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Charlas de Whatsapp 3

en Confesiones

 

Necesariamente para comprender cabalmente este relato habrá que leer previamente las primeras partes ( https://www.todorelatos.com/perfil/1438989/ . Si el link no funciona, busquen mis relatos haciendo click sobre mi nombre “Tanguita” que aparece arriba de todo). Pero si prefieres no hacerlo no importa. A modo de resumen puedo decirles que, en aquellas ocasiones transcribí algunas conversaciones mantenidas por los protagonistas. Laura es una joven estudiante universitaria que, al mismo tiempo, trabaja y vive en la casa de Don Arturo, un hombre de 79 años. Ella debe realizar todas las labores domésticas, todos los días pero a cambio, no solo recibe un sueldo mensual, sino que además, tiene permiso para salir a estudiar y salir los fines de semana por la tarde y noche. Su novio es Francisco con quien mantiene charlas a través de las redes sociales, como whatsapp y Skype. Debido a que durante la semana, casi que no pueden verse, aprovechan esos medios electrónicos para entablar conversaciones con mucho contenido sexual.

Laura: volviste?

Francisco: hola amor, sí. No. Es que aún estoy en el tren y me falta como media hora.

Laura: uhhhh, justo que yo estaba con ganitas de hablar.

Laura: jajaja. No, mentira, quería saber cómo te había ido hoy en la entrevista.

Francisco: eres perrita eh. Ahora como castigo hablemos de cosas que me gusten.

Laura: recién caigo. Siempre me dices “hi princess”, y hoy me dijiste “hola amor”. Mmmmm, tu día anduvo mal???

Francisco: Si, la verdad es que no me fue muy bien en la entrevista.

Laura: Qué raro?, con lo charlatán y versero que eres, deberías quedar primero en todas las entrevistas.

Francisco: jajaja.

Francisco: cuéntame, ya le diste la cena al viejo?

Francisco: mmmm, digo….. Don Arturo….

Laura: jajaja. Menos mal que te corregiste solo. No. Aún estoy cocinando. Le estoy haciendo un pollo al horno.

Francisco: ahhh, y dime algo. Cómo estas vestida???

Laura: ¿???

Francisco: Si… qué tienes puesto?

Laura: Lo de siempre.

Francisco: pero…. llevas algo de esa ropita que me gusta?

Laura: Espera Fran, hay algo que me gustaría saber.

Francisco: dime

Laura: Tu eres celoso?.

Francisco: algo celoso soy. En realidad lo soy, y bastante, pero tengo mis excepciones.

Francisco: pero… por qué preguntas?

Laura: nada, es que a ti te gusta verme y que los demás me vean muy sexy, pero el otro día, cuando te conté que había ido a almorzar con unos compañeros de la facultad, me di cuenta que no te gustó nada. Y ese día, no tenía nada sexy.

Francisco: jaja. Sí….. soy complicado.

Laura: En realidad sexy tenía la tanga, jajaj, pero nadie la veía…..

Francisco: Mira, ya hace varios meses que salimos y creo que tenemos la confianza suficiente para contarnos las cosas que nos gustan.

Francisco: Bueno, a mi me encanta que los demás te deseen y, siempre y cuando yo no sienta que puedo perderte ni que me mientes, me encantaría que llegues a lo máximo con otros.

Laura: eh?????, estas loco?

Francisco: Te enojaste?

Laura: No, es que no te entiendo. Te gustaría que me acueste con otros???

Francisco: Si. Si lo haces en tono de juego, sí. Pero el juego tiene que ser conmigo.

Laura: no te entiendo.

Francisco: es simple. Me encanta pensar que haces cosas con otros y luego me cuentas lo que has hecho. Y si puedo verte, mejor…..

Laura: ok, una cosa es pensar…. Y otra muy diferente es hacer…

Francisco: Si ya lo se. Pero es algo que me gusta y no puedo evitarlo.

Francisco: ojo, no se si me gusta tanto que llegues a lo máximo de una. Lo que me calienta es saber, o ver, cómo vuelves loco a los otros. Me gusta que les muestres, que insinúes, que sientan que estas entregada pero que duden si es así o no. Se entiende?

Laura: Si, voy entendiendo más.

Francisco: Pero si haces cosas sin que yo las sepa, o juegas con personas que no quiero, la cosa ya comienza a no gustarme y me da muchos celos. Lo que ahí pasa es que ya, simplemente, no estarías jugando conmigo.

Laura: Claro.

Francisco: Pero volviendo al principio, qué tienes puesto?

Laura: Bueno, como casi siempre, estoy de blanco!.

Francisco: de blanco????. A qué te refieres???

Laura: ya que me contaste tus gustos, creo que llegó la hora de contarte los míos.

Francisco: mmmmm, daleeeeeeeee

Laura: piensa que soy una chica, que como sabes le encanta sentirse mirada y que trabaja en la casa de un señor mayor solo.

Laura: A los pocos días de entrar, comencé a notar que si mostraba un poquito tenía ciertos beneficios.

Francisco: cómo???, cuéntame….

Laura: Si, uno de los días decidí no usar corpiño. Tu sabes que no me gusta usar. Y ese día tenía una remera negra, básica, que me quedaba normal. Ni suelta ni ajustada. De pronto noté que Don Arturo no solo no se cambiaba de ambiente mientras yo limpiaba sino que me daba conversación y me seguía por los demás ambientes. Hasta ahí parecería que era un pesado. Pero lo mejor fue que como le gusta alardear del dinero que tiene, me dijo que fuera a comprar helado para él y me compre para mi. Otro día, que estaba vestida igual, le comenté que me gustaba mirar tele hasta dormirme y me compró un tv led para mi cuarto.

Francisco: mmmm, solo eso???

Laura: Bueno, no quiero que te enojes con lo que sigue.

Francisco: a ver?. Me da miedo. Debería enojarme???

Laura: Bueno, si te enojas tendrías razón….. Pero quiero que lo sepas y más ahora que me explicaste cuáles son tus juegos favoritos.

Francisco: cuéntame

Laura: Así, sin corpiño estuve trabajando varios días hasta que de pronto me indispuse. Cuando me pasa eso, hay veces que los pezones se me ponen sensibles y no me agrada tanto la sensación del roce con la ropa mientras trabajo. Así que en esos días suelo usar corpiño u otras veces uso, por debajo de la camisa o remera, una remera muy corta y ajustada de lycra que me aprieta bien las tetas.

Francisco: y????

Laura: Cuando pasaron tres días y Don Arturo notó que no veía mis tetas sueltas, pidió permiso para decirme algo y que le prometiera que no iba a enojarme. Y ahí me dijo que le gustaba mucho verme así suelta. Y que si lo seguía haciendo me pagaría un plus por cada vez que lo hiciera. Concretamente dijo que al final del día dejaría debajo de una copa que hay en una vitrina del living el dinero que él considere que merecía y que si le parecía poco podía planteárselo. Prometió no pasarse de esa raya pero me explicó que le quedaba muy poco tiempo de vida y que sintió que su vida sexual mejoraba viéndome.

Francisco: su vida sexual???

Laura: si, así me dijo. No me explicó en qué sentido ni cómo, pero supongo que se tocará a solas.

Francisco: sigue….

Laura: bueno, le dije que aceptaba pero con la condición de que no solo no debía pasarse de la raya. Debía ser lo suficientemente hábil como para que yo no notara que él me miraba. Le dije que no me gustaba que fuera tan obvio. Y mucho menos me gustaría verlo a él en paños menores o jugando con sus manos. Se rio y me dio su ok.

Francisco: y entonces? Ya estoy bajando en la estación de mi casa, pero sigue contando que mientras camino, leo.

Laura: Los primeros días volví a no usar corpiño y al final del día encontraba un billete de 100 pesos (equivalentes a unos 5 dólares en argentina) debajo de la copa.

Laura: Esos días la sensación fue rara. Por momentos me sentía una prostituta ya que lo estaba haciendo por dinero, pero debo admitir que esa sensación me gustó.

Laura: llegaste???

Francisco: Aún no. Estoy caminando. Sigue….

Laura: EL hecho de sentir que Don Arturo estaría atenta a mi, al principio me daba un poco de cosa, pero con el paso de los días, me gustaba y buscaba ver si me miraba, en qué momento lo hacía, etc…. Y lo peor es que nunca lo logré. Si bien él está, nunca logre encontrar ninguna mirada directa a mis partes. Incluso hasta cuando me habla, siento que me mira directo a los ojos y no baja la vista.

Laura: Bueno, así seguí hasta que un día decidí dar un paso más y me puse una calza blanca. Imagínate, tenía una remera blanca sin corpiño y por debajo, una calza que dejaba ver claramente que la tanga que tenía debajo. Por delante, podía verse claramente el dibujo en triangulo de la tela, y por detrás, solo se ven las uniones, ya que como todas son hilo dental, te imaginarás que el hilo no se ve…..

Laura: Ese día, a propósito, hice una limpieza profunda del living. Por lo que tenía que agacharme, caminar, estirarme, etc…. y todo eso durante toda la tarde. Te puedo asegurar que la tanga a esa altura estaba perdida, tanto por detrás pero también por delante.

Francisco: mmmmm, come trapo???

Laura: jajaja, siiiiii. En un momento fui al baño a hacer pis, y ahí me di cuenta que la tenía casi toda metida adentro.

Francisco: y????

Laura: La realidad es que después de un rato ya no estaba pensando en eso. Ese día sabía que por la noche tenía que estudiar ya que al día siguiente tenía que presentar un trabajo en la facultad así que mientras limpiaba pensaba en eso. Sin embargo, por momentos me daba cuenta que mis partes se transparentaban y mucho. Y cuando veía a Don Arturo, él estaba como si nada. Como siempre, leyendo un diario, mirando su Tablet, o mirando televisión. Pero en ningún momento noté que me mirara. Pero, al llegar la noche, cuando me iba a mi cuarto, debajo de la copa había $200 en vez de lo de siempre.

Francisco: el doble??

Laura: Si, y pensé que se había equivocado. Así que solo tomé $100. Al día siguiente, volví a ponerme la calza blanca y, en vez de remera, tenía una camisa corta negra. Una que es bastante transparente y que no llega a pasar debajo de la cintura. Así estuve toda la mañana, luego me cambié para ir a la facultad y cuando volví, me puse nuevamente lo de la mañana. Todo fue como siempre, le hice la comida, limpié la cocina y el comedor, y cuando me fui al cuarto, noté que además de los $100 pesos que había dejado del día anterior, había otros $200.

Francisco: te aumentó?

Laura: Espera, el día siguiente a eso me puse un jean. Obvio que arriba tenía una remera blanca sin corpiño. Hice lo de siempre, nada malo, ni nada raro. El día fue normal, y al final del día había $100. Así, advertí que si le mostraba un poco más, Don Arturo aumentaba su recompensa.

Francisco: jajaj, que viejo paj……

Laura: No le digas viejo!!! Pajero si, pero viejo no me gusta.

Francisco: bueno, sigue…..

Laura: Así pasaron varios días, hasta que un día probé en mostrar más.

Francisco: más???

Laura: Si, me puse la calza blanca, la remera blanca, pero nada más. O mejor dicho sí, tenía medias y zapatillas. Jajaj. No me puse tanga. La calza, se clavaba a la perfección y, a diferencia de la tanga, lo que se transparentaba era la línea finita de vello público que tanto me pides que me deje.

Francisco: mmmmm, foto, foto, foto. Quiero una foto!!!

Laura: jaja, Te puedo asegurar que todo se veía a la perfección. El living de Don Arturo tiene un espejo sobre toda una pared, así que yo misma me veía todo el tiempo y tanto mis pezones como todas mis partes, estaban a la vista de quien estuviera ahí. Bueno, así estuve todo el día, y cuando llegó la noche, en vez de $100 o $200 había $250. Así comprendí más o menos cómo son los valores que Don Arturo paga.

Francisco: qué lindo!!!. Y si, una verdadera putita!!

Laura: No estas enojado???.

Francisco: Mira, en este momento estoy caliente, jaja. Más tarde te cuento!!!.

Laura: no quiero que te enojes.

Francisco: Me hubiera gustado que me lo contaras antes. Pero juras que no has hecho nada más????.-

Laura: No, con Don Arturo no he pasado de esa raya.

Francisco: mmmm, no me gusta ese “con Don Arturo”. O sea que con otros sí???.

Laura: jajaja, querido, todo tiene un precio. Cuánto pagas para que te cuente???

Francisco: jaja, no te hagas la profesional???. Cuéntame.

Laura: no, era un chiste.

Francisco: y no has vuelto a hablar del tema con él???.

Laura: Si. Te cuento.

Laura: Un día, después de bastante tiempo, me preguntó si me molestaba que me sacara fotos con su celular. Le dije que no, pero que no debía darme cuenta. O sea, tenía que hacerlo del mismo modo en que me miraba. Debía quitar el sonido y el flash y hacerlo, siempre y cuando yo no estuviera atenta ya que no me convencía mucho y que me jurara que no se las pasaría a nadie.

Francisco: y te pagó por eso?

Laura: la realidad es que no sé. Hay días en que me deja $25 o $50 más, y no sé por qué lo hace. Así que calculo que será por eso. Otra cosa interesante de contar es que un día en que me dijo que vendría a cenar un amigo suyo. Es día nuevamente pidió hablarme y después de dar muchas vueltas me pidió que vistiera de un modo particular y que me pagaría $500 al final del día.

Francisco: y???. aceptaste?.

Laura: Sí. Ese día me pidió que me vistiera de mucama. Pero no como te imaginas a la típica mucamita sexy de los disfraces de sex shop. Él me mostró una foto y me pidió que imitara eso lo más posible. Era un vestido corto, negro, con voladitos blancos que se compra en los negocios de ropa de trabajo, pero con la salvedad de que me tenía que quedar bien ajustado. Ese vestido, se abrocha por detrás y por delante, me quedaba bien ajustado y, al no tener corpiño, permitía una vista clara de los pezones. Pero, además, por debajo tenía que ponerme la calza blanca, con tanga blanca, y el vestido subírmelo, agarrándolo con el cinturón, lo suficiente como para que apenas pase de la cintura. Así, la vista de mi entrepierna y mi culo debía ser perfecta.

Francisco: y lo hiciste???

Laura: Sí. Al principio le dije que no sabía. Que me lo dejara pensar. Pero él insistió asegurándome que su amigo vivía también solo y en el interior. Que no había ningún tipo de riesgo de que él contara algo a alguien y que, por el contrario, quería que él lo envidiara. Además, me aseguró que si su amigo intentaba pasarse de la raya lo echaría de la casa a patadas.

Laura: Así que acepté. Te aseguro que su amigo me comió con la mirada. Don Arturo estuvo como siempre, pero el amigo, literalmente me leía los labios…. Jaja. Era por demás baboso.

Francisco: y te gustó???

Laura: Sí. Me encantó. Tanto que a la noche, me toqué pensando en eso. Me sentía una verdadera puta. Y me gustó.

Francisco: y no lo sos???, jaja.

Laura: malo. No me siento así. Siento que me gusta jugar. Pero no se si llego a ser una puta. Me gusta jugar pero pienso que en unos años, cuando tenga hijos ya no querré jugar a esto.

Francisco: y qué más has hecho???

Laura: Con Don Arturo???

Francisco: mmmm, otra vez?, y con quién sino???. Cuéntame…

Laura: jaja, otra vez era un chiste. Hice muchas cosas que seguro habrán quedado en su retina y mente. Te las iré contando de a poco, a medida que las vaya recordando, pero, una de las que más me gustó hacer, fue hacer esa limpieza profunda, pero con una minifalda de jean muy corta y con una micro tanga. Ese día yo amanecí muy hot. Era un día en donde la temperatura era agradable y había mucho sol que entraba por las ventanas. Ese día me dieron ganas de que me vea todo. Así que me aseguré de que ello fuera así. Imaginate que la pollera es tan corta que si después de agacharme no me la bajo, se me ve el chochito completo. Bueno, ese día, en ningún momento me la bajé. Todo el día estuve mostrando todo. Me agachaba frente a Don Arturo para que me viera bien por detrás, pero también por adelante. En un momento, le quité sus zapatos – que llevaba puestos- para lustrárselos, y lo hice sentándome frente a él, a unos dos metros en el piso, y con las piernas bien abiertas. Ese día no se que me pasó pero sentí que quería que me viera todo. En un momento, mientras limpiaba la mesa ratona, me incliné dejando a la vista mi culo. Yo sentía que la tirita se me metía bien adentro, por lo que me imagino que Don Arturo habrá podido ver como esa mini tela no llegaba a cubrir ni siquiera el ancho de mi agujerito trasero….

Francisco: uhhhh, ya se me puso dura……. y????

Laura: Ese día me dejó $300

Francisco: Qué amarrete!!!

Laura: jajaj. Pobre. En dos momentos del día noté que se encerró en su cuarto por lapsos de media hora. Cosa que normalmente no hace. Así que imagino que se habrá ido a manosear pensando en lo que vio.

Francisco: seguro, pajero!!!

La charla entre Francisco y Laura siguió pero eso lo contaré en las próximas entregas. Si les gusta, no se olviden de votar y comentar ya que así me motivo a seguir. Si observan, casi que no he recibido votos, comentarios ni mails. Será que no les está gustando?

Paralelamente a esta saga, estoy preparando otros relatos, les agradecería a quienes tengan experiencias o ideas exhibicionistas no tan comunes que quieran compartir conmigo que me escriban por mail y las utilizaré (con la mención de agradecimiento correspondiente).