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Relato 23- Día de boda, con la novia y la madrina

en Hetero: Infidelidad

Una situación muy especial, con la novia y con la madrina.(infidelidad y maduras).

Esta mañana salí a tomar un café, cerca de casa, pasé la noche con Inés, está de vacaciones también y me encontré en la calle con Pilar y Eva, personas muy queridas para mí y recordé lo vivido hace unos años..

Eva, es hija de una vecina de mi madre Pilar, emigro a Suiza muy joven, trabajo en un hotel y fruto de una relación con el hijo del dueño del establecimiento nació la niña.

Nunca se casaron, pero los abuelos suizos siempre apoyaron a Eva, incluso pasaba temporadas largas con ellos, sobre todo después del fallecimiento de su padre, en un accidente, esquiando. Pilar nunca se casó, se habló de alguna relación furtiva, pero siempre centró su vida en trabajar duro y criar a Eva. Los abuelos paternos le dejaron una importante cantidad de dinero a la nieta y eso cambió de una forma importante su vida, pudo estudiar en Suiza y ser una mujer de bien, sigue preciosa y encantadora.

Mi relación con ellas era y es estupenda, siempre muy cómplices Eva y yo, su casa muy cerca que la mía fue centro de juegos para todos los críos de una edad similar. Es dos años mayor que yo.

El sábado, 1 de agosto de 2009, asistí a la boda de Pablo y Eva, en la capilla privada de una finca preciosa, el banquete se celebró en una gran carpa que una empresa de catering alquila para celebraciones.

Pilar y Eva, me pidieron que fuese mi coche, el que llevase a la novia al altar, por supuesto acepté, era un placer para mí y compensaba la ayuda que siempre hicieron a mi humilde familia, en todo.

La mañana de la boda, preparé el coche y sobre las 12.00 horas, estaba en casa de ellas, para recogerlas, novia y madrina, serian mis pasajeras. Como estaba previsto, salimos a las 12.45 y llegamos puntuales a la boda. Se realizó la celebración y un banquete excelente, todo transcurrió con normalidad, mi mesa estaba muy cerca de la de los novios y en muchas ocasiones, Eva y yo nos cruzamos miradas cómplices, Pilar que es muy observadora, captaba todo, incluso un par de veces le sonreí.

Después de la comida, comenzó la barra libre y el baile, sobre las 19.00 h. de la tarde, aquello era una fiesta, todo el mundo bebía, bailaba en una temperatura agradable que aportaba el aire acondicionado.

Los novios estuvieron recorriendo las mesas, Pablo, se veía un poco perjudicado, iba desaliñado, contento, disfrutando del enlace. Eva, más responsable, se veía contenta pero demostraba esa seriedad innata que posee. Cuando estaban hablando conmigo, llegó Pilar, dijo:

-Hija, esto a alargarse hasta las tantas, porque no vas a casa, te cambias te pones cómoda y vuelves.

-Mamá, llevo rato deseando sacar el vestido, hace calor, ya hice las fotos y creo que tienes razón lo mejor es cambiarme y volver. Pablo vamos a casa, me cambio y volvemos, le dijo a su reciente marido.

-Eva, es mejor que vayas con tu madre, yo estoy con los invitados y vosotras os vais a cambiar y listo. Respondió Pablo.

-Pablo, es mejor que vayas, te das una ducha y volvéis, yo quedo pendiente de los invitados, de tu abuela y de mi madre. Dijo Pilar.

-Sois unos pesados, de verdad, mira quedaros los dos y me lleva Juan, quito el vestido, me ducho, me cambio y vuelvo. Dijo Eva.

-Bueno, vete ya. Dijo Pablo, que estaba siendo reclamado por los amigotes para la juerga.

Ayudé de nuevo a entrar en el coche a Eva, con el voluminoso vestido de novia y nos fuimos a su casa. Cuando ya llevaba unos minutos de camino, me dijo ella:

-Juan, te confieso una cosa, me caso porque estoy embarazada y llevamos muchos años de novios, no quiero que mi hija viva sin padre, como me pasó a mí.

-Enhorabuena, vaya sorpresa Eva, no se nota nada tu barriga, Me alegro del embarazo y desde luego es lo ideal un padre y una madre, son lo ideal para un crio. Respondí.

-No se nota porque estoy de 14 semanas aún, pero estoy embarazada. Respondió.

-De verdad me alegra mucho, te deseo lo mejor y que seas muy feliz. Comenté.

Seguimos hablando del banquete y en un rato, llegamos a su casa, pasamos al garaje y ayudé a Eva a bajar del coche. Por respeto, le dije:

-Eva, sube te cambias y te espero en el coche.

-De eso nada, no soy capaz de sacar el vestido sin ayuda, la cremallera es imposible bajarla, ven ayúdame. Ordenó.

Subimos las escaleras, llevaba una parte del velo del vestido y una pequeña cola, todo era inmenso, desde luego necesitaba ayuda. En un rato, entramos en su habitación de soltera, se sentó en la cama y le cayeron unas lágrimas. La miré y dijo:

-Bueno se acabó la vida de soltera, 28 años y ya entré en la vida de casada sin darme cuenta, lo que son las cosas. Estaba emocionada.

-Bueno Eva, llevas 10 años con Pablo, lo suyo es casarse y hacer una vida juntos y si vais a tener un crio, es ideal. Trabajáis los dos y no os faltará nada, además está tu madre, sé que será una abuela increíble, aun es joven, ¿Qué tiene 50 tacos?

-Cumple 49 años, en Diciembre, es joven, aún está casadera, jajajaj. Respondió secándose las lágrimas con un pañuelo.

-Esta impresionante, guapa, guapa, una mujer bandera, aun podría estar con el hombre que desee. Dije.

-Es un caso, le debo todo, se sacrificó por mí, ahora lo hará por mi crio, verás, es un caso. Pero es feliz así. Comentó.

- Ven, te ayudo y bajo. Dije.

- Sí, pero no tienes que irte, me ayudas por favor. Dijo.

Se colocó de espaldas, bajé su cremallera, ayudé a retirar los hombros de su vestido hacia delante y sin más, se quedaba en sujetador delante de mí. Yo estaba a sus espaldas, se dio la vuelta y creedme, me dejó helado, me agarró la cabeza y me besó.

No sabía que hacer, nuestra amistad era inmensa, tuvimos nuestros juegos de críos y adolescentes, pero jamás me propuse pasarme con ella, incluso compartimos tienda de campaña pero nunca me pasé. Eva estaba besándome y no soltaba mi cabeza, por mi mente, pasaron un montón de recuerdos, respondí al beso, deseaba que terminase, de continuar la cosa no tendría buen final pensé.

Seguía besándome, sujetó mi cuello, pasando los brazos alrededor y seguía buscando mi lengua una y otra vez. Me gustaba, como decir lo contrario. No hablamos ninguno, ella se apretaba contra mi cuerpo, con el vestido a medio quitar. De inmediato, dijo:

-Ayúdame, tengo una fantasía desde niña, tener sexo, vestida de novia..

-Eva, ¿estás loca? No debemos hacer esto, debió venor Pablo, por dios, es un riesgo. Respondí.

-Mira Juan, el y yo lo hicimos ayer noche, como último polvo de solteros, hoy quiero que seas tú el que lo haga de casada, lo deseo desde hace tiempo, deseo disfrutar contigo de un buen rato, por favor, es mi regalo preferido, venga. Me decía con ojitos…

-Te lo agradezco, pero es una locura, de verdad. Dije. No pude continuar, volvió a besarme con intensidad, no tenía escapatoria, aquello terminaría en lo que ella desease, no iba a forzar ninguna situación ni a pasarme, seria en cierta medida pasivo.

-Ayúdame a quitar esto. Me pidió, mientras se desenganchaba unos corchetes, no tardó en dejar caer el vestido de novia al suelo, quise cogerlo pero lo impidió, dijo:

-Ven, Colgándose de mi cuello y besándome de nuevo.

Eva estaba preciosa, peinada divinamente, su melena castaña con unos tirabuzones, una diadema, y con ropa interior, sostén, tanga, ligueros, medias y zapatos todo en un color blaco hueso, estaba espectacular. Os la describo, mide alrededor de 1.70, es esbelta, pecho 80/85, piernas fuertes y un buen culo, en la playa siempre hace top less y estaba morenita de piel.

Levanté su cuerpo y la deje caer, sobre la cama, ya me había hecho la idea de que o si o si, cuando una mujer quiere, peco y punto, debilidadesssss.

Recorrí con besos su cara, su cuello, baje a su pecho, saque las tetas doblando las cazoletas del sostén y lamí con delicadeza los pezones, sus tetas en circunferencias, mi lengua no paraba de recorrer las tetas de Eva. Cuando llevaba un rato besándola, comenzó a gemir, yo seguía vestido, pantalón del traje, camisa y zapatos. No quise parar hasta tener s coño a mi alcance, quería ponerla a mil y darle el primer polvazo de casada (no fue el último, cuando por trabajo viene a Madrid, quedamos). Disfruté haciéndola jadear, mientras mis dedos recorrían la entrada de su coño una y otra vez, eso incrementaba sus gemidos. Poco a poco, llegué a su monte de venus, aparté el tanga, abrió sus piernas y pasé mi lengua de arriba abajo unas cuantas veces por el coño, se notaba caliente y húmedo. No tardé en meter mi lengua por cada rincón de su coño, mientras ella se retorcía, gemía y apretaba mi cabeza, mientras decía.

-Joderrr, me encanta, como me comes, dioss, me encanta tu lengua, uffff, para seguir gimiendo, estaba super caliente y no tardaría en mandarle un pollazo.

De repente pensé , joder no tengo condones…pero seguí con las lamidas e incluso primero un dedo y luego dos frotaban su punto G, mientras daba con mis labios unos tirones suaves a su clítoris, le estaba comiendo el coño con delicadeza pero con ritmo.

Cuando iba a correrse, lo detecte por el incremento de su respiración, paré y le dije, mirándola a los ojos desde el medio de sus patas:

-Eva, no tengo condones, ya ves..lo siento.

-A la mierda los condones, estoy preñada y quiero un polvazo, venga sigue. Dijo sin más.

No paré, ya mi idea cambió ahora me centraría en una  primera corrida con la comida de coño y luego ya le follaría el coño, para dejarla satisfecha. El primer polvo con una mujer, nunca sabes cómo saldrá, no la conoces en la intimidad, no sabes que le gusta o no, por lo tanto utilizo una pauta programada y me guio por sus gemidos.

Estaba con el pensamiento en las pautas del polvo, cuando note, que apretaba un poco las piernas y subia con fuerza su cadera, la señal, de la corrida comenzaba, no dejé de apretar el clítoris con mis labios, pasar lengua una y otra vez, y con los dedos trabajar dentro, no aguantó:

-Dioooos, que buenoooo, me coooorrrooo, siiii, agggg, ahhhh, ahhhh, agggg, ahhhh, Seguía jadeando con fuerza, no dejé de comer el coño una y otra vez, quería una corrida larga para Eva y lo logré.

Esperé sus órdenes, entre sus piernas y ya más tranquila dijo:

-Ven, por favor métemela que no tenemos mucho tiempo. Ven, por favor. Mientras agarraba mi cabeza para besarme. Me zafe un segundo y volaron los zapatos, pantalón y camisa al suelo, quite el slip y dejé al aire la polla, estaba tiesa y casi vertical, una pasada, el capullo, rosadito y mojado.

Volví a colocarme a su lado, por detrás, aparté el tanga y metí el capullo, se quejo hasta que entró la cabeza completa, luego empecé a bombear lentamente para que las paredes del coño de la recién casada se adaptasen a mi diámetro. Estaba preciosa, besaba su cuello, le decía cosas preciosas al oído y mi polla no dejaba de entrar y salir, estaba en la gloria la novia. Pero quería que recordase el polvazo, saqué la polla despacio, le coloque de rodillas con s pierna izquierda debajo de mis huevos y levanté la otra, podía ver el coño de Eva rosadito y mojado para recibir mi polla, que no tardé en enfocar para ir metiendo el capullo, mientras mi mano izquierda elevaba y separaba su pierna derecha y con la mano derecha frotaba el coño. Un espectáculo, ver las embestidas de la polla, ella miraba mi polla entrar una y otra vez, estuve así un buen rato, hasta que decidí darle la imagen más potente de un macho.

Sin sacarla, dejé caer su pierna, agarré una almohada, se la coloque debajo de su cabeza, separé bien ss piernas y me elevé sobre las puntas de los pies y mis manos, flexiones en el coño, ella veía entrar mi polla una y otra vez en su coño caliente a un ritmo constante, no excesivamente rápido, para que mirase como mi polla venosa, dura y potente taladraba su coño una y otra vez. No tardó en decir:

-Que polla, es impresionante, me encanta, ufff, es enorme, me revientasss, no pares, siii, uffff. Gemía, jadeaba…Le dije:

-Preciosa, frota el clítoris, como si te masturbases, te encantará.

No tarde  nada en ver su mano sobre el coño, frotando sin parar, sabía que eso era brutal. Frotaba el clítoris y sus ojos veían como la polla entraba y salía, cada vez más profunda, busque su útero, para ello baje un pelín la cadera, mi polla entonces pasaba sobre la cérvix, dejé caer mis rodillas entre sus piernas, agarrando su cintura y elevándola,  intentaba un polvo técnicamente perfecto, estimulación de clítoris externo, presión sobre la V invertida del clítoris interno, con frotación de los labios vaginales y esos toques medidos sobre el útero dilatado, si se hace bien, el orgasmo es completo, puede incluso encadenar varios orgasmos seguidos, fruto de su excitación. Así fue como llego al clímax absoluto, no aguanto, estallo en chillidos de placer:

-Agggg, aohhh, aohhh, me corroooo, ahhh, siiii, siiiii, aggggg, ahhhh- Sus jadeos no paraban mientras seguía con mi aceleración del ritmo, y logre lo que buscaba- Ahhh, me meoooo, ahhhh, ahhhh, aggg, me meooo, que gustoooo, diossss, siiiiii.

Encadenó los orgasmos de tres partes vitales de su coño, para disfrutar de su primer squirt, que a chorretones inundaba la colcha y las sábanas de la cama. Paré mis envestidas, mi polla estaba lista para llenar el coño, pero no sería tan pronto, aguante.

Cuando se relajó y su ritmo respiratorio descendió, me deje caer sobre ella y la besé, mientras nos fundíamos en un abrazo, me dijo:

-Este es el mejor regalo de mi boda, dios mío que placer, jamás sentí esto, y menos mearme así, diooosss.

-Jajajaj, me alegro que lograses mucho placer, disfrútalo. Respondí.

-Dios, jamás sentí esto, uffff, un placer inmenso, dios. Ehhh, pero no te corriste, venga quiero que te corras, porfa. Dijo.

-Ven, colócate a cuatro patas. Dije, mientras ayudaba a levantarse, la coloqué y le dijé:

-Cuando la tengas dentro deja caer tu cara sobre la cama, te gustara más.

-Vale, avísame tú. Contestó.

Enfoque mi polla bien dura y casi vertical hacia la entrada del coño, ahora dilatado por las clavadas del anterior polvo. Aun así rozaba al entrar, metí el capullo, muy suave y una vez logrado, metí las manos debajo de su cuerpo para estrujar sus tetas, le indique que se dejase caer, obedeció y comencé a bombear muy suavemente, quería que se corriese conmigo, aunque no sabía si lo lograría.

No dejé de estrujar sus tetas, entrar y salir en su coño, para hacerla gozar como una perra, y comencé a hablarle.

-Eva, te gusta cómo te follo, ehhh, tienes un coño divino y un culito precioso,-subíendo una mano, le di unos cachetes fuertes- te gusta ehhh, te gusta que te clave el coño, te lo voy a llenar de leche, todoooo.

-Siiiii, me encanta como me follas, dios, que placerrr, me encanta, si dame, dame-pedia cachetes, le dí- Me gusta, ufff, me llena, me llena. Decia Eva.

-Quiero que te corras como una perra, mientras lleno tu coño. Comenté mientras contenía mi corrida, sería difícil aguantar, estaba viendo a la novia recién casada a cuatro patas, mientras Pablo, bebía con los amiguetes, mi subconsciente me traicionó y no pude aguantar la corrida para llenar el coño de esa hembra tan cachonda.

-Me coorro, Eva, me corrooo, siiii, agggg, ahhhh, ahhh, que gustazo, siiiii, siiii, asíiii. Gemía, hablaba mientras mi polla llenaba el coño a borbotones de abundante, espesa y caliente leche de mis huevos.

-Siiii, correte, lléname, siiii, siiii, no pares que me corrooo, siiiii, sigue, sigueeee, siiii- Eva ya no tardaría, por lo tanto seguí descargando con el mete y saca, la polla estaba enorme y el tubo seminal dilatado- me corroooo, siiii, aggggg, ahhhh, ahhh, agggg, ahhh, ahhhh. Estaba gritando con su corrida y convulsionando.

Mi polla recorría el coño, mientras mis manos apretaban las caderas, quería que descargase toda la tensión de ese dia tan especial para ella en todos los sentidos.

Rejajados nos fundimos en un beso y debido al horario, ducha rápida y salir como cohetes. Al llegar a la finca, me despiste por otra zona de invitados y a ella la veía sonreir con sus suegros, pasado un rato, me guiñó un ojo, era su aprobación.

Desde ese 1 de Agosto, se fijó en mi mente, volver a follar a una novia recién casada, pero creo que no sucederá hasta que pase por el altar, jajajaja.

Segunda parte:

La tarde estaba discurriendo con la normalidad que se le puede considerar como consecuencia de este evento, música, bailes, bebidas. De repente, Eva se acercó y dijo en voz alta:

-Vaya el chico más guapo no bailó con la novia, venga, vamos es mi día, ven. Me tomó de la mano, me sacó al centro de la pista y bailamos.

La situación era increíble, Pilar, estaba a nuestro lado bailando con el novio, todos disfrutando un pasodoble, no bailo mal y al rato, estaban rodeándonos y dando palmas incluso el recién casado. Fue un momento muy especial, cuando terminamos, Eva me dijo al oído:

-Eres un señor, me encantas y ¿sabes una cosa?, estoy encantada con lo sucedido, jajajaja.

-Me alegro, deseo que seas muy feliz. Dije, mientras otro invitado veía a buscarla para bailar.

Estuve rato hablando con conocidos y me dedique a observar cómo se desarrollaba la velada y sobre las 21,30 de la noche, la cosa comenzó a decaer, el grupo musical anunciaba su despedida y la madrina vino a buscarme para bailar.

-Ven, vamos, quiero un baile espectacular para remate. Dijo.

-Bueno, a tus órdenes, Pilar, espera. Dije, me dirigí al cantante y le pedí una bachata, volví, la tomé de la mano y bailamos.

Veía su cara de felicidad, mientras bailaba conmigo, estaba eufórica, disfrutando un día muy especial para ella, nunca pudo vivir eso como protagonista pero lo disfrutaba a través de su hija, de hecho me lo dijo luego.

Al terminar me dio un beso en la mejilla y me dijo:

-Eres encantador, tu madre siempre estuvo orgullosa de ti, pero sé que hoy nos está viendo, siempre fue mi confesora y la mujer que siempre me apoyo en momentos muy duros, incluso cuando nació Eva, la quería mucho.

-Lo sé, sé que ella te quería mucho y a Eva también, siempre me dijo, si un día falto, recuerda quien nos ayudó, a ti también te debemos mucho, estábamos en tu casa a la vuelta del colegio y siempre fue muy especial tu trato con nosotros. Gracias Pilar, os deseo lo mejor y muchas felicidad.

Sin decir ni una palabra, me abrazó y me dio dos besos inmensos en las mejillas.

Llegaba la hora y debíamos irnos, paquito el chocolatero, ponía fin a la fiesta, se acercó Eva y me dijo:

-Juan, por favor, llevas a la abuela y a mamá, por favor.

-Si claro, ya estaba pendiente de ello, primero llevamos a tu abuela y luego ya dejo a tu madre en casa. Tranquila. Disfruta Eva, es tu día.

-Bueno, estos quieren ir al pub de Andrés a rematar la faena, si quieres vienes por allí, será solo para los amigos, gracias por llevarlas. Respondió.

-Tranquila, me encargo, si eso luego ya tarde voy hasta el pub, veré como organizo.

Me dio dos besos de despedida, al oído, me dijo:

-Me encantó, ufff, increíble. Me guiño el ojo y se fue a por su marido Pablo.

Ya en el coche, Pilar y Doña Luisa, iban en el asiento trasero, no tardé en llegar a la casa familiar, donde la abuela vivía en compañía de su hijo y nuera, que estaban ya entrando con su coche y dejando entrar a sus nietos, qué les acompañaban. María la cuñada de Pilar, vino a despedirse y se llevó a la abuela.

Subimos al coche, los dos delante, yo conducía, nada más subir Pilar en una demostración de su confianza me dijo:

-Perdona pero me quito los zapatos, estoy dolorida, muchas horas de tensión y fiesta y ahora no los aguanto.

-Bueno pues ahora un baño caliente y un buen masaje, descansaras mejor. Dije.

-Jajajaj, un baño caliente sí, pero un masaje, no tengo quien me lo dé para mi desgracia, jajajaj, es así la vida. Respondió.

No había pensado en un masaje total, mi indicación era para un masaje en los pies y eso lo podía hacer ella, pero mi subconsciente se disparó, fui por otro lado.

-Bueno Pilar, cualquier hombre te daría un masaje encantado, jajajaja, Comenté.

-Jajajaj, ya soy una carroza, solo me queda cuidar el futuro nieto o nieta, es así, pero me encanta. Ya hace muchos años que me olvidé de los hombres, jajaja- Dijo.

Mi mente retorcida, hizo un trabajo increíble, creo que pensar rápido, mi memoria y mi físico son lo mejor, lo sé.

-Bueno Pilar, pues sería un gran final, un buen masaje después de un dia de entrega a la boda de Eva y  que todo saliese perfecto. Sería lo suyo, no me ofrezco porque no aceptarás pero encantado te daba ese masaje, sin mala intención alguna, solo como agradecimiento a tu atención..

-Mira que eres un golfo, lo sabía, pero que leyeses mi mente, no, Iba a proponértelo, jajaja pero no sabía cómo. Pero me prometes una cosa, será un secreto entre nosotros, ¿vale? Dijo advirtiendo.

-Por dios Pilar, lo que hace mi mano izquierda no lo sabe la derecha. Dije.

-Así me gusta, me das ese masaje y te vas a bailar con los chicos al Pub, ¿vale?

-Si tranquila. Dije mientras aparcaba el coche en el camino de entrada a la casa.

Subimos directos al piso superior, entró vestida al baño y cerró la puerta, al rato escuche el agua, mientras yo veía la tele, en su propia habitación. Quince  minutos después salió del baño, con una bata blanca de tejido toalla. La miré, mientras colocaba el pelo con unas pinzas. Pilar, es una madura de 48 años, no muy alta, 1,60, con un poco de sobrepeso, un par de totones grandes, redondos un poco caídos, pelo castaño, ojos oscuros, unos labios sensuales y un culo de escándalo sobre dos piernas potentes.

-Pilar, el masaje, te lo doy aquí te pones cruzada aquí al final de la cama, así puedo masajearte desde el suelo, venga, pon la toalla. Dije.

-Sí, estás bien, pon debajo esta toalla, grande así estaré mejor y no manchamos la cama con el aceite. Dijo mientras quitaba la bata y se tumbaba boca abajo, tomé un toalla y tape sus nalgas.

Comencé a masajear las plantas de los pies, los empeines, los tobillos, con fuerza e intensidad. Subí por los gemelos tratando de relajar los músculos, me paré detrás de las rodillas, delicadamente, de una y otra pierna.

Subí despacio por las piernas, hasta los muslos internos que masajee muy delicadamente, coloque mi mano para separar un poco las piernas, lo hizo ella, abrió un poco. Suavemente, acaricie una y otra vez los muslos internos, notaba que le gustaba, separaba más las piernas, no deje de intencionadamente llegar con mi dedo pulgar a su coño. Una y otra vez, repetía la maniobra en ambas piernas y no se quejaba, es más, note dos movimientos pélvicos muy reveladores. Acaricie sus nalgas, masajeé de nuevo entre las piernas y ya detecte los pelos del coño, se sobresaltó pero no dijo ni mu. Todo se desarrollaba sin una sola palabra entre nosotros. Continué, pero la verdad, me apetecía meter mano, pero no sabía cómo iba a reaccionar. Seguí buscando la zona genital y ya puse más mano sobre el coño, ella dio un suspiro.

No separé la mano, seguí moviendo una y otra vez la mano en las cercanías de los labios externos del coño y la otra masajeando las nalgas. Habló.

-Me encanta, es muy placentero y agradable, cuanto  tiempo sin sentir esto.

-Me alegro que te guste, si algo no te agrada lo dices. Comenté.

-Sigue por favor, me encanta. Respondió.

Ella seguía boca abajo y ya me atreví a pasar más cerca los dedos del coño, me paré jugué un poco en la entrada, con los pelitos, bien arreglados y frote, entonces si abrió las piernas sin más, no deje de acariciar, noté la humedad y como ella gemía muy suave, casi imperceptible, estaba deseándolo pero se reprimía. Continué el juego, las yemas de los dedos de mi mano derecha jugaban en la entrada, hasta que volvió a abrir y elevar la cadera, deje que entrasen hasta la mitad. No dijo nada, seguía elevando y bajando la cadera, metí más los dedos y ahora si note la calentura de esta madura que había realizado el sueño de su vida, casar a su hija y ahora tendría un buen remate para ese día.

No me corté un pelo, empecé a meter los dedos más y más, ella incrementaba sus gemidos y el ritmo respiratorio, no dejé de de calentar y humedecer bien el coño, incluso besé sus nalgas y pasé la lengua por la parte exterior de las rodillas y muslos.

Ya estaba entregada y caliente, el masaje fue la justificación, pero en realidad los dos deseábamos follarnos bien, seria nuestro primer polvo, aunque ella, sabia de mis atributos, por conocerme desde niño. No di tregua, de repente pensé, joder no tengo condones, vaya idiota, ahora no puedo bajar al coche, si dejo esto enfría se arrepiente y no la follo. Entonces se me ocurrió, quité los zapatos, con la mano derecha seguía masajeando y con la izquierda soltaba el cinturón y dejaba caer el pantalón al suelo, hice lo mismo con la camisa, solo estaba en slip y calcetines, no hay cosa que más odie que ver follar con calcetines, es anti-erótico total, pero los dejaría para el final. Pensé se continuar las caricias era lo ideal, seguir de espaldas, que no tuviese de momento que enfrentarse a mi mirada, abrí más los labios del coño, frote y busqué el clítoris, ya estaba caliente, caliente. Seguí, bajé el slip y quite los calcetines con una mano y cuando estaba preparado subí a la cama, abrí las piernas de Pilar, acercando mi polla a la entrada del coño. No se quejaba, ni dijo nada. Rocé los labios vaginales con mi capullo una y otra vez. La cosa prometía, ella gemía. Decidí incorporarme y tirar de su cintura hacia arriba, quedo a cuatro patas, ahora si podía pegarle un buen pollazo al coño de Pilar. Mi capullo entraba apartando los oscuros de su coño y no tardó en sentir la humedad, estaba cachonda, ya no había marcha atrás, agarré sus caderas y sin más empuje.

Esperaba que se quejase, pero al contrario, gemía más fuerte y dijo:

-Dios que gustazo, me encanta, me gusta, uffff cuanto tiempo sin sentir esto.

-Disfruta, toda para ti, disfruta eres preciosa. Comenté, sin dejar de empujar suavemente la polla, entro mucha, era profundo el coño, me encantaba, mojado, caliente y profundo. Pilar gemía con intensidad, estaba disfrutando de una sesión de placer después de muchos años, cosa que me corfirmó.

No dejé a agarrar sus tetones enormes que colgaban como dos campanas inmensas, golpee una y otra vez la polla y no se contuvo.

-agggg, ahhhh, agggg, ahhh, ahhhh, que gustoooo, siiiii, no paressss, siiii, agggg, ahhhh. Se dio una buena corrida.

-¿Te gusto? Pregunté sin sacar la polla que aún estaba a cien.

-Me encantó, quiero más. Dijo, mientras se dejaba caer, se volvió y vió mi polla como un mástil. Continuó hablando:

-Dios es enorme, me lleno toda y no aguante, hacia tanto tiempo que no sentía esto, dioss, ven. Tiro de mi cabeza, me dejé caer sobre su cuerpo y nos besamos.

El beso húmedo, intenso de una mujer 20 años mayor, me encantó, sus tetones inmensos ocupaban su pecho y caían un poco hacia los lados. Los agarré con ambas manos y me di un festín  de tetas, sin dejar de lamer y morder los pezones oscuros y grandes de Pilar. Son su punto erógeno y no tardo en apretar mi cabeza en medio de sus tetas.

-Me encantaría que me hicieses una cubana. Dije.

-¿Qué es eso? Preguntó.

- Si me dejas meter la polla entre tus tetas y las aprietas es una cubana. Dije.

- Ven mi niño, métela aquí. Dijo, mientras apretaba tremendos tetones con aquellos pezones grandes y oscuros igual que la aureola que los rodeaba.

Metí la polla, apretó y comencé a bombear todo el recorrido, mis huevos golpeaban sus tetones y le dije:

-Pon la lengua, y así lames mi capullo. Dije, la saco de inmediato.

Seguimos con la cubana, su lengua cada vez presionaba más el capullo, incluso abrió los labios para que entrase un trozo de polla. Me esbaba dando un placer tremendo, y no aguanté.

-Me coooorrroo, siiii, siii, aggg, ahhhh, siiii, aggg. Ahhhh . Gemía y jadeaba mientras mis huevos largaban leche, sobre su cara, sus tetas y ella aprovechaba para lamerla. Fue una corrida genial, mientras ella decía:

-Correte mi niño, correte, ahh, que caliente, sale a presión la leche, me encanta que te corras asiiii.

Cuando deje de correrme, saque la polla de en medio de las tetas y la besé, todavía podía saborear mis jugos, había largado bien, a pesar de que antes le llené bien el coño a su hija Eva, pero de verdad me pone a cien una madura.(Tengo videos que me envía de vez en cuando, de sus tetones y de su coño con un  juguete, que le regalé.)

Estuvimos un rato abrazados, hablado de lo que nos había gustado a los dos y le dije:

-Te voy a dar una comida de coño, genial. Pilar, te va a gustar.

-Eso, no, no me gusta que te metas ahí, nooo, no quiero, no lo hice nunca. Dijo Pilar.

.Vaya, ¿nunca te comieron el coño? Pregunté.

-Nunca, no dejé nunca, me da corte, además quiero que sepas que llevo más de veinte años sin estar con un hombre. Respondió.

-No me digas eso, a partir de ahora, no quiero que estés así, cuando te apetezca y esté por aquí, ya sabes, solo sonríes y  obedezco, jajajaja. Dije.

-Eres un cielo, gracias , cariño, eres estupendo y muy buen chico. Dijo Pilar.

-Pero tengo que pedirte una cosa, si quieres que esté siempre para ti, quiero que me dejes comerte el coño, vas a gozar como nunca, veras…Comenté.

-No me pidas eso. Dijo, mientras yo ya colocaba la cabeza entre sus piernas.

No le di tregua, tengo fuerza y ella nada más sentir mi lengua en el coño, se relajó. Había apartado los pelitos oscuros con mis dedos, estaba el coño rosadito, húmedo y caliente, al notar mi lengua, se estremeció. Gemía y jadeaba fuerte.

Continué lamiendo coño, hasta que me centre en el clítoris, era enorme, lo chupe, como si chupase una minipolla, di toques con la lengua y lo apretaba entre mis labios. No tardé en acelerar la respiración.

-Dios, que gustooo, me encanta, sigueee, que gustoooo, como me comes, me encanta, cabrónnn, sigue. Mientras yo aceleraba las lamidas continuas sobre el clítoris, metí dos dedos en el coño, mano de santo, hice la llamada y entre jadeos y convulsiones dijo:

-Me corrrrooo, me encantaaa, siiii, me corrroooo, agggg, ahhh, ahhhh, ahhhh, aogggg.

Fue una corrida larga, intensa y desde luego la labor realizada sobre el clítoris muy buena, dio su fruto. Cuando se relajó un poco, me subí encima y clave mi polla, que aún no estaba muy empalmado pero sabía que una vez con el calor del coño no tardaría en estar como un poste.

-¿Te gusta?, estas buenísima, me encanta tu cuerpo. Dije.

-Me encanta, me gusta, no pares, es un gustazo. Respondió entre gemidos y jadeos, apretando sus brazos en la espalda, incluso sentí sus uñas en varias ocasiones.

Estaba gozando de una clavada monumental, mis huevos chocaban con sus nalgas, una y otra vez, en otras circunstancias me correría, pero hacia media hora que había descargado.

No dejé de empujar una y otra vez, Pilar aguanta mucho cuando se corre dos o tres veces, siempre me aplico, nunca dejo a medias a una hembra caliente.

Llevaba 20 minutos clavando el coño, busque otra postura, pasé del misionero a subirme sobre su pierna izquierda, elevando la derecha, mi polla estaba a cien, taladraba el coño una y otra vez. Noté que su respiración y sus jadeos eran más intensos, lograría en breve el clímax, y quería un orgasmo completo de clítoris y utero de los que hacen historia.

Comencé a frotar el clítoris, mientras mi otro brazo apretaba su pierna levantada, contra mi hombro, eso permitia qe mis envestidas fuesen profundas y con ritmo. No tardó en decir:

-Siiiigue, no pares, vuelvo a correrme, me encanta la polla esta dura, uuuufff.

-Gózala, es toda tuya, disfruta, te voy a follar cuando quieras, nunca más sin macho, quiero ser tú follador, venga, corretee. Dije.

.Ahhhh, si mi follador, siiii, siii, aggg, ahhhh, agggg, ahhiiiii, siiiii, aggggg, ahhhh. Jadeaba, se convulsionaba con potentes espasmos. Se estaba corriendo y quería que eso no terminase, actué.

Dejé bajar su pierna, y me coloque encima, para darle un misionero, bajé un poco mi cadera y di unos empujones, buscando el útero, mientras ella seguía jadeando y corriéndose, fue genial.

.Sigueee, aggg, ahhhh, ahhhh, agggg, ahhhh, aggg. Jadeaba, se retorcia, mientras yo magreaba sus tetas y le hablaba.

-Correte cariño, correte, como nunca, asiiii, asiii, asiii. Dije, mientras seguía dando pollazos al coño de Pilar que me transmitia los espasmos propios de una gran corrida.

-Agggg, ahhhh, ahhh, aggg. Correteee, mi niño, llena mi coño, siiiii. Dijo Pilar.

-Siiii, te voy a llenar todita, siiii, siii..Dije, obedeciendo la orden de Pilar mi polla descargo leche a borbotones, he de deciros que soy muy lechero, tres corridas siempre son abundantes.

-Me corrroooo, aggg, ahhhh, ahhhh, aggg. No aguanté llené el coño de una hembra que llevaba mucho tiempo en sentir taladrado su coño y una corrida de leche caliente en sus entrañas.

-Me vuelvo a correrrr, sigue, sigue…agggg, ahhhh, ahhhh, aggg. Volvió a correrse, fue corto pero intenso, me abrazo.

Con el cansancio nos quedamos dormidos desperté a las 4.30 de la madrugada. Me duche, me vestí, comprobé el móvil, 15 llamadas perdidas y un whatsapp de Eva, que envío a la una de la madrugada.

-Te esperamos, fue un día pleno, gracias por todo y por ser la persona que me acercó al altar en compañía de mi madre. Eres un sol, ven te esperamos, te voy a presentar un bombón, es prima de Pablo, hija de sus tíos de Avilés, vennnn.

A las cinco de la madrugada entré en el pub, aún seguía la juerga como si fuesen las dos, unas 150 personas bebían y bailaban. Eva se acercó me abrazo, me dio dos besos y me dijo:

-Ven, te presento a Paula, es prima de Pablo, este es Juan. Dijo dirigiéndose a Paula.

-Encantado, los dos al mismo tiempo hablamos y nos dimos dos besos en las mejillas, era una chica preciosa,

Mantuve una relación con ella de unos seis meses, hasta que por trabajo me fui a América una temporada.

Os contaré más relatos, termino este a las 13.30 de hoy 31/12/17, se publica el año 2,018, en el va implícito el deseo de una despedida magnifica del 2017 y un prospero año nuevo, Un beso a tod@s.

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