Decidí escribir este relato luego de que ayer - jueves 18 de diciembre de 2014 - pude concretar una de mis locuras.

Siendo la mañana del día de ayer, mi mujer y yo estábamos en casa debido a que el lunes anterior comenzamos nuestras vacaciones de verano. Laura, como todas las mañanas se despertó bien temprano y bajó para realizar las labores diarias. Yo, como en casi todas las mañanas que puedo, me quedé un rato más en la cama, motivándome viendo videos, fotos y/o relatos desde mi iphone. Lo que suelo hacer es jugar conmigo mismo durante un buen rato, calentando los motores y cuando alcanzo una buena temperatura, apago el celular y me doy una buena sesión de auto-sexo imaginando que mi mujer es la protagonista de las aventuras que acababa de ver.

Puntualmente ayer, si bien comencé buscando algún buen relato, decidí abrir la aplicación de videos con la idea de buscar videos hot. De esa manera, y habiendo utilizado como palabras claves para la búsqueda las de “esposa” y “sexy”, fui viendo videos que me fueron llevando a otros hasta que terminé viendo uno de una mujer que seduce intencionalmente a un plomero y lo graba.

(El video puede verse aqui: https://www.youtube.com/watch?v=ktHCJuIYBqY)  

Luego de verlo, apagué todo y metiendo mi mano bajo mi calzón, estaba dándome una buena y acalorada sesión, cuando de pronto escuché pasos en el pasillo. Debe ser Laura que subió a buscar la ropa sucia, pensé. Sin embargo, entró en el cuarto quedándose parada en la puerta. Tras ello dijo:

• Buen día, ¿Qué es lo que estabas haciendo?. Amor….

• Hola. Nada linda, estaba intentando abrir los ojos.

• Mirá papito seductor!. ¿Te acordás que anoche vimos una serie de netflix?

• Sí.

• Bueno. Olvidaste desconectar de tu iphone el “airplay”, así que mientras estaba desayunando hace unos instantes, de pronto se encendió el “appletv” y comencé a ver todo tipo de videos eróticos que vos estabas seleccionando. Te agradecería que si estás buscando pornografía solo, lo hagas sin cometer errores de este tipo ya que así como fui yo la que te descubrió sin buscarlo, la próxima puede hacerlo alguno de los chicos.

• Ups. Es que….

• Nada, seguí en lo tuyo.

Tras esa afirmación Laura se dió media vuelta y se fue. La verdad es que después de eso ya no podría acabar con lo que había empezado. Por eso, me levanté, me di un baño y bajé a tomar el desayuno. Lo que ocurrió es que en casa tengo muchos dispositivos de la marca de la manzanita mordida, los cuales se interconectan entre sí, a través del botón “airplay”. Como en mi celular tengo la aplicación de netflix, lo que suelo hacer es abrir la aplicación y transmitirla al tv a través del “appletv”, pero si luego no desconecto el botón de airplay, todos los videos o fotos que vea en el celular se siguen transmitiendo al tv, de manera automática.

Al bajar me encontré con Laura en la cocina que estaba terminando de lavar las cosas del desayuno. Estaba vestida con su camisón azul transparente y debajo, solo su microtanga negra. Una que prácticamente no tiene nada de tela. Sus tetas estaban totalmente visibles. Seguía vestida así ya que los chicos se habían ido muy temprano a la colonia y por ende, estábamos solos.   

• Francisco, quiero que me digas algo.

• ¿me vas a retar?

• Quiero que me digas si realmente te gusta lo que viste en el último de los videos. Lo que quiero saber y si te imaginás que soy yo la que hace esas locuras.

• Y…. sí. Si no me gustaría ese video, no lo habría visto, o mejor dicho, no lo hubiera visto todo.

• No me respondiste el 100 % de lo que te pregunté.

• Bueno, sí, como te dije una vez, cuando miro pornografía o cosas hot, lo que hago, es solo buscar ideas para lo que sigue después ya que cuando me masturbo lo que hago es pensar que sos vos la protagonista.

• Aha….. No te creo pero me gusta que me mientas...

• ¿Estas enojada?

• No. Es raro. Es que no me gusta descubrirte. Sé que te pajeas cuando tenes ganas pero hay algo dentro de mi que me produce una especie de rechazo cuando descubro que lo estas haciendo. Sin embargo, cuando estoy sola y yo también lo hago, hay veces en que me gusta pensar en que vos te estas pajeando pensando en mi y al mismo tiempo tengo miedo de que me descubras. ¿Soy muy rara?

• No…. sos mujer!.ja ja

• Vos sabes que yo puedo hacer ciertas locuras exhibicionistas con vos, pero sin embargo no quiero llegar hasta el punto de tener relaciones con otro. Sé que a vos te encantaría, pero como siempre te digo, tengo miedo de que me pase algo. Si llega a pasar algo malo la que lo padecerá soy solo yo.

• Ya lo sé. No te pedí nada. Simplemente me preguntaste si me gustaría que vos hubieras sido la protagonista de ese video y yo te dije que sí. Sin embargo, no te pedí que lo hicieras………  mmmm………. ¿lo harías?

• ja ja, ves que sos terrible…. NO!!!!.... ja ja…. bueno, luego de ver ese video, mientras terminaba el desayuno estuve pensando. Tenemos varias cosas descompuestas en la casa. Por ejemplo, las canillas de la cocina pierden agua, la descarga del inodoro del toilet no corta del todo, el lavarropas pierde un poco de agua por la conexión de la manguera. Si para vos significa algo, hoy estoy dispuesta a hacer un poco de exhibicionismo, pero como condición te pido tres cosas, la primera es que elijas un plomero desconocido que venga de muy lejos, la segunda es que estés cerca para evitar que el tipo se me tire encima. La tercera es que se vaya antes de las 6 de la tarde ya que es cuando vuelven los chicos.

• Guauuuu….. ¿Ves por qué te elegí?

• Pero aprovechá la oferta hoy ya que me quedé un poquito caliente yo también con el video. Mañana será otro día y no sé si tendré ganas de hacerlo.

Luego de eso, le dije a Laura que iría a internet a buscar un plomero. Mientras tanto ella siguió haciendo las cosas de la casa. Se me ocurrió buscar en mercadolibre y encontre que en Olivos había varias publicaciones de plomeros que ofrecían estar disponibles ante urgencias. Tomé nota de tres de esos números y llamé a Laura para que viera las publicaciones y me diga si le parecía bien. Como le pareció bien, tomó el teléfono de la casa y llamó al primero:

ring…… ring …… ring

• Hola, diga….

• Buen día. Mi nombre es Laura y estoy buscando a un plomero porque tengo una urgencia. Tengo varias canillas que pierden, el lavarropas que también pierde agua por la manguera y en el toilet, el boton del inodoro no corta, y tengo que repararlo sí o sí, ya que esta noche tengo gente de visita.

• Bueno, dígame su domicilio.

• Estoy en la avenida Cabildo 112, 7º “A”. Es en la esquina de Concepción Arenal y Cabildo en el barrio de Belgrano.

• Ah no. Señora, es que usted está llamando a un plomero de Olivos.

• Sí, ya lo sé. Es que estoy dispuesta a pagarle el viaje en remis ya que por aquí no encontré a nadie.

• Bueno, está bien. Yo cobro $200 por hora y como voy con mi auto le voy a cobrar $100 más por el combustible. Si le parece puedo estar allí dentro de media hora.

• Sí. Me parece bien. Lo espero.

• Ok, hasta luego.

Al cortar la comunicación Laura me comentó lo que había arreglado y que tendríamos media hora para arreglar todo.

• Me voy a hacer dos cambios de ropa mientras el plomero esté aquí. Vos si querés quedate en el estudio (el cuarto que usamos cuando trabajamos en casa, ya que somos abogados).

• ok, si algo llega a incomodarte, simplemente decimelo y me acerco. De todas formas yo voy a estar mirando todo lo que pueda. Sinó, ¿cuál sería la gracia?.

• Es que la gracia sería que yo después te cuente todo….

• Tramposita….. me gusta que me cuentes todo pero si puedo ver es mejor….

Así, y habiendo transcurrido unos 40 minutos, sonó el timbre. Laura salió del dormitorio casi corriendo y atendió el portero eléctrico. Era el plomero así que le pidió que subiera abriéndole la puerta.

Se había puesto una pollera de jean muy corta, una remera blanca muy ajustada sin corpiño y estaba descalza. Por mi parte, me fui al estudio y cerré la puerta dejándola algo abierta para poder espiar. Desde allí tenía una vista parcial de la cocina, pero podría ver gran parte de la situación.

Din Don….. Din Don…

Sonó el timbre nuevamente lo que indicaba que el plomero ya estaba arriba. Laura se había mojado el pelo simulando que estaba recién bañada. Como tiene el pelo, ni muy largo ni muy corto, si bien lo tenía suelto y despeinado, sus tetas estaban totalmente expuestas y se notaban. Abrió la puerta y lo que vio la dejó sin palabras. Estaba el plomero, quien tendría unos 45 años, pero estaba acompañado de quien seguramente era su hijo, el cual tendría 16 o 17 años.

• Adelante por favor. - Dijo Laura con voz tímida.

El plomero y su acompañante entraron y caminaron detrás de Laura hasta la cocina. Al llegar les pidió que esperaran allí un minuto y vino hasta donde yo estaba.

• Houston, tenemos un problema!. - me dijo - Se vino con el hijo. ¿Te parece que siga con el plan?.

• No se.... ¿Te sentís segura?. ¿Te da culpa o vergüenza?

• La verdad que no se. Hagamos una cosa. Sigo adelante con cuidado si veo que la cosa se pone fea, la corto. De todas maneras, si es el hijo el pibe que trajo, entonces no se me tirará encima.

• Bueno, dale.

Laura volvió a la cocina.

• Bueno…. no sé por donde quiere que empecemos. Le cuento todo y usted me dirá.

• Ok.

• Ve aquí en la cocina, las canillas pierden agua al abrirlas y cuando las cierro, no terminan nunca de cortar. El problema lo tengo con la caliente ya que tengo que luchar mucho para cerrarla porque sino se vacía el termotanque.  

Laura mientras decía eso se acercó a las canillas y poniéndose en una postura de frente al plomero, procedió a mostrar lo que ocurría cuando abría y cerraba las canillas. El plomero se inclinó un poco para ver las canillas pero al mismo tiempo tenía una vista en primerísimo plano de las tetas de Laura quien no se corrió ni un milímetro para que el señor observe la pérdida.

• Muy bien señora, esto es sencillo de reparar. ¿Qué más?

Desde allí se fueron hasta el lavadero y Laura le mostró que la manguera del lavarropas, que estaba unida a la canilla, perdía un chorrito de agua que caía sobre una rejilla. Si bien desde donde yo estaba no podía ver lo que ocurría, contaré lo que me dijo Laura que ocurrió.

 Ella se acercó al lavarropas y se agachó para limpiar con un trapo el agua que estaba rodeando la rejilla. Al hacerlo, no cuidó mucho sus piernas y dejó que por pocos instantes, casi imperceptibles, su vagina quedara a la vista. No se había puesto bombacha y dijo que lo hizo con la intención de que el plomero vaya notando que si quería y se esforzaba iba a poder ver algo. De todas maneras la idea no era hacérsela tan fácil, por lo que me aseguró que si bien muy probablemente vio que ella abrió las piernas, no cree que haya podido ver en ese momento, que estaba desnuda.

Luego se paró nuevamente y el plomero le dijo que eso también resultaba sencillo de reparar.

Ella había colgado previamente en el tender, que esta sobre el lavarropas, como 10 de sus tangas de hilo dental. Dos de las cuales eran solo tiritas. Ella de verdad usa todos los días ese tipo de tangas y suele colgarlas cuando las lava, así que simplemente lo que hizo fue no ocultarlas.

Cuando el plomero le decía que iba a tener que reforzar el sellado de la unión de la manguera, Laura vio que el hijo del plomero miraba las tangas. Dijo que el chico no podía bajar la vista. Como que nunca había visto ese tipo de ropa interior.

Seguidamente, Laura les pidió que la siguieran y se dirigieron hasta el toilet. Allí había otra sorpresa. Ella había dejado al lado del vanitory, sobre el suelo, un espejo de zapatos. Son esos espejos que suelen estar en la zapatería, que estando de pie, podemos ver cómo nos quedan los zapatos.

Al entrar, el plomero se acercó hasta el inodoro, desarmó la mochila de descarga y verificó el error. Mientras hacía eso, Laura se había parado con sus piernas semi abiertas detrás del plomero sabiendo perfectamente que detrás suyo estaba el hijo, que si advertía la existencia del espejo, podría ver sin ningún tipo de dificultad su entrepierna.

• Bueno Señora, todas las reparaciones son sencillas, me demandarán a lo sumo, 1 hora de trabajo y no necesitaré comprar materiales. Así que el costo del trabajo sumado al del combustibles será de $300. Si le parece empiezo ahora.

• Me parece muy bien. -dijo Laura al mismo tiempo que pensaba que la parodia no le había resultado para nada cara.

• ¿Le parece que empecemos por la cocina? ya que es el medio día y usted seguramente deberá cocinar.

• Bueno, tiene razón.

Dicho ello, el plomero y su hijo se acercaron hasta la bacha y comenzaron a reparar las canillas. Mientras tanto Laura, prendió el sistema de audio y sintonizó una emisora de rock inglés, poniéndolo en un volumen medio fuerte. Luego, tomó la aspiradora y comenzó a aspirar el suelo del comedor diario - que esta dentro de la cocina-. Para hacerlo debía agacharse, sin embargo, en vez de hacerlo así, mantenía sus piernas rígidas y doblaba la cintura. Esa postura permitía que su pollera por momentos pareciera ser un cinturón. Desde donde yo estaba pude ver en varias oportunidades el agujero del culo de Laura y su vagina, así que no tengo dudas de que los plomeros, vieron lo mismo que yo. Sin embargo, en ningún momento dejaron de hacer lo que estaban haciendo ni hicieron cosas desubicadas. Muy por el contrario, miraban pero no descaradamente y cuando Laura se daba vuelta y quedaba frente a ellos, omitían mirarla. Calculo que al tratarse de un padre e hijo también habría una situación de cuidado entre ellos. No creo que a ningún hijo le guste que su padre esté mirando el culo o las tetas de una mina que se le regala.

• ¿Quieren algo para tomar?. - Dijo Laura.

• Bueno, -dijo el hijo del plomero. - Le aceptaría algo fresco.

El padre le dijo que también quería algo fresco y le agradeció su amabilidad. Luego, Laura abrió la heladera y sirvió sprite fría en dos vasos. A propósito, cargó en una de sus manos la botella y como con la otra solo podía tomar un vaso, se puso el otro entre sus tetas y lo presionó con el brazo de la botella. Ambos trabajadores estaban en la bacha y Laura se acercó hasta donde estaba el hijo y con un gesto le pidió que tomara el que tenía en sus tetas al mismo tiempo que hacía un movimiento de inseguridad como simulando que se le estaba por caer. El hijo del plomero rápidamente tomó el vaso no pudiendo evitar tocarle las tetas.

• Gracias, -dijo Laura - pensé que se me caía todo. Es que soy muy torpe.

Luego le entregó el otro vaso al padre, se dio vuelta y volvió hasta donde estaba la aspiradora.

Tras unos diez minutos, los plomeros le dijeron que habían terminado y que pasarían al lavadero. Laura los acompañó.

• Señora, necesitaremos que vacíe el lavarropas de ropa ya que tendrémos que accionarlo para que cargue agua y ver bien la pérdida.

• Ok.

Mientras el plomero desplegaba sobre la mesada las herramientas, Laura se agachó para sacar la ropa al mismo tiempo que le pidió al hijo que le hiciera el favor de sacar todo lo que estaba colgado del tender para vaciarlo. Le dijo que pusiera todo en un tacho de ropa limpia. Sin darse cuenta, (o a propósito), Laura había conseguido dos cosas, por un lado que el padre pueda verle la entrepierna casi con seguridad ya que al agacharse le costaba mucho no quedar expuesta, pero al mismo tiempo, el hijo estaba tomando entre sus manos, además de la ropa normal, las 10 tangas que estaban allí colgadas. Una vez que el tender estuvo vacío, Laura comenzó a tender la ropa que sacaba. Obviamente que al estirarse para colgarla, no solo sus tetas parecían querer escapar de la remera sino que la pollera se le levantaba. Finalmente, Laura les pidió que trabajaran que mientras tanto ella iría a cocinar.

Previo a ir a la cocina, vino hasta donde yo estaba, y sin decir una palabra, me dio un beso de lengua a la vez que con sus manos me abrió la bragueta. De inmediato, de frente a mi y sin dejar de besarme, se sentó sobre mi miembro erecto. Ahí mismo pude comprobar la calentura que ella tenía ya que estaba tan lubricada que parecía aceitada. Así estuvimos unos 20 o 30 segundos, hasta que de pronto se paró, se dio vuelta y salió del escritorio, dirigiéndose hasta nuestro dormitorio.

La calentura con la que me había dejado era total. Sin embargo, quería ver lo que seguía. Tras unos dos o tres minutos Laura volvió a la cocina. Esta vez se había puesto unas calzas blancas en reemplazo de la pollera y una remera negra en la parte superior. Esa remera tiene en el frente una cruz grande de tela negra transparente lo que permite ver gran parte de sus tetas. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue que la calza estaba tan metida que permitía ver todo. Más adelante, cuando los plomeros se fueron, comprobé que eso se debía a que se había puesto unos tiradores que lograban ese perfecto efecto cameltoe (cometrapo).

Laura se puso a cocinar y tras unos minutos fue hasta el lavadero comprobando que los plomeros ya habían terminado y estaban yendo hasta el toilet. Tardó bastante en volver ya que decidió quedarse charlando con ellos. Cuando terminaron, Laura les pagó y se fueron.

Tras eso, de inmediato Laura se desnudó mientras caminaba y vino hasta donde yo estaba y nuevamente se sentó sobre mi miembro. Intenté besarla pero con su cara me corrió la mía y puso su boca cerca de mi oreja derecha. Entre gemidos y lamidas en la oreja, susurraba que en un momento su concha quedó totalmente visible frente al padre y que éste le sonrió. Luego, me dijo que el hijo no paraba de mirarla por todos lados y que ella le daba el gusto. Que ya era tan alevoso que no cree que se piensen que era casual. Me dijo que se dio cuenta que le faltó una tanga. Que cuando estaban en el toilete, siendo el lugar tan chico, a cada rato era rozada o apoyada por el joven y que ella hacía como que no lo notaba. Finalmente me dijo que al irse, el chico le puso la boca para darle un beso y que por ternura le besó la comisura de los labios. Todo eso me lo decía mientras me montaba con un suave vaivén lo que produjo que eyaculara dentro suyo.

Bueno, me gusta que me escriban aquí o a tanguitaabierta@gmail.com y me envíen comentarios, fotos, etc….

Como regalo por haber leído les dejo más links de videos de esta temática más hot que el anterior.   

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