Quiero empezar aclarando que no soy literato y menos que tenga aspiraciones a premio Nobel, por lo tanto, dejar la joda de si me explico de una u otra manera, estoy hasta los nenúfares, yo lo que quiero es hacer gozar a las buenas hembras y lo cuento para que disfrutéis de mis experiencias sexuales, si os apetece en caso contrario sois libre de no leer lo que escribo. ¿Ok?

Como os comenté en mi último relato había quedado con mi amiga Jenny, en la discoteca, era un secreto entre los dos, su familia no lo sabia.

Llegue a la una de la madrugada y me encontré con Héctor su marido, con el que mantengo una relación genial, me hace trabajos en mis cuadras.

Me invitó a acompañarle a su mesa, no sabia lo que habíamos hecho su mujer y yo y el se imaginaba que solo la había visto en la cafetería.

En la mesa, estaban Jenny, su hermano Víctor y Vanesa su mujer, por la discoteca estaban los tres chicos de la familia, la hija de Jenny y el chico y chica de su hermano.

Me senté a charlar con ellos, miré en varias ocasiones las piernas de Vanesa, es una mujer de 40 años, muy cuidada, morena, espectacular y como su cuñada con las tetas operadas, son enormes empalman a cualquiera.

Después de buen rato, y muchas copas comenzó la fiesta y baile con Jeny, varias veces mientras los demás estaban en la mesa, me puso a cien rozó su pelvis  con mi polla que se puso dura y me hablaba al oido poniéndome cachondo cuando me decía:

Ahora me arrodillaba, sacaba tu polla y te hacia una mamada, para que después me follases bien aquí uffff, estoy a cien.

Le contesté: Mira si quieres mañana por la tarde seguimos y lo disfrutas ¿te parece?

Si, pero tendría que ser a las tres porque a las cinco trabajo. Contestó.

Acepté su oferta y nos fuimos a la mesa. Al llegar los maridos estaban ya un poco perjudicados, sobre todo Víctor, que bebe muchísimo los días que sale según me explico Vanesa.

Estuve hablando hasta que Vanesa me tomó de la mano y me llevó a bailar la pista de la disco estaba a tope, nos metimos en un hueco que había en el fondo, cerca de una columna.

Apretar sus tetas me puso a mil, cada apretón mas calentón, ella notó enseguida mi polla, y en un par de ocasiones no dudo en comprobar muy disimuladamente si era mi polla empalmada lo que sentía.

Después de un buen rato de sobeo, aproveche para apretarla un poco bajando mis manos disimuladamente y que notase bien mi empalme.

En dos ocasiones me miró a los ojos y se sonrió, yo seguí intentado calentarla y sobándola, el momento era propicio porque parecíamos sardinas en lata apretones por todos los lados, hasta que le dije al oído:

Ufff, estas buenísima, me pusiste a mil, menudo estoy.

Vaya, vaya, ¿eso es lo que pienso?, jajajja lo noté, si lo noté, pero una pregunta ¿es tan grande? Preguntó.

Bueno, tócala. Le contesté mientras sujetaba su mano y la apoyaba en toda la polla bien dura. En medio de aquel gentío no se notaba nada.

Ella apretó y mantuvo un rato la mano, y me dice:

Dios mió, eso es enorme, y esta durísima, dios mió.

Pues si, pero ya ves tu estas casada y esta aquí tu marido, ya ves el te hará disfrutar esta noche. Dije.

Mira esta noche llega trompa a casa y otra noche más sin nada. Contestó.

Seguimos charlando y ella se rozaba de vez en cuando, notaba que se estaba calentando y yo no deje que apretarla e incluso apreté su culo en varias ocasiones.

Nos fuimos a la mesa, eran las cuatro y cuando llegamos estaba su hija y su sobrina allí, las conozco a las dos porque estuvieron montando a caballo en mis cuadras, lo que no sabia es que Sonia, estaba separada, sabia que tenia una niña pero no su divorcio, es una cria delgada de unos 23 años y una niña de 14 meses. Marta la hija de Jeny tiene 22 años y un medio noviete muy majo, se llama Alex.

Víctor estaba muy perjudicado y Héctor dijo que había que llevarlo a casa, porque terminaría mal la noche, se pone muy pesado.

Héctor también había bebido, por lo que me ofrecí a llevarlo yo, si aceptaba Vanesa, ella dijo que si, que era mejor irse, ya que el estaba muy pesado y antes de tener lio prefería  marchar.

Entre los dos lo metimos en el coche en la parte de atrás, ella se sentó a mi lado, al rato Víctor roncaba, ella se quejaba de que no podian salir porque el siempre hacia lo mismo.

Yo aproveche para coger su mano y decirle que tuviese paciencia, que no me parecía mala gente y que todos tenemos defectos. Ella agradeció mis palabras apretando la mano y pidiéndome perdón.

Llegamos a su casa y ayude a subir a Victor y tumbarlo sobre la cama, estaba sopa total, solo roncaba, ella aprovecho para descalzarlo y sacarle el pantalón, lo dejo con el jersey, y lo tapo con una manta.

Yo me iba a despedir, eran las cuatro y media y era hora de irse, no podía hacer otra cosa, hasta que ella me dijo:

Vaya, me traje las llaves del coche, es mejor si puedes se las lleves a mi cuñado para que ellos traigan el coche, no se las des a mi hija, es una loca y no quiero desgracias. Me entregaba dos llaves con un llavero.

Bueno, se las dejo a ellos.¿ Me permites ir al baño Vanesa?

Si, claro, ven. Me dijo mientras tomaba mi mano.

La segui, con aquel vestidito negro tan ajustado, con tacones medias uff todo negro menuda jaca, que ganas.

Pasé al baño y estuve a punto de hacerme una paja, estaba a cien, pero decidí salir para irme. Al salir ella estaba en la cocina, me acerque para despedirme y me dijo:

¿Te apetece un café?

Vale, algo rápido, ¿te parece? Contesté.

Me senté y ella preparó el café, pero me pilló mirándola y se sonrió

Me puso el café y se sentó frente a mi, pude ver sus piernas perfectamente, esta espectacular, es una jaca buenísima y menudas tetas.

Sin venir a cuento me pregunta.

¿Cuánto te mide la polla? Eso parece enorme, y eso que Víctor tiene buena polla

Mide unos 26 cmt y es bien gorda, dije.

Si se nota algo enorme, y muy dura. Comentó.

En ese momento pensé en aprovechar y le dije:

Si no estuviese en tu casa con tu marido ahí, te la enseñaba,¿ te gustaría? Pregunté.

Ella se levantó y me dijo:

Espera un segundo. Mientras salía de la cocina.

Yo me levanté y esperé pensaba que estaría haciendo, enseguida escuche de nuevo sus tacones, entró empujó la puerta un poco y me dijo:

Venga enséñamela que tenemos un rato, él duerme como una morsa.

Como estaba solté el cinturón y saque la polla bien dura del boxer.

Ella abrió los ojos y me dijo:

Dios es enorme, ¿me dejas tocarla?

No me dio tiempo a contestar y ya la sujeto en la mano, la atraje hacia mi y le di un morreo monumental, entrelazamos nuestras lenguas en un beso intenso, que hizo que nos calentásemos todavía más, mientras ella seguía con la polla en la mano y la masajeaba bien apretándola bien.

Mantuvimos esa posición mientras yo la besaba y apretaba su culo, pase a meter mano subiendo su vestido, ella me empujó apoyando mi culo en la mesa y se agacho para tener la polla a altura de su boca.

Comenzó a lamer mi polla de arriba abajo con delicadeza y maestría pero esa lengua caliente me ponía a cien y me hizo gemir, como iba recorriendo mi polla, mientras con su mano apretaba bien los huevos, me estaba dando mucho placer.

Comenzó a lamer mi capullo y a mojarlo con su saliva, yo aproveche para apretarle una teta con una mano y apoyar la otra en su cabeza, menudas tetas uffff, que duras y enormes, increíble. Estuve disfrutando de su mamada de lo lindo, me tragaba el capullo, chupaba, lamía gozaba de pasar su lengua por mi polla mientras con la otra mano me la masajeaba.

Deje un rato, para pasar a la acción, me saque el pantalón, abrí la camisa y la levante, besé su boca en un beso intenso de agradecimiento y la senté en la mesa para empujarla hacia atrás, levantar su vestido y meter la mano en su coño, separando la braga, pude ver sus pelitos negros muy recortados antes de meter mi cabeza entre sus piernas y comenzar a comerle muy bien el coño, recreándome en el clítoris mientras metía un dedo en su coño, seguí comiendo y empujando dedo y recorriendo su punto G con mi yema, mientras ella gemía, apretaba mi cabeza y levantaba la pelvis para facilitarme mejor la comida.

No aguanto mucho antes de notar como se ponía rígido su cuerpo como anuncio previo a su orgasmo, ella seguía jadeando y gimiendo, y yo aceleré el ritmo para sacarle la corrida que fue inmediata.

Aggg, hhhh,agggggag, ella apretaba sus labios para ensordecer la corrida, que fue bien larga, no deje de mover mi dedo hasta que se quedó quieta.

Levante mi cara y se fundió conmigo en un beso de agradecimiento, y me dijo:

Me encantó, quiero probar esa polla  bien dentro, siéntate. Mientras me indicaba la silla.

Me senté un poco adelantado en la silla para facilitar que ella se abriese las piernas y me cabalgase, metiendo la polla entre sus piernas y dirigiéndola hacia su coño recién corrido que estaba empapado.

Puso la polla en la entrada de su coño y apretó, aproveche para tirar de su culo y que mi polla penetrase el coño de aquella hembra tan salida,

No tarde mucho en sentir el calor y la humedad de la cueva, que gozada, ella empezó a decir:

Dios que maravilla, es enorme, es enorme, me gusta, me gusta ahhh, agg. Mientras subía y bajaba sobre mi polla metiéndose la mitad más o menos.

Yo empujaba mi pelvis para clavar mas la polla y tiraba de su culo, estaba viendo entrar mi pollon dentro de aquella hembra caliente, de repente decidí sacarle las tetas fuera del vestido.

Joder que tetones, me centre en magrearlos y chupar los pezones, ella echaba la cabeza para tras, en muestra de gozo, mientras seguía gimiendo y clavándose en mi polla que ya estaba muy dentro.

Comencé a hablarle para calentarla más : Goza, preciosa, goza, métela bien, clávatela bien, venga ,venga , me encanta estoy disfrutando…..

Ella gemía y decía :  Si me encanta, como me llena, si si , uffff me encanta me encanta tu pollon estoy llena, ahhh, así, así, así.

Estaba mi polla bien metida en aquel coño húmedo y se acercaba el segundo orgasmo de Vanesa, lo noté y aproveche para clavarla más hasta que no aguanto y se corrió entre gemidos y jadeos ahogados por evitar ruido en su casa, no fuese a despertar el carnudo de su marido.

Dejé que se repusiese de la corrida y la puse de pie, apoyada en la mesa, me coloque por detrás y le clave la polla de un tremendo empujón que la hizo gritar e incluso se movió la mesa.

Empecé a bombear y mis huevos golpeaban sus piernas estaba bien clavada, gozando con las piernas entreabiertas y cada vez notaba que tenia toda la polla bien dentro de aquella hembra caliente, mientras le magreaba las tetas, me estaba haciendo gozar de aquel polvo tan especial.

Seguí empujando en un bombeo rítmico que estaba haciendo gozar a Vanesa, pare un rato retire mi polla hasta dejar solo unos centímetros dentro y que mi capullo rozase su entrada de su coño caliente

Me puse a trabajar intensamente el mete y saca continuo para hacerla gozar mucho y que lograse una buena corrida, ya que yo estaba a punto de irme.

Estuve así como unos quince minutos, le daba ritmo y entre ese ritmo le daba una clavada que a ella la hacia gemir, estaba fallándome muy bien a aquella hembraza y no iba a aguantar mucho en correrme pero buscaba también otra corrida de ella y la verdad podía llegar de inmediato.

Estaba entrando y saliendo mientras los dos gemíamos y nos acercábamos a una corrida brutal, y no iba a dejar de llenar el coño de aquella hembra caliente, quería que sintiese el calor de mi leche llenando su coño.

No tardamos mucho los dos en corrernos yo penetrando tremendamente con mi ariete bien duro el coño hasta que no aguante la descarga y se confundieron nuestros gemidos en unos profundos jadeos que sonaron al unisono:

Agggg, agggg, ahhhhh, aggggg, ahhh, uffff, agggg

Aguante un rato clavado en aquel coño lleno de leche y me mantuve inmóvil un buen rato hasta que nos relajamos y saque mi polla que hizo un ruido como de descorche al salir, pufff, sonando como a celebración.

Nos acariciamos y besamos con cariño para colofón de aquel buen polvo y quedamos en que lo remitiríamos cuando ella quisiera.

Ella me dijo:

Me encantó muchísimo, quiero repetirlo cuando puedas, gracias amor.

Estoy a tu disposición, tu me dices cuando. Contesté.

Me mando esperar para ver como estaba su marido en la habitación y volvió diciéndome que dormía.

Me dio las llaves del coche y nos despedimos después de intercambiarnos los números de móvil. Me comprometí a llevar las llaves a la discoteca.

Cuando llegue a la disco eran las seis menos cuarto, pero aquello parecia empezar, me fui a buscar a Jeny para informarla de lo de las llaves y me dijo que se la diese a su sobrina.

Estuve un rato con las chicas y su noviete Alex, que estaba bastante bebido y disfrute un rato con ellos allí, hasta que decidimos irnos a desayunar a mi casa.

En casa tambien lo pasamos bien, especialmente yo.

Os lo contaré .

Un besazo a todos los lectores.