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Amigos o algo así. 1 de 2

en Hetero: General

— ¡Raquel, eres una fiera! ¿Dónde te has escondido todo este tiempo?

Raquel no respondió, reptó hasta aproximar sus labios a la verga que poco antes le había proporcionado uno de los mejores momentos de su vida y como no permitió que el hombre se vaciara en ella, sorbió el capullo hasta alojarlo en su boca y estuvo jugueteando con él hasta lograr que Javi se corriera y trató de no dejar escapar ni una gota del preciado manjar.

Poco después se levantó y le dijo a su amigo que se quedara en la cama mientras ella se arreglaba, de otro modo se liarían otra vez y no terminarían en toda la noche; Javi no veía cual era el problema, pero mientras ella terminaba de aplicarse un poco de maquillaje oyó la llave en la cerradura y al mirar el rostro de ella a través del espejo, vocalizó.     

            • No te muevas, es Pol que viene a recogerme para ir a cenar. ¡Vete cuando nos hayamos ido!

Javi supo entonces que Raquel continuaba siendo la mayor de las zorras que uno puede imaginar y que seguía manipulado a todos a su antojo como tiempo atrás y recordó como había vuelto a caer en sus redes.

Ese jueves, Javi caminaba distraídamente de regreso a casa cuando oyó una voz familiar; se volvió y ante si apareció Raquel que lo besó en las mejillas y sonriendo preguntó.

— ¿Cómo estás? Hace mucho que no nos vemos.

Con un deje de tristeza respondió.

— Si claro, desde que me acusasteis de intentar violarte y todos me girasteis la espalda sin escuchar mis explicaciones.

Ella con cara de circunstancias replicó.

— En varias ocasiones he marcado tu número pero al final me faltó valor para hablar contigo, sabes que me gustas y quizás alguien interpretó mal alguno de mis comentarios y fue lo que desencadenó el conflicto aunque jamás traté de perjudicarte. ¿Mantienes el contacto con alguien del grupo? Pensé que quizás lo harías con alguno de los chicos.

— No he hablado con nadie desde entonces y posiblemente no quisieras perjudicarme pero incluso Berta me dejó sin preguntar y regresó a Menorca donde está viviendo con un antiguo novio que la recibió con los brazos abiertos.

—Nos mudamos aquí cerca y nuestro proyecto fracasó, desde que lo iniciamos todos decíais que no teníamos futuro y acertasteis. Me gustaría hablar contigo. ¿Quieres venir a mi casa?

Javi dudó unos instantes pero la verdad es que no tenía nada mejor que hacer, al llegar a casa, preparar una lavadora y sacar del congelador algo para cenar y aceptó la invitación sin imaginar lo que se avecinaba. La casa de Raquel estaba realmente cerca y llegaron en unos minutos.

Al llegar a la casa fueron al salón, le indicó un sofá y preparó unos tragos, Javi rechazó el suyo; es y ha sido siempre un abstemio convencido y esa era una de las causas de que todos los amigos quisieran salir con él cuando iban de fiesta; además de ser un tipo ocurrente tenían transporte de vuelta asegurado sin temor a los controles de alcoholemia que solían encontrar en las zonas que frecuentaban y en los que siempre daba 0,0.

— ¡Cuéntame! ¿Qué es de tu vida? ¿Tienes pareja? Imagino que un don Juan como tu tendrá muchas tías a su disposición siempre que quiera.

— No creas, aquello me dejó bastante tocado y además corrió como la pólvora entre el resto de mis amistades y todos se alejaron de mí como si fuera un apestado. Incluso algunas de las compañeras de trabajo se mantienen a distancia como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.

Raquel lo abrazó estrechamente y murmuró junto a su oído rozando la oreja con sus labios.

— Pobres de nosotros, pudimos ser amantes clandestinos y por un desliz todo se torció pero ahora podemos serlo sin tener que dar explicaciones.

Sin esperar respuesta llevó su mano al paquete de Javi quien a pesar de no hacer ningún movimiento de aproximación Raquel siempre le atrajo; es una mujer monumental que siempre emplea ropa elegante aunque algo descocada manteniendo un comportamiento ambiguo que se presta a confusión, aunque en este caso estaban claras sus intenciones.

Javi la besó y así comenzó la fiesta, la ropa de uno y otro fue desapareciendo como por arte de magia mientras se trasladaban lentamente a la habitación principal; Raquel se dejó caer de espaldas en la cama y Javi besó su cuerpo como había imaginado tantas veces cuando fantaseaba con ella; pero ahora la tenía entre sus brazos y todo era real y posible.

Alcanzó su sexo y contempló el desproporcionado clítoris que comenzó a lamer y golpear con la punta de la lengua hasta que ella le sujetó la cabeza y Javi comenzó a penetrarla con su lengua al ritmo de los jadeos que escapaban de su garganta, esa que poco antes había besado, aparecieron los primeros calambres y un incipiente orgasmo fue creciendo hasta convertirse en una inmensa explosión de júbilo en la que Raquel gritaba frenéticamente como si hubiera enloquecido.

Javi la cubrió con su cuerpo y trató de acallar ese escándalo atrapando sus labios y pensó que ese beso la calmaría; acalló sus gritos pero ella llevó una de sus manos hasta la verga de Javi que encarriló a su sexo y la oyó exigir.

— ¡Fóllame ya! Fóllame como supongo que sabes hacer.

Por fin, Javi comenzó a disfrutar de ese cuerpo que anhelaba desde la primera vez que lo vio, y es que con esa mujer habían sucedido cosas muy extrañas.

Logro proporcionarle otro gran orgasmo y en esta ocasión llegaron juntos al éxtasis y cuando satisfechos y agotados pudieron hablar Javi, después de besarla con más lujuria que cariño preguntó.

— ¿Por qué ahora? Aunque lo deseaba desde que nos conocimos nunca lo intenté ni pretendí que te sintieras acosada y creo que a pesar de lo que dijeron unos y otros no había nada que lo indicara.

— No le des vueltas a eso, ahora es ahora y ya que nos hemos reencontrado quiero que sigamos en contacto. Que disfrutemos del mejor sexo que podamos compartir.

En ese momento fue cuando Javi dijo “Raquel eres una fiera. ¿Dónde te has escondido todo este tiempo?” y poco después Pol abrió la puerta de la casa...

Javi salió de la cama, se vistió y miró por la ventana antes de salir del piso, se instaló junto a una ventada del bar que había enfrente y esperó tomando primero un bocadillo y una cola y después unos cafés, controlando la calle hasta que casi tres horas después vio parecer a la pareja charlando animadamente; Raquel miró hacia el edificio antes de entrar en el portal, quizás para asegurarse de que no había ninguna luz.

Javi marcho a su casa y por el camino fue desarrollando una idea que por ser tan audaz le pareció factible y al llegar a casa se sentó en una butaca fumando una pipa para perfilar los detalles.

Desde aquel amargo día en que su mundo se volvió del revés había pensado mucho en todo aquello. ¿Por qué? Perder a Berta fue doloroso, que sus amigos y conocidos lo apartaran fue terrible, pero lo que más le dolió fue que Pol, su amigo del alma, cómplice en mil canalladas, la persona que lo conocía incluso mejor que su propia madre no le hubiera dado la oportunidad de explicarse.

Se conocieron el primer día de instituto, por diferentes causas se incorporaron dos semanas después que lo demás y en un cambio de clase tuvieron un roce, enseguida se hizo corro y dos chicos, los más chulos y folloneros los animaban a zurrarse; se liaron a palos ¡con los chulos! y desde ese día lo hicieron casi todo juntos, los trabajos, algunas gamberradas y salían los fines de semana, conocieron a dos chicas, Tania y Sara con las que fueron un sábado al cine; como en otras ocasiones trataron de besarse con ellas y ambos tuvieron éxito, Javi fue más allá y estuvo acariciando a Tania los pechos por encima de la ropa y tocándole los muslos aunque con los jeans el tacto no era demasiado excitante; al salir del cine las acompañaron un trecho camino de su casa hasta que las chicas decidieron que era suficiente para evitar que las viera algún conocido.

Pol que era muy dicharachero preguntó cuándo se verían la próxima vez y Sara respondió que al día siguiente podrían ir al ¡mismo! Cine. ¡Le había gustado mucho!

El domingo se encontraron en la puerta del cine y las chicas les hicieron pasar primero a las butacas y ellas ocuparon las suyas cambiando de pareja, Javi no perdió el tiempo y besó a Sara y en cuanto se apagaron las luces metió su mano bajo el suéter y sacó los pechos del sujetador para manosearlos a placer y la chica trataba de acallar los suspiros aunque el fragor de una batalla naval los disimulaba muy bien.

Pol también avanzó en esta ocasión al ser Tania quien llevó su mano bajo el amplio suéter para que la acariciara; ambas se habían puesto falda y cuando Javi llevó una mano bajo ella y empezó a acariciarle la vulva por encima de la braga, Sara la sujetó para que no la sacara y comenzó a mordisquearle la oreja; Pol miraba de vez en cuando a su amigo y trataba de imitarlo, también su pareja le facilitó las cosas y al rato los dos tenían una erección de caballo, Javi abrió su bragueta y llevó una mano de Sara a ella que con diligencia le sacó la minga y comenzó a pajearla lentamente hasta que comenzó a soltar potentes descargas que se estrellaron contra las butacas delanteras; en un alarde de gamberrismo, Sara levantó la verga para que alguna de las andanadas saltara por encima yendo a caer a los asientos de más adelante.

Pol no había sido tan osado, Tania se giró y alargando su mano estuvo acariciando la polla de Javi hasta que al ver aproximarse al acomodador acompañando a otra pareja, este se cubrió con una de las chaquetas con cuidado de no mancharla, después de limpiarse marcharon los cuatro a un bar donde tomaron unos refrescos, antes de separarse, las chicas besaron a ambos en los labios y después de pedir un número de teléfono y que Pol les diera el suyo prometieron llamarlos pasados unos días y marcharon, ellas por un lado y ellos por otro; camino de casa los chicos hablaron y quedaron de acuerdo en que resultaba perfecto lo que las chicas habían decidido y aceptaron. ¡Jugar los cuatro emparejándose como decidieran ellas en cada caso! Se prometieron que no lograrían enfrentarlos y que si lo intentaban las dejarían a las dos.

No trataron de enfrentarlos y en las siguientes ocasiones en que se encontraron fueron ellas las que decidían con cuál de ellos se emparejaban, incluso en un par de ocasiones después de pasar parte de la tarde con uno cambiaban para terminar con el otro.

Estos encuentros no eran continuados; ellas los llamaban cuando les apetecía y entonces acordaban cuando y donde encontrarse y una tarde después de casi tres meses sin verse Javi coincidió con Tania en el metro y al verlo se alegró mucho y le explicó que estaban saliendo con un par de chicos que parecían ir en serio; Javi le contó que también ellos conocieron recientemente unas chicas aunque se estaban conociendo, destacando que en nada se parecían a ellas y le propuso quedar una vez más a modo de despedida y a ella le pareció una idea estupenda.

Unos días después llamó Sara a Pol y quedaron para ir cenar los cuatro; para evitar suspicacias, dirían a sus parejas que iban a una despedida de soltera por lo que se verían en dos sábados. Javi logro convencer a sus padres, que solían marchar fuera los fines de semana que le permitieran organizar una cena con Pol y unas amigas; como siempre fue un chico serio y responsable no tuvieron inconveniente y tras hacer todas esas recomendaciones que parecen ser obligatorias aunque nadie sigue, su madre le sugirió un menú fácil de ejecutar aunque en realidad lo dejó todo preparado y solo había que servir un picapica mientras se calentaba en el horno el plato principal.

Javi compro varias cervezas sin alcohol con las que rellenó unos cascos vacíos que tapó lo mejor que pudo para que no se notara, cuando llegaron las chicas se maravillaron por cómo estaba la casa y fue Sara la que reparó en los sobres de condón que adornaban un gracioso ramo de flores silvestres que había sobre la mesa y que después de las risas Javi retiró aunque no demasiado lejos.

Con el picapica tomaron varias cervezas y con el asado las chicas prefirieron beber un poco de vino que resultó ser mucho más del que suelen tomar; bastante más animadas por el vino de lo que lo estarían sin él Tania preguntó.

— ¿Cuándo vamos a empezar a gastar estos condones?

Sara tomo tres o cuatro con una mano y con la otra arrastró a Javi al dormitorio principal. Tania la imitó y poco después estaban los cuatro sobre la cama de matrimonio totalmente desnudos y follando como monos.

Los chicos habían tenido algunas experiencias pero nada que ver con ese par de fieras; Tania exigió que le hicieran sexo anal y aunque Pol si estaba algo bebido cumplió como un cosaco; al rato fue Sara la que tuvo una ocurrencia y balbuceando comenzó a decir.

— Como esto es una despedida tiene que ser inolvidable; no sé si nuestros chicos llegaran alguna vez a ser como vosotros y lo que me apetece es teneros a los dos, o mejor, que me tengáis los dos al mismo tiempo.

Pol estaba descansando después de satisfacer el pedido de Tania pero de inmediato se espabiló y cambiándose el condón preguntó cómo había pensado hacerlo.

Sara fue muy directa.

— Javi por delante y tú por detrás y luego de que hayáis descansado si me parece cambiamos; pero puede que a Tania también le apetezca despedirse a lo grande pero no tenemos prisa, nuestros novios no nos esperan y en casa hemos dicho que nos quedábamos a dormir en casa de Elena; la inexistente novia.

Tania aceptó la sugerencia con una enorme sonrisa a pesar de que aún se estaba recuperando del tute que le había dado Pol, pero se relamía al imaginar lo que se avecinaba.

Los primeros compases fueron algo torpes pero en cuanto Javi comenzó a besarla y a espaciar las metidas, Pol pudo acompasar la suyas y además de atrapar los pechos que estrujaba con desespero mordisqueaba el hombro y cuello tratando al principio de no dejar marcas, aunque al mirarlo por la mañana tuvo que cubrirse el cuello con un fular para que no se viera un enorme chupetón pero no hubo reproches de ningún tipo.

Los espasmos que empezaron a sacudir a Sara animó tanto a Tania que comenzó a acariciarse con desespero jadeando acompasadamente con su amiga; cuando ambos chicos se corrieron y Sara quedó satisfecha trataron de descansar un poco sobre la cama donde se les unió Tania que después de sacarles los condones y limpiar bien sus pollas no dejó de acariciarlas hasta que comenzaron a reanimarse y colocando un condón a cada uno los instó a que cumplieran con ella.

Javi la vio tan lanzada que le preguntó al oído.

— ¿Me la chupas un poco antes de comenzar? Te aseguro que me esforzaré para que sea inolvidable, me sacaré el condón para que notes mi leche derramarse por tus entrañas y gritaras de placer.

Era su primera vez pero Tania parecía una profesional por la forma en que se dedicó a lamer y chupar el capullo primero y tratar de tragar el cipote, que si bien no era el más grande que había visto tenía un buen tamaño y aunque aparecieron algunas nauseas, tuvo que ser Javi quien la retirase para evitar correrse entre sus golosas fauces.

En este caso también lograron llevarla mucho más allá de lo que había estado nunca y después de un escandaloso orgasmo en medio del cual Javi estuvo a punto de sucumbir logró continuar manchando hasta que minutos después, se vertió en ella cumpliendo de ese modo la promesa que le hizo antes de comenzar.

No fue necesario el cambio y al rato estaban los cuatro en la ducha; Javi las ayudó secando su cabello y después de tomar una copa de licor de la que Javi se excusó logró acostar a cada una en una cama de las pequeñas; Sara quiso hacerlo con Pol y Javi acostó a Tania y le dijo que lo esperase despierta convencido que se dormiría como así fue, regresó después de haber deambulado por la casa recogiendo y contando los condones y sus fundas; los cascos de cerveza y la botella de vino que guardó junto con todo lo demás para llevárselo cuando marcharan al día siguiente; también estuvo en el lavadero y al regresar a la habitación la despertó con una sucesión de besos en la columna a la que ella respondió así.

— Me ha gustado mucho lo que me has propuesto antes; creo que eso de mamarla no es tan malo como advierten algunas de mis amigas. ¿Me dejaras llegar hasta el final?

Mientras Tania durmió, Javi aprovecho para poner a lavar la ropa de cama de sus padres con la que a mediodía siguiente volvió a hacerla, con la esperanza de que no se dieran cuenta que la habían empleado y ahora que estaba igual de borracha pero despejada le brindaba ese regalo que no despreció aceptándolo así.

— Naturalmente que te dejaré llegar hasta el final, pero si a última hora lo quieres parar hazlo porque no me enfadaré pues lo importante es tu buena voluntad.

Tania se recreó y estuvo jugando al despiste, llevándolo en varias ocasiones a ese punto en que parecía que no había marcha atrás, pero como una mujer muy experimentada paraba sus lengüetazos o simplemente ralentizaba las chupadas para retrasar lo inevitable y al final obtuvo su recompensa; el primero de los chiringazos se estrelló en su paladar y los restantes por el rostro, cuello y pechos pero continuó lamiendo hasta que dejó de manar lo que más tarde definió como “manjar de diosas” que primero con curiosidad y después con ansia y verdadera cara de vicio se deleitó saboreando, incluso recogió con los dedos lo que tenía esparcido por el rostro y pechos para poder degustarlo.

La ayudó a lavarse de nuevo y entonces sí, abrazados durmieron hasta la mañana siguiente; mientras Javi preparaba el desayuno Tania relató a su amiga la experiencia de la pasada noche y Sara se acercó a Javi en la cocina y le preguntó.

— Antes de irnos. ¿Podre mamártela como has dejado que te lo haga ella? No me digas que se lo haga a Pol, quiero que tú, que tienes experiencia me guíes por si en algún momento me desvío de la forma correcta de hacerlo; si Pol quiere mirar que lo haga y si Tania quiere hacérselo no tengo inconveniente pero mi primera vez ha de ser contigo.

Javi aceptó y después de tomar el desayuno durante el cual rememoraron muchos de los momentos de la pasada noche, Sara tomó a Javi de la mano y fueron al salón donde lo hizo sentar en el sofá y acomodándose entre sus piernas comenzó a acariciarle la verga primero con las manos y después con los labios, tardó bastante en comenzar a lamer el capullo y cuando lo hizo notó el líquido preseminal que había comenzado a fluir. Lo miró a los ojos y le sonrió; a partir de ese momento todo cambió desapareciendo la mujer que se arrodilló expectante ante lo desconocido, dejando paso a una desconocida que sin reparos substituyó las tímidas lamidas por sonoros sorbetones y como lo más natural del mundo engulló la verga hasta alojarla en la faringe como si llevara años haciéndolo.

Ese cambio sorprendió a todos y Tania se maravillaba de cómo su amiga estaba afrontando la situación que era del todo nueva para ambas; logró alargar el suplicio tanto o más que su amiga y cuando comenzaron las descargas también trató de atrapar la mayor cantidad posible que fue acumulando en su boca, atrajo a su amiga con la que lo compartió para sorpresa de los chicos que quedaron fascinados contemplando tan insólito espectáculo, al término del cual Sara aclaró.

— Perdóname Tania, quería que fuera una sorpresa y durante semanas he estado practicando con un consolador para tomar soltura y ayer cuando vi como se la chupabas a Javi me pareció que era el momento de mostrar mi habilidad pero por lo que has contado tú lo has conseguido de forma autodidactica, sin necesidad de entrenamiento.

Antes de marchar Sara les habló de los chicos.

— Son unos tipos muy educados y que parecen buenos para algo formal; sois extraordinarios y nos gustaría seguir viéndoos hasta que esto tome un cariz mucho más serio del que tiene ahora, aunque llegados a ese punto quizás tengamos que dejarlo definitivamente o hasta que la vida nos aconseje retomar esta agradable amistad.

— Sabemos que también hay unas chicas con las que os estáis conociendo, puede que con el tiempo si unos y otros nos comprometemos podríamos ser todos buenos amigos pero deberemos aparcar por el momento lo que tenemos ahora pero hasta que eso ocurra, nos gustaría contar con estas atenciones tan especiales que nos regaláis y que tanto nos gustan.

Acordaron que así se haría y que cada vez que pudieran los cuatro se encontrarían; les dieron los nombres de sus chicos, Álvaro y Raúl. Y los chicos los de sus nuevas amigas, Raquel y Berta.

A mediodía las chicas marcharon y Pol ayudó a Javi a repasar la casa para asegurarse que no quedaba ningún vestigio de lo sucedido.

Después de recordar todo esto y de estar convencido de tener resueltos todos los detalles de su plan Javi se acostó inquieto aunque muy satisfecho.

Por la mañana llamó al trabajo para avisar que no iría porque se encontraba mal y que aprovecharía el fin de semana para reponerse; en los dos años que llevaba en la empresa no había faltado un solo día. Fue a una tienda de telefonía y compró una tarjeta prepago asignándole un nuevo número de teléfono. Compro una grabadora Olympus de buena calidad y después de hacer algunas pruebas en casa envió un Whatsapp a Raquel en estos términos...

            Soy Javi y tenemos que vernos. Estaré en casa todo el día pero si no bienes hoy iré a la tuya mañana; no respondas a este mensaje porque te he bloqueado en esta línea y en la que tenía anteriormente.

Una hora después sonó el telefonillo y era Raquel que al entrar en el piso lo besó en las mejillas y exclamó.

— A qué tanta urgencia; ya te dije que nos veríamos pero no era necesario que me amenazaras.

— No se trata de una amenaza, es una promesa que cumpliré si no me cuentas ahora mismo que está pasando y también lo que pasó hace un año.

— ¿Por qué me llevaste a tu casa y me dijiste que vuestro proyecto fracasó?

— Es cierto que nuestro proyecto empresarial fracasó y Pol trabaja ahora en una de las empresas de las que pretendía ser competencia y yo estoy en el paro; tengo mucho tiempo libre porque trabaja mucho y no me atiende como merezco; ayer al verte, recordé lo mucho que me has atraído siempre y que a pesar de todo has sido el único del grupo que jamás ha intentado llevarme a la cama.

— Tanto Álvaro como Raúl lo consiguieron sin demasiado esfuerzo y eso que jamás me atrajeron como tú que hasta ayer eras mi asignatura pendiente; por eso te llevé a mi casa y me demostré que soy capaz de tenerte y satisfacerte plenamente; a nadie se la he mamado como hice ayer contigo y eso es muy importante para mí y debería serlo también para ti.

— ¡Lo que paso hace un año! ¿Por qué permitiste que los demás creyeran que intenté violarte? Sabes que no es cierto, he de reconocer que siempre me has parecido una mujer extraordinaria y posiblemente si aquel día no hubieras venido con Berta me habría decantado por ti pero ambas me parecisteis muy simpáticas y al minuto de llegar el poco sentido del humor de Berta chocó con Pol y por eso la aparté de él dejándole el camino libre hacia ti.

— ¿Eres tonto? Siempre me gustaste. ¿Por qué si no crees que te hacia tantas confidencias? ¿Recuerdas cuantas veces te he elegido para ser árbitro de mi moda?

Pol recordó entonces una ocasión en que le pidió que la acompañara para elegir ropa; fueron a una tienda y tras probarse algunos vestidos le hizo entrar en el probador para que la ayudara a cerrar la cremallera y después de salir a mirarse en el espejo como le quedaba, entraron para que se la soltara y se lo sacó para ponerse otro quedando solo con un diminuto tanga, se giró hacia él y preguntó.

            < ¡¿Crees que se transparentara o es mejor quitármelo?!

Sin esperar respuesta se lo quitó y con una sonrisa coqueta pregunto de nuevo.

            < ¡¿Qué te parece el depilado brasileño que me hice?!

Javi se quedó mudo y al fin balbuceando respondió a ambas preguntas.

— No creo que se transparente y la verdad es que te queda muy bien. ¿Lo lucirás en la playa este domingo?

            < Quizás. ¿Quieres que lo haga? Si me lo pides lo haré por ti. ¡Eres el único que se fija en mí y aprecia lo que hago!

Se probó el otro vestido y al final no compró ninguno de los dos, lo arrastró hasta otra tienda en la que directamente entraron ambos en el probador y la dependienta le trajo una talla más del vestido que a priori parecía justo y al entregárselo a Javi dijo en tono jovial.

            • Supongo que este le quedará mejor a su esposa. El que le di primero seguro que es muy justo.

Eso hizo sonreír a ambos y Raquel recalcó al salir de la tienda con el vestido en una bolsa.

— La verdad es que hacemos buena pareja, con Pol no puedo venir a comprar, además de poca paciencia le falta gusto y no sabe orientarme como haces tú.

Volvió a la actualidad cuando le oyó decir.

— O cuando te conté que me encantaría ponerle los cuernos a Pol por saber que se siente siendo infiel; quería ponérselos contigo pero eras tan cándido que no captabas las señales y ni siquiera esa vez que estaba tan claro supiste interpretarla; fue entonces cuando me enrollé con Álvaro, la cosa duró solo unos meses porque Sara comenzó a sospechar que él tenía un asunto aunque no se imaginaba que era conmigo.

—Álvaro y Raúl hablaron porque después de hablar en una cena  de un futuro viaje de mi marido, la tarde que acompañé a Pol al aeropuerto para ir a Bruselas toda una semana, al regresar a casa lo encontré esperándome frente a la portería, me preguntó si le ofrecía una copa y en el ascensor comenzó a meterme mano.

— Al principio lo rechacé pero su insistencia me pareció una buena razón para al menos intentarlo y al entrar en el piso me echó sobre la mesa un polvo que no olvidaré y no por bueno, es que me di un coscorrón contra el cristal que me hizo un chichón que tardó semanas en desaparecer, pero después del incidente no estuvo mal del todo aunque era muy brusco al menos conmigo.

— Unos días después, charlando con Tania le comenté para sonsacarla que Pol era bastante impetuoso cuando estábamos follando y ella me respondió que su chico era muy soso y que a ella le encantaría que fuera algo más agresivo, y añadió que una pareja que tuvo anteriormente le daba caña de la buena incluyendo sexo anal, nalgadas y alguna otra de esas cosas que le encantan, pero que no ve la forma de animarlo a que él lo haga.

— Así que Raúl, se comportaba conmigo así porque me considera una puta cuando en realidad su mujer lo es mucho más que yo y él no lo sabe.

Fue la última vez que nos acostamos cuando en uno de esos juegos nos hicimos unos arañazos que al descubrir Pol se me ocurrió decir que había sido tu “jugando” y trate de explicarle que como tantas otras ocasiones nos habíamos hecho cosquillas y fue cuando me arañaste sin querer, aunque lo de jugando no lo tuvo en cuenta y estalló la tempestad; después del lio que se formó me faltó valor para aclararlo y como unos y otros te condenaron preferí dejarlo como estaba para no liar más el asunto. Berta me dijo que pensaba dejarte porque jamás podría volver a confiar en ti.

©PobreCain