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Laura buscó trabajo y lo encontró......

en Voyerismo

Relato 10

 

Eran las 6 de la mañana. Sonó el despertador.

-Hoy tiene que ser el día!, - pensó Laura quien estaba cansada de no conseguir un trabajo que le permita llevar una vida cómoda como la que tenían sus amigas. Hacía varios meses que llevaba buscando trabajo, pero todo lo que conseguía era como vendedora o como secretaria pero por sueldos muy bajos. Ella envidiaba la vida que sus amigas tenían, rodeadas de lujos, viajes, etc… Sin embargo, y pese a ser la única que había logrado llegar a la mitad de una carrera universitaria (abogacía), Laura no lograba tener buenos ingresos de dinero. Ciertamente, varias de sus amigas, tenían ese nivel de vida merced al dinero de sus novios o esposos, pero también algunas de ellas, habían logrado ocupar altos cargos en empresas o que sus jefes les paguen buenos sueldos.

Todo cambió para Laura cuando, durante el día de ayer, Mónica, una de sus mejores amigas y una de las que -ella- más envidiaba en cuanto a su nivel de vida, pasó a visitarla y allí le confesó uno de sus mayores secretos. Tras mantener una breve charla y notar Mónica, que su amiga no estaba felíz debido a su falta de trabajo, le dijo:

  • Dime, cómo sales a buscar trabajo?

  • como todas, primero busco en los avisos clasificados, concreto las entrevistas, y luego me presento en las que considero mejores.

  • Bueno, pero te salteaste varios pasos. Cuéntame, cómo te vistes?, qué llevas?, cómo te presentas?, cómo hablas?, qué buscas?

  • Normalmente me visto de manera formal, no sé, depende de la época, pero usualmente me pongo un trajecito y me hago una cola en el cabello. Suelo llevar impreso mi curriculum y en la entrevista trato de responder todo lo que me preguntan con tranquilidad.

  • Laura, pero tu no eres nada formal!. Nunca eres tranquila y jamás fuiste prolija con los papeles. Mirá, yo soy de la idea de que una mujer tiene que presentarse y actuar como es realmente, pero cuando llega la hora de lograr algo, hay que usar todas las herramientas que resulten necesarias.

  • No entiendo, en qué no soy formal? y cómo que no soy prolija? De qué herramientas me hablas?.

  • Bueno, mirá, en tu vida privada no usas trajecitos y cuando trabajas, tampoco te veo con trajecitos. Entonces, si cuando trabajas no los usas, por qué demonios te presentas así para las entrevistas. Casi siempre te veo con calzas, jeans, polleras, etc… Incluso, más de una vez te he visto salir sin corpiño. Tu tienes que comprender algo, Mirta Legrand tiene razón cuando repite: “Cómo te ven te tratan y si te ven mal, te maltratan...”

  • La verdad que no te entiendo, querés que vaya en jean y sin corpiño a una entrevista?. Si es como dices, me van ver casi en bolas y así me darán un trabajo de puta!.

  • No, no entiendes. Digo que tienes que usar todas las herramientas que puedas para lograr lo que quieres. No se trata de que te vean de una manera y te den un trabajo acorde a ello, digo que tienes que elegir de qué quieres trabajar, cuánto quieres ganar, cómo quieres trabajar, etc… y en base a eso, tienes que usar todo lo que esté a tu alcance y, si llegase a ser irremediablemente necesario, tienes que estar dispuesta a aplicar la canción infantil de la paloma blanca, la conoces?.

  • Qué? no, cuál?

  • Estaba la paloma blanca sentada en un verde limón…. Con el pico cortaba la rama, con la rama cortaba la flor…. Ay Ay Ay, cuándo vendrá mi amor….. Me arrodillo a los pies de mi amante, y me levanto constante constante, dame una mano, dame la otra, dame un besito, sobre mi boca. Daré la media vuelta, daré una vuelta entera, haciendo un pasito atrás, haciendo una reverencia….”. Esa antigua, dulce, inofensiva e ingenua canción esconde los secretos que las mujeres usan desde siempre. Si prestas atención a la letra te darás cuenta. Primero se pregunta cuándo vendrá su amor, pero por lo que sigue después, está con su amante. Segundo, se arrodilla a sus pies y se levanta constante, constante. Qué te imaginas que hace?. Tercero, luego de darle un besito en su boca y estando ambos de pie, ella se da la media vuelta o sea que queda de espaldas a él, luego da una vuelta entera, piensa que antes las mujeres usaban polleras con vuelo, así que si la vuelta es rápida, las telas vuelan!!!. Cuarto, estando de pie pero de espaldas a él, hace un pasito hacia atrás, y luego una reverencia. O sea, se apoya en él y se agacha inclinándose hacia adelante.    

  • Bueno… está bien, lograste transformar en porno una canción que me cantaba mi mamá cuando era niña. Pero eso, en todo caso, sería para conseguir un chongo!.

  • No, sigues sin entender nada, significa que las mujeres somos una 4x4. Tenemos que estar dispuestas a todo con tal conseguir lo que queremos y siendo que los hombres son muy fáciles, hay veces que ni siquiera tenemos que esforzarnos mucho. De lo que no hay duda es que si queremos algo tenemos que usar nuestra cabeza y si es necesario, nuestros encantos y actitud!.

  • Es que la que no me entiende eres tu. Yo no soy una trola. Soy una mujer con ambiciones, normales. Quiero progresar pero de ahí a acostarme con cualquiera….

  • Estás segura que no eres trola?. jaja. Mirá, todas somos trolas cuando queremos. Yo dejé de medir las cosas entre blancos y negros. Una mujer no puede ser que por lo que hace sea catalogada de trola. Y si es así, qué te importa. Cuando tengas lo que quieres te vas a dar cuenta que valió la pena.

  • mmmmm. Pero y Francisco ?. Si hago algo me dejaría. (Francisco es su novio)

  • y por qué debería enterarse de lo que haces o no haces?.

  • Es que el que suele llevarme a los lugares, es él. Él ve cómo me visto, etc…

  • Está bien, y bueno, o empiezas a ir sola o que se acostumbre a la nueva Laurita!. Creo que si vas a ser más jugada deberías hablarlo con él antes de que se crea cualquier cosa.

Fue así que Laura se quedó pensando e ideando lo que tenía que hacer.

Esta mañana, tras levantarse y bañarse, decidió que tenía que ser el día. Todo tendría que andar bien, ya que Francisco ese día la pasaba a buscar a las 7 en auto, y así podría vestirse un poco más osada de lo normal, y al mismo tiempo taparse con algo para disimular frente a su novio. Ciertamente no había hablado con él, pero supuso que tal vez él no notara nada extraño. Es invierno y en esta época no hay nada que un buen tapado no oculte!.

Luego de bañarse, Laura se puso unas calzas blancas muy ajustadas y una micro tanga también blanca. En la parte de arriba se puso una remera dorada con brillos que, por no llevar corpiño, permitían que sus pechos se marquen bien. En su cabello se hizo una trenza que se ató con una cinta azul y sobre su rostro se practicó un maquillaje suave aunque resaltando y delineando bien los labios. Luego, se puso unos zapatos de taco muy alto, que tienen la característica de que el taco es muy finito y de metal.

Al finalizar se miró al espejo y lo que vio le gustó. Sin embargo, decidió avanzar aún más. Como la tanga en la parte de adelante también era muy chiquita, hizo lo que tantas veces su novio le pedía. Se la metió entre los labios vaginales y así, éstos se abren un poco más y permiten que la calza se calce bien y profundo!.

Cuando sonó el timbre Laura se puso un tapado blanco que le llegaba casi hasta los talones y salió.

Durante la noche, antes de acostarse, vio un aviso en un estudio de abogados que le gustó que ya buscaban una estudiante que pudiera hacer de secretaria pero que también pueda hacer escritos y recibir clientes. Además, se prometía una paga buena y por dónde queda el estudio (Puerto Madero) debe tratarse de un lugar de alto nivel.

Tras saludar a Francisco con un suave beso en los labios, le pidió que la llevara a Puerto Madero…...

Su novio, tras besarla, la miró y no notó nada extraño, salvo un aroma al perfume que le había regalado, muy pronunciado. Pero como ella solía perfumarse, no sintió que debía decirle nada.

Hay un secreto que ella desconocía y es que Francisco, tiene espíritu candaulista. Es decir, él goza privadamente exhibiendo a su novia con fotos hot que le saca, por internet o bien, cuando al salir, le pide que se ponga la menor cantidad de ropa posible. A él, le gusta que los demás vean a su novia y si está casi en bolas o si se le escapa algo, aún mejor. Por eso, cuando ella sale sola y decide vestirse de una manera provocativa, él no le dice nada. Ahora bien, como él tiene miedo de que ella vea mal ese gusto, tampoco se lo confiesa ni suele insistir demasiado.  

Al llegar, ella le pidió que la esperara un rato, se bajó y entró en el edificio.

Cuando llegó finalmente al piso correspondiente, en el estudio, fue recibida por una joven secretaria, muy bien vestida, que la saludó cordialmente y le pidió que esperara unos instantes.

De pronto una gran puerta de madera (antigua y tallada) se abrió y de ella asomó un hombre de unos 60 años que la invitó a pasar. Era el dueño del estudio.

Juan C. Gómez Estrella es un conocido abogado penalista. Tiene cabellos blancos, que se los peina prolijamente hacia atrás con gel y siempre tiene aspecto de recién bañado. Además, Laura notó que está muy perfumado.

  • Adelante Señorita………

  • Laura, Laura  Andrea López. Muchas gracias por recibirme.

Ni bien traspasó la puerta, Laura se quitó el tapado, dejando una vista en primer plano de su redondo y profundo trasero. Las calzas estaban bien metidas así que se marcaba todo y como la remera era más bien corta, se transparentaba a la perfección la tirita de la tanga.

Así, dando pasos cortos, pero haciendo notar bien su marcha mediante el sonido de sus tacos, Laura caminó los seis o siete pasos que había hasta el escritorio. Cuando llegó al sillón, pidió permiso y colgó el tapado de un perchero.

  • siéntate. Qué edad tienes?

Era evidente que algo había logrado - pensó Laura. Si la primera pregunta que se le ocurre es la de qué edad tenía es porque el viejo estaba pensando si ya era mayor de edad y podía darle!. Laura se sonrojó.

  • tengo 23 años.

  • me parece bien. Dime,...., sábes lo que estamos buscando?

  • Sí, por supuesto. No voy a ninguna entrevista de trabajo sin saber que voy a ofrecer mis servicios a un lugar en donde pueda hacer lo que realmente quiero y me gusta hacer y además, sin saber que voy a obtener el puesto. Ustedes están buscando una persona joven, que estudie abogacía, que pueda atender al público y realizar escritos.

  • Muy bien!. Por lo que veo eres una persona segura.

  • Sí, por supuesto que sí.

  • Quieres un café, o algo fresco?

  • Sí, me gustaría tomar un café. Es temprano y vine sin desayunar.

Mientras el abogado pedía dos café por teléfono, Laura se sentó con la espalda firme y erguida aunque apoyándose suavemente en el respaldo y dejando sus brazos en los apoyadores que tenía el sillón. Esa postura, sumado a que el despacho estaba aún fresco - ya que la calefacción había sido prendida hacía pocos minutos - permitía que la redondez de los pechos y la dureza de los pezones se marquen a la perfección. Si bien Laura tenía pechos normales (bien redondos y firmes), solía saber cómo ponerse para que se le notaran.

  • ejem. bueno, ya pedí los café. Cuéntame. Has trabajado en algún estudio jurídico.

  • No. Sin embargo, he realizado prácticas en la facultad atendiendo a gente sin recursos económicos.

  • Muy bien. Y…, en qué año de la carrera estás?.

  • Bueno, estoy cursando materias del cuarto año. Si le interesa saber, he  aprobado con 10 todas las materias vinculadas al Derecho penal.

  • Perfecto.

  • Sabes cuánto ganarías si te aceptamos?.

Laura sabía que éste era el momento de dar un paso al frente. Quedarse callada mientras él le decía cuánto ganaría, la convertía en una más. Así que…

  • No, no sé lo que ustedes ofrecen de remuneración. Pero discúlpeme si esto no es lo que esperaba, pero yo quiero ganar cincuenta mil pesos por mes (unos $5.000 dólares).

  • eh….

  • Mire, por favor escúcheme y no se ofenda por lo que le voy a decir. Yo se que ustedes buscan una persona para explotarla, para que haga el trabajo que ustedes no quieren hacer y encima le quieren pagar monedas. No se enoje. Lo entiendo y comprendo. Tal vez yo haría lo mismo. Sin embargo, yo no soy esa persona. No soy una más. No busco un trabajo. Yo busco mi futuro. Si a mi me va bien, a ustedes les va a ir bien. Sé que aún no estoy recibida, pero sé cómo atraer o retener clientes. Sé cómo convencerlos. Soy una persona simpática, agradable y con buena presencia. Le puedo asegurar que las personas que yo atienda ya no lo querrán ver a usted.   

  • jajaja. Me parece que tienes buenos aires de grandeza.

  • Es así.

En ese momento Laura sin levantar la cintura de la silla, se inclinó hacia adelante para servirse azúcar en la taza de café que recién le trajo un mozo. Se inclinó de manera tal que su escote mágicamente se abrió y dejó al descubierto sus perfectas tetas, que no colgaban pero tampoco parecían de piedra. Tenían un movimiento natural.

El abogado no podía quitar la vista de semejante escote. Ella pensó, picó!.

  • Quiere ver mi currículum?.

Laura se paró dejando que el abogado pueda verle la entrepierna. La calza la tenía bien metida por lo que se formaba una perfecta raya conocida como “cometrapo”. Luego se dio vuelta para caminar hasta el perchero en donde había colgado su portafolios. Al hacerlo, volvió a entregarle una imagen en primer plano de su culo.

El abogado no podía creer lo afortunado que había sido. Él y su socio normalmente discutían porque no querían atender entrevistas de personal tan temprano. Sin embargo, esta vez, estaba agradecido de haber sido él quien la estaba llevando adelante.

Laura tomó su portafolios y volvió a su lugar. Luego, extrajo su curriculum y se lo entregó al abogado en sus manos. Ella sabía que ese no era su fuerte ya que no tenía experiencia laboral alguna y que sus estudios aún estaban por la mitad. Por eso, ni bien se lo entregó, comenzó a hablarle con tono firme como para que lo mire muy levemente.

  • Su estudio debe mantenerse en lo alto. Vi afuera a varias personas que estaban en la sala de espera y eso ahuyenta los clientes. Aquí tienen varios despachos, si alguien pudiera atenderlos y resolver sus problemas o bien, escucharlos hasta que ustedes puedan atenderlos, esas personas se sentirían bien atendidas y sin dudas regresarán.

  • Tienes razón pero déjame decirte algo, casi en todos los casos atiendo en persona a la gente y eso, sumado a que me mantengo actualizado permanentemente, es lo que me mantiene vigente y en la gama alta de los estudios jurídicos.

  • Sí, yo no digo que usted no atienda a la gente. Solo le digo que a nadie le gusta esperar y si las personas cuando llegan se encuentran con un rostro amigable que tal vez les pueda solucionar los problemas, pienso que esas personas volverían. En cuanto hasta qué punto de atención les puedo dar, podemos ponernos de acuerdo, pero créame que por la experiencia que tuve en la facultad, casi todos los casos son problemas que pueden resolverse sin llegar a un nivel judicial. Muchas veces son personas que tienen un inconveniente leve, pero para ellas son un mundo.   

  • Me asombras.

  • Se lo dije.

  • Bueno, mira, como tu has dicho, nosotros buscamos una persona pero tu eres otra muy distinta. Hagamos una cosa, déjame que lo hable con mi socio y te vuelvo a llamar.

  • Está bien, pero sepa algo, estoy dispuesta, si así lo deciden, a trabajar durante un período  de prueba de un mes y me comprometo, si quiere por escrito, a no realizar ningún tipo de planteo si luego deciden desvincularme por no obtener los resultados que le ofrezco o si no logro ser una persona útil para su estudio. Es más, para que usted comprenda que mi ofrecimiento es serio, durante este mes de prueba estoy dispuesta a cobrar lo que usted me iba a ofrecer. Ni me diga ahora cuánto dinero es, solo piense lo que le ofrezco y espero su llamado.  

  • Muy bien, déjame hablar con mi socio. Te acompaño.

Ella sabía que había logrado su máxima atención pero quiso que esa marca se acerque lo más posible a un sello de fuego, así, cuando fue a saludarlo, le extendió su mano derecha pero al mismo tiempo inclinó y adelantó su cabeza para lograr un beso. Él respondió a ambas cosas, pero lo que ella hizo logró su cometido. Es que al momento de concretar el beso, giró levemente su cara imprimiendo sus labios en la comisura de los labios del abogado. Tal fue la presión, que logró que el rouge imprima sus labios en el borde de la boca del abogado, casi a la perfección.

Tras ello, caminó hasta el perchero, tomó su tapado y realizó movimientos torpes con el objeto de lograr que el abogado la ayudara. Así, él se acercó, tomó el tapado y ella se dio vuelta, dejando nuevamente su culo blanco en primer plano. Él, no perdió detalle de semejante trofeo y le colocó muy suavemente el tapado.

Cuando salió del edificio, Francisco la esperaba en el auto. Ella se subió y tan solo se limitó a contarle que creía que le había ido bien en la entrevista ya que el abogado le había prestado mucha atención.

Ella se sentía omnipotente. Nunca antes había experimentado esa sensación de poder ya que sentía que había pedido una fortuna de sueldo y estaba segura de que aceptarían su propuesta. Pero como si eso fuera poco, ella se sentía caliente. Esa sensación de poder, basada en lo que para ella era casi como prostituirse, la puso muy hot. Sentía que estaba dispuesta a todo tal como se lo había sugerido Mónica, pero una cosa era pensarlo y otra muy diferente era llevarlo a la práctica.

  • Qué hacemos?., - Dijo Francisco

  • volvamos hasta mi casa.

Al llegar a la casa de Laura, ella se quitó el tapado olvidando por completo que no le había dicho nada a su novio acerca de su vestimenta. Así, al verla, Francisco notó con sorpresa que no sólo no tenía corpiño sino que además sus calzas literalmente la estaba violando. Él, sintió un escalofríos al pensar en las palabras de Laura cuando le dijo que el abogado le había prestado atención. Sin dudas, la erección que Francisco sintió en ese instante era una cabal prueba de que evidentemente la cosa le gustaba. Sin embargo, le intrigaba saber qué era lo que estaba pasando. Se preguntaba qué estaba haciendo su novia y si lo estaría engañando. Sin embargo, el morbo que estaba experimentando pudo más.  

Así, y sin darle un respiro, la tomó de la mano y la llevó hasta la cama de su cuarto. La luz estaba apagada y al cerrar la puerta el lugar quedó totalmente oscuro.

No quiso preguntarle nada y mucho menos, recriminarle algo. Simplemente, estando acostados uno al lado del otro, comenzó a quitarle las pocas prendas que vestía. Una vez que Laura quedó totalmente desnuda, dirigió su mano derecha a su entrepierna, buscando esa caverna tan preciada… Los dedos de Francisco comenzaron a delinear los labios vaginales como siempre hacía, pero esta vez algo distinto ocurría. Es que la caverna de Laura estaba literalmente inundada. Los líquidos que ella había emitido durante esa hora anterior mantenían totalmente lubricada su vagina a tal punto que no hacía falta ningún tipo de juego previo. Lo  que pasó después fue increíble para ambos. Ella logró calmar su calentura y él logró acabar pensando en lo puta que se había visto su novia esa mañana frente a otra u otras personas.

Luego de ese acto de “amor”. Ambos se vistieron aunque ella, se puso un jean y una remera. Solo eso. Después, almorzaron, charlaron y cada uno volvió a sus cosas.

Al día siguiente, Laura salió por la mañana para hacer unas compras y sonó su teléfono.

  • Laura López?

  • Sí, quién habla?

  • Buenos días, soy Cecilia, la Secretaria del Dr. Gómez Estrella. Me comunico con usted que que el Doctor quiere verla a las 10. Usted puede venir a esa hora?.

  • mmm. Déjeme pensar….. pero….. por qué asunto es?. Sabe si aceptó mi propuesta?.

  • Mire, la verdad que no sabría decirle. Él es muy reservado. Solo me pidió que la cite y que también le avise que estará su socio el Dr. Vear.

  • Bueno, son las 9, me apuraré y supongo que llegaré.

Tras cortar, llamó a Francisco para decirle que la estaban llamando para ir al estudio jurídico a las 10 y para ver si él podría llevarla. Sin embargo, él le dijo que no llegaría ya que estaba trabajando así que mejor que vaya en un taxi.  

Francisco en realidad llegaba, pero él quería ver qué se traía su novia. Así que decidió espiarla. Para ello, tomó un auto de la empresa en donde trabajaba que Laura no conocía y se dirigió de inmediato hasta la puerta de la casa de su novia.

Ella, por su parte, volvió rápido a su casa y se dio una ducha rápida. Mientras se bañaba pensaba qué ponerse ya que no era momento de dar un paso atrás en lo que había iniciado, pero a su vez, esta vez estaría además del abogado, su socio. Su cabeza, por un lado le decía que había logrado convencer de que la contraten pero, por otro lado, al mismo tiempo, pensaba en que tal vez había hecho el ridículo y solo querían ver a una mina casi en bolas.

Cuando llegó el momento de vestirse finalmente se decidió por lo más. Pensó que si no causaba nuevamente impacto, tal vez perdía la única oportunidad que se le había presentado de ganar lo que quería.

Así, se puso una minifalda de cuero negro, unos zapatos con taco muy alto y finito (de esa marca conocida que no puedo nombrar pero su suela es roja), y en la parte de arriba se puso una camisa blanca ajustada. Obviamente no se puso corpiño y su micro_tanga esta vez, era negra. Después de vestirse notó que la tanga era vieja y que estaba un poco agrandada, pero no le dio importancia.

Como su novio no venía a buscarla y no hacía frío, esta vez eligió de abrigo un saco de cuero que apenas le pasaba de la cintura. Frente al espejo se veía muy linda. Nuevamente se maquilló fuertemente los labios a la vez que pensaba que si Francisco la veía así le iba a decir de todo. Luego, salió a la calle a esperar un taxi.

Francisco, ya estaba estacionado a unos 30 metros de su casa y desde allí logró ver a su imponente novia salir. No podía creer lo que veía. La minifalda era no tan corta pero tenía volados, y sumado a las piernas largas de Laura subidas a unos impresionantes tacos, la imagen era de una modelo. Sin embargo no podía dejar de preguntarse qué era lo que hacía vestida así. Él siempre la veía salir a buscar trabajo pero sin embargo, nunca se vestía provocativa. Cuando finalmente llegó el taxi la vio subir y comenzó a seguirla.

Laura le pidió al taxista que la lleve hasta el estudio jurídico en Puerto Madero. Al llegar, pagó e ingresó rápidamente en el edificio. El taxista se pasó todo el camino intentar en vano ver la bombacha de su pasajera, pero cuando bajó, bingo!. Ella, sin quererlo, le regaló una imagen en primer plano de su entrepierna ya que al abrir las piernas para bajar, su tanga quedó visible.

Cuando llegó al estudio, Laura fue recibida por Cecilia quien la hizo pasar directamente al mismo despacho que el día anterior. Allí, estaban de pie los dos abogados pero, en vez de recibirla en el escritorio, estaban en una especie de mini living que tenía el lugar en donde había tres sillones.

Tras el saludo pertinente, con beso, Laura fue invitada a sentarse en uno de los sillones frente a los otros dos.

  • Estimada Laura, estuve conversando con mi socio y decidimos que queremos aceptar tu propuesta. Empezarías mañana mismo y durante este mes ganarás 8.000 pesos (unos 800 dólares). Si pasado ese plazo decidimos dejarte, ganarás los 50.000 pesos que pediste. Por el contrario, si vemos que no estamos muy conformes con tus servicios, daremos por finalizada la relación laboral sin que puedas reclamarnos nada.

  • Me parece perfecto.

Mientras ella escuchaba y viendo que la cosa venía bien, pensó en regalarles una imagen de su entrepierna. No quería caer en la obviedad, así que simplemente las mantuvo semi abiertas. Como el sillón se hundía, la realidad es que casi no había chances de que pudiera mantener las piernas cerradas, así que simplemente lo que hizo fue mantenerlas con una apertura mínima. La luz del día entraba frente a ella por lo que los abogados pudieron ver muy claramente esa tanga negra, pero lo mejor - para ellos- fue que gracias a que la misma estaba un poquito agrandada, se le había metido una parte en la vagina y así, se le podían ver parte de los labios. Ambos abogados, que tenían la misma edad, estaban muy “motivados” y serviciales. Durante esos minutos le ofrecieron café, subir o bajar la calefacción, y hasta le ofrecieron quitarle el saco para colgarlo del perchero. Ella aceptó así que se puso de pie y se lo quitó. Sus tetas se marcaban muy bien sobre la gruesa tela de la camisa....   

 

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