Os conté en el relato: Ayude a una pareja andaluza/1 todas las peripecias de un viaje a Venecia que me hizo vivir un buen fin de semana de la Constitución.

Sigo con el relato en esta segunda parte:

Tomás estaba reventado después de tres corridas no podía más, yo solo me había corrido una vez y ya estaba empalmado porque se encargó Carmen de chuparnos la polla en la ducha, y aunque la follé y ella se corrió yo estaba nuevo, para empezar.

Después de salir de la ducha, secarnos, nos tomamos las últimas gotas de champán, que quedaban y me invitaron a acostarme con ellos, todavía eran las dos de la mañana y podía echarle otro polvo a aquella buena hembra aunque su marido quisiese descansar, nos dijo que no le importaba.

Carmen se puso un picardías blanco de encaje y se metió en cama con un pequeño tanguita, a su izquierda se acostó Tomas y yo a su derecha, para iniciar el juego, ella apagó la luz. Se coloco mirando a su marido, se abrazaron y se besaban, yo estaba boca arriba hasta que noté la mano de Carmen tirando de mí, con lo cual me di media vuelta y la abracé por detrás  ella levanto la pierna un poco y metí mi polla en medio, ya estaba empalmado y bien duro. Note como acariciaba la polla del marido y metía la mano para acariciar la mía, estuvo así un rato bueno hasta que la cosa se puso mejor, saque la polla y bajé muy despacio debajo de la ropa para poder comenzar a comerle los pies y subir muy lentamente hasta su coño con tranquilidad delicadeza y sin prisas, quería ponerla muy cachonda y follarla muy tranquilo para que gozase muchísimo.

Subí poco a poco, recorriendo cada centímetro con mi lengua y suaves caricias hasta que llegué a los muslos interiores, respondió de inmediato abriéndose de patas y permitiéndome llegar a su monte de Venus que acaricie y lamí con delicadeza, jugando con mi lengua en sus labios vaginales mientras con dos dedos separaba sus pelitos negros. Poco a poco fui ganando la posición y metí mi lengua en su coño en busca del clítoris, el silencio era total, lamí el coño de abajo arriba, y viceversa, me paré en el perineo y se lo golpee con fuerza, noté que le gustaba y era nuevo para ella, estuve un buen rato e incluso le metí un poco de dedo en el culo y no protestó, seguí lamiendo hasta que me fui a por el clítoris, por fin iba a conocer el botón de aquel coño tan estrecho y rico que me había follado hacia un rato. Me sorprendió un clítoris de muy buen tamaño, de un centímetro mas o menos y bien redondo, genial para comerlo y chuparlo con delicadeza , golpeándolo con la punta de la lengua y hacer gozar a esa hembra tan caliente de una comida como jamás había vivido, y en ello me aplique un buen rato, ella apretaba mi cabeza entre sus piernas, las separaba y empujaba el culo hacia arriba para que llegase bien a todas las partes de su coño que me encargue de saborear haciéndola gozar. Al rato aceleró la respiración y unos segundos después me empujó la cabeza, paré y subí a la almohada. Nos fundimos en un abrazo con besos intensos y profundos que me encantaron, aquella hembra sabia a gloria, que enormes tetas estaban rozando mi pecho y mientras ella abrió las piernas y metió la polla en medio, mientras seguíamos  besándonos con caricias en la espalda, el cuello y muy relajados. Tomas nos daba el culo y dormía o se hacia el dormido, nosotros seguimos besándonos y acariciándonos como unos adolescentes, hasta que ella me dijo al oído:

-Hacemos un 69, me encanta como me comes, eres un maestro nunca sentí eso con tanta delicadeza, pero a mi me encanta sentir esa polla en mi boca y apretártela con mis manos.

-Si claro, te pones tu encima y así estas más cómoda, le dije muy bajito.

Tapó a su marido y yo me coloque hacia abajo y ella colocó su coño en mi boca y se echo hacia delante para comerme la polla, estuvimos disfrutando de aquella posición, ella con su lengua recorría mi polla de arriba hasta los huevos que chupaba con delicadeza, estaban depiladitos y los lamía una y otra vez, menuda mamada me estaba dando aquella hembra mientras yo le lamía y chupaba el clítoris tirando de él con mis labios, se abría bien de piernas, mientras le metía un dedo en el culo y le lamía el coño muy bien.

Me tranquilice a pesar de lo genial de la mamada para aguantar la corrida, estaba gozando y ella también me apretaba el coño sobre mi cara, y se abría más, y se mojaba un montón, estaba sabrosísimo.

Estuvimos así un buen rato hasta que ella se levantó y se dio la vuelta y me dijo muy bajito:

-         Me voy a colocar encima y me la meto, me apetece mucho y ¿a ti?

-         A mi también, me encanta tenerla dentro. Contesté.

Se colocó encima y con su mano dirigió la polla hacia su coño , entró muy despacio hasta que llegó al fondo, ella jadeaba y nos besábamos mientras yo magreaba sus tremendas tetas, que gozada, aquellos tetones enormes colgados sobre mi cara, le comí los pezones, lamí las tetazas, volvimos a besarnos y ella movía con delicadeza su cadera para gozar de toda mi polla dentro, hasta que apretó su pelvis contra mi, puso su boca en mis labios sacamos nuestras lenguas para rozarlas y frotarlas entre si, mientras que notaba como ella mantenía sus gemidos y se convulsionaba en una buena corrida. lenta e intensa, que la dejó exhausta y se quedó recuperándose sobre mi pecho, yo me mantuve empalmado y dentro sin moverse, mientras la besaba, la acariciaba y le decía cosas bonitas al oído.

Tomas no daba señales de vida, dormía o se hacía el dormido.

Yo quería correrme de nuevo en aquel chocho, y se lo dije.

Cambiamos de posición, ella se sentó sobre mi polla y apoyo sus manos en el cabecero mientras me ofrecía su culo y se clavaba la polla en el coño y se movía despacio, aproveche para meterle poco a poco un dedo en el culo, le encantaba, se lo pregunté muy bajito y me dijo que sí.

Estuvimos follando un buen rato hasta que no aguante más y me corrí dentro de su coño, con potencia y  abundancia, esa leche caliente hizo su trabajo y ella se abrió más de piernas para clavarse mas a dentro la polla y correrse de nuevo, se mordió el labio y contenía sus gemidos. Estuvimos un rato hasta que mi polla bajo y salió de encima, nos besamos y acariciamos un rato y después de hablar decidí dejarles tranquilos y que descansasen, eran la tres y media de la mañana. Me fui a mi habitación, me duche de nuevo y a dormir.

Estaba en la fase REM del sueño, sin moverme, de repente escucho golpecillos en la puerta, no era la limpieza, puesto que había dejado el NO MOLESTAR, me levante, me desperecé y me dirigí a la puerta, entreabrí y era Carmen, me dijo:

-Puedo pasar, perdona por despertarte, pero son las diez, y creí que estabas despierto, ¿A que hora te vas? .

- Hasta las dos no me voy comemos a las tres que es cuando llega mi amigo de viaje.

Ya estaba sentada en mi cama y yo tumbado.

Se acerco a mí y me dijo:

-Toti, esta noche fue la mejor de mi vida, jamás me imagine que me correría tantas veces, la verdad es que tu polla es enorme y me encanta.

Bueno con tu lengua vi el cielo. Me gusto mucho que además a Tomas le gustase, me lo dijo mientras desayunamos y le dije que subía a despertarte y si te apetece echamos un polvo.

No lo dude, tire de ella hacia mí y nos besamos, le comí el cuello, la desnude y le comí las tetas, metí mano a su coño y estaba mojadísimo.

De repente paré y le pregunté:

-¿Sabe Tomas que vienes a echar un polvo conmigo?

-Claro, que si, me estuvo calentando durante el desayuno hablamos de tu polla, de cómo me entraba y también  que quiero una doble penetración esta noche si quieres. Contestó.

-Si claro, vuelvo a eso de las nueve y si queréis podemos organizar algo, se que os vais mañana a mediodía. Le dije, mientras que la estaba desnudando para poder comerle el coño.

Ella me comía a besos, me decía:

- Quiero que me folles muy fuerte y que me la metas toda dentro, me encanta verla tan dura y enorme.

 Eso está hecho vas a gozar mucho y quiero que disfrutes si cortarte. Dije.

Saque mi polla ya lista para metérsela en la boca y hacer un 69 con ella, estuve comiéndole el coño hasta que se corrió como una cerda, jadeaba, gemía, me decía:

-         Pídeme lo que quieras, ufff, quiero que me folles, siempre que puedas, soy tuya , ahhhahhhhahhhh, me corro , me corroooooooooo, ahhhhhhhahhhh, agggggggg, aggggggggg, mmmmmmmmmm.

Mientras mi lengua y labios seguían lamiendo y mi dedo no dejaba el culo tranquilo, daba gusto ver correr a esa hembra, y esperé a que se relajase para ponerla con las piernas abiertas en la esquina de la cama, y poder abrirla bien y que ella dirigiese la polla con su mano y además que viese mi cara y me mirase a los ojos mientras la clavaba.

Ella se colocó y empecé a meter polla en aquel coñito y  a empujar para que lo sintiese bien duro y potente, ella gemía, a medida que la perforaba el coño, le abría las piernas mucho para hacer mas sensible su coño a mis empujones, la tuve un buen rato disfrutando de mis clavadas, mientras que ella gemía, mordía su labio inferior y no apartaba la vista de mi polla entrando y saliendo, porque se apoyaba en sus codos, yo disfrutaba del vaivén de tetas, que rebotaban a cada empujón que daba en el agujero. Era un espectáculo espléndido, podía estar así toda la vida, deseaba que el tiempo se ralentizase y poder follarme aquella hembra por los siglos de los siglos, no podéis imaginaros que buena esta, tetones, buenas caderas y carnes prietas de mucho gimnasio y cuidados.

Ella estaba llegando al orgasmo y decidí clavarla por detrás se que le encanta esta posición y la puse mirando a Croacia, uffff, que maravilla de culo que bien la gozaba a cada empujón de mi polla, ella pedía más,  más y creerme fui acelerando el ritmo y clavando más mis 26 cmts si contemplaciones, cosa que ella agradecía y me lo demostró cuando me dijo:

-         No pares, no pares, voy a correrme, voy a correrme ahh, ahhh.

-         Córrete, quiero que te corras y grites de placer, te la clavo toda, mira toma, toma, ahhh, toma, toma uffff. Dije mientras apretaba duro sus caderas y le clavaba la polla hasta bien dentro, uffff como me encantaba lo apretado, genial.

-         Si, si, si,si, me corrooooooooo, ahhhhhhhhhhhh, cabrón,  como me follas, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, agggggggggg, aggggggg ufffff, no pares, dame, dame, follame, ahhhhhh ahhhhh, aggggg, agggggg,

Se quedo exhausta de la tremenda corrida que había tenido, mientras yo la acariciaba la espalda, las tetas por sus laterales, y despacito mantenía el ritmo de mi polla en su coño para que gozase sus últimas convulsiones de la corrida.

Saque la polla del coño y deje que cayese sobre la cama y me puse a su lado, la bese, la acaricié y deje que volviese a estar relajada para ello, no pare de besarla y acariciarla todo el rato, ella me dijo:

-         Dios mío es una gozada estar contigo, me follas como nadie y además me haces sentir genial nunca sentí algo así ni con Tomás, bueno yo no tengo experiencia solo había salido con un chico en mi adolescencia y a los veinte años ya me casé con él, y siempre tuvimos buena relación y nunca le puse los cuernos, pero me encantaría que de vez en cuando vinieses a vernos, vivimos solos en una casa, o si no puedes vamos nosotros a verte a Madrid, incluso podemos ir en el AVE.

-         Genial, nos vemos cuando queráis, a mi me gustas mucho y me encantaría tener una relación de amistad muy larga con vosotros y por supuesto que sepas que cuando quieras me tienes para disfrutar e incluso me puedes llamar cuando te apetezca. Dije.

 Me soltó un morreo increíble, que me puso a mil por hora, y luego me dice:

-         Quiero que te tumbes en la cama y este quietecito, ahora me toca a mí hacer un buen trabajo.

Obedecí quedándome quieto y ella se puso de rodillas sobre la cama y comenzó a lamer y a acariciar mi cuerpo desde los pies hasta mi polla, que seguía tiesa, pensé: “Menuda hembra loba tiene Tomás, este no aguanta el ritmo, no me extraña”. En ese momento mis pensamientos se esfumaron , la lengua de Carmen estaba recorriendo el escroto de mis huevos, suavemente, golpeando poco a poco, hasta que empezó a subir recorriendo mi polla con la lengua una y otra vez, hasta que metió el capullo en su boca y la chupaba como un caramelo de palo, incluso golpeó con su lengua la conexión de mi frenillo, ufffffffffff, genial el trabajito que me estaba haciendo. Mi polla estaba que reventaba y ella no permitió que la acariciase, se harto de comerme la polla, el perineo e incluso colocó la yema de su dedo presionando el agujero de mi culo, me encantaba, estaba disfrutando una mamada de especialista y además aplicada.

Luego  subió besando  mis abdominales, mi pecho, mis pezones, mi cuello y se detuvo a lamer mis labios, todo ello sin dejar de masajear mi polla con su mano, estaba en la gloria, debí estar recibiendo aquel placer unos veinte minutos, me dijo al oido:

-         Te gusto mi regalito, es lo menos que mereces, y ahora te voy a follar subiendo encima de esta polla que quiero que entre hasta el útero, verás como gozas.

-         Gracias Carmen, me encanta eres una diosa, follame, follame, soy tuyo. Dije.

En un rato estaba galopando mi polla como una amazona del oeste y sus tetas saltaban en cada caída para clavar mi polla bien dentro, incluso se levanto poniéndose de cuclillas sobre mi polla mientras miraba como mi polla taladraba a aquella hembraza, exuberante y salida, como me gustaba el polvo, una gozada.

Estuvimos un buen rato follando y ella me metía un dedo en la boca, cosa que yo también hacía con ella, y le magreaba los tetones, era un morbo total , yo no paraba de decirle lo buena que estaba, que me encantaba que me follase, que se clavase bien mi polla, que gozase, ufffffffffff, le decía de todo, menuda pasada el polvo.

Carmen empezó a cambiar de cara y a clavarse más en la polla, echo la cabeza hacia atrás y sin decir nada, yo sabia que le venia otra corrida genial que la iba a dejar bien, y no me equivoque, agarré sus caderas y empecé a subir mi pelvis para que mi polla la clavase bien y notaba que estaba golpeando el fondo, estaba a mil.

Ella me dijo:

-Me voy a correr, no pares, no pares, me corrooooo, aggggggggggagggggggg,ahhhhhhhhhhh,ahhhhhhhhhhhahhhhhhhhh, dios que corrida, increíble, increíble….uffffmmmmm. Decía mientras se dejó caer sobre mi pecho, estaba excitada y jadeaba, su respiración era muy fuerte, se había corrido de lo lindo y todavía se convulsionaba.

Me quedé quieto con la polla en su coño, mientras ella se recuperaba y poco a poco se iba recuperando y me besaba, me abrazaba, volvía a besarme, así una y otra vez, hasta que me dijo:

-Quiero que te corras, tu, no puedes ir así por ahí, jajajaj, con este empalme.

Bueno pues es fácil me haces una cubana y listo, veras como me corro. Dije.

-¿Cómo una cubana? ¿Qué es eso? Preguntó.

-Anda ¿nunca te hecho Tomás un polvo entre tus tetas?. Le pregunté.

-No, nunca, como es eso. Me dijo.

-Pues vas a hacerlo ahora, estírate. Le ordené.

Me puse de rodillas colocando su pecho en medio, levante un poco una pierna y coloque mi polla apretando sus tetas a mi polla, e intentando que llegase a su boca, para que la chupase y le pasase su lengua.

La verdad que yo no estaba para aguantar mucho porque su última corrida me había puesto al límite y además me daba un morbo tremendo la imagen que veía, aquella preciosidad apretando mi polla con sus tetas y su lengua golpeando y lamiendo mi capullo, maravilla chicos.

La cubana era de campeonato, la mejor de mi vida, y al rato no aguante más y le dije:

Carmen me voy a correr, cierra la boca por si no aguanto.

-         De eso nada, la quiero toda dentro, lléname de leche, venga, goza….Dijo.

No hace falta deciros que solté leche para  abastecer el banco de semen por un mes, lo tragaba como una perra en celo mientras lamía el capullo de mi polla sin parar, os confieso una cosa : Fue la mejor corrida que eche en una boca en todas las experiencias vividas, fue increíble, quedé pallá, pallá……uff, menudo desayuno………Carmen esta buenísima y como desayuno, comida y cena no tiene precio.

Nos fuimos a duchar,nos vestimos y ella se despidió , dandome dos besazos increible y recordandome que me esperaba para la noche, y fue a contarle a su marido lo que habíamos hecho y que yo había aceptado acostarme con ellos de nuevo esa noche y follarle entre los dos el coño y el culo en una buenísima doble penetración, que la hizo gozar mucho. Os la cuento en el siguiente relato.