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Manipulada por mi hijo adolescente (3)

en Amor filial

MANIPULADA POR MI HIJO ADOLESCENTE. 3

Al limpiar el cuarto de Lalito las lágrimas corrían por mis ojos, al sacudir su pequeño escritorio donde estaba su computadora, vi que la había dejado encendida como siempre. Activé la imagen del monitor para apagar el aparato, y mientras esperaba, apareció en la pantalla la página de los correos, sin pensar, leí sorprendida el final de la conversación del chat que estaba haciendo Lalito, la atrasé hasta el inicio y esta decía así.

Goliat "hola amigo"

Urdus "hola, ya lo hice"

Goliat "¿entonces ya te la mamó tu mamá?

Urdus "ya y estuvo muy cachondo"

Goliat "no te creo, ¿tomaste película?

Urdus "claro que si, ¿quieres un adelanto?

Goliat "si, envíalo"

Urdus "¿te llegó?

Goliat "si, esta bueno, rica mamada te dio mami, luego me la pasas para que me de unas a mi"

Urdus "si tienes el dinero hasta te la coges"

Goliat "muy bien amiguito, mándame toda las tomas, ¿Cuántas cámaras usaste?

Urdus "3, son 10 por cada una"

Goliat "hecho, ya están en tu cuenta, ¿tienes copias?"

Urdus "si ya tengo protegido todo, aunque se borren aquí, no importa"

Goliat "bye amigo"

Urdus "bye"

Sentía que mi pecho iba a estallar por los latidos de mi corazón, no podía creer lo que estaba leyendo, se me hacia imposible que mi hijo hiciera algo semejante, pero todavía faltaba mas. Busqué el archivo con el video para comprobar lo que acababa de leer, con la esperanza de que no existiera y se tratara de otra cosa, pero lo encontré, no tenía sonido y tal pareciera que yo trataba de convencer a Lalo de dejarme mamarlo, el se tapaba y yo le pedía que se desvistiera me vi con la verga de mi hijo en la boca y ya no pude seguir viendo mas.

Busqué en sus chateos anteriores con la intención de saber como había empezado todo esto, al fin lo encontré tenía dos meses de haber iniciado el contacto con Goliat.

Me dispuse a leer todos los chateos de mi hijo con Goliat, desde el primero.

Urdus "hola"

Goliat "hola"

Urdus "necesito ayuda"

Goliat "¿de que tipo? "

Urdus "Quiero con una maestra"

Goliat "¿Qué edad tienes?"

Urdus "16 ¿y tu?"

Goliat "muchos"

Urdus "¿Cuántos?"

Goliat "¿cuantos tiene tu mamá?"

Urdus "31"

Goliat "pues yo tengo mas pero eso no importa, ¿que quieres que haga?"

Urdus "dime como le hago para cogérmela"

Goliat "La edad de ella"

Urdus "25"

Goliat "mejor cógete a tu mamá, va a ser mas fácil, ¿o está fea?

Urdus "al contrario es bonita y está muy buena, pero no va a querer"

Goliat "si va a querer, yo te digo como, pero con una condición"

Urdus "¿cual?"

Goliat "vas a tomar película y me la envías"

Urdus "te la vendo"

Goliat "si es buena calidad y tu madre está como dices acepto, pero vas a tomar con varias cámaras al mismo tiempo"

Urdus "solo tengo una"

Goliat "consigue dos mas, por lo menos, solo así se venden bien "

Urdus "voy a ver, te aviso, ¿Cuánto me pagarías?"

Goliat "si son muy buenas y tu madre esta igual pueden ser hasta 10,000 por cada una de las tomas"

Urdus "dime como le hago"

Goliat "cuando tengas todas las cámaras te digo, voy a hacerte un plan."

Urdus "dame dinero tu para comprar las otras cámaras"

Goliat "mándame algo que lo valga"

Urdus "Tengo unos videos de mi mamá cogiendo con su esposo"

Goliat "mándame una fracción para ver la calidad y te contesto"

Urdus " OK te busco bye"

Goliat "bye"

Seguí buscando mas correspondencia con Goliat, hasta que encontré el mencionado plan, lo leí casi devorándolo. Estuve a punto de desmayarme al leer los últimos consejos de Goliat, pero lo que más se grabó en mi mente fue.

Goliat "te tomas una pastilla de viagra antes de salir de la escuela, y vas a llegar a tu casa con tu verga bien parada, le vas a decir a tu madre que te duele mucho. Lo demás es cosa tuya para que la convenzas a que te la mame.

Urdus "Ok a ver si me sale bien bye"

Goliat "suerte bye"

El impacto en mi mente fue terrible quedé atontada, y solo me senté a esperar la llegada de mi hijo.

Lalo llegó a la hora acostumbrada, entró a su recámara, pero no se sorprendió de verme ahí, vio encendida la computadora y vio lo que yo había visto. Me miró con frialdad, esperando que yo dijera algo.

¿Por qué Lalo?... dije viéndolo suplicante.

Me pareció buena idea... dijo cínicamente, asustándome con su seguridad... de cogerme a la maestra a coger contigo, te prefiero a ti mamita.

No está bien lo que hiciste... le dije con furia regañándolo... me vas a dar todas las copias ahora mismo.

Fíjate que no mamita... me dijo desafiante... al contrario vamos a grabar mas películas tu y yo. Me pagaron muy bien la primera aunque no fue conmigo con quien cogías, era con Mario.

¿Estás loco? Estás enfermo del cerebro. ¿Qué te pasa, acaso no estás pensando en lo que nos puede dañar esto?... dije gritándole... dame esas copias pero ya, estoy hablando en serio, o te vas a arrepentir.

No mamita te equivocas... me dijo sonriéndome con burla... la que se va a arrepentir, si no haces lo que te digo, vas a ser tu.

No estoy jugando Gonzalo... dije chillando de coraje, dándole una cachetada muy fuerte... dámelas o te juro que te vas a arrepentir.

Mira ya te dije que la que se va a arrepentir vas a ser tu... dijo mientras se sobaba la mejilla y tomándome desprevenida me torció un brazo por detrás de la espalda haciéndome doblar del dolor y con la otra mano me apretaba con crueldad un seno... Ya viste el video me imagino, y como no tiene sonido parece que tu me estas seduciendo a mi. ¿Quieres que Mario lo vea? Le podemos mandar una copia de las tres tomas, además a mis tías les va a interesar mucho ver tu actuación, y por si te parece poco convincente, también a la policía le puede interesar mucho lo que haces con tu hijito a solas.

Suéltame Gonzalo, te lo ordeno, soy tu madre... dije furiosa, pero en el fondo sentía mucho miedo y además él tenía mucha razón, nadie iba a creerme a mi, debería esperar para saber que es lo que tramaba mi hijo... Bueno está bien, vamos a hablar, pero suéltame que me estás lastimando.

Claro mamita, no te quiero lastimar... dijo burlándose... pero me vas a prometer que no me vas a querer pegar.

Si, te lo prometo... dije muy molesta, pero adolorida del brazo que me torcía... vamos a hablar.

Siéntate mamita... dijo Lalito... y escúchame bien vas a hacer lo que yo diga o cuando la gente te vea haciéndome lo que me hiciste, te van a meter a la cárcel. Y lo vas a perder todo, así la casa se me quedaría para mí y con seguirla rentando como lo haces puedo vivir bien, aparte de lo que saque con los videos, ya vez que dejan buen billete.

¿Pero que te pasa Lalito, hijo?... dije tratando de calmar mi enojo buscando una solución pacífica con mi hijo... ¿Por qué me haces esto, que hice para que estés tan enojado conmigo y te desquites así?

No mamá... dijo sonriendo con un gesto que me dio miedo... no estoy enojado contigo, ni me quiero desquitar de nada contigo, solo es un negocio y como te he visto coger con Mario y después con Juan José, pues yo también quería probar.

¿Pero por qué conmigo, hijo?... le pregunté angustiada quebrándose mi frágil fortaleza y rompiendo a llorar avergonzada, dolida y enojada... Además no estás en edad para algo así.

Mira mamá así se dieron las cosas y me gusta lo que esta pasando... dijo con cinismo... las cosas son así y desde hoy así van a ser, si no quieres que se sepa lo que me hiciste.

Pero yo quería ayudarte... dije angustiada... te estaba doliendo y solo quería que ya no sufrieras.

Y te lo agradezco mamita... dijo sonriendo con su nueva mueca... me ayudaste mucho, nunca me habían mamado. Pero también a ti te gustó, no me digas que no, porque me di cuenta de que estabas bien caliente también tu.

Ay, por favor hijo, no me hables así, olvida lo que te hice mi amor... le supliqué... no sé que me pasó, pero no te lo voy a volver a hacer jamás, te lo prometo. Pero dame las copias o destrúyelas tu mismo por favor mi amor, te lo suplico hazme caso ¿Si?

No mamita eso no es posible y te digo que mejor te vayas preparando... dijo en tono agresivo... Ahora yo voy a ser el que manda, y mejor ahórrate el tiempo de buscar las copias, no están aquí, no soy tan idiota de tenerlas donde las puedas hallar, las tengo en otro lado lejos de la casa. Nunca las vas a encontrar. Y para que empecemos hoy, cuando Mario se vaya a trabajar tú me vas a enseñar lo que sabes, ya te he visto coger y quiero que lo hagas conmigo ya.

Eso jamás Gonzalo... dije enfurecida... no voy a hacer semejante cosa, nunca lo voy a hacer.

Mira piénsalo durante la comida... me dijo con frialdad... porque mañana mismo le envío el video a Mario a su trabajo para que te vea mamándome la verga, y puedo ponerle unos comerciales cuando estabas cogiendo con Juan José, tu dices.

No puedes tener nada de mi con Juan, no te creo... dije molesta... y no te creo capaz de algo así, tu no eres así hijo, tu eres bueno.

Mira mamá esto es lo que soy... me contestó altanero... y me gusta ser así, y ahora estas en mi poder, tu dirás lo que hago, estás conmigo y nadie mas se va a enterar o empiezo a enviar copias a todos lados. Y se te acaba tu mundo. Ni modo mamita así es la vida que te tocó vivir conmigo.

Por favor Lalito no seas así, recapacita... volvía implorarle desesperada... siempre has sido buen niño, no sé que ha pasado contigo ni cual ha sido mi falla, pero si alguien te está aconsejando esto, no le hagas caso, todo va a salir mal tarde o temprano.

Mira ya te dije... me dijo con desgano... no te prometo nada para mas adelante, a lo mejor me decido a ya no hacer nada contigo o a lo mejor no, pero por lo pronto, cuando se vaya Mario tu vas a venirte a mi cuarto y me vas a enseñar a coger.

¿No entiendes que no lo voy a hacer contigo, idiota?... dije chillando de rabia... soy tu madre cabrón. Si seré muy puta y cogí con Juan y otros que ni te imaginas, pero entiéndelo de una vez por todas, ¡¡No voy a coger contigo nunca!!

Eso está por verse mamita... me dijo retándome con la mirada fría y dura que me hizo estremecer y además se bajó el cierre de la bragueta hurgando dentro hasta sacarse el pene medio parado... O mira, mejor empezamos ahorita con un adelanto, ven mira ya se me está parando ayúdame como ayer pero ahora a que se me pare.

Eres un pendejo... le dije enfurecida, nunca jamás lo había insultado ni golpeado, pero ahora tenía muchas ganas de hacerlo, pero ya me había demostrado su fuerza, superior a la mía y que sí era capaz de lastimarme para someterme. Me dio miedo y salí furiosa de su cuarto.

Durante la comida el cínico de mi hijo actuó normal como si nada pasara, charló divertido con Mario tal y como lo hace todos los días, yo me mostraba seria, contra mi voluntad, pues no quería que Mario sospechara nada, y se fuera a dar cuenta de mi enojo y empezara a preguntar, por esa razón me sobrepuse y traté de hablarle a Lalo de una manera normal aunque por dentro me sentía arder de coraje e indignación.

Cuando Lalo terminó de comer, se levantó de la mesa como siempre, recogiendo sus platos, se acercó para besarme en la mejilla y me dijo que me esperaba en su cuarto. Yo no le respondí nada, solo me limité a sonreírle a mi marido esperando que diera la hora en que regresara a su trabajo, rogando por que no tuviera que ir esa tarde, pero en cambio me dijo que llegaría tarde, pues debía ir con su jefe a verse con unos clientes e irían a tomar algunas copas, le pedí que no tomara, pues quería que llegara temprano. Él me explicó que no iba a ser posible pues a su jefe le interesaba mucho quedar bien con esas personas y lo mas seguro es que se tardaran en volver, pero me prometió no beber mucho para llegar bien.

Así que iba a estar a merced de mi hijo toda la tarde y gran parte de la noche sin prisas para él, pero había decidido no ceder ante su chantaje, no podía hacerlo, es mi hijo quien quiere coger conmigo obligándome, pero a mi me correspondía actuar con el sentido común y convencerlo de dejar esa idea por la paz, no iba a ir a su cuarto de ninguna manera, no podía aceptar coger con mi propio hijo bajo ninguna circunstancia, además no lo creía capaz de dar a conocer los videos a nadie. Así que lo dejaría esperando solo.

Mario se fue, y yo me metí a mi recámara y encendí el televisor como todas las tardes, a los pocos minutos apareció Lalo por la puerta.

Te estoy esperando... me dijo con voz autoritaria... ya vente.

Pues sigue esperando porque no voy a ir, ya te lo dije... le contesté cortante y fría... así que haz lo que quieras, si tienes tantas ganas, jálatela tu solo ya sabes como.

Mira no voy a discutir nada... dijo con calma... veo que no me crees, pero te aseguro que voy a hacerlo, así que vete despidiendo de tu vida, pues te vas a fregar.

Al poco rato que se fue, oí mi voz excitada, al instante recordé ese momento, fue cuando estaba con Juan José, me levanté rápido y fui al cuarto de Lalo. Ahí estaba de espaldas a la puerta viendo en la pantalla el video que había grabado de mi encuentro con Juan José. Movió su cabeza para que viera yo la imagen, me vi a mi misma montada sobre Juan cogiendo mientras el me sobaba los senos y yo en ese momento me venia gritando, no me había dado cuenta del ruido que hago al coger, hasta ese momento, vi como Juan empujaba fuerte y me tomaba por la cintura mientras se venia, no quise ver mas, supe en ese momento que desgraciadamente mi hijo es malo, y muy capaz de divulgar esos videos sin importarle el daño que me pudiera ocasionar. Le pedí que lo detuviera.

El supo que me había vencido, se iba a salir con la suya muy a mi pesar, pero yo sentía que debía insistir para que cambiara de manera de pensar, desde la puerta le volví a pedir que no lo hiciera, que pensara que soy su madre y que eso nos iba a traer mas problemas de los que nos imaginábamos. Pero todo fue en vano no cambió su decisión, yo estaba desconcertada por esa actitud de él tan desconocida para mi. Pero recordé con amargura que su padre era así, eso también lo había heredado de él. En ese momento me arrepentí más que cualquier otra vez, el haberme fijado en semejante monstruo. Sin voltear de su asiento me habló.

¿Si lo vamos a hacer?... me preguntó sin verme, seguro de que seguía parada en la entrada de su recámara.

¿En verdad eres capaz de algo así?... le pregunté horrorizada... ¿Por qué tienes esa maldad Lalito?

Ay mamá, no exageres, ¿Cuál maldad? Esa no es maldad, maldad es matar, robar, engañar al marido... dijo molesto... Esa es maldad. Yo solo quiero hacer algo y voy a dar algo a cambio de hacerlo.

¿Pero que me estás dando tu?... dije gritando impotente y furiosa.

¿Cómo qué?... preguntó fingiendo sorpresa, pero sin voltear a verme... te voy a dar mi silencio.

Infeliz... exclamé casi con odio, pero con mucho miedo, temblándome la voz... ¿Y que quieres hacer pendejo?

Primero ahí donde estás quítate la blusa... dijo simplemente, sin dejar de escribir en el tablero... pero hazlo despacio, si no, lo vas a volver a hacer.

¿Y no me vas a ver?... dije sabiendo que debía estar grabando todo, pero por mas que busqué con la mirada no pude encontrar las cámaras.

Te estoy viendo mamita... dijo burlón... veo tu reflejo en la pantalla, así que quítate despacito la blusa.

Él me fue guiando, después de sacarme la blusa por arriba de la cabeza quedé en puro sostén, me dijo que me lo desabrochara lento y así lo hice solo que el broche se encontraba al frente por comodidad para la lactancia, al desabrochar las copas se separaron y mis senos saltaron libres los cubrí con mis manos y al verme por el reflejo me ordenó que me los acariciara y caminara despacito hacia él, llegué hasta donde estaba sentado y me paré exactamente detrás de él tal y como me lo ordenó, estando ahí me dijo que ordeñara mis pezones y lanzara los chorritos de leche en su cabeza y cuello. Mordiéndome los labios de vergüenza y furia obedecí y lancé mi leche hacia él.

Al sentir los primeros chorritos hizo el ademán de cubrirse, pero de inmediato se dio la vuelta en la sillita giratoria, quedando de frente a mi, con su cara a la altura de mis senos, el reía como si estuviéramos jugando, me dijo que le siguiera echando mi leche en la cara, mientras él abría la boca queriendo cachar con ella la leche, después hizo que me acercara a él mas metiendo mis piernas entre las suyas, y que lo tomara con una mano por la nuca, hasta ir acercando a su boca mi pezón goteante sujetando mi seno con la mano para guiarlo a su boca abierta mientras le iba lanzando chorritos de leche adentro.

Me tomó por las nalgas y me jaló con brusquedad hacia él mientras mi pezón se introducía entre sus labios, sabia lo que me iba a pasar en seguida, y tenía mas miedo, yo conozco bien mi cuerpo y sus reacciones y mis pezones son muy sensibles y excitables, puedo venirme con solo acariciarme los pezones, incluso al dar de mamar a mi niña y aun con Lalito me sucedía que me mojaba, acababa con las pantaletas totalmente mojadas por la excitación, llegando inclusive a venirme varias veces al amamantarlos. Así que bien sabia que me iba a excitar y mucho. Eso me atemorizaba mas y solo traté de que mi coraje y vergüenza pudieran mas que mi líbido, sentí las primeras mamadas fuertes en mi pezón y como mi leche salía a chorros hacia esa garganta que había alimentado de esa misma forma hacia ya 16 años, la sensación era intensa para mi, de inmediato sentí que mi vagina fluía en ríos, la piel se me erizaba y mi respiración se aceleraba, junto con los latidos de mi corazón, empecé a sudar sentí mis axilas húmedas al igual que mi nuca, mi hijo me estaba mamando con rudeza, muy fuerte, pero para mi, deliciosamente, aun en contra mi voluntad y a pesar de la humillación y la furia que sentía. Mi respiración se hizo mas agitada y mi instinto sexual me empezaba a dominar. Pero algo raro se contraponía dentro de mí, mi enojo no cedía, yo tenía miedo de que al aparecer mi cachondés mi coraje desapareciera, pero afortunadamente no fue así para mi y mi estabilidad, haciéndome saber que accedía por chantaje y maldad de mi hijo.

Lo miraba furiosa mamarme con deleite mis senos, llenándose la boca con mi leche, sus manos exploraban mis nalgas por encima de mi pantalón, me dijo que me lo bajara despacito, y así lo hice mirándolo con todo el odio que sentía en ese momento contra él, pero el me devolvió la mirada sonriendo cínicamente, lanzándome un beso. Me ordenó que me tocara de nuevo los senos y se los ofreciera, acercándome de nuevo a él.

Sentí de nuevo las torturantes y excitantes mamadas en mis pezones y mi piel se volvió a erizar, mientras tanto él bajaba mi pantaleta para dejarme totalmente desnuda frente a él, mi humillación era tanta que empecé a llorar en silencio en una mezcla de odio, vergüenza y dolor. Las lágrimas salieron de mis ojos, quemándome el rostro, mientras mi cuerpo reaccionaba por instinto inevitable excitándome cada vez mas, mi vagina manaba su contenido que sentía escurrir por el interior de mis muslos, Lalo me juntó los pezones y los mamó juntos haciéndome gemir involuntariamente y mover mi cadera contra su pecho, sin poderlo evitar mi cuerpo estalló ante la inaguantable excitación en mis senos, reventé en un orgasmo que me hizo gritar y apretar sin control su cabeza contra mi pecho descargando toda la energía de mi lujuria.

Agaché mi cabeza avergonzada por esa indeseable reacción de mi cuerpo las lágrimas no paraban, solo deseaba que todo aquello terminara de una vez. Pero todavía me faltaba más humillación. Lalo ahora besaba mi abdomen mordiéndome y chupándome, ya había vaciado mis senos dejándolos secos. Pero aun así seguía mamando al darse cuenta de cómo me excitaba eso. En tanto su mano ya hurgaba por entrar en mi vagina, yo apretaba las piernas para impedírselo pero el tenía la ventaja de su posición y venció mi barrera sus dedos se introdujeron en mi vagina entrando y saliendo pero de manera inexperta. Y yo no iba a decirle como hacerlo bien. Me empujó suave hacia atrás y me dijo que lo desnudara.

Así lo hice, le saqué toda la ropa hasta que quedamos desnudos los dos, me abrazó y me besó en la boca pero yo no correspondí el beso. Pero eso a él no le importó, siguió besándome inexpertamente, jalándome con él mientras iba de espaldas hasta su cama, se sentó en la orilla y mirándome sonriente y burlón me guiñó un ojo, no resistí mas la humillación y lo abofeteé con fuerza, haciéndole girar el rostro, entonces tocándose la cara, y sobándose la mejilla se acostó en el centro, ordenándome que me subiera montada en él, llamándome perra, yo sabia como se iba a ver esa reacción mía en el video y me arrepentí de haberlo hecho pero no pude contener mas mi furia.

Me propuse terminar con esa humillación lo mas pronto posible , sabia que él no tenía experiencia en el sexo y también sé que los jóvenes se vienen muy rápido las primeras veces que cogen, como le sucedió cuando le mamé el pene, si hacia un buen trabajo lo iba a hacer eyacular muy rápido, así que me monté en él sujetando con firmeza su pene e introduciéndomelo lento en mi mojada vagina, empecé a moverme rápidamente acariciándole sus pezoncitos, mientras él me veía morboso como se meneaban mis senos frente a él, me movía en círculos como sabia que les gusta a los hombres, y me incliné sobre él apoyando mis brazos extendidos a los lados de su cuerpo dejando que mis senos colgaran sensuales encima de su cara haciéndolos chocar contra su rostro pero sin permitirle que los mamara, sentí sus manos en mis nalgas apretándomelas y atrayéndome hacia él, entonces me moví de adelante hacia atrás, metiendo y sacando la verga en mi vagina, muy a mi pesar también me sentía excitada y a punto de venirme, aguantó un poco mas de lo que imaginé pero no tanto como él hubiera querido tal vez, lo miré fijamente a los ojos tratando de transmitirle mi odio por lo que me estaba obligando a hacer, vi que su mirada me enfrentaba sin miedo alguno, y además yo veía que él disfrutaba mucho de esa cogida con su madre. Lo sentí ponerse rígido y aceleré mi ritmo provocándole un orgasmo intenso, sentí en mis entrañas como se bañaban con el semen de mi hijo, involuntariamente y por lo excitable que soy yo también me vine con fuerza, pero aborrecí ese orgasmo con todas mis fuerzas.

Me sentí sucia y humillada, mi propio hijo era un monstruo irreconocible que me había amenazado para conseguir de la manera mas vil, mi sometimiento a sus deseos, me desprendí de su pene, bajándome de él, jadeando todavía a consecuencia del orgasmo tenido, me bajé también de la cama pero él me sujetó una mano. Preguntándome por qué me iba, le expliqué que iba al baño a darme una ducha para limpiarme, me ordenó que no lo hiciera pero no me pudo detener, solo le dije sin pensar que volvería en unos minutos. Entré al baño y abrí la llave de la regadera para mediar la temperatura del agua mientras lloraba amargamente, desconsolada preguntándome por que me ocurría eso a mi si no había sido mala madre con él, solo atiné a pensar que era la herencia malvada de su padre, así era él, igual de malvado. Al momento de meterme bajo el agua oí que la puerta del baño se abrió entrando Lalo sonriendo cínico abrazándome por la espalda agarrando mis senos.

Sal de aquí inmediatamente... le dije furiosa... ya te saliste con la tuya, ¿Qué mas buscas?

A ti mamita... me dijo burlándose mientras me pellizcaba suave los pezones, haciéndome sentir la piel erizada... todavía no acabamos, recuerda que tenemos toda la tarde para nosotros.

¿Estás pendejo, o que te pasa?... dije gritando y apartándolo de un empujón fuerte que lo hizo caer al suelo al resbalarse... ya hiciste lo que querías infeliz, ahora me vas a dar esas pinches copias de una vez por todas o soy capaz de hasta matarte.

No mamita, te equivocas... dijo levantándose del suelo sobándose un brazo y parándose retadoramente frente a mi, empujándome ahora él en el pecho haciéndome caer sentada en la taza del baño... la que está pendeja eres tu si crees que esto se acabó, al contrario, acaba de empezar y desde ahora eres mía pero te voy a dar permiso de que sigas cogiendo con tu marido. Pero te advierto que vas a tener que estar conmigo cuando yo diga, o vamos a empezar también con malos tratos, si quieres por las malas así será, pero para ti es mejor que lo hagas por las buenas. Así no vas a sufrir más, o te prometo que al menor motivo que me des te mando a la cárcel. Tenlo por seguro.

Infeliz bastardo... dije desde el fondo de mi corazón levantándome y enfrentándolo... maldigo la hora que me fijé en la bestia de tu padre, así nunca hubieras nacido tu desgraciado.

Sentí el dolor agudo que me invadió desde el abdomen, de momento no supe que me ocurrió, nunca había sentido algo así, el aire salió de mis pulmones, los ojos me lloraron de repente, me sentí mareada, los oídos me zumbaban, la cabeza me latía con fuerza doliéndome y el vómito vino para ahogarme aun mas, caí de rodillas ante él, vomitando a sus pies mientras él saltaba hacia atrás para que no lo manchara. No podía respirar era imposible jalar aire hacia mis pulmones me recosté sin querer cayendo en mi vómito, mientras el mareo y el dolor se hacían mas fuertes, yo abría la boca tratando de aspirar pero mi interior estaba cerrado, Lalo me miraba solamente sin hacer nada, el puñetazo que me dio en el abdomen fue tan fuerte que me sentí morir, poco a poco fui logrando introducir algo de aire, estaba espantada nunca espere eso de mi hijo. Me había golpeado, cuando solamente su padre lo había hecho años antes, sin que nadie mas lo hubiera vuelto a hacer. Cuando recuperé la respiración un poco más, me tomó por el pelo y me levantó con fuerza.

¿Ahora ya me entendiste mamita?... me dijo con susurrante violencia... si quieres que así sean las cosas, entonces así serán, tu decides.

Infeliz algo habrá que pueda yo hacerte ya lo veras... dije con un hilo de voz.

Como tú digas mamita... rió burlonamente... pero mientras encuentras algo vas a coger conmigo cuando te diga, así que vamos a limpiarnos tu vomitada y lo volvemos a hacer.

Nos bañamos y ahí mismo me volvió a coger, me puso en cuatro apoyada con las manos en la taza y me cogió, también duró pocos minutos, pero me hizo mamárselo, hasta venirse de nuevo. El colmo del su descaro fue esa misma noche, cuando Mario regresó tomado, como de costumbre se acostó a dormir hasta el otro día ya muy tarde. Después ponerme mi camisón corto de tirantes delgados y de acostarme junto a Mario que dormía pesadamente sin que nada fuera capaz de despertarlo, me fui quedando dormida por el cansancio pensando en las emociones tan desagradables de ese día tan estresante para mí.

Ya dormida sentí que algo raro me pasaba, y me desperté con dificultad, espantándome al reconocer a Lalo que estaba arrodillado al lado de mi cama mamándome un pezón, yo lo empujé pero no lo pude alejar.

¿Qué te pasa idiota?... le dije enojada susurrando... ya déjame en paz, ¿Qué no ves imbécil que Mario esta aquí? Lárgate a tu cuarto a jalarte degenerado.

Cállate mamita y desnúdate... me dijo también susurrando... tu maridito no se va a despertar hasta mañana al medio día. Así que no te preocupes vamos a coger despacito.

No, ya no... dije terminante.

Claro que si... dijo destapándome y subiéndose encima de mí. Ándale desnúdate.

No, aquí no... dije suplicante con voz ahogada... por favor Lalo.

¿Entonces en donde?... me preguntó.

Vamos a tu cuarto... le dije yo.

Así me gusta mamita, ya te está gustando... dijo satisfecho... vente vamos.

Esperó a que me levantara y se hizo a un lado para que yo saliera, mientras iba yo saliendo levanté mis brazos acomodándome el pelo, sacudiéndomelo, sin pensar en que le estaba dando una imagen sensual a mi hijo. Que venia observándome detrás de mí. Entré a su cuarto y me saqué el camisón y la pantaleta, y me acosté en el centro de la cama esperándolo a que se me subiera, al solo imaginarme la escena, mi cuerpo volvió a reaccionar y mi vagina la sentí humedecerse. Lalo se hincó entre mis piernas y empezó a besarme en la boca yo lo dejé hacerlo y sin pensar entreabrí mi boca también, sintiendo como metía su lengua en mi, creo que esa fue la primera vez que le correspondí a sus besos, después me besó el cuello mordiéndomelo suave, hasta ir bajando lento a mis senos estrujándolos, pero ahora sin violencia, sus caricias ahora eran delicadas, me estaba mamando tan dulcemente, que sin proponérmelo ni darme cuenta, comencé a gemir de placer verdadero, mi hijo ahora me estaba haciendo gozar de verdad, en el preámbulo de la penetración, mientras el me mamaba yo llevé por instinto mis manos a su cabeza y empecé a acariciarlo y a guiar su boca de un seno al otro.

Creo que el hecho de haberle propuesto yo ir a su cuarto para coger, en lugar de hacerlo en mi cama al lado de mi marido, como él quería, despertó mi líbido, el haber ido por mi voluntad a su habitación para coger con mi hijo, hizo que me excitara mas fácil. En la oscuridad no veía bien su cara, solo sentía sus caricias pero esta vez eran agradables y hasta sentí que trataba de que yo disfrutara, lo dejé mamar un poco mas hasta que la niña reclamó su alimento, le pedí que me dejara ir a darle de comer a su hermanita, para mi sorpresa hasta me ayudó a levantarme.

Salí de la habitación para ir a la mía sin vestirme, intencionalmente dejé ahí mi ropa para que él estuviera seguro de que iba a regresar. Pasé al baño a limpiarme los senos para amamantar a mi bebita. Como Lalo me había mamado gran cantidad de leche no tuve la suficiente para la niña, así que la llevé conmigo a la cocina para prepararle mas, estaba completamente desnuda pero extrañamente me sentía a gusto y sensual. Mientras entibiaba algo de leche oí que Lalo venia para la cocina también, me pareció raro pero no me sentí enojada, cuando me preguntó lo que hacia le expliqué fría pero tranquila que no había tenido la suficiente leche en mis senos pues él se la había tomado casi toda. Sonreímos rompiendo un poco la tensión.

CONTINUARÁ…….