La mañana de 26, después del día de Navidad, como de costumbre cuando estoy en mi tierra, aproveche para ir un rato al pabellón de deportes.

A las diez de la mañana salí de disfrutar unos largos en la piscina, y me fui al spa, me sorprendió que estaba vacío, pensé, genial, voy a disfrutar una buena sauna y luego al jacuzzi un rato.

Llevaba media hora en el spa y entraron  dos mujeres, que también venían de la piscina con sus gorritos y pasaron a la ducha y se fueron al baño turco mientras yo estaba acostado sobre el banco caliente. Como no dejo de aprovechar la ocasión mire sus culos, y piernas, un par de jamonas bien trabajadas pero con sus añitos.

Me fui a la sauna de nuevo y un rato después salí para darme una ducha y una de las mujeres me saludo:

- Hola, Toti, cuantos años sin verte, ¿Qué es de tu vida?  .

- Vaya, perdona que no te reconociese antes, Maria José, si que ha pasado tiempo, vaya, yo estoy como siempre de un lado a otro y tú ¿Qué tal?, pregunté.

- Pues bien, aproveche la mañana, porque trabajo esta tarde y mi marido y el niño, se quedaron en casa de mis suegros, porque pasamos el fin de semana allí y me vuelvo el viernes a verlos, porque mi marido tiene vacaciones hasta el día 4  de enero y aprovecha para estar con los padres que ya estás un poco mayores. Comentó.

- Que bien, me alegro que estéis bien, tú estás guapísima como siempre, me alegro de verte de verdad. Dije.

- Esta es mi amiga Rocío. Presentándomela.

- Hola soy Toti, me alegro de conocerte, dije mientras le daba la mano y dos besos.

- Encantada de conocerte, pero Maria José a mi se me hace tarde, tengo que ir a recoger al niño, para llevarlo a casa de su amigo.

- Bueno, yo no tengo prisa, si no te importa, me quedo y hablamos por la noche, si te apetece tomamos algo. Dijo.

- Estupendo nos llamamos. Encantada, hasta luego. Se despidió Rocío.

Maria José y yo quedamos hablando, pero estábamos enfriando y decidimos meternos en el jacuzzi, el agua estaba genial, templadita.

Hablamos del tiempo en que ella comenzó a montar a caballo y recordamos los tonteos que teníamos los dos, la noche que nos enrollamos, ella me dijo que jamás le había vuelto a hacer algo así a su marido, que en aquel momento era todavía novio.

Aproveché para decirle:

-¿No me digas que tengo el privilegio de ser el único que estuvo contigo a parte de tu marido?

- Pues si, solo estuve contigo, con nadie más, bueno con mi marido desde jovencitos como sabes y ya son 24 años juntos, quince casados, ya ves.

-Vaya, vaya, espero que hayas disfrutado de tu experiencia conmigo, que fuese distinta. Dije.

-No me hagas hablar que me pongo colorada, no sabes las veces que pensé en ti y en aquellos momentos, me encantaron, fue distinto a todo y muy excitante, disfrute muchísimo. Comentó.

-Me alegro que te acuerdes y que hayas disfrutado mucho, por cierto esta muy guapa y te cuidas mucho, tienes un cuerpo precioso. Dije.

-Venga no seas zalamero, estoy ya en los 40, jajaj y una no está igual que con 24 o 25, ya sabes , me conservo bien pero no es lo mismo, tú si que estás espectacular, sigue en forma, no tienes una gota de grasa y sigues con los abdominales, me acuerdo siempre de ti cuando veo el anuncio de Davidoff, jajajaj, como estáis los dos, jajajaj. Comentó.

- Vaya, jajaj menuda comparación, el es modelo, yo un simple mortal, jajaja. Dije.

- Pero esos ojos que tienes no los tiene ese ni nadie, vaya ojazos, siguen hipnotizándome, ya ves. Afirmó ella.

- Anda ahora eres tu la zalamera, jajaja. Dije con carita de pillo, mientras rozaba intencionadamente su pierna con la mía. Ella no solo no separó la suya sino que apretó, estábamos solos y controlábamos la puerta perfectamente.

Seguimos hablando de lo bien que lo habíamos pasado y ella recordaba sus preocupaciones por sentirse culpable, pasado un tiempo, se arrepentía de no haberlo aprovechado más, porque fueron tres veces, solo. Yo seguía rozando su pierna y con mi mano acaricie sus riñones bajo el agua, mientras le decía:

-Pues no veas las veces que pensé en ti y las que me desahogué pensando en tu cuerpo y en tus increíbles tetas, jajaja.

- Vaya, vaya, no me digas, pues yo me hice unos cuantos miles de dedos pensando en el pollon que tienes es mas del doble de mi marido, ya ves, estamos igual. Dijo.

- Pues no veas como está ahora, ya esta empinado, me pones a cien, mira. Le dije mientras cogía su mano y la ponía sobre mi bañador, que dejaba bien marcado con mi polla dura.

Ella la toco, apretó y me dijo:

-Dios mío eso es enorme, no la recordaba tan grande. Y separó la mano.

Volví a cogerle la mano y bajé mi bañador un poco con la otra y le dije:

-Mira que dura y que bien está.

Esta vez ella miró a la puerta y se puso un poco alerta, y dijo:

-Dios mío, esta enorme, es muy gorda, vaya. Me la estaba meneando mientras hablaba.

Yo aproveche para meter mi mano derecha entre sus piernas y rozar su coño sobre su bañador, lo hice con delicadeza, ella seguía mirando la puerta y frotando mi polla, y yo aparte como pude su prenda para rozar el coño y meter un poco el dedo, no dijo nada estaba rígida pero me dejaba hacer, hasta metí un poco el dedo dentro y estaba caliente.

 Le dije al oído:

-Te apetece venir a casa y tomamos un café allí y si quieres seguimos.

-No, no vamos a tu casa, prefiero ir a la mía, es más cerca y si llama mi marido le cojo el teléfono, ¿te importa? Preguntó.

-Para nada, si estas más tranquila. Contesté.

-Pero antes quiero hacer una cosa que me apetece muchísimo, ven. Dijo

Salimos del agua y la seguí, tomó su toalla, yo la mía y la seguí, entramos en la sauna, que no estaba excesivamente caliente.

Me dijo:

-Siempre tuve ganas de follar aquí en la sauna, siempre que estoy sola me apoyo en la puerta y me toco, me pone a cien y me hace ilusión que me folles bien aquí, haber si tenemos suerte y no viene nadie. Te pones mirando al cristal, por si entra alguien en el spa y mientras me dejas que te coma la polla.

-Vale, dije.

Me apoye en la puerta de lado para dejar buen acceso de ella a mi polla, que saco de inmediato de mi bañador y me dijo:

-Dios estas empalmadísimo, es enorme, esta mas grande que antes.

- Esta como siempre. Comenté.

Comenzó a comerme la polla con delicadeza, pasándome la lengua por los huevos y a lo largo de la polla, me ponía a cien, ella inclinada y en la sauna me parecía increíble, estaba disfrutando.

Ella seguía con la comida tragando el capullo y mirándome a los ojos mientras yo con un ojo veía que no llegase nadie y con la mano apretaba su cabeza para que tragase mi verga bien dura.

Estuvimos un buen rato así, gracias a dios que no entró nadie, y le dije:

-Ven cambiamos, vigila tu y yo te como el coño. Mientras la levantaba.

Ella se apoyo en la puerta y con la vista puesta en el cristal, yo le separe el bañador y metí mi mano para acariciar su coño, que estaba ya empapado.

Tire un poco de ella para atrás me coloque y empecé a pasarle la lengua por el coño y las nalgas, me recree comiéndole el coño mientras con la otra mano le magreaba las tetas, ella se iba calentando y podía sentir como se aceleraba su respiración y gemía. Le dije:

-Si viene alguien me apartas y listo.

-Tu sigue, yo estoy atenta, sigue cómeme. Dijo.

Seguí comiéndole el coño y con un dedo acariciándole el clítoris para ponerla a cien, estuve un buen rato lamiendo y ella jadeando y abriendo bien las piernas para facilitarme la comida. Un rato después me levanté y le dije:

Te la voy a clavar, estas muy caliente y quiero que te corras , avísame si viene alguien.

Venga, métemela, fóllame, ya estoy yo atenta, venga fóllame. Ordenó.

Acerque mi polla a la entrada caliente de aquel coño para perforarlo de un empujón que le dio un poco de dolor pero no me dejó parar , empecé a bombear aquel coño con potencia y si parar.

Agarré las tetas y las caderas con una y otra mano mientras no dejaba de empujar para que ella llegase a su primera corrida, no aguanto, echo para atrás su culo para que mi polla entrase bien y la corrida llegó:

Me corro, me corrooooo, me corrooooooo, ahhhhh, agggggg,ahhhhh,aggg, aggg, uffff, me corroooooo, ahhhh, ahhhhh, agggg.

Esperé un rato  para que se recuperase y me salí, nos quedamos los dos en la sauna un ratito estábamos sudando, salimos y nos fuimos a duchar, pro supuesto cada cual en su espacio y salimos un rato a la zona de relax, ella me dijo:

-Yo no tengo que trabajar hasta las tres, vienes a mi casa, aparca en el lateral y me das veinte minutos y llamas al portero.

-Estupendo, yo me voy a vestir y me voy tranquilamente, por cierto preciosa, ya sabes que me gusta verte sexy, jajaja.

-No cambias ni en mil años, veré lo que hago, jajaja. No tardes.

Me vestí, cogí el coche y me coloque por el lateral de su casa, es una casa en una zona tranquila donde hay pocos vecinos.

Esperé un rato y llamé al portero, me abrió sin preguntar, pasé al jardín y me fui a  la puerta de la vivienda, estaba entreabierta, pasé y escuché:

-Pasa, estoy aquí en mi dormitorio.

- Voy, dije mientras me dirigía a su habitación.

Ella estaba cogiendo la media con una tira de los ligueros, llevaba puesto un conjunto muy sexy de color blanco me acerque la sujete por detrás y comencé a besarle el cuello, metiendo mano acariciando su cuerpo y sus tetas. Estuve un rato en esa posición hasta que le di la vuelta y nos besamos intensamente, cuanto tiempo sin sentir esos labios, hasta que nos dejamos  caer sobre la cama, entonces ella me corta y me dice:

-Voy a llamar a mi suegra y quiero que mientras hablo me comas el coño.

-¿Y eso? Pregunté-

.Esta noche te lo cuento, quiero que te vengas a casa, cenamos y te cuento.

Ella marcó y yo me puse entre sus piernas para comenzar a comerle el coño, mientras hablaba, pude escuchar como le preguntaba a su suegra por donde estaba su hijo y su nieto, según repetía, se habían ido a hacer bici por las afueras del pueblo.

Ella siguió hablando con su suegra mientras le comía el coño y le metía la lengua en su coño y le golpeaba el clítoris con intensidad, mientras ella apretaba mi cabeza y le decía cosas a su suegra, hasta que unos diez minutos después se despidió, tiempo en el que yo estuve aplicándome en comerle el coño muy bien.

Me paró y me dijo:

-Ven quiero desnudarte y que me folles bien, tenemos un par de horas y quiero disfrutar de este monstruo.  Mientras me tiraba de la polla que ya tenia fuera.

Me ayudo a desnudarme y sentada en la cama me comió la polla bien, recreándose en mis huevos lamiendo y tragando el capullo mientras con la otra mano me acariciaba los huevos y me acercaba el dedo al culo.

Estuvimos un rato en esa posición, que yo aproveche para meterle un dedo en su coño caliente y masajearle la vulva por fuera, estaba salidísima, lo comprendo luego me confesó que su marido estaba muy estresado y no tenia ganas nunca.

Un rato después me dijo:

-Espera cojo un juguetito y tu estírate en la cama.

Obedecí y ella cogió un consolador de buen tamaño de los que estimulan el clítoris al mismo tiempo y se colocó sobre mi cara para que le comiese el coño de nuevo, cosa que hice mientras miraba sus tetas que estaba sacando del sostén.

Se salió de encima, se dio la vuelta y comenzó a jugar con mi polla, se sentó sobre ella y se la fue metiendo poco a poco mientras decía:

-Menuda polla, como la siento, uffff, quiero que me folles el culo con el consolador, venga, por favor, hazme gozar, dame durooooo.

Le empecé metiendo un dedo en su culo mientras ella echada hacia delante me cabalgaba de lo lindo, como gozaba, gemía, apretaba con fuerza para meter la polla todo lo que podía en su coño. Le fui abriendo el culo poco a poco hasta que le acerque la punta del consolador y la metí poco a poco, seguía galopándome y me dejé llevar, hasta que me di cuenta que tenia bien clavado el consolador en aquel precioso trasero, ella gemía y hablaba:

-Si, asi, clávame, clávame bien, dame duro, que ganas, ufff, que bien me follas, como me follas, aggg, uffff. Si, si, si, dios que polla, si, sigue, sigue

Ufff, ahhh, aggg. Me voy a correr sigue, sigue.

Yo no me quedaba atrás me estaba tirando a aquella hembra caliente y quería hacerla gozar como nunca y yo también iba a tener una señora corrida.

-Goza, goza, ¿te gusta, eh? ¿ mas que con tu marido? Venga, venga córrete preciosa, córrete que te voy a llenar de leche, así, así, así. Dije

- Si me gusta, me gusta tu polla, me encanta, no pares que me corro, me corroooo, ahhhh, ahhhh, aggggg,aggggg. Se estaba convulsionando y corriéndose como una perra en celo, se quedaba en blanco.

No aguante, entre jadeos, espasmos y demás no aguante, le dije:

Me corro , te voy a llenar de leche, así, asi ,asi, ahhhhh, agggg,agggg, ahhh, aggggg, aggggg.

Si lléname, lléname, me gusta, uffff, que caliente, así, así, córrete bien, suelta todo mi vida , así , así dios que gozada. Ahhhh,agggg,ahhhh.

Nos relajamos un rato y me dí una ducha, mientras ella me decía:

-Quiero que esta noche vengas a dormir conmigo, sobre las doce te acercas y me apetece repetir un buen polvo, menudas corridas me di, quiero una noche de folleteo total, y ya sabes hasta el viernes no me voy al pueblo, quiero que goces conmigo todo lo que desees.

-Cuenta con ello, yo estoy solo, ¿si quieres traigo algo y cenamos?. Dije.

-Vale, ya sabes yo termino a las once pero hasta las doce menos cuarto no llegó, si no te importa esperar cenamos juntos. Contestó.

- Estupendo aquí estaré para que me cenes, jajajaj. Dije.

- Te comeré enterito, veras, que ganas tengo de tener una noche contigo.

Nos despedimos y quedamos para la noche, que por cierto fue genial.

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