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Relato 32- Noche en el club, parejas y chico negro

en Interracial

 Tarde/ noche completa en un club swinger de Barcelona.

Era Abril de 2016, estaba en plena celebración la feria Alimentaria en Barcelona, había pasado la mañana con unos empresarios que tienen intereses en Marruecos.  Por la tarde, no tendría ocupación alguna, pasé después de comer por mi despacho/apartamento y salí a la calle a dar un paseo, me apetecía desocupar mi cabeza.

Caminaba por Paseo de Gracia y al cruzar con Carrer de Valencia, me vino a la mente un local swinger que está en esa calle. Continué andando pero esta vez ya con meta definida, aun siendo temprano vería como estaba aquello de ambiente.

Entré cuando la encargada de las relaciones públicas me abrió la puerta y me invitó a pasar. Fui directo a la barra, a conozco el local pero siempre me hago el despistado para ver cómo está el panorama.

Pagué religiosamente y después de pedir una coca cola, me invitó a ver el local, no había más que seis o siete parejas, estaba todo muy tranquilo, intenté ver algo interesante pero la luz no era demasiada y me fue imposible elegir. Cando volví a la barra, seguía estando solo, eran como las seis, pensé en mirar si alguien estaba en la zona de baile, me acerque y dos parejas estaban comenzando a ponerse a punto. Decidí is hacia la zona del glory hole, escuche unas risas y sin cortarme un pelo, saque la polla y la metí por el agujero que quedaba al fondo. Mi polla estaba morcillona, aún no me había calentado, estaba recién llegado. Me quede un rato moviendo el nabo y no pasó mucho en sentir una mano que la agarraba. La meneó un poco y se levantó de inmediato, cuando estuvo a punto, escuche.

-Ven chúpala, ven cariño, no pasa nada. Dijo una voz masculina.

Escuche comentar pero no entendí nada de lo que decían, de repente una lengua comienza a lamer, mientras que la mano me pajea. Lo hacía con delicadeza pero sabía dónde y  como lamer, estaba gozando de la mamada, cuando de repente, noto otra mano y otra boca que también se aprovechaba. Vaya, están chupando los dos marido y mujer, que curioso, aquella situación me excitó más y no tardé en ponerme a cien.

Cuando se cansaron de chupar, una mano experta me puso un condón, era pequeño e imposible de ajustar, saque la polla el agujero y me encargue yo de colocarlo, intencionadamente, miré al suelo y no había duda zapatos de tacón y de caballero, una pareja. Pues si quieren polla la tendrán, no tengo otra cosa que hacer y por lo menos lo pasaran bien.

Volví a meter la polla al agujero y una mano, volvió a tomar la polla, hablaba con la chica, le pedía que pusiese el coño para que se la metiera. Después de varios intentos, él consiguió convencerla y noté como el con mi polla en la mano se la frotaba en el coño de su hembra, cuando consideró que ella aceptaría la clavada, noté como la empujaba para que mi polla abriese las carnes de su mujer. Costó un rato pero una vez que mi capullo entró ella ya me ayudaba culeando hacia atrás, mientras el le decía:

-Clávatela bien y disfruta, nadie sabe quién eres y vas a disfrutar con una polla desconocida, venga aprovecha.

-Es grande, dios mío es enorme, me llena toda. Respondió ella.

Mi polla aún estaba por la mitad, tendría diez o doce centímetros dentro, pero el coño era estrecho y no entraba toda como yo deseaba.

-Chúpamela mientras y clávate duro, es una buena polla y te correrás fijo, veras, disfruta.

Notaba los ruidos de la chupada de la mujer al nabo de su pareja, mientras se clavaba con más fuerza contra mi rabo, deduje que él la empujaba hacia atrás, yo comencé a hacer recorridos pequeños pero profundos para que mi polla entrase hasta el fondo de aquella hembra. Entonces si comenzaron los jadeos, la tía estaba gozando con mi rabo en su coño mientras el marido le daba polla y le hablaba. Joder, el morbo era total, me imaginaba a una hembra monumental con el coño relleno de mi polla y disfrutando.

Aguantó bastante empujando, hasta que escuche la voz del varón:

-Joder, joder, me voy a correr, me encanta como te follas la polla, ufff, me corroooo, ahhh, aggg, ahhh, ahhh. Estaba soltando chorretones, lo deduje porque se notaba a ella como gemir y tragar.

Debió ser la calentura de la leche del macho que ella empezó a empujar más fuerte, y no tardó en correrse como con contracciones del coño que me pusieron loquito, uffff.

-Aggg, aggg, cariño, me gusta, que grande, me gusta, uffff, me gusta es enorme, es enorme, quiero más, me gusta, uffff, ahhhh, agggg. Ella gemía y jadeaba sin poder contener las fuertes contracciones de la descarga.

Cuando se relajó, comenzó de nuevo a empujar, y ahí si su marido, ya se dirigía a mí:

-¿Quieres follar a mi mujer? Me encanta tu polla y sé que se correrá bien.

-Si claro, solo con que me lo pidas, vamos a un reservado y listo. Dije.

-Cariño, para que vamos a salir para quedar con este chico en una habitación.

Noté salir el coño, mi polla estaba a cien, salí hacia atrás y me costó meterla en el pantalón.

Salieron hacia donde estaba y al abrir la cortina me encontré una pareja de unos 35 años, muy agradables físicamente con cuerpo mas bien menudo, pero estaban bien para pasar el rato.

Nos presentamos y salimos hacia un reservado, nada más entrar los tres el cerró la puerta y me dijo:

-Quiero que la folles bien, si te apetece, y luego le hacemos una doble penetración, ¿te parece?

-Si claro, lo que os guste, para eso estoy. Dije mientras soltaba los botones de mi camisa.

-Cariño, quiero que folles como lo haces conmigo, que disfrutes y lo pases bien, ya sabes que esto me pone. Le dijo a ella.

La chica no dijo ni palabra, el me hizo un gesto invitándome a empezar, la sujete por la cintura y la besé, al principio le costó pero respondió al beso, la acaricie, toque todo su cuerpo, caricias y también le puse la mano en mi paquete, no tardó en comenzar a gemir y echar la cabeza hacia atrás.

Había sacado su vestido de licra blanco y quedó a mi vista un conjunto de lencería blanco muy bonito. Miré su cuerpo, delgada, muy delgada, estrechita y muy poco pecho, pequeño, con unos pezones diminutos y claritos.

La verdad que no me excitó mucho lo que vi, pero tocaba hacerla gozar y siempre trato de cumplir con mis obligaciones.

Saque mi polla, puse un condón, la tomé por las axilas y la levanté en alto, su marido agarró mi polla y busco la entrada del coño de su mujer. La dejé caer y empecé a golpear con la cadera, mientras la llevaba hacia la pared, donde no dude en empotrarla.

-Así, fóllala bien, fóllala duro, ¿te gusta cariño?

-Ufff, me gusta, es enorme, dios es enorme, me llena, que bueno, siiii. Respondió.

-Disfruta y goza de la polla, veras como te corres…Dije a ella.

Ella comenzó a gozar y a gritar sin cortarse, estaba ensartada en mi barra y desde luego gozaba y se apretaba contra mi cuello como un boa constrictor, joder delgada si pero fuerte como un junco, como se retorcía y clavaba en mi polla, buscando el placer.

No tardó en apoyar su cara sobre mi hombro derecho y si sentí que la cosa estaba a punto de reventar y sucedió.

-Aggg, ahhhh, aggg, me corrrooooo, cariño, me corrrooo, este tío es una pasada, agggg, ahhhh, ahhhh, agggg. Se retorcía y clavaba más y más.

-Sí venga, siii, goza cariño, disfruta córrete, sigue y córrete otra vez…Decía él chico.

No paraba, pensé que buscaría su tercera corrida  y así fue, se clavaba como una energúmena sobre mi polla erecta y dura como una piedra.

Cuando se corrió, dejamos de descansase y su marido me pidió si podíamos hacer una doble penetración, asentí.

-Mira si quieres yo me estiro en la cama y ella se pone encima y tu se la mete por detrás, ¿te parece? Pregunté.

-Si claro, yo quiero follarle el culo, sé que le encanta y me pone que le follemos los dos agujeros a la vez. ¿verdad cariño? Pregunto el chico a ella.

-Pero despacio, no quiero que seas un bruto como siempre, me apetece despacio y sin brusquedad. Respondió ella.

-Tranquila lo haremos muy suave y tu marcas los tiempos y nos dices para que disfrutes mucho. Le comenté mirándola.

No era precisamente una belleza pero en la vida debe uno adaptarse a todo y no despreciar a nadie, nunca sabemos que nos depara el futuro. De hecho, Ilbet una chica con una delgadez excesiva, me abrió una puerta de un presidente de un país sudamericano, la vida es un saco de sorpresas.

Me dejé caer sobre la cama redonda, ya desnudo y me coloque un puto condón que no es de mi talla y me queda por la mitad del rabo y apretado de huevos.

Cuando estaba tumbado sobre la cama, el me preguntó:

-¿Te importa si te la comemos los dos?

-Para nada, espera que me quito el condón. Otra vez vuelta a empezar que mierda de condones hay aquí, vaya, sin calidad y pequeños para pitufos.

No tardaron en las dos bocas lamer una y otra vez el rabo, que estaba empalmado y a punto de reventar, si me comen un rato más blanqueo sus caras con la leche que tenía acumulada.

Lamian, capullo, huevos, tronco, una y otra vez, incluso apretaban la polla de vez en cuando, os digo que me falto un golpe para largar la lefa, pero aguanté.

Volví a vivir el calvario de colocarme un condón y lubrique con saliva el rabo. Ella se puso encima de mí, poco a poco fue bajando ante la atenta mirada de su marido que me acariciaba la polla y los huevos mientras entraba en el coño de su hembra, mientras bajaba sobre la polla, no dejaba de aullar, era espectacular unos gemidos, gritos y jadeos de grabación, erotizantes para todo el mundo que escuchase.

Ella se empaló casi por completo con mi rabo, delgada si pero el coño profundo y apretado, una pasada de gusto me producía, los labios se pegaban a mi polla y entraban, salían,  mientras mis brazos la suspendían por debajo de sus piernas, para ayudarle. Cuando estaba ya a punto, le dije al chico:

-La voy a atraer hacia mí y aprovechas para clavarle la polla. ¿vale?

-Sí, joder, menudo espectáculo ver la polla como revienta el coño, es increíble, me corro solo con verlo. Respondió el chico.

Cuando entraba la polla en el coño, enseguida lo noté, el espacio era pequeño y enseguida note los huevos del chico sobre los míos, estaba clavando a su chica mientras nuestros huevos se rozaban, estaba a punto de estallar.

Mientras ella jadeaba, nosotros empujábamos a ritmo, estábamos metiéndole un polvazo, mientras ella de vez en cuando se fundía en un beso conmigo. Era una novedad para ella ese placer y no tardó en correrse, pero no paramos, queríamos verla correr como una perra, mientras los dos intentaríamos terminar.

No paraba de jadear, estaba haciendo un escándalo de huevos, todo el que estuviese en la zona escucharía la clavada.

Su marido siguió bombeando en el culo, mientras ella se clavaba más en mi polla, no dejamos de enchufarla por delante y por detrás, después de unos minutos, dijo:

-No parar, dame duro amor, dame duro, me voy a correr como nunca, no hace falta buscar la corrida, viene sola como un riooooo, agggg, ahhhh, agggg, ahhh siiii, ahhhh, dios, ahhhh, agggg, ahhhh, ahhh.

Mientras ella se corria nosotros seguíamos empujando, de repente escuche a él decir:

-Me voy, voy a llenarte el culo de lefa, asíiii, asiiii, aggg, ahhhh, ahhh, siiiii dios como me gusta tu culo, asiiii, aggg, aggg, que gustoooo, aggg.

No aguanté más, no fue programado pero casi nos corremos juntos, es más fue secuencial, ella, él y yo, largue en el condón la que no esta escrito.

-Me corrrroooo, asiiii, agggg, ahhhh, ahhhh, ahhh, aggg. Gemía mientras empujaba la cadera hacia arriba acompañando la largada de la leche, joder que bien estaba soltando la leche, coño profundo y estrecho, una gozada.

Cuando terminó se dejó caer sobre mi pecho, me beso, el salió muy despacio, me dio las gracias, me levante fui a ducharme, con la ropa en la mano y la polla morcillona por medio de esa zona del club y no dejaban de mirarme varias parejas.

Me relajé bajo el agua de la ducha un buen rato, no saldría de esa zona de parejas, cuando salí no volví a verles, pero eran las 8,10 pm y no me iba a ir con una sola follada, quería más y la verdad que surgió.

…………………….

Me vestí, salí del baño y fui a por una coca cola a la barra, solo había un chico de color en la barra, si me fije, alto y delgado. Cuando volví para sentarme en una zona discreta y tener buena panorámica, había una pareja madura muy cerca. Los describo:

El señor, unos 55/60 años, 1,70 mt., calvo, con sobrepeso serio, vestía pantalón gris y camisa azul sin corbata, se veía un bonachón. Su acompañante una mujer de unos 45/50 años, de la misma altura que él, cuidada, elegante, buena cadera, piernas potentes, culo enorme, unas tetas de infarto, llevaba puesta una falda de tubo negra, con tacones y medias, de la parte de arriba llevaba puesto un jersey de pico con bordados color rojo inglés, apretado y marcando mucho canalillo, pedía guerra.

La señora miró a su marido y este no dudo en levantarse, camino unos pasos hacia mí y me preguntó:

-¿Te apetecería tomar algo con nosotros?

-Si por supuesta, mi nombre es Juan. Dije levantándome y acercando la mano a la suya.

Le seguí y me presentó a su mujer, Noelia y me indicó que su nombre era Josema, por el acento se deducía que no eran catalanes.

Estuvimos un rato hablando, ella sentada frente a mí y el a mi derecha, me explicó que le apetecía mucho, hacer que su mujer gozase de un buen trio con dos buenas pollas, no querían parejas. Le comenté que en la barra había un chico, pero era de color, si no le importaba podía avisarle.

-Noelia, ¿qué dices? Puedes probar con un negro, estaría bien así matamos dos pájaros de un tiro, jajajaj.

-La verdad que no me importa, pero si la va a tener floja como aquel que conocimos, no me gustaría nada, entonces sí que le despedimos. Contestó ella.

-No lo sé, si os parece hablo con él y luego decidís, ¿seguro que yo si os intereso? Pregunté.

-Desde luego, me encantas y te vi la polla al pasar, están muy bueno y dotado, bien dotado, me apetece. Respondió ella.

Se notaba que había experiencia no sería su primer trio, desde luego.

-Bueno Juan puedes hablar con el chico y si está solo, lo hacéis los dos con  ella que quiero verla disfrutar.

-Perfecto, hablo con él y os cuento, lo que busca o me dice, ¿os parece? Dije.

-Sí, con libertad, se lo ves competente adelante se te ve soltura y sabes lo que queremos. Dijo Josema.

Ese rato que hablamos, fue suficiente para que confiasen en mi buen hacer para lograr que su esposa Noelia gozase de unos polvazos en condiciones y no estaba dispuesto a fallar. Salí a la barra, el chico negro seguía allí, nadie más estaba alrededor.

-Hola, ¿estás solo?

-Sí, es la primera vez que vengo a un local, estoy un poco desubicado jajaja. Dijo.

-Mi nombre es Juan, encantado. Dije mientras estrechaba su mano.

-Soy Richard. Encantado también. Respondió.

-¿Te puedo preguntar una cosa? Dije.

-Si claro, Respondió.

-Te apetece estar con una señora, estaríamos tu y yo, su marido mira o interviene cuando quiera, ¿Qué te parece? Pregunté.

-No sé, nunca lo hice. Contestó.

Me vi en la obligación de relajarle un poco, cuando llevaba unos minutos hablando, le pregunté si su erección era vertical o pendular. Respondió que vertical y eso prometía.

Volví a estar con la pareja y me indicaron que adelante que pasase a presentarle al chico. Presenté a Richard y nos sentamos alrededor de la mesa y pasado un rato de hablar trivialidades, me sorprendió Josema, dijo:

-Me encantaría que la follaseis aquí entre los dos, luego vamos a un reservado, ¿Qué dices Juan?

-Por mi parte sin problema, comienzo yo si Noelia quiere y luego que se une Richard, ¿os parece? Pregunté.

-Claro, estaría bien, empiezas tú y se incorpora cuando le avisemos. Dijo ella.

-Perfecto, empezar si queréis. Dijo el marido.

No me dio tiempo a nada, en un segundo Noelia se abrazaba como una lapa y nos fundimos en un morreo enorme, quería calentarla bien, que pidiese ella las pollas, que desease estar clavada en un sandwich mixto interracial, quería que gozase.

Estaba sentado sobre el sofá, mientras ella me comía y frotaba su coño contra mi polla, se había subido la falda hasta la cintura, se veían las medias y los ligueros negros perfectamente. No perdí el tiempo mientras nos comíamos la boca quite tu jersey para dejar al aire los enormes tetones recogidos por el sostén precioso de tejido transparente, sus pezones simulaban dos cuernos de un miura, enormes y rodeados de una aureola oscura.

Joder como me ponía la tía, se pegaba como metí la mano en su entrepierna y me encontré una poza termal, era húmeda y caliente como una charca natural, menudo potorro, enorme, unos labios gigantescos y cuando aparte la braga para abordarla, tres dedos entraron sin ningún esfuerzo, estaba como una yegua para clavarla hasta el fondo.

Cuando consideré le pregunté:

-Noelia, porque no llamamos a Richard y se la chupas mientras yo te saco el primer orgasmo?

-Si claro, ven. Dijo ella dirigiéndose al negro.

Una vez estuvo delante, paramos soltó el cinturón y dejó salir una anaconda, joder con la polla del tío, un poco más delgada que la mía pero igual de larga, una erección un poco blandenque pero bien de aspecto..

Es que en mi caso, mi polla se pone como una roca, venosa, dura y mirando al cielo, es una pasada, a veces me duele de tanta sangre que circula, es el hematocrito, jajajaj.

Mandé que Richard se sentase en el sofá, mientras Noelia le comía la polla, yo la empitonaba por detrás, justo delante de la cara de su marido, sé que eso los pone a cien y el cabrón no tardó en sacar la polla y ponerse con una paja.

Entro la polla como si pasase por el túnel del Bernabéu, la tía tenía un coño enorme y conseguí que entrase toda entera, es más mis huevos golpeaban su monte de venus. La agarraba desde atrás, agarrando los tetones con ambas manos y dándole unas envestidas de toro. Su marido le decía:

-Cariño, te gusta la polla de Juan, como te folla el tio, ehhh, goza vida, goza, que te van a follar hasta que quedes satisfecha.

-Te gusta Noelia, te gustan las envestidas, asiii, asiii, asiii. Dije.

-Siiii, me encanta….Dijo Noelia sacando la polla de la boca.

No perdia el tiempo empujando el coño y no tardó en dar fruto mi actividad en su coño, agarrándola por la cadera y con los dedos buscando el clítoris, mientras las manos de Richard magreaban sus tetones. Noelia, gemia y jadeaba como una loba en celo, estaba a punto de reventar en una corrida monumental, no tardó.

Soltó la polla de la boca, mientras yo la clavaba en mi rabo, dándole con rapidez y profundidad. Se agria de piernas para dejarme su coño a mi disposición, la estaba follando a placer y ella estaba recibiendo mis envestidas con unas ganas locas de correrse.

Sin más, reventó:

-Aggggm ahhhh, ahhhhh, agggg, me corroooo, agggg, ahhh, uffff, que goce, ahhh, me voy, me voy…agggg, ahhhh. Jadeaba y gritaba, todas las parejas que estaban cerca estaban viendo como le daba caña a una velocidad de vértigo, que ella aguantaba estoicamente.

Cuando se relajó, su marido dijo:

-Vamos a un reservado quiero que te follen muy bien y que goces con esos dos pollones dentro.

-Gracias cariño. Vamos. Dijo Noelia, dando un beso a su esposo.

La seguimos, después de que bajó la falda y entramos en una habitación con decoración africana. No tardó en empujarme sobre la cama, colocarme un condón y sin avisar se sentó sobre mi polla volviendo a meterla y galopar. Richard estaba cortado y José le animó a que se desnudase y se incorporase a la fiesta.

No tardó en indicarme José que quería na doble para Noelia. No tardamos. Acerque a ella hacia delante y le dije a Richard:

-Pon un condón y métesela en el culo.

-Vale, respondió el chico negro.

Notaba que le costaba meterla en el culo y le dije a José:

-Jose lubrica el culo de tu mujer y ayúdale a Richard para que se la clave bien.

-Vale, en un plis la tiene dentro. Respondió.

Cuando la notó dentro se quejo un poco pero José la tranquilizaba, le comentaba que la íbamos a hacer gozar como nunca y otras guarradas.

La teníamos taladraba por los dos agujeros, cuando veo que su marido ya esta desnudo y sigue dándole manivela a la polla, cuando la tuvo dura, la acercó a la boca de Noelia y le dijo:

-Venga puta, chupa la polla, que te estamos follando duro y te vamos hacer correr mil veces, goza, goza que te la metan biennn.

-Si, me gusta que me la metan por todos los agujeros, dios que gusto, darme rápido, follarme duroooo. Respondió Noelia.

Miré a Richard y le indique que diese fuerte.

Empezamos un polvo violento en cuanto a velocidad, no era una broma, las pollas entraban y salían a ritmo y eso se notaba en las contracciones del cuerpo de la hembra, gozaba de tres pollas, cubriendo sus entradas. Mientras mis labios y mi lengua chupaban las tetas y mordisqueaba su pezones, tiene una tetas monumentales, uuufff, me encantan.

José no aguantó, porque el morbo le pudo y sin reprimirse le dijo a su esposa:

-Voy a correrme, traga la leche, traga la leche, agggg, ahhhh, ahhh, siiiii, dios que gustoooo, me corrooo, aggg.

No dejamos de follar a su mujer cuando esta al tragar debio entrar en el climax del placer y cuando termino de lamer la última gota de la leche de su marido, dijo:

-Joderrr, no aguanto más, ahhhhh, agggg, siii, me corrooo, siii, aggg, ahh dios, que bueno, ahhh, aggg.siiiiii, .Las voces de Noelia eran audibles en la distancia, se corria sin cortarse un pelo.

Cuando Noelia, estaba en los últimos espasmos  de la corrida, Richard, comenzó a decir:

-Ya, yaaa, yaaa, me vengo, me vengooo, ahhh, ahhh. Se estaba corriendo como un toro, cuando quitó el condón, estaba mediado, jajaja.

No era capaz de correrme y por lo tanto dejé que se relajase la cosa, cuando Noelia, me besó y me dijo:

-Eres increíble, me encantó como me folló el culo el chico, pero sentir esto en mi coño es único, increíble, quiero que me folles despacio y me hagas gozar como si fuese tu mujer.

-Vale, Noelia, pero tiene que ser al misionero, porque si no, no logro correrme, quiero comerte las tetas muy bien y que goces con la polla dentro. Respondí.

Se dejó caer sobre la cama, me monté encima, enchufé mi rabo a la dilatada entrada del coño y de un empujón la clave hasta el fondo. Ella resistió pero suspiró y puso los ojos en blanco.

-Meterle las pollas en la boca, los dos que os las coma. Ordené a ellos.

Al rato, estaba viendo las dos pollas entre los labios de Noelia que lamia y chupaba con entusiasmo mientras yo le clavaba el coño y le comía los tetones, Era espectacular la fuerza de sus caderas que empujaban hacia arriba buscando que mi polla entrase toda y la hiciese gozar.

Entre lamidas y empujones, a mí también me ponía la situación, era cojonudo ver las pollas en las bocas y sin más ayude a Noelia a atender con lametazos las dos, que estaban empezando a ponerse morcillonas.

Cuando estaba a punto de reventar le dije a Noelia:

-Voy a correrme como un toro, me esta encantando follarte, tienes un coño enorme y me encantaría follartelo de nuevo, ufff, que bueno.

-Espera un poco y dame duro, que quiero otra corrida, siii, asii. Dijo mientras masajeaba las dos pollas con las manos y lamia los capullos.

No aguanté mucho, estaba que reventaba, el morbo de las dos pollas en la cara de Noelia, eran mucho y sin más dije:

-Joder, joderrr, me corroooo, me corrooo, me corrooo, aggg, ahhhh, aggg, ahhh, ahh, siiii, siii, asiii, aggg. Estaba clavando como un animal, buscando el útero y abriendo el coño con envestidas duras, la respuesta fue inmediata, note como el coño de la hembra comenzaba las contraciones y sin más:

-Agggg, ahhh, ahhh, que bueno, que bueno, me corrrrro , siiiii, no pares, no pares, ahhhh, agggg, siiii, siiii, aggg ..Noelia se contraía a mis envestidas y descargaba un orgasmo tremendo.

-Siii, corre, puta, te gusta que te follen, vengan , Juan clávala bien, siii, siii, así empuja, llénale el coño, a esta perra, así…Comentaba su marido.

No paraba de jadear y de contraerse una y otra vez en una corrida larga y húmeda que la hizo quedar exhausta, era mucho en poco tiempo.

Pero todavía era la una y treinta de la madrugada y no marchamos hasta las cinco aproximadamente. Volvimos a follar una y otra vez a relevos, su marido también le folló el coño y el culo. Perdimos las cuentas de las corridas que se dio esa noche, siempre me recuerda que jamás un club de intercambio le había dado tanto juego.

Hoy somos amigos, son de Murcia y pasamos algunos días en la playa de Vera o nos vemos en Madrid. En cuanto a Richard, hoy es un experto porque juntos en Barcelona gracias a anuncios hemos follado a chicas solas y a parejas e incluso en una ocasión estuvimos en una orgia de cuatro parejas y nosotros dos, fue una experiencia magnifica y está grabada, uno de los maridos se empeñó en hacerlo y la fiesta se hizo con antifaces.

Me preguntáis por privado si esto es real o le pongo “salsa”, al contrario a muchos se la saco, para no parecer exagerado. Hay cosas que debo reservar para los protagonistas, jajaja,

Espero que os guste, echo de menos vuestros comentarios por todorelatos, ya que eso ayuda a mejorar e incluso motivan.

Respeto de aquellos que me pedís quedar con vuestras parejas, de verdad, debemos hacerlo coincidir, me es difícil pasar por todas las ciudades que me pedís, cuando estoy por Madrid, Barcelona o Galicia, sabéis que contáis conmigo y que las fotos que envío son reales.

Espero que comprendáis y os gusten las experiencias que comparto.

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