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PLACER CULPABLE PARTE lll

en Lésbicos

PLACER CULPABLE PARTE lll

Cada noche antes de dormir trataba de imaginar, como serian las cosas cuando perdiera mi virginidad, como seria el chico con quien la perdería y muchas cosas mas que no tenían mucho sentido, como pensar en el lugar donde la perdería. La semana comenzó muy tensa para mi, mi padre se levantaba muy temprano, se vestía, desayunaba y dejaba un nota en la mesa diciendo “cuídate y no hagas cosas locas”, bueno, no se imaginaba lo loca que podría llegar a ser. Así que decidí comenzar desde ese lunes a ir de bar en bar hasta encontrar al hombre indicado. Para mi mala o buena suerte la primera semana no tuve suerte, había chicos guapos pero siempre tenían un defecto, algunos muy peludos, otros muy gay, ha… y como olvidar al calvo fisiculturista, me daba miedo que me fuera a romper los huesos.

 

Poco a poco fui tratando de olvidar esa idea tan estúpida, no tenia que demostrarle nada a nadie, más que a mi misma, pero… forzar todo me hacia sentir como un completa bastarda, por lo tanto, decidí dar mi último intento, ir a un bar, y si no pasaba nada, nunca pasaría.

 

A mitad de vacaciones escogí una discoteca bastante decente, algo supongo que a mi nivel. Cuando llegué lo primero que hice fue dirigirme a la barra y pedir una bebida. No pasó mucho cuando se acercó a mi lado un apuesto hombre con traje. Se sentó y se dirigió hablando hacia mí.

 

-Natael, mucho gusto. Con quien tengo el placer?

- Guau! Si que no pierdes el tiempo.

-El tiempo es corto – sonrió enseñando un blanca dentadura, el  tipo parecía encantador, delgado, cabello castaño, ojos cafés claros y un sonrisa despampanante.

-Romina, encantada – lo salude con la mano extendida, él la tomó y la besó, lo cual me pareció extremadamente exagerado.

-El placer es todo mio, señorita Romina.

-haces eso de estilo príncipe encantador con todas las mujeres que te encuentras?

-solo con las bonitas o sexys.

-y que clase de chica piensas que soy yo?

-realmente, ambas.

-inteligente de tu parte.

-lo sé, gustas algo de tomar?

-no gracias, ya estoy tomando algo.

-insisto – fue allí cuando comenzó a sonar su móvil y puso una cara de pocos amigos.

-no piensas contestar?

-lamentablemente tengo que hacerlo, me disculpas un momento?

-todo el que necesites.

 

Una vez que se puso de pie, comenzaron a pasar los minutos y el no regresaba.

 

-te ha abandonado tu príncipe azul? – escuché a mi izquierda, era una voz familiar que reconocí rápidamente, volteé y allí estaba, Lana.

-Lana? Que?

-haciendo aquí? Puedes completar esa frase? Es broma, estoy buscando nuevas aventuras, pero jamas pensé encontrarte en una de ellas, y tu? Que haces aquí?

-justo ahora esperando a…Nata e l , si creo que asi dijo que se llamaba, como sea, dudo que regrese.

-ammm, bonita noche entonces…

-y tu? Ya has encontrado alguna aventura?

-no había, pero justo ahora si, dime… piensas seguir esperando a Natael o te gustaría terminar lo empezamos en el baño aquella noche – en cuando dijo eso, sentí que el  cuerpo se me paralizaba, ósea, me estaba proponiendo… eso que creía que … eso!!!

-disculpa, que me acabas de preguntar?

-Vamos Romi (me tocó el pelo) sé que te mueres de ganas, y ciertamente yo también, no seré muy romántica con eso de besar las manos y decir mucho gusto, pero también tengo lo mio, yo soy una mujer depredadora y justo ahora tu eres una presa, así que, porque no seguir el ciclo de la vida.

-Espera Lana, yo… quizá tú seas gay o algo así, pero yo no soy lesbiana, no me gustan las chicas.

-Y como lo vas a saber si no lo pruebas, anda, no te pido que te enamores de mí. Solo ven a mi departamento, charlemos, y que pase lo que tenga que pasar? O tienes miedo?

-esto, no es lo que yo…

-que? Planeabas tirarte a aquel tío que te dejo plantada? Créeme, yo lo puedo hacer mil veces mejor, como ningún hombre te habrá hecho el amor.

-siempre eres así de directa?

-solo cuando hay alguien tan hermosa como tu en un bar tan deprimente como este.

 

Mi mente estaba pasando por un momento de profundo desconcierto, no sabia si aceptar su atrevida propuesta, o rechazarla, pero, quiero que sepan que después de 20 minutos, ya me encontraba con ella en su departamento. Si, había aceptado.

 

 

Lana: Anda, ponte cómoda, quieres que te sirva al de tomar?

-claro

-asi que… cual era tu plan para esta noche – me preguntó desde lejos, mientras me servía en un vaso.

-no lo se, pero definitivamente no era este.

-Mierda! – grito mientras se escuchaba como el vaso de cristal caía al suelo rompiéndose, me pare rápidamente y fui hacia ella para ver si todo estaba bien.

-estas bien?

-si, solo, el vaso estaba astillado. – pude notar como en la punta de su dedo tenia una pequeña gota de sangre.

- déjame ver. – no era nada grave, una pequeña pinchadura si acaso, en ese momento, mientras tenia su mano entre las mías, me sentí tan, tan bien, la miré a los ojos y me acerque lentamente hacia ella. Tomé su dedo y lo metí en mi boca para limpiar la pequeña gota de sangre, lo fui sacando lentamente, ella solo observaba y me miraba, luego me tomó del brazo y me jaló, comenzó a llevarme hacia otra habitación, en cuanto entramos me tiró sobre la cama y se abalanzó sobre mi.

 

Ser acerco lentamente frente a mi rostro, y con su lengua comenzó a recorrer mis labios, era tan tibia que que no dude en abrir la boca y dejar entrarla, ella la metió lentamente mientras chocaba con la mia y comenzó a besarme. Con una mano me agarraba el cabello mientras con la otra comenzó deslizar la palma contra mi pierna, esa noche ambas llevábamos falda, que suerte. Comenzó a frotar mi mano sobre mi muslo, recorriéndolo de arriba a bajo mientras no dejaba de besarme. Yo la tomaba por la cintura con ambas manos, después ella se desaparto y comenzó a quitarse la blusa, dejando al descubierto su hermoso top negro. Con ambas manos tomo mi blusa y comenzó a desabrocharla hasta que me la quito completamente. Así, comenzó a besarme desde el cuello, bajando lentamente, yo tome su top por atrás y lo desabroché haciendo que este cayera sólo, y quedaran desnudos sus ambos pechos, perfectos, con una aureola café claro y un par de pezones perfectamente formados por la excitación. 

 

Empecé a tocar uno de sus pechos mientras ella desabrochaba mi top con una sola mano, cuando lo desabrochó jalo de un tirón la prenda y la aventó lejos de mi. Tomo con sus manos uno de mis pechos y comenzó lamerlo con la punta de su lengua, la excitación que me pasaba por ese momento era tanta que sentí como un tibio fluido comenzaba a recorrer toda mi vulva. Ella se dio cuenta y comenzó a besarme recorriendo mis pechos hasta llegar debajo de mi obligo, jalo con ambas manos mi falda dejándome en bragas, después ella se quito la suya y también su ropa interior. Comenzó a frotar su mano sobre mi ropa interior, haciendo que gimiera de excitación, poco a poco comenzó a bajar mis bragas hasta zafármelas por completo, luego se acercó hacia mi y se tumbo sobre mi cuerpo, comenzó a rozar su sexo suave y depilado sobre el mio, que también lo estaba. Siguió besándome mientras me susurraba “estas hermosa” después se dirigió nuevamente hacia abajo y me abrió ambas piernas, comenzó a besarme lo que se conoce comúnmente como el monte de venus, eso me excitaba tanto que me hacia sentir tan caliente y mojada, después con ambos dedos me abrió los labios de mi vulva y comenzó a pasar su lengua de arriba abajo, yo empecé a gemir de placer y ella no paraba de hacerlo, luego comenzó a introducir uno de sus dedos al interior de mi vagina, lo hizo lentamente hasta meterlo por completo.

 

Gemí tanto y deje salir un poco de liquido de mi interior, me pregunto si me lastimaba a lo que yo le dije que no, que siguiera… ella me tomo la palabra y metió otro dedo en el interior metiéndolos y sacándolos rítmicamente, gemía tanto y no dejaba de dar gemidos, debes en cuando los sacaba y pasaba su lengua, recogiendo todos mis fluidos para dejar entrar nuevamente sus dedos, de pronto los saco por completo y me volteo, poniendo en posición de rodillas, ella puso su sexo sobre mi trasera rosándolo y dando fuertes golpes contra mi, abrió mi trasero y comenzó a lamerlo rápidamente incluso metiendo superficialmente su lengua sobre mi ano, después metió uno de sus dedos dentro de mi ano haciendo gritar en unísono, comenzó a meterlo y sacarlo mientras hacia un grito de placer, haciendo que me excitara aun mas, lo sacaba y metía una y otra vez, una vez que entraba y salir fácilmente metió un dedo mas y los giraba, yo sentía que no podía mas, sin embargo, deseaba que no parara, hasta que comencé a sentir algo que me bajo de los pechos hasta mi sexo, como una descarga eléctrica pero mucho mas fuerte, sentía que las piernas me temblaban, gritaba y gritaba tanto que hacia que ella introdujera mas aun los dedos, después sentí como si me desplomara, ella saco sus dedos, me volteo nuevamente y se acercó frete a mi, “yo te lo había prometido” me susurro y me beso, podía sentir justo ahora sus labios con un sabor y olor que me excitaba tanto.

 

Tan pronto como me recupere decidí burdamente darle un poco de lo que me había dado a mi, así que después de besarla de arriba abajo, abrí sus piernas  y comencé a lamerle todo su interior, ella gemía bajamente y me tomaba la cabeza con ambas manos, el sabor era tan indescriptible, tan diferente a como me lo imaginaba, realmente me gustaba. Metí uno de mis dedos dentro de su vagina tratando de hacer lo que ella había hecho, así de pronto me pidió que metiese otro, metí el segundo dedo y comencé a moverlos circularmente dentro de ella, comenzó a gemir con un tomo mas alto, y eso me hacia sentir tan excitada que me anime a meter un tercer dedo, sus piernas comenzaron a tensarse rápidamente pero no dejaba de gemir, seguí haciéndolo y gritaba aun mas fuerte. Así que mientras utilizaba mi mano derecha para meterle los dedos a la vagina, con la izquierda comencé a buscar su ano, hasta encontrarlo y meter el dedo índice. En cuento lo hice empezó a gritar demasiado fuerte una y otra vez sin parar, seguí haciéndolo con un tono mas fuerte hasta que comenzó a gritar incontrolablemente, de pronto dejo salir fluido y no dude en probarlo, era tan delicioso y excitante, me hacia sentir tan caliente. Le saque todos los dedos y me acerque, la tome entre mis manos y la besé suavemente, me miro a los ojos y me acaricio con una mano mi rostro, sentí su suave piel sobre mi cara, tan caliente. Cruzó su pierna sobre mí y dijo:

-creo que esto no salió como lo había planeado.

-a que te refieres?

-es que te dije que no te tenias que enamorar de mi, me realmente la que se enamoro fui yo.

Me abrazo lenta y suavemente hasta que me quede dormida en sus brazos. Todo había sido tan perfecto, que quería jamás despertar.

 

A la mañana siguiente cuando desperté, ella ya se había levantado. Justo ahora me sentía tan extraña, como si algo en mi hubiese cambiado, me sentía feliz y a la vez tan culpable, tenia miedo y pensaba en lo que pensaría mi padre, los remordimientos comenzaron a llegar. Me vestí rápidamente y me dirigí hacia la sala, allí estaba ella, tan hermosa como anoche. Me dijo los buenos días y me invito a desayunar, yo me negué y le dije que mi padre no tardaría en llegar, y se preocuparía. Así que se ofreció a llevarme a mi casa, obviamente también lo rechacé, no me sentía a gusto pensando en que alguien me viese llegar con ella.

 

-será mejor que me vaya- asentí.

-claro, no te preocupes, entiendo perfectamente, todo. No te sientas mal por lo que paso, ya paso y punto. No tiene que pasar nada más. No tienes por qué preocuparte por llamarme otra vez o entablar alguna relación conmigo, solo, déjalo así, como mejor te sientas.

-si, claro. - pude notar un pequeño pesar en su voz, lo cual me puso algo, melancólica. – entonces, hasta luego y gracias, creo.

-si. Créelo. – se dirigió hacia mi con ese tonito tan característico de ella, ese, el que me hacia sentir de mal humor, una especia de combinación entre sarcasmo y reclamo.

 

Salí de allí toda hecha bolas, llegue a mi casa de la misma manera, y seguí así hasta que las clases volvieron a comenzar.

 

El resto de las vacaciones no le volví a ver. No tenia la fuerza para hacerlo, pero de alguna forma contaba los días para regresar a clases y volverle a mirar ¿Cómo podía sentir esos sentimientos tan opuestos al mismo tiempo? Pero si, eso sentía. Y las clases comenzaron de nuevo.

 

-Buenos días hermosura! – dijo Juan en cuanto se topo conmigo al llegar a la puerta.

-Buenos días Juan. – lo abrace fuertemente.

-guau , no sabia que me extrañabas tanto.

-yo tampoco, has visto a Ryan?

-no desde antes de vacaciones, creo que esta vez si la cagamos, por lo regular en vacaciones eramos los tres contra el mundo, lamento que se nos hayan arruinado esos tiempos.

-no te preocupes, ya sabes, a mayor edad, mayor responsabilidad, y con eso me refiero a tener que hacer lo que los padres quieres.

- claro, oh mira, alla viene la princesa.

-me extrañaban? Si lo sabia – dijo Ryan mientras lucia una piel mucho mas bronceada y un poco mas tonificado.

-que te paso? Te ves, guapísimo – dije mientras le miraba por todos lados.

-no hables con el, quiere suplantar a Ryan. – dijo Juan en un tono burlón.

-ja, ja, ja envidia porque me veo mas sexy que tu Juan?

-basta, no pueden dejar de pelear un segundo. – reclame. – anda, vas a decirnos que te paso o no?

-mi primo, me obligo a seguir su dieta y ejercicios matutinos bajo el sol para ayudarle a que no dejara su rutina durante vacaciones, supongo que nos ayudamos mutuamente.

-así se le llama ahora?

-Juan… - le mire a los ojos.

-ok, paz y amor amigo.

-yo prefiero amor Juanito. – dijo Ryan mirándolo graciosamente.

-Verdad que con ustedes dos no se puede, pero algún día terminaran siendo amantes y eso si me dará risa.

-Hey! Con eso no se juega.- me reclamo Juan.

-Hey basta.- dijo Ryan. – ya vieron quien llego allá? La señorita Miss Universo Italian.

-Guau, a ella si que le sentaron las vacaciones mejor que a ti Ryan. – dijo Juan mientras la miraba deseosamente.

 

Si, era ella. Lana. La observe mientras bajaba del auto, después volteo hacia mí, me miro fijamente y comenzó a caminar hacia nosotros. Se poso en frente y solamente dijo. “no tienen otra cosa mejor que hacer que obstruir el paso al instituto” todos nos dimos cuenta que estorbábamos en la entrada del colegio, nos abrimos paso, y ella paso hacia el interior. Me quede paralizada y a la vez conmocionada, en parte creo que era mi culpa, hay! Que mierda me sentía…

 

-vas a entrar? – me preguntó Ryan. – no le hagas caso, debe de estar en sus días.

-si, tengo que. – le asentí.

 

Esto si que iba a ser un tormento, un tomento que definitivamente iba a disfrutar.

 

 

Vuelvo a agradecer sus comentarios, me sirven de mucho para continuar con toda esta historia y les puedo asegurar que, aun falta más, este tan solo es el inicio. Ya verán como me va después. XOXO

 

P.D. L@s puedo mantener al tanto de cuando publique en mi tw @Gladys_Di