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Relato 30-Entrevista a mi cuñada Puri.

en Amor filial

 Entrevista a mi cuñada Puri, deseo conocer los detalles de como fue infiel a su marido Augusto.

 Comenzamos:

-Buenas tardes, es un placer que me haya concedido esta entrevista. Agradecí.

-Buenas tardes, el placer es mío, a pesar de que no me gusta mucho contar mis confidencias, en este caso accedo porque la verdad debo confesar.

-¿Puede presentarse? Pedí.

- Mi nombre es Puri, 38 años, estoy casada, soy madre de una niña y tengo tres hermanas, soy la mayor. Trabajo para la administración de justicia.

-¿Estupendo, no le importaría hacer una descripción de su físico? Pregunté.

-Para nada, soy una mujer con melena rubia, de 174 cmts de altura, con buena figura, caderas potentes, buen culo y un pecho grande, talla 100. La verdad es que cuando voy por la calle, sé que le gusto a los hombres y por supuesto en mi trabajo más de uno me tira los tejos.

-Perfecta la descripción. ¿Ha sido infiel a su esposo? Pregunté.

-Sí, llevo cinco meses siéndole infiel, antes ni se me había pasado por la cabeza.

- Vaya. ¿Cuál fue la razón para serle infiel? Pregunté.

- La verdad que después de trabajar a veces me aburro y este pasado verano en el mes de Agosto, fuimos las hermanas de vacaciones y sin más surgió.

-¿O sea, fue infiel durante un viaje? Pregunté.

- Si, estábamos en Sintra en un bonito hotel y surgieron mis deseos… Respondió.

-¿Imagino que era desconocido para Ud.? Pregunté.

-No, lo había conocido hacia unos meses, es el novio de mi hermana.

-¿Vaya o sea que le es infiel a su marido y a su hermana? Volví a insistir.

-Visto así, es la verdad, le soy infiel a ambos.

-¿Me podía decir la razón de dar ese paso? Pregunté.

-Podía contestar con un me apetecía, que también. Pero la verdad es que esta persona me gustó desde el día que lo vi, es el hombre que anhelo, fuerte, alto, ojos como el mar, guapísimo, muy atento y sobre todo culto y educado.

-¿Deduzco que fue planificado? Pregunté.

- Por supuesto. Desde que una tarde de julio por casualidad le vi salir de la ducha en casa de mis padres, no me olvide de su cuerpo desnudo, perfecto y con un cipote que más parece de actor porno que de alguien cercano.

-¿Entonces hubo un deseo grande? ¿Pensó en las consecuencias? Pregunté.

-Si lo desee desde aquel momento. Las consecuencias siempre se sopesan, pero lo organice de tal manera que fuese yo la que llevase siempre la iniciativa, insinuándome, pidiéndole ayuda, enseñando mis encantos e incluso cuando había algo que celebrar o bailando se lo hacía notar.

-¿Te calentaba ese juego? Pregunté.

-Me ponía como una burra, tenía que hacerme dedos varias veces al día cuando estaba por casa con la caliente de mi hermana.

-La caliente de su hermana, ¿Cómo es eso? Pregunté.

-Mi hermana es una folladora, no se corta un pelo y si le entra una calentura, lo lleva de la mano y se dan un polvazo. Ella grita como si la estuviera follando un elefante, pero la verdad que no me extraña, cuando tenía ese pollón dentro que se corriese una y otra vez como una perra.

-¿Por lo tanto el morbo influyó? Pregunté.

-Y tanto, no podía dejar de escuchar los gritos de placer de la puta de mi hermana, mientras la clavaba, muchas veces, mientras follaba con mi marido pensaba en él y me iba como una cerda.

-¿Vaya sus pensamientos, ya hacían cornudos a tu hermana y marido? Pregunté.

-Por supuesto, me importaba poco lo que pensaran los demás quería esa polla dentro de mí, costase lo que costase. Mi marido, una vez se corre, con esa pollita mini que tiene, se da la vuelta y a dormir. Mientras en la habitación contigua, escuchaba el cabecero de la cama golpear la pared y a mi hermana loca de gusto, corriéndose una y otra vez.

-¿O sea estaba planificando el tema? Pregunté.

-Por supuesto, cuando mi hermana gritaba de gusto, pensaba: “Yo también quiero esas corridas, joder que me follen como una puta y me hagan correr mil veces, hasta caer de culo”. Y puse el mecanismo en marcha para follármelo.

-¿Cuándo lo decidió?  Pregunté.

-Lo pensé, desde que el 15 de Agosto, escuche como se follaba a mi hermana, luego traté de espiarle para ver si tenía una polla grande, porque los alaridos de mi hermana no eran normales. Y cuando vi el monstruo que lleva entre las piernas me volví loquita.

-¿Pensaste dónde y cuándo? Pregunté.

-La verdad que lo intenté varias veces en los quince días que estuvimos de vacaciones pero mi marido, celoso como un perro, no me dejaba libertad, estaba como una lapa y así era imposible. Además quería tirármelo, sin pensar que nadie fuese a molestar o nos pillase follando, alguna de mis hermanas.

-¿Cómo organizaste el primer encuentro? Pregunté.

-Por razones de trabajo, mi marido la primera semana de Septiembre debía irse a Barcelona, a la central del bufete en el que trabaja como abogado, varios asuntos le tendrían ocupado y por las tardes tendría libertad, hasta que la cría fuese al cole.

-¿Cómo lo liaste? Pregunté.

-Una tarde le envié un whatsapp para que ver si me aconsejaba sobre una decisión laboral importante, aunque estaba ya tomada, aprovecharía para hablarlo con él.

-¿O sea que el móvil te ayudo a montar la estrategia? Pregunté.

-Por supuesto, estuvimos charlando por la tarde y por la noche, cuando estaba sola en cama, estaba caliente como una perra y pensé en meterme un juguete que tengo escondido y me dije, porque no tocarme con este al teléfono.

-¿Qué bueno, te ponía hacerte una paja, mientras hablabas con él? Pregunté.

-La verdad que mucho, y no fue difícil. Estábamos chateando y le dije que me cansaba de escribir, enseguida me llamo, mi trampa estaba activada. Mientras manteníamos la conversación me fui poniendo a cien, con el juguete, mi imaginación y su voz, uffff, estaba salida como una leona, dispuesta para varios machos.

-Vaya, ¿o sea que de esa conversación partió la estrategia? Pregunté.

-Bueno, venia de atrás pero no encontraba modo de entrarle, me apetecía pero no sabía si me iba a rechazar, sería un palo. Pero fue fácil, porque a medida que yo me ponía más cachonda, mi conversación se entrecortaba y el muy cabrón se dio cuenta de que algo pasaba:

-¿Te pillo con el coño ocupado, nunca mejor dicho? Pregunté.

-La verdad que sí, lo metía hasta el útero, estaba fantaseando con su polla metida hasta los huevos y mi cuerpo estaba ardiendo, no tardaría en correrme como una perra.

-¿O sea que estabas salida y con ganas de que te la clavase hasta el fondo por lo que dices? Pregunte.

-Desde luego, quería que me reventara a pollazos, que me clavara la polla hasta las entrañas, es más, había visto un video donde a una chica joven le metía un pollón enorme un negro y eso me ponía, Uffff, estaba a cien.

-¿Qué sucedió para saltar la chispa? Pregunté.

-Pues que me comentó: Por lo que veo, estás ocupada, jajajaja, me alegro que disfrutes, si tengo algo que ver en esto me encantaría saberlo, y si me necesitas ya sabes, solo decirlo y a tu disposición. -No me corté y solté: Jajajaja, o sea cabrón, ¿le pondría los cuernos a mi hermana conmigo? -Bueno Puri, sabes que por ti lo que sea, ella la verdad que me tiene cuando quiere, lo sabes. -Si lo sé, se oye en toda la casa, menos mal que no vienen los viejos sino os echan a patadas. -No será para tanto. -Por dios, no me digas nada, se pone loca y a mi me pone a cien. -Pues ya sabes si necesitas un desahogo me dices, además estás sola estos días, ¿verdad?. -Si claro, Augusto esta en Barcelona hasta el sábado. Tengo las tardes y noches libres, me llama dos minutos y me cuelga el muy cabrón es así. –Pues me dices y me acerco son veinte minutos. –Jajaja, ¿no tienes huevos?,-En un rato estoy ahí, esperame que te voy a poner mirando a Cuenca.- Jajaja, no me lo creo, todo es boquilla, le dije, retándolo. –Pues ponte un conjunto sexy y veras como no duermes esta noche. –Venga ya.-Como que venga ya, salgo en un minuto.

Escuchaba bajar las escaleras, entonces comenzó mi nerviosismo, sería la primera vez que le fuese infiel a mi marido, y esté cabrón le importaba un huevo follarse a su cuñada, pero podéis imaginar estaba caliente como una perra y necesitaba sentir ese pollote en mi coño, para que lo llenase bien. Arrancó el coche y me dijo: Cuelgo, espérame en unos minutos, estoy ahí.

-¿O sea que se lanzó al vacío? ¿te tenía ganas por lo que se ve? Pregunté.

-La verdad que le había provocado todas las vacaciones, incluso me puse muy sexy y con camisetas flojas sin sostén para que notase mi tetamen, cuando mi marido se iba a desayunar y leer la prensa.

-¿Por lo tanto, sabias que una vez en camino no podrías decir que no? Pregunté.

-¿Decir que no? Ni se me pasó por la cabeza, el nerviosismo me puso más salida quería que me follara como una loba. Para que nadie molestase, aun siendo las once, decidí llamar a mi marido y decirle que me acostaba.

-No le mentiste a tu marido…Dije.

-Pues no, no tenía que mentir, ya estaba en cama, esperando una polla para que me la clavasen, y en ese momento pensaría en el cómo mi cornudo, me ponía la situación, no se porque…

-¿Tardó mucho en llegar? Pregunté.

-No, que vá, no había mucho tráfico y cerca de casa hay un parking y enseguida sonó el timbre, Vi sus ojos por la cámara, es inconfundible.

-¿Y cómo reaccionaste a su entrada? Pregunté.

-Creo que mejor es que te cuente, como le esperé y el polvazo que nos dimos, estuvimos toda la noche follando, cabalgue su polla una y otra vez y debí correrme quince veces.

-Sí, cuenta todo el acontecimiento, con detalle, por favor. Esta es la esencia de la entrevista.

-Te cuento:

“Estaba en la entrada de la casa, para abrir la puerta nada más llegase, me había puesto un conjunto que me regaló mi marido pero no había estrenado, como es tan tradicional no se sabe cuándo se pone o no al tema. Valía la pena el estreno, me iba a tirar a mi cuñado. Entró sin decir ni palabra, me tomó en sus brazos, me besó intensamente, recorrió cada centímetro de mi cuerpo, mientras me tenía empotrada contra la pared y sin decir ni mu, sacó el pedazo de pollón y con la mano derecha lo pasó por la raja de mi coño depilado, uffff, casi me corro de gusto al sentir el capullo enrome en los labios de mi raja. Apretándome contra la pared y levantando mi cuerpo como si fuese una pluma, en mi vida me había imaginado así, me iba a clavar un titán, dios ganas y miedo se vinieron a mi mente, no pude evitar en pensar en Augusto,  le iba a poner los cuernos por primera vez y quería una buena follada. Seguía apretándome contra la pared y su polla ahora estaba frotando el clítoris una y otra vez, entre la calentura y las sensaciones me iba a correr. Pero el cabrón se dio cuenta y paró. Cuando recuperé la respiración, seguímos besándonos y mirándonos a los ojos, sin decir nada, solo dando rienda suelta al instinto que nos poseía. De repente, comencé a sentir como el capullo buscaba mi mojado coño para clavarme, lo deseaba quería disfrutar cada m/m de aquel pollón enorme que por primera vez taladraría mi coño. Entraba haciéndome ver las estrellas, se abrían mis carnes, entraba potente, dolor, placer, dolor, placer, no sabría como definir los primeros segundos de la penetración. No tardé en sentir un ploff, el capullo había traspasado la entrada, él metió un caderazo, me dejo caer un poco y entonces si, sentí mi cuerpo llenoooo, llennnnoooo, era increíble el gusto, como me llenaba el coño, me abría en canal, pero era una sensación única. Indescriptible. Dio unos empujones potentes y no aguanté más, solte unos gritos que imagino escucharon los vecinos, pero me importó una mierda. Con potentes gemidos y jadeos, ahhhh, agggg, ahhhh, asiiii. Me corrí como nunca me había corrido, fue largo e intenso, dado que el no dejó de clavar y empujar en todo momento, me volvió loca. Quería más”.

-Vaya, ¿por lo tanto el primer polvo y corrida fue en la entrada de tu casa? Pregunté.

-Sí, y ahora cada vez que entro me viene a la mente el polvazo que me echo ahí.

-¿Cómo te sentiste después de la corrida? Pregunté.

-Ufff, quería más, quería sentirme follada una y otra vez, estaba salida como una perra en celo, en mi vida sentí esa sensación de calentura interna y quería que me la sofocase.

-Por lo que deduzco, ¿estabas clavada en su polla, después de correrte? Pregunté.

-Por supuesto, estaba ensartada como cuando el perro se engancha con una perra, no me soltó, es más, así enganchada, me llevó hacia el dormitorio.

-¿Por lo que se ve no quería perder el tiempo tu cuñado? Pregunté.

-Desde luego, colgada de su cuello, me llevó al dormitorio, me dejó caer sobre la cama, nos besamos y me dijo:-Te voy a comer el coño, como nunca te lo comieron. –Si me gusta. No dije más, al rato, estaba bajando por mis carnes besando cada centímetro de mi cuerpo, mis tetas, mis pezones, hasta que bajo al monte de venus, lamió con dulzura mis muslos internos, me hizo estremecer y luego sin más comenzó a lamer los labios exteriores de mi coño con una maestría que jamás imagine que existiese, hacía retorcerme de placer, enseguida fue a por mí clítoris, esa fue mi perdición, lamia con delicadeza y ritmo, dos dedos entraron en mi coño, buscó el punto G y no aguante, me di una corrida y otra sin parar, estaba soltando lo que jamás pensé que tuviese. Cuando consideró se salió, me besó, se puso de rodillas a mi lado y acercando el pollón a mi cara me dijo:- Come polla, te hace falta perra, esta es tu polla a partir de ahora, ya sabes, para mi cuando diga, ¿vale?-Si seré tuya cando quieras, haré cabrón y cornudo a mi marido, siiii. Ya no pude hablar más, el capullo entro en mi boca, era inmenso, me atragantaba, pero estaba riquísimo. Mientras mi cuñado metió dos dedos en el coño y el pulgar en el clítoris, con violencia frotó el coño. Me volvia loca la polla en la boca y la paja tan violenta que me llevaba al nirvana, no aguanté: Grité, grite, agggg, ahhhh, siiii, agggg, me corría como una loca, mientras mi coño largaba unos chorros que jamás imagine, solo los había visto en algún video porno, pero creí que eran falsos. Era mi primer squirt, mientras él golpeaba su polla en mi cara.

-El comienzo fue estupendo, por lo que veo en tu cara, ¿recuerdas aquellos momentos como algo único? Pregunté.

-Fíjate, que le dije: “Después de sentir esto puedo morirme en paz”, jajaja. El comentó “Esto aún comienza, tranquila, vas a ser la hembra mejor follada de este país”. Mientras empujaba de nuevo la polla en mi boca, abriendo las piernas como si me la estuviese follando, no podía tragar semejante pollón.

-¿Por lo que veo no te dio tregua? Pregunté.

-Ni de coña, hasta que llenó mi boca de leche, no paró, no aguanté las arcadas y para tragar me costó, pero ver como descargaba y gozaba lanzando leche, es una pasada, te hace sentir fuerte, logre que esté suelte todo su leche en mí. Uffff. una sensación indescriptible, sus gemidos y jadeos de traca, como gozamos.

-¿Después de las corridas como siguió el tema o no siguió?

-Aquello empezaba, cuando se recuperó me colocó a cuatro patas, me llamaba puta, perra, con cada cachete, me volvía loca, pero cuando su polla entro en esa posición, entonces si creí que me reventaba. Se puso de pie sobre la cama y dejaba caer su peso sobre mi, con lo cal la polla llegaba a donde no estaba escrito, mi útero cedia a cada clavada, esa sensación única de estar llena con un pollón enorme, que el tio sabe usar, que no produce dolor, al contrario un placer enorme, estar ensartada así es único, si fueses tía lo entenderías.

-¿Estabas a cuatro patas con todo el pollón dentro, imagino que lo hacia suave? Pregunté.

-Si al principio si, entraba sin violencia pero cuando mi coño, se adaptó, comenzó un mete saca, que todavía ahora recuerdo y  me mojo como una cerda, uffff, increíble como llegaba al fondo y que durísima era la polla. Me corrí como una perra dos o tres veces, y cuando sentí su leche llenarme, fue increíble, me ardían las entrañas, con qué violencia descargaba la polla, sentía los chorretones en mi interior, calientes, abundantes y he de decirte que me corrí con ese placer intenso y fue increíble.

-Por lo que veo, te hizo correr muchas veces, ¿Verdad? Pregunté.

-Sí, el llevó la cuentas y esa noche me corrí 16 veces, en mi vida imagine que eso me pasaría, suerte que al día siguiente no trabajaba, menos mal. Dormí todo el día.

-¿Os quedasteis dormidos entonces? Pregunté.

-Que va, estuvimos hablando un rato de lo estupendo que había sido, de lo mucho que goce de su polla, el me dijo que le había encantado follarme y quería que fuésemos amantes, ocurriese lo que ocurriese en la relación con mi hermana. Lo garantice, es más deseaba ese macho en mi cama varias veces al mes, eso era increíble. Y cuando su polla se puso de nuevo, fiestaaaa.

-¿Vaya volvisteis a follar? Pregunté.

-Fue distinto, se colocó sobre mí y con mucha suavidad me estuvo follando buen rato, mi coño, estaba dilatadísimo y gozaba como una perra. Sentir su peso encima, como me miraba, besaba, acariciaba, me comía las tetas, increíble la sensación de placer. Mis piernas rodeaban su cuerpo evitando que se separase y mis uñas se clavaban en su espalda. Cuando llevaba buen rato de nuevo encadené varias corridas sin que él sacase la polla, no imagináis los espasmos de placer y las corridas una detrás de otra, con gemidos y jadeos de película, estaba desenfrenada, increíble.

-¿O sea que te hizo gozar con el misionero? Pregunté.

-Bueno, me movió, me folló de lado, levantándome las piernas, de frente, por detrás estirados los dos, todo me encantaba, cada posición me producía un placer distinto, y la corrida era diferente, la verdad que gocé como nunca.

-¿Y cómo terminó la fiesta? Pregunté.

-Eran ya las cinco de la madrugada, llevábamos cinco o seis horas follando, estaba destrozada, el coño me ardía, de hecho puse gel varias veces para aliviar. Pero el último polvo, fue de vértigo. Me colocó de espaldas sobre la cama, en la esquina, tiró de mí hacia delante y elevó mi cadera, solo mi cabeza y mi cuello, estaban apoyados, empezó a clavar pollazos lentos pero largos, hasta que aumentó el ritmo y la presión, creo que lograba meter el rabo entero dentro, es de verdad enorme, gordo como un vaso de cubata pero más largo, la verdad es enorme, caliente y dura como una piedra.

-¿Volviste a correrte, entonces? Pregunté.

-Era tanta la velocidad de las envestidas que no sé cómo colocaba la polla, que sentía presión en la entrada, en los lados y en el fondo. Me volví a correr varias veces, el muy animal se aplicaba, quería acabar conmigo y cuando por fin soltó su tercera corrida de la noche, entre alaridos, espasmos y vibraciones que le provoca a la polla, apretando el esfínter, para qué descargue más leche y más fuerte, logró que me volviese a correr, mientras se entremezclaban los alaridos de ambos .Agggg, ahhhh, ahhhh, aggg.

Nos dimos una ducha rápida y dormimos abrazados. Era nuestra primera noche juntos.

-Una última pregunta: ¿Dónde estás ahora y que haces? Pregunté.

-Jajajaj, lo sabía…estoy con el cabrón de mi cuñado Juan, novio de mi hermana, que tiene en la mano una mini-grabadora, para que mi versión quede recogida, me prometió que una vez escrita, borra la cinta. Le creo.

A la pregunta ¿qué hago?, pues muy sencillo, son las nueve de la noche y me voy a casa, estuvimos follando desde las cuatro de la tarde, voy llenita…lo repetimos tres o cuatro veces al mes, me encanta.

-Gracias por contestar a la entrevista, agradezco tu tiempo y tu generosidad. Eres maravillosa. Un beso.

*****Esta es mi entrevista a Puri la hermana de mi novia, recogida en un motel de Madrid, el lunes de esta semana por la tarde.

Espero que os guste y comentéis por favor. Besos y gracias a tod@s

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