Llevo tiempo sin escribir un relato, os pido disculpas a los que me seguís.

 Está muy difícil todo, la crisis nos hace puré y debemos reinventarnos cada día y creerme, no es fácil y nos exige echarle muchas horas, pero recordar:

“La sociedad repite errores, pero aunque actúe tarde se reorganiza y aplica soluciones individuales que dan fruto colectivo”, lo llevamos haciendo 40.000 años sobre este planeta, tener esperanza y si aprendemos de esto saldremos reforzados, nuestros padres fueron hijos de una  generación que vivió guerras y dificultades,  pudieron salir y  educarnos.

Os voy a contar lo sucedido el fin de semana largo de la Constitución.

No pude disfrutar el puente en España, un nuevo cliente en otro país solicito una auditoria de seguridad para su compañía aérea y solo disponía de seis días para analizar la situación y tres para preparar el informe.

Esto me llevó a  Venecia, a donde llegué el miércoles 5, para dirigirme al hotel que me tenían reservado el Bauers Palladio, en una preciosa y romántica zona  de la ciudad. Había tomado tierra en el Aeropuerto Marco Polo y me dirigí al mostrador para comprar el ticket del bus que me llevaría a la Piazzeta di Roma y desde allí tomar el ferry 1, a San Marco. Conozco bien este recorrido porque en muchas ocasiones me invito mi amigo Renzo a pasar unos días en casa de sus padres, a los que pasé a visitar.

Cuando llegué al mostrador estaba una pareja preguntando al empleado como ir al hotel Bauers, y no entendían bien como hacer el recorrido final, discutían en español, con acento muy andaluz, discrepaban entre ellos y me apresuré a preguntar:

- Perdón, ¿puedo ayudarles?

Ella se volvió y me miró, él me dijo:

-Se lo agradecemos, queremos ir al hotel y no sabemos como organizar el traslado.

-Creo que van al Bauers, yo también y podemos ir juntos. Dije.

- Gracias, no sabe como se lo agradecemos. Contestó ella.

Nos presentamos y dije:

- Bien, vamos allá.

Pedí los tres tickets para el Bus azul, pagamos los 18 euros y salimos para el exterior a la espera de que llegase para llevarnos al centro, eran las 12,40 y teníamos veinte minutos de espera.

Mi ayuda los relajó y empezamos a hablar de que era su primera vez en Venecia, que pasarían allí cinco días, que volvían a su casa en Córdoba el

Martes después de hacer noche el lunes en  Madrid.

Mientras hablamos, me fije en que la diferencia de edad entre ellos era importante, Tomás de unos 58/60 años, calvo de 170 más o menos y un poco regordete, muy simpático; Carmen una mujer de unos 43/45 años, un poco mas alta que él, morena de melena muy poblada y rizada, ojos negros, un cuerpo muy cuidado, llevaba un jersey ajustado que le marcaba un pecho grande y  su cintura, una falda de tubo negra que resaltaba su culo, las caderas y unas piernas preciosas dentro de unas medias también negras y con unos zapatos de tacón de charol preciosos, una mujer tremendamente elegante y guapa, con un cuerpazo para su edad, una señora hembra.

El autobús salió a su hora y nos llevó a la Plaza de Roma, compré los tickets, entramos en el barco, y fuimos hablando mientras que disfrutábamos de un rato agradable hasta la llegada a los jardines de la Plaza de San Marcos.

Llegamos al hotel a las dos y en recepción arreglamos nuestras respectivas reservas y quedamos en que nos volveríamos a ver y si podíamos, cenar un día juntos, nos intercambiamos los números de teléfono y me despedí, al día siguiente tendría que trabajar y debía prepara todo.

No volví a verlos hasta el sábado por la mañana que coincidimos en el spa del hotel. La noche anterior cené con los padres de Renzo y su hermana a la que llevaba tiempo sin ver y quedé de nuevo para comer el Domingo porque venia mi amigo de vuelta y podía verlo.

En el spa, estuvimos charlando muy relajados y me comentaron que estaban muy contentos y que celebraban sus bodas de plata y el 45 cumple de Carmen, que estaban disfrutando mucho y que me invitaban a cenar esa noche si me apetecía, acepté con una condición que ellos aceptasen mi invitación a la comida, si no tenían nada que hacer, aceptaron. Estábamos muy cómodos disfrutando del agua y noté como ella me miraba en varias ocasiones e incluso me pregunto varias veces como un hombre como yo iba solo por el mundo, nos sonreímos los tres y lo pasamos muy bien todo el rato hasta las once que decidimos salir para darnos un paseo.

Salimos y le fui enseñando cosas interesantes de Venecia y comentando su historia desde la época de Marco Polo con su poder comercial y los astilleros que fueron la guinda de esta ciudad tan bella.

Después de dos horas de paseo, pasamos a un pequeño restaurante a degustar una magnifica pasta fresca, como hacia tiempo no comía, y luego nos tomamos unos cafés en la cafetería Fioriani en pleno corazón de la Plaza de San Marcos. Volvimos en otra dirección a pasear hasta el puente de Rialto y las zonas del mercado.

Volvimos a descansar un poco y quedamos para cenar a las nueve, les esperé en el hall del hotel y me quedé petrificado cuando les vi llegar, Tomás muy elegante pero Carmen, preciosa, espectacular, con un vestido negro de lentejuelas corto y terminado en flecos, que permitía ver muy bien sus piernas con medias negras finas y unos taconazos, estaba impresionante, con su melena negra rizada , flipante, uffffffffff.

Nos fuimos a cenar en el restaurante reservado por el recepcionista y después de sentarnos nos pusieron una rica cena y ellos tomaron vino. Después de la cena comenzamos a tomar unas copas y muy relajados   hablamos de todo, negocios(son joyeros y compran/venden oro), familia, y salió la relación tan magnifica que tenían como pareja, la complicidad que existía y la confianza, se veían muy felices.

Al salir del restaurante, eran las once y todo estaba cerrado, decidimos irnos al hotel y tomar algo allí, pero al llegar el bar estaba cerrando, decidimos subir a su suite a tomar una botella de champán con la que la dirección del hotel les agasajaba.

Estuvimos muy bien charlando y con las copas el ambiente se fue caldeando, y salió el tema del sexo, me confesó Tomás que siempre fantaseaban en sus relaciones y que eso las hacia muy placenteras y que ella, a veces acababa con él porque nunca tiene bastante, esa frase hizo que mi polla se empinase de inmediato, miré a Carmen, sentada en el sofá, se había quitado los zapatos y en esa posición se podía apreciar su canalillo y las buenas patas que tiene, ufff, me puse a mil, ella sonrió y dijo:

-Bueno, es que tienes que reconocer que estas cansado siempre y a mi ya   sabes cuando me sube la libido estoy a cien y tengo que hacerlo, jajajaj.

-Ya, lo que pasa es que no te apaga el fuego nadie, eres tremenda, jajaja. Comentó Tomás.

Yo aproveche para meter cuchara y dije:

-Vaya Tomás que suerte tienes, una mujer guapísima y elegante,  que por encima esta siempre dispuesta, eso es una bendición, jajaj me encantaría una mujer así.

-Vaya ¿me consideras guapa y elegante?, jajajaj, bueno te soy sincera, tu puedes tener la mujer que quieras, pero me da que es difícil que tengas una vida estable al ir de un sitio a otro y eso ya sabes a las mujeres nos cuesta tener a nuestra pareja siempre por ahí, hay mucha lagarta, jaaja.

Comentó Carmen.

Entonces Tomas, que estaba muy contento y desinhibido dijo:

Vaya, que os gustáis, jajaja, a mi me pareces una persona genial y un hombre muy atractivo, ¿Carmen le proponemos nuestra fantasía, te apetece?

Ella dijo: No sé, me encanta y me parece alguien muy especial, ¿Tú que opinas?

Tomás dijo: Si a el le gustas y a ti te apetece, podemos hacerlo, llevamos muchos años fantaseando con un trío y si quieres después de 25 años, disfrutar de alguien. ¿Qué opinas? Me pregunto, dirigiéndose a mí.

-Bueno, a mi me encanta Carmen, pero debéis tener claro que os apetece hacer un trío, y ser conscientes de lo que es para vosotros incluir a alguien en la relación, por mi parte no hay problema, tengo experiencia y se el lugar que ocupo. Contesté.

Entonces Carmen me pregunta:

-Tú ya lo hiciste, por lo que veo, ¿como fue?

Pensé, esta es una oportunidad de contar con pelos y señales unas cuantas relaciones con parejas y hacer referencia al tamaño de mi polla, intentaba calentar a ella y que él sintiese curiosidad, les hable de cómo gozaban las mujeres al tener otro hombre en presencia de su marido y además que aguante mucho y la haga gozar como nunca pensó.

Tomás me preguntó:

-¿De verdad tu polla mide 26 centímetros? Yo no se si tendré 14 o 15, ¿eso debe ser enorme?

Carmen no daba crédito se veía en sus ojos, la miré y me pregunto:

-¿de verdad te mide 26? , eso es más que lo de la pelis porno.

-Si 26 y bien gruesa, se pone muy dura y aguanto lo que me echen. Contesté.

Tomás miro a Carmen y le pregunto:

-¿Te gustaría ver esa enormidad?

No di opción, era una oportunidad, y dije:

-         ¿No me creéis? Dije mientras ya abría el pantalón y de repente saque mi polla bien empalmada por la situación y la calentura que estaba notando en Carmen.

Vi como miraban los dos mi enorme herramienta y se miraban entre ellos, mantuve mi polla al aire sin guardarla sabía que haría su efecto, pasado unos segundos dije:

-         ¿Tomás dejas que se la acerque a Carmen y que la toque si ella quiere?

-         Si, si ella quiere adelante, yo desde luego estoy preparado para verla disfrutar es una fantasía que tengo y esa polla me encanta para ella, es enorme y la harás gozar, venga Carmen tócala.

-         Es enorme, dios mió, eso no entra, es tremenda, dios. Dijo Carmen.

Me acerque a ella con el pollón empalmado y Tomas se acercó sentándose al lado de Carmen para ver de cerca el espectáculo.

Sin decir nada ella agarro la polla y metió la otra mano en los huevos, estaba a cien note que separaba las piernas un poco, estaba calentísima.

Tomas se acercó más, le beso en  el cuello y magreaba sus tetas, el plan había funcionado y esa pareja iba a disfrutar de mi polla, en su 25 aniversario y tendría el privilegio de formar parte de ese momento especial.

Estaba masajeándome la polla con delicadeza y se mordió el labio inferior mientras me miraba, en ese momento Tomás le dijo algo en el oído e inmediatamente ella me devolvió la mirada a los ojos y acerco su boca a mi capullo que ya estaba rosado y húmedo del masaje recibido, empezó a meter polla en la boca muy despacio ante la mirada de su marido y él seguía magreándole las tetas y me hizo un gesto para que acariciase la teta izquierda de Carmen, ufff era enorme, enorme y se notaba el pezón muy duro y punzante a través de su vestido, joder  como me ponía la mamada, estaba gozando viendo mi polla en los labios rojos de aquella hembra salida y animada por su marido, menudo morbo.

Carmen comía con intensidad mi polla y pasaba la lengua por mis huevos lo que me pone a cien, abría una y otra vez su boca para meterse mi pollón bien dentro, me producía un placer increíble, mamaba con maestría y con su mano apretaba mi culo para acercarme mas, mientras Tomas estaba metiéndole la  mano entre las piernas buscando el coño caliente de su hembra.

Al rato cambiemos de posición, Carmen estaba estirada sobre el sofá con el vestido por la cintura y con su tanga en una sola pierna, mientras yo mantenía mi polla entre sus labios, de vez en cuando, la sacaba y le golpeaba la cara y la boca con el pollón empalmadísimo y su marido le estaba metiendo el dedo en el coño y lamiendo sus muslos, ella gemía, estaba gozando de lo lindo. Tomas separo bien las piernas y comenzó a comerle el coño con delicadeza pero sin parar, sabia lo que le gustaba a su hembra, ella se retorcía, no paraba de gemir sin dejar un momento mi polla que a veces sujetaba con las dos manos y aun así tenía trozo para tragar.

No tardo mucho en acercarse la primera corrida, tenía una pierna en el respaldo del sofá y la otra apoyaba su pie en el suelo, estaba muy abierta y de vez en cuando podía ver la mata, bien recortada, de pelo muy negro de aquel coño tan salido y húmedo que empezó a palpitar y se preparaba para correrse de manera brutal y en ese momento saco mi polla de la boca, siguió masajeandola y empezó a chillar y a decir:

-Agggg no pares no pares cabrón, no pares, no pares ahhhhhhhhhh, ahhahhhahahah, ufffffffffff me corroooooooooooo, haga.

Estaba como una moto, menuda corrida había presenciado, y además Carmen era una viciosa, le encantaba hablar mientras la follan y eso a mi me encanta.

Tomás se estaba desnudando y dejo al aire una polla pequeña y con bastante pelo, y me dijo:

-Ya ves que esto a Carmen no le llega a nada, ella necesita una polla de las de verdad, gorda y grande como la tuya.

Le dije:

-No solo es cuestión de tamaño, el placer de la vagina está en los primeros cinco centímetros, lo que hay es que aguantar, hacer buenos preliminares y luego ser muy activo, ninguna mujer se resiste a eso.

Carmen se rió y dijo:

Bueno, bueno, a mí me hace mucha ilusión meterme la tuya y sentirme llena de verdad. Venga venir.

En ese momento, nos cogió de la mano a los dos y nos llevo a la cama, antes de tumbarla Tomás la empezó a besar y me invito a que la abrazase por detrás mientras me desnudaba, obedecí al instante y entre los dos le sacamos el vestido, la dejamos en medias negras con liga, taconazos y sostén, menudas tetonas tenia, se veían un poco cuidas pero muy apetecibles, tenia ganas de una cubana en aquellas tetas y no iba a dejar la oportunidad brindada.

La apreté por detrás acercándole bien mi polla a su estupendo culo y ella se echo hacia atrás para sentirla más, mientras yo le magreaba las tetas, entonces baje mi mano derecha, cogí el cipote y se lo metí entre las piernas para que sintiese bien su poder. Ella apretaba y empujaba con intensidad mientras se besaba con su marido y gemía mientras yo le comía el cuello.

Noté que Tomás no iba a aguantar mucho sin clavársela a su hembra y así fue, la colocó a cuatro patas en la cama se coloco por detrás y le decía:

-Venga putón, que hoy vas a saber lo que es bueno, te vamos a follar hasta que caigas, que no aguantes más  ¿verdad que quieres?

-Si quiero que me folléis mucho cabrones, que me dejéis para el arrastre, quiero ese pollón dentro hasta que me reviente, venga Tomas clávame, clávame ya, y tu métemela en la boca, venga. Ordenó ella.

Yo subí a la cama y le puse la polla a su alcance, él metió su polla en el coño y empezó a bombearla agarrándola por las caderas mientras le decía:

Que buen coño tienes, esta bien mojado, me encanta, esta caliente, te voy a dar caña putón, como te gustan dos pollas, eh, como la chupas menudo pollón tienes para gozar putón, veras como vas a gozar, quiero verte clavada con esa polla hasta el fondo, que te reviente.

Ella solo chupaba mi polla mientras yo le sujetaba la cabeza para que se la metiese más, estaba muy excitada, jadeaba, gemía, gozaba, pasaba la lengua sobre mis huevos y volvía a tragar capullo. Tomás estuvo unos cinco minutos follando con ritmo y de repente empezó a decir:

-Putón te voy a llenar el coño con mi leche, te lo voy a inundar, veras puta como te gusta eh, como te gusta ¿ verdad? Agggg, ahhhhh me corro, me corroooooo ahhhh agggg, como sale, ufffffffff que bueno ahhhhhhhhagggggggggg.

Carmen seguía chupando mi polla y él estaba apoyado sobre su espalda por los efectos de su corrida, ella seguía tragando y tragando sin parar como no importándole nada lo que sucedía en su coño. Al rato Tomás se salió con la polla flácida y dijo:

-Chicos menuda corrida, ufff, buenísima que morbo me da verte con dos pollas para ti, preciosa, quiero verte ese pollón bien dentro, cariño.

 Mientras le metía la mano en las tetas que colgaban dentro del sostén. Ella se levanto y dijo:

-Me alegro que te gustase, ufff yo estoy a cien, me apetece meter todo esto dentro.

 Mientras masajeaba mi polla que estaba reventando, y de repente se levantó y se saco el sostén, saliendo aquel par de tetas brutales, con unos pezones duros y de punta rodeados de una aureola oscura que los hacia preciosos, como estaba la hembra, menuda jaca andaluza.

Se tumbó en la cama con las patas abiertas, yo bajé al suelo, tiré un poco de su cuerpo hacia la esquina de la cama y levante las piernas hacia arriba sujetándola por los tobillos, mientas veo como Tomás se sube a la cama y le acerca la polla flácida a la boca, entonces, la mano de Carmén busca mi polla y la acerca a su coño, paré el tirón y deje la pierna derecha para sujetar mi polla y pasársela por el clítoris y por los labios externos para que la desease de verdad, en ese momento la mano de Tomás levanto y abrió bien  la pierna que había soltado yo. Menuda imagen, el marido abriendo las patas de su hembra para que le ensartase 26 cmt de gruesa y dura polla en el coño.

Carmen buscaba mi polla con su mano y me dijo:

-Cabrón, clávamela ya, quiero eso dentro, venga, venga cabrón fóllame duro, venga…

 No lo dudé empecé a meter mi polla y a pesar de lo mojado que estaba pude comprobar que aquel coño estaba apretado, muy apretado y era pequeño, entré muy despacio, que gozada follarme a aquella hembra preciosa, deseable y muy caliente, me estaba encantando perforar su coño mientras ella decía:

Venga clávamela, uff, es enorme, me quema, pero no pares métemela por favor, ahhhh despacio, ahhh despacio, ufffffff, ahhhhh, sigue, sigue……

Tomás no perdía detalle de la clavada que acababa de empezar y le dijo a su mujer:

-Te gusta la polla de Toti, ¿verdad? ¿Te gusta que te folle?, ¿que te folle bien duro? Dios que enorme, como entra ¿te llena, eh, putón?

En ese momento media polla ya había entrado en la cueva de aquella exuberante hembra salida.

Ella contestó:

-Me encanta que me folle, que me meta toda dentro y tú cabrón que mires como me la clava, ¿te gusta? Es tu fantasía, ahhh agggg, agggg.

No se que le pasó pero a mis vaivenes de media polla no aguanto y comenzaba a correrse, aceleré el ritmo y clave más polla mientras ella se corría, cerrando los ojos y jadeando y su marido diciéndole:

-Correte, correte, zorra, que te vamos a follar duro, goza, goza, correte cariño, correteeeee.  Como se corre esta loba, en mi vida la vi así de caliente..

Ella seguía gimiendo y jadeando con una corrida larga e intensa, mientras su respiración estaba acelerada con ahhhhhahhhh, aggggg, ahhhhh, ahhhh, aggggg, ahhhhhhhhh, mmmmmmmmmmm, ahhhhh, ufffff.

Tres minutos corriéndose con descargas electrizantes. Creí que no acabaría nunca, que pasada como se corrió aquella hembra.

No me moví durante su recuperación del orgasmo pero tampoco saque la polla, la mantuve dentro, y me puse a magrear las tetazas mientras que Tomás se masturbaba con la derecha y sujetaba la pierna con la izquierda.

Carmen se recupero y dijo:

Dios mío, no sé que me pasó, pero tuve varias corridas simultaneas, como descargas eléctricas cada medio minuto, algo increíble, algo increíble, que bueno que bueno…Miró a su marido, tiro de su cabeza y continuó: gracias cariño por hacerme vivir este placer, gracias, te quiero, te quierooo y le besó intensamente abrazándolo.

En ese momento comencé de nuevo a moverme despacio en el coño de Carmen, ella empujó de mí y me dijo:

-Déjame cambiar de posición quiero que me la metas por detrás a cuatro patas quiero que me llenes el coño bien.

Me retiré sacando la polla todavía levantada y pidiendo guerra necesitaba correrme bien, en el coño de aquella hembra.

Se colocó a cuatro patas y yo de pie en el suelo me preparé para clavarla, cuando Tomás me dijo:

-Espera que quiero abrirle yo el coño para que la claves.

Se colocó a mi lado, abrió las piernas de Carmen, le frotó el coño con dos dedos y separó los labios de la vagina, que se veía rosadita con aquellos pelitos negros rodeándola ufffff apetecible y morboso el momento, el marido abriéndole el coño a su mujer para que yo lo penetrase, la follase bien y la hiciese gozar, fue mi último pensamiento, luego ya noté el calor y la presión que hacia mi polla la entrar en la cueva.

Tomas no sacaba ojo de mi polla entrando, con una mano magreaba las tetas de Carmen y con la otra apartaba las nalgas y le daba cachetes de vez en cuando, pero siempre hablaba, y decía:

-Menuda polla te entra, cariño, me gusta como gozas, disfruta, Toti te va a follar las veces que quieras, veras como no vas a pasar ganas, vas a gozar mucho.

Si, si cabrón, quiero que me folle las veces que quiera, que me folle duro y que tu mires, si, que mires y te pajees, ahhh, ahhh. Dijo jadeando ella.

Yo agarré bien a la hembra por sus caderas y empecé a clavar más y más polla en la cueva caliente, estuve casi quince minutos dándole caña a buen ritmo y le saque otra corrida brutal, pero no me salí estaba gozando aquella hembra en presencia de su marido que mientras magreaba las tetas de ella se hacia una paja, miraba mi polla empalmada y dura, salir del coño de su mujer y me decía:

-Fóllala bien, que se corra esta guarra, fóllala como una perra que le hace falta una buena polla como la tuya que la clave bien y la reviente. Mientras  le daba cachetes en el culo.

Que el marido me dijese que follase bien a su hembra me ponía a mil y empecé a desear correrme, para ello tengo una fórmula (porque me cuesta mucho), agarro las tetas de la tía, magrearselas y que su marido se haga una paja en la boca de su mujer y le haga tragar la leche, eso me pone a tope. Le dije a Tomás que se colocase y lo hizo. Como empuje en aquel momento, no podéis imaginaros que clavadas le daba a la salida de Carmen, que le estaba abriendo de verdad aquel chocho apretado a base de buenas y rápidas embestidas y de meter hasta el fondo de su cueva mi polla dura, que se preparaba para soltar toda mi leche. Cuando esto ocurre mi polla se pone más gorda y el tubo inferior se pone enorme para descargar toda la leche que llevo dentro. Ella notaba mi potencia, jadeando y gimiendo, estaba gozando muchísimo, mientras la polla de su marido golpeaba sus labios.

No paré, a pesar de que notaba que me iba a correr, quería una descarga total de mi leche en aquel coño, estaba follándola sin condón, eso es una pasada y me apetecía llenarla y sacarle otra corrida conmigo.

Efectivamente, aquella imagen con la polla de Tomás empalmada, masturbándose y tropezando con los labios de Carmen y los vaivenes del culo de ella clavándose en mi polla hizo el resto, me iba a correr y lo anuncié, llevaba mucho rato deseándolo y no aguanté. Anuncié:

-Voy a correrme. Voy a correrme, Carmen.

Tomás dijo:

    -Correte, llénale el coño, bien lleno, échalo dentro todo, me encanta que le echas toda la leche caliente dentro, ufff. Yo voy a llenarle la boca a esta perra que esta gozando como nunca, ¿Verdad?

    Carmen fue tajante:

-Si llenarme los dos de leche, la quiero la quiero, voy a correrme otra vez, esa polla enorme me encanta me tiene llena, uffff, que bien me follas, no se donde me tocas pero es increíble, me vuelvo a correr otra vez Tomaaaas. me corro, aggggggggg,ahhhhhahhhhhahhhhhhahhhhh, uffffffffff, mmmmmmmm, aggggg, me corrooooooooooooo, agggggggg.

Ni que decir tiene que no aguantamos ni Tomas ni yo soltando chorros de leche dentro de la cueva que a cada empujón con la presión salían mojando mi polla y los pelos del coño de Carmen, pero seguí, menuda corrida estaba dándome, jadeé, gemía confundiéndome con los gemidos de Carmen y con los de Tomás, que en ese momento llenaba la boca y la cara de su hembra con leche por todos los lados. Menudo polvazo le acabábamos de dar a aquella hembra que se corrió unas cuantas veces pero que no estaba dispuesta a terminar ahí.

Me salí del coño y al hacerlo sonó como una botella de champán al descorcharse, ufff, como me gusto la corrida. De repente, Tomás empujó a Carmen para abrirle las piernas y con su lengua le comió todos los jugos que se mezclaban en el coño de su mujer y lo hacia con ganas y sin parar mientras ella acariciaba su cabeza, yo era testigo de honor.

Después de esto fuimos los tres a la ducha, y Carmen nos comió la polla  metiendo las  dos en su boca y rozándolas entre si, enseguida las pollas estaban a punto y por supuesto mojaditos en la ducha le metimos un buen polvo entre los dos, yo morreaba con ella y le magreaba las tetas mientras su marido la clavaba por detrás y luego de que se corrió me tocó a mi follarla y le saque otra corrida metiendo mi polla bien al fondo.

Salimos del agua, nos secamos y volvimos a la cama,  entonces Tomás dijo:

-Estoy reventado, porque no nos metemos los tres en cama y si yo me duermo y os apetece folláis y ya me contáis que tal.

-Bueno lo que quieras, yo estoy bien empalmado y si Carmen quiere continuamos ¿Qué dices Carmen? .Pregunté.

-Si claro, me apetece seguir pero mas tranquilito, que también me gusta. Dijo ella.

- Que te dije, a esta le encanta follar, pero yo no aguanto o sea que aprovecha y hazla gozar.

Comencé comiéndole el coño y seguimos en un polvazo increíble despacito pero intenso, os lo cuento en el siguiente relato, porque después me fui a mi habitación y a las diez Carmen vino a despertarme. Fue genial el finde.

 Espero poder contar el esto pronto, estoy en el trabajo, estoy de guardia.