Cuando empecé a escribir relatos recibí mails de muchos lectores en una u otra dirección, criticas, halagos, pero en especial nadie se creia
La medida de mi polla. Para ella facilite mi mail y envié fotos a quien dudaba, entre esas personas una muy especial me solicitó ver mi polla y después de enviarle fotos, mantenemos una relacion muy especial a muchos miles de Kms. de distancia pero los dos soñamos en como disfrutaríamos de maravillosos momentos y de hacer disfrutar a esa hembra tan preciosa con mi buena polla.
Hace unos días recibí estos mails de ella, que espero os guste:
“Me siento una privilegiada de ponértelo así, tan duro y fuerte, ahora todos los días pienso en hacer el amor contigo... anoche me acosté pensándote, incluso volví a soñar imagino que era una continuación de lo que me escribiste porque estábamos en la habitación de un hotel"
Yo estaba con un vestidito y tú con pantalón de tela y camisa, me serviste una copa de champagne y brindamos. Hablábamos y reíamos relajándonos y bebiéndonos la botella entera, bebí y dejé la copa en la mesa, me acerqué a ti y rodee tu cuello con mis brazos y bailamos música, tus manos se posaban en mis caderas bamboleantes, me acerqué a tus labios y los besé. Nuestras lenguas se encontraron y jugaban en nuestras bocas. Me di la vuelta y baile pegándote el culo a tu pene, ahora tus manos subían por mi vestido agarrándome las tetas, mientras yo con la cabeza girada suspiraba junto a tus labios. Me di la vuelta y agarré tu cara mientras te besaba. Una de mis manos desabrochaba los botones de su camisa, mientras la otra sentía crecer tu paquete mientras te lo agarraba y manoseaba. Tú me agarraste mi culo con fuerza y levantaste el vestido, con tus dedos hiciste a un lado la tanga y empezaste a rozar mi coño con las yemas de tus dedos. Nos besábamos apasionadamente e intentábamos desnudarnos a la vez, hasta que me apartaste de ti y te quitaste la camisa y volví a ver esos abdominales marcados, te acaricie ese fuerte pecho mientras me levantabas con tus brazos y me acercabas a la cama donde me dejaste, hasta que metiste tus manos entre mis piernas y bajaste mi tanga, mi coño ya estaba a tu disposición cuando me lo abriste con tus dedos. Metiste la lengua y luego subías, bajabas, girabas, te recreabas a tus anchas, mientras yo me retorcía intentando llegar con mis manos a tu cabeza. El calor se había apoderado de mí, gemía y chillaba intentándome quitar el sujetador y sacar mis tetas al aire porque me sentía ahogada con el calor que me provocaba tu lengua. Jugaste con mi clítoris y metías y sacabas sin parar tus dedos de mi coño, hasta que pusiste mis piernas sobre sus hombros y empezaste de nuevo a jugar con tu lengua. Me agarré fuerte a las sabanas mientras gemía y cuando volviste a meter tus dedos me corrí como nunca. Después quitaste mi vestido y sujetador y empezaste a lamer mis pezones un buen rato pasabas de uno a otro, luego escuché como desabrochabas tu pantalón y lo tiraba lejos de la cama junto con tus bóxer.
Te vi de rodillas sobre la cama, con tu polla totalmente erecta apuntando hacia mí, te acercaste con la polla entre una de sus manos y quedaste justo junto a mi cabeza, tenía esa polla a escasos centímetros de mis labios, estiré mi mano y al fin la agarré, notaba como palpitaba la sangre bajo sus venas, estaba como en tus fotos durísima y caliente, es magnifica! Hasta que empecé a pajearte mientras tu mano volvía a mi coño, movía mis caderas empujando mi coño a tus dedos, cuando giré mi cabeza y tu capullo quedó encima de mis labios... volvería a ser mía! Empecé a besársela y a mojártela con mi lengua, una vez más, deslizaba desde la punta hasta la base. De arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba sin parar de pajearte. Me detuve en el capullo, tragándome sus líquidos y haciendo círculos con mi lengua. Empujé con mi mano hacia abajo y tu pollón entró en mi boca, como tanto te gusta. Empecé a chupar el capullo lentamente, notando lo poderosa que es tu verga en mi húmeda boca.
Una de mis manos subía por tus abdominales y la otra estaba en mi coño, junto a la tuya. Poco a poco tu polla fue entrando más y más en mi boca, empujabas a la misma velocidad que yo chupaba, giraba mi cabeza empapándotela bien, tragándome tus líquidos, notando su calor, su presión, tenía los ojos cerrados, respiraba fuerte bien concentrada, muy excitada, tanto que conseguí tumbarte en la cama y seguí mamándotela sin parar, rápido, solo con mi boca. Te escuchaba gemir, te retorcía, tu polla entraba ardiendo en mi boca una y otra vez... me cooorrooo…agggggggg ahhhhh!! fué la ultima cosa que escuché antes de que mi boca y garganta se llenaran con tu deliciosa leche, te corriste como un toro y me llenaste la boca, seguí chupando hasta dejarte limpio.
Me levanté, te miré y me fui al baño pasó menos de un minuto cuando sentí tu mano en mi culo.
Me dijiste: “aún no hemos terminado” y eso volvió a calentarme....
Ay cariño, tú me encantas más!, prepara tu rico pollón porque mi sueño sigue...
Me diste vuelta y me besaste, me levantaste y me pusiste al costado del lavabo pegada a la pared, tu polla aún estaba dura tras correrte en mi boca, me abriste de piernas, las pusiste en tus hombros y me la metiste. Creo que mis gemidos (como dijiste tú) se escuchaban hasta los Andes. Empezaste empujando fuerte, moviéndote bien a un lado y a otro. A ratos me acercaba a ti y te besaba mientras tu polla seguía entrando y saliendo en mi coño. Yo no podía moverme bien porque estaba sentada y te decía que fueramos a la cama para estar mejor pero tú te negabas. El polvo estaba siendo espectacular!!! de vez en cuando te acercabas a lamerme los pezones, chuparme las tetas y a meterme un dedo en la boca, yo te lo chupaba tal como tu polla y te lo mordía sonriendo. De repente paraste, me hiciste bajar, me diste la vuelta, separaste las piernas y me la metiste de nuevo. Ahora sí, podía moverme mejor y empecé a empujar con mi culito hacia tu polla bien rápido y duro, eso hacia que me empapara bien. Te acercabas a mi y me decías cuanto me deseabas, que tu polla era solo mía, me agarrabas con cariño del pelo y de las tetas. En ese momento creo que ya me había corrido dos veces más. Cogíste mi pierna izquierda y la colocaste encima del lavabo para sujetarme mejor. Ahí es cuando empezaste a empujar muy fuerte, y ya no podía parar de gemir y gritar. De pronto noté que me habías metido un dedo en el culo sin avisar, cuando me quise dar cuenta ya me habías metido otro, seguías empujando y excitándome él ano. Yo no podía parar de gritar, me sujetaba con una mano al espejo y la otra la tenía en mi pecho derecho. De pronto paraste y noté la fuerza de tu duro pollón en mi ano. Empezaste a meterme el capullo, empujaste de a poco y me la metiste prácticamente entera en el culo... Aaaaaaagggggg!!!! dios mio que verga más rica, dura y fuerte!!!. Te acercaste a mi y seguías susurrandome al oído, me besaste antes de comenzar a follarme el culo. Lo hacías más lento. Yo me movía contigo bien despacio, a tu ritmo. Luego empezaste a darme fuerte. Me agarrabas del pelo y me empujabas hacia ti. Yo movía mi culo a los lados, así estuvimos mucho tiempo... Hasta que paramos y te dije que mi boca necesitaba tu polla, me arrodille y empecé a mamártela otra vez para humedecerla. Tomáste mi cabeza delicadamente y me follabas la boca lentamente. Me levantaste y otra vez me la metiste mientras me agarrabas del culo, seguías empujando y empujando. No parecías cansarte.... eras un semental, paraste de nuevo pasáste la polla por mi coño pero la metiste en el culo. Mis manos estaban por detrás de tu cabeza. Me metías los dedos en el coño y la polla en el culo. Estaba quedando afónica de chillar y gemir hasta que me corrí... dios que gozadaaa!!! Te arrodillaste y me comíste el coño como tú sabes hacerlo, ahora era mi turno de retribuirte todo el placer que me habías dado, me arrodillé, saqué la legua y me la golpeaste con tu polla. Puse mis manos en tu culo y me la comí hasta la base uhmmmmm que cosa más rica (adoro tu falo), sabes que te encanta la forma en que te la como, mis babas caían al suelo y tú te retocías, sabía que lo estabas disfrutando. Me levanté y me coloqué abierta con las piernas sobre el lavabo, me la metiste otra vez, esta vez más lento. Muy lento los dos nos movimos. Sé que estabas a punto de correrte y quería disfrutar un poco más. Seguíamos movíendonos, no queríamos que ese momento acabase... Me dijiste que ibas a correrte, estiré mi brazo y te abracé no quería que salieras de mi. Te dije que me llenaras el coño con tu leche caliente, empujaste más fuerte, ambos gemíamos y jadeabamos hasta que me llenaste el coño con tu leche. Te corríste como un animal porque cuando me la sacaste tu leche corria entre mis muslos. No nos quedaban fuerzas y me sujeté a ti. Nos tiramos sobre el suelo del baño agotados. Permanecimos ahí tirados un rato hasta que te levantaste y me llevaste en brazos a la cama...
Imaginate lo mojada que desperté gracias a ti y a tu polla Diablo, me vuelves loca!!!
La verdad es que me empalma como un toro leer todo aquello que a ella le gustaria hacer conmigo.
Preciosa gracias por ser como eres y espero que disfrutes de ver publicado este relato con los mails que tu me enviaste, espero que le guste a los lectores y que sepas que es merito tuyo preciosa y gracias por autorizarme a publicarlos.
Un besazo a todos los lectores.