jose en la cocina y no paré hasta que me dio toda su leche dentro de mi boca.

  • Me imagine que estarías por aquí.
  • Casi me caigo del culo al oir su voz; me giro, al sentir su mano en mi hombro …… esta guapísimo con un traje azul oscuro, corbata verde, el pelo rubio, lacio, más largo de lo normal
  • Hola …….. ¿Cómo estás?, contesto casi sin voz. Me impone su presencia, es muy grande y, junto a mi que soy muy menuda, lo parece aun más. No sabía que estabas. He visto solo a tu mujer.
  • He llegado hace unos minutos. Me alegra verte, hace tiempo que no se nada de ti ………. Bueno, la última vez que nos vimos fue ….. ¿cómo diría? Un poco raro, añade con una sonrisa picara que me taladra hasta los huesos ………
  • Siiiiiiiii………… en ese momento, más que nunca, soy una niña desamparada ante un lobo hambriento, que controla enteramente la situación, que me tiene acobardada, sometida ……….
  • ¿Estás nerviosa conmigo? No deseo que pases un mal rato, ¿si quieres me voy? No te preocupes que, al igual que tu, no estoy interesado en hablar con nadie de lo que paso el otro día. Estás muy pálida, ¿Te encuentras bien?
  • Hace mucho calor aquí dentro y me estoy mareando, contesto sintiendo que me voy a desplomar de un momento a  otro …….
  • Ven conmigo, dice cogiéndome del brazo y sacándome a un jardín interior del hotel, donde el soplo de aire frio, casi gélido de esa noche de Febrero, me hace renacer y recuperarme.
  • Gracias, me siento mucho mejor, contesto  mientras caminamos por el jardín hacia una arboleda que hay al final. Me lleva cogida de la cintura y, pese a la diferencia de edad y tamaño, podríamos pasar por una pareja de enamorados más que trata de perderse en la oscuridad.

No necesitamos hablar demasiado y yo no estoy en condiciones de oponerme: nada más entrar entre los arboles, me gira y, sin más preámbulos, me besa con pasión, introduciendo la lengua en mi boca. No puedo hacer otra cosa que besarle con la misma pasión, porque llevo esperándolo desde el mismo instante en que le visto. Me besa de un modo increible, distinto a todos los que me han besado, mientras siento que sus manos grandes y fuertes agarran mi culo atrayéndome hacia él, de tal modo que siento como el bulto que crece bajo sus pantalones se aprieta contra mi. Mis pezones están  punto de estallar cuando siento como levanta mi falda y me mete la mano bajo las bragas, agarrando mi culo desnudo, apretándolo con tanta fuerza que un leve quejido sale de mi boca:

  • Tranquila nena, tranquila …………..  me tienes muy excitado. Voy a hacerte gozar y tu me vas a hacer a mi pasarlo muy bien.

Rodea mis caderas con sus manos y, antes de que pueda hacer nada, me acaricia el sexo con sus dedos; me da vergüenza lo húmedo que está y espero que no se de cuenta, pero, no puedo evitarlo. Ha llegado a su objetivo y se que toda resistencia es inútil. Estoy muy salida y Carlos es un maestro …..

  • Estás empapada nena ….. me encanta que lo estés. Sabía como eras nada más verte
  • Siiiiiiii, gimo excitada mientras uno de sus dedos explora ya mi interior, sin que deje de besarme- me gusta, me gusta mucho …… Ummmmmmmm
  • Te pareces a tu madre, siempre dispuesta, siempre en estado de batalla …………. Voy a disfrutas muchísimo con vosotras dos.

La referencia  a mi madre me cabrea, porque en ese momento solo estamos él y yo. ¡No tiene porque hablar de mi madre! Y si eso es lo que quiere, que se vaya con ella. No puedo seguir con esta idea, porque me coge la mano y firmemente la coloca sobre su paquete; no tiene más que decir, se lo que tengo que hacer y voy a demostrarle que puedo ser mejor que mi madre; que solo conmigo estará plenamente satisfecho.  Cuando se la chupo a Jose le pongo a tope hasta que le hago correrse y ahora voy a demostrarle a Carlos que soy muy; Jose nunca tarda nunca en correrse en mi boca, jadeando como un salvaje, proclamando a los cuatro vientos que soy la mejor.

Bajo la cremallera, rebusco en su interior y saco su polla fuera del pantalón, quedándome alucinada de su longitud y grosor. Es enorme, me cuesta abarcarla con la mano de lo gorda y grande que es:

  • Es muy grande …………. Ya se que es una obviedad –pienso- pero es enorme, la más grande que he visto nunca-.
  • Si lo es nena. ¿No te gusta?  pregunta irónicamente, mientras hace que mi mano comience a acariciársela.
  • Si, mucho …….. contesto temblorosa, mientras empiezo a masturbarle suavemente- enorme, enorme.
  • Pues, si te gusta ¿qué esperas? Cómetela nena, hazme una buena mamada …….. Demuéstrame que no me he equivocado contigo.

Asi lo hago y, poco a poco, logro que la enorme polla entre en mi boca hasta casi la mitad; se la he chupado a Jose muchas veces, pero ese día parezco una novicia estrenándose, porque es muy difícil mamar algo tan grande, algo de lo que Carlos se da cuenta directamente:

  • Hay que ver nena, lo que te queda por aprender, dice acariciándome la cabeza, ……… pero no te preocupes porque voy a enseñarte y en pocos días serás una consumada mamadora de pollas.  No te creas que tu madre lo hacía mejor que tu al principio y ahora es una auténtica profesional.
  • No te gusta lo que te hago, pregunto, sin saber muy bien como arreglarlo, consciente de mi impericia y de lo que me cuesta alojar en mi boca tan enorme tranca.
  • Anda lámela solo, no hace falta que te la metas por ahora. Solo chúpamela por encima y acaricia mis huevos. ¿Estan duros verdad? Eso es porque están llenos de leche caliente nena. Ummmmmm, así, así, mucho mejor.
  • ¿Te gusta así?, pregunto mientras le masturbo bajando y subiendo su prepucio, al mismo tiempo que lamo como una perra todo el tronco.
  • Claro que si nena, claro que si ……. Me pones mucho sabes. Desde que te vi como cotilleabas como me follaba a tu madre, sabía que mas tarde o temprano acabaríamos así. Eres una nena fantástica Gema, sigue, sigue, que gusto me das, que gusto ……..

Me levanta de repente, me da la vuelta y me apoya sobre un pedestal de una estatua que hay en el jardín, cuyo cuerpo nos esconde miradas indiscretas. Antes de darme cuenta, me ha arrancado las bragas que guarda en el bolsillo de sus chaqueta, me sube la falta del vestido y suave, pero firmemente, me penetra por detrás, introduciendo su enorme polla en mi pequeña vagina, que se abre con esfuerzo para acoger tan fantástico miembro.

  • Ahhhhhhhh, gimo con fuerza, sintiendo como inmediatamente empieza a bombearme, chocando una y otra vez su pelvis contra mi culo, mientras agarra mis tetas menudas  a a través del vestido- me encanta, me encanta ………
  • Que bien entra nena, que bien ………. Las mujeres de tu familia estáis hechas para que os monten buenos sementales. Os adaptáis muy bien, muy bien ……….. gime, mientras me bombea por detrás, con mayor lentitud de la que utilizó cuando le vi follar a mi madre, a la que taladró con fuerza por detrás.

Me corro casi inmediatamente y creo que me hace gritar de gusto, porque aunque no lo recuerdo bien, si recuerdo hoy que entonces me tapó la boca, pues de otro modo habría llamado la atención de media boda. No puedo dejar de correrme, pero si modero mis gritos, sabiendo que no es el lugar para ello, hasta que noto como comienza a estremecerme:

  • Me voy a correr nena, me voy a correr!!!!!!!
  • ¡!!!!!Dentro no, por favor!!!!!!, ¡!!!!!dentro no!!!!!!!!!, exclamo, al darme cuenta que estaba a punto de inundar mi sexo con su leche y que no tomaba nada para evitar el embarazo.
  • Tranquila nena, tranquila, no tengo ganas de embarazarte …….. el primer día.

Carlos saca su polla de mi sexo, me da la vuelta y me agacha frente a el, ordenándome lo que tengo que hacer, con un tono autoritario que no deja lugar a dudas sobre quien manda allí:

  • Cómetelo todo nena, hasta la última gota ………. Y procura que no se te manche el vestido.

Obediente como una perrita vuelvo a  meterme la polla de Carlos hasta donde me coge y enseguida noto que un primer trallazo de semen inunda mi boca, al que seguirá otro y otro y otro ……….. estoy a punto de abrir la boca, porque no puedo alojar más en mi interior - cuando Jose se corre en mi boca, le dejo que termine de hacerlo y luego, suavemente le miro a los ojos y dejo que todo el semen salga de mi boca y se deslice por su pene- pero está claro que hoy no va a retirarse y que solo hay una solución, así que inspiro lentamente y dejo que la leche caliente de Carlos se deslice por la garganta hasta mi estómago, mientras siento nuevamente como acaricia mi cabeza con delicadeza:

  • Así nena, así ……… bien hecho. Ya me tienes dentro para siempre, añade quitando su pene de mi boca, permitiéndome que me ponga en pie- ¿Te ha gustado mi leche, nena?
  • Si, me ha gustado mucho ………..
  • Pues si quieres más, no te preocupes que ,a partir de ahora tendrás más, mucho más. Por cierto, me quedo tus braguitas como recuerdo, siempre lo hago ………..
  • ¿Y Mamá? Pregunto mientras adecento mis aspecto, en la medida de lo posible, preocupada con que alguien pueda notar que voy desnuda bajo el vestido.
  • ¿Mamá?¿Que pasa con mamá?
  • Que si vas dejar de estar con ella …………. pregunto suavemente, mientras le miro a los ojos, sin saber muy bien si quiero que la deje por mi o si quiero que no lo haga.
  • ¿Con tu madre? Ni de coña nena; es la mejor hembra que me he follado jamás. Tu eres estupenda, pero te queda mucho mucho por aprender. Además, no te preocupes, puedo satisfaceros a las dos ……… y a alguna más que se ponga a tiro. ¿Te parece mal que os atienda a las dos, nena?
  • Para nada, para nada ………… contesto trémula, aunque quisiera decir lo contrario, pero ahora solo quiero decirle a todo que si.
  • Bien, volvamos a la fiesta; me ha encantado follarte perrita –dice mientras me coge de la cintura, apretando mi culo con fuerza- creo que lo vamos a pasar muy bien, pero que muy bien …………………………….

La voz del taxista interrumpe mis pensamientos, haciéndome volver a la realidad, al anunciarme que hemos llegado a mi casa. En ese momento llueve abundantemente, una lluvia intensa y fría que no consigue apagar el fuego de mi corazón. Ver nuevamente a Carlos me ha perturbado profundamente: estoy segura que antes que acabe el invierno, volveré a saber de él.