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SIN PAPELES CAP VIII FINAL (Relato en video)

en Lésbicos

La pelea a terminado. El Penny está cerrado pero nadie duerme. Mo está en urgencias, acompañada por Susa. Ivana está recenando tranquilamente. Jana, ya repuesta ha hecho el equipaje y se planta frente a ella. Ivana, la mira con infinito desdén.

 

—qué quieres ahora?

 

Jana echa el aro de oro todavia ensangrentado sobre la mesa.

 

—me voy. Págale la estética a Mo. Salís ganando las dos.

 

Jana se da la vuelta dirigiéndose hacia la puerta. Ivana ni la mira. Sale al callejón. Está amaneciendo. Camina sin saber exactamente a donde dirigirse. Cuando llega a la Avda Rodríguez Zapatero...

 

—Jana

 

Es Cruz. La llama desde un Buick descapotable aparcado en la esquina. Está esperándola. Jana se acerca.

 

—tienes donde ir?

 

—no.

 

—sube.

 

A Jana le sonó a imperativo. Le dio igual. Estaba tan cansada que se dejó llevar. Solo preguntó.

 

—a donde vamos?

 

—a mi casa.

 

El Buick salió de la ciudad encaminándose por la V-2 hacia el norte. A unos diez km giró por un camino de tierra muy bien cuidado. Tres km más y un gran portón metálico interrumpe el paso a una gran finca. Las puertas se abrieron dejando pasar al coche, cerrándose tras su paso. Se internaron en una espesa arboleda y por fin enfilaron una alameda hasta un vetusto caserón. Su aspecto no podía ser más lamentable. Descendieron. La puerta estaba abierta. Penetraron por un amplio corredor, poco iluminado, viejo, pero limpio y más acogedor.

 

—gracias por tu hospitalidad. Pensaba que no querrías volver a verme.

 

—te enseñaré tu habitación.

 

Subieron por una escalera real al piso superior donde se encontraban las estancias. Entraron en una de ellas, tan vieja como el resto de la casa, pero muy pulcra y limpia.

 

—Aquí está. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

 

—gracias pero me iré después de dormir un poco.

 

—lo que desees.

 

—puedo darme una ducha antes de acostarme?

 

—claro. Tienes un baño en la puerta de al lado.

 

Jana esperó a quedarse sola. Se quedó en ropa interior y se metió en el cuarto de baño, tan viejo y reluciente como el resto de la mansión. Se desnudó completamente y se introdujo en la bañera. Dejó que el agua caliente cayera y se deslizara acariciando su dolorido y cansado cuerpo, encontrando un placer que desconocía desde hacía mucho tiempo. La sensación de desprenderse de todo lo malo que la aquejaba, de las malas experiencias que se habían cebado con ella, le produjo una sensación muy parecida a la felicidad. Desconocía cual sería su futuro, lo que le aguardaba fuera de esa interminable ducha. Todo le daba igual. Solo quería prolongar esa placentera caricia. Ensimismada en esos pensamientos no oyó abrirse la puerta. Tampoco se apercibió de que unos pasos se acercaban. Cuando de golpe se abrió la cortina ya era tarde.

 

La cuchillada la alcanzó en su seno derecho. Con los ojos abiertos como platos vio a un ser irreconocible que lanzaba su afilada arma sobre ella, hundiéndola en su pechos... dos, tres, cuatro... Innumerables veces más.

 

Ni se enteró quien blandía el cuchillo. Cayó de lado como un saco, con su cuerpo ensartado diluyéndose de líquidos vitales. Iba a morir. Antes de que se le escapara la vida creyó ver una imagen vagamente conocida. Fue lo último que recordaría en su tránsito al más allá.. Se fue al ultramundo sin comprender, sin entender, sin saber el porqué de lo que estaba sucediendo.

 

Los siguientes acontecimientos son de difícil descripción, por lo que nos remitimos al video donde nuestros lectores tendrán cumplida explicación y podrán satisfacer su morbosa curiosidad de lo que hicieron con el cuerpo inerte de la infortunada Jana.

 

Aquí habría que hacer un prólogo diferido antes del inevitable epílogo, para situarnos en el momento que les tocó vivir a los personajes de este folletín. No es difícil de entender la degradación moral e incluso física de los habitantes del planeta, tras más de dos siglos de sobreexplotación, contaminación y lo que es peor: la total ausencia de valores éticos o morales, sustituidos por el culto al hedonismo y al dinero. El aborregamiento, el clientelismo y la total ausencia de respeto al individuo ha hecho florecer toda clase de comportamientos que son difíciles de entender en nuestros días, amen de mutaciones y malformaciones físicas producidas por la prolongada exposición a niveles radiactivos causados por accidentes en las centrales de energía, de los que los ya muy lejanos Chernobil y Fukushima, fueron solo un aperitivo. Si a ello unimos la falta de persecución por desinterés de la autoridad de aberrantes costumbres como el canibalismo, la pedofilia o la práctica generalizada de la violencia gratuita o con destino a ser puro espectáculo, tendremos un fresco bastante aproximado de esa época futura.

 

EPÍLOGO: estamos una cálida noche de finales del verano en un oscuro club de lesbianas llamado Penny Malones. Una chica jovencísima, poco más que una niña, vestida si puede llamarse así con un conjunto de fina lencería blanca, esta apoyada en la barra. Una atractiva mujer todavia joven, pelirroja, vestida elegantemente, con gafas oscuras se pone a su lado.

 

—Hola.

 

—hola, perdona, no te vi

 

—eres nueva verdad, como te llamas?

 

—Irina, pero todos me llaman Iri.

 

FIN

 

Enlace para visionar la película completa: https://youtu.be/Q1aFILz6DJs

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