miprimita.com

Una paja y un orgasmo con todas las de la ley

en Autosatisfacción

Hola a todos y todas, he notado que varias chicas me están leyendo muy curiosas de enterarse de todo lo que público, les doy la bienvenida a ellas, aclaro que soy Heterosexual, pero si alguna tiene dudas o quiere darme consejos o trucos, serán muy bien recibidos.

Hoy les voy a contar algo que me paso hace un par de semana atrás, espero hacer un relato entretenido y no aburrirlos creo que será mucho más corto que los anteriores, comenzaré recordando que en este momento estoy soltera y sin ningún compromiso, y aunque no salgo mucho no me he aburrido tanto, ya llevo cerca de un año sin pareja, y no lo niego a veces me hace falta, pero que le puedo hacer, (Como dato adicional les cuento que en este año de soledad han pasado dos experiencias muy interesantes que les narrare pronto), en fin, no me da ningún tipo de pudor admitir que soy una mujer muy fogosa, ardiente, que disfruta a plenitud del sexo, del “Arte de Desarreglar la Cama” como  suelo llamarlo jeje, y que me esmero por complacer en la medida de lo posible a mis amantes.

Ese día, como en tantos otros, me levante con unas ganas incontenibles de tener sexo salvaje y sin control, todo mi cuerpo ardía, oleadas de calor surcaban mi cuerpo, mis pezones estaban duros, y sentía como mi clítoris palpitaba acelerado bajo mi ropa interior, al levantarme y notar ese deseo irrefrenable, y sabiendo que no tenía tiempo para masturbarme, pues hice lo de siempre, abrir la ducha y recibir el agua fría  para tratar de “refrigerarme”, comencé a enjabonarme, deslice delicadamente la esponja de baño por todas partes, suave sin prisas, dejándome acariciar por la suavidad casi imperceptible de la espuma, cuidando de no dejar ningún espacio sin recorrer, imaginando unas fuertes manos masculinas, rodeándome desde atrás, apretando con deseo mis tetas, dejándome sentir su aliento tibio, y el calor de todo su cuerpo pegado al mío. Al parecer el baño no estaba funcionando y lejos de enfriarme aumentaba las ganas en mi, con suavidad deslicé la mano por mi conchita, sentí como me chuzaba finamente mis vellitos que comenzaban a salir, con el dedo recorrí mi rayita, aprecié como mi clítoris seguía palpitando, enorme, saliendo de su capullito, rogándome que lo estimulara, mis jugos impermeables, salían calientes y mas viscosos que de costumbre, estaba tan caliente, pero lástima se me estaba  haciendo tarde, apresuré el paso, y terminé de darme la ducha, que esta vez no logró su cometido y por el contrario solo alimento el deseo en mi.

El resto de día no fue tan diferente, mi gallito parecía tener vida propia, palpitaba acelerado como si el corazón ahora habitara entre mis “calzones”, con disimulo cruzaba las piernas y las apretaba lo más fuerte posible para tratar de frenar estos movimientos alocados, no veía la hora de llegar a casa y atenderme aunque fuera con los dedos, claro que tuve que esperar hasta bien entrada la noche. A eso de las ocho de la noche me senté frente al PC, para matar el tiempo, leí unos cuantos post de una chicas muy locas que se hacen llamar #LasPerversas, cinco mujeres de verdad que saben lo quieren, cuando lo quieren y como conseguirlo, las admiro de verdad, ese es el link del blog que les hablo, (http://realmenteperversas.blogspot.com/), cuando terminé de leer, busqué algún buen relato aquí, parecía ilógico pero quería estar aun más caliente, y la espera se hacía menos larga cuando repetía en mi calenturienta cabecita, que esa noche tendría un par de orgasmos  deliciosos.

Cuando todos se fueron a dormir, vi el camino despejado  busqué mis “instrumentos”, prepare todo como en un ritual de placer, busqué mi consolador morado (el cual guardo celosamente bajo llave), un poco de lubricante (aunque con lo mojada que estaba no lo necesitaría, o eso era lo que creía), y un espray de menta, que aumenta mi sensibilidad y me encanta como huele; dejé la PC encendida y me despojé de toda la ropa, quede desnuda, y aunque hacía un poco de frío no le di importancia.

Acostada y abierta de piernas en la cama, y con todo el tiempo del mundo para mí, comencé a frotar mis pezones con la sábana, sentía un hormigueo recorrer la aureola y terminar en la punta de mi pezón, erizándome, estremeciéndome; con calma, deslice la palma de la mano por el vientre, estaba fría y los vellos comenzaron a extenderse, sin detenerme llegué a mi conchita, estaba tan húmeda y dilatada que prácticamente mis dedos entraron  sin ninguna dificultad, cuando los tuve los mas adentro posible comencé a moverlos dentro, de un lado a otro, sintiendo las paredes esponjas de mi vagina contraerse ante cada movimiento, la sensación era deliciosa, sentía mariposas en el estómago, y el aíre se me cortaba, al sacar los dedos notaba como salía gran cantidad de jugos, no muy pegajosos, pero lubricaban perfectamente. Estuve así unos minutos más, pero mi panochita merecía y necesitaba algo más grande, tome el consolador, y una vez dentro, lo retorcí haciendo que girara, y me retorcí para dejarme llenar por completo del objeto, y cuando lo hube calentado con mi calor natural, comencé a follarme con ganas y gusto, lo metía y lo sacaba ágilmente, girando y contoneando mis caderas al ritmo que yo misma marcaba, no pensaba en nada, solo me dejaba llevar por lo que estaba sintiendo.

Saque fácilmente el consolador, y  rociando mis labios  con el espray de menta, me calenté mas, sentía esas cosquillitas indescriptibles que se sientes cual soplan tu vagina, y te provocan un mini orgasmo con el estímulo, mis labios vaginales y mi gallito estaban sintiendo esa sensación y respiración agitada lo demostraba, iba a tomar de nuevo el consolador, pero aprecié lo dilatada que estaba, y al ver el potecito del espray, quise probar con el; es un tarro bastante ancho, tanto que no me cabe en la boca (y eso que tengo una boca bastante “complaciente”), pero estaba tan acalorada que no me importo, estaba decidida, me recosté contra la baranda de la cama, y sentada sobre tres cojines, abrí lo mas que pude las piernas, llené el potecito de lubricante, y trate de introducirlo, pero como era de esperarse, no entraba, era lo bastante grueso como para no caber en mi cuevita, la sensación de intentar meterlo no me molestaba, aun no forzaba mi rajita, así que gracias a la sensibilidad que el mismo espray me provoca, estaba disfrutando, puse mas lubricante, ahora sobre mi chocho también, y lo intenté por segunda vez, esta vez, el empujón fue tan fuerte que venció la resistencia de mi entrada y el pote se abrió camino, unos dos o tres centímetros, y me dolió, pero nada del otro mundo, un dolorcito rico, morboso, que me hacía sentir como una puta golosa, y me encantaba, así estuve un ratito más, y luego lo empuje otro poco, creo que me comí unos  seis centímetros del dichoso espray, me azoté un poco las tetas con las manos, me estaba portando mal y debía castigarme jeje, como me enciende eso, y agarré el tarrito para meterlo y sacarlo, empecé a bombear y a estimularme el clítoris, estaba más loca que antes, me ahogaba al no poder gritar, contenía mis gemidos, estaba disfrutando; en uno de esos movimientos, el espray salió con presión de mi canal, y cuando apreté con fuerza el clítoris, un líquido salió de vagina, fue un gran chorro, que dejo toda la cama mojada, al comienzo me asusté un poco, pensé que era sangre, pero, cuando olí y lamí los restos de jugo que quedaron en mi mano, era solo eso jugos que salieron como si hubieran estado contenidos por mucho tiempo.

Estaba un poco aturdida no entendía muy bien lo que había pasado debido a la misma calentura del momento, pero lo que acababa de suceder me había gustado, quería mas, fue así que decidí sentarme en el suelo, para no seguir mojando la cama, me abrí de piernas tal cual lo había hecho antes y comencé a hacer círculos y a dar presión fuerte sobre mi gallito, sentía que más de estos incontenibles fluidos salían de mi chocho, no tan fuerte como antes, pero en gran cantidad.

Mi orgasmo estaba por llegar, abrí aun mas las piernas, y seguí frotando más y más fuerte mi clítoris, respirando con dificultad, mordiendo mis labios, desencajando la mandíbula, apretando los dientes, hasta que el orgasmo llego, y un nuevo chorro brotó de dentro de mí, mucho más grande que el anterior, me agité y contorsioné poseída por la bendita sensación de haber llegado a la cumbre de éxtasis, sentía que navegaba en un mar de sensaciones, ricas, caliente e indescriptibles, con el corazón a mil dí pequeñas palmaditas en mi concha, para prolongar la sensación de disfrute hasta que el júbilo llegó a su fin.

Me quede sentada con las piernas estiradas, tratando de aclarar y encontrar lógica a lo que había sucedido, nunca antes había tenido un orgasmo como ese, pensaba que desde muy chica (me masturbo hace aproximadamente  nueve años, y tengo 21 años, hagan cuentas jeje), y siempre termino mojada, de hecho mis jugos escurren hasta mi ano, o si estoy de pie se deslizan por mis muslos, pero tanto líquido jamás me había salido. Pensé en la posibilidad de haberme orinado, pero al encender la luz, y ver el charco que estaba en el suelo, vi, que no olía ni parecía orina, y al probarlos antes, tenían el sabor característico y el olor de mis jugos, pensé otro poco, aun no quería creer que lo que había pasado es lo que comúnmente se conoce como Squad (espero haberlo escrito bien) ó Eyaculación femenina, pensé que eso solo pasaba en las películas XXX, pero ahí estaba yo chorreando jugo a mares, con la cama húmeda y un gran charco en el piso.

Les dejaré la historia ahí, espero la disfruten, es mucho más corta que las anteriores, pido disculpas por eso, aun no me hago a la idea de que tuve una “Eyaculación”, capaz pudo ser otra cosa, ¿ustedes que piensan?

Después de eso me he seguido masturbando obvio, y si, me sale mucho jugo que deja mojada toda mi tanga y mi pijama, a veces un pequeño círculo de humedad en las sábanas de la cama, pero nada tan grande como lo que les acabo de narrar.

Los invito a leer mi anterior relato Trío Virtual con Cami y otra Amiguita.

Besos  Clandestinos a todos,

Pueden dejarme sus respuestas y todo lo que se les ocurra en mi e-mal personal

Ykitty.