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Placer Culpable

en Lésbicos

Placer Culpable

Escribir e imaginar son dos cosas totalmente diferentes pero que tienen el mismo final… ó al menos lo harán aquí…

Espero esta y las demás historias que tengo por contar sean de su agrado y les hagan pasar un vigoroso y excitante momento. Empecemos:

 

Como ya les había dicho, ahora vivo en México, en una ciudad no tan grande, ya que aquí mi padre me puede tener más controlada, eso dice él. A mí llegada a México volví a dejar amigos en España, pero esta vez me sentí mucho más devastada a dejar a dos de mis mejores amigos de la infancia, Ryan y Juan, gracias a Dios existen actualmente mil y un formas de mantenernos en comunicación. Juan es el clásico español, solo que mucho más guapo e inteligente, cuando teníamos 5 años jugábamos a ser novios, juegos de niños pero yo le decía siempre que me daba asco besarle la bocota llena gérmenes. Él siempre ha sido muy respetuoso, incluso después que me fui y lo logre contactar desde Francia, Yo no creo que el este enamorado de mi, pero siempre me ha querido. Ryan siempre fue extraño, Juan y yo cuando jugábamos a ser esposos siempre le hablábamos para jugar a la Tía Ryina, si, ese era Ryan, usando siempre mis vestidos y el maquillaje de mi madre. Años después nos declaro a Juan y Mi que era Gay, cosa que de alguna manera muy extraña me alegre de escuchar, realmente lo admiro mucho. Pero antes de esto…

Cuando regrese a España ambos no esperaron a elogiar lo guapa que me había pueso, más aún Juan, que siempre me declara sus directas muy indirectas donde declara que quiere ser mi novio, aún y ahora que sabe todo sobre mi, cosa que ni yo sabía, o lo sabía pero jamás lo quise aceptar. Sin mucho tiempo los tres nos convertimos en los más populares del Colegio Berdamúdez, éramos como los tres mosqueteros pero muy guay. Juan es alto, algo musculoso pero sin exagerar, cabello quebrado castaño oscuro y unos ojos azules para morir y con un estilo muy varonil y formal. Ryan es un poco más bajo que Juan, rubio, ojos verdes cristalinos, no es para nada musculosos, cabello lacio color caoba claro y con un buen gusto para vestir. Yo, bueno yo… soy clara de color, mido casi lo mismo que ryan aprox. 1.70. cabello lacio color negro, ojos color miel, delgada, siendo sincera soy mala para describirme, solo digamos que esta guapa.

Durante mucho tiempo (un años y medio) me creí eso, la más guapa del colegio, hasta que llego la tía de quien todo mundo hablaba, La Italiana. Una chica rubia de intercambio que hacia parecer a cualquier española del Berdamúdez en una simple tía sin mas ni donde. Cuando me hablaron acerca de ella, porque hasta eso, cuando ella llegó yo aun me encontraba de camino a España después de haber acompañado a mi padre a una junta en una ciudad cercana. Cuando Juan me habló lo primero que dijo es que se había enamorado a primera vista. Yo por mi parte supuse que se refería de nuevo a mi, hasta que me hablo de la chica nueva; una italiana rubia que le calentaba hasta lo más profundo de lo profundo. Hablo algo acerca de actuar rápido antes de que otro se le encimara, que la dejáramos entrar a nuestro perfecto trio popular para que la pudiera conquistar de la mejor manera que se pudiera, que era una hermosura y que si fuese gay se volvería heterosexual tan solo con verla. Después obviamente me hablo Ryan, diciendo que todo el mundo se acaba los párrafos hablando sobre ella, que si, era perfectamente perfecta, hermosa para resumir todo y que si algo envidiaba era su perfecta forma de combinar su ropa, ya que por ser el primer día aun no llevaba el uniforme puesto. Como si no lo hubiese hecho yo cada vez que llegaba a un nuevo colegio, “si quieres atrapar la mirada de todos, simplemente no utilices el uniforme el primer día de clases en un colegio nuevo” ese era mi lema. Con tanto alboroto decidí que a pesar de llegar tarde llegaría para alcanzar las últimas horas de clases, me intrigaba conocer a la italiana.

Obviamente y con ayuda de una buena destreza de mi padre para manejar logre llegar justo en el receso, a mi entrada prontamente me buscaron Ryan y Juan, y me llevaron jalando de los brazos para ver de quien tanto se hablaba ese día.

Cuando la logré ver, lo único que pude percibir fue su pelo rubio cayendo sobre la mitad de su espalda, rubia, si otra de las miles de rubias que he conocido en mis viajes alrededor de Europa. De altura yo le calculaba más o menos igual que la mía, así que por eso no me preocupaba. Cuando ella volteó fue cuando realmente me preocupe. Tenia un fleco ligeramente por arriba de las cejas, unos labios perfectamente rojos, una sonrisa encajada perfectamente con sus pómulos y su dentadura de diez; delgada pero en muy buena forma, su piel no era blanca como muchas rubias, la suya tenia un color tan inexplicablemente perfecto, pero sobre todo… tenia los ojos mas hermosos que jamás había visto…su forma y tamaño perfectos y ese color gris azulado me hipnotizo por un instante, hasta que Juan me saco del estado transe en el que me encontraba.

Juan: -he? Entonces que opinas? Crees que pasa la prueba para ser la próxima integrante de nuestro grupo, y claro, la próxima señora de Juan.

Yo: -¿Qué? Ha si… emmm no lo sé Juan, a mi me parece que es una clásica Barbie sin cerebro, no creo que sea muy tu estilo.

Ryan: Ja! Como si a Juan le importase mucho eso… yo pienso que es perfecta para él, aunque yo lo haría mucho mas feliz ¿si saben a lo que me refiero…?

-Juan: Cerrate la boca, que yo antes de gay, muerto.

-Yo: callados los dos, si no tienen ideas por agregar porque mejor no nos acercamos, hablamos con ella y después admito o no, si me equivocó.

 

Las palabras de bienvenida para los chicos nuevos jamás me supusieron un problema, pero al encontrarme frente a ella me sentía intimidada y descontrolaba, sin embargo creo que logré hacerlo de una manera muy profesional.

 

-Romina Santiago, mucho gusto. (Le sonreí mientras desplegaba mi brazo hacia ella, me miro detenidamente hacia los ojos, inspeccionándome con una sola miraba, tal y como yo lo hacia para catalogar a alguien desconocido, sonrió y me devolvió el saludo)

-Lana Dalirii

-¿Dalirie?

-Dalirii, con doble i.

-Ha, entiendo, veo que ya tienes muchos fans, como vas con ello?

-jamás me he podido acostumbrar, o tu lo has hecho?

-como?

-Digamos que se más sobre ti, de lo que tu sabes sobre mi, al parecer no soy la única con fans. Ya me han dicho suficiente sobre ti.

-¿cosas buenas o cosas malas?

-incluso yo tengo enemigos, no todo tiene que ser positivo, o si? ( su forma de responder tan calmada y maquiavélicamente inteligente me hacia dar cuenta de algo, además de hermosa y rubia, también era inteligente. La mire directa a los ojos, tratando de intimidarla, jamás lo logré. Y apuesto a que ella hacia lo mismo.

Juan: Mi Nombre es Juan Venabos, soy gran amigo, de la joven guapa con la que estas hablando y este es mi amigo, únicamente amigo Ryan Imper, los tres somos muy buenos amigos, populares, guapos y creo que tu serias la cereza que adornaría perfectamente este exquisito pastel. Que dices?

Lana: Jamás me ha gustado ser adorno de nada, ni mucho menos me gusta el pastel. Así que mi respuesta es NO. Nos estaremos viendo a menudo por aquí…gusto en conocerlos (nos sonrió a los tres con una sonrisa peculiar y se marcho)

Yo: te lo dije… es inteligente (mire sonriendo y burlándome de Juan)

Juan: Perra…

 

Haberla conocido me hacia darme cuenta de que no era la típica chica que siempre quería ser como yo, ella…ella quería ser como ella, y no iba a dejar que nada se lo impidiera. Simplemente era diferente.

 

Los días transcurrieron y con lo que yo pensaba seria una lepra pasajera de Italia, comenzó a extenderse por mucho más tiempo del que yo hubiese calculado. Seguían hablando de ella como el primer día, inventando cosas e investigando otras, Lana Daliri i con doble i, seguí siendo un misterio. Por su parte Juan no quitaba el dedo del renglón y seguía volando a su alrededor como una mosca, pero entre mas se acercaba mas Lana lo repelía con sus comentarios inteligentes. Así pasaron los primeros meses, de alguna manera Lana comenzó a formar parte de la vida de Berdamúdez tal y como lo hacia Juan, Ryan o yo. Claro, solo que sin pertenecer a nuestro grupo. De vez en cuando la veía pero todo no pasaba de un hola, sonrisas amables y miradas retadoras, podría decirse… bueno todos decían… que ella y yo éramos enemigas, porque ella estaba intentando quitarme mi puesto de reina, sin embargo eso a mi no me incomodaba, no con ella. Pero era tan notorio como quería superarme cuando había fiestas o reuniones, no se como, pero siempre lo hacia. Si en una reunión MEDIO CASUAL yo llevaba una falda sobre rodillas y una blusa ligera pero elegante, ella llevaba uno mucho mas arriba, con una blusa demasiado elegante y mas provocativa, si yo jeans, ella short, si yo el pelo recogido, ella el pelo suelto, si yo zapatos bajos, ella altos… siempre un paso adelante que yo. Aunque lo odiaba, sabía que perdía contra una muy buena rival y eso me traía loca.

 

Comenzó a decirse mucho sobre ella, todo lo que sabía de ella era por chismes y gente tercera. Al parecer era hija única de padres divorciados, quienes con dinero suficiente le pagaban un lujoso departamento. Que era una chica carismática y muy inteligente (cosas que yo ya sabía), pero cuando ellos se referían a inteligente, era a esa clase de personas que te cuenta cosas interesantes en una platica y durarías siglos escuchándola sin jamás aburrirte. Que era simpática, no se creía mucho pero no se juntaba con cualquier persona, que simplemente no dejaba entrar a muchos a su circulo de amistades (que supongo no incluía a nosotros), y que sin tener novio y después de 5 meses de estar en España no salía con nadie, y nadie es nadie. Sin embargo yo sabía lo que era estar sola durante más de medio año, mi último novio había sido Dante Valdez, un chico muy guapo que no asistía a este colegio, a quien había conocido en unos de los tantos partidos con los que se disputaba nuestro equipo de baloncesto. Sin embargo las cosas no funcionaron, jamás hubiesen funcionado…así que, éramos las dos estudiantes más guapas del colegio que seguían siendo solteras.

 

Yo le observaba a veces de lejos tratando de explicarme que la hacia tan diferente, que había en ella que me hacia tanto odiarla, o quizá no odiarla, pero que me hacia sentir de una manera tan…tan…diferente. Cosa que no tarde en descubrir en la fiesta de fin de año que se organizo ilegalmente fuera del colegio. Esa tarde nos llego a todos un invitación por Twitter, donde se nos invitaba a ir a la mejor fiesta de fin de años en una casa al lado del lago que se encontraba afueras de la entidad. Podíamos llevar cerveza, nuestros propios condones y llevar traje de baño, ya que habría además del lago, una enorme piscina.

A todo esto la invitación de esparció como plaga, y obviamente todos aceptamos la invitación. Los tres mosqueteros también asistirían. Cuando llegamos todo alrededor permanecían en traje de baño, luces por todos lados, música al volumen máximo, cerveza, juegos y retos. Todos me observaban, si, llevaba el traje de baño mas sexy que me encontré en una de las mejores tiendas de España, además… el ejercicio había hecho buenos estragos en mí. Mi sorpresa fue cuando vi llegar a Lana, iba acompañada de un rubio alto, fornido y con cara de matón… pero ella, a su lado se veía tan minúscula, tan perfecta con ese traje de baño, sin embargo, me sentía justo ahora, al nivel de ella. Digamos que las dos nos veíamos a un nivel razonablemente equitativo. Juan fue el que rápidamente se decepcionó  al verla con ese tío. Así que con la cabeza gacha salió de casería, Ryan sin embargo parecía bastante emocionado y me abandono, tan rápido que no me había dado cuenta. La noche siguió a todo lo que daba, yo permanecía al margen con respecto al alcohol, varios chicos se me acercaban tratando de pegar su chicle, a lo que yo cortésmente evitaba. Habiendo pasado un par de horas llego Juan diciéndome que era su oportunidad ahora o nunca. Jugarían el juego de la botella, o como acá le decíamos el juego del beso, quien apuntaba a ese besarías. No se como, pero al final termino convenciéndome de entrar.

 

El chico que formo el circulo apróx de 15 personas, hombres y mujeres. Puso muy claramente las reglas. El castigo para el señalado era un beso del señalador por 5 segundos y contados. Si no, seria una verdad a sangre. Yo estando viendo a las personas del circulo sentados en el suelo noté a alguien muy familiar, Lana, yo suponía que ese era el plan, mas de uno que como Juan, tan solo estaban allí para tener una oportunidad con ella. El juego comenzó muy relajado, normalmente chicos y chicas se besaban y chicos y chicos preferían decir alguna verdad. El juego prosiguió, obviamente un par de ellos se aprovecharon de la situación y terminaron plantándome chicos besotes, al igual que con Lana. Así prosiguió hasta que la botella señalo a Lana, y del otro extremo la botella apuntaba hacia mi dirección. Tan pronto como paso esto, me quede pasmada, inmóvil, supuse que como varias chicas diría verdad. Pero sus palabras fueron muy claras mientras me miraba con una sonrisa profunda. Ella dijo: Castigo

 

Cuando lo dijo, se quedaron callados, y dos segundos después comenzaron a gritar Beso, beso!!! Y hacer gritos unísonos y chiflidos. Llamando la atención de varios cercanos. Yo en mi posición, dije pensé en decir “que para quien era el castigo, para ella o para mi” no porque fuese asqueroso besarla, si no, porque cuando ella dijo castigo, sentí algo profundo que me recorrió de la garganta al corazón y que de alguna manera me emocionó. Así que me calle unos segundos y dije “pero quien tome fotos corto la cabeza”. Ella solo saco una risa, me miro y dijo: Anda, que solo son 5 segundos.

 

Cuando me acerque al centro del círculo mi corazón y mi pulso parecían no tener control, luego ella se acercó tan cerca a mi rostro como para poder notar sus pequeñas pecas sobre su nariz, para poder ver perfectamente sus ojos tan perfectos y sus labios tan rojos. Me puse tan nerviosa que me inmovilice y no supe tomar la iniciativa, obviamente ella lo hizo. Se acercó tan cerca de mi rostro, me miro fijamente a los ojos, sonrió, tomo mi cara entre sus manos y lentamente acercó sus labios a los míos, giro ligeramente la cabeza y abrió sus labios invitándome a abrir los míos, así lo hice. Y me beso…todos comenzaron la cuenta regresiva 5,4,3,2,1… a mi me pareció mucho mas eterno pero a la vez tan corto, con todo y el difuminado “que sexy” que escuché al fondo, incluso hasta podría explicar todo lo que paso en cada uno de esos cinco segundo, Si…lo haré… cuando comenzó el 5 apretó su rostro contra el mio, al 4 me beso girando la cabeza al otro lado, al 3 de enfrente, al 2 abrió mi boca con su lengua, al 1 la metió dentro de mi boca y al 0…al cero yo metí la mía en la suya. Cuando el tiempo se acabó ella se puso de puso de pie y dijo en voz alta -“Nada mal para ser una chica” yo aquí acabo, pueden seguir sin mi.

 

Yo me sentía tan…desquiciada, rara, solo me puse de pie y le arrebate una cerveza a uno de los chicos que estaban tras de mí, mientras escuchaba que decían tras de mi… “este juego ya valió mierda, yo ya no juego”

 

Me senté unos segundos sobre los escalones de la casa a reflexionar lo que me había pasado, luego llego Juan diciéndome la suerte que tenía, para después irse y llevarle el chisme a Ryan. Me puse de pie y tire la botella entre el pasto, me dirigí hacia el baño y si, admito que tengo la mala costumbre de abrir la puerta sin antes tocar, cuando la abrí, allí estaba ella, frente al espejo retocándose los labios.

 

Yo: lo siento no sabia que estaba ocupado.

Lana: No importa.

Yo: de acuerdo – dije mientras volvía a cerrar la puerta.

Lana: No espera! Entra, no pasa nada, solo me estoy maquillando.

Yo: si, pude haber dicho no, pero algo en mi interior me obligo y quiso que yo entrara a ese baño…

 

Habrá un segunda parte y tantas como se puedan… ya veré como les sigo contando toda mi historia. Cuidaos!!!