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Flor de Sangre: Falsa Libertad

en Grandes Relatos

La pelirroja caminaba desnuda junto a la diosa Freya. Iba cogida  de su mano. Se encontraban en el hogar divino de la diosa, un bosque iluminado por la luna. Con un gran lago que desprendía luz. 

–Tu me recuerdas a una legendaria elfa, su nombre era Elva. Las dos compartís el mismo pasado de esclavitud bajo un amo cruel. Y las dos asesinaron a sus amos de formas aún mas sádicas de lo que vuestros amos lo fueron nunca.

–¿Como mató ella a su amo?–preguntó la chica con curiosidad

–Lo quemó vivo–la joven sonrió

–Ella si que fue cruel–un olor le llegó a su nariz que le hizo sentirse húmeda en la entrepierna

–¿Mas que lo que tu le hiciste al tuyo? Comerte vivo a alguien es una muerte muy dolorosa y lenta. Volviendo a lo que te contaba, con la supuesta libertad de Elva empezaba la guerra mas importante de Dekram. Imagina a alguien mil veces mas cruel que tu amo, Olik, así era Dagbald.

–Si que debía ser un monstruo–Freya se detuvo entristecida

–Debo confesarte una cosa que como diosa hice mal, aunque también sea diosa del sexo. Yo...tuve relaciones con ese monstruo. Era una diosa muy joven y no podía controlar mis impulsos.

 

 

El dios auto proclamado se encontraba sentado en su trono, un trono decorado con las cabezas de dos sacerdotes del primer círculo. La sala en la que él se encuentra es muy amplia. En aquella sala no había absolutamente nadie, excepto ella la diosa Freya la cual miraba fijamente, ando a paso sensual hacía él. Dejó su túnica sobre el suelo. Dagbald sintió una erección en su entrepierna, no todos tienen la suerte de ver desnuda a una diosa. Él se quitó su ropa, sabía lo que iba a pasar. Se sentó sobre el monumental miembro del dios Dagbald y empezó a cabalgarlo.

-Disfruta mientras puedas, ahh bastardo-dijo Freya entre gemidos-Ya no me podrás ver más

Los dos se besaron con pasión, mientras él agarró con delicadeza los pechos de Freya. Ella cabalgó mas rápido, sus gemidos se convertían en gritos al sentir el descomunal miembro sobre su cuerpo, roza el limite de lo que puede soportar la diosa.

-¿La puta de tu madre te ha prohibido verme?-preguntó sonriendo

-La que llamas puta es la Madre Creadora, la diosa suprema de Dekram, soberana de...ah-abrazó el cuerpo de Dagbald mientras él eyaculaba dentro de ella

 -Esta vez lo logramos en muy poco tiempo-dijo Dagbald con su miembro todavía dentro de ella

-No he venido para tan poco, haz que me quede agotada. Quiero que me hagas tuya, no me trates como una diosa, sino como una esclava de las tuyas 

-¿Así que esclava?-la miró con lujuria-Haré que te arrepientas de habérmelo pedido 

La tiró al suelo y la puso a cuatro patas y sin lubricar si quiera con su saliva se la metió hasta el fondo de golpe. Gritó de dolor, le gustaba sentirse llena por él, y el cumplió su deseo, llenando sus entrañas con aquel miembro, empalandola entera. Agarró su pelo, lo que la obligó a echar su cabeza hacia atrás.

-No tienes porque obedecerla, se mi diosa. Necesito tu poder, podrías quedarte conmigo

 

 

 

Le gustaba sentirse como una yegua. Ella y su orden, La Orden de las Media Luna, siempre habían sido visitadas por todos los que deseaban la bendición de la luna. Sus pechos saltaban con cada penetración, sentía que iba a estallar, cruzaba su limite, y eso la volvía loca. Así siguieron durante largo rato, hasta que él se detuvo. Se colocó delante, ella sabiendo lo que quería abrió su boca. Se corrió en la garganta de Freya, sin ni siquiera poder saborear su esencia, llenando todo su estomago de diosa. 

Freya se quedó acostada en el suelo, no había sido mucho tiempo pero la dejó exhausta.

-¿Conoces ese rumor sobre mi y mis sacerdotisas?-dijo mientras se sentó en el suelo cruzando sus piernas-Dicen que hechizamos a nuestros amantes, ya no son capaces de tener sexo con otras personas que no sean nosotras, se sienten mas dependientes del calor de una buena sacerdotisa y todos acaban rendidos y esclavizados por esa necesidad. A vosotros eso no os importa, nosotras esclavizamos con nuestro cuerpo pero vosotros lo hacéis por la fuerza. Hacéis guerras y esclavizáis a los supervivientes. Vine a advertirte sobre tu fin-se puso a cuatro y ando hacía él-Una esclava sedienta de venganza y muerte provocará tu fin, los reinos se alzarán contra ti.

Dicho eso su cuerpo se desvaneció y desapareció de allí junto a su ropa que estaba tirada sobre el suelo. Le hubiera gustado esclavizarla de verdad, convertirla en su propiedad. Sintió la ira recorrer sus venas con las palabras de la diosa. 

 

 

 

 

La joven miró al vacío del cielo de aquel paraíso, tan solo se podía ver una luna. Todo estaba oscuro, pensó en lo que le había contado la diosa, ahora podía entender muchas cosas.

-Por eso cuando estoy con otras sacerdotisas o con la diosa Eclipse me vuelvo una ninfómana. Nosotras estamos hechas para eso, ¿verdad?-preguntó deprimida

-No es algo de lo que entristecerse, somos así. El problema es cuando alimentas el ego de seres como Dagbald,yo era su amante y tirarse a una diosa le hacía sentirse mas seguro de si mismo. En cierta manera yo tengo la culpa de lo ocurrió con él-la joven la besó-¿Que haces, Laura?

-Conteniendo mi ira y mi lujuria-se puso a mamar la leche de la diosa-Lo que me has contado me ha hecho enfadarme, podrías no haberme hecho una sacerdotisa y así yo no sería una sacerdotisa hambrienta de sexo. Odio comportarme como una puta, siento que es como si controlases mi lujuria. En mi anterior mundo se podría decir que controlas mi mente con un chip. Una pena que haya sido destruido. ¿En serio te extraña que os odiara, a vosotros los dioses?-siguió su trabajo de tomar su leche

-Mientras tomas mi leche creo que seguiré contándote la historia de Elva-dijo Freya acariciando el pelo de Laura

 

 

 

Habían pasado varias semanas desde que la elfa había obtenido su libertad. Los aewi se enteraron rápidamente de la desaparición de toda una legión de centuriones de la sangre. Elva y un grupo de elfos fueron a atacarlos. Vieron a un grupo no muy grande de legionarios de Dagbald investigando la escena. Ella rápidamente dio la orden de atacar. Las flechas mataron a unos cuantos pero la mayoría habían sobrevivido a la lluvia de flechas. Saltaron sobre ellos y los atacaron con sus espadas. Elva se movía a una velocidad espectacular, como siempre hubiera sido así de profesional y mortal. Sentía un instinto asesino aflorar en ella, un instinto que llevaba creciendo en  ella desde hace mucho tiempo. Y ahora se hace incontrolable, con cada muerte siente que el vacío de su alma se sacia. Uno de ellos se arrastraba por el suelo.

-Por favor ten piedad, no quiero morir-apuntó con su espada al cuello del cobarde que se quería rendir

-¿Quieres la misma piedad que me disteis a mi y a mi gente?-preguntó con la mirada llena de odio-Te voy a la misma piedad-clavó el cuchillo en su pecho-Al menos morirás sin sufrir mucho

El soldado alzó la mano al cielo, dejando que la sangre brotara de su pecho. Parecía que quería decir algo, Elva se agachó para oir lo que quería decir.

-Tan solo veo...oscuridad-dijo el soldado aferrándose a la mano de Elva

Se levantó y dejó que el soldado muriera en paz. Sabía que él seguramente no hubiera hecho nada como lo que hacía Alis Cornelio pero aquello era la guerra. Elva antes de irse con los suyos, decidió quemar a aquel soldado. Quería que al menos su alma fuera libre. Lanzó un par de fechas incendiadas y el cuerpo empezó a quemarse. 

Mas muerte se había producido. Elva mandó a los suyos a que volvieran, ella tenía que irse a otro lugar. Observó con tristeza la naturaleza, se dio cuenta de que ya no era la Elva elfa silvana, ya no era así. Ya no le hace sentir en paz la naturaleza, solo le entristece. Solo siente dolor, esté donde esté el dolor de lo sufrido la acompaña. Cuando era una esclava no tenía que preocuparse por esas cosas, pero ansiaba liberarse y lo había conseguido. Sin embargo ella sabe que si su amo o ama hubiera sido otra persona quizás habría vivido bien siendo una esclava de alguien mas amable, y nunca habría deseado la libertad. Ahora ella es dueña de si misma, y solo tiene un objetivo en mente. Se detuvo en un lago con cascada, sin pensárselo dos veces se desnudó y se metió en el agua. Dejando en una orilla su ropa y su arma. 

El contacto de su piel con el agua la hizo relajarse, hacía tiempo que no se sentía así. Hundió la cabeza en el agua y la dejó ahí debajo por largo tiempo. No se ahogaba tan fácilmente, una ventaja que poseían los elfos silvanos. Cuando abrió sus ojos debajo del agua pudo ver unas manos cogerla de la cintura. Esas manos la empujaban al fondo del mar. Ella se dejó hundir, abrió su boca dejando que el agua entrase en ella y que así no pudiera respirar. Sintió como la agarraban y la sacaban fuera del agua.

Alyv la cogió entre sus manos y la dejó en la orilla del lago. Elva tosió el agua que había tragado, y se quedó mirando con tristeza el rostro de su salvadora. Rompió a llorar, Alyv la abrazó. Ninguna dijo nada, tan solo se quedaron ahí en la orilla del lago. Elva hundió su rostro en los senos de Alyv y se quedó así. Durante largo tiempo hasta que miró a Alyv y dejó de llorar.

-Debes haber sufrido mucho-dijo Alyv mientras se quitaba la ropa

-¿Sabes que es lo peor? Hubo un momento en el casi acepto ser una esclava y renunciar a mi sueño de libertad. Ojala hubiera nacido en el Alto Reino Oscuro, u Olyviria, ahí no llegan tan fácil los aewi-Alyv se metió en el agua

-Yo fui la esclava de una sacerdotisa eclipse hasta que ella murió. Las dos nos amábamos, por lo que antes de morir me liberó de mi esclavitud. La libertad solo se anhela cuando hay sufrimiento de por medio, cuando se vive bien solo deseas que todo siga yendo así. En las manos correctas habrías sido una feliz esclava a manos de un amo, o ama benevolente. Incluso habrías amado a tu dueño, o dueña-dijo Alyv, se paró frente a ella

-¿Tu crees?-preguntó insegura

-Si, si tu ama hubiera sido una sacerdotisa eclipse o una media luna, tu mente desearía servir. Te controlarían la mente para que fueras una esclava de por vida, yo me salvé porque amaba a mi ama. Por eso cuando me liberó no deseé caer en las manos de alguien mas-cogió su mano y la invitó a meterse en el agua-Tu tienes la suerte de ser libre por ahora, ¿sabes que significa eso? Puedes hacer lo que quieras, quieres luchar hasta que todos los aewi mueran, solo tienes que hacerlo. Quieres irte lejos de todo y vivir una vida en paz, puedes hacerlo. ¿A caso olvidaste lo que es la libertad?

-No es eso, Alyv. Es solo que es como si necesitase un amo, es decir no lo quiero pero ahora que soy libre me siento extraña

-Es normal-dijo acariciando su rostro-  Esa sensación no la pierden muchas esclavas-Alyv besó a Elva-Y tal sensación solo puede saciarse de una manera-Alyv introdujo dos de sus dedos en el sexo de la elfa silvana-Es lo que tiene haber sido propiedad de las ordenes sacerdotales

Elva quería resistirse pero esa sensación de la que hablaba Alyv vino a ella. Esa sensación de tener sexo desefrenado y salvaje. Elva con todo su sexo humedo por la excitación se separó a duras penas del abrazo de Alyv. 

-Dejate llevar, eres una esclava que servía a un general santo. Tu fin es el de satisfacerla-dijo una voz en su mente

-¿La oyes?-preguntó Alyv-Solo hay una forma de callar esa voz

Su respiración se aceleraba y su rostro empezaba a sudar. Ella no deseaba hacerlo, pero su cuerpo se lo pedía con fuerza. Quería controlarse frente a su deseo, no se habia liberado de la esclavitud para ser esclava del placer y la lujuria de otra mujer.

 

 

 

La joven Laura habia dejado de tomar la leche de la diosa, se sentó sobre el suelo dejando que la hierba acariciara su cuerpo desnudo. La calentura de su cuerpo se habia calmado, al igual que su ira. La leche que salía de la diosa suele tener ese efecto. 

-¿Que hizo Elva?-preguntó con curiosidad Laura

-Tenía ante si un dilema muy  importante. Ella no era una sacerdotisa de ningún tipo por lo que si se controlaba, con el tiempo podría superar su lujuria, y acallar a esa voz en su mente. Sin embargo las esclavas suelen sufrir una dependencia del sexo, y aunque se hayan liberado de sus amos siguen sufriendo esa dependencia. Elva solo tenía una opción si quería resistir su impulso, el odio que la habia hecho vivir durante mucho tiempo.

-No creo que estuviera dispuesta a matar a la que la salvó. Te lo digo porque yo lo he pasado, es mas tal vez podría haber sido de otra manera. Si Alyv hubiera sido otra tal vez Elva se habría convertido en su esclava

-Yo no he dicho que no ocurriera tal cosa, como sabes una esclava necesita un amo o ama, las sacerdotisas se esfuerzan en que así sea. Una esclava fugitiva en muchas ocasiones acaba esclavizada por alguien mas.

-¿Y por qué dejas que nos pase eso?-volvió a mamar la leche materna de la diosa

-En realidad sabes que te gusta.

-Claro que me gusta, ¿como no me iba a gustar? Me has hecho así para que me guste

-No te resistas, rindete al placer. Laura, tienes que olvidar el pasado-decía la diosa mientras acaricaba el cabello de Laura-No somos así

-No sois así, no tengo miedo al placer-dijo Laura influeciada por la diosa

-Quieres ser mi esclava, quieres darme placer. Sientes como deseas ser mia

-Quiero ser tuya-miró con deseo y sumisión a la diosa-Quiero ser tu esclava

-Hermanita no me dijiste que tuvieras nueva esclava-dijo una voz masculina detrás suya

-He conseguido que la mismisima Laura Aileen-Stram se convierta en mi juguete, es lo que pasa cuando desafias a los dioses. Desnudate y muestrale tu cuerpo-Laura obedeció sin rechistar

Laura se levantó del suelo y se quitó la túnica. Se dió la vuelta para que tambien pudiera mirarla por detrás. 

-Debes estar deseando con ansias que saciemos tu hambre de sexo-Laura asintió con timidez

-Freya,¿no sería mas fácil colocarle un collar y anular su voluntad por siempre?-preguntó mientras dejaba que Laura se comiera su pene

-Ahora mismo ves que está hambrienta de sexo, pero cuando sacias su necesidad vuelve en sí. ¿Sabes?-cogió de los pelos a Laura y la separó del miembro- Puede que utilice el collar pero hoy te quedas sin sexo

-No, por favor. Seré buena-sus ojos se humedecieron

-Laura...he dicho que no-se puso a lamer el pie de la diosa

-Seré solo tuya

-No necesito ningún collar divino, pronto mi poder destruirá la poca voluntad de Laura. 

-Eres muy bipolar hermanita-Freya sonrió con picardía

-Castigame-dijo Freya quitandose las telas que apenas cubrían su cuerpo

-Laura acercate-ella no se movió de donde estaba, como si fuera una estatua

-Laura, obedece-dijo la diosa y entonces si obedeció

-Asi que solo se mueve si tu lo ordenas. Se supone que todavía no es una esclava completa

-Todavía no, ya te dije antes que se le pasa cuando le satisfaces sus deseos. 

-Interesante. Sin embargo la has castigado sin sexo

-¿Ahora te van las Aileen? Ya no me quieres

-Si pudiera te convertía en mi juguete

-Ya lo han intentado-susurro a su oido

Agarro el miembro de su hermano, y empezó a pajearlo. Se puso de rodillas y acompañó la masturbación con lametazos a su miembro.

-Soy la diosa del sexo, y la luna. Nadie puede esclavizarme, yo decido con quien tengo sexo-se metió el miembro en su boca 

Agarró la cabeza de Freya y empezó a follarle la boca. Se notaba que estaba enfadado.

-Eres esclava del sexo, diosa dice. Eres la mayor esclava de todas

-Eso si ves el placer como una forma de esclavitud-respondió Laura mientras observaba a su ama ser follada por la boca

-Las esclavas no hablan, callan y se abren de piernas

-Solo me abro de piernas ante quien Freya quiera

-¿Ves a tu ama? Está encantada de ser follada. Ahora callaté esclava

Si no era por aquel miembro que se lo impedía hubiera sonreido orgullosa de su esclava, su hermosa y desequilibrada esclava.  Su hermano prontó se corrió dentro de la boca de Freya. Ella tragó todo y se sentó en el suelo. Miró a Laura y a su hermano. 

-Laura, eres mi esclava y si el quiere sexo se lo darás cuando yo te lo ordene. Hoy no vas a ser follada

-Avisame cuando hayas la hayas destruido por completo

 

 

No me dejaba subir el capitulo, de todas maneras espero que lo disfruten