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Tarde de Primavera Halloween: Carmen

en Amor filial

  • ¡¡Portaos bien!! ¡¡Que no me entere yo que hacéis el burro!!

  • ¡¡Que sí, mamá!!

  • ¡¡Y cualquier cosa le decís a la mamá de Javi que me llame!!

  • ¡¡Que siiii!!

  • ¡¡Y como me diga ella que habéis hecho trastadas, veréis!!

  • ¡¡Vaaaleee!!

  • ¡Bueno, pues que lo paséis bien!

 

Por fin, la madre de Jesús, doña Rosa, subió la ventanilla, a través de la cual estaba gritando a su hijo y sus amigos, que se acababan de bajar del coche, y arrancó, dejándolos en el parque de enfrente de la casa de Javi. Todos siguieron el monovolumen partir con la mirada, hasta que se perdió en la distancia.

 

  • Joder, creí que no se iría nunca -dijo por fin Jesús-

  • Ya ves, y yo -respondió Javi-.

  • No sabes lo que me costó convencerla de que nos dejase aquí en lugar de en la puerta de tu casa.

  • No lo hiciste

  • ¿Cómo?

  • Llamó a mi madre ayer por la noche. Fue ella la que la convenció.

  • No jodas. Joder, siempre están hablando por teléfono ¿Cómo lo hizo?

  • Le dijo que tenía pilates, y que pasaría a recogernos directamente desde el gimnasio, que no pasaría por casa.

  • Buff, pues menos mal… oye, ¿Y por qué no podía dejarnos mi madre en tu casa? Total, tampoco se iba a quedar.

  • Pues no tengo ni idea.

 

Iban caminando los cuatro, subiendo la calle camino del edificio donde vivía Javi. La conversación resultaba cómica, en cuanto a que, pese a ser normal, todos iban disfrazados.

 

Javi, vestido enteramente de Batman, le contestaba a Jesús, disfrazado de Capitán América, escudo de plástico incluído. Detrás, Luis llevaba una máscara y unas ajustadas mallas de lycra de Spiderman y Rafa, una capa y unas cubrebotas rojas y un mono relleno con volumen de músculos hechos de foam, con una gran “S” de Superman en el pecho. Todos portaban cestas de plástico naranja con forma de calabaza de Halloween.

 

  • Joder, estoy temblando -dijo Rafa, poco apropiadamente para su personaje- tengo unas ganas… llevo semanas pensando en esto.

  • Ya ves, y yo -respondió Luis- Lo menos me habré hecho quince pajas pensando en el cumple de Javi

  • ¿Sólo quince? Yo quince me haría sólo la primera noche, no pude pegar ojo, no podía parar de pensar en sus tetas -dijo Jesús-

 

Los cuatro subían la calle en dirección al portal, contentos y nerviosos. Mientras sus amigos charlaban, Javi permanecía callado, escuchándoles.

 

  • ¿Y tú, Javi? -preguntó Jesús- Tú no estarás tan flipado.. Al final, la tienes en casa todos los días. ¿Cuántas veces te la has follado desde entonces?

  • Pues.. la verdad es que ninguna.

  • ¿Ninguna?

  • ¿En serio? Joder, si yo tuviera tu madre me pasaría la vida follándomela

  • ¿De verdad?

  • Si, bueno… por temporadas a veces, pero la verdad es que luego… no sé, cuando llega la vida normal tienes otras cosas que hacer… ya sabéis… desayunar, ir al colegio, comer, tareas, cena, a dormir… pasan los días y no hacemos mucho. Además, ni que viviéramos solos, están mi padre y mi hermana.

  • Por cierto, ¿Dónde estarán ahora? ¿Se habrán ido, no?

  • Sí, mi padre todavía estará trabajando y mi hermana ha quedado con Sandra, que luego se viene a dormir a casa.

  • Joder, las mayores... la Sandra está buenísima… bueno, y tu hermana también.

 

Subieron en el ascensor, se plantaron ante la puerta, y dieron un último respiro de los nervios antes de llamar al timbre, que sonó con un clásico “¡Din Don!” seguido de un “¡Voy!” Desde dentro, con la voz de Carmen. Oyeron también los sucesivos cerrojos de la puerta haciendo clac-clac uno tras otro, antes de que la hoja se abriese, por fin.

 

  • ¿Si? ¿Qué queréis?

 

Todos miraron, atónitos. Carmen apareció enteramente disfrazada de Wonder Woman, satisfecha del efecto causado. El traje estaba sorprendentemente bien hecho, y a la vez adecuado a un propósito claramente menos casto que el de luchar contra el crimen: La falda de tiras azules era ligeramente más corta de lo que los chicos recordaban de la película, llegando justamente a tapar sus ingles y el inicio de su trasero, y poco más. El corpiño metalizado en rojo y dorado realzaba unas tetas mucho más exhuberantes y sexys que las de Gal Gadot y las sandalias, de tiras de cuero, tenían un ligero tacón que la hacían quedar a medio camino entre una superheroína y una dominatrix. No ayudaba que el resto de complementos tampoco faltaran, la tiara y los brazales metálicos, e incluso el lazo enganchado a la cintura.

 

Tuvo que reprimir una carcajada tierna al ver a los cuatro pasmados con las bocas abiertas, pero quería mantenerse en su papel.

 

  • ¿Hola? ¿¡Que qué quereis!? -repitió-

  • ¡Si! Ho.. ¡Hola! Esto… ¡Truco o trato! -reaccionó Javi al fin-

  • ¡¡Truco o trato!! -corearon el resto al unísono-

  • ¡¿Vaya y quiénes sois?! ¿Los Vengadores?

  • Bueno… -titubeó Jesús- más o menos...algunos. Luis y yo sí, que somos Spiderman y el Capitán América, pero Javi es Batman y Rafa, Superman.

  • Mmmmm, vaaaya -asintió Carmen- Pues… lo siento, superhéroes, pero… no tengo golosinas para daros… me parece que vais a tener que hacerme... truco. -dijo Carmen poniendo sus puños en las caderas, en jarras, y haciendo ondear su melena suelta-

  • ¡Buufff! -no pudo evitar reaccionar Rafa al oirla y verla así-

  • ¡Jajaja! Venga, pasad, mis héroes

 

No se hicieron esperar y pasaron al salón, donde había refrescos y algunos snacks a juego con la decoración de Halloween. Se sentaron a la señal de Carmen y bebieron y comieron algo.

 

  • ¿Qué tal? ¿Os gusta mi disfraz? -dijo ella, coqueta-

  • Buuff, ya ves -dijo Rafa- ahora entiendo que no quisieras que nos disfrazáramos de zombis

  • Humm.. es que no se me ocurría nada sexy para ir a juego, corazón.. -le confirmó riendo Carmen, dándole un piquito en los labios-

  • Ni que no quisiera que nos trajera mi madre -añadió Jesús, riendo-

  • Claro, Jesusito, es que hubiera tenido que saludar a tu mamá… y a lo mejor se escandalizaba con mi disfraz… -sonó el teléfono, y Carmen se dirigió a cogerlo- ¿Dígame? -escuchó la respuesta, y después, tapando el micrófono del auricular, se dirigió con expresión traviesa a Jesús- Jesús, precisamente es tu mami -le guiño un ojo, y volvió a destapar el micrófono, respondiendo- ¡Hola, Rosa! Cuéntame.

 

Los chicos hubieran esperado impacientes a que la conversación telefónica terminase mientras picaran algo, pero en lugar de retirarse discretamente a hablar, Carmen mantenía la cháchara delante de ellos, mientras les miraba significativamente, con lo que todos estaban absortos en ella.

 

  • ¡Oh! No es problema, no te preocupes, son un poco despistados, pero intentaré que me hagan caso

 

Dijo mientras les guiñaba un ojo, y daba un ligero contoneo dando una vuelta sobre sí misma. Al voltearse la falda hizo un vuelo, dejando a la vista su precioso culo. Sólo llevaba un tanga tipo microbikini, en color dorado metalizado a juego con sus complementos. Al terminar la vuelta, se quedó frente a ellos y, con la mano con la que no sujetaba el teléfono, se bajó el corsé en el pecho, liberando sus dos enormes tetas, que quedaron sobre él, al descubierto y realzadas por él

 

  • ...aunque ya sabes lo difícil que es que te presten atención, se distraen enseguida -continuó, sonriendo- ¿Cómo dices? ¿Jesús? Nada, cariño, si tu hijo es un primor, siempre se porta muy muy bien… 

 

Sonrió a Jesús y se dirigió a él. Primero le besó lujuriosamente mientras éste oía cómo su madre replicaba por el auricular del teléfono. Carmen le puso una de sus enormes tetas en la boca, que él empezó a chupar, ávido, y apoyándose el teléfono en el hombro, y le desabrochó los pantalones, sacándole la polla, ya completamente dura, y empezando a pajearla lentamente mientras la miraba y se mordía los labios, relamiéndose.

 

  •  ...y además ha crecido muchísimo, ¿no? Menudo… estirón que ha pegado. Está... enorme.

 

Dijo sopesando la polla de Jesús, que ahogaba los gemidos. Luego miró a su alrededor, viendo que todos sonreían imitándole. Se habían sacado sus miembros y se los pajeaban, mirándola. Enseguida se levantaron y la rodearon.

 

  • Si, llevás razón… todos han crecido mucho, están todos muuuy grandes -dijo mirando todos los rabos que la rodeaban-. Son todos unos hombrecitos ¿Qué dices? Noo, no te preocupes, mujer, creo que podré ocuparme de todos ellos, si hace falta les llevaré de la mano,...

 

Cogió las pollas de Luis y Javi, y le guiño un ojo a Rafa, haciéndole un gesto con la cabeza para que se fuera tras ella. Rafa obedeció.

 

  • ...los tendré a todos detrás mía uno tras otro, puedes estar tranquila -dijo mordiéndose los labios para no gemir al notar cómo Rafa, tras levantar su minifaldita y admirar su culo un par de segundos, frotó su rabo entre sus cachetes un par de veces… antes de apartar su tanga un poco y penetrarla, comenzando a follarla- Sii…. cariño, de verdad, no te preocupes, no es molestia… para mi es un placer, te lo aseguro… ¡Jaja! De acuerdo, me debes una… la próxima vez te ocupas tú… Seguro que a ellos no les importa, Jesús estará muy contento -dijo chupándole la polla- Claro, se lo diré. Un besito, cielo, te llamo después, para avisarte de cuándo vaya a dejártelo en casa. ¡Chao, chaíto! -y colgó, tras lo cual miró a Jesús- mmm, Jesusito, tu mamá te manda un beso… -le dijo, y le dió un lametón, intenso, desde el perineo, pasando por todo su escroto, subiendo por el tronco de su polla, hasta su cipote. Jesús por poco se corre allí mismo- 

  • ¡¡Oooohh, jodeeer!! -gimió Jesús- ¡¡Joder, no creo que ella se refiriese a un beso así!!

  • Mmm, puede que no… pero no te desagrada la idea, ¿Verdad? Se te ha puesto muy muy dura, Capitán América.

  • ¿Si? ¡¡Pues mira lo dura que se me ha puesto a mi!! -dijo Luis, cogiéndola del pelo y apartándola de la polla de Jesús, metiéndole bruscamente su propio rabo en la boca-

  • Joder, Luis, tío, que me la estaba mamando a mí… -protestó Jesús-

  • Joder, pues que te la pajee -Carmen, mientras chupaba, obedeció y pajeó a Jesús mientras chupaba la polla de Luis-

  • Cabronazo, pero yo ahora quedo al otro lado… -protestó Javi a su vez, al que no llegaba boca ni mano de su madre-

  • Joder, cabrones, no me vais a dejar disfrutar de la mamada que me está haciendo tu madre -dijo Luis-

  • Luis, yo no llego desde aquí, ¿Te importa hacerlo tú? -dijo Camen, viciosa, mientras le lamía los huevos, ante la sorpresa de todos-

  • ¿Como? ¿Yo? -dijo Luis incrédulo-

  • Si… -vamos, cariño, ya sabes que te premiaré, insistió, guiñándole un ojo-

 

Luis acercó poco a poco su mano a la polla de Javi… y finalmente se la agarró, comenzando a pajeársela. Javi pensaba mantener la compostura, dejando claro, para reafirmar su masculinidad, que no lo disfrutaría, pero debido a lo morboso e inesperado de la situación, no pudo reprimir un gemido al notar a su amigo masturbarle.

 

  • ¡Aaahh, diosss!

  • ¿Te gusta, tio?

  • Joder… sí, ¡Si que me gusta! 

  • ¡Ya lo noto, joder, qué dura la tienes! Me estás mojando la mano de presemen de lo cachondo que estás cabrón, ¿Qué pasa? ¿Te gusta ver a la puta de tu madre arrodillada mamarme la polla mientras el gordo de Rafa se la folla? -Luis, como todos, estaba empezando a desatarse-

  • ¡¡Mierda, tio, sii!!

  • ¿Te pone que la tratemos como a una puta?

  • ¡¡Siii, coño, sii!!

 

A partir de ahí todo se desmadró todavía más, subiendo un nivel de depravación. Jesús se abrazó a Luis hasta que ambos estuvieron tan pegados que Carmen pudo mamar sus dos pollas a la vez. Rafa se la seguía follando a placer desde atrás. Agarró un buen puñado de nachos con queso y se lo apoyó en la espalda, para ir comiendo mientras la penetraba. Carmen notaba el ardor del queso fundido caliente en sus lumbares, un estímulo sensorial más para llevarla al cielo, junto con la follada que le estaban pegando, y el sabor de dos penes en su boca babeante.

 

Al poco Jesús se apartó y le puso la polla en la mano derecha, que Carmen comenzó a pajear diligentemente. Luis hizo lo propio en su mano izquierda, y así como estaba sujeta de brazos, su hijo se puso delante, la agarró del pelo, y le llevó la boca hasta su ano, obligándola a lamerlo. Carmen se prestó, ansiosa, y empezó a penetrar su ojete con la lengua, tan profundo como daba de sí. Se sentía tan cerda… los huevos de Javi le colgaban delante de sus ojos mientras le chupaba el ojete. Estaban tan hinchados.... Se relamió pensando en lo que guardaban para ella. Los de Rafa por ahí andarían; no sólo los notaba azotarla el culo a cada empellón, sino que oía el chasquido de carne contra carne. Miró a ambos lados. Tanto Jesús como Luis estaban en las mismas condiciones. Se mojó todavía más calculando cuánto semen le tendrían reservado los chicos… Lo necesitaba. Quería correrse recibiendo chorro tras chorro de lefa.

 

  • ¡Joder, cabrones, hoy estáis aguantando más que la otra vez! Jesús, no quiero que tu mami diga que no cuido de tí, vamos, ve detrás mía y clávamela en el culo, cielo! Mmmm mi chiquitín tímido… ¡Quiero que te sueltes y me encules como a una puta! ¿Quieres?

  • ¡Claro, doña Carmen! -Jesús obedeció y, mientras Rafa seguía follando repetidamente la vagina de Carmen, le penetró el ojete- ¡Oooohh joder, toma polla por el culoo zorraaa! ¡Joder, menudo culameeen!

 

Carmen respiró hondo, gimiendo, prolongando el intenso orgasmo que sintió al notar las dos pollas rellenando su pelvis. Sólo al levantar la cabeza vió los dos rabos de Luis y Javi a pocos centímetros de su cara. Les miró, lasciva, y se los metió en la boca, chupándolos y frotándolos uno contra otro.

 

  • ¡¡Ooohhhmm!! ¡¡Diosss!! ¡Joder, yo no aguanto más, me voy a correr! -dijo Luis-

  • ¡Y yo, joder, y yoo! -replicó Javi-

 

Carmen se excitó aún más, el ritmo de Rafa y Jesús le indicaba que a ellos tampoco les quedaba demasiado. No pudo evitar masturbarse, anticipando el baño de semen que la esperaba.

 

  • Pues vamos, mis héroes… ordeñáos los dos… en la carita de Mami

 

Luis y Javi estaban ya tan excitados que aquello se las puso aún más duras. Cada uno agarró la verga del otro y la pajeó, apuntando a la cara de Carmen.

 

  • Ooohhh… dios, sii… -gemía Jesús- te voy a descargar los huevos en la cara de mi madre, tío… voy a deslecharte en su puta cara, ahh

  • Eso, no pares, nene, que lo haces súper bien… voy a asegurarme de que eyaculas en su boca, tío, quiero ver cómo eres tan cabrón de soltar toda la lefa en la lengua de tu propia madre…

 

Rafa y Jesús, oyendo y presenciando la escena al tiempo que se la follaban, no aguantaron más y se corrieron en su interior profusamente.

 

  • ¡¡¡Me corro putaaaAH!!! -gimió Rafa- ¡Joder, me corro entero en tu coño Carmen te voy a preñar, zorraaaHH!

  • ¡Joder, tio, noto en la polla cómo le hinchas el coño a base de lefa, joder, me corro, no aguanto máas! -Jesús también se dejó ir- ¡¡Toma leche por el culo, zorra, tómalooo!!

 

Carmen abrió mucho los ojos y la boca al notar cómo le rellenaban al mismo tiempo todas sus entrañas de semen caliente y espeso, sólo para recibir en ellos otras dos descargas de esperma, que Javi y Luis se estaban ordeñando mútuamente. Los chorros le impactaron con fuerza en la cara, uno tras otro, ora de un cipote, ora del otro, hasta que se la cubrieron de una espesa capa de blanco engrudo.

 

Jadearon, los cinco, un rato, hasta que Carmen se fijó en el reloj de pared.

 

  • Mmm niños… venga, vestíos y vamos aunque sea a un par de portales antes de llevaros a casa… que vuestras mamás no se pregunten qué habéis estado haciendo -sonrió-

 

Los chicos asintieron, ahora dóciles, y se reajustaron los trajes, subiéndose los pantalones y adecentándose. Mientras lo hacían, sonó el timbre en la puerta. Carmen se dirigió a abrir y comprobó por la mirilla quién era. Lo pensó dos segundos, pero de nuevo una oleada de excitación la sacudió ante la idea, y abrió.

 

  • ¡Truco o trato! -dijeron los chavales-

  • Truco -contestó ella, sonriendo pícara, mientras se relamía el semen que le caía por la comisura de los labios hasta sus pechos desnudos-