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Mi verdad (3)

en Confesiones

Mi Verdad III

Aurora y su amada tía Lupe están felices al constatar que Toñito deja de ser niño y se convierte en su hombre, muy atractivo, pero todo tiene sus consecuencias inesperadas.

Después que Toñito llegó por fin en forma natural a su primera eyaculación, mi tía Lupe y yo estábamos emocionadas, y pudimos fácilmente tranquilizar a mi hijo del impacto que le había provocado la intensa sensación de placer nunca antes experimentada por él. Le explicamos ese importante paso en su sexualidad, que aunque él ya sabia de los orgasmos en teoría, por lo que le habíamos hablado, al momento de sentirlo en carne propia quedó impactado ante la agradable y poderosa sensación de eyacular y enviar al exterior del cuerpo chorros de vida que bien podrían crear otro ser humano, de haber encontrado el destino adecuado.

Una vez que Toñito fue tranquilizado por nosotras, salió con sus amigos para ir jugar fútbol con el equipo que habían formado y en el cual el era el jugador principal. Las dos mujeres quedamos en casa, y después de haber desayunado fuimos a tomar nuestro baño matutino en el jacuzzi, aun nos sentíamos eufóricas por el gran acontecimiento del que habíamos participado.

. Ay mi amor cuanto me hizo gozar ese hijo tuyo.

Y a mi también tía, ha sido una gran sorpresa.

Me dejó agotada, Aurora, cada vez me hace gozar más y más. ¿Qué pasa mi amor, algo te molestó?

No mi vida, como crees, estoy pensando en lo que tenemos que hacer ahora que Toñito ya eyaculó contigo, mas va a querer seguir cogiendo con nosotras.

Tienes razón, pero además que no es conveniente que vayamos a terminar embarazadas, tenemos que tomar un método anticonceptivo, de los que nos propuso el Ginecólogo.

Si, que te parece que tomemos las pastillas, afortunadamente ocurrió ahora que estamos menstruando, y así podemos prevenirnos.

Ahora debemos planear la forma en que tenga su primera eyaculación dentro de una vagina.

Si tía, esa ocasión debe ser especial.

Ese honor te corresponde solamente a ti Aurora, debe ser la vagina que le dió la vida la que reciba por primera vez el semen de Toñito. ¿Qué te parece que sea en nuestro aniversario? Ya solo faltan pocos días.

Si esa es la mejor ocasión para que se estrene como hombre. Me emociona saber que voy a ser yo la primera que vaya a recibir el semen de mi hijo. Pero falta saber que piensa él, tal vez tenga otros planes.

La verdad, no lo creo, yo pienso que se va a poner feliz por el regalo que le vamos a dar, pues yo me apunto para la segunda cogida.

Pero entonces tía, no le debemos permitir cogernos hasta ese día.

Me parece bien, ya veremos que inventamos para calmar a tu hijo mientras llega ese día que afortunadamente está muy cerca, pues no creo poder resistir mucho la tentación.

Días después estábamos en el jacuzzi, sumergidas en la cálida y burbujeante agua que nos cubría acariciante, yo estaba sentada delante de mi tía Lupe recargando mi espalda en su desnudo torso, observando mis senos que salían del agua como si fueran globos que flotaran en la superficie, mientras ella me abrazaba amorosa con una mano tomándome de unos de mis bellos y firmes senos, mientras con la otra restregaba suavemente con el estropajo de baño uno de mis hombros y parte de mi espalda, dándome de vez en cuando ardientes y dulces besos en la parte posterior del cuello y en la nuca haciendo que me estremeciera ante tan eróticas caricias poniéndome la piel erizada como si tuviera frío. las dos usábamos el pelo largo hasta media espalda, el pelo de Lupe era lacio grueso y pesado, de un color dorado claro, a mi siempre me ha parecido hermoso su cabello y lo confieso, para mi es la mujer mas hermosa de todas y a la que amo como mi compañera de toda la vida. Yo uso el pelo del mismo largo que el de mi tía, solo que el mío es algo ondulado y más delgado que el de ella, y el color también es dorado pero un poco más oscuro. Por el momento mi tía lo había acomodado sobre mi pecho por delante de mi hombro, mientras restregaba tiernamente mi espalda, y sobaba mi seno con su mano libre por debajo de mi brazo, jugueteando con mi pezón que se encontraba erecto como si agradeciera a esos delicados dedos las caricias y pellizquitos que le prodigaban, haciendo que de vez en vez saltaran largos y delgados chorritos de mi leche que se mezclaban con la caliente agua de la tina. Esa es la forma en como acostumbra excitarme, sabe bien que no puedo resistir sus besos en mi nuca y sus caricias en mis pezones, con un poco de eso, ya estoy dispuesta a abrirme ante ella y recibir su amor en la parte de mi cuerpo que ella quiera tomar. Yo me limitaba a acariciar sus largas y fuertes piernas que estaban abiertas y conmigo entre ellas, estiraba mis brazos hacia atrás de ella para tomarla de sus redondas nalgas, mientras yo meneaba mi culo frotándome contra su abultada vulva que seguramente ya se estaba mojando por dentro con sus dulces jugos. Tiernamente me hizo girarme tratando de alcanzar mi boca con la suya lo cual logramos y empezamos con un suave beso, con esa suavidad que solo conocen los amantes de mucho tiempo cuando existe una identificación plena y un perfecto conocimiento del cuerpo amado, mientras ella besaba mi boca introduciendo en mi la tibieza de su lengua, deslizó una mano hasta alcanzar mi ardiente vagina que ya clamaba por ser estimulada, acarició lentamente toda la vulva por fuera, separando por momentos los dispuestos labios para meterme delicadamente un poco de sus dedos, volviendo a sacarlos pero comprobando que dentro de mi vagina ya había aparecido la viscosidad de mi lubricante flujo, que envolvía a las invasoras yemas y uñas de sus finos dedos. Yo estaba que no resistía mas y mis besos, sin proponérmelo se volvieron mas apremiantes y exigentes, empecé a introducir con mas fuerza mi lengua entre sus labios acariciando la suya y enredándola como si tratara de hacer un nudo con ellas, la pasaba por todos sus blancos y perfectos dientes, para entonces mi tía frotaba vigorosamente mi clítoris haciéndolo crecer al máximo de su tamaño, que era casi como una falange de un dedo y el grosor era también similar, yo sabia que mi clítoris ejercía una especial atracción en mi tía pues según me confesó, nunca había visto uno igual de grande, a mi en lo personal mi clítoris me procuraba enorme placer, pues por su tamaño cuando quería yo tener un orgasmo caminando por la calle o bien mientras trabajaba, simplemente acomodaba mi pantaleta algo presionada y con solo caminar a buen ritmo, el roce de la fina tela me masturbaba disimulada y silenciosamente, gozando así de intensos orgasmos que me quitaban la respiración momentáneamente. Mi tía Lupe tenia a mi clítoris entre su índice y su pulgar dándole masaje como si fuera un pequeño penecito de niño, igual al de Toñito cuando era mas chico, lo estaba masturbando subiendo y bajando sus dedos produciéndome intensas sensaciones de lujuria, sentía como se abría sola mi vagina tratando de recibir algo que la llenara, sin poder soportar mas, le pedí que saliéramos del agua, ella me hizo levantarme y en seguida me sentó en el borde de la tina y separó con firmeza mis piernas, que obedecieron dócilmente y se separaron con amplitud para permitirle el paso a su interior, ella prolongo aun mas mi agonía sexual mientras besaba y lamía mis largos muslos, apretándolos con sus manos y marcando en ellos huellas enrojecidas dejadas por los chupetones que me daba en el interior de los ya temblorosos muslos, lentamente llegó hasta mis ingles que para ese entonces ya estaban bañadas por mi fluido vaginal, el que fue chupado y lamido escandalosamente por su sedienta boca, haciéndome gritar y suplicarle que me tomara ya entre sus labios, pero a ella le encantaba prolongar mi desesperación y hacía caso omiso de mis súplicas, yo estaba apoyada sobre las palmas de mis manos en el borde de la bañera y no podía soltarme pues me resbalaría de nuevo dentro del agua, así que no podía hacer nada para acelerar la esperada caricia en mi quemante vagina, la espera se me hacia eterna mientras ella chupaba mis ingles con glotonería pero no tocaba aun mi vulva. Lentamente fue colocando su boca frente a mis húmedos labios vaginales pues sentí el calor de su respiración sobre la sensible piel de mi feminidad, yo tenia los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás de mis hombros, sentía como el calor de su aliento aumentaba conforme acercaba su entreabierta boca a mi vulva pero tan lento que yo moría ya de deseo, sentía crecer el temblor de mi anhelante vagina con la calidez de su respiración, mi vulva abrió su boca con desesperación y justo en ese momento su ancha y húmeda lengua se posó con firmeza sobre la entrada de mi vagina, dando una refrescante lengüeteada a todo lo largo de mi sexo repitiéndose la caricia varias veces mientras yo me retorcía sobre mi breve cintura, tratando de acompañar el movimiento y cadencia de su boca hasta que me hizo estallar en un orgasmo intenso que salió desde lo mas profundo de mis entrañas y que me izo caer de espaldas sobre el descanso de la bañera sintiendo que todo mi cuerpo se estremecía en incontables ocasiones, teniendo como epicentro, el interior de mi sexo, pero ella no dejó de lamer en la misma forma mi vagina en especial mi crecido clítoris, aun mas, ayudó a su boca introduciendo en mi canal de amor tres de sus delgados y largos dedos estimulando mi punto G, y como remate acompañó las caricias con la penetración de su pulgar en mi ano.

Esto despertó otra vez la lujuria en mi desmadejado cuerpo llenándome una vez mas de vigor para tener la capacidad de responder con toda mi feminidad a la posesión de mi cuerpo, al momento ya estaba lista para recibir mas placer y no tuve que esperar ni un segundo para sentir que mi cuerpo era invadido de placer otra vez por las expertas caricias de mi tía, con sus dedos dentro de mis orificios entrando y saliendo, y con su pesada lengua pasando de un lado al otro por mi enorme clítoris me hizo llegar una vez mas al borde del orgasmo y cuando sintió que ya estaba lista tomo entre sus labio mi erecto clítoris y lo mamó como a un pezón, produciéndome incontrolables espasmos en mis entrañas arrastrándome a una explosión de mi sexo que me hizo gritar aun mas fuerte de lo que ya lo estaba haciendo, como si en ese orgasmo se me fuera la vida, en forma de eyaculación femenina que bañó las manos, boca y cara de mi amante tía Lupe, escurriendo gruesas gotas por su rostro, yo estando de espaldas sobre el descanso de la bañera recibí su goteante cara y con las escasa fuerzas que aun me quedaban lamí y sorbí casi toda mi eyaculación de su cutis mientras ella untaba el resto sobre su piel facial pues decía que esos jugos posiblemente le harían mucho bien a su cara aplicándolos como cremas o mascarillas.

Yo busqué nuevamente sus labios besándolos con suavidad y agradecimiento, chupando firmemente su cálida lengua, mientras ella se iba incorporando y me ayudaba a levantarme. Una vez de pie las dos, nos secamos con nuestras afelpadas y gruesas toallas que envolvían completamente nuestros esbeltos cuerpos.

Sabia que ella esperaba que yo la poseyera también y aprovechando que la estaba secando por todas partes la conduje a nuestra gran cama acostándose ella en el centro como la cama es tan grande, nos permite desplazarnos por ella libremente, pudiendo así practicar todas las posiciones que se nos ocurran, así que esta vez me coloqué sobre ella pero a la altura de su cabeza poniéndome en cuatro, con sus pies apuntando en una dirección y los míos en la dirección contraria, de ese modo cuando ella levantó sus brazos sobre su cabeza para tomar mis colgantes senos con sus manos pude disfrutar de sus lindas y delicadas axilas dedicándome buen tiempo a besarlas y chuparlas provocándole cosquillitas pero también placer y excitación, sentí como fue jalando sutilmente mis senos hasta su boca, y como juntaba mis pezones para mamarlos al mismo tiempo así que yo me dediqué a hacer los mismo con sus enormes chiches, y apoyando mis codos a los costados de ella, tomé entre mis manos esa hermosas masas de carne que temblaban ante cualquier movimiento, uní también sus enormes pezones y una vez que los tuve uno junto al otro los introduje en mi boca mamando su fresca leche que salía a chorros por esos sonrosados botones, disfrutando yo también del dulce sabor de la leche de mujer mientras ella mamaba de mis chiches mi lácteo líquido, y tal era la cantidad que guardaban nuestras amamantadoras chiches que llegaba a derramársenos por entre los labios mojando nuestras mejillas y barbillas llegando inclusive a gotear en nuestros cuellos y pechos. Esto nos excitaba mucho y nos ponía dispuestas a intensas sesiones sexuales mientras de nuestras chiches muchas veces escurría leche cuando las teníamos muy llenas y no nos habíamos mamado suficiente por falta de tiempo, una vez que dejamos secas de leche las cuatro hermosas y apetecibles chiches, mi tía me guió hasta colocar mi cara entre sus piernas mientras yo ponía, a mi vez, mi culo al alcance de su cara, ella acarició con sus dedos mi larga raja moviendo en lentos círculos mi clítoris, mientras abría sus piernas totalmente para dejarme toda la facilidad de poseer esa tibia y aromática fuente de placer.

Yo me dediqué a acariciar suavemente sus abultados labios separándolos uno del otro y abriendo la vagina como si quisiera ver en su interior, tocando con delicadeza su pequeño botón de placer, con mis dedos humedecidos por sus jugos, esto hacia que ella brincara involuntariamente al contacto de mis dedos, acerqué mi boca a su vulva y la empecé a besar como si fuera una boca introduciendo en ella mi lengua, como buscando encontrar otra lengua en ese interior, mi tía inició un movimiento circular de sus caderas, llevando con ellas mi cabeza que acompañaba ese ritmo sin separarse de su tarea. Dejé de besar la vulva y me dediqué a lamer toda su vagina, desde el clítoris hasta el perineo, deteniéndome en su ano al que atendía con pequeños círculos y penetraciones de mi lengua en su punto de entrada, esta caricia enloquecía a Lupe pues poseía gran sensibilidad en esa erógena zona, sentí en mi boca la cantidad de flujo que escurría ya de su interior y con avidez lo chupé y absorbí. El ritmo de la cadera de mi tía se hizo mas rápido y mas fuerte, yo apreté mi boca contra su vagina sujetándome firmemente de sus nalgas para no despegarme de mi deliciosa presa mientras mamaba ansiosamente sus lubricantes líquidos, encontré el pequeño pero sensible clítoris y lo mamé con desesperación, contagiada por la lujuria de mi tía que ya gritaba y gemía de placer apretando y pellizcando mis redondas nalgas, yo tenia atrapado su clítoris entre mis labios, mientras deslizaba dos dedos en el interior de su vagina buscando afanosamente su punto G, por fin lo encontré y lo froté con fuerza, tal y como le gusta a mi tía, ella al sentir la estimulación de su escondido botón se quejaba y gritaba enloquecida de placer y casi aullando su cuerpo se tensó y se puso rígido por un instante, para dar paso a un rugido grave que escapó de su garganta casi ahogándola al desbordarse en un orgasmo paralizante que acompañó con una profusa eyaculación que salió disparada mojando mis manos, sus piernas y la ropa de cama.

Yo observaba como su vagina se abría y cerraba como si tuviera voluntad propia y estuviera respirando sofocadamente para recuperar el aliento después de la fatigosa refriega que le hubiera arrancado chorros de líquido néctar desde el fondo de sus entrañas, después siguieron una serie de contracciones internas que acompañaban al orgasmo y que le provocaban convulsiones involuntarias pero gratificantes y placenteras, poco a poco se fue recuperando mi tía Lupe sin dejar de acariciarme las nalgas y los muslos.

Cuando las dos recuperamos el control de nuestros sentidos, nos volvimos a meter al jacuzzi, para lavar perfectamente nuestras inflamadas vaginas limpiándonos mutuamente todos los restos de nuestros fluidos de amor, ya totalmente recuperadas y descansando dentro del agua enlazadas por un amoroso abrazo, comentamos del tema que mas nos importaba en esos momentos.

. Mi amor, ya mañana es nuestro aniversario, ¿Cómo te sientes para

darle su regalo a Toñito?

Muy nerviosa Lupita, como si fuera la primera vez que voy a coger en mi vida.

Yo también me siento ansiosa de que llegue por fin ese día.

Ya están avisados todos sus amigos para acompañarnos en el restaurante, les dije que solo era una fiesta para celebrar el fin del curso escolar.

Lo bueno que fijaste hora para que termine el festejo y sea solo durante la tarde.

Si tía así la noche será solo para los tres.

Tal y como lo planeamos mi tía y yo, la fiesta sorpresa agradó mucho a Toñito y recibió mucho regalos de sus amigos, pero el regalo principal sin saberlo nosotras, él ya lo tenia también planeado. Lo que nos sorprendió y nos hizo que todos nuestros planes cambiaran, pero para bien.

Resulta que Lupe y yo teníamos pensado invitarlo a bañarse con nosotras y mientras lo bañábamos entre las dos irlo excitando para que al ir a la cama, dejarlo que me cogiera hasta que eyaculara dentro de mí. Pero no contábamos que el tenia su propia fantasía.

Al llegar a la casa nos pidió que lo acompañáramos a la sala para escuchar un disco que le había obsequiado una amiguita suya, aceptamos un poco contrariadas por que ya conocíamos el tipo de música que le gusta a mi hijo, además de que ya ardíamos en ganas por disfrutar de nuestra noche de amor. Pero accedimos pues no podíamos negarle nada a mi hijo. Él puso su disco y para nuestra sorpresa empezamos a escuchar una deliciosa música calmada que invitaba a disfrutarla, me ofrecí a preparar unas bebidas para los tres y serví para nosotras con poco licor y para él solo la mezcla de diversos jugos pero sin gota de alcohol. En cuanto regresé con las bebidas encontré a los dos bailando estrechamente abrazados, al compás de la suave música que envolvía en forma romántica la tibia habitación, al terminar la melodía me tocó el turno de bailar con él y al abrazarnos pude sentir que su verga estaba erecta, tal vez por haber bailado primero con mi tía. El me repegó mas contra su cuerpo y yo gustosa me dejé llevar, sintiendo que su pene endurecía cada vez mas, en una de las vueltas intercambié miradas con mi tía que al igual que yo estaba desconcertada sin saber realmente que era lo que se proponía Toñito. Terminó la música y fuimos a sentarnos para beber un sorbo de nuestras bebidas el me guió al mismo sillón donde estaba mi tía y me sentó junto a ella, sentándose él en la mesa de centro frente a nosotras. Estábamos a la expectativa de lo que iba a ocurrir pues eso no estaba previsto. Toñito nos miraba con nerviosismo sin atreverse a hablar. Hasta que yo amablemente lo animé a hacerlo.

. ¿Qué pasa mi amor, quieres decirnos algo a tu tía y a mi?

Quiero saber que decidieron.

Que si mi amor, aceptamos ser tus mujeres hasta que tu quieras

Gracias, las quiero mucho, son lo mas valioso para mi, y siempre lo serán.

También tu mamá y yo te adoramos y para mi será maravilloso tenerte como mi hombre, haré todo lo que me pidas mi amor.

Pues precisamente hay algo. Quiero pedirles algo como regalo…

Volvió a guardar silencio sin atreverse a pedirnos lo que quería como regalo, mi tía tomó la palabra esta vez, para ayudarlo a vencer su indecisión.

Vamos corazoncito dinos lo que quieras. Que sea lo que sea te lo vamos a

cumplir tu mamá y yo.

Si mi vida te prometemos que cumpliremos tu deseo, es tu festejo y además nunca te hemos negado nada mucho menos hoy.

Bueno, lo que pasa es que mis amigos y yo vimos una película para adultos en la que salen cogiendo muchos hombres y mujeres, y ví que hacen muchas cosas, y muchas poses y …

¿Qué es lo que quieres pedirnos Toñito?

Que si podemos hacer nosotros tres, lo mismo que ví en la película.

En verdad que no nos esperábamos algo así, tanto mi tía como yo nos quedamos mudas por la petición de mi hijo. Hasta que Lupe, casi balbuceando murmuró que haríamos todo lo que él nos pidiera.

¿Qué quieres que hagamos mi amor’?

Primero quiero que nos besemos en la boca, nunca me han dado ninguna de las dos un beso real de hombre a mujer y quiero aprender a hacerlo.

Bueno tú debes ser la primera en todo para tu hijo, ese es tu privilegio. Además yo ya tuve la suerte de beberme el primer semen que salió de su pene. Así que adelante enseña a tu hijo como debe besar a una mujer.

Con un nerviosismo que no tenia por que sentir me acerqué a mi hijo y le pedí que se pusiera de pie, me descalce para quedar a mi altura real y fui poniéndome frente a él sin dejar de mirarlo a los ojos con la mirada mas amorosa que le pude dedicar y sonriéndole coquetamente, para que no tuviera mas nervios, lo abracé por los hombros y le pedí que me tomara por la cintura.

Ahora vas a tratar de hacer lo mismo que yo haga.

Si mamita, lo haré.

Y acerqué lentamente mi boca a la suya, sintiendo dentro de mi abdomen miles de mariposas volando. En verdad sentí una emoción como si se tratara de mi primer beso de amor, y en cierto modo así lo era. Para los dos iba a ser el primer beso real de amor que nos dábamos. Fui frenando su ansiedad e ímpetu para que el primer contacto de nuestros labios fuera lo más tierno para él y para que sintiera crecer la pasión y el deseo en los momentos en que besara a alguna noviecita o a alguna amante. Rocé levemente sus labios con los míos pidiéndole calma y paciencia, explicándole lo mágico que se podía encerrar en un beso tiernamente dado, y las ventajas que eso le propiciaría con el sexo femenino. Seguí paseando mis labios cerca de los suyos rozándolos apenas y poco a poco ir aumentando el contacto hasta que nuestras bocas quedaron unidas para irse abriendo conforme las lenguas se hacen paso entre los labios hasta que las bocas se abren en su totalidad y comienzan a succionar labios y lenguas, además de mordisquear y chupar la boca de la pareja. Fue tan bien manejado mi primer beso a mi hijo que sentí como su verga se fue levantando rápidamente en respuesta a la erótica caricia que le acababa de brindar. Después de besarme a mí volteó buscando a mi tía y extendiéndole los brazos la llamó hacia él, ella acudió pronta al llamado y en un segundo ya estaba enseñándole a mi hijo su deliciosa forma de besar que en lo personal me enloquecía y me dejaba con ganas de no separarme de sus sabrosos labios. Volvió a besarme de nuevo pasando sus manos por mi espalda desabotonando mi fino vestido desnudando mi espalda y desabrochándome el brasiere, jaló los tirantes hacia abajo desnudándome de la cintura para arriba acariciándome como nunca antes lo había hecho.

Al contacto de sus manos sobre mi desnuda espalda, sentí que toda mi piel se erizó, poniéndome los pezones erectos y duros, pasó sus manos sobre toda la espalda hasta los hombros. Bajándolas de nuevo por mis costados, entonces decidí también enseñarle como se debe tocar a una mujer para conseguir de ella la entrega total. Mientras yo pasaba mis brazos por arriba de sus hombros inicie la agradable labor de enseñarle los puntos claves en el cuerpo de las mujeres.

Mi amor, sube tus manos por mis costados casi rozando mi piel hasta que llegues a mis axilas.

¿Así mami?

Así mi amor, ahora pasa suavemente tus dedos por toda esa piel de mis axilas, pues es muy agradable esa caricia.

¿Así te gusta mamita, lo hago bien?

Lo haces perfecto mi amor, pero ahora tú dime que es lo que viste en la película.

Pues ví que les besaban y chupaban la vagina a las mujeres, y que a ellas les gustaba mucho.

¿Y tú quieres hacérmelo a mí?

Si mamá, a ti y a mi tía.

Bueno acepto que me lo hagas

¿Si mami, me vas a dejar besarte tu vagina?

Claro que si mi amor y a tu tía también, estoy segura que le va a gustar que se lo hagas. ¿Verdad que si Lupita?

Seguro que si mi amor, pero propongo que primero nos limpiemos bien para que tu primer sexo oral sea en vaginas limpias y perfumadas.

Yo estoy de acuerdo con Lupita, vamos a darnos un baño y así mientras te bañamos entre las dos, te vamos enseñando muchas cosas más.

Cuando llegamos a la recámara Toñito comenzó a desvestirse apresuradamente como era nuestra costumbre, jugar con él para ver quien entraba primero al agua, pero lo detuve en seco.

Espera jovencito esta es una clase para aprender a amar, primero debes atender a las damas, empieza con desvestirnos lentamente y con coquetería. Y puedes irnos besando, acariciando y chupando donde tu quieras.

A mi hijo se le iluminaron sus verdes ojos y con una amplia sonrisa nos mostró su perfecta dentadura. Inmediatamente se dirigió a nosotras que estábamos tomadas de la mano expectantes y curiosas por ver cuanta imaginación poseía Toñito en forma natural.

Avanzó seguro hasta ponerse la frente de nosotras, y nos acarició los senos a las dos al mismo tiempo, los míos desnudos ya desde que estábamos en la sala y los de mi tía aun cubiertos por la delgada y fina tela de su vestido que mostraba un generoso escote por delante pero por detrás el escote llegaba hasta el inicio de la separación de sus hermosas nalgas, por lo que no llevaba brasiere. Así que Toñito emparejó la situación soltando lenta y nerviosamente los tirantes de los hombros de mi tía, la tela del frente cayó hasta desnudarla desde la cintura, ahora las dos teníamos nuestros vestidos en la misma situación, mi hijo acarició nuestros senos que le habían servido toda su vida de fuente de alimento, y desde ahora los usaría además como fuente de placer. Nos hizo que nos juntáramos mas mi tía y yo, sobre nuestros costados hasta que logró que mi seno derecho se juntara con la chiche izquierda de mi tía, hasta que los pezones se tocaron, entonces Toñito metió su cara entre nuestros cuerpos y buscó con su boca nuestros unidos pezones tomándolos firmemente entre sus labios, empezando a mamar golosamente de ellos la dulce leche que se había acumulado en esas hermosas y jugosas chiches.

Nunca nadie nos había mamado de esa forma, lo que provocó que nuestras vaginas se humedecieran aun mas, mojando copiosamente nuestras tangas, yo sentí que mis fluidos alcanzaban a escurrir a través de la delgada tela de mi tanga corriendo hacia debajo de mis apretadas piernas, mientras mi tía y yo nos abrazábamos por la cintura para mantener el equilibrio. Toñito mamó y mamó nuestras leches hasta casi secarnos las chiches, después nos llevó hasta la orilla de la cama sentándose en ella, y haciéndonos cambiar de lugar para colocarnos en la misma forma con nuestros pezones que no habían sido mamados, unidos lado a lado, y Toñito ya mas cómodo repitió la misma operación hasta encontrar los lechosos botones que tanto le gustan, yo sentía ya una excitación muy fuerte y estaba contemplando la posibilidad de omitir el baño para continuar disfrutando con la enseñanza de Toñito en las artes eróticas, algo se me vino a la mente que me hizo sonreír de hilaridad. ¡Realmente! ¿Quién estaba enseñando a quién? Miré a mi tía y esta tenia los ojos cerrados con un gesto de placer y lujuria que me encantaba ver en su rostro, pues hacia que sus facciones adquirieran una imagen verdaderamente hermosa. Se veía claramente que estaba disfrutando de la caricia igual que yo. Sentía como salían por mi pezón los chorros de tibia leche y también sentía como esta era succionada desde el interior de mi chiche procurándome una sensación indescriptible pero muy hermosa y sobre todo cargada de un intenso placer. Por mis piernas ya escurrirían libremente mis generosos fluidos, pues su abundancia había rebasado la capacidad de mi vagina, me preguntaba si la vagina de mi tía estaría en las mismas condiciones, pero al ver de nuevo su cara y al sentir como su mano apretaba mi cintura me convencí de que estaba gozando tanto como yo.

Le supliqué a mi hijo que me acariciara la vagina, y al oírme mi tía le pidió lo mismo, así que mi obediente hijo metió sus manos por debajo de nuestras faldas hasta que encontró nuestras mojadas y calientes vaginas, las que por instinto masculino empezó a sobar tratando de hacer a un lado las empapadas tangas que las cubrían, hasta que las liberó de la goteante tela, yo temía que la humedad y viscosidad de nuestras sexos le causara un efecto desagradable a mi hijo. Pero, al fin hombre, esos líquidos solo sirvieron para excitarlo aun mas, iniciando una caricia en todo lo largo de nuestras vaginas de arriba abajo rematando con lentas introducciones de sus dedos dentro de las ardientes vaginas, los que resbalaban hasta el interior fácilmente ayudados por la copiosa segregación del dulce y delicioso néctar vaginal. Nosotras nos sujetábamos una a la otra firmemente por nuestras breves y desnudas cinturas, que ya mostraban las marcas de nuestros dedos al apretar las firmes carnes, como respuesta a las caricias excitantes que nos brindaba Toñito.

Sentí que mi leche ya se había acabado y seguramente la de mi tía también pues ella producía una cantidad un poco menor a la que se acumulaba a diario en mis chiches, y sin embargo mi hijo seguía mamando nuestros pezones como si todavía saliera algo de ellos, eso me hizo calentarme todavía mas al sentir que mi panochita era penetrada por otro dedo mas, entonces inconscientemente fui guiándolo a voces para que estimulara mi escondido punto G, mi tía copió una vez mas mi iniciativa y suplicó por el mismo trato para ella. Toñito dócilmente seguía nuestras indicaciones mientras mamaba y mamaba sus amadas chiches que le pertenecían por derecho. Con sus largos y gruesos dedos llegó también al punto de Lupita y así como me lo estaba haciendo a mí se lo hizo también a ella. Mi tía todavía fue mas lejos y metiendo su mano por debajo de su falda guió el dedo pulgar de mi hijo hasta su pequeño clítoris enseñándole como estimularlo, sin pedírselo nadie me hizo lo mismo a mi, mientras tocaba mi enorme clítoris que se encontraba totalmente erecto. Así Toñito conocía ya la diferencia entre las dos vulvas que lo recibían cálidamente. Con nuestras manos libres acariciábamos la cabeza, orejas y cuello de nuestro joven amante. Mientras él seguía metiendo y sacando sus dedos de las vaginas y mamando los envidiados y deseados pezones de nuestros perfectos senos, que mantenían su belleza, tal vez, porque eran ayudados por la cuantiosa leche que se producía en ellos. Sin saber cuando, habíamos ya separado las piernas para permitir la fácil penetración de los dedos de mi hijo quien tenia totalmente metidos en mi vagina sus cuatro dedos mientras con el pulgar friccionaba firmemente el clítoris, seguramente igual tratamiento estaba recibiendo mi tía, en un momento de conciencia oí los gritos que salían de nuestras gargantas y que respondían a la intensa masturbación que estábamos recibiendo por el mismo hombre, esos gritos llenaban la habitación y seguramente podían escucharse en todos los rincones de la casa. Nuestras caderas ya se movían frenéticas con un violento ritmo que nos sacudía las chiches libres haciéndolas bambolearse pesadamente en todos sentidos provocando que sus suaves y tersas carnes vibraran y temblaran con cada sacudida de las caderas, las que respondían a las acariciantes manos, sus dedos fueron apretando fuertemente las vulvas provocando una irresistible presión en los puntos G y en los clítoris, que fue como la llave que abrió la puerta a nuestros orgasmos y a los chorros de las eyaculaciones incontenibles que brotaron de las ardientes entrañas. De nuestras gargantas salieron verdaderos rugidos de placer que anunciaron la culminación del clímax sexual que acabábamos de experimentar.

Quedamos inmóviles, como paralizadas, con nuestros cuerpos rígidos y agotados, sudábamos copiosamente. Nuestras frentes estaban coronadas por gruesas gotas de sudor que al resbalar a nuestras caras formaban húmedas veredas en su descendente trayecto, nuestros pechos y espaldas brillaban por la sudoración y nuestras axilas estaban humedecidas por el calor que abrazaba a nuestros cuerpos, respirábamos agitada y pesadamente casi resoplando tratando de recuperar el ritmo de nuestras respiraciones y el de nuestros corazones, que latían aceleradamente regando de caliente sangre todos los rincones de nuestros cuerpos.

Toñito liberó primero nuestros alargados pezones haciendo que las pesada chiches se mecieran hasta detenerse en sus lugares, poco a poco la presión de sus manos fue disminuyendo mientras sacaba los dedos chorreantes de los jugos que habían exprimido, sus manos resbalaron por los mojados muslos, acariciándolos en señal de momentánea despedida.

. ¿Eso lo viste en la película mi amor?

No tía, esa era mi fantasía de hace mucho tiempo.

¿Pero entonces donde aprendiste a masturbar a una mujer así?

No lo se mamá, es la primera vez que lo hago, mi fantasía era mamarles las chiches al mismo tiempo a las dos. ¿Les gustó? ¿Me van a dejar seguirlo haciendo?

 

Claro que si mi vida, mientras tú también nos hagas lo mismo que acabas de hacernos. Pero por ahora aun no has terminado de desnudarnos para podernos bañar, así que sigue abriendo tus regalos.

Si tía, déjenme quitarles toda la ropa, para seguir con los mejores regalos de mi vida.

De nuevo tomó nuestras cinturas para deslizar por las caderas los húmedos y manchados vestidos, continuando con las medias, los ligueros y las empapadas tangas, las que después de quitárnoslas, fueron estrujadas suavemente entre sus manos, mientras las llevaba a su nariz oliéndolas profundamente, y para nuestra sorpresa empezó a chuparlas saboreando los líquidos impregnados en ellas.

Sin preguntarle nada mas lo ayudamos entre las dos a quitarse las ropas mientras nos besábamos los tres en las zonas que estaban al alcance de nuestras bocas, una vez desnudos los tres nos dirigimos al baño para meternos en la caliente agua del jacuzzi, y continuar con la noche de amor que recién empezaba.

Pero eso puede ser material para otro breve capitulo, si es que a ustedes les llega a interesar.

C O N T I N U A R Á… ??? Ustedes tienen la palabra con sus comentarios

Les pido envíen sus comentarios, he recibido pocos pero muy estimulantes, los agradezco mucho y mas por haberse tomado la molestia de enviarlos, he tratado de tomar en consideración sus amables sugerencias esperando lograr que este relato sea de su agrado. Si desean una comunicación mas privada pueden enviarme correos a mi dirección.

 

Nick: Quiqueman enrykarmand@yahoo.com.mx