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Placer culpable parte v

en Lésbicos

PLACER CULPABLE PARTE V

Cuando terminó de besarme me tomó por la mejilla y me sonrió. En ese momento se acabó la magia y regresamos a la realidad, Lana se apartó de mi y me dijo en voz baja ‘’Yo también puedo ser valiente’’ después volteó hacia la multitud y los enfrentó en voz alta.

‘’Se acabó la función, no tienen algo más interesante que hacer, como preocuparse por sus deprimentes vidas’’

Me tomó de la mano y me dirigió hacia la puerta trasera, de alguna manera había pensado antes que una relación entre dos mujeres sería muy frágil, alguna vez me pasó por la cabeza pensar que para sentirme protegida necesitaría de un hombre, justo ahora, aquella afirmación se había esfumado. Nos paramos justo detrás del salón donde no había nadie.

-Fuiste muy valiente. –Me dijo Lana mientras me tomaba de ambas manos.

-No soy valiente, de hecho me estoy muriendo de miedo, y es raro porque jamás le he temido a lo que todos ellos piensen de mí. –Bajé la cabeza y ella la levanto con su mano.

-Pues en mi opinión eso no debe cambiar. –Ambas sonreímos y nos dimo un beso, justo en el momento que llegó Tomás (Sr. Músculos)…

-¿Y yo que? Soy tu pareja, no me puedes dejar plantado Lana. –Ella le miró directamente y se paró justo en frente de él.

-Lo siento, pero no me justan los musculosos.

-¡Me haces quedar en ridículo! Todos sabían que venia contigo, no me vas a dejar como un marica. –la tomó fuertemente del brazo y la jaló, ella se zafó de un tirón.

-Pues ya lo hice, así que será mejor que te hagas a la idea.

-Eres un puta Les….-le amenazó mientras le levantaba la mano.

- El puto vas a ser tu si le levantas un sola mano cabrón.-le grite desde atrás de Lana y me acerque hacia donde estaban los dos. –Y si no te vas de aquí podría inventar que yo me volví  lesbiana por culpa de tu pequeñín amiguito.

-No te atreverías…

- pruébame, ya no tengo nada que perder. –Se dio la media vuelta y se fue mientras me decía perra.

-Él y tú ¿tuvieron algo que ver? – Me dijo Lana mientras levantaba una ceja.

-Es una larga historia, supongo que a partir de ahora seria bueno comenzar a conocernos.

-Buena idea, pero antes, será mejor que entremos, o van a pensar que hemos huido.

Aquella noche bailamos todo el tiempo juntas, nadie se nos acercó ni preguntó nada. Las miradas no se iban, tampoco lo haríamos nosotras. Así era, no necesitaba de un hombre para protegerme, nos protegeríamos una a la otra.

Aquella noche cuando llegué a casa y me tumbé en la cama no podía dejar de pensar en todo lo que estaba sucediendo, lo rápido que había pasado todo y como había pasado, sentía miedo y preocupación pero de alguna manera era un miedo inferior al que alguna vez me había imaginado. Tan solo quería pensar en que sucedería mañana, el sábado, el domingo y sobre todo como me la pasaría el lunes. Todo el fin de semana Lana y yo nos reunimos en un pequeño parque donde no concurría mucha gente, comenzamos a conocernos la una a la otra, Lana me contó todo acerca de su familia y como supo desde que tenia 10 años que le gustaban las chicas, me habló de su primera novia, de la última… era extraño compartir esta clase de información pero cada vez me sentía mas cómoda con eso. Comenzamos un reto de una pregunta cada una sin excusa de respuesta.

-¿Primer beso?.- me pregunto mientras me hacia un de sus tan características y picaras sonrisas.

-…fue como a los 5 años, y fue con Ryan, ¿contenta?

-Ese no cuenta, Ryan es gay.

-Si pero para ese entonces ninguno de los dos lo sabíamos, ni siquiera sabíamos el significado de gay, mi turno…¿juego favorito?

-mmm definitivamente pregunta o castigo, sobre todo el castigo. –se acercó rápidamente y me planto un beso. Ahora yo… si pudieras o tuvieras la oportunidad de tener una relación con alguna estrella de Hollywood…¿Cuál sería?

-Bueno, justo ahora no sabría que elegir concretamente, ¿tiene que ser mujer?

-Anda, aquí nadie te va a juzgar de loca, solo dilo.

-Bueno, hace años me llamaba mucho la atención Richard Gere en sus épocas de juventud…pero supongo que ahora, bueno, ahora que lo pienso siempre me ha gustado Olivia Wilde y Milla Kunis, creo que tengo fascinación por los ojos bonitos.

-coincido contigo.

-¿en que parte?

-en la de los ojos bonitos, aunque yo soy más del tipo de chicas malas.

-¿por ejemplo?

-no lo sé, Lindsay Lohan…Megan Fox…

-¿y eso en que punto me deja?

-no quiero ser negativa pero en el colegio tienes un reputación de chica mala.

-¿ha si? ¿Y que tan mala?-me levanté y me senté sobre sus piernas, me acerqué lentamente frente a su rostro.- ¿y? – le pregunté.

-Muy mala, incluso más que yo… - comencé a besarla lentamente mientras comenzaba a introducir mi mano derecha debajo de su corta falda, ella abrió levemente las piernas permitiéndome meter toda la mano, pude tentar con la punta de mis dedos sus bragas y noté que comenzaron a sentirse en un tono húmedo. Seguí besándola y ella comenzó a darme pequeños mordiscos sobre la punta de mis labios. Pero justo cuando iba a meter la mano debajo de su ropa interior nos dimos semejante susto.

“¡Por Dios santo! Ustedes dos no saben que también hay niños cerca de aquí, debería darles vergüenza ¿Qué van a pensar sus padres?”

Justo en ese momento las dos saltamos de susto.

-Señora, a nuestros créame que no les importa, y esos niños cerca de aquí tarde que temprano se van a enterar de lo que es el mundo real. –le dijo Lana mientras me acariciaba el pelo.

-¡Grosera! ¿Con esa boca besas a tu madre?

-Y no nada más se hacer eso con mi boca…- con eso basto para que la señora se fuera con cara de asquerosidad, como si hubiese visto un animal muerto.

-oye, pensé que habías dicho que por aquí no pasaba casi nadie, oye ¿estas bien? – me miro mientras se daba cuenta que me tocaba el labio. -¡Dios! ¿Yo te hice esto? -tomó una servilleta de la mesa y la puso sobre mi labio. Justo en el momento que la señora nos había asustado y del tirón brusco Lana me había lastimado el labio de donde ahora salía una leve cantidad de sangre. –lo siento tanto, no fue mi intensión – se disculpó muy arrepentida.

-¿Qué? No, no pasa nada, no es nada. –puso un dedo sobre el labio y no pude evitar dar un gemido de dolor.

-pues no suena como para no ser nada.

-déjalo, estoy bien, ya se pasará, además siempre he sido de labios sensibles, de pequeña con el frio siempre se me partían los labios, mi padre tenia que comprarme toneladas de labiales humectantes.

-Enserio lo lamento tanto, ¿sabes que yo no te haría daño? –tomó con ambas manos mi rostro y me miró de una manera tan tierna, que jamás hubiese pensado que fuese de Lana.

Aquí estaba, justo ahora, lunes y dentro de mi auto dándome ánimos para atreverme a salir de él, “Respira hondo Romina, no puede ser peor que cuando Peter de 3er grado vomitó sobre mi” abrí la puerta y me dirigí con todo el valor que pude juntar directo hacia la puerta principal, levanté la mirada y comencé a caminar con esa pose de atrevida que me caracterizaba. Seguí caminando con la mirada unidireccional, fuerte y profunda. Justo en la entrada me estaba esperando Ryan como siempre lo hacia.

-Romina Santiago, me podrías decir ¿Qué es eso tan horrible que tienes en ese labio?

-¿aun se nota? ¡Mierda!

-Guau, se ve que Lana no ha perdido el tiempo, si eso te hizo en su primer fin de semana, que pasara el resto del ciclo.

-Oye basta, que no paso nada, solo un mal incidente. – en ese momento llegó Juan y se paro enfrente de ambos.

-Mis dos mejores amigos, un gay y una lesbiana. No sé que me hace sentir peor, que la gente vaya a pensar que también soy homosexual o que mi mejor amiga me haya ganado a la 2da tía mas buena del instituto.

-Juan… -me interrumpió.

-No, espera, aun no acabo. Sin embargo, me siento mucho más tranquilo pensando que durante todos estos años que intente conquistarte no era yo quien lo hacia mal. Y siendo que hemos sido amigos durante años, quiero que sepas Romina, que al igual que acepte lo de Ryan, también lo hare contigo, te quiero demasiado como para terminar enfadado contigo por algo tan estúpido, y si, sé que me va a costar trabajo mirarte de la misma manera, pero, si por algo me caracterizo, es por ser muy insistente. –me sonrió y me dio un abrazó tan fuerte como para sacarme todo el aire, yo también lo abrace y no me quedo mas que darle las gracias.

Mientras lo abrazaba pude notar a lo lejos que Lana se acercaba hacia los tres.

-¡Hey! Cuidado, no soy celosa pero por favor déjala respirar, o no me va a quedar nada.

-Lana, que gusto verte.-le dije mientras Juan me soltaba y se metía las manos a los bolsillos como aceptando una derrota. Lana se acercó con la mas inocente intención de darme un beso, pero antes de hacerlo se detuvo para decirme.

-No lo voy a hacer si no estas preparada para algo así, todo a su tiempo.

-Lana, todos vieron que te besé en la fiesta, cual sería la diferencia. – ella sonrió y me besó tan libremente como si nada. Aceptar el beso de alguien como yo lo hacia de ella, me hacia sentir algo emocionada y al mismo tiempo me hacia dejar de respirar, como ese nudo en garganta que te asfixia cuando crees que haces algo mal, solo que sabia perfectamente que no hacia nada mal, sin embargo, sentía esa sensación de una manera incontrolable. Me tomó de la mano fuertemente.

-¿Lista para nuestro primer día de clases juntas?

-en eso estoy.- le respondí al mismo tiempo que apretaba mas fuerte su mano izquierda. Ryan se me acercó rápidamente al oído y me dijo “No te preocupes, los primeros días… o semanas son difíciles, pero quiero que les enseñes que sigues siendo la Romina con quien nadie se mete”

-cuenta con ello. – le respondí.

Las clases fueron algo tensan, porque podía notar las miradas sobre mi, era algo inminente e incontrolable, yo me hacía la de la vista gorda, y si, soy fuerte pero creo que todos tenemos nuestros limites, así que mas de un par de veces estuve a punto de gritarle a todos que compraran un vida propia, eso, si no fuese porque Lana me mantuvo al margen todo el tiempo.

Durante el receso ambas fuimos al baño para darnos un retoque de maquillaje, las dos estábamos solas en el baño y frente al espejo.

-Romi…

-¿si? –pregunté mientras me ponía labial. Y sonreía haciéndole notar lo mucho que me gustaba que me llamase así ya que la mayoría solía decirme Romina o como los maestros me llamaban, Srta. Santiago

 -¿alguna vez has tenido sexo en un baño público?

-nunca, además si bien recuerdo ya te he dicho que tu fuiste mi primera vez y yo que recuerde no fue en un baño. Supongo que este es el momento en que me revelas una de tus historias extrovertidas o ¿no?

-yo no diría revelar una historia, mas bien, revelar una fantasía. –voltee hacia ella, y ella estaba mirándome directamente hacia los ojos con una mirada de deseo. La tomé del brazo y la jale hacia el ultimo baño del fondo, me metí con ella y cerré la puerta, era tan pequeño que apenas cabíamos las dos  perfectamente.

-¿sabías que la adrenalina te hace hacer cosas estúpidas? –le pregunté.

-demuéstramelo. – me miró con una mirada retadora.

La tiré contra la pared y rápidamente comencé a besarla al mismo tiempo que mis manos comenzaban a desabrochar su blusa, cuando menos me había dado cuenta ya le había quitado el sostén y estaba lamiendo la punta de sus pezones, rápidamente fui bajando por todo su abdomen hasta llegar arriba de su ombligo. Levante su falda y le bajé sus bragas, después la tomé de la cintura y la tire sobre arriba de la tapa del retrete y le abrí las piernas de lado a lado. Metí mi cabeza debajo su falda y comencé a lamerle el clítoris con la punta de la lengua de arriba hacia abajo, ella me tomó del pelo y daba leve tirones mientras empujaba mi cabeza hacia ella, con ambas manos abría sus labios púbicos y comenzaba a pasar cada vez mas toda la lengua. Ella comenzaba a gemir desde adentro, conteniéndose para que nadie nos fuese a escuchar. Subí rápidamente hacia su boca y comencé a besarla salvajemente mientras sobaba mi mano contra toda su parte, abría y cerraba la mano a la vez que introducía uno de los dedos. Ella seguí gimiendo y comenzaba a morderme los labios mientras metía toda su lengua hasta el fondo de mi garganta, con la mano derecha comenzó a tocar por debajo de mi blusa uno de mis pechos, los presionaba fuerte y a la vez suavemente mientras que con la mano izquierda tomaba la mano con la que le estaba metiendo los dedos y me ayudaba haciendo movimientos bruscos sobre ella misma. Todo parecía estar perfectamente hasta que sonó el timbre. Al principio lo ignoramos mientras ambas gemíamos de excitación, hasta que recordamos que teníamos examen. Nos vestimos rápidamente y nos fuimos corriendo al salón, claro, sin antes darnos una lavada de agua fría para bajar nuestras ansias.

Justo a la mitad del examen mientras nos hacíamos miradas de culpables, la secretaria del director interrumpió el examen solamente para decir:

“Lana Dalirii y Romina Santiago, el director quiere verles en su oficina”

Nuestras miradas de asombro no se dejaron ocultar, mientras todos nos miraban inquietantes. Nos paramos al mismo tiempo y no dirigimos hacia la puerta. Mientras en el fondo a alguien se le ocurrió decir “ya las cacharon” Ambas volteamos y el tipo solo se quedo serio y bajo la cara…

Allí estábamos, Lana y yo frente al escritorio del director, con mirada seria, amabas con la mirada seria, o quizá debería haber dicho, los tres.

-Lana y Romina, me ha llegado el rumor que ustedes dos estaban copulando en el baño de chicas.

-¿copulando? – dijo Lana con mirada de que rayos es eso.

-Si señorita, teniendo sexo, si les es mas familiar. – le aclaro el director.

-disculpe, ¿que dijo? Le repetí.

-como ya escucharon, me he enterado por una persona anónima que ustedes dos estaban haciendo sus cosas en el baño durante el recreo.

-Espere, déjeme adivinar, apuesto que esa persona anónima se llaman ¿Clara y Estefanía, su par de hijas chismosas? –si, ese par de chismosas estaban en todo, incluso inventaban tan una extravagante historia de la mas minúscula palabra. Lana me miró con cara de sorpresa al ver como le contestaba al director, no había sido la mejor forma, lo reconocía; pero mis ganas de decir  “chinguen su puta madre” estaba en la punta de mi lengua.

Y es graciosos, porque tal y como esa vez mi padre tuvo que sacarme de apuros. Claro que esa no fue la primera ni la última vez que nos cacharon haciendo de las nuestras, también paso en el laboratorio, los vestidores, detrás de las gradas…realmente no nos importo, como tampoco nos importo pasar a ser el chisme del momento. Al final de cuentas y con el tiempo todo el colegio se fue acostumbrando, nunca dejamos de ser las populares, de hecho, nos volvimos aun más. Incluso nos nombraron “Las Vegas” que hasta la fecha no me queda muy claro por que, pueden sacar sus propias conclusiones. EL caso es que cada vez que alguien se refería a Las Vegas, se referían a nosotras dos.

El tiempo empezó a trascurrir, incluso hasta conocí a los padres de Lana y el mío la conoció a ella. Pasamos por muchas cosas, altos, bajos. Cosas que suelen ocurrir en un común noviazgo, no les voy a aburrir contando porque quizá nunca acabaría, solo digamos simplemente todo parecía perfecto, y dije parecía por que, pasó eso de lo que tanto les he y a la vez no hablado. Un día después de casi 6 meses mi padre me envió un mensaje diciendo que necesitaba hablar, que era algo serio. Justamente mi padre había tenido problemas en su trabajo, así que supuse que lo habían despedido. Esa noche nos encontrábamos los cuatro tomando unos tragos en un bar cerca del centro, y los cuatro éramos Ryan, Juan, Lana y yo. Tan rápido como leí el mensaje me dependí de todos, y obviamente de mi novia, dándole como siempre un beso.

Todo lo que paso hasta terminar enfrente de mi padre hablando no es relevante, no, solo hasta la parte en que dijo:

“Hija, tenemos que mudarnos de España de nuevo, si no acepto el cambio perderé mi trabajo”

Tan rápido como escuché esas palabras, le mire fijamente a los ojos sin decir nada mientras sentía dentro de mi algo caliente que me quemaba el esófago.

PD. Perdonen haber tardado tanto, pero se me atravesaron unos asuntos. Quiero que sepan que esta no es la última parte, aun falta. Así como también quiero que sepan que no me voy a desaparecer así nada más, si llegó a salirme de aquí serán los primeros en enterarse, solo téngame paciencia. Como siempre espero sus comentarios que agradezco de todo corazón y obviamente nos estaremos leyendo. XOXO.

@Gladys_Di