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Hermanas

en Amor filial

Trabajo en casa, para muchos puede parecer que es algo estupendo y en parte lo es, ya que permite organizarte los horarios, pero también te ata bastante el tema de las fechas de entrega, pero no es momento de lamentos, solo de mostrar una realidad que tengo siempre muy presente y es que resulta complicado desconectar, pues los clientes contactan incluso fuera del horario habitual.

Era viernes noche, pasaban de las ocho cuando sonó el teléfono, suelo atender con el manos libres y de ese modo puedo seguir con lo que este haciendo en ese momento, al pulsar la tecla oí la recia voz de Eva mi esposa, que respondió al primer timbrazo y la de su hermana Lola mi cuñada, que de forma airada le decía.

Juanjo es un desgraciado, no ha llegado aún pero cuando lo haga le voy a liar una que se va a cagar. Se le han caído unos condones del bolsillo del pantalón que llevaba ayer, y nosotros no empleamos desde que éramos novios, seguro que terminamos divorciados después de esto.

Con la voz muy calmada mi Eva le respondió.

Peke no seas tonta, seguro que solo se trata de sexo y nada más, siempre puedes divorciarte si así lo quieres, pero si realmente quieres castigarlo, lo primero seria que cuando llegara esta noche te lo comieras “literalmente”, antes de cenar que te folle, y después se la mamas hasta que este en marcha otra vez, después que te de por el culo y cuando no pueda más le haces una paja cubana, con esas envidiables tetas que tienes y seguro que lo dejas para el arrastre.

Oí como Lola le preguntaba.

¿Estas segura de eso que dices? A mi eso de que este con otra me jode mucho y no pienso perdonarlo, la infidelidad es algo muy serio desde mi punto de vista.

Lo que oí a continuación me dolió en el alma.

Yo, hace mucho que tengo algunos amigos con los que tengo buen sexo al menos un par de veces en semana, y no suelo repetir pareja dos veces seguidas casi nunca, los voy rotando según tengo el día, con ellos si que empleo siempre condones, a pesar que tomo anticonceptivos. Y si no te lo he comentado nunca es porque siempre me has parecido un poco mojigata, pero eso es lo que tendrías que hacer de vez en cuando, irte con algún buen semental que te pusiera mirando “Pa Burgos”

Lola le respondió.

Yo creía que lo tuyo con Samuel funcionaba muy bien, no pensaba que tuvierais ningún problema por como se os ve cuando nos juntamos.

A lo que Eva le respondió con la voz más relajada y tranquilizándome un poco, al comprender que no existía más que un tema de conceptos.

Que va, no tenemos ningún problema, yo a quien amo profundamente es a Samuel y no lo cambiaria por ninguno de los tipos con los que follo, es más, el mejor sexo lo tengo casi todos los días con él, y es aun más intenso los días que he estado con otro, lo único que lamento, es no saber la forma de decirle a él que haga algo parecido, y de ese modo saldríamos los dos beneficiados.

Lola con voz temblorosa le respondió.

Seguramente tienes razón en lo que dices, porque veo a Samuel como te mira y admira, por eso me sorprendió que tuvierais problemas.

Yo no tengo esa clase de amigos y creo que me costaría encontrar a alguien para ello.

 Eva muy segura le respondió

Por eso no te apures, ya veré que es lo que puedo hacer y te llamo o te mando un mensaje, pero prométeme que no harás más que lo que te he dicho, hoy y mañana revienta a ese mamón y la semana próxima ya tendrás noticias mías, no se cuando será pero tratare de enviarte un hombre, y me aseguraré que sea alguien con quien te sientas segura y no pases apuros. Ahora te dejo que he de terminar la cena, pero no olvides lo dicho.

Lola tan solo le respondió que se ponía en sus manos y colgó.

Poco después de que colgaran también lo hice yo, mientras una idea cruzaba mi mente, no esperaba algo así de Eva, no con la cantidad y calidad de sexo que teníamos, cada día estaba dispuesta y ahora pensándolo bien, había casi siempre un par de días en semana en que era mucho más activa que de costumbre, quizás los días en que ya había estado con otro, pero en mi mente comenzó a bullir una idea. Cuando me avisó que pronto estaría la cena, paré el ordenador y me olvide del trabajo hasta el lunes, el fin de semana era para nosotros.

Esa noche apenas terminamos el postre, se coloco detrás de mí y comenzó a besuquearme la oreja, signo inequívoco de que no saldríamos a tomar nada, aunque me había comentado al llegar que le apetecía mucho que fuéramos a un sitio que le había recomendado una compañera de trabajo. El sexo esa noche fue soberbio y casi me hizo olvidar el plan que se pergeñaba en mi mente.

Salimos a comer fuera el domingo y por la noche hice una pequeña gamberrada, paré y oculté el teléfono de Eva en el fondo del cesto de la ropa sucia, cuando estaba preparando lo necesario para el día siguiente lo hecho en falta y pensó que lo habría olvidado en el restaurante, llamamos pero ya habían cerrado, entonces me hizo llamarla desde mi móvil por si alguien lo había encontrado pero nadie respondió, le sugerí esperar al día siguiente y que yo mismo llamaría al restaurante a medio día para preguntar.

La mañana del lunes sobre las nueve, con el móvil de Eva y después de ver en varios de sus mensajes que no emplea la jerga de los jóvenes en los SMS, le envié el siguiente a Lola y después de borrarlo puse música para que se agotara la batería, lo deje en el fondo del cesto donde lo había tenido desde la noche anterior, para poder “encontrarlo” por casualidad esa misma noche.

Hola Peke, hoy antes de las 12 has de estar en el bar que hay entre el “Teatro Principal y el Hotel del Teatro”, quédate de pie en la barra y lleva el cabello recogido, se acercara un hombre pero no te gires, te ofrecerá una rosa roja y te besara en el cuello, no preguntes ni te sorprendas de nada, comprenderás en cuanto lo veas porqué, y te aseguro que te ayudara a pasar un buen rato sin que sientas ninguna clase de remordimientos, de eso doy fe, pero sobre todo no preguntes nada en ningún momento, trata de confiar en mi y no rompas la magia, no es necesario que me llames para contarme nada, cenaremos solas el martes por la noche, nos vemos a las 20.30 en el restaurante “El Jardín del Edén” que ya conoces.

Me vestí y a las once y media ya estaba aparcado en la acera frente al bar, después de haber tomado una habitación en el hotel y haberle dado una buena propina al recepcionista, para que “no nos viera entrar”, con la rosa roja envuelta en celofán para que no perdiera nada de su fragancia, esperando verla aparecer en cualquier momento, como cinco minutos antes de las doce llegó sofocada, quizás por venir de prisa o por la tensión, pero esperé a que comenzaran a sonar las campanadas en el reloj del cercano ayuntamiento.

Primero para tomar una pastilla de “viagra” con la que me había obsequiado un cliente, nunca me había hecho falta pero en este caso quería poder darle toda la atención que Lola precisara, solo tuve que sacar la rosa del celofán y entrar en el bar que estaba sumido en la penumbra, allí estaba ella en medio de la barra, con su cuerpo de infarto que conocía muy bien pero que nunca antes había mirado con tanto detalle.

Unas piernas perfectamente torneadas que mostraba hasta algo más arriba de la rodilla, pero que sabia muy bien como continuaban, un culo que gritaba FOLLAME, aunque nunca me había planteado siquiera que pudiera llegar a ser mio, antes de seguir contemplándola y que su belleza me paralizara me decidí a actuar como había planeado, al parecer el SMS había surtido efecto. El cabello con un perfecto recogido dejaba el acceso a su bello y deseable cuello, me acerque y desde detrás coloqué la rosa frente a su rostro, sus manos la tomaron y las mías fueron a su cintura mientras mis labios depositaban un beso en su cuello, la primera parte estaba hecha.

Después de eso se giró y noté, como su expresión paso de la incertidumbre a la sorpresa y después al pánico para terminar con la mejor de las sonrisas, pagué la nota, la tome por la cintura y salimos a la calle, apenas unos metros más allá entramos en el hotel, pasando de largo frente al recepcionista que ni levanto la vista de la revista que estaba mirando. Subimos al tercer piso y entramos en la habitación.

La hice pasar delante y tan solo cerrar la puerta, pase mis manos desde detrás hasta llegar a los botones de su blusa que fui soltando con parsimonia, cuando estuvo suelta del todo comencé a deslizarla por ambos hombros al tiempo, hasta que llegaron a la altura de los codos, en esa posición de indefensión le di media vuelta para apoyar su espalda contra la pared del pasillo, le sujete las mejillas y apretando su cuerpo con el mio le comí la boca que me supo dulce como la grosella, pude apreciar que tenia la mirada como vidriosa y me aparté un poco para que terminara de sacarse la blusa, después de quedarse en sujetador que era de esos de un cuarto de copa, mostrando el erecto pezón resultaba mucho más excitante que si se lo hubiera sacado.

Me cogió del cinturón y tirando de él reculó hasta que se sentó en la cama, me soltó el pantalón y lo fue bajando, al tiempo yo me sacaba la camisa y me disponía a echarme sobre ella como una fiera, pero al parecer ella tenia su propia forma de hacer las cosas o eso parecía, pues de forma muy segura me aproximo un poco más y por encima del bóxer comenzó a acariciarme la polla, cuando el capullo asomó por la cinturilla, acerco la cabeza y me dio una serie de cortos lametones, suficientes para que comenzara a enloquecer mientras tiraba del bóxer hacia abajo dejándolo a la altura de las rodillas, esa es la forma en que me gusta que comiences las mamadas, pero Eva siempre ataca a saco, al parecer ese no era el estilo de Lola y me encantó que se tomara su tiempo y además que se empleara de ese modo.

Cuando creí que mi excitación no podía ser mayor, me dio otro mazazo soltándose el sujetador y como estábamos se alojó la polla entre los pechos y comenzó a hacerme una “paja cubana” que me estaba matando, cada vez que aparecía el capullo le daba un lametón y cuando estaba listo para correrme lo impidió parando en seco y apretándome el escroto con una mano, una punzada de dolor me distrajo lo suficiente para detener la inminente eyaculación, entonces se levanto para desprenderse de la falda que aún conservaba, se tumbo en la cama sin sacarse un diminuto tanga y pensé que le gustaban mucho los juegos, teníamos tiempo y no pensaba precipitar nada para que se sintiera a gusto.

Me tendí a su lado y me dedique a jugar con sus pechos, pasaba un dedo en espiral desde fuera aproximándome al pezón, pero al llegar a la areola insistía en ella un poco y pasaba al otro, eso la estaba calentando y de que modo, por fin me decidí a ser algo más expeditivo, para ello comencé a besarle el vientre y fui bajando hasta llegar al diminuto tanga, lo aparte con dos dedos mientras comenzaba a darle pequeños lametones en los húmedos labios mayores, en cuanto me fue posible tiré del tanga hacia abajo y deje al descubierto su muy bien depilado monte de venus, con dos pequeñas franjas laterales y un diminuto bigotillo en la parte superior.

Sin demora comencé a penetrarla con la lengua, según dice Eva lo hago muy bien, y por como se retorcía Lola creo que es cierto, poco después atrape su clítoris que al contacto de mis labios se irguió como un mini pene, me sorprendió el tamaño pero le fui dando mordisquitos con los labios, hasta que Lola me sujeto la cabeza para que me aplicara con más dedicación, tan solo con eso logre que alcanzara un orgasmo más que bueno, y la deje que lo gozara en lugar de continuar que es lo que sé que muchos hacen.

Cuando se sereno acurrucada en mí que me había tendido a su lado; la bese en los labios y me coloque entre sus piernas, en esta ocasión si que pensaba ser yo quien marcara el ritmo, además que la “viagra” ya estaba haciendo efecto y notaba la polla palpitar o esa era la sensación, tome sus tobillos y los coloque sobre mis hombros, me aproxime arrodillado hasta quedar en posición, es la mejor forma de llegar al fondo sin impedimentos. Apoye el capullo a la entrada de su encharcada cueva y la fui penetrando despacio sin apartar la mirada de sus bellos ojos.

En todo ese rato no habíamos cruzado ni una palabra, solo se comenzaron a oír los primeros jadeos por su parte y casi silenciosos juramentos en arameo por la mía, ya que notaba la polla cada vez más dura y creí que tendría algún problema a causa de la dichosa “viagra”, pero cuando sus jadeos se aceleraron y comenzó a musitar entre ellos, más, más, más, no dudé en emplearme a fondo, comenzó a retorcerse primero en una serie de calambres, que me hicieron descargar algunos potentes chorros de semen que la inundaron, mientras hacia fuerza con las piernas sobre mi espalda como intentando que llegara más adentro, algo del todo imposible pues notaba el cérvix en cada empellón.

Cuando aflojo un poco la tensión que hacia sobre mi cuerpo, quizás imaginó que haría como antes parando la actividad y dejándola descansar, pero sus ojos que fue cerrando para centrarse y disfrutar más del orgasmo, se abrieron como platos, cuando con mi erección intacta salí de la vagina y sin dudarlo se la enchufé en el culo llegando de una sola estocada hasta la mitad, me detuve esperando su reacción, tan solo cerro los ojos otra vez y una sonrisa ilumino su rostro, seguí hasta llegar al fondo y un vez allí comencé un lento pero largo bombeo mientras que con dos dedos de una mano trataba de localizar su punto “G”, con los de la otra le manipulaba el clítoris lo mejor que podía.

Me lo tomé con mucha calma, en parte por lo que estaba disfrutando solo de ver sus cambios de semblante, como por el hecho de que quería poder obsequiarla con otra corrida, amen de aprovechar al máximo la erección que tenia gracias en buena parte a la “pastillita”, logre que alcanzara el éxtasis en otras dos ocasiones y cuando no pude aguantar más comencé a soltarle lechadas que acompañaba con enérgicos caderázos; quede exhausto y totalmente satisfecho; deposite sus piernas sobre la cama me tendí a su lado, me abrazo y a media voz preguntó.

¿Ahora ya podemos hablar? Imagino que después del rato que llevamos juntos ya no se “romperá la magia” como decía Eva en su SMS.

Sonriendo le respondí que naturalmente podíamos hablar, tan solo quería saber si había pasado el examen y que nota me daba, también quería saber si esperaba algo así.

Bajó la mano hasta agarrarme la polla y poniendo cara de niña picara respondió.

He de reconocer que has pasado el examen y con muy buena nota, la verdad es que dudaba que Eva fuera capaz de enviarme a nadie como me había prometido, y mucho menos a ti, pero aquí estas. ¿Qué sucederá a partir de ahora? Bueno dentro de un rato he de hacer algo con esto.               ¡Me refiero en el futuro!

La bese antes de responderle.

Todo depende de vosotras, me dijo que no hablaríais por teléfono y que mañana por la noche a las ocho y media, tenéis mesa en el restaurante “El Jardín del Edén”, allí podéis hablar de lo sucedido aquí hoy y de como afrontar el futuro, más adelante ya hablaremos los tres con Juanjo si así se decide.

Estuvimos así un rato abrazados, Lola sin soltarme la polla que cuando comenzó a reaccionar pajeó lentamente mientras me decía que tendríamos que ir al baño, allí se encargó de enjuagarla con agua tibia para que no se arrugara, de regreso a la cama me hizo tender en ella y se dedico a hacerme una mamada que no olvidare fácilmente, ya que ha sido hasta el momento la más larga y placentera que me han hecho jamás.

Lamia lentamente el tronco, después tragaba solo el capullo dejándolo al descubierto, luego sorbía un huevo con tanta potencia que creía que lo arrancaría, y cuando le parecía la engullía hasta colocar el capullo en el fondo de su garganta, la mantenía ahí hasta que le parecía, para después dejarla escapar lentamente apretándola con la lengua contra el paladar, cuando por fin me hizo eyacular, me dejo totalmente escurrido, pues sorbía y tragaba con tal empeño que estoy seguro que no quedó nada.

Al rato de tener medio cuerpo sobre mí y mantener la polla ya flácida sobre sus labios o mejilla, me dijo que tendríamos que ducharnos, ya eran cerca de las seis y ella tenia que regresar a casa a la hora habitual, al día siguiente se encontraría con Eva en el restaurante que le había comentado y que habíamos frecuentado los cuatro en varias ocasiones, durante la ducha me dieron muchas ganas de confesarle el engaño, aunque preferí que fueran las hermanas quienes se dieran cuenta ha donde había llegado el asunto, y cargaría con las consecuencias si resultaba ser un fiasco.

En mi coche fuimos hasta la puerta de su casa y nos despedimos con un beso de “buenos cuñados”, pero ambos esbozamos una sonrisa, teníamos muy claro lo que ese beso significaba en realidad. Al llegar a casa, el coche de Eva no estaba en el parquin todavía, tardaría poco en llegar y al poco de ponerme “la ropa de trabajo” llego ella, después de besarnos me preguntó por el móvil, le respondí que en el restaurante no lo habían encontrado, cuando me dijo que hablara con la compañía para darlo de baja, le pregunté si había hecho algo fuera de lo corriente a nuestro regreso del restaurante.

Se quedó pensativa y de súbito dijo ¡¡¡LA MANCHA!!! Inmediatamente fue hacia la cocina y la seguí mientras mascullaba.

Claro será eso, seguro que cuando deje la blusa que me manché ayer, se cayó en el cesto de la ropa sucia y por eso no se oyó cuando llamaste ayer.

Comenzó a remover la ropa y descubrió su preciado teléfono, sin batería naturalmente. Entonces le dije que había llamado su hermana y que quería que cenaran las dos “solas” en el restaurante “El Jardín del Edén” que ella acudiría sobre las ocho y media, pero que no quería que Juanjo le preguntara nada, que no la llamara y que le enviaría un SMS a su marido desde el restaurante, después pararía el móvil para que no la incordiara y que si llamaba aquí solo le dijera que estabais juntas.

Tu hermana hace cosas muy raras últimamente, pero es tu hermana y por tanto supongo que mañana cenaré pizza, lo importante es que si te necesita acudas a verla.

Esa noche el que tenia ganas de marcha a pesar de todo lo sucedido durante el día era yo y buena que la tuvimos, no sabría decir si por alguna alteración en la libido, o quizás imaginando el tipo de castigo que podría llegar a aplicarme Eva al día siguiente, pero como Julio Cesar, había cruzado el Rubicón y ya no había marcha atrás.

El día siguiente fue muy provechoso en el aspecto laboral, me sumergí en el trabajo, en parte para recuperar lo que no hice el día anterior y creo que en mayor parte para no pensar en lo que podría suceder esa noche, cuando Eva regresara de la cena con su hermana y…………………

Como a las nueve me di cuenta que ni había comido a mediodía, tan solo había tomado un par de batidos y nada más, metí la pizza al microondas y me abrí una cerveza, mientras comía pensaba en como responderle a Eva, me llamó Juanjo para saber dónde estaban; según me dijo ninguna de las dos contestaban al móvil, solo le dije que no se preocupara porque estaban juntas y colgué, tome otra cerveza para terminarme la pizza y llegue a la conclusión mientras tomaba un segundo “orujo” bien frio, que era inútil preparar una estrategia, lo que surgiera lo afrontaría de la mejor forma posible y poco después de las once oí la llave en la puerta, llevaba como única prenda un kimono que Eva me había regalado tiempo atrás y que empleaba en contadas ocasiones.

¿QHÉ LE HAS HECHO A MI HERMANA?

Esas fueron sus primeras palabras solo verme, traía la cara congestionada pero no parecía enfadada, le respondí en tono jovial.

Parte de lo que merece y menos de lo que necesita, pero eso ya lo sabes.

Ahora si con una mirada con la que parecía que quisiera fundirme dijo.

¿Y ahora qué, como piensas salir de esto? No creerás que pienso consentir que.

En ese momento, hice algo que nunca supuse ni en mis peores pesadillas que seria capaz de hacer, de un zarpazo arranque todos los botones de la blusa que llevaba puesta, dejando sus pechos a la vista, ya que había prescindido del sujetador, algo que suele hacer cuando sale a cenar sin mi aunque nunca le di importancia, entonces ante la visión de sus pechos no se porque los abofeteé, su rostro tomo un tono carmesí pero callo de golpe, creo que más por la sorpresa de mi reacción que por el dolor que le infringí. A continuación le dije.

Tu consentirás lo que acordemos a partir de ahora, he aguantado que estés con otros hombres tan solo porque después me satisfacías plenamente, si he estado con tu hermana ha sido porque ella lo necesitaba, y la aprecio lo suficiente como para que no fuera uno de esos con los que “”te acostabas”” el que le mostrara que hay algo además del sexo en pareja.

Estaba como hipnotizada y por tanto continué.

Imagino que tu hermana te habrá dado detalles, y que tu no le habrás contado que NO participaste en organizar el encuentro, en cuyo caso ahora lo que falta es hablar con Juanjo y aclararle que tiene dos opciones, o follar contigo de vez en cuando si os apetece, o decirle a Lola que sale a follar por ahí cada vez que quiere hacerlo, pero que sea consciente que ella hará lo mismo, si se quiere divorciar él mismo, pero Lola será parte de NUESTRA familia siempre.

¿Te conto Lola como me gustan sus mamadas? Deberías aprender que lo principal no es terminar deprisa, ella se toma su tiempo para hacer disfrutar a la pareja, creo que todos podemos aprender algo y tu podrías comenzar a practicar ahora.

 Eva en silencio me empujo hacia el sofá y me hizo sentar, el kimono se abrió y dejo al descubierto la polla que estaba morcillóna, en parte debido al alcohol ingerido, se acomodó sobre un cojín que deposito en el suelo y comenzó a lamer lentamente, esa fue con diferencia la mejor mamada que me hizo sin llegar al buen hacer de Lola, pero estaba encantado cuando por fin me hizo terminar en su linda boca y lo trago con afán, limpiándola después y al sentarse a mi lado en el sofá preguntó. &&

¿Qué es lo que quieres que acordemos? Sabes que soy una mujer muy ardiente y que necesito mucho sexo, pensaba que una buena formula para evitar tener un amante que a la larga se habría interpuesto entre nosotros; era tener varios follamigos con los que poder satisfacer mi exceso de apetito sexual y de ese modo poder seguir juntos por mucho tiempo, pero y ahora ¿que vamos a hacer?

Le pase un brazo por los hombros y la atraje hacia mi, le bese la frente y le pedí perdón por haberla golpeado, por como me apretó la polla, supe que eso no había sido desagradable para ella y fue cuando le dije.

Hay varias cosas que se pueden hacer siempre que estemos de acuerdo, lo primero es que me digas si estarías dispuesta a acostarte con Juanjo, la segunda que me confirmes que te gusta de vez en cuando que hagamos cosas “diferentes”, al parecer eso de que te hagan sufrir un poco no te desagrada, lo tercero es que aceptes que Lola es una criatura impresionante y tan necesitada de sexo como tu, y por tanto que accedas a que pueda estar con ella cada vez que nos parezca, y por fin si en alguna ocasión no es suficiente lo que somos capaces de darte entre Juanjo y yo si es que acepta entrar en el juego, y necesitas salir para sacarte las telarañas me gustaría saberlo.

Su respuesta fue un profundo y largo “SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII a todo”.

Esa noche fue memorable, Eva no me permitió dormir hasta pasadas las cuatro de la madrugada, a la mañana siguiente llame a Juanjo y quedamos para comer en un restaurante cerca de su trabajo, al verme me preguntó si sabia de que habían hablado las hermanas pues a él Lola no le había comentado nada, le dije que si lo sabia y por eso estaba allí y comencé a decirle mientras su rostro iba cambiando de expresión.

Lola encontró unos condones en unos pantalones tuyos, eso la mosqueo sobremanera y pensaba divorciarse, por métodos que después te contaré logramos disuadirla, pero ahora lo importante es saber si se trata de una amante y piensas seguir con ella, o tan solo se trata de echar un polvo fuera de casa de vez en cuando.

Sin pensarlo se apresuró a responder.

Solo se trata de alguna escapada de vez en cuando, pero nunca con la misma y son chicas de pago, no quiero problemas con una relación que me aparte de Lola, pero dime ¿Cómo la habéis convencido para evitar el desastre? Porque no concibo vivir sin ella y esto es algo que no sé cómo agradeceros y te juro que no lo haré nunca más.

Seguimos comiendo y al terminar de tomar el café y una copa de licor, lo sorprendí con el que fue el ultimo comentario por mi parte.

Te contaré algo solo para que sepas a que atenerte, durante bastante tiempo Eva ha estado viendo a algunos follamigos para completar sus necesidades sexuales, cuando Lola le contó lo de tus aventuras ella le recomendó tener a su vez una aventura y así entendería mejor como funciona esto, el afortunado que le mostro esa faceta del sexo fui yo durante el pasado lunes, ayer cenaron juntas y acordaron algunas cosas, solo hace falta que me digas si estas dispuesto a tener sexo con Eva cuando convenga, incluso a que entre los dos les demos a ambas lo que necesiten de vez en cuando.

Se quedo pensativo unos instantes y por fin respondió.

¿Serás tu quien organice los encuentros, o se encargaran ellas? Bueno supongo que eso es lo de menos, acepto lo que me has dicho e intentare por todos los medios estar a la altura.

Nos despedimos, él se quedó sentado tomándose otra copa, no lo vi hasta el siguiente viernes noche en la casita que sus padres regalaron a las hermanas en la costa. Ese día fue el primero de nuestra reinventada vida en que los cuatro formamos una sola unidad en temas de sexo, incluso las hermanas con el tiempo y la familiaridad que da follar en la misma habitación comenzaron a tener sus propios escarceos, pero eso ya es otra historia que no creo que tenga derecho a contar.

©PobreCain

Agradecería todo tipo de comentarios tanto aquí como en mi correo [email protected]