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Relato 20 -Fin de semana largo en Cuenca (Parte 3)

en Hetero: Infidelidad

 Este fué el último polvo en Cuenca, la despedida de soltera de Inés, fué un exito, y por acuerdo quedamos los dos en Galicia,

el dia de los Santos Inocentes. Espero poder contarlo.

Entre despacio en el dormitorio que ocupaba Inés, estaba dormida, muy despacio me metí a su lado y me coloque a la cucharita, enseguida me quedé sopa, eran las cuatro y media de la madrugada. Debo decir, que mi reloj biológico no entiende de vacaciones, es tremendo, a las siete menos diez, estaba despierto y juro, que no sabía dónde estaba. Enseguida mi cerebro reaccionó y me encontré abrazado a Inés por detrás, desnudo como mi madre me trajo al mundo.

Estuve un rato frotando mi cuerpo contra el suyo y no tardé en notar que mi polla se ponía morcillona, bajé mi mano hacia su monte de venus, aparté la camiseta y me encontré con su coño sin braga, ummm, lo acaricie delicadamente. Al rato, mi erección era total, le separé un poco las piernas y le metí la polla, frotaba una y otra vez la entrada de su coño sin pretender clavársela, hasta que despertase. Estuve como veinte minutos acariciando sus tetas, tocando el coño y presionando el clítoris, hasta que noté que estaba haciéndose la dormida y que le encantaba el juego que me traía. Seguí rozando su coño, cada vez más mojado, hasta que lo enfoque para que entrase un poco, en esa postura de lado. Ella se movió y se puso boca abajo, sujetó mi mano, era una invitación a subirme.

Monté a lo gargo sobre su cuerpo, coloque mi polla en la entrada del coño y ella facilitó la entrada de mi capullo, al echar un poco el culo hacia arriba. Una vez que entró el capullo, dejé todo el peso sobre ella y mi polla fue entrando hasta el fondo de su coño, estaba ardiendo, a pesar de acabar de despertar.

El calor a mi polla la pone a cien, de repente me doy cuenta que no tengo el condón puesto, seguí empujando, me daba un gustazo tremendo, a ella no era menos, pues empujaba el culo arriba para que mi polla la llenase bien. Estuve como diez minutos bombeando polla, hasta que ella comenzó a jadear, mientras le comía el cuello, las orejas y le decía lo buena que estaba.

Estaba gozando de verdad, Inés, despedía su soltería bien clavada y esperaba que antes de Febrero, pudiese volver a follarla. No me corté le dije.

-Quiero follarte una noche entera antes de que te vayas a Barcelona, eres un encanto y estas buenísima.

-Sí, quiero que me folles, que me folles cuando quieras y si vienes a Barcelona quiero disfrutar de tu polla, lo arreglaré. Ayer tuve los mejores orgasmos de mi vida, menuda polla tienes, quede escocida. Respondió.

-Tus deseos son ordenes, sabes que estoy para lo que necesites, pero quiero follarte el culo, desvirgarlo, follártelo bien, que goces y te corras como una perra. Dije.

-Me va a doler, la polla es muy gorda, me va a doler. Repitió.

-Preciosa, no te va a doler, te lo voy a dilatar y te la meto despacio, no puedes dejar pasar esta oportunidad y notar tu culo lleno de polla, veras como te gusta.

-Tengo miedo, me va a doler…Respondió.

En ese momento estaba empujando polla dentro de s coño, todo mi peso se cargaba sobre ella, decidí abrir sus piernas y meterme en medio, eso me permitía acelerar las clavadas. En ningún momento me hablo del condón, pensé en seguir y aprovechar dándole un polvazo antes de romperle el culo. Así fue, ya con las piernas abiertas, metí mis manos por debajo, apreté s clítoris y aceleré los empujones, no fue mucho el rato que aguantó antes de decir:

-No pares, no pares, me corrooo, si me corro..

-Disfruta mi polla, disfrútala que te llena el coño bien, ¿te gusta, verdad?. Pregunté.

-Me encanta, esta durísima y es gorda, me llena, me hace correrme como una loca, uffff, esta enorme, me corroooo, ahhh, aggg, ahhh, ahhh, jadeaba, trataba de aplacar sus chillidos con la almohada, pero el placer era intenso y poco resolvió.

Esperé a que estuviese relajada, subí del todo su camiseta y me puse a besar su espalda de arriba hasta abajo, una y otra vez, respondía al estímulo, elevaba el culo y abría el coño, bajé muy despacio comencé un beso negro en aquel precioso ojete virgen que iba a sentir clavada mi polla para gozar.

Seguí jugando con mi lengua una y otra vez, buscando el interior del esfínter, metí un dedo, mojado por mi saliva, lo moví lentamente, hasta que más dilatado, entraron dos. En ese momento comencé a masajear su coño, ella respondía gimiendo y levantando sus caderas, noté que se estaba calentando de lo lindo, una hembra así necesita mucha polla para satisfacerla, son máquinas. Lamí s perineo, su coño y le hice un beso negro con todas las de la ley, me decía:

-Dios que gustazo, sigue, nunca sentí esto…

Yo ni contestaba, seguía mojando su ojete y lamiendo arriba y abajo, quería que me pidiese ella polla, lo tenía claro, me la va a pedir fijo. Creedme, trabaje duro a Inés, es una hembra monumental y sé que si la follaba como nunca, repetiría más veces, esa es la clave de tener siempre hembras para hacerlas gozar. Me encanta, eso y que los maridos me pidan que haga gozar mucho a sus mujeres, es increíble el morbo. Ufffff.

Seguí comiendo a Inés con dedicación, hasta que me dijo:

-Fóllame…fóllame.

-Tranquila, vas a gozar como nunca. Respondí a su petición.

Me levanté, cogí condones, no tenía lubricante a mano, pero había una aceite corporal, puse un poco en mi mano y froté bien el condón, para que recibiese deslizante y entrase en aquel pequeño agujero sin usar.

Dejé que siguiese boca abajo, me puse encima, abrí mis piernas y con mi mano derecha enfoque la polla al agujero, lo frotaba, una y otra vez, pero aquello no daba síntomas de que podría perforarlo. Me paré, puse la mano sobre mi capullo y empujando hacia abajo iba dilatando el culo de Inés, no entraba, me levanté de nuevo y metí dos dedos mojados, ella se quejaba una y otra vez. Ni caso, quería follar el culo de esa hembra y si gozaba tendría mujer para cuando viajase a Barcelona.

Trabaje el culo de lo lindo, sin dejar de frotar su coño, logre en un momento enfocar tres dedos y tener dentro un rato sin moverme. Seguí una y otra vez dilatando el esfínter. Me coloqué de nuevo saque los dedos y desde arriba, metí un poco del capullo, sé que duele, es gordo, del diámetro de un vaso de tubo, eso revienta un culo, salvo el de algún tío acostumbrado a grandes juguetes, ya me folle más de uno así.

Tenía como tres centímetros del capullo dentro, pero sería difícil meterle. Ella se quejaba, gemía, gritaba, mordía la almohada, yo a lo mío, estaba dispuesto a reventarle el culo como fuese, quería follárselo y correrme como un animal.

Aguanté encima y poco a poco empujé mi pelvis para que entrase un poco más, solo sucedió cuando cargue todo mi peso sobre mi polla, pasó otro buen trozo, quedaba la parte más gorda del capullo, se que una vez entra el champiñón, el resto va. No dejó de quejase, revolverse e incluso impedir que le metiese la polla, no lo logró, mi posición era sobre s cuerpo, con mis piernas dando equilibrio, eso le impedía zafarse. Después de estar un rato sin moverme, note que ella relajaba el ano, era el momento. Di un empujón y metí todo el capullo y unos centímetros…

-Diosssssssssss, me dueleee. Grito Inés.

-Ya está ahora goza, disfruta. Dije sin moverme. Mi polla estaba estrangulada de lo estrecho que era el agujero.

Comencé a subir y bajar muy lento, muy lento, no quería meter más, quería que el culo se adaptase a mi polla y que gozase de su primer polvo por la retaguardia. Le tenía ganas, está muy buena, de niña era un patito feo, ahora la maternidad le dio unos kilos y estructura de mujer, mejor dicho de hembra deseable, potente y resistente, me pone a mil aun ahora pensarlo mientras escribo. La sensación de romperle el culo a Inés me encantaba, era una obsesión, y en ese momento mi polla estaba dentro de su esfínter.

Al rato empezó a estar más relajada, yo iba despacio, entraba y salía un poco, hasta que conseguí después de media hora que estuviese tranquila, no saque la polla en ningún momento. Ya acostumbrada al tamaño de mi barrena, poco a poco entrando y saliendo, logré que se pusiese a cuatro patas, esta era la mia, volví a inundar el condón con aceite corporal, roce su coño una y otra vez y metí más polla al culo. Empujaba con su mano hacia atrás, pero mi posición era de privilegio, no paré hasta que tuve unos 15 cmts de polla dentro, ahí estaba la clave, llevaría polla una y otra vez, ya estaba entregada, agarré sus caderas y poco a poco clave más entrado y saliendo despacio. Sin salirme logre ponerme de pie, mi polla la clavaba desde arriba, estaba empujando y ya no se quejaba, ahora era el momento. Llevaba una hora trabajando el culo de Inés, cuando empecé a decirle:

-Te gusta tener la cola llena, ¿verdad?, ¿te gusta verdad?, etas buenísima, te voy a follar como una perra, te hace falta que te follen seguido una y otra vez.

-siiiiiiii, me gusta, me gusta el culo lleno, es enorme pero me gusta me llena, es distinto el placer, ffff, despacio..Respondió.

Desde arriba veía como mi polla taladraba el culo de Inés, increíble cómo llegaron a entrar tres cuartas partes. El placer era grande, mi polla no aguantaría mucho más, Inés apretaba el culo cuando empujaba y eso es increíble. Aceleré mis empujones, pensé en buscar su corrida al mismo tiempo que su coño descargaba. Metí mi brazo derecho por debajo y froté primero el coño por fuera y luego metí dos dedos, mientras que mi pulgar presionaba el clítoris, eso sí le gustaba.

-Siiii, siguueee, mojame el coño, asiiii, asiiii, dale, ummmmme encanta, es diferente, es distinto... Decía Inés.

-Me encanta follarte el culo y qe goces, quiero que te corras como una perra, que mojes la cama, que te mees de placer. Dije.

-Siiii, quiero correrme toda, toda, siiii, me gusta ummmm.

Seguimos unos minutos, mi polla estaba para descargar chorros de leche en el condón que ocupaba el culo de Inés. No iba a tardar.

No paré hasta que llegó el climax, Inés dijo:

-Dios me corroooooo, me corroooo, es distinto que gusto, -Ya está ahora goza, disfruta. Dije sin moverme. Mi polla estaba estrangulada de lo estrecho que era el agujero.

Comencé a subir y bajar muy lento, muy lento, no quería meter más, quería que el culo se adaptase a mi polla y que gozase de su primer polvo por la retaguardia. Le tenía ganas, está muy buena, de niña era un patito feo, ahora la maternidad le dio unos kilos y estructura de mujer, mejor dicho de hembra deseable, potente y resistente, me pone a mil aun ahora pensarlo mientras escribo. La sensación de romperle el culo a Inés me encantaba, era una obsesión, y en ese momento mi polla estaba dentro de su esfínter.

Al rato empezó a estar más relajada, yo iba despacio, entraba y salía un poco, hasta que conseguí después de media hora que estuviese tranquila, no saque la polla en ningún momento. Ya acostumbrada al tamaño de mi barrena, poco a poco entrando y saliendo, logré que se pusiese a cuatro patas, esta era la mia, volví a inundar el condón con aceite corporal, roce su coño una y otra vez y metí más polla al culo. Empujaba con su mano hacia atrás, pero mi posición era de privilegio, no paré hasta que tuve unos 15 cmts de polla dentro, ahí estaba la clave, llevaría polla una y otra vez, ya estaba entregada, agarré sus caderas y poco a poco clave más entrado y saliendo despacio. Sin salirme logre ponerme de pie, mi polla la clavaba desde arriba, estaba empujando y ya no se quejaba, ahora era el momento. Llevaba una hora trabajando el culo de Inés, cuando empecé a decirle:

-Te gusta tener la cola llena, ¿verdad?, ¿te gusta verdad?, etas buenísima, te voy a follar como una perra, te hace falta que te follen seguido una y otra vez.

-siiiiiiii, me gusta, me gusta el culo lleno, es enorme pero me gusta me llena, es distinto el placer, ffff, despacio..Respondió.

Desde arriba veía como mi polla taladraba el cu diossssssssss, me encanta estar llena, reviéntame el culo, me encantaaaa, siiii, agggggg, ahhhhh, aggggg, ahhhhh. La primera corrida de Inés como consecuencia de follarle el culo y presionar su coño.

-Siiiii, no pares, no pares. Dioooossss, me meooooo, siiii, agggg, ahhhh, ahhh.

El primer squirt de Inés era un hecho, jamás en el mejor de mis sueños, pensé que ese polvo daría una corrida  tan intensa para ella.

-Me corrro , preciosa, me encanta tu culo, estas buenísima, estas buenísima…agggg, ahhhh, ahhhh, asiiiiiiiiiiiiii. Mi polla descargaba chorros de leche caliente, en el condón, una y otra vez, mientras Inés me ordeñaba, apretando y soltando el esfínter, fue uno de los mejores polvos en el culo de una mujer.

Relajados, saqué la polla, el condón y ella con delicadeza, lamió hasta la última gota de semen que colgaba de mi capullo. Cuando nos relajamos, nos besamos, abrazamos, me dijo:

-Esto hay que repetirlo, pero me prometes, que será tu y yo a solas, ya veremos como quedamos. Me encantaría tener un dia de sexo entero contigo, jamás goce así y me encantaría disfrutar de tu polla, sin prisas.

-Cuenta con ello, haré por verte estas navidades, nos vamos a un motel y disfrutamos todo el dia y la noche si te apetece. Respondí.

-El 28 de Diciembre dia de los Santos Inocentes, lo montamos, pasamos el día juntos, quiero follar hasta caerme de culo…me encantas, eres “O Demo”.

-Tú un encanto y sabes que me tendrás siempre que quieras, preciosa. Respondí.

-Eso espero, me encantas, me gustas desde que era una cría, eres un encanto. Me comentó.

-Gracias Inés, tu eres una hembra monumental y deseo que seas muy feliz. Respondí. A continuación nos fundimos en un beso intenso, que alteró el movimiento de las chicas recogiendo las cosas, eran las diez de la mañana.

Después de desayunar las perdoné la apuesta ese día, sigue en pie, les quedaban 900 kms. para volver a casa. Por la noche, me llamó mi prima, me anunciaba que estaban tomando un café y cada una a su casa. Todas se despidieron de mí, con cariño, les prometí que el dia 1 de Enero, empezamos el primer desayuno con una fiesta, llevo churros y PORRA, para que disfruten y mojen…jajajaja.

Las quiero un montón…

Gracias a tod@s por leerme y comentar por privado. Besos y Felices Fiestas.

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