Estoy a punto de casarme, pero no con el hijo de su madre de quien fue mi novio durante varios meses, sino con una chica dulce y tremendamente hermosa. Mi historia comenzó cuando fui a un espectáculo de hipnosis. Se me olvidaba mi nombre es Elena y dentro de poco cumpliré cuarenta años.

Unos años antes

Elena

            Jorge, mi novio, quiere llevarme a un espectáculo de hipnosis, en el cual le ponen algo de picante. Jorge es un par de años más joven que yo, es el típico tio bueno de gym, y llevamos en serio unos meses, casi doce, como algo más que amigos casi toda nuestra vida, prácticamente desde el Instituto. Llegamos al local en cuestión, nada más entrar nos pedimos un par de copas mientras nos las tomábamos nos besamos.

Jorge:            “¿Nos presentamos como voluntarios para que nos hipnoticen?”, esa pregunta me dejó fuera de juego.

Elena:                        “¿Tú quieres?”

Jorge:            “Yo…”

Elena:                        “De acuerdo, seremos voluntarios para que nos hipnoticen.”, le di un beso en los labios, mientras me envolvía entre sus brazos

            Me dejé llevar por mi instinto y me coloqué, obligando a mi novio a que se sentase a mi lado, en la primera fila. Al poco salió por detrás de nosotros el mentalista, pero me quedé sorprendida cuando comprobé que no era él, era ella y antes de darme cuenta ya estaba en brazos de Morfeo.

Aurora

            En mi trabajo soy la mejor, tengo un don, habilidad, poder o como queramos llamar, es como si pudiera meterme en sus mentes y saber que intentan hacer. Lo hice entre mis amigos, de forma anónima, sin que ellos lo supieran, sabiendo que a pepito le gusta juanita, y viceversa, forzaba de forma consciente los encuentros y las quedadas entre ellos, pero dejémonos de recuerdos hoy tengo un nuevo espectáculo a ver qué gilipolleces se me ocurren para distraer al personal. Entro en la sala donde realizo mis sesiones de hipnosis, al pasar entre el público veo a una pareja pero mi don me hace una mala pasada.

Jorge:            (Hay que ver que tonta es la tipa ésta, estaría follando mejor con la Susana. Pero si la queremos desplumar tenemos que realizar un papelón, y la Susana es la secretaria personal, sabemos de antemano cuando tiene reuniones fuera de la ciudad, y Susana está con sus días…)

            Me fijo en ella, es tremendamente hermosa, pero hay algo dentro de ella que, ¡ni ella misma lo sabe! Parece que se siente atraída de forma tímida por el cuerpo de las mujeres, creo que puede ser lesbiana, me tocará darle un pequeño empujón, al cabrón para que deje embarazada a la puta y esta pobre mujer para que se busque la vida de otra forma y deje al cabrón. Cogí a un grupo de doce personas entre ellas la extraña pareja y no me costó mucho ponerlos en trance, hice que dos o tres se comportasen como monos y divirtieran al resto del público mientras me senté en medio de la pareja.

Aurora:          “Chica, dime tu nombre.”

Elena:                        “Me llamo Elena.”

Aurora:          “Por lo que veo te sientes atraída por las chicas ¿verdad?”

Elena:                        “Siento cosas que cuando veo a un chico no lo siento, ni siquiera por mi novio.”

Aurora:          “Dentro de poco te haré ladrar como si fueses una perrita, cada vez que ladres empezarás a fijarte cada vez más en las mujeres, sobre todo en las más jóvenes que tú, al inútil de tu novio le irás dando de lado cada vez más hasta que suceda algo que hará que rompas con él.”

            Dejé un momento a Elena y me centré en el novio.

Aurora:          “¿Porqué la estás engañando?”

Jorge:            “Yo no la estoy engañando, solamente me estoy aprovechando de ella. La dejaré preñada y cuando me den un montón de pasta me iré con mi compinche Susana.”

Aurora:          “A partir de ahora, en cuanto te despiertes. Le quitarás a tu compinche Susana, las pastillas del día después y le pones otras que serán un placebo. Tus condones estarán todos rajados y cortados, incluso mejor los tirarás a la basura y te la follarás a pelo, con Elena usarás siempre condones nuevos recién comprados de la farmacia. Despertarás cuando oigas la palabra “Barkalao” entretanto estarás en trance aunque mantendrás los ojos abiertos y te comportarás de forma normal”

            Después de escuchar lo que el cabrón quería hacerle a la chica, le iba a dar de su propia medicina, dejaría preñada a su compinche mientras que Elena se tomaría, después de cualquier acto sexual con el cabrón, la píldora del día después y la zorra de Susana solamente un caramelo.

Aurora:          “A ver señorita, usted es… una perrita guardiana, comience a ahuyentar a los desconocidos.”

            En ese momento Elena se comportó como si fuese un perro guardián ladrando a todo el mundo, lo que nadie sabía era que con cada ladrido ella iba sintiéndose cada vez más atraída por las mujeres, curiosamente con quien se cebó en los ladridos fue con su novio. Después hice que se comportaran como personajes del famoseo y los desperté, pero lo hice de uno en uno, necesitaba incluirle una sugestión pos hipnótica a Elena